LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE ENERO 2015

 

Enero 2015

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1 ENERO – JUEVES – LA CIRCUNCISIÓN Y SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS


Gen 17, 4-6.9-10.12-13 / Sal 66 / Gal 4,4-7/ Lc 2, 16-21 / Blanco

En la octava de la Navidad se celebra la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, y la Circuncisión de Jesús. Los Padres del Concilio de Éfeso la aclamaron como Theotokos, porque en ella la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo nombre.

Maria Jesus Clip Art 15. Oración Colecta
Señor Dios, que por la fecunda entrega de la Virgen María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos gozar de la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo.

6. Primera Lectura:Gen 17, 4-6.9-10.12-13
Lectura del libro del Génesis
Dios dijo a Abram:—Esta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones.
Además, Dios le dijo a Abraham:—Tú, cumple con mi alianza tú y todos tus descendientes. Esta es la alianza que hago con ustedes y que deberán cumplir también todos tus descendientes: todos los hombres entre ustedes deberán ser circuncidados.  De hoy en adelante, todo varón entre ustedes deberá ser circuncidado a los ocho días de nacido, lo mismo el niño que nazca en casa que el esclavo comprado por dinero a cualquier extranjero. Tanto el uno como el otro deberán ser circuncidados sin falta. Así mi alianza quedará señalada en la carne de ustedes como una alianza para toda la vida. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

8. Segunda Lectura: Gal 4,4-7
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: “¡Abbá! ¡Padre!” Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, los pastores fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.
A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, por la poderosa intercesión de la Madre de su Hijo, imploremos la misericordia de Dios por toda la humanidad, clamando: R. Escúchanos, Padre.
Para que todos, a imitación de María, conservemos en el corazón y anunciemos lo que hemos oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que los seres humanos de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, roguemos al Señor. R.
Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz. R.
Para que los que dedicamos al Señor el comienzo de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y veamos con alegría su fin, roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos: que nuestro trabajo nos dé el pan de cada día, y que podamos avanzar en el camino del bien y del cumplimiento fiel de tu palabra. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en santa María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que estos sacramentos que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a santa María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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2 ENERO – VIERNES – SANTOS BASILIO Y GREGORIO

1 Jn 2, 22-28 / Sal 97 / Jn 1, 19-28 / BLANCO

Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia (hoy en Turquía), enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó. Falleció el día uno de enero de 379. Gregorio, amigo suyo, fue obispo de Sancina, en Constantinopla y, finalmente, de Nacianzo. Defendió la divinidad del Verbo, mereciendo por ello ser llamado “Teólogo”.

5. Oración Colecta
Señor y Dios nuestro, que concediste a tus obispos Basilio y Gregorio Nacianceno, ser agregados al número de los santos pastores por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para participar de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 2, 22-28
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo. Cualquiera que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.
Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre. Esto es precisamente lo que nos ha prometido Jesucristo: la vida eterna.
Les estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañarlos. Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 19-28
† Lectura del Evangelio según san Juan
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.
Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías.
Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: —Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía en la que recordamos la memoria de los santos Basilio y Gregorio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana, para que seamos auténticos discípulos de tu Hijo Jesucristo, como lo fueron los santos padres Basilio y Gregorio. Por Jesucristo.


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3 ENERO – SÁBADO – SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS

Fil 2,5-11 / Sal. 113 / Lc 1,30-33      / Blanco

El Santísimo Nombre de Jesús, es invocado por los fieles desde los comienzos de la Iglesia: En Filipenses 2, 9-11, se afirma que “al nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el cielo y en la tierra” y en Hechos, 4, 12, se afirma que sólo en el nombre de Jesús hay salvación. Los Padres de la Iglesia también hablan del valor salvífico del nombre de Jesús, tanto en oriente como en occidente.

5. Oración Colecta
Concede, Padre, que quienes veneramos el santísimo nombre de Jesús, gozando de su dulzura en esta vida, seamos colmados en el cielo de la eterna alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Fil 2,5-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan  que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 113
R. ¡Bendito sea ahora y siempre el nombre del Señor!
¡Alabado sea el nombre del Señor del oriente al occidente! El Señor está por encima de las naciones; ¡su gloria está por encima del cielo! R.
Nadie es comparable al Señor nuestro Dios, que reina allá en lo alto; y que, sin embargo, se inclina para mirar el cielo y la tierra. R.
El Señor levanta del suelo al pobre, y saca del lugar más bajo al necesitado para sentarlo entre gente importante, entre la gente importante de su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,30-33
† Lectura del Evangelio según san Lucas
El ángel Gabriel dijo a María:—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Padre todopoderoso, recibe nuestras ofrendas en nombre de tu Hijo, por cuya promesa confiamos alcanzar cuanto pidamos en ese mismo nombre. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Por tu misericordia, concédenos Señor, venerar dignamente en estos sagrados misterios al Señor Jesús, en cuyo nombre quisiste que se doble toda rodilla y que todos los hombres encuentren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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4 ENERO – DOMINGO – EPIFANÍA DEL SEÑOR

Is 60,1-6/ Sal 71 / Ef 3, 2-3. 5-6 / Mt 2, 1-12 – BLANCO
epifania.jpg5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, contemplarte, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucisto.

6. Primera Lectura: Is 60,1-6
Lectura del libro del profeta Isaías 
Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti.
La oscuridad cubre la tierra, la noche envuelve a las naciones, pero el Señor brillará sobre ti y sobre ti aparecerá su gloria. Las naciones vendrán hacia tu luz, los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer.
Levanta los ojos, y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán desde lejos; tus hijas serán traídas en brazos.
Tú, al verlos, estarás radiante de alegría, tu corazón se llenará de gozo; te traerán los tesoros de los países del mar, te entregarán las riquezas de las naciones. Te verás cubierta de caravanas de camellos que vienen de Madián y de Efá; vendrán todos los de Sabá, cargados de oro y de incienso, y proclamarán las acciones gloriosas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 71
R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! ¡Que todos los reyes se arrodillen ante él! ¡Que todas las naciones le sirvan! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

8. Segunda Lectura: Ef 3, 2-3. 5-6
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios 
Hermanos: sin duda sabrán que Dios me ha encargado anunciar a ustedes lo que él, en su bondad, ha dispuesto. Por revelación he conocido el designio secreto de Dios, como ya les escribí brevemente. Que no se dio a conocer a nadie en otros tiempos, pero que ahora Dios ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por medio de su Espíritu. El designio secreto es este: que por el evangelio Dios llama a todas las naciones a participar, en Cristo Jesús, de la misma herencia, del mismo cuerpo y de la misma promesa que el pueblo de Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 2, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron: — ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: —En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta: “En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo:-Vayan allá, y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho. Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Señor, en este día en que Dios ha manifestado la salvación a los pueblos y nos ha dado la luz radiante de su gloria, diciendo: R. Te rogamos, Señor, ilumínanos.
Por la Iglesia: para que ilumine a los seres humanos con la luz de Cristo, y haga brillar la luz del Evangelio en todas las naciones, roguemos al Señor. R.
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos: para que su juventud y vigor sean levadura para todos, roguemos al Señor. R.
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que lo han abandonado el camino de la verdad: roguemos al Señor. R.
Por nosotros, que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo: para que sigamos con fidelidad el Evangelio, roguemos al Señor. R.
+ Señor, haz que quienes hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia, que no consisten en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, se ofrece en sacrificio y se nos da en alimento. Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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5 ENERO – LUNES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1Jn 3, 22-4,6 / Sal 2 / Mt 4, 12-17.23-25 / BLANCO

5. Oración Colecta
Que el esplendor de tu gloria ilumine, Señor, nuestros corazones para que, podamos experimentar la grandeza de tu presencia entre nosotros. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1 Jn 3, 22-4, 6
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: el Señor nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. De esta manera pueden ustedes saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero, tiene el Espíritu de Dios. El que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Ustedes han oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido a esos mentirosos, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo, y los que son del mundo los escuchan. En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. Te daré en herencia las naciones.
Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 4, 12-17.23-25
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”
Recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.
Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL O
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6 ENERO – MARTES – TIEMPO EPIFANÍA

1Jn 4, 7-10 / Sal 71 / Mc 6, 34-44 / BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, llegue a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 4, 7-10
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 34-44
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.
Pero Jesús les contestó: —Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?
Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.
Cuando lo averiguaron, le dijeron: —Cinco panes y dos pescados.
Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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7 ENERO – MIÉRCOLES  – TIEMPO EPIFANÍA

1Jn 4,11-18 / Sal 71 / Mc 6, 45-52 – BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, luz del mundo, concede una paz estable a todos los pueblos de la tierra, y haz que aquella luz resplandeciente que condujo a los Magos al conocimiento de tu Hijo, ilumine también nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 4,11-18
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie;  pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él. Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 45-52
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a
la gente. Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar.
Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra, vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos. Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados, porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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8 ENERO – JUEVES – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 4,19-5, 4 / Sal 71 / Lc 4, 14-22a / BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, llegue a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:1 Jn 4,19-21; 5, 1-4
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Los salvará de la opresión y la violencia, pues sus vidas le son de gran valor. ¡Viva el rey! ¡Que le den el oro de Sabá! ¡Que siempre se pida a Dios por él! ¡Que sea siempre bendecido! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 14-22a
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: —Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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9 ENERO – VIERNES – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 5, 5-13 / Sal 147 / Lc 5, 12-16 – BLANCO

5. Oración Colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que el misterio del nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los Magos por medio de una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 5-13
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene. Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 12-16
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, estando Jesús en su pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús lo tocó con la mano, diciendo: —Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: —No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento divino. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos identifique más plenamente con tu Hijo Jesucristo, que vive y reina, por los siglos de los siglos.


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10 ENERO – SÁBADO – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 5, 14-21 / Sal 149 / Jn 3, 22-30 / BLANCO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que, por medio de tu Hijo, nos has hecho renacer para ti, concédenos que tu gracia nos modele a imagen de Jesucristo en quien nuestra naturaleza humana está unida a la tuya. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 14-21
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano, si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte, y por ese pecado no digo que se deba orar. Toda maldad es pecado; pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.
Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. Hijitos, cuídense de los dioses falsos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor es amigo de su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba y era bautizada. Esto sucedió antes que metieran a Juan a la cárcel.
Pero algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre el asunto de la purificación, y fueron a decirle a Juan: —Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, ahora está bautizando y todos lo siguen.
Juan les dijo: —Nadie puede tener nada, si Dios no se lo da. Ustedes mismos me oyeron decir claramente que yo no soy el Mesías, sino uno que ha sido enviado delante de él. En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oírlo hablar. Así también mi alegría es ahora completa. Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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11 ENERO – DOMINGO – EL BAUTISMO DEL SEÑOR

Is 42, 1-4.6-7 / Sal 28 / Hch 10, 34-38 / Mc 1, 7-11 – BLANCO

ev2vi23.gif5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Is 42, 1-4.6-7
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones. No gritará, no levantará la voz, no hará oír su voz en las calles, no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.”
Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: “Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo luz de las naciones. Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 28
R. Señor, bendice a tu pueblo con la paz.
Alaben al Señor, seres celestiales: alaben el poder y la gloria del Señor, alaben el glorioso nombre del Señor, adoren al Señor en su hermoso santuario. R.
El Dios glorioso hace tronar: y deja sin árboles los bosques. En su templo, todos le rinden honor. El Señor gobierna las lluvias; ¡el Señor gobierna cual rey eterno! R.

8. Segunda Lectura: Hch 10, 34-38
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
En aquellos días, Pedro comenzó a hablar, y dijo: —Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 7-11
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En su proclamación Juan Bautista decía: “Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo.”
Por aquellos días, Jesús salió de Nazaret, que está en la región de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán. En el momento de salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar a la humanidad caída, respondiendo: R. Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a quienes se preparan para recibir el bautismo o la confirmación, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Elegido de Dios para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que le buscan con sinceridad de corazón, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada, conceda la salud a los que viven oprimidos por el mal, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, que quiso ser bautizado en el Jordán dé fuerza a nuestro bautismo y nos haga descubrir y amar su grandeza, roguemos al Señor. R.
+ Padre, que te manifiestas en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones y concédenos ser testigos valientes de la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el Bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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12 ENERO – LUNES – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 1, 1-6 / Sal 96 / Mc 1,14-20 – Verde

5. Oración Colecta
Oremos: Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Heb 1, 1-6
Lectura de la carta a los Hebreos
En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos. Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.”
Ni dijo tampoco de ningún ángel: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí.” Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96
R. ¡Alégrese toda la tierra!
¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! La justicia y el derecho sostienen su trono; R.
Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. ¡Todos los dioses se inclinan ante él! R.
Pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,14-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.”
Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua.
Les dijo Jesús: –Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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13 ENERO – MARTES – SAN HILARIO DE POITIERS, OBISPO

2 Tim 2, 8-10.3,10-12 / Sal 112, 1-3 / Mt 10,26-32 – Blanco

Nació en Poitiers, Francia en el año 315. En el año 350, durante los fuertes problemas con los arrianos, es nombrado Obispo de su ciudad y desterrado en el 356. Durante su exilio escribe nueve de los doce libros que componen su "De Trinitate". Desde el exilio continuó pastoreando su obispado, para regresar a los cuatro años a Poitiers. Su obra revela la unión del pensamiento teológico occidental con el oriental.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has puesto a san Hilario de Poitiers al frente de tu pueblo, te rogamos que la eficacia de su intercesión ayude a que tu pueblo alcance tu amor y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Tim 2, 8-10.3,10-12
Lectura de la segunda Carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermano: Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey
David, según el evangelio que yo anuncio. Y por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también ellos alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.
Tú has seguido bien mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor y mi fortaleza para soportar, y has compartido mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que tuve que soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Pero el Señor me libró de todo ello. Es cierto que todos los que quieren llevar una vida piadosa en unión con Cristo Jesús sufrirán persecución. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112,1-3
R. Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos.
Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10,26-32
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos. Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, acepta las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Hilario de Poitiers; que ellas nos alcancen tu perdón y te glorifiquen. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Hilario de Poitiers, nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas. Por Jesucristo.


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14 ENERO – MIÉRCOLES – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 2,14-18/ Sal 104 / Mc 1, 29-39 – Verde

6. Primera Lectura: Heb 2,14-18
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Así como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo. De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida. Pues ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. Y para eso tenía que hacerse igual en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor, nuestro Dios; ¡gobierna toda la tierra!
¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! R.
Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. R.
Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.
Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 29-39
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y él se acercó, y tomándola de la mano la levantó; al momento se le quitó la fiebre y comenzó a atenderlos.
Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron todos los enfermos y endemoniados a Jesús, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente, y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba que los demonios hablaran, porque ellos lo conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario. Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron: –Todos te están buscando.
Pero él les contestó: —Vamos a los otros lugares cercanos; también allí debo anunciar el mensaje, porque para esto he salido.
Así que Jesús andaba por toda Galilea, anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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15 ENERO – JUEVES – SANTO CRISTO DE ESQUIPULAS

Fil 2, 6-11 / Sal 77 / Jn 19, 25-27 – Rojo

En el año 1594 los habitantes de Esquipulas mandaron a esculpir una imagen de Jesús Crucificado de quién tanto les habían hablado sus evangelizadores. El Provisor del Obispado de Guatemala hizo un contrato con el escultor de origen portugués Quirio Cataño, y la imagen fue entregada el 4 de octubre del mismo año. Su color moreno se debe a la madera en la que está tallado.

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los humanos por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido este misterio, participar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Fil 2, 6-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz.
Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.
Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; ¡inclínate a escuchar lo que te digo! Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, R.
Dios estableció una ley para Jacob; puso una norma de conducta en Israel, para que la conocieran las generaciones futuras, y para que tuvieran confianza en Dios. R.
Dios hizo maravillas delante de sus padres: partió en dos el mar, y los hizo pasar por él, deteniendo el agua como un muro. De día los guió con una nube, y de noche con luz de fuego. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos limpie de toda culpa este sacrificio, el mismo que, ofrecido en el altar de la cruz, ha quitado el pecado del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Fortalecidos con esta Eucaristía, te pedimos, Señor Jesucristo, que hagas partícipes de la gloria de la resurrección a los que has redimido en el madero salvador de la Cruz. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.


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16 ENERO – VIERNES – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 4,1-5.11 / Sal 77 / Mc 2,1-12 – Verde

6. Primera Lectura: Heb 4,1-5.11
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: mientras todavía contamos con la promesa de entrar en el reposo de Dios, debemos tener cuidado, no sea que alguno de ustedes no lo logre. Porque nosotros recibimos el anuncio de la buena noticia, lo mismo que ellos; pero a ellos no les sirvió de nada el oírlo, porque no se unieron por la fe con los que habían obedecido al mensaje. Pero nosotros, que hemos creído, entraremos en ese reposo, del cual Dios ha dicho: “Por eso juré en mi furor que no entrarían en el lugar de mi reposo.” Sin embargo, Dios había terminado su trabajo desde que creó el mundo; pues en alguna parte de las Escrituras se dice del séptimo día: “Dios reposó de todo su trabajo el séptimo día.”
Y otra vez se dice en las Escrituras: “No entrarán en mi reposo.”
Pero todavía falta que algunos entren en ese lugar de reposo, ya que, por haber desobedecido, no entraron los que primero recibieron el anuncio. Por eso, Dios ha vuelto a señalar un día, un nuevo “hoy”, y lo ha hecho hablándonos por medio de lo que, mucho tiempo después, David dijo en la Escritura ya mencionada: “Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón.”
Porque si Josué les hubiera dado reposo a los israelitas, Dios no habría hablado de otro día. De manera que todavía queda un reposo sagrado para el pueblo de Dios; porque el que entra en ese reposo de Dios, reposa de su trabajo, así como Dios reposó del suyo. Debemos, pues, esforzarnos por entrar en ese reposo, para que nadie siga el ejemplo de aquellos que no creyeron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. No olviden las acciones de Dios.
Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, no lo ocultaremos. Con las generaciones futuras alabaremos al Señor y hablaremos de su poder y maravillas. R.
Para que ellos, a su vez, lo enseñen a sus hijos; para que tengan confianza en Dios y no olviden lo que él ha hecho; para que obedezcan sus mandamientos. R.
Y no sean como sus antepasados, rebeldes y necios, faltos de firmeza en su corazón y espíritu; ¡generación infiel a Dios! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,1-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Algunos días después, Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm. En cuanto se supo que estaba en casa, se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje. Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico. Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: —Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados, pensaron: “¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Solo Dios puede perdonar pecados.” Pero Jesús en seguida se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó: —¿Por qué piensan ustedes así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo: —Nunca hemos visto una cosa así. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 ENERO – SÁBADO – SAN ANTONIO ABAD

Ecclo 45,1-6 / Sal 21,4-6 / Lc 12,35-40 / Blanco

Antonio nació en Egipto en el 251; distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia, sostuvo a los confesores de la fe durante la persecución del emperador Diocleciano y apoyó a san Atanasio contra los arrianos. Es considerado padre del monacato. Murió en el 356.

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que concediste a san Antonio, abad, dejar por tu amor cuanto tenía, para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por tu gracia, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Ecclo 45,1-6
Lectura del libro del Eclesiástico
Fue un hombre que tuvo el aprecio de todos y que fue amado de Dios y de los hombres. El Señor le concedió honores divinos y lo hizo poderoso entre los grandes. A petición suya, Dios apresuraba los prodigios, y lo sostuvo frente al rey. Dios le dio el mando de su pueblo y le dejó ver su majestad.  Por ser fiel y humilde, Dios lo escogió entre los demás hombres. Le hizo oír su voz y entrar en la espesa nube. Le entregó los mandamientos, la ley de la vida y de la sabiduría, para que enseñara a Israel, el pueblo de Jacob, sus órdenes, normas y decretos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21,4-6
R. ¡Celebraremos con himnos tus victorias, Señor!  
Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. R.
Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 12,35-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que humildemente te presentamos en la conmemoración de san Antonio, abad, y líbranos de nuestro apego a los bienes materiales para que te tengamos a ti como nuestra única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Por medio de esta Eucaristía concédenos, Señor, la fuerza necesaria para vencer siempre, a ejemplo de san Antonio, abad, las tentaciones del enemigo. Por Jesucristo.


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18 ENERO – DOMINGO – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Sam 3, 3b-10.19 / Sal 39 / 1Cor 6,13-15.17-20 / Jn 1,35-42 – VERDE

2_to_b.jpg5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina.

 

6. Primera Lectura: 1Sam 3, 3b-10.19
Lectura del primer libro de Samuel
En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor. Entonces el Señor lo llamó: —¡Samuel!  —¡Aquí estoy! —contestó él.
Luego corrió adonde estaba Elí, y le dijo: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería? —Yo no te he llamado —contestó Elí—. Vuelve a acostarte.
Samuel se acostó. Pero el Señor llamó otra vez:—¡Samuel!
Y Samuel se levantó y fue junto a Elí, diciendo: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería?
—Yo no te he llamado, hijo mío —respondió Elí—. Vuelve a acostarte.
Samuel no conocía al Señor todavía, pues él aún no le había manifestado nada. Pero por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y este se levantó y fue a decirle a Elí: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería?
Elí, comprendiendo entonces que era el Señor quien llamaba al joven, dijo a este: —Ve a acostarte; y si el Señor te llama, respóndele: ‘Habla, que tu siervo escucha.’
Entonces Samuel se fue y se acostó en su sitio. Después llegó el Señor, se detuvo y lo llamó igual que antes: —¡Samuel! ¡Samuel!
—Habla, que tu siervo escucha —contestó Samuel.
Samuel creció, y el Señor lo ayudó y no dejó de cumplir ninguna de sus promesas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos. Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. R.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy, tal como el libro dice de mí. R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 6,13c-15a.17-20
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El cuerpo no es para la prostitución sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. Y así como Dios resucitó al Señor, también nos va a resucitar a nosotros por su poder.
¿Acaso no saben ustedes que su cuerpo es parte del cuerpo de Cristo? Cuando alguien se une al Señor, se hace espiritualmente uno con él.
Huyan, pues, de la prostitución. Cualquier otro pecado que una persona comete, no afecta a su cuerpo; pero el que se entrega a la prostitución, peca contra su propio cuerpo. ¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1,35-42
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Juan estaba con dos de sus seguidores. Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: —¡Miren, ese es el Cordero de Dios!
Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó: —¿Qué están buscando?
Ellos dijeron: —Maestro, ¿dónde vives?
Jesús les contestó: —Vengan a verlo.
Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo: —Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo).
Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuando Jesús lo vio, le dijo: —Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa: Pedro). Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, oremos al Señor y pidámosle que escuche nuestras plegarias. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios nuestro Señor le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor. R.
Por los gobernantes, para que Dios nuestro Señor dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor. R.
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios nuestro Señor les dé parte en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor. R.
Por los que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios nuestro Señor escuche sus oraciones y lleve a realidad sus deseos, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, escucha nuestras oraciones y haz que la Iglesia experimente en la celebración de este domingo, la fuerza de su amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, actualiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan espiritual, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo.


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19 ENERO – LUNES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 5, 1-10 / Sal 109 / Mc 2,18-22 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 5, 1-10
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Todo sumo sacerdote es escogido de entre los hombres, nombrado para representarlos delante de Dios y para hacer ofrendas y sacrificios por los pecados. Y como el sacerdote está sujeto a las debilidades humanas, puede tener compasión de los ignorantes y los extraviados; y a causa de su propia debilidad, tiene que ofrecer sacrificios por sus pecados tanto como por los pecados del pueblo. Nadie puede tomar este honor para sí mismo, sino que es Dios quien lo llama y le da el honor, como en el caso de Aarón. De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo Sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quien le dijo: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.”
Y también le dijo en otra parte de las Escrituras: “Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.”
Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen, y Dios lo nombró Sumo Sacerdote de la misma clase que Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 109
R. “Tú eres sacerdote para siempre, de la clase de Melquisedec.”
El Señor dijo a mi señor: “Siéntate a mi derecha, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.” R.
Desde Sión, el Señor te entrega el cetro, símbolo de tu poder. ¡Domina, pues, a tus enemigos! R.
Tu pueblo se te entrega en el día de tu victoria. Sobre los montes santos, y como el rocío que nace de la aurora, tu juventud se renueva de día en día. R.
El Señor ha hecho un juramento, y no va a desdecirse: “Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,18-22
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Una vez estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautista y los fariseos, y algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron: —Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?
Jesús les contestó: —¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el momento en que se lleven al novio;  cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán. Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y se pierden tanto el vino como los cueros. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 ENERO – MARTES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 6,10-20 / Sal 110 / Mc 2,23-28 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 6,10-20
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Dios es justo, y no olvidará lo que ustedes han hecho y el amor que
le han mostrado al ayudar a los del pueblo santo, como aún lo están haciendo. Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente su esperanza. No queremos que se vuelvan perezosos, sino que sigan el ejemplo de quienes por medio de la fe y la constancia están recibiendo la herencia que Dios les ha prometido.
Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, juró por sí mismo, porque no había otro superior a él por quien jurar; y dijo: “Sí, yo te bendeciré mucho y haré que tu descendencia sea numerosa.” Abraham esperó con paciencia, y recibió lo que Dios le había prometido. Cuando los hombres juran, lo hacen por alguien superior a ellos mismos; y cuando garantizan algo mediante un juramento, ya no hay más que discutir. Pues bien, Dios quiso mostrar claramente a quienes habían de recibir la herencia que él les prometía, que estaba dispuesto a cumplir la promesa sin cambiar nada de ella. Por eso garantizó su promesa mediante el juramento. De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que Dios no puede mentir, recibimos un firme consuelo los que hemos buscado la protección de Dios y hemos confiado en la esperanza que él nos ha dado. Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco. Es una esperanza que ha penetrado hasta detrás del velo en el templo celestial, donde antes entró Jesús para abrirnos camino, llegando él a ser así Sumo Sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 110
R. El Señor recuerda siempre su alianza.
Alabaré al Señor de todo corazón en la reunión de los hombres honrados, en la comunidad entera. Las obras del Señor son grandes, y quienes las aman, las estudian. R.
Ha hecho inolvidables sus maravillas. El Señor es tierno y compasivo; da alimentos a los que lo honran; ¡se acuerda siempre de su alianza! R.
Dio libertad a su pueblo y afirmó su alianza para siempre. Dios es santo y terrible. ¡Dios será siempre alabado! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,23-28
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, al pasar, comenzaron a arrancar espigas de trigo. Los fariseos le preguntaron: —Oye, ¿por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?
Pero él les dijo: —¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron necesidad y sintieron hambre? Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer; y dio también a la gente que iba con él.
Jesús añadió: —El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 ENERO – MIÉRCOLES – SANTA INÉS, MÁRTIR

Ecclo 51,1-8.12 / Sal 45 / Mt 25,1-13 – Rojo

Santa Inés, virgen y mártir. Cristiana en Roma de la primera mitad del siglo IV. A la temprana edad de 12 años fue mártir, por su virtud de castidad y por su fe en Cristo. Los testimonios antiguos no logran coincidir sobre la forma de su muerte, sobre si murió quemada o degollada.

5. Oración Colecta
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a santa Inés para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ecclo 51,1-8.12
Lectura del libro del Eclesiástico
Yo te alabo, oh Dios, mi salvador, te doy gracias, Dios y Padre mío. Voy a proclamar tu nombre, refugio de mi vida, porque me salvaste de la muerte, porque libraste mi cuerpo de la tumba, porque no dejaste que cayera en el reino de la muerte. Me salvaste de las malas lenguas, de las calumnias de los mentirosos. Por tu gran amor me ayudaste, te pusiste a mi lado contra mis enemigos, contra los que querían quitarme la vida. Me salvaste de grandes aflicciones, de angustias que me cercaban como fuego, de una hoguera que no podía apagarse, del fondo del abismo, de labios pérfidos y llenos de mentira, de las flechas de lenguas traicioneras. Ya estaba yo cerca de la muerte, y mi vida casi en lo más hondo del abismo; miré alrededor, y no había quien me ayudara, busqué un apoyo, pero no lo había. Entonces me acordé de la misericordia del Señor y de su amor, que es eterno. El Señor salva a quienes a él se acogen, y los libra de todo mal. Por eso le doy gracias, y alabo y bendigo el nombre del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. ¡Voy a recitar mi poesía ante el rey!
¡Eres el más hermoso de los hombres! ¡El encanto brota de tus labios! Por eso Dios te bendijo para siempre. R.
Tu gloria consiste en avanzar triunfante, luchando en favor de la verdad y haciendo justicia a los humildes. ¡Tu mano derecha realiza grandes proezas! R.
Los pueblos caen a tus pies, oh rey; tus flechas son agudas y se clavan en el corazón de tus enemigos. Tu reinado, oh Dios, es eterno, y es un reinado de justicia. R.
Amas el bien y odias el mal. Por eso te ha escogido Dios, tu Dios, y te ha colmado de alegría más que a tus compañeros. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo esta parábola: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza a la mártir santa Inés para soportar los tormentos. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que santa Inés se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedora en el tormento. Por Jesucristo.


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22 ENERO – JUEVES – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 7, 25-28; 8, 1-6 / Sal 39 / Mc 3, 7-12 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 7, 25-28; 8, 1-6
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Jesús puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive para siempre, para rogar a Dios por ellos.
Así pues, Jesús es precisamente el Sumo Sacerdote que necesitábamos. Él es santo, sin maldad y sin mancha, apartado de los pecadores y puesto más alto que el cielo. No es como los otros sumos sacerdotes, que tienen que matar animales y ofrecerlos cada día en sacrificio, primero por sus propios pecados y luego por los pecados del pueblo. Por el contrario, Jesús ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre, cuando se ofreció a sí mismo. La ley de Moisés nombra como sumos sacerdotes a hombres imperfectos; pero el juramento de Dios, que fue hecho después de la ley, nombra sumo sacerdote a su Hijo, quien ha sido hecho perfecto para siempre.
Lo más importante de lo que estamos diciendo es que nuestro Sumo Sacerdote es de tal naturaleza que se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y oficia como sacerdote en el verdadero santuario, el que fue hecho por el Señor y no por los hombres.
Todo sumo sacerdote es nombrado para presentar ofrendas y sacrificios, y por eso es necesario que Jesucristo también tenga algo que ofrecer. Si él estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, pues aquí ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas mandadas por la ley de Moisés. Pero estos sacerdotes prestan su servicio por medio de cosas que no son más que copias y sombras de lo que hay en el cielo. Y sabemos que son copias porque, cuando Moisés iba a construir el santuario, Dios le dijo: “Pon atención y hazlo todo según el modelo que te mostré en el monte.” Pero nuestro Sumo Sacerdote, que ha recibido un ministerio sacerdotal mucho mejor, es mediador de una alianza mejor, basada en mejores promesas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.  
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí: A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
Pero que todos los que te buscan se llenen de alegría; que cuantos desean tu salvación digan siempre: “¡El Señor es grande!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 7-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús, seguido por mucha gente de Galilea, se fue con sus discípulos a la orilla del lago. Cuando supieron las grandes cosas que hacía, también acudieron a verlo muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del oriente del Jordán y de la región de Tiro y Sidón. Por esto, Jesús encargó a sus discípulos que le tuvieran lista una barca, para evitar que la multitud lo apretujara. Porque había sanado a tantos, que todos los enfermos se echaban sobre él para tocarlo.
Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús les ordenaba severamente que no hablaran de él en público. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 ENERO – VIERNES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 8, 6-13 / Sal 84 / Mc 3, 13-19 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 8, 6-13
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: nuestro Sumo Sacerdote, Jesús, que ha recibido un ministerio sacerdotal mucho mejor, es mediador de una alianza mejor, basada en mejores promesas. Si la primera alianza hubiera sido perfecta, no habría sido necesaria una segunda alianza. Pero Dios encontró imperfecta a aquella gente, y dijo: “El Señor dice: Vendrán días en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; y como ellos no cumplieron mi alianza, yo los abandoné, dice el Señor. La alianza que haré con Israel después de aquellos días, será esta, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no será necesario que unos a otros, compatriotas o parientes, tengan que instruirse para que conozcan al Señor, porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande. Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.”
Cuando Dios habla de una nueva alianza es porque ha declarado vieja a la primera; y a lo que está viejo y anticuado, poco le falta para desaparecer. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. El amor y la verdad se darán cita.
Oh Señor, ¡muéstranos tu amor, y sálvanos! En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 13-19
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús subió a un cerro, y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A estos les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los doce que escogió: Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges (es decir, “Hijos del Trueno”); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 ENERO – SÁBADO – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 9, 2-3.11-14 / Sal 46 / Mc 3, 20-21 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 9, 2-3.11-14
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: La tienda se levantó de tal forma que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro y la mesa con los panes consagrados a Dios. Detrás del segundo velo estaba el llamado Lugar Santísimo.
Pero Cristo ya vino, y ahora él es el Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. El santuario donde él actúa como sacerdote es mejor y más perfecto, y no ha sido hecho por los hombres; es decir, no es de esta creación. Cristo ha entrado en el santuario, ya no para ofrecer la sangre de chivos y becerros, sino su propia sangre; ha entrado una sola vez y para siempre, y ha obtenido para nosotros la liberación eterna. Es verdad que la sangre de los toros y chivos, y las cenizas de la becerra que se quema en el altar, las cuales son rociadas sobre los que están impuros, tienen poder para consagrarlos y purificarlos por fuera. Pero si esto es así, ¡cuánto más poder tendrá la sangre de Cristo! Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha, y su sangre limpia nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para que podamos servir al Dios viviente. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 46

R. ¡El Señor ha subido a su trono entre gritos de alegría!
¡Aplaudan, pueblos todos! ¡Aclamen a Dios con gritos de alegría! Porque el Señor, el Altísimo, es terrible; es el gran Rey de toda la tierra. R.
¡Dios el Señor ha subido a su trono entre gritos de alegría y toques de trompeta! ¡Canten, canten himnos a Dios! ¡Canten, canten himnos a nuestro Rey! R.
¡Canten un poema a Dios, porque él es el Rey de toda la tierra! ¡Dios es el Rey de las naciones! ¡Dios está sentado en su santo trono! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 20-21
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, entró Jesús en una casa, y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. Cuando lo supieron los parientes de Jesús, fueron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 ENERO – DOMINGO TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jo 3,1-5.10 / Sal 24 / 1Cor 7,29-31 / Mc 1,14-20 – VERDE

5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo, podamos producir frutos de amor y fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

3_to_b.jpg6. Primera Lectura: Jo 3,1-5.10
Lectura del libro de Jonás
El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: “Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.”
Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y caminó todo un día, diciendo a grandes voces: “¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!”
Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor. Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. Señor, guíame por tus senderos.
Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. R.
Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 7,29-31
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos, lo que quiero decir es esto: Nos queda poco tiempo. Por lo tanto, los casados deben vivir como si no lo estuvieran; los que están de luto deben portarse como si estuvieran de fiesta, y los que están de fiesta deben portarse como si estuvieran de luto; los que compran deben vivir como si nada fuera suyo; y los que están usando de este mundo deben vivir como si no estuvieran sacando provecho de él, porque este mundo que vemos ha de terminar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,14-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios  y acepten con fe sus buenas noticias.”
Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús: —Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle que escuche las oraciones de su pueblo. Respondemos: R. Escúchanos,Señor.
Por la Iglesia, para que busque el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor. R.
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen por la paz y el bienestar, a fin de que reine la justicia y la paz, roguemos al Señor. R.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en su auxilio, roguemos al Señor. R.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y en el amor, roguemos al Señor. R.
+ Señor, que enviaste a tu Hijo, para anunciar el Evangelio a los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista, escúchanos y haznos instrumentos eficaces de libertad y salvación para todos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente de vida. Por Jesucristo.


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26 ENERO – LUNES – SANTOS TIMOTEO Y TITO, OBISPOS

2 Tim 1,1-8 / Sal 132 / Lc 10, 1-9 – Blanco

Los santos Timoteo y Tito, fueron obispos y discípulos del apóstol san Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Les fueron dirigidas cartas por su maestro que contienen sabias advertencias para los pastores, en vista de la formación de los fieles.

5. Oración Colecta
¡Oh Dios!, que  hiciste brillar con virtudes apostólicas a los santos Timoteo y Tito; concédenos por su intercesión que, viviendo en justicia y santidad, seamos testigos de la presencia del Reino entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Tim 1,1-8
Comienzo de la segunda carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que se obtiene por medio de Cristo Jesús, saluda al querido hijo Timoteo. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti.
Al recordarte siempre en mis oraciones de día y de noche, doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia, como sirvieron también mis antepasados. Me acuerdo siempre de tus lágrimas, y quisiera verte para llenarme de alegría. Porque me acuerdo de la fe sincera que tienes. Primero la tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y estoy seguro de que también tú la tienes. Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor; ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya. Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos que vienen por causa del evangelio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 132
R. ¡Vean qué bueno es que los hermanos vivan unidos!
Es como el buen perfume que corre por la cabeza de los sacerdotes y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje. R.
Es como el rocío del monte Hermón, que cae sobre los montes de Sión. R.
Allí es donde el Señor envía la bendición de una larga vida. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, el Señor escogió a setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Les dijo: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: ‘Paz a esta casa.’ Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán. Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, nuestras ofrendas y, por intercesión de los santos Timoteo y Tito, que hoy conmemoramos, consérvanos unidos en tu amor para que podamos ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Dios nuestro, fuente de consolación y de paz, que nos has concedido celebrar la Eucaristía en la fiesta de tus santos Timoteo y Tito, haz que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento, sean prendas de nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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27 ENERO – MARTES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 10,1-10 / Sal 39 / Mc 3, 31-35 – Verde

6. Primera Lectura: Heb 10,1-10
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: la ley de Moisés era solamente una sombra de los bienes que habían de venir, y no su presencia verdadera. Por eso la ley nunca puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios. Pues si la ley realmente pudiera purificarlos del pecado, ya no se sentirían culpables, y dejarían de ofrecer sacrificios. Pero estos sacrificios sirven más bien para hacerles recordar sus pecados cada año. Porque la sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.
Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios: “No quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo. No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado. Entonces dije: ‘Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.’ ”
En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. Y después añade: “Aquí vengo para hacer tu voluntad.” Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos. Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. R.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
No me he quedado callado acerca de tu justicia; he hablado de tu fidelidad y salvación. Jamás he ocultado tu amor y tu verdad ante tu pueblo numeroso. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 31-35
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron llamarlo. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo: —Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera, y te buscan.
Él les contestó: —¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: —Estos son mi madre y mis hermanos. Pues cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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28 ENERO – MIÉRCOLES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 10,11-18 / Sal 109 / Mc 4,1-20  – Verde

6. Primera Lectura: Heb 10,11-18
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Todo sacerdote judío oficia cada día y sigue ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque estos nunca pueden quitar los pecados. Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios. Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies, porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios. Y el Espíritu Santo nos lo confirma, al decir: “La alianza que haré con ellos después de aquellos días, será esta, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente. Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.”
Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 109
R. “Tú eres sacerdote para siempre, de la clase de Melquisedec.”
El Señor dijo a mi señor: “Siéntate a mi derecha, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.” R.
Desde Sión, el Señor te entrega el cetro, símbolo de tu poder. ¡Domina, pues, a tus enemigos! R.
Tu pueblo se te entrega en el día de tu victoria. Sobre los montes santos, y como el rocío que nace de la aurora, tu juventud se renueva de día en día. R.
El Señor ha hecho un juramento, y no va a desdecirse: “Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4,1-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago. Como se reunió una gran multitud, Jesús subió a una barca que había en el lago, y se sentó, mientras la gente se quedaba en la orilla. Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas.
En su enseñanza les decía: “Oigan esto: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, de modo que la semilla no dio grano. Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció, dando una buena cosecha; algunas espigas dieron treinta granos por semilla, otras sesenta granos, y otras cien.” Y añadió Jesús: “Los que tienen oídos, oigan.”
Después, cuando Jesús se quedó solo, los que estaban cerca de él junto con los doce discípulos le preguntaron qué quería decir aquella parábola. Les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer el secreto de su reino; pero a los que están afuera se les dice todo por medio de parábolas, para que por más que miren, no vean, y por más que oigan, no entiendan, para que no se vuelvan a Dios, y él no los perdone.”
Les dijo: “¿No entienden ustedes esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderán todas las demás? El que siembra la semilla representa al que anuncia el mensaje. Hay quienes son como la semilla que cayó en el camino: oyen el mensaje, pero después de oírlo viene Satanás y les quita el mensaje sembrado en su corazón. Otros son como la semilla sembrada entre las piedras: oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; por eso, cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, pierden la fe. Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. Pero hay otros que oyen el mensaje y lo aceptan, y dan una buena cosecha, como la semilla sembrada en buena tierra. De esos, algunos rinden treinta, otros sesenta, y otros ciento por uno.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 ENERO – JUEVES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 10,19-25 / Sal 23 / Mc 4, 21-25 – Verde

6. Primera Lectura: Heb 10,19-25
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús, siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo. Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios. Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura. Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho. Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino démonos ánimos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Estos son los que buscan al Señor.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado; el que no adora ídolos ni hace juramentos falsos. R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 21-25
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo a la gente: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla bajo un cajón o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tienen oídos, oigan.”
También les dijo: “Fíjense en lo que oyen. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes; y les dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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30 ENERO – VIERNES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 10,32-39 / Sal 36 / Mc 4,26-34 – Verde

6. Primera Lectura: Heb 10,32-39
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: recuerden ustedes los tiempos pasados, cuando acababan ustedes de recibir la luz y soportaron con fortaleza los sufrimientos de una gran lucha. Algunos de ustedes fueron insultados y maltratados públicamente, y otros se unieron en el sufrimiento con los que fueron tratados así. Ustedes tuvieron compasión de los que estaban en la cárcel, y hasta con alegría se dejaron quitar lo que poseían, sabiendo que en el cielo tienen algo que es mucho mejor y que permanece para siempre. No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran recompensa. Ustedes necesitan tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que él ha prometido. Pues la Escritura dice: “Pronto, muy pronto, vendrá el que tiene que venir. No tardará. Mi justo por la fe vivirá; pero si se vuelve atrás, no estaré contento de él.”
Y nosotros no somos de los que se vuelven atrás y van a su condenación, sino de los que alcanzan la salvación porque tienen fe. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36
R. El Señor es quien salva a los justos.
Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. R.
El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada; aún cuando caiga, no quedará caído, porque el Señor lo tiene de la mano. R.
La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4,26-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo a la gente: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.”
También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.”
De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas, según podían entender. Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 ENERO – SÁBADO – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Heb 11, 1-2.8-19 / Lc 1 / Mc 4, 35-41 – VERDE

6. Primera Lectura: Heb 11, 1-2.8-19
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.
Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
Por fe también, aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, este recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa. Así que Abraham, aunque ya próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar.
Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. Y los que dicen tal cosa, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado allá; pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les tiene preparada una ciudad.
Por fe, Abraham, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer a su único hijo, a pesar de que Dios le había prometido: “Por medio de Isaac tendrás descendientes.” Es que Abraham reconocía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; y por eso Abraham recobró a su hijo, y así vino a ser un símbolo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Lc 1
R.“¡Bendito sea el Señor, porque ha rescatado a su pueblo!
Nos ha enviado un poderoso salvador, un descendiente de David, su siervo. Esto es lo que había prometido en el pasado por medio de sus santos profetas. R.
Que nos salvaría de nuestros enemigos y de todos los que nos odian, que tendría compasión de nuestros antepasados y que no se olvidaría de su santa alianza. R.
Y este es el juramento que había hecho a nuestro padre Abraham: que nos permitiría vivir sin temor alguno, libres de nuestros enemigos, para servirle con santidad y justicia, y estar en su presencia toda nuestra vida. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 35-41
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: —Vamos al otro lado del lago.
Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron: —¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?
Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: —¡Silencio! ¡Quédate quieto!
El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos: —¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?
Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros: —¿Quién será este, que hasta el viento y el mar lo obedecen? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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