LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE ABRIL 2016

 

Abril 2016

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1 ABRIL – VIERNES  – 1ª SEMANA DE PASCUA


Hch 4, 1-12 / Sal 117 / Jn 21,1-14 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que en el sacramento de la muerte y resurrección de tu Hijo ofreces a la humanidad el pacto de la reconciliación y de la paz, concédenos realizar en nuestra vida este misterio que proclamamos con la fe. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 4, 1-12
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquel tiempo, mientras Pedro y Juan estaban hablándole a la gente, cuando llegaron los sacerdotes, con el jefe de la guardia del templo y con los saduceos. Estaban enojados porque Pedro y Juan enseñaban a la gente y decían que la resurrección de los muertos había quedado demostrada en el caso de Jesús. Los arrestaron y, como ya era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. Pero muchos de los que habían escuchado el mensaje, creyeron; y el número de creyentes, contando solamente los hombres, llegó a cerca de cinco mil. Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los maestros de la ley. Allí estaban también el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y todos los que pertenecían a la familia de los sumos sacerdotes. Ordenaron que les llevaran a Pedro y a Juan, y poniéndolos en medio de ellos les preguntaron: — ¿Con qué autoridad, o en nombre de quién han hecho ustedes estas cosas?
Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: —Jefes del pueblo y ancianos: ustedes nos preguntan acerca del bien hecho a un enfermo, para saber de qué manera ha sido sanado. Pues bien, declaramos ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó. Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal. En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. El amor del Señor es eterno.
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Que digan los que honran al Señor: “El amor del Señor es eterno.” R.
La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto lo ha hecho el Señor, y estamos maravillados. Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices! R.
Señor, ¡sálvanos! ¡haz que nos vaya bien! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Los bendecimos desde el templo del Señor. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 21,1-14
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago
de Tiberias. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús. Simón Pedro les dijo:–Voy a pescar.
Ellos contestaron: —Nosotros también vamos contigo.
Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada. Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les preguntó:–Muchachos, ¿no tienen pescado?
Ellos le contestaron: —No.
Jesús les dijo: —Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán.
Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía. Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro: — ¡Es el Señor!
Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla. Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan.
Jesús les dijo: —Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió.
Jesús les dijo: —Vengan a desayunarse.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos, para que nos los conviertas en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo resucitado, y transfórmanos a nosotros, para que, de las alegrías y trabajos de la tierra, podamos elevarnos a la comunión contigo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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2 ABRIL – SÁBADO  – 1ª SEMANA DE PASCUA

Hch 4,13-21 / Sal 117 / Mc 16,9-15 – Blanco

 5. Oración Colecta
Dios nuestro, que en tu bondad sin límites aumentas cada día el número de los que creen en ti, mira con amor a tus elegidos, que han nacido a una nueva vida por medio del bautismo y concédeles participar de la resurrección gloriosa. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 4,13-21
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús. Además, el que había sido sanado estaba allí con ellos, y por eso no podían decir nada en contra. Entonces los mandaron salir de la reunión, y se quedaron discutiendo unos con otros. Decían: — ¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Todos los habitantes de Jerusalén saben que han hecho esta señal milagrosa, y no lo podemos negar. Pero a fin de que este asunto no siga corriendo de boca en boca, vamos a amenazarlos, para que de aquí en adelante no hablen del nombre de Jesús a nadie.
Así que los llamaron y les ordenaron que no hablaran ni enseñaran nada acerca del nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les contestaron: —Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en lugar de obedecerlo a él. Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Las autoridades los amenazaron, pero los dejaron libres. No encontraron cómo castigarlos, porque toda la gente alababa a Dios por lo que había pasado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Yo canto al Señor, que me da fuerzas. ¡Él es mi Salvador! En las casas de los hombres fieles hay alegres cantos victoriosos: “¡El poder del Señor alcanzó la victoria! R.
¡El poder del Señor es extraordinario! ¡El poder del Señor alcanzó la victoria!” ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho! El Señor me ha castigado con dureza, pero no me ha dejado morir. R.
¡Abran las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias al Señor! Esta es la puerta del Señor, y por ella entrarán los que le son fieles. Te doy gracias, Señor, porque me has respondido y porque eres mi salvador. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 16,9-15
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando. Estos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo. Estos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, ya que no creyeron a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene de alegría y nos dé participación en la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y haz que, por tu Espíritu, participen en el gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS D
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3 ABRIL – DOMINGO – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 5, 12-16 / Sal 117 / Ap 1, 9-11a.12-13.17-19 / Jn 20, 19-31 – Blanco

ev3pa27.gif5. Oración Colecta
Dios de misericordia, que reavivas la fe de tu pueblo con la celebración de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros tu gracia, para que comprendamos a fondo la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha dado una vida nueva y de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Hch 5, 12-16
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, por medio de los apóstoles se hacían muchas señales y milagros entre la gente; y todos se reunían en el Pórtico de Salomón. Ninguno de los otros se atrevía a juntarse con ellos, pero la gente los tenía en alta estima. Y aumentó el número de personas, tanto hombres como mujeres, que creyeron en el Señor. Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudía mucha gente trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. Den gracias al Señor, porque su amor es eterno.
Que digan los israelitas: “El amor del Señor es eterno.” Que digan los sacerdotes: “El amor del Señor es eterno.” Que digan los que honran al Señor: “El amor del Señor es eterno.” R.
La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto lo ha hecho el Señor, y estamos maravillados. Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices! R.
Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! R.

8. Segunda Lectura: Ap 1, 9-11a.12-13.17-19
Lectura del libro del Apocalipsis del Apóstol Juan
Yo, Juan, soy hermano de ustedes, y por mi unión con Jesús tengo parte con ustedes en el reino de Dios, en los sufrimientos y en la fortaleza para soportarlos. Por haber anunciado el mensaje de Dios confirmado por Jesús, me encontraba yo en la isla llamada Patmos. Y sucedió que en el día del Señor quedé bajo el poder del Espíritu, y oí detrás de mí una fuerte voz, como un toque de trompeta, que me decía: “Escribe en un libro lo que ves, y mándalo a las siete iglesias de la provincia de Asia.” Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba; y al hacerlo vi siete candelabros de oro, y en medio de los siete candelabros vi a alguien que parecía ser un hijo de hombre, vestido con una ropa que le llegaba hasta los pies y con un cinturón de oro a la altura del pecho.
Al verlo, caí a sus pies como muerto. Pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: “No tengas miedo; yo soy el primero y el último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Yo tengo las llaves del reino de la muerte. Escribe lo que has visto: lo que ahora hay y lo que va a haber después. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 19-31
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al llegar la noche del día de la resurrección, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: — ¡Paz a ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús les dijo otra vez: — ¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Y sopló sobre ellos, y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor.
Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: — ¡Paz a ustedes!
Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Tomás entonces exclamó: — ¡Mi Señor y mi Dios!
Jesús le dijo: — ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que siempre intercede por nosotros. Respondemos: Reyvencedor,escúchanos.
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y fortalezca sus voluntades, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, haga que todos los pueblos gocen abundantemente de la paz
que en sus apariciones otorgó a los discípulos, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el destructor de la muerte, se compadezca de los débiles y aleje del mundo el hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra comunidad y conceda la paz y la alegría a los que hoy nos hemos reunido aquí, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, escucha nuestra oración y abre nuestros corazones para que reconozcamos a tu Hijo al partir el pan. El, que vive y reina, por los siglos.

Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas que (junto con los recién bautizados) te presentamos; tú que nos llamaste a la fe y nos has hecho renacer por el bautismo, danos la participación en la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia recibida en este sacramento nos impulse siempre a servirte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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4 ABRIL – LUNES – LA ANUNCIACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Is 7, 10-14 / Sal 39 / Heb 10, 4-10 / Lc 1, 26-38 – Blanco

 En Nazaret, el ángel del Señor dijo a María: “Darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo”; ella respondió: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí como dices”. Así, llegó la plenitud de los tiempos, y el Verbo se encarnó, por obra del Espíritu Santo.
navid45. Oración Colecta
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la Virgen María, participara de toda nuestra condición humana, concede a quienes lo reconocemos como Dios y hombre verdadero, participar, de su vida divina. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura:Is 7, 10-14
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor dijo a Ahaz: “Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto.”
Ahaz contestó: “No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal.”
Entonces Isaías dijo: “Escuchen ustedes, los de la casa real de David. ¿Les parece poco molestar a los hombres, que quieren también molestar a mi Dios? Pues el Señor mismo les va a dar una señal: La joven está encinta y va a tener un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí. A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
No me he quedado callado acerca de tu justicia; he hablado de tu fidelidad y salvación. Jamás he ocultado tu amor y tu verdad ante tu pueblo numeroso. R.

8. Segunda Lectura: Heb 10, 4-10
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: La sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.
Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios: “No quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo. No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado. Entonces dije: ‘Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.’ ” En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. Y después añade: “Aquí vengo para hacer tu voluntad. Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre. Palabra de Dios. Tealabamos,Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: –¿Cómo  podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Al celebrar hoy el inicio de la salvación del linaje humano, oremos, hermanos y hermanas, a Dios Padre todopoderoso. Respondemos: R. Escúchanos, Señor.
Para que el Hijo de Dios, que se hizo hombre en el seno de María, conceda a los fieles imitarla en su obediencia, roguemos al Señor. R.
Para que el Verbo de Dios, realice con su encarnación, las esperanzas de los pueblos que aún ignoran su presencia, roguemos al Señor. R.
Para que el que enaltece a los humildes y colma de bienes a los hambrientos dé fuerza
a los decaídos y conceda su ayuda a los que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que el que miró la humillación de María, ponga también sus ojos en nuestra debilidad y haga obras grandes en nosotros, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Tú, que escogiste a la Virgen María como Madre del Salvador, escucha las oraciones de tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones de tu Iglesia, que reconoce haber tenido su origen en la encarnación de tu Hijo, y concédele celebrar llena de gozo este memorial de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Por medio de esta comunión, fortalece, Señor, nuestra fe y esperanza en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, concebido en el seno de santa María, y, por su gloriosa resurrección, haznos partícipes de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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5 ABRIL – MARTES – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 4,32-37 / Sal 92 / Jn 3,5a.7b-15 – Blanco

5. Oración Colecta
Haz, Señor, que toda nuestra vida sea testimonio vivo del poder de Cristo resucitado, que nos ha hecho morir con él al pecado, para que podamos resucitar con él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Hch 4,32-37
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera.
Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos. Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno. Tal fue el caso de un levita llamado José, natural de la isla de Chipre, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé, (que significa: “Hijo de consolación”). Este hombre tenía un terreno, y lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 92
R. ¡El Señor se ha vestido de esplendor!
¡El Señor es Rey! ¡El Señor se ha vestido de esplendor y se ha rodeado de poder! R.
Él afirmó el mundo, para que no se mueva. Desde entonces, Señor, tu trono está firme. ¡Tú siempre has existido! R.
Oh Señor, tus mandatos son muy firmes. ¡La santidad es el adorno eterno de tu templo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3,5a.7b-15
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: ‘Todos tienen que nacer de nuevo.’ El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu. 
Nicodemo volvió a preguntarle: — ¿Cómo puede ser esto?
Jesús le contestó: — ¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Haz, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos dé participación en la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a participar en la felicidad eterna. Por Jesucristo.


PERIPLOS DEL O
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6 ABRIL – MIÉRCOLES – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 5,17-26 / Sal 33 / Jn 3,16-21 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que con la Pascua de tu Hijo has devuelto a la humanidad su dignidad perdida y le has dado la esperanza de la resurrección, concédenos agradecerte siempre, con amor, este sacramento que celebramos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 5,17-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El sumo sacerdote y los del partido de los saduceos que estaban con él, se llenaron de envidia, y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y los sacó, diciéndoles: “Vayan y, de pie en el templo, cuenten al pueblo todo este mensaje de vida.” Conforme a esto que habían oído, al día siguiente entraron temprano en el templo y comenzaron a enseñar.
Entonces, el sumo sacerdote y los que estaban con él llamaron a todos los ancianos israelitas a una reunión de la Junta Suprema, y mandaron traer de la cárcel a los apóstoles. Pero cuando los guardias llegaron a la cárcel, no los encontraron. Así que volvieron con la noticia, diciendo:—Encontramos la cárcel perfectamente cerrada, y a los soldados vigilando delante de las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.
Al oírlo, el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes se preguntaban en qué iría a parar todo aquello. En aquel momento llegó uno, que les dijo: –Los que ustedes metieron en la cárcel, están en el templo enseñando al pueblo.
El jefe de la guardia, junto con los guardias, fue a buscarlos; pero no los maltrataron, porque tenían miedo de ser apedreados por la gente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Si el pobre invoca al Señor, él lo escucha y lo libra.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3,16-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree  en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
“El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos manifestar la presencia de tu Reino en todas nuestras acciones. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a superar nuestra fragilidad humana, para vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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7 ABRIL – JUEVES – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 5, 27-33 / Sal 33 / Jn 3, 31-36 – Blanco

5. Oración Colecta
Concédenos, Padre misericordioso, que veamos fructificar en nuestra vida las gracias recibidas durante esta Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 5, 27-33
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días los guardias llevaron a los apóstoles ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo:—Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes?
Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen. Cuando oyeron esto, se enfurecieron y quisieron matarlos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Si el pobre invoca al Señor, él lo escucha y lo libra.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.
El Señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. R.
El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. El hombre honrado pasa por muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 31-36
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “El que viene de arriba está sobre todos. El que es de la tierra es terrenal, y habla de las cosas de la tierra. Pero el que viene del cielo está sobre todos, y da testimonio de lo que ha visto y oído; pero nadie acepta su testimonio. Pero si alguien lo acepta, confirma con ello que Dios dice la verdad; pues el que ha sido enviado por Dios, habla las palabras de Dios, porque Dios da abundantemente su Espíritu. El Padre ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todas las cosas. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo, no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos y purifica nuestros corazones, para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual, en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo.


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8 ABRIL – VIERNES – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 5, 34-42 / Sal 26 / Jn 6, 1-15 – Blanco

5. Oración Colecta
Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu Hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos participar con él de la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 5, 34-42 
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Entre las autoridades judías había un fariseo llamado Gamaliel, que era un maestro de la ley muy respetado por el pueblo. Este se puso de pie y mandó que por un momento sacaran de allí a los apóstoles. Luego dijo a las demás autoridades: —Israelitas, tengan cuidado con lo que van a hacer con estos hombres. Recuerden que hace algún tiempo se levantó Teudas, alegando ser un hombre importante, y unos cuatrocientos hombres lo siguieron. Pero a este lo mataron, y sus seguidores se dispersaron, y allí se acabó todo. Más tarde, en los días del censo, se levantó Judas, el de Galilea, y logró que algunos lo siguieran; pero también lo mataron, y todos sus seguidores se dispersaron. En este caso, yo les aconsejo que dejen a estos hombres y que no se metan con ellos. Porque si este asunto es cosa de los hombres, pasará; pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos. Tengan cuidado, no se vayan a encontrar luchando contra Dios.
Ellos le hicieron caso. Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús; después los soltaron. Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios les había concedido el honor de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, tanto en el templo como por las casas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. Solo una cosa he pedido al Señor, estar en su templo.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
Yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 6, 1-15
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe: — ¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?
Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. Felipe le respondió: —Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.
Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo: —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente?
Jesús respondió: —Díganles a todos que se sienten.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: –Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía: —De veras este es el profeta que había de venir al mundo.
Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, y ayúdanos a conservar tu gracia para participar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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9 ABRIL – SÁBADO – 2ª SEMANA DE PASCUA

Hch 6, 1-7 / Sal 32 / Jn 6, 16-21 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que, cuantos creemos en Cristo, vivamos la verdadera libertad y participemos de la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 6, 1-7
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquel tiempo, como el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega  comenzaron a quejarse de los de habla hebrea,  diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda. Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes, y les dijeron: —No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración. Así que, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos. Nosotros seguiremos orando y proclamando el mensaje de Dios.
Todos estuvieron de acuerdo, y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, uno de Antioquía que antes se había convertido al judaísmo. Luego los llevaron a donde estaban los apóstoles, los cuales oraron y les impusieron las manos. 
El mensaje de Dios iba extendiéndose, y el número de los creyentes aumentaba mucho en Jerusalén. Incluso muchos sacerdotes judíos aceptaban la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R.El amor del Señor llena toda la tierra.
Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos, la alabanza es hermosa. Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio. R.
La palabra del Señor es verdadera; sus obras demuestran su fidelidad. El Señor ama lo justo y lo recto; ¡su amor llena toda la tierra! R.
Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús bajaron al lago, subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente oscuro, y Jesús no había regresado todavía. En esto, el lago se alborotó a causa de un fuerte viento que se había levantado. Cuando ya habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo:–¡Soy yo, no tengan miedo!
Con gusto lo recibieron en la barca, y en un momento llegaron a la tierra adonde iban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda agradable a Ti. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía, que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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10 ABRIL – DOMINGO – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 5, 27b-32.40b-41 / Sal 29 / Ap 5, 11-14 / Jn 21, 1-19 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, tú que nos has renovado en el espíritu al devolvernos la dignidad de hijos tuyos, fortalécenos en la fe, y haznos capaces de reconocer que ya participamos de la resurrección de Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad.

6. Primera Lectura:Hch 5, 27b-32.40b-41
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días llevaron a los apóstoles ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo:—Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron:—Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.
Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús; después los soltaron. Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios les había concedido el honor de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, tanto en el templo como por las casas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 29
R. Señor, yo te alabo porque tú me libertaste.
Señor, yo te alabo porque me libertaste, porque no has permitido que mis enemigos se burlen de mí. Tú, Señor, me salvaste de la muerte; me diste vida, me libraste de morir. R.
Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!, ¡alaben su santo nombre! Porque su enojo dura un momento, pero su buena voluntad, toda la vida. Si lloramos por la noche, por la mañana tendremos alegría. R.
Señor, óyeme y ten compasión de mí; Señor, ¡ayúdame! Has cambiado en danzas mis lamentos, ¡te cantaré himnos de alabanza y siempre te daré gracias! R.

8. Segunda Lectura: Ap 5, 11-14
Lectura del libro del Apocalipsis del Apóstol Juan
Yo, Juan, miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Había millones y millones de ellos, y decían con fuerte voz: “¡El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza!”
Y oí también que todas las cosas creadas por Dios en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar, decían: “¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean dados la alabanza, el honor, la gloria y el poder por todos los siglos!”
Los cuatro seres vivientes respondían: “¡Amén!” Y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas y adoraron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 21, 1-19
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús. Simón Pedro les dijo:—Voy a pescar.
Ellos contestaron:—Nosotros también vamos contigo.
Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada. Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les preguntó:–Muchachos, ¿no tienen pescado?
Ellos le contestaron:—No.
Jesús les dijo:—Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán.
Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía. Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro:—¡Es el Señor!
Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla. Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan. Jesús les dijo:—Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo:—Vengan a desayunarse.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis corderos.
Volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.
Por tercera vez le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó: —Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo: ¡Sígueme! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos para que todos participemos responsablemente en la obra de la salvación. Respondemos: R. Venga a nosotros tu Reino, Señor.
Para que la comunidad cristiana persevere en la fe y dé testimonio de la renovación en el Espíritu con obras de paz, roguemos al Señor. R.
Para que todas las familias compartan los dones de verdad y gracia que han recibido, y hagan respladecer a Cristo resucitado, roguemos al Señor. R.
Para que todos los que reconocen a Cristo en la Palabra y en la fracción del pan, lo reconozcan en los pobres y en los que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que los renacidos en el bautismo rechacen toda forma de violencia y de mentira, y se adhieran a la verdad de Cristo, roguemos al Señor. R.
Para que, al terminar nuestra celebración, toda nuestra vida anuncie al mundo la reconciliación y la paz, roguemos al Señor. R.
+ Padre, que en Cristo resucitado has comenzado la nueva creación, haz que, con la gracia del Espíritu Santo, anunciemos el Evangelio. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos llenos de júbilo por la resurrección de tu Hijo, y haznos partícipes de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Mira, Señor, con bondad a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y haz que vivan en el gozo de participar en la resurrección. Por Jesucristo.


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11 ABRIL – LUNES – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 6,8-15 / Sal 118 / Jn 6,22-29 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos, imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de Él, que vive y reina contigo en la unidad.

6. Primera Lectura: Hch 6,8-15  
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo. Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban; pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo. Pagaron entonces a unos para que afirmaran que lo habían oído decir palabras ofensivas contra Moisés y contra Dios. De este modo alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley; por lo cual atacaron a Esteban, lo apresaron y lo llevaron ante la Junta Suprema. Además buscaron testigos falsos, que dijeron: —Ese hombre no deja de hablar contra este santo templo y contra la ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el templo y que va a cambiar las costumbres que nos dejó Moisés.
Las autoridades y todos los que estaban allí sentados, al mirar a Esteban, vieron que su cara era como la de un ángel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Dichoso el que camina con vida intachable.
Aunque hombres poderosos tramen hacerme daño, este siervo tuyo meditará en tus leyes. Yo me alegro con tus mandatos; ellos son mis consejeros. R.
Te he expuesto mi conducta, y me has respondido. ¡Enséñame tus leyes! Dame entendimiento para seguir tus preceptos, pues quiero meditar en tus maravillas. R.
Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza. He escogido el camino de la verdad y deseo tus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,22-29
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos se habían ido en la única barca que allí había, y que Jesús no iba con ellos. Mientras tanto, otras barcas llegaron de la ciudad de Tiberias a un lugar cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias. Así que, al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió también a las barcas y se dirigió a Cafarnaúm, a buscarlo.
Al llegar ellos al otro lado del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron:
—Maestro, ¿cuándo viniste acá?
Jesús les dijo: —Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.
Le preguntaron: — ¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos?
Jesús les contestó: —La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones, para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual, en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo.


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12 ABRIL – MARTES – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 7,51-60 / Sal 30 / Jn 6,30-35 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que abres las puertas de tu Reino a quienes renacen del agua y del Espíritu Santo, haz fructificar en nosotros la gracia del bautismo para que, libres de todo pecado, participemos de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 7,51-60
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días Esteban dijo a la gente: “Ustedes siempre han sido tercos, y tienen oídos y corazón paganos. Siempre están en contra del Espíritu Santo. Son iguales que sus antepasados. ¿A cuál de los profetas no maltrataron los antepasados de ustedes? Ellos mataron a quienes habían hablado de la venida de aquel que es justo, y ahora que este justo ya ha venido, ustedes lo traicionaron y lo mataron. Ustedes, que recibieron la ley por medio de ángeles, no la obedecen.”
Cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron y rechinaron los dientes contra Esteban. Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Entonces dijo: — ¡Miren! Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre a la derecha de Dios.
Pero ellos se taparon los oídos, y dando fuertes gritos se lanzaron todos contra él.  Lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon; los que hacían de testigos contra
él dejaron sus ropas al cuidado de un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oró, diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: “¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!” Habiendo dicho esto, murió. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! He puesto mi confianza en el Señor. Tu amor me trae gozo y alegría. R.
Mira con bondad a este siervo tuyo, y sálvame, por tu amor. Con la protección de tu presencia los libras de los planes malvados del hombre R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,30-35
† Lectura del Evangelio según san Juan
Le preguntaron a Jesús: — ¿Qué señal puedes darnos, para que al verla te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio a comer pan del cielo.’
Jesús les contestó: —Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
Ellos le pidieron: —Señor, danos siempre ese pan.
Y Jesús les dijo: —Yo soy el pan que da vida.  El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos llenos de júbilo por la resurrección de tu Hijo, y concédenos participar con él, de la felicidad eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y condúcelos al gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo.


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13 ABRIL – MIÉRCOLES – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 8,1-8 / Sal 65 / Jn 6, 35-40 – Blanco

5. Oración Colecta
Ayuda, Señor, con generosidad, a estos hijos tuyos a quienes has concedido el don de la fe, para que participen de la felicidad verdadera con tu Hijo resucitado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Hch 8,1-8
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Aquel día comenzó una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén. Todos, menos los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y de Samaria. Algunos hombres piadosos enterraron a Esteban y lloraron mucho por él. Mientras tanto, Saulo perseguía a la iglesia, y entraba de casa en casa para sacar a rastras a hombres y mujeres y mandarlos a la cárcel.
Pero los que tuvieron que salir de Jerusalén anunciaban la buena noticia por dondequiera que iban. Felipe, uno de ellos, se dirigió a la principal ciudad de Samaria y comenzó a hablarles de Cristo. La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él. Muchas personas que tenían espíritus impuros eran sanadas, y los espíritus salían de ellas gritando; y también muchos paralíticos y tullidos eran sanados. Por esta causa hubo gran alegría en aquel pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra.
Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas. Díganle a Dios: “Tus obras son maravillosas. R.
Todo el mundo te adora y canta himnos a tu nombre.” Vengan a ver las obras de Dios, las maravillas que ha hecho por los hombres. R.
Convirtió el mar en tierra seca, y nuestros antepasados cruzaron el río a pie; ¡alegrémonos en Dios! Con su poder, gobierna para siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 35-40
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a la gente: —Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed. Pero como ya les dije, ustedes no creen aunque me han visto. Todos los que el Padre me da, vienen a mí; y a los que vienen a mí, no los echaré fuera. Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado,  sino que los resucite en el día último. Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a experimentar la felicidad eterna. Por Jesucristo.


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14 ABRIL – JUEVES – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 8,26-40 /Sal 65 / Jn 6,44-52 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, muéstranos siempre ese amor que en estos días de Pascua nos has revelado con mayor claridad, y concédenos que, libres del error y del pecado, sigamos con fidelidad tus enseñanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 8,26-40
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, un ángel del Señor le dijo a Felipe: “Levántate y vete al sur, por el camino de Jerusalén a Gaza.” Este camino pasa por el desierto. Felipe se levantó y se fue; y en el camino se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario, tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y leyendo el libro del profeta Isaías. El Espíritu le dijo a Felipe: “Ve y acércate a ese carro.” Cuando Felipe se acercó, oyó que el etiope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó: — ¿Entiende usted lo que está leyendo?
El etiope le contestó: —¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?
Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. La parte de la Escritura que estaba leyendo era esta: “Fue llevado como una oveja al matadero; como un cordero que se queda callado delante de los que lo trasquilan, así tampoco abrió él la boca. Fue humillado, y no se le hizo justicia; ¿quién podrá hablar de su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.”
El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etiope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús. Más tarde, al pasar por un sitio donde había agua, el funcionario dijo: —Aquí hay agua; ¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado?
Entonces mandó parar el carro; y los dos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe, y el funcionario no lo volvió a ver; pero siguió su camino lleno de alegría. Felipe se encontró en Azoto, y pasó de pueblo en pueblo anunciando la buena noticia, hasta llegar a Cesarea. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Alaben al Señor todos los habitantes de la tierra.
¡Naciones, bendigan a nuestro Dios! ¡Hagan resonar himnos de alabanza! Porque nos ha mantenido con vida; no nos ha dejado caer. R.
¡Vengan todos ustedes, los que tienen temor de Dios! ¡Escuchen, que voy a contarles lo que ha hecho por mí! Con mis labios y mi lengua lo llamé y lo alabé. R.
¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,44-52
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a la gente: “Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre,  que me ha enviado; y yo lo resucitaré en el día último. En los libros de los profetas se dice: ‘Dios instruirá a todos.’  Así que todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí. No es que alguno haya visto al Padre; el único que lo ha visto es el que procede de Dios. Les aseguro que quien cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan que da vida. Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; pero yo hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.”
Los judíos se pusieron a discutir unos con otros: — ¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones, que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto que tu Reino ha llegado. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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15 ABRIL – VIERNES – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 9, 1-20 / Sal 116 / Jn 6, 53-60 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso, que nos has dado la gracia de conocer la resurrección de tu Hijo, haz que resucitemos a una vida nueva por medio de tu Espíritu de amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 9, 1-20
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes en el Señor. Por eso, se presentó al sumo sacerdote, y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los que seguían el Nuevo Camino, tanto hombres como mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del cielo brilló de repente a su alrededor. Saulo cayó al suelo, y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?” La voz le contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer.”
Los que viajaban con Saulo estaban muy asustados, porque habían oído la voz pero no habían visto a nadie. Luego, Saulo se levantó del suelo; pero cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber nada.
En Damasco vivía un creyente que se llamaba Ananías, a quien el Señor se le presentó en una visión y le dijo: “¡Ananías!” Él contestó: “Aquí estoy, Señor.”
El Señor le dijo: “Levántate y vete a la calle llamada Derecha, y en la casa de Judas pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. Está orando, y en una visión ha visto a uno llamado Ananías que entra y pone sus manos sobre él para que pueda ver de nuevo.”
Al oír esto, Ananías dijo: “Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén a tu pueblo santo. Y ahora ha venido aquí, con autorización de los jefes de los sacerdotes, a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.”
Pero el Señor le dijo: “Ve, porque he escogido a ese hombre para que hable de mí a la gente de otras naciones, y a sus reyes, y también a los israelitas. Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa.”
Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él, y le dijo: —Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.
Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado. Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco.
Luego Saulo comenzó a proclamar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R.Vayan a todo el mundo y proclamen el Evangelio.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 53-60
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: —Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre.
Jesús enseñó estas cosas en la sinagoga en Cafarnaúm.
Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: —Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda agradable a Ti. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.                                                              


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16 ABRIL – SÁBADO – 3ª SEMANA DE PASCUA

Hch 9,31-42 / Sal 115 / Jn 6,60-69 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que por medio del bautismo haces participar de la vida de Cristo a los que creen en ti, protégenos de los engaños del enemigo, para que podamos conservar fielmente el don de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 9,31-42
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, la iglesia, en todas las regiones de Judea, Galilea y Samaria, tenía paz y crecía espiritualmente. Vivía en el temor del Señor y, con la ayuda del Espíritu Santo, iba aumentando en número.
Pedro, que andaba visitando a los hermanos, fue también a ver a los del pueblo santo que vivían en Lida. Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que desde hacía ocho años estaba en cama, paralítico. Pedro le dijo: —Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama.
Eneas se levantó al momento. Y todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron levantarse, y se convirtieron al Señor.
Por aquel tiempo había en la ciudad de Jope una creyente llamada Tabitá, que en griego significa Dorcas. Esta mujer pasaba su vida haciendo el bien y ayudando a los necesitados. Por aquellos días, Dorcas enfermó y murió. Su cuerpo, después de haber sido lavado, fue puesto en un cuarto del piso alto. Jope estaba cerca de Lida, donde Pedro se encontraba; y como los creyentes supieron que estaba allí, mandaron dos hombres a decirle: “Venga usted a Jope sin demora.”
Y Pedro se fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al cuarto donde estaba el cuerpo; y todas las viudas, llorando, rodearon a Pedro y le mostraron los vestidos y túnicas que Dorcas había hecho cuando aún vivía. Pedro los hizo salir a todos, y se arrodilló y oró; luego, mirando a la muerta, dijo: – ¡Tabitá, levántate!
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se sentó. Él la tomó de la mano y la levantó; luego llamó a los creyentes y a las viudas, y la presentó viva. Esto se supo en toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. ¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. R.
¡Oh Señor, yo soy tu siervo! ¡Yo soy el hijo de tu sierva! Tú has roto los lazos que me ataban. En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,60-69
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, al oír sus enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: —Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso?
Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó:— ¿Esto les ofende? ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir a donde antes estaba? El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida. Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar. Y añadió:—Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.
Desde entonces, muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y ya no andaban con él. Jesús les preguntó a los doce discípulos:— ¿También ustedes quieren irse?
Simón Pedro le contestó:—Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna. Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, en tu bondad, los dones que te presentamos y concédenos tu protección para conservar tu gracia y participar desde ya, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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17 ABRIL – DOMINGO – 4ª SEMANA DE PASCUA

Hch 13, 14.43-52 / Sal 99 / Ap 7, 9.14b-17 / Jn 10, 27-30 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios omnipotente y misericordioso, guíanos a la felicidad eterna de tu Reino, a fin de que el rebaño de tu Hijo pueda llegar seguro a donde ya está su Pastor resucitado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo.

6. Primera Lectura:Hch 13, 14.43-52
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo y Bernabé, desde Perge pasaron a Antioquía de Pisidia. Allí, el sábado, entraron en la sinagoga y se sentaron. Una vez terminada la reunión en la sinagoga, muchos de los judíos y de los que se habían convertido al judaísmo siguieron a Pablo y Bernabé. Y ellos les aconsejaron que permanecieran firmes en el llamamiento que habían recibido por amor de Dios.
El sábado de la semana siguiente, casi toda la ciudad se reunió para oír el mensaje del Señor. Pero cuando los judíos vieron tanta gente, se llenaron de celos y comenzaron a contradecir a Pablo y a insultarlo. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, les contestaron:—Teníamos la obligación de anunciar el mensaje de Dios en primer lugar a ustedes, que son judíos; pero ya que ustedes lo rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, nos iremos a los que no son judíos. Porque así nos mandó el Señor, diciendo: ‘Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.’
Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y comenzaron a decir que el mensaje del Señor era bueno; y creyeron todos los que estaban destinados a tener vida eterna. Así se predicó el mensaje del Señor por toda aquella región. Pero los judíos hablaron con algunas mujeres piadosas y honorables, y con los hombres importantes de la ciudad, y los incitaron a comenzar una persecución contra Pablo y Bernabé, para echarlos de la región. Entonces estos sacudieron el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquella gente, y se fueron a Iconio. Pero los creyentes estaban llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99
R. Somos pueblo suyo y ovejas de su prado.
Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! R.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! R.
Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin. R.

8. Segunda Lectura: Ap 7, 9.14b-17
Lectura del libro del Apocalipsis del Apóstol Juan
Yo, Juan, vi una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos. Y él me dijo: “Estos son los que han pasado por la gran tribulación, los que han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. “Por eso están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. El que está sentado en el trono los protegerá con su presencia. Ya no sufrirán hambre ni sed, ni los quemará el sol, ni el calor los molestará; porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios secará toda lágrima de sus ojos.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10, 27-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno solo.” Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Levantemos, nuestros ojos a Cristo, pastor de nuestras vidas, y confiémosle las necesidades de la humanidad. Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que los obispos, presbíteros y diáconos, apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor. R.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos se arraigue con fuerza y se alejen de las naciones el odio y las guerras, roguemos al Señor. R.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren, encuentren en Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor. R.
Para que Dios derrame en las familias el espíritu de piedad, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio eclesial, roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestra oración y sostennos con la fuerza de tu Espíritu, para que nunca nos separemos de Jesucristo, que vive y reina por los siglos.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos haga partícipes de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Vela, Señor, con solicitud, por las ovejas que rescataste con la Sangre preciosa de tu Hijo, para que participen desde ahora de la felicidad eterna de tu Reino. Por Jesucristo.


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18 ABRIL – LUNES – 4ª SEMANA DE PASCUA

Hch 11,1-18 / Sal 41/ Jn 10,1-10 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar de la santa alegría pascual y, dejarnos transformar plenamente por la acción de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 11,1-18
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea recibieron noticias de que también los no judíos habían aceptado el mensaje de Dios. Pero cuando Pedro volvió a Jerusalén, lo criticaron algunos de los creyentes procedentes del judaísmo.
Le preguntaron: — ¿Por qué fuiste a visitar a los que no son judíos, y comiste con ellos?
Pedro les contó desde el principio todo lo que había pasado. Les dijo: —Yo estaba en la ciudad de Jope, y mientras oraba tuve una visión: Vi algo parecido a una gran sábana que, atada por las cuatro puntas, bajaba del cielo hasta donde yo estaba. Me fijé bien para ver lo que había dentro, y vi cuadrúpedos y fieras, reptiles y aves. Y oí una voz, que me dijo: ‘Levántate, Pedro; mata y come.’ Yo contesté: ‘No, Señor, porque nunca ha entrado en mi boca nada profano ni impuro.’ Entonces la voz del cielo me habló de nuevo, diciéndome: ‘Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano.’ Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a subir al cielo. En aquel momento, tres hombres enviados desde Cesarea a buscarme llegaron a la casa donde estábamos. El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos. Y también fueron conmigo estos seis hermanos. Todos entramos en casa de cierto hombre, que nos contó cómo en su casa había visto a un ángel, que puesto de pie le había dicho: ‘Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también es conocido como Pedro; él te dirá cómo puedes salvarte, tú y toda tu familia.’ Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos de igual manera que al principio vino sobre nosotros. Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: ‘Es cierto que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.’ Pues bien, si Dios les da también a ellos lo mismo que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?
Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se callaron y alabaron
a Dios, diciendo: — ¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él y alcanzar la vida eterna! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 41
R. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios? R.
Recuerdo cuando yo iba con la gente, conduciéndola al templo de Dios entre gritos de alegría y gratitud. ¡Qué gran fiesta entonces! R.
Envía tu luz y tu verdad, para que ellas me enseñen el camino que lleva a tu santo monte, al lugar donde tú vives. R.
Llegaré entonces a tu altar, oh Dios, y allí te alabaré al son del arpa, pues tú, mi Dios, llenas mi vida de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10,1-10
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra en el redil de las ovejas por la puerta es un ladrón y un bandido. Pero el que entra por la puerta es el pastor que cuida las ovejas. El portero le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja por su nombre, y las ovejas reconocen su voz; las saca del redil, y cuando ya han salido todas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. En cambio, a un desconocido no lo siguen, sino que huyen de él, porque desconocen su voz.”
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir.
Jesús volvió a decirles: “Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí, fueron unos ladrones y unos bandidos;  pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta:  el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos.
“El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos llenos de júbilo por la resurrección de tu Hijo, y concédenos participar con él, de la felicidad eterna. Por Cristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y hazlos partícipes del gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo.


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19 ABRIL – MARTES – CUARTA SEMANA DE PASCUA

Hch 11,19-26 / Sal 86 / Jn 10,22-30 – BLANCO

5. Oración Colecta
Dios Padre todopoderoso, concede a quienes celebramos la resurrección de Cristo, vivir plenamente la alegría de nuestra salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 11,19-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Después de la muerte de Esteban, comenzaron a perseguir a los creyentes, por lo
que algunos tuvieron que huir a Fenicia, Chipre y Antioquía. Allí anunciaron a los judíos el mensaje del evangelio, pero no a los demás. Sin embargo, algunos creyentes de Chipre y de Cirene llegaron a la ciudad de Antioquía y hablaron también a los no judíos, anunciándoles la buena noticia acerca de Jesús, el Señor. El poder del Señor estaba con ellos, y así fueron muchos los que dejaron sus antiguas creencias y creyeron en el Señor.
Los de la iglesia de Jerusalén, al conocer esta noticia, mandaron a Bernabé a Antioquía. Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Les aconsejó a todos que con corazón firme siguieran fieles al Señor. Porque Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y así mucha gente se unió al Señor.
Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 86
R. Que canten al Señor todos los pueblos.
Los cimientos de la ciudad de Dios están sobre los montes santos. El Señor ama las puertas de Sión más que a todas las casas de Jacob. Ciudad de Dios, qué cosas tan hermosas se dicen de ti. R.
“Entre los pueblos que me conocen puedo nombrar a Egipto y Babilonia, Filistea, Tiro y Etiopía; todos ellos nacieron en ti.” De la ciudad de Sión dirán: “Este y aquel nacieron en ella.” El Altísimo mismo la ha afirmado. R.
El Señor escribe en el libro donde constan los nombres de los pueblos: “Este nació en ella.” Y los que cantan y los que bailan dicen: “Mi hogar está en ti.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10,22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
Era invierno, y en Jerusalén estaban celebrando la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. Jesús estaba en el templo, y andaba por el Pórtico de Salomón. Entonces los judíos lo rodearon y le preguntaron: — ¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó: –Ya se lo dije a ustedes, y no me creyeron.  Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno solo. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos dé la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a participar desde ahora, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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20 ABRIL – MIÉRCOLES – 4ª SEMANA DE PASCUA

Hch 12, 24-25; 13,1-5a / Sal 66 / Jn 12, 44-50 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, escucha nuestras súplicas y sacia, con la abundancia de tus dones, la sed de quienes esperamos en tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 12, 24-25;13,1-5a
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El mensaje de Dios iba extendiéndose y era anunciado en todas partes.
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes, el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: “Sepárenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual los he llamado.”
Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron.
Enviados por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo se dirigieron a Seleucia, y allí se embarcaron para la isla de Chipre. Al llegar al puerto de Salamina, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Oh Dios; ¡que todos los pueblos te alaben!
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 12, 44-50
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo con voz fuerte: “El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado. Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad. Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien lo condena; porque yo no vine para condenar al mundo, sino para salvarlo. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien lo condene: las palabras que yo he dicho lo condenarán en el día último. Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, haz que por medio de estos dones que convertirás en Cuerpo y Sangre de tu Hijo, participemos de tu vida y vivamos como hijos tuyos. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad, para vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo.


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21 ABRIL – JUEVES – 4ª SEMANA DE PASCUA

Hch 13, 13-25 / Sal 88 / Jn 13, 16-20 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios misericordioso, que, al redimir al hombre, le otorgaste una dignidad mayor que la que tuvo en sus orígenes, bendice a quienes te has dignado hacernos hijos tuyos por medio del bautismo, y conserva siempre en nosotros tu gracia. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 13, 13-25
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo y sus compañeros pasaron a Antioquía de Pisidia. Allí, el sábado, entraron en la sinagoga y se sentaron. Después de la lectura de la ley y de los profetas, los jefes de la sinagoga los invitaron: Hermanos, si tienen algo que decir para dar ánimo a la gente, díganlo ahora.
Entonces Pablo se levantó y, pidiéndoles con la mano que guardaran silencio, dijo: —Escuchen ustedes, israelitas, y también ustedes, los extranjeros que tienen temor de Dios. El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados; hizo de ellos una nación grande cuando todavía estaban viviendo como extranjeros en Egipto, y después, con su poder, los sacó de aquella tierra. Dios soportó su conducta en el desierto unos cuarenta años, y destruyó siete naciones en el país de Canaán, para dar sus tierras a nuestros antepasados. Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años. Después les dio caudillos, hasta los días del profeta Samuel. Entonces ellos pidieron un rey que los gobernara, y Dios, durante cuarenta años, les dio como rey a Saúl, hijo de Quis, que era de la tribu de Benjamín. Más tarde, Dios quitó de su puesto a Saúl, y les dio por rey a David, de quien dijo: ‘He encontrado que David, hijo de Jesé, es un hombre que me agrada y que está dispuesto a hacer todo lo que yo quiero.’ Uno de los descendientes de este mismo David fue Jesús, a quien Dios envió para salvar a Israel, como había prometido. Antes que Jesús viniera, Juan anunciaba el mensaje a todo el pueblo de Israel, diciéndoles que debían volverse a Dios y ser bautizados. Y cuando Juan se iba acercando al fin de su vida, dijo: ‘Yo no soy lo que ustedes piensan; pero después de mí viene uno a quien yo ni siquiera merezco desatarle las sandalias de los pies.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Proclamaré que tu amor es eterno.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable como el mismo cielo. R.
¡He encontrado a mi siervo David! Con mi aceite sagrado lo he designado rey, y nunca le faltará mi ayuda. Con mi poder lo fortaleceré. R.
Aplastaré a sus enemigos; ¡los quitaré de su vista! ¡Destrozaré a los que lo odian! Él contará con mi amor y fidelidad, y por mí aumentará su poder. Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 13, 16-20
† Lectura del Evangelio según san Juan
Después que Jesús lavó los pies a sus discípulos, les dijo:
“Les aseguro que ningún servidor es más que su señor, y que ningún enviado es más que el que lo envía. Si entienden estas cosas y las ponen en práctica, serán dichosos.
“No estoy hablando de todos ustedes; yo sé quiénes son los que he escogido. Pero tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: ‘El que come conmigo, se ha vuelto contra mí.’ Les digo esto de antemano para que, cuando suceda, ustedes crean que Yo Soy. Les aseguro que el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso y eterno, que, en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo.


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22 ABRIL – VIERNES – 4ª SEMANA DE PASCUA

Hch 13, 26-33 / Sal 2 / Jn 14,1-6 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor nuestro, que nos has dado la libertad y la salvación por medio de la Sangre de tu Hijo, concédenos vivir siempre para ti y en ti encontrar la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 13, 26-33
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo en la sinagoga de Antioquía: “Hermanos descendientes de Abraham, y ustedes, los extranjeros que tienen temor de Dios: este mensaje de salvación es para nosotros. Pues los que vivían en Jerusalén, y sus jefes, no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen en la sinagoga cada sábado; así ellos mismos, cuando condenaron a Jesús, cumplieron esas profecías. Luego, cuando ya habían hecho todo lo que se decía de él en las Escrituras, lo bajaron de la cruz y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó. Y, durante muchos días, Jesús se apareció a los que lo habían acompañado en su viaje de Galilea a Jerusalén; y ahora ellos son testigos de Jesús ante el pueblo. Así que nosotros les estamos anunciando a ustedes esta buena noticia: La promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes. Esto lo ha hecho al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.”
“Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.” Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. R.
Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡Los harás pedazos como a ollas de barro!” R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia; inclínense ante él con temblor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 14,1-6
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez  para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy.”
Tomás le dijo a Jesús: —Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó: —Yo soy el camino,  la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, y ayúdanos a conservar tu gracia para alcanzar un día la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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23 ABRIL – SÁBADO – SAN JORGE MÁRTIR

Hch 13,44-52 / Sal 97 / Jn 14,7-14 – Rojo

Aparece en el catalogo del Papa Gelasio I en el año 494 y hay dos inscripciones de él en una iglesia de Siria. Se cree que nació en Capadocia y fue soldado en el ejército de Diocleciano. Cuando el emperador inicia la persecución contra los cristianos en Nicomedia, San Jorge se enfrenta a Diocleciano y renuncia al ejército.
Diocleciano ante tal actitud manda detener a San Jorge y lo condena a muerte.

5. Oración Colecta
Padre todopoderoso, que concediste al mártir san Jorge pelear el combate de la fe hasta derramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayude a soportar por tu amor la adversidad, y a caminar hacia ti, fuente de toda vida. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 13,44-52
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El sábado de la semana siguiente, casi toda la ciudad se reunió para oír el mensaje del Señor. Pero cuando los judíos vieron tanta gente, se llenaron de celos y comenzaron a contradecir a Pablo y a insultarlo. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, les contestaron:—Teníamos la obligación de anunciar el mensaje de Dios en primer lugar a ustedes, que son judíos; pero ya que ustedes lo rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, nos iremos a los que no son judíos. Porque así nos mandó el Señor, diciendo: ‘Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.’
Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y comenzaron a decir que el mensaje del Señor era bueno; y creyeron todos los que estaban destinados a tener vida eterna. Así se predicó el mensaje del Señor por toda aquella región. Pero los judíos hablaron con algunas mujeres piadosas y honorables, y con los hombres importantes de la ciudad, y los incitaron a comenzar una persecución contra Pablo y Bernabé, para echarlos de la región. Entonces estos sacudieron el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquella gente, y se fueron a Iconio. Pero los creyentes estaban llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Ha sido vista la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡En todo mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 14,7-14
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
Felipe le dijo entonces: —Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
Jesús le contestó: —Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Dios de misericordia, derrama tu bendición sobre estos dones y guárdanos en la fe que tu mártir san Jorge confesó con su sangre. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, que imitando la constancia de tu mártir san Jorge recibamos de ti el premio prometido a la paciencia. Por Jesucristo.


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24 ABRIL – DOMINGO – 5ª SEMANA DE PASCUA

Hch 14, 21b-27 / Sal 144 / Ap 21, 1-5a / Jn 13, 31-33a.34-35 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, tú que has querido hacernos hijos tuyos, míranos con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 14, 21b-27
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
Pablo y Bernabé, después de anunciar la buena noticia en Derbe, donde ganaron muchos creyentes, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía. En estos lugares animaron a los creyentes, y recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les dijeron que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones. También nombraron ancianos en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído.
Pasando por la región de Pisidia, llegaron a la de Panfilia. Anunciaron el mensaje en Perge, y luego fueron a Atalía; allí se embarcaron para Antioquía, la ciudad donde los habían encomendado al amor de Dios para el trabajo que ahora habían terminado. Cuando llegaron a Antioquía, reunieron a los de la iglesia y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo el Señor había abierto la puerta a los no judíos, para que también ellos pudieran creer. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Alabaré tu nombre por siempre.
El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
¡Que se haga saber a los hombres tu poder y el gran esplendor de tu reino! Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. R.

8. Segunda Lectura: Ap 21, 1-5a
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol Juan
Yo, Juan vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar.
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: “Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.”
El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 13, 31-33a.34-35
† Lectura del Evangelio según san Juan
Después que Judas hubo salido del cenáculo, Jesús dijo a sus discípulos:—Ahora se muestra la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se muestra en él. Y si el Hijo del hombre muestra la gloria de Dios, también Dios mostrará la gloria de él; y lo hará pronto. Hijitos míos, ya no estaré con ustedes mucho tiempo. Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos a Cristo, camino, verdad y vida; y pidámosle por las necesidades de todo el mundo, repitiendo: Por tu misericordia, Señor, óyenos.
Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han consagrado a la extensión de su reino, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, piedra angular de la Iglesia, ilumine con el anuncio evangélico a los pueblos que aún desconocen la buena nueva, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de los que lloran y aleje el dolor y las penas de los que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, testigo fiel y veraz, nos conceda ser, con nuestra alegría evangélica, sal y luz para el mundo, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que en tu Hijo Jesucristo has hecho que todo sea nuevo, escucha nuestra oración y haz que te amemos a ti y a los hermanos como tú nos has amado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto la presencia de tu Reino. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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25 ABRIL – LUNES – SAN MARCOS, EVANGELISTA

1Pe 5,5b-14 / Sal 88 / Mc 16,15-20 – Rojo

Marcos, en primer lugar siguió a san Pablo, en Jerusalén, en el trabajo apostólico, y más adelante siguió los pasos de san Pedro, que lo llama su hijo. Se dice que su evangelio recogió la catequesis de Pedro y que fue el que instituyó la Iglesia de Alejandría.
5. Oración Colecta
Señor, tú que confiaste a san Marcos la misión de proclamar el Evangelio, concédenos aprovechar sus enseñanzas para seguir fielmente el ejemplo de Jesucristo, el cual vive y reina  contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios.

6. Primera Lectura: 1Pe 5,5b-14
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Todos deben someterse unos a otros con humildad, porque: “Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes.” Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros.  Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. A él sea el poder para siempre.¡Permanezcan fieles a ese amor!
La iglesia que está en Babilonia, la cual Dios ha escogido lo mismo que a ustedes, les manda saludos, y también mi hijo Marcos. Salúdense unos a otros con un beso de amor fraternal. Tengan paz todos ustedes, los que pertenecen a Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Señor, siempre proclamaré que tú eres bondadoso.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. R.
Oh Señor, todos los seres celestiales alaban tu fidelidad y tus maravillas. ¡Ningún dios, nadie en el cielo puede compararse a ti, Señor! R.
Oh Señor, feliz el pueblo que sabe alabarte con alegría y camina alumbrado por tu luz, que en tu nombre se alegra todo el tiempo y se entusiasma por tu rectitud. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 16,15-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo a los once: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.” 
Después de hablarles, el Señor Jesús fue levantado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte y, por intercesión del evangelista san Marcos, concede a tu Iglesia permanecer siempre fiel a la misión de anunciar el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso, que la comunión que hemos recibido nos santifique y nos dé fortaleza para vivir conforme al Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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26 ABRIL – MARTES – SANTO HERMANO PEDRO DE BETANCOURT

Is 61,1-3a / Sal 116,1.2 / Lc 22,24-30 – Blanco

En Antigua Guatemala, el santo Hermano Pedro de Betancur, religioso de la Tercera Orden de San Francisco, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Belén, se entregó a cuidar huérfanos, enfermos, jóvenes abandonados, peregrinos y también a condenados a trabajos forzados. Fundó dos órdenes religiosas. Murió en 1667.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que nos has dado una prueba de tu amor al glorificar al Santo Hermano Pedro, haz que su intercesión y ejemplo nos impulsen a seguir con fidelidad a tu Hijo, sirviendo a los más pobres e irradiando tu amor a toda la humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 61,1-3a
Lectura del libro del profeta Isaías
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; a anunciar el año favorable del Señor, el día en que nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos los tristes, a dar a los afligidos de Sión una corona en vez de ceniza, perfume de alegría en vez de llanto, cantos de alabanza en vez de desesperación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y proclamen el evangelio a toda criatura.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 22,24-30
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Los discípulos tuvieron una discusión sobre cuál de ellos debía ser considerado el más importante. Jesús les dijo: “Entre los paganos, los reyes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y a los jefes se les da el título de benefactores. Pero ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes tiene que hacerse como el más joven, y el que manda tiene que hacerse como el que sirve. Pues ¿quién es más importante, el que se sienta a la mesa a comer o el que sirve? ¿Acaso no lo es el que se sienta a la mesa? En cambio yo estoy entre ustedes como el que sirve. Ustedes han estado siempre conmigo en mis pruebas. Por eso, yo les doy un reino, como mi Padre me lo dio a mí, y ustedes comerán y beberán a mi mesa en mi reino, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, nuestras ofrendas y, por intercesión del Santo Hermano Pedro, que hoy conmemoramos, consérvanos unidos en tu amor para que podamos ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Dios nuestro, fuente de consolación y de paz, que nos has concedido celebrar la Eucaristía en la fiesta del Santo Hermano Pedro, haz que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento, sean prenda de nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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27 ABRIL – MIÉRCOLES – 5ª SEMANA DE PASCUA

Hch 15, 1-6 / Sal 121 / Jn 15, 1-8 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro misericordioso, que salvas al pecador y lo llamas a tu amistad, atrae hacia ti el corazón de tus hijos, libres ya de las tinieblas por el don de la fe, y no permitas que se aparten de ti, que eres la luz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 15, 1-6
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Por aquel tiempo, algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los hermanos que no podían salvarse si no se sometían al rito de la circuncisión, conforme a la práctica establecida por Moisés. Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión con ellos, y por fin Pablo, Bernabé y algunos otros fueron nombrados para ir a Jerusalén a tratar este asunto con los apóstoles y ancianos de la iglesia de aquella ciudad. Enviados, pues, por los de la iglesia de Antioquía, al pasar por las regiones de Fenicia y Samaria contaron cómo los no judíos habían dejado sus antiguas creencias para seguir a Dios. Y todos los hermanos se alegraron mucho con estas noticias. Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos fariseos que habían creído, se levantaron y dijeron: —Es necesario circuncidar a los creyentes que no son judíos, y mandarles que cumplan la ley de Moisés. Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 121
R. ¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”!
¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”! Jerusalén, ¡ya estamos dentro de tus puertas! R.
Jerusalén, ciudad construida para que en ella se reúna la comunidad. A ella vienen las tribus del Señor para alabar su nombre. R.
Como se le ordenó a Israel. En ella están los tribunales de justicia, los tribunales de la casa real de David. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí. Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego. Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas,  pidan lo que quieran y se les dará. En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y dé parte en la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a participar de la felicidad eterna. Por Jesucristo.


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28 ABRIL – JUEVES – 5ª SEMANA DE PASCUA

Hch 15, 7-21 / Sal 95 / Jn 15, 9-11 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios de poder y de misericordia, cuya gracia convierte al pecador en justo y da felicidad al afligido, conserva en nosotros el don de tu amor, para que podamos perseverar con fortaleza en la fe que nos ha justificado. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 15, 7-21
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Después de mucho discutir, Pedro se levantó y dijo a los apóstoles y a los ancianos:—Hermanos, ustedes saben que hace tiempo Dios me escogió de entre ustedes para anunciar la buena noticia a los no judíos, para que ellos crean. Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, pues les dio el Espíritu Santo a ellos lo mismo que a nosotros. Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también ha purificado sus corazones por medio de la fe. Ahora pues, ¿por qué desafían ustedes a Dios imponiendo sobre estos creyentes una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido llevar? Al contrario, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos.
Todos se callaron y escucharon mientras Bernabé y Pablo hablaban de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: —Hermanos, óiganme: Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice en la Escritura: ‘Después de esto volveré y reconstruiré la caída choza de David; reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar, para que los demás busquen al Señor junto con todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre. El Señor, que dio a conocer estas cosas desde tiempos antiguos, ha dado su palabra.’ Considero, por lo tanto, que no se les debe imponer cargas innecesarias a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios. Basta con escribirles que se aparten de todo lo que haya sido contaminado por los ídolos, que eviten los matrimonios prohibidos y que no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre. Porque desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de Moisés, la cual se lee en las sinagogas cada sábado.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R.Canten al Señor, bendigan su nombre.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” Él afirmó el mundo, para que no se mueva; él gobierna a los pueblos con igualdad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 9-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra manera de vivir dé testimonio de la presencia de tu Reino en nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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29 ABRIL – VIERNES – 5ª SEMANA DE PASCUA

Hch 15,22-31 / Sal 56 / Jn 15,12-17 – Blanco

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, ajustar nuestra vida al misterio de la Pascua que celebramos llenos de gozo, a fin de que, alejados del pecado y buscándote en todo a ti, el poder de Cristo resucitado nos proteja y nos salve. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 15,22-31
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia, decidieron escoger algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé. Nombraron a Judas, que también se llamaba Barsabás, y a Silas, hombres de importancia entre los hermanos, y con ellos mandaron la siguiente carta:
“Nosotros los apóstoles y los ancianos hermanos de ustedes saludamos a nuestros hermanos que no son judíos y que viven en Antioquía, Siria y Cilicia. Hemos sabido que algunas personas se han ido de aquí sin nuestra autorización, y que los han molestado a ustedes con sus palabras, y los han confundido. Por eso, de común acuerdo, nos ha parecido bien nombrar a algunos de entre nosotros para que vayan a verlos a ustedes junto con nuestros muy queridos hermanos Bernabé y Pablo, quienes han puesto sus vidas en peligro por la causa de nuestro Señor Jesucristo. Así que les enviamos a Judas y a Silas: ellos hablarán personalmente con ustedes para explicarles todo esto. Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga aparte de estas cosas necesarias: que no coman carne de animales ofrecidos en sacrificio a los ídolos, que no coman sangre ni carne de animales estrangulados y que eviten los matrimonios prohibidos. Si se guardan de estas cosas, actuarán correctamente. Saludos.”
Así que ellos, después de despedirse, se dirigieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación le entregaron la carta. Cuando los hermanos la leyeron, se alegraron mucho por el consuelo que les daba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 56
R. Te alabaré Señor, en medio de pueblos y naciones.
Mi corazón está dispuesto, Dios mío, mi corazón está dispuesto a cantarte himnos. Despierta, alma mía; despierten, arpa y salterio; ¡despertaré al nuevo día! R.
Te alabaré con himnos, Señor, en medio de pueblos y naciones. Pues tu amor es grande hasta los cielos; tu lealtad alcanza al cielo azul. Dios mío, tú estás por encima del cielo. ¡Tu gloria llena toda la tierra! R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Jn 15,12-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda agradable a Ti. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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30 ABRIL – SÁBADO – 5ª SEMANA DE PASCUA

Hch 16,1-10 / Sal 99 / Jn 15, 18-21 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios omnipotente y eterno, que en el bautismo nos has comunicado tu misma vida, haz que todos tus hijos, renacidos a la esperanza de la inmortalidad, participemos, con tu ayuda, de la plenitud de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 16,1-10
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo llegó a Derbe y Listra, donde encontró a un creyente llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio hablaban bien de él. Pablo quiso que Timoteo lo acompañara, pero antes lo hizo circuncidar para que no se ofendieran los judíos que vivían en aquellos lugares, ya que todos sabían que el padre de Timoteo era griego. En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaron a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén. Así que las iglesias se afirmaban en la fe, y el número de creyentes aumentaba cada día.
Como el Espíritu Santo no les permitió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, atravesaron la región de Frigia y Galacia, y llegaron a la frontera de Misia. De allí pensaban entrar en la región de Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Así que, pasando de largo por Misia, bajaron al puerto de Tróade. Allí Pablo tuvo de noche una visión; vio a un hombre de la región de Macedonia, que puesto de pie le rogaba: “Pasa a Macedonia y ayúdanos.” En cuanto Pablo tuvo esa visión, preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la buena noticia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99
R. ¡Canten al Señor con alegría, habitantes de toda la tierra!
Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! R.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! R.
Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 18-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo. Acuérdense de esto que les dije: ‘Ningún servidor es más que su señor.’ Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; y si han hecho caso de mi palabra, también harán caso de la de ustedes. Todo esto van a hacerles por mi causa,  porque no conocen al que me envió. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, en tu bondad, los dones que te presentamos y concédenos tu protección para conservar tu gracia y conseguir la felicidad eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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