El miércoles 14, Mor Santiago Eduardo celebró por primera vez en el enorme templo parroquial que está en construcción como sede de la parroquia de Santa Eulalia.

Noventa hermanos habían sido debidamente preparados para recibir la confirmación y el envío misionero.

El párroco Padre Fredi Mux, saludó al arzobispo y le agradeció por su visita.

Durante la homilía el arzobispo explicó a los hermanos los fundamentos de la dimensión misionera que tiene que caracterizar a la iglesia, para ser genuinamente renovada y fiel al mandato que el Señor le dio.

Los hermanos agradecieron sinceramente la visita al final y se comprometieron a vivir con fidelidad la misión y a dar testimonio del evangelio ante todos aquellos que aún no han renovado su vida.

El miércoles, al final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la sede de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Soloma.

La ocasión de la celebración fue la administración de la confirmación y el envío misionero a 40 hermanos, miembros de la parroquia.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a considerar que la bendición que reciben está directamente relacionada con la misión y que, por lo mismo se asume el compromiso, por el resto de la vida, de centrarse en el seguimiento del Señor y en el testimonio del Evangelio, especialmente hacia quienes aún no han renovados su vida.

Todos los confirmandos expresaron explícitamente el compromiso de asumir un estilo de vida acorde al Evangelio y de dar testimonio del mismo por todos los medios posibles.

Al final algunos de los confirmados agradecieron al arzobispo su presencia y renovaron el compromiso de trabajar incansablemente en el cumplimiento de la misión que tiene la Iglesia.

El miércoles 14 por la tarde, el arzobispo, acompañado por el padre Pedro González, párroco local, visitó la comunidad de Yulastiquix, parte de la parroquia de Soloma.

El arzobispo oró sobre algunos de la comunidad que habían sido confirmados, incluyendo un hermano que ha optado por ingresar al seminario el año entrante.

Durante la homilía todos los hermanos fueron invitados a intensificar la vida de oración y la actitud de conversión, como preparación para la celebración de la Navidad.

Los hermanos mostraron gran alegría por la visita y renovaron el compromiso de seguir trabajando en la evangelización y en el testimonio a través de sus vidas.

El Padre Pedro González y el Consejo de la parroquia de Soloma, invitaron al Arzobispo para que el día 15 impartiera un retiro a los servidores de la parroquia.

Participaron en el mismo unos 50 hermanos.

Dentro del retiro el arzobispo dio dos meditaciones: la primera referente a la centralidad que se debe reconocer al Señor en la vida personal, para que él se convierta en la fuente de decisiones sobre la propia vida. La segunda se refirió a las actitudes que se deben cultivar, para que tanto la vida personal como familiar y eclesial sean reflejo de la vivencia de fe y del testimonio que el Espíritu Santo da en en el corazón de cada creyente.

Los hermanos tuvieron tiempo de silencio para meditar y al final también pudieron compartir sus experiencias y los alcances que consideran les dejaría el retiro.

De diversa maneras agradecieron que el retiro se hubiera impartido y se comprometieron a hacerlo vida a nivel personal, familiar y eclesial.

El retiro concluyó con la celebración de la Divina Liturgia para todos los que habían participado en el mismo.

Habiendo presidido el arzobispo, concelebró la liturgica el Padre Pedro González, párroco local.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a cultivar un espíritu de meditación, de escucha del Señor y de fidelidad en la vida cotidiana, para que todo lo que se haga refleje precisamente la voluntad de Dios.

También animó a los hermanos a que la celebración de la Navidad tenga características especiales, porque se convierte en el nacimiento del Señor, a través del Espíritu Santo, en la vida de cada fiel.

El viernes 16, con un considerable retraso por desperfectos en el vehículo, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Monrovia en San Juan Ostuncalco, en donde le esperaban los hermanos que habían podido quedarse, pues quienes vivían demasiado lejas habían tenido que retirarse.

Dentro de la celebración se hizo la presentación de las primicias y la bendición del agua que, de acuerdo a la tradición religiosa servirá para bendecir lugares, alejar malas influencias y pedir también la bendición sobre las tierras.

El arzobispo animó a los hermanos a vivir el tiempo del adviento con fidelidad y profunda dedicación para que la Navidad tenga un significado plenamente cristiano.

También animó a los hermanos a reforzar su proyección y compromiso misioneros.

El sábado 16, Mor Santiago Eduardo comenzó su actividad pastoral en la comunidad de Pajales Anexo Dos, de San Andrés Villa Seca, Retalhuleu.

La primera actividad que se tuvo fue una breve visita al predio en donde se están construyendo el templo de la comunidad.

En la visita anterior el arzobispo había hecho la bendición del predio. En esta ocasión tuvo el agrado de constatar que, a pesar de las limitaciones y la pobreza de los hermanos, se había logrado terminar la construcción de las paredes del nuevo templo.

El arzobispo felicitó a los hermanos y los animó a seguir trabajando incansablemente en la labor espiritual que han emprendido con tanto celo.

El 17 por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos de la comunidad de Pajales, Anexo Dos de San Andrés Villa Seca, Retalhuleu.

En esta ocasión se celebró el matrimonio de tres parejas que se han incorporado a la comunidad recientemente.

También se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños, hijos de una de las parejas que acababan de contraer matrimonio.

Un niño hizo la primera confesión y la comunión solemne.

El arzobispo animó a los hermanos a prepararse a la celebración de la Navidad y les instó a seguir trabajando incansablemente por ser fieles al Señor y cumplir plenamente la misión que el Señor nos ha confiado.

El sábado 17 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chuihuitán, de la aldea San Vicente Buenabaj, del Municipio de Momostenango, Totonicapán.

Se trató de la primera visita a esta comunidad formada por unos dos cientos hermanos adultos, que apenas unos días antes formalizó su incoporación a la santa Iglesia.

Durante la homilía el arzobispo expresó su felicitación a los hermanos por la hermosa decisión que, guiados por el Señor han tomado y les animó a seguir trabajando con sinceridad y dedicación en el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado.

También les explicó el sentido genuino de la celebración de la Navidad para los creyentes y les animó a prepararse debidamente a la celebración de esta festividad.

Después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo tuvo un encuentro con los servidores y líderes de la comunidad, orientado especialmente a plantear cuestiones y a ofrecer respuestas.

Los hermanos expresaron su alegría por haberse incorporado a la Santa Iglesia a la que pertenecieron la Virgen María y los doce Apóstoles.

El arzobispo escuchó las diferentes cuestiones que tenían los hermanos y trató de irles dando respuesta a cada una de ellas, para que pudieran sentirse plenamente firmes en la decisión que tomaron, guiados por el Señor.

Al final los hermanos expresaron su profunda gratitud por haberles aceptado como parte de la Iglesia y renovaron su compromiso de vivir plena e íntegramente la fe católica apostólica ortodoxa.

El domingo 18 de diciembre, el arzobispo visitó la comunidad de la Capellanía, de la parroquia de la Renovación Carismática de Chiantla.

En el templo y sus alrededores se habían congregado más de dos mil fieles, procedentes de las diferentes comunidades que conforman la parroquia.

Se trato de un verdadero nuevo pentecostés. Dentro de la celebración, ciento cuarenta hermanos recibieron la confirmación y el envío misionero, habiéndose comprometido a vivir el Evangelio y a dar testimonio misionero de todas las formas que les sea posible, por el resto de sus vidas.

Durante la homilía el Arzobispo explicó aspectos importantes de lo que debe caracterizar la vida del cristiano, así como la preparación a la celebración de la Navidad.

Al final los hermanos oraron por el Arzobispo y le agradecieron su visita, comprometiéndose a acoger con fidelidad las enseñanzas y a tratar de ponerlas en práctica en la vida.

El viernes 23, Mor Santiago Eduardo, acompañado del Padre Juan Moisés Mendoza, visitó la comunidad de Guaymando, centro de otra serie de comunidades vecinas.

La visita inició con un encuentro con los hermanos, los cuales tuvieron la oportunidad de recibir formación durante cierto tiempo, acerca de la identidad pastoral y la organización comunitaria que estamos llamados a tener.

El centro de la temática fue el garantizar que la vida y organización de la Iglesia logre reflejar nuestra identidad de ser genuinamente Iglesia Misionera.

Los hermanos se mostraron alegres y agradecidos por la formación.

El 23 hacia el medio día, el Arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en la comunidad de Guaymango, Ahuachapán, El Salvador.

Dentro de la celebración de la Liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a seis hermanos de la comunidad, los cuales, junto a los demás hermanos asumieron el compromiso de vivir genuinamente como iglesia misionera.

El arzobispo aprovechó la ocasión para expresar sus saludos de navidad a todos los hermanos.

El viernes 23 por la tarde, en la sede central de la Iglesia en Ahuachapán, El Salvador, el arzobispo impartió formación a los líderes y servidores de la comunidad del Centro de Ahuachapán.

También participaron delegados de una nueva comunidad de Nahusalco, Sonsonate, que han sentido la llamada a incorporarse a la Iglesia y trabajar activamente en la misión.

Después de la formación, los hermanos tuvieron la oportunidad de hacer algunas preguntas, acerca de la identidad de la Iglesia y de otros aspectos referentes a la vida y la acción pastoral que estamos llamados a realizar.

El arzobispo respondió a las preguntas.

El ambiente en el que se desarrolló la formación fue de gran entusiasmo y participación.

La visita a la misión de El Salvador concluyó con la celebración de la Divina Liturgia en la comunidad central, ubicada en la periferia de la ciudad de Ahuachapán. Se contó con la participación de muchos hermanos, a pesar de que muchos otros no pudieron participar, debido al día en que se realizó la visita.

Durante la homilía el arzobispo explicó el sentido genuino de la Navidad cristiana y exhortó a los hermanos a comprometerse personalmente a abrir el corazón al Señor, para que pueda nacer en la vida de cada quien.

Los hermanos agradecieron la visita, junto al Padre Juan Moisés y reiteraron su compromiso de vivir intensamente la fe y de dar testimonio del Evangelio con celo misionero.

El domingo 25 el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia de Navidad en la Catedral de San Juan Bautistai de Comalapa, Chimaltenango.

Se contó con una multitudinaria participación de hermanos a la celebración, los cuales asistieron con profunda fe y devoción.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a dejar que el Señor nazca en sus vidas, para poderse convertir en aquellos que llevan el anuncio del Evangelio y de la paz a todas las personas. Insistió en que la verdadera identidad de ser parte de la Iglesia se manifiesta en experimentar y vivir de acuerdo a lo que hicieron los apóstoles.

Los hermanos expresaron su asentimiento a cuanto explicaba el arzobispo, interrumpiendo numerosas veces la homilía con aplausos de alegría.

Al final de la Liturgia el arzobispo, acompañado por el Padre Francisco Simón, tuvieron la oportunidad de saludar al pueblo de Dios, para expresarles el saludo Navideño.

El 25 por la tarde, el Arzobispo llegó hasta la comunidad de San José Poaquil, de Chimaltenango, para la celebración de la Santa Misa de Navidad.

Durante la homilía animó a los hermanos a estar dispuestos a acoger al Señor en sus vidas, para vivir como auténticos hijos de Dios y celebrar la navidad con genuino sentido cristiano. También les animó a dar testimonio de la presencia del Hijo de Dios en el mundo, a través de la forma de vida y también de la palabra.

Al final de la celebración saludó a los hermanos para presentarles los augurios de Navidad y de Año Nuevo.

La visita terminó con una breve reunión con la Cofradía, en la que se habló de los pasos que se darán para la construcción del Templo Parroquial a la mayor brevedad.

El lunes 26, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad de Las Anonas, sede central del Centro Pastoral del Municipio de Chicamán. El Quiché.

Los hermanos han estado ampliando la Iglesia y se encuentra más o menos en la mitas de las obras de ampliación. Eso no impidió que pidieran al arzobispo que les visitara y celebrar la Divina Liturgia con ellos.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que el seguimiento del Señor implica estar dispuestos a cargar con la cruz, cada día con la certeza de que el Señor nunca abandona y sostiene en los momentos de mayor dificultad.

También animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo en la vivencia de la fe y en el testimonio misionero que todos estamos llamados a dar.

El lunes 26 por la tarde, en la sede de la Parroquia de la Santísima Trinidad del Municipio de Uspantán, El Quché, el arzobispo presidió el decanato del oriente de El Quiché que abarca los Municipios de Uspantán, Chicamán, Zona Reyna y Chamá Grande, el último del Municipio de Cobán, Alta Verapaz.

Explicó a los hermanos cuáles deben ser las características de una Iglesia que fiel al testimonio de los apóstoles, asume el compromiso de ser y vivir como iglesia misionera.

Después de la formación los hermanos pusieron diferentes preguntas al Arzobispo, que las fue respondiendo con precisión y con calma.

Al final los hermanos compartieron la situación que se vive en el área del decanato. Se trata de un sostenido crecimiento en cuanto al número de fieles, una profundización en la identidad de la Iglesia y en el asumir con radicalidad el compromiso misionero.

En general se ha notado un crecimiento sostenido en cada una de las comunidades.

El lunes 26, al caer del día, el arzobispo, acompañado por el Padre Óscar Guardado, párroco local, llegó hasta la comunidad de Macajahau, para visitar y animar a los hermanos.

Con ocasión de la visita del arzobispo se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a una niña, hija de miembros de la comunidad.

El arzobispo animó a los hermanos a reforzar su compromiso misionero y su proyección en todos los niveles en la comunidad propia y en las demás vecinas.

El 27 por la mañana, en la sede del sector occidental de la parroquia de La Fe de los Mártires de Chajul, de la parroquia de Chajul, El Quiché, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nior-occidente de El Quiché.

Participaron varios delegados de cada una de las comunidades que forman la parroquia.

El Arzobispo explicó cuáles son las características de la Iglesia apostólica y cómo la guía del Espíritu Santo es el criterio para todo lo que se decide y se hace, corresponda con la volunta de Dios.

Los hermanos participaron con entusiasmo y expresaron al arzobispo la decisión que han tomado de constituirse efectivamente en iglesia Misionera y en dar incansablemente testimonio del Evangelio ante todas las personas.

El martes 27, hacia el medio día, en la sede del sector de Ilom, Mor Santiago Eduardo celebración de la Divina Liturgia para algunos de los miembros de la comunidad local.

Durante la homilía el Arzobispo explicó la centralidad que tiene la Eucaristía dentro de la vida de toda la comunidad y cómo a través de este precioso don es como se prepara y se capacita para el seguimiento del Señor, para el testimonio y para vivir intensamente la misión.

Los hermanos participaron con gran provecho y devoción y expresaron la disponibilidad que tienen de asumir con mayor empeño todo el compromiso misionero.

Después de algunos años de no haber visitado la comunidad de Las Pilas de la parroquia de Chajul, el arzobispo llegó hasta esta comunidad para presentar sus augurios de Navidad a los dirigente de la Comunidad.

Con ocasión de la visita del arzobispo, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a diez niños, la confirmación y el envío misionero a otro grupo y la comunión solemne a otros niños.

Todos habían sido preparados con esmero por los catequistas y la ceremonia se caracterizó por su profunda espiritualidad y la gran alegría.

El miércoles 28 por la mañana, en la iglesia de Salquilito, Nebaj, El Quiché, Mor Santiago Eduardo presidió el decanato del occidente de El Quiché.

Este decanato comprende los municipios de Nebaj y San Juan Cotzal y pastoralmente está atendido por el Padre Paulino Bizarro.

Durante el tiempo de formación, el arzobispo explicó cuáles son las características de una Iglesia que, a imitación de los que sucedió en la Iglesia Primitiva, sea auténticamente misionera.

Después de la presentación del arzobispo, los hermanos pusieron varias preguntas, para pedir explicaciones y clarificaciones sobre diferentes temas.

Al final los hermanos presentaron el informa acerca de la situación de las comunidades. En general se trató de un informa positivo, aunque no se notaron avances de mayor trascendencia durante los últimos meses.

El arzobispo animó a los hermanos a comenzar el año nuevo con nuevo impulso y con el deseo firme de dar nuevo impulso al compromiso misionero.

En la comunidad de Sumalito, se celebró una auténtica fiesta espiritual.

21 niños recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana, seis hicieron la comunión solemne y los hermanos celebraron una vigilia de acción de gracias por las cosechas.

La celebración fue presidida por el Arzobispo, quien estuvo acompañado por el Padre Paulino Bizarro, encargado pastoral de ese centro pastoral.

Durante la homilía, el arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse con mayor radicalidad en la vida de fe así como en el testimonio misionero.

Al final los hermanos exprearon su gratitud al arzobispo por la visita.

El 28 por la noche, el arzobispo visitó la comunidad de Xolacul, ubicada cerca del cementerio de la población de Nebaj, del departamento de El Quiché.

En esa ocasión, con el templo completamente lleno, se celebraron dos matrimonios, tres hermanas recibieron la confirmación y el envío misionero, un niño hizo la comunión solemne y una niña recibió los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo recordó a los hermanos la llamada especial que tenemos a reconocernos pecadores y a ponernos en las manos del Señor, para que se manifieste en la vida de cada quien, el ser hijo de Dios. De allí se genera la fortaleza para afrontar todos los desafíos y para poder dar testimonio del Evangelio, hasta las últimas consecuencias.

Los hermanos agradecieron al arzobispo la visita y reiteraron su compromiso de fe, de fidelidad a la Iglesia y de compromiso misionero, para llevar el Evangelio a todas las personas.

El jeves 29 por la mañana, Mor Santiago Eduardo llegó hasta el Centro Misionero de Cunén, para presidir la celebración del decanato del Centro de El Quiché, que abarca los Municipios de Cunén y de Sacapulas.

Se contó con la participación del Padre Bernabé Mateo Nieto, responsable pastoral de este centro y de delegados de la mayoría de las comunidades del Centro.

El Arzobispo presentó la formación acerca de los compromisos que se deben abordar para ser auténticamente un Iglesia Misionera, según lo fue la Iglesia Primitiva.

Después de la formación los hermanos participaron activamente sugiriendo formas cómo eso puedo constituirse realmente en una realidad en las comunidades.

En la presentación que hicieron los hermanos compartieron los logros que se han tenido, pero también subrayaron que, con frecuencia ha faltado mayor compromiso en traducir en acciones lo que se aprende.

Con el apoyo de la Hatune Foundation y de las comunidades locales, se ha estado construyendo el templo parroquial de las comunidades del Municipio de Cunén.

Después de la celebración del Decanato, el Arzobispo visitó la construcción.

Han construido aproximadamente el 30 por ciento de las paredes, lo que significa un avance fuerte desde la última visita que hiciera el Arzobispo.

Animó a los hermanos a seguir contribuyendo con generosidad en la construcción, para lograr que pronto pueda seguir avanzando la obra.

Perteneciente al centro pastoral de Cunén, pero civilmente como parte del municipio de San Juan Cotzal, está la comunidad de Villa Hortensia Uno.

Los hermanos, que comenzaron la organización de la comunidad hace poco tiempo, han logrado, con sus esfuerzos propios, comprar un terreno y construir una casa de oración.

Con entusiasmo invitaron al arzobispo para visitar la comunidad y, de esa manera, experimentar el apoyo y cercanía de la Iglesia, para seguir avanzando en la organización y el testimonio misionero.

El arzobispo les animó a seguir con fe y entusiasmo en la obra que han iniciado y ellos expresaron su compromiso y alegría por la visita recibida.

En el Centro de Cunén, además de la comunidad central, existen otras dos pequeñas comunidades. Una de ellas, denominada Sector Uno, ha logrado construir una casa de oración.

El Arzobispo visitó por primera vez la comunidad. Estuvo también presente el padre Bernabé Mateo, encargado pastoral del centro pastoral.

Dentro de la celebración, se administró la Confirmación y el Envío misionero a seis jóvenes, miembros de la comunidd.

El Arzobispo recordó cuál es el sentido misionero de la Confirmación y animó no solo a los confirmados sino a toda la comunidad, a proyectarse con nueva energía en el trabajo misionero.

El 29 al caer el día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Puente Chuatuj, del municipio de Sacapulas, Quiché.

Al llegar, sostuvo diálogos con los dirigentes de la comunidad, acerca de diferentes cuestiones pastorales, que le plantearon, habiendo llegado a acuerdos positivos.

Después de esos encuentros, se celebró la Divina Liturgia.

El Arzobispo explicó a los hermanos la importancia de dejarse guiar en todos los aspectos de la vida por el Señor, para poder ser efectivamente luz y dar testimonio del Evangelio.

Los hermanos expresaron su disponibilidad a comprometerse con mayor dedicación al trabajo misionero y a la organización de la comunidad.

El viernes 30 por la mañana, en la sede de la Parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, se celebró el decanato del occidente de Huehuetenango, en la que participaron delegados de Jacaltenango, Petatán y Concepción Huista.

El arzobispo explicó cuáles son las características de una Iglesia Misionera que se identifique con la identidad de la Iglesia Apostólica y que responda a los rasgos de la Iglesia Primitiva.

Los hermanos participaron activamente con una serie de preguntas, habiendo planteado diversos puntos que permitan alcanzar en la vida de las parroquias los ideales que se presentaron.

También se hizo la presentación de la vida de las parroquias y se plantearon otra serie de desafíos que están afrontando algunas comunidades, ante lo cual el arzobispo presentó perspectivas y alternativas de solución ante las cuestiones planteadas.

Después del medio día el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con delegados de la comunidad central de la parroquia de Jacaltenango.

Concelebraron en la misa, además del Padre Santos Acosta, párroco local, los padres Pedro Martínez, José Alfredo Hernández y José Manuel Castro.

El arzobispo presentó, en la homilía, cuáles deberían ser los rasgos que distingan a una familia auténticamente cristiana, que sea reflejo de la familia de Nazaret. Enfatizó que el centro de cada familia debe ser la presencia de Dios y la disponibilidad a que Dios está por encima de todos los intereses, proyectos y decisiones.

Al final de la celebración, se agradeció la participación del arzobispo y de los demás presbíteros que estaban presentes.

El arzobispo también aprovechó la ocasión para expresar sus augurios por el año nuevo 2017.

La visita pastoral a la parroquia de Jacaltenango y Concepción Huista, terminó con la visita a la comunidad de Pepilpam, ubicada en el área cálida de Jacaltenango.

La comunidad de Pepilpam sufrió recientemente diferentes desafíos, que crearon dificultades serias. Sin embargo, actualmente han logrado superar la mayor parte de las dificultades y la comunidad se encuentra en una fase de fortalecimiento y consolidación, así como de proyección misionera.

Durante la homilía, el arzobispo exhortó, en la marco de la celebración de la Sagrada Familia, a que se trata de hacer de Dios el centro de cada familia, para garantizar que se experimente la unidad, la armonía y la realización de cada uno de los miembros de las familias.

Los hermanos agradecieron la visita y compartieron durante un breve tiempo con el arzobispo al final de la celebración.

El último día del año, el arzobispo inició la labor pastoral, acompañado del Padre José Alfredo Hernández, encargado pastoral, en la zona fronteriza a Guatemala, que colinda con el Municipio de Nentón, Huehuetenango, del Estado de Chiapas, México.

Por tercera vez se celebró el Decanato en la comunidad de El Amparo Agua Tinta, con la presencia de delegados de varias de las comunidades que constituyen el Centro Pastoral de la región.

El Arzobispo impartió la formación a los hermanos y luego se abrió un diálogo interesante acerca de varias cuestiones relacionadas con la vida pastoral de las comunidades.

Los hermanos hicieron la presentación de la forma en que están marchando las comunidades.

Se puede notar que se están dando un sostenido crecimiento, aún cuando en la práctica todavía se perciba falta de oraganización en las comunidades. Los hermanos están muy contentos por los avances que se están dando.

Después de la celebración del Decanato de Chiapas, el arzobispo se dirigió al terreno en el que se construirá el templo parroquial de este centro pastoral.

Se trata de un hermoso lote de mil seis cientos metros cuadrados, ubicados dentro del área urbana de la Colonia de El Amparo Agua Tinta.

La Hatune Foundation ha colaborado para al compra del terreno y también colaborará con una parte de la construcción del mismo edificio.

Se prevé que el templo tenga treinta metros de largo y 15 de ancho.

Dada la limitación económica de los hermanos no se sabe con certeza cuando se podrá terminar, pero se tiene la confianza de que con la ayuda de Dios, la construcción será concluida en breve plazo.

El 31 después del medio día, el arzobispo llegó hasta la remota comunidad de El Recuerdo, del Municipio Margaritas, del Estado de Chiapas, México.

Se trató de la primera visita a la comunidad que ha iniciado hace poco tiempo. La maría de hermanos emigraron a esta zona, procedentes de San Mateo Ixtatán.

Dentro de la celebración se administró la comunión solemne a un grupo de hermanos que había sido preparado para la ocasión.

Depués de la Liturgia, los servidores de la comunidad tuvieron un breve encuentro con el Arzobispo, para tratar diversas cuestiones de tipo organizativo, tendientes a la consolidación de la comunidad.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo en el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado como Iglesia.