Lecturas de la Liturgia Enero 2009


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1 de Enero: JUEVES – SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
Nm 6, 22-27 / Sal 66 /Gal 4,4-7/ Lc 2, 16-21                                     Blanco
Maria Jesus Clip Art 15. Oración Colecta

+ Oremos: Señor Dios, que por la fecunda entrega de santa María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos gozar de la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Nm 6, 22-27
Lectura del libro de los Números
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Diles a Aarón y a sus hijos que cuando bendigan a los israelitas lo hagan de esta manera: ‘Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor te mire con agrado y te muestre su bondad; que el Señor te mire con amor y te conceda la paz.’”
“Así ellos pronunciarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

8. Segunda Lectura: Gal 4,4-7

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas
Hermanos: cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: “¡Abbá! ¡Padre!”. Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, los pastores fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.
A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, por la maternal intercesión de la Madre de su Hijo, imploremos la misericordia de Dios por toda la humanidad, clamando: R. Escúchanos, Padre.
Para que todos, a imitación de María, conservemos en el corazón y anunciemos lo que hemos oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que los seres humanos de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, y nunca se comporten como enemigos unos de otros, roguemos al Señor. R.
Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz a sus hogares y naciones, roguemos al Señor. R.
Para que los que hoy nos hemos reunido para dedicar al Señor el comienzo de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y podamos ver con salud y alegría su fin, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, escucha nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos: que nuestro trabajo diario nos dé el pan de cada día, y encontremos también el alimento necesario para avanzar en el camino del bien y del cumplimiento fiel de tu palabra. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 

+ Señor, que estos sacramentos que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a santa María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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2 de Enero: VIERNES – Santos Basilio y Gregorio
1 Jn 2, 22-28 / Sal 97 / Jn 1, 19-28                                                     Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 2, 22-28

Lectura de la primera carta del apóstol Juan

Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo. Cualquiera que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.
Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre. Esto es precisamente lo que nos ha prometido Jesucristo: la vida eterna.
Les estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañarlos. Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 97

R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!

¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 19-28

† Lectura del Evangelio según san Juan

Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.
Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías.
Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: —Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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3 de Enero: SÁBADO – Tiempo de Navidad
1Jn 2,29-3,6 / Sal 97 / Jn 1,29-34                                                       Blanco

6. Primera Lectura: 1Jn 2,29-3,6
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: Ya que ustedes saben que Jesucristo es justo, deben saber también que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios.
Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. Así pues, todo el que permanece unido a él, no sigue pecando; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.
Canten himnos al Señor al son del arpa, al son de los instrumentos de cuerda. Canten con alegría ante el Señor, el Rey, al son de los instrumentos de viento. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1,29-34
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! A él me refería yo cuando dije: ‘Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que yo.’ Yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca.”
Juan también declaró: “He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él. Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo.’ Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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4 de Enero: DOMINGO – Epifanía
Is 60,1-6/ Sal 71 / Ef 3, 2-3.5-6 / Mt 2, 1-12                                       Blanco

5. Oración Colecta

+ Oremos: Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, contemplarte, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 60,1-6

Lectura del libro del profeta Isaías 

Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti.
La oscuridad cubre la tierra, la noche envuelve a las naciones, pero el Señor brillará sobre ti y sobre ti aparecerá su gloria.
Las naciones vendrán hacia tu luz, los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer.
Levanta los ojos, y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán desde lejos; tus hijas serán traídas en brazos.
Tú, al verlos, estarás radiante de alegría, tu corazón se llenará de gozo; te traerán los tesoros de los países del mar, te entregarán las riquezas de las naciones.
Te verás cubierta de caravanas de camellos que vienen de Madián y de Efá; vendrán todos los de Sabá, cargados de oro y de incienso, y proclamarán las acciones gloriosas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 71

R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! ¡Que todos los reyes se arrodillen ante él! ¡Que todas las naciones le sirvan! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

8. Segunda Lectura: Ef 3, 2-3. 5-6

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Efesios 
Hermanos: sin duda sabrán que Dios me ha encargado anunciar a ustedes lo que él, en su bondad, ha dispuesto. Por revelación he conocido el designio secreto de Dios, como ya les escribí brevemente. Que no se dio a conocer a nadie en otros tiempos, pero que ahora Dios ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por medio de su Espíritu. El designio secreto es este: que por el evangelio Dios llama a todas las naciones a participar, en Cristo Jesús, de la misma herencia, del mismo cuerpo y de la misma promesa que el pueblo de Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Hemos venido de Oriente para adorar al rey de los judíos

† Lectura del Evangelio según san Mateo Mt 2, 1-12

Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron:
— ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: —En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta: “En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo:
—Vayan allá, y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho. Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Presentamos, hermanos y hermanas, nuestras oraciones al Señor, en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria. A cada petición respondemos: R. Te rogamos, Señor, ilumínanos.
Por la santa Iglesia de Dios: para que ilumine a los seres humanos con la luz de Cristo, disipe las tinieblas de los que viven en el error y dé ánimo a los fieles, para que, con valentía, hagan brillar la luz del Evangelio ante todas las naciones, roguemos al Señor. R.
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos: para que su juventud y vigor sean levadura de vida para todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor. R.
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad: para que confiesen a Cristo como Señor y le adoren como a Dios verdadero, roguemos al Señor. R.
Por nosotros, que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo: para que nos afiancemos en la fe y sigamos con fidelidad las enseñanzas del Evangelio, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha nuestras oraciones, oh Dios, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 

+ Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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5 de Enero: LUNES – Tiempo de Epifanía
1 Jn 3, 22-4, 6 / Sal 2 / Mt 4, 12-17.23-25                                          Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 3, 22-4, 6

Lectura de la primera carta del apóstol Juan

Hermanos: el Señor nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. De esta manera pueden ustedes saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero, tiene el Espíritu de Dios. El que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Ustedes han oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido a esos mentirosos, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo, y los que son del mundo los escuchan. En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2

R. Te daré en herencia las naciones.

Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 4, 12-17.23-25

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”
Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.
Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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6 de Enero: MARTES – Tiempo de Epifanía
1Jn 4, 7-10 / Sal 71 / Mc 6, 34-44                                                       Blanco

6. Primera Lectura: 1Jn 4, 7-10

Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 34-44

† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.
Pero Jesús les contestó: —Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?
Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.
Cuando lo averiguaron, le dijeron: —Cinco panes y dos pescados.
Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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7 de Enero: MIÉRCOLES – Tiempo de Epifanía
1Jn 4,11-18 / Sal 71 / Mc 6, 45-52                                                      Blanco

6. Primera Lectura: 1Jn 4,11-18

Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie;  pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 45-52

† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar.
Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra, vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos. Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados, porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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8 de Enero: JUEVES – Tiempo de Epifanía
1 Jn 4, 19-21; 5, 1-4 / Sal 71 / Lc 4, 14-22a                                      Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 4, 19-21; 5, 1-4

Lectura de la primera carta del apóstol Juan

Queridos hermanos: Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Los salvará de la opresión y la violencia, pues sus vidas le son de gran valor. ¡Viva el rey! ¡Que le den el oro de Sabá! ¡Que siempre se pida a Dios por él! ¡Que sea siempre bendecido! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 14-22a

† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: —Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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9 de Enero: VIERNES – Tiempo de Epifanía
1 Jn 5, 5-13 / Sal 147 / Lc 5, 12-16                                                     Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 5-13

Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene.
Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147

R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 12-16

† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, estando Jesús en un pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús lo tocó con la mano, diciendo: —Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: —No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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10 de Enero: SÁBADO – Tiempo de Epifanía
1 Jn 5, 14-21 / Sal 149 / Jn 3, 22-30                                                  Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 14-21
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano, si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte, y por ese pecado no digo que se deba orar. Toda maldad es pecado; pero hay pecado que no lleva a la muerte.
Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.
Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. Hijitos, cuídense de los dioses falsos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149

R. El Señor es amigo de su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba y era bautizada. Esto sucedió antes que metieran a Juan a la cárcel.
Pero algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre el asunto de la purificación, y fueron a decirle a Juan: —Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, ahora está bautizando y todos lo siguen.
Juan les dijo: —Nadie puede tener nada, si Dios no se lo da. Ustedes mismos me oyeron decir claramente que yo no soy el Mesías, sino uno que ha sido enviado delante de él. En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oírlo hablar. Así también mi alegría es ahora completa. Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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11 de Enero: DOMINGO – El Bautismo del Señor
Is 42, 1-4.6-7 / Sal 28 / Hch 10, 34-38 / Mc 1, 7-11                          Blanco

5. Oración Colecta

+ Oremos: Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Is 42, 1-4.6-7

Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones. No gritará, no levantará la voz, no hará oír su voz en las calles, no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.”
Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: “Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo luz de las naciones.
Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 28

R. Señor, bendice a tu pueblo con la paz.

Alaben al Señor, seres celestiales: alaben el poder y la gloria del Señor, alaben el glorioso nombre del Señor, adoren al Señor en su hermoso santuario. R.
El Dios glorioso hace tronar: y deja sin árboles los bosques. En su templo, todos le rinden honor. El Señor gobierna las lluvias; ¡el Señor gobierna cual rey eterno! R.

8. Segunda Lectura: Hch 10, 34-38

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 

En aquellos días, Pedro entonces comenzó a hablar, y dijo: —Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 7-11
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En su proclamación Juan Bautista decía: “Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo.”
Por aquellos días, Jesús salió de Nazaret, que está en la región de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán. En el momento de salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Oremos, hermanos y hermanas, pidamos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar por él a la humanidad caída, que se compadezca de quienes ha querido que sean sus hermanos. Respondemos a cada petición: R. Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, el Siervo de Dios, en quien el Padre se complace, mire con amor a quienes se preparan para recibir el bautismo o la confirmación y a aquellos que preparan el bautismo de sus hijos, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Elegido de Dios para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que le buscan con sinceridad de corazón, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada, conceda la salud a los que viven oprimidos por el mal, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Hijo amado, que quiso ser bautizado en el Jordán dé fuerza a nuestro bautismo y nos haga descubrir y amar su grandeza, roguemos al Señor. R.
+ Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones y concédenos ser testigos valientes de la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 

+ A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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12 de Enero: LUNES – 1ª Semana tiempo Ordinario
Heb 1, 1-6 / Sal 96 / Mc 1,14-20                                                             Verde

6. Primera Lectura: Heb 1, 1-6

Lectura de la carta a los Hebreos
En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos. Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.”
Ni dijo tampoco de ningún ángel: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí.” Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96

R. ¡Alégrese toda la tierra!
¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! La justicia y el derecho sostienen su trono; R.
Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. ¡Todos los dioses se inclinan ante él! R.
Pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,14-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.”
Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús: —Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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13 de Enero: MARTES – 1ª Semana tiempo Ordinario
Heb 2, 5-12 / Sal 8 / Mc 1, 21-28                                                 Verde

6. Primera Lectura: Heb 2, 5-12

Lectura de la carta a los Hebreos

Hermanos: Dios no ha puesto bajo la autoridad de los ángeles ese mundo futuro del cual estamos hablando. Al contrario, en un lugar de la Escritura alguien declara: “¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?
Por un poco de tiempo lo hiciste algo menor que los ángeles, pero lo coronaste de gloria y honor; todo lo sujetaste debajo de sus pies.”
Así que, al sujetarlo todo debajo de sus pies, Dios no dejó nada sin sujetarlo a él. Sin embargo, todavía no vemos que todo le esté sujeto. Pero vemos que Jesús, a quien Dios hizo algo menor que los ángeles por un poco de tiempo, está coronado de gloria y honor, a causa de la muerte que sufrió. Dios, en su amor, quiso que experimentara la muerte para bien de todos.
Todas las cosas existen para Dios y por la acción de Dios, que quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso, Dios, por medio del sufrimiento, tenía que hacer perfecto a Jesucristo, el Salvador de ellos. Porque todos son del mismo Padre: tanto los consagrados como el que los consagra. Por esta razón, el Hijo de Dios no se avergüenza de llamarlos hermanos, al decir en la Escritura:
“Hablaré de ti a mis hermanos, y te cantaré himnos en medio de la congregación.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 8

R. Señor: le diste autoridad al ser humano sobre tus obras

Señor, soberano nuestro, ¡tu nombre domina en toda la tierra!, ¡tu gloria se extiende más allá del cielo! ¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?  R.
Pues lo hiciste casi como un dios, lo rodeaste de honor y dignidad, le diste autoridad sobre tus obras. R.
Lo pusiste por encima de todo: sobre las ovejas y los bueyes, sobre los animales salvajes, sobre las aves que vuelan por el cielo, sobre los peces que viven en el mar, ¡sobre todo lo que hay en el mar! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 21-28

† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegó Jesús a Cafarnaúm,  y en el sábado entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. En la sinagoga del pueblo había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó: —¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.
Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole: —¡Cállate y deja a este hombre!
El espíritu impuro hizo que al hombre le diera un ataque, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron, y se preguntaban unos a otros: —¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, y con plena autoridad! ¡Incluso a los espíritus impuros da órdenes, y lo obedecen!
Y muy pronto la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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14 de Enero: MIÉRCOLES – 1ª Semana tiempo Ordinario
Heb 2,14-18/ Sal 104 / Mc 1, 29-39                                                        Verde

6. Primera Lectura: Heb 2,14-18

Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Así como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo. De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida. Pues ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. Y para eso tenía que hacerse igual en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104

R. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra!
¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! R.
Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. R.
Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.
Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 29-39

† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y él se acercó, y tomándola de la mano la levantó; al momento se le quitó la fiebre y comenzó a atenderlos.
Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron todos los enfermos y endemoniados a Jesús, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente, y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba que los demonios hablaran, porque ellos lo conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario. Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron:
—Todos te están buscando.
Pero él les contestó: —Vamos a los otros lugares cercanos; también allí debo anunciar el mensaje, porque para esto he salido.
Así que Jesús andaba por toda Galilea, anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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15 de Enero: JUEVES – Santo Cristo de Esquipulas
Fil 2, 6-11 / Sal 77 / Jn 19, 25-27                                                              Rojo

6. Primera Lectura: Fil 2, 6-11

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz.
Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.

Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; ¡inclínate a escuchar lo que te digo! Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, R.
Dios estableció una ley para Jacob; puso una norma de conducta en Israel, para que la conocieran las generaciones futuras, y para que tuvieran confianza en Dios. R.
Dios hizo maravillas delante de sus padres: partió en dos el mar, y los hizo pasar por él, deteniendo el agua como un muro. De día los guió con una nube, y de noche con luz de fuego. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27

† Lectura del Evangelio según san Juan

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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16 de Enero: VIERNES –  1ª Semana tiempo Ordinario
Heb 4,1-5.11 / Sal 77 / Mc 2,1-12                                                           Verde

6. Primera Lectura: Heb 4,1-5.11

Lectura de la carta a los Hebreos

Hermanos: mientras todavía contamos con la promesa de entrar en el reposo de Dios, debemos tener cuidado, no sea que alguno de ustedes no lo logre. Porque nosotros recibimos el anuncio de la buena noticia, lo mismo que ellos; pero a ellos no les sirvió de nada el oírlo, porque no se unieron por la fe con los que habían obedecido al mensaje. Pero nosotros, que hemos creído, entraremos en ese reposo, del cual Dios ha dicho: “Por eso juré en mi furor que no entrarían en el lugar de mi reposo.” Sin embargo, Dios había terminado su trabajo desde que creó el mundo; pues en alguna parte de las Escrituras se dice del séptimo día: “Dios reposó de todo su trabajo el séptimo día.”
Y otra vez se dice en las Escrituras: “No entrarán en mi reposo.”
Pero todavía falta que algunos entren en ese lugar de reposo, ya que, por haber desobedecido, no entraron los que primero recibieron el anuncio. Por eso, Dios ha vuelto a señalar un día, un nuevo “hoy”, y lo ha hecho hablándonos por medio de lo que, mucho tiempo después, David dijo en la Escritura ya mencionada:
“Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón.”
Porque si Josué les hubiera dado reposo a los israelitas, Dios no habría hablado de otro día. De manera que todavía queda un reposo sagrado para el pueblo de Dios; porque el que entra en ese reposo de Dios, reposa de su trabajo, así como Dios reposó del suyo. Debemos, pues, esforzarnos por entrar en ese reposo, para que nadie siga el ejemplo de aquellos que no creyeron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77

R. No olviden las acciones de Dios.

Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, no lo ocultaremos. Con las generaciones futuras alabaremos al Señor y hablaremos de su poder y maravillas. R.
Para que ellos, a su vez, lo enseñen a sus hijos; para que tengan confianza en Dios y no olviden lo que él ha hecho; para que obedezcan sus mandamientos. R.
Y no sean como sus antepasados, rebeldes y necios, faltos de firmeza en su corazón y espíritu; ¡generación infiel a Dios! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,1-12

† Lectura del Evangelio según san Marcos
Algunos días después, Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm. En cuanto se supo que estaba en casa, se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje. Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico. Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:
—Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados, pensaron: “¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Solo Dios puede perdonar pecados.” Pero Jesús en seguida se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:
—¿Por qué piensan ustedes así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo:
—Nunca hemos visto una cosa así.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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17 de Enero: SÁBADO – San Antonio Abad
Heb 4, 12-16 / Sal 18 / Mc 2,13-17                                                     Blanco

6. Primera Lectura: Heb 4, 12-16

Lectura de la carta a los Hebreos

Hermanos: la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas.
Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo Sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. Pues nuestro Sumo Sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; solo que él jamás pecó. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,13-17

† Lectura del Evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la gente se acercaba a él, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:  —Sígueme.
Leví se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían. Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos: —¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó, y les dijo: —Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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