El martes 31 de enero, el Arzobispo dio inicio a la predicación de los Ejercicios Espirituales de los seminaristas, los cuales se celebran con ocasión del inicio del nuevo año académico.

Como es costumbre, la temática de los ejercicios correspondió con la que se trató con el presbiterio, al inicio del mes de enero.

Fundamentalmente giró en torno a la vida en el Espíritu y a la forma como Dios va haciendo que se progrese en la vida de fe, a través de la vida sacramental y de la oración.

También se habló de la forma en la que se debe tratar de ir desarrollando la sensibilidad pastoral y de alcanzar una auténtica proyección misionera.

Los seminaristas participaron con gran devoción y, esperamos que los ejercicios sirvan como fermento para llevar una vida de compromiso y crecimiento, a lo largo del año formativo.

Además de las meditacione, durante el tiempo de los ejercicios, se impartió una serie de instrucciones.

Estas giraron especialmente en torno al ideario de formación que se tiene preparado para orientar la vida del seminario y de los seminaristas.

La formación está organizada en cuatro grandes áreas: La formación humana y fraterna; la formación espiritual; la formación académica y la formación pastoral.

El Arzobispo, al interpretar el ideario hizo énfasis en la importancia de trabajar con intesidad para lograr plasmar en la realidad lo que se encuentra plasmado en el ideario.

Al final de las instrucciones, los seminaristas comenzaron el proceso de elaboración del proyecto de vida personal, comunitario y de trabajo en las áreas de formación.

La actividad de inicio del año en el seminario, encontró un momento culminante en la celebración de la Divina Liturgia de la Solemnidad de la Presentación del Señor.

Dentro del marco de la celebración se hizo la quema de los ramos o palmas del Domingo de Ramos del año anterior, para significar cómo Cristo es la luz del mundo. La ceniza producida por esa quema, será la que se imponga en la frente durante las ceremonias del inicio de la Cuaresma, el día Miércoles de Ceniza.

Durante la homilía el arzobispo recordó que la vocación fundamental a la que estamos llamados, como discípulos de Cristo y elegidos por él para ser ministros y testigos del Evangelio, corresponde precisamente con la de ser luz del mundo, dejando que la fuerza de Dios ilumine la vida de cada quien y dando testimonio del Evangelio.

Se está comenzando el nuevo año académico con gran esperanza y con el compromiso de tratar de que el procesos formativo supere las limitaciones que tuvo el año pasado y se garantece un proceso de formación capaz de capacitar a los formandos a identificarse plenamente con Cristo como discípulos suyos y a prepararse académica y pastoralmente para cumplir la misión con generosidad.

Se espera que el presente año académico cuente con aproximadamente 45 seminaristas.

Sin embargo, hay varios que por diversas circunstancias aún no han podido incorporarse al proceso de formación.

A continuación presentamos una serie de fotografías de los diferentes grupos.

En la primera, está el equipo de formación, presidido por el arzobispo. Con la ayuda de Dios, después de la Semana Santa se incorporarán al equipo los diáconos que han ido a formarse a Damasco. Además el equipo es roforzado con la colaboración de algunos de los seminaristas de los últimos años que han tenido experiencia de procesos de acompañamiento y formación.

En la segunda foto están los Epesistas. A ellos se deben sumar también los diáconos que se han estado formando en Damasco.

En la siguiente foto están los estudiantes del décimo primer semestre. En la que continúa los de séptimo y noveno semestres.

Luego están los de tercero y quinto semestres. Seguidamente los de primer año y, finalmente los de propedéutico. Se trata del grupo más pequeño, pero se espera que al mismo se sumen otros candidatos que están en proceso de llegar.

El jueves 2 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, de Tzanixnam, del Municipio y Departamento de Totonicapán.

Como es tradición, ese día el arzobispo hace la bendición de las semillas que pocos días después serán sembradas, y recibe las ofrendas de primicias que presentan los hermanos.

En esta ocasión la celebración tuvo una modalidad especial: Hubo de celebrarse en el área dedicada para cocina y salones de formación que, temporalmente están sirviendo de templo, pues el templo ha sido derrumbado para construir uno nuevo.

Durante la homilía el arzobispo explicó el sentido de la celebración de la presentación o de Candelaria y recordó que el celebrar a Cristo como luz del mundo, significa para los cristianos también asumir el compromiso que el Señor nos ha confiado de ser luz que lleva la fuerza del Evangelio a todas las partes y personas.

Después de la celebración de la Divina Liturgia y de la Bendición de las Semillas, los hermanos, presididos por el Padre Julio Tomás, párroco local, pidieron al arzobispo que hiciera la bendición de los trabajos de la construcción del nuevo templo parroquial.

El templo, que será construido en el mismo lugar en donde estaba el presente, sin embargo, será ampliado. Contará con un metro cincuenta más de ancho y con ocho más de largo. Además será construido con materiales resistentes.

Los hermanos se encuentran muy entusiasmados en el proceso que, con la ayuda de Dios y la colaboración de los hermanos, especialmente de los que se encuentran en los Estados Unidos, y son muy numerosos, les llevará a terminar la construcción del templo en pocos meses.

El Arzobispo felicitó a los hermanos y al padre Julio por la iniciativa que han emprendido y pidió al Señor que bendiga con la abundancia de sus dones a todos los bienhechores.

El viernes 3 e febrero, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la parroquia Inspiración del Espíritu Santo, de Cuilco, Huehuetenango, para presidir la celebración del Decanato y hacer la presentación del Padre Ángel Antonio Cáseres como nuevo párroco de esta parroquia.

Los hermanos se mostraron muy interesados dentro del proceso de explicación. Seguidamente expresaron su entisiasmo y gratitud por la formación y se comprometieron a tratar de hacer que los diferentes aspectos que se impartieron, se vayan haciendo realidad en la las parroquias, centros pastorales y comunidades.

Después de la formación y de haber respondido a algunas preguntas y sugerencias, los representantes de las diferentes, parroquias, centros pastorales, comunidades y capellanías, hicieron una presentacióen de la situación en la que se encuentran sus comunidades.

En general la situación parece ser muy positiva. Se ha dado crecimiento en general y grn entusiasmo.

Al final, el padre Ángel Cáseres, saludó a los hermanos, se comprometió a servirles con generosidad y les pidió el apoyo para poder cumplir la misión que se ha recibido.

Después de la celebración del Decanato, el Arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia para los servidores y delegados que habían participado y, dentro de la cual, fue formalmente instalado como párroco de la parroquia el Padre Ángel Antonio Cáseres Borja.

Después de la homilía y de la profesión de la fe, se oró por el Padre Ángel y, seguidamente los hermanos pasaron a dar su saludo de bienvenida al nuevo párroco.

Durante la homilía, el arzobispo recordó la vocación misionera de ir a todas partes y predicar el Evangelio a todas las personas, haciendolas discípulas del Señor, como el encargo prioritario de la Iglesia en su totalidad.

Por lo mismo encargó muchísimo al Padre Ángel, junto con todos los servidores a que se dé prioridad urgente al proceso misionero, para lograr que muchos hermanos puedan renovar su vida.

El 3 de febrero por la tarde, el Arzobispo llegó hasta la comunidad de Yulbá, en la parte alta de Cuilco.

Esta comunidad es de las más antiguas de Cuilco en haberse incorporado a la Santa Iglesia. Además es una de las comunidades más grandes del municipio y de la parroquia.

Dentro del marco de la celebración, el arzobispo administró la confirmación y el envío misionero a cuatro hermanas de la comunidad, quye habían sido preparadas cuidadosamente, para poder cumplir la misión a cabalidad.

El Arzobispo felicitó a los hermanos por su perseverancia y por el compromiso que han mantenido desde el principio en lo referente a la Santa Iglesia.

Los hermanos agradecieron la visita y se comprometieron a seguir trabajando aún con mayor tenasia y proyección misionera, de lo que han estado haciendo hasta el presente.

Con más de 150 hermanos presentes, el sábado 4 de febrero, el arzobispo presidió la celebración del Decanato-Asamblea que se celebró en el Centro de Formación de Los Altos de Jumaja, zona 6, Huehuetenango.

El arzobispo expuso la formación con claridad y los hermanos se mostraron muy contentos e interpelados ante los retos que el contenido de la formación iba provocando en ellos.

Después de la formación se tuvo el intercambio de ideas y el planteamiento de preguntas. Todo se llevó a cabo en un ambiente muy sereno, de mucha alegría y participación.

Los hermanos expresaron su disponibilidad a tratar de que el fuego del Espíritu Santo se manifieste en cada una de las comunidades, para que vaya renovando su fe y sean eficaces en el cumplimiento de anunciar el Evangelio.

Al final de la celebración, se hizo la calendarización de actividades para los cuatro meses venideros.

Hubo en el ambiente un profundo espíritu de entusiasmo, alegría y participación.

El sábado 4 de febrero, después de medio día, el arzobispo, junto al Padre Yaider Jiménez, se reunión con representantes del Consejo Pastoral de San Pedro Necta y una delegación de la comunidad de Siete Cerros que pertenecen a este mismo centro pastoral.

Los hermanos de Siete Cerros, presentaron una serie de cuestionamientos hacia la manera en la que se está dirigiendo el Consejo Pastoral.

Al final de la reunión se llegaron a acuerdos muy positivos, como son el aceptar la diversidad y el hecho de que en lo referente a las contribuciones económicas, éstas serán hechas no en base a cuotas sino de buena voluntad, de acuerdo a las necesidades de cada comunidad o persona.

Los hermanos de Siete Cerros tendrán que llevar el mensaje recibido a los miembros de la comunidad, para que, en el futuro, se consolide su participación y gocen de todos privilegios y determinaciones que se vayan tomando en las reuniones y diferentes asambleas de la parroquia.

El sábado cuatro por la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de El Rodeo, de Malacatancito, Huehuetenango.

La Divina Liturgia celebrada, fue ofrecida por las necesidades de la comunidad, por su crecimiento y para pedir por la salud de los que están enfermos.

El Arzobispo durante la homilía recordó que la proyección y el compromiso misionero son parte integral de la vida del cristiana, especialmente si ha descubierto al Señor y ha tenido la renovación de su vida. Por eso, dado que muchísimos andan como ovejas sin pastor, el arzobispo animó a los hermanos a asumir con toda la generosidad y radical el compromiso de llevar el Evangelio de la Renovación a quienes aún no lo han recibido.

Los hermanos agradecieron la visita y renovaron el compromiso de ser totalmente fieles en el cumplimiento de la misión que Dios ha confiado a cada uno de todos los creyentes.

El domingo 5 de febrero, Mor Santiago Eduardo tuvo la reunión de formación e informe sobre la marcha del Centro Pastoral de San Ignacio de Antioquía, con la participación del Encargado Pastoral, Padre José Raúl López.

Participaron unos 70 hermanos en la formación y al final, tuvieron la oportunidad de plantear una serie de preguntas, así como de exhortar a los demás hermanos a comprometerse activamente en el trabajo misionero.

También se dio un informe de la marcha de las comunidades. Aunque con un crecimiento lento, éste ha sido sostenido. Las comunidades se están organizando para que, en el mes de octubre, se pueda proceder a la creación de la parroquia.

El arzobispo animó a los hermanos a comprometerse más activamente en el trabajo misionero y en la evangelización.

El 5 antes del medio día, mor Santiago Eduardo, acompañado del padre José Raúl López, presidió la celebración de la Santa Misa en la comundiad de la Vega de Colotenango.

Dentro del marco de la celebración, se administró la primera reconciliación y la comunión solemne a dos miembros de la comunidad.

Durante la homilía el arzobispo hizo una explicación de lo que significa ser sal de la tierra y luz del mundo y animó a los hermanos a asumir compromisos concretos de vida y de testimonio, para cumplir con ese encargo que nos ha dejado el Señor.

Los hermanos al final agradecieron la visita del arzobispo y se comprometieron a acoger con diligencia y empeño cuanto éste les enseñó.

El 5 por la tarde, mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de el Granadillo, del Centro Pastoral de San Ignacio de Antioquía, del municipio de Colotenango.

Con ocasión de la visita, se administró la confirmación y el envío misionero a cuatro hermanos, los cuales asumieron el compromiso de trabajar con coordinación y constancia en el trabajo misionero.

El arzobispo animó a los hermanos a tener siempre presente la misión que el Señor nos ha confiado de ser sal de la tierra y luz del mundo y de tratar de traducir esta misión en un estilo de vida y en un proyecto sistemático de evangelización, que trate de llevar el Evangelio a todos los que aún no han renovado su vida.

Los hermanos agradecieron la visita y se comprometieron a prone en práctica las enseñanzas.

El seis por la tarde, el arzobispo recibió en audiencia a los miembros de los Consejos Administrativo y Pastoral de la comunidad de las Palmas, San Juan Sacatepéquez.

La primera razón de la visita fue consultar al arzobispo sobre una serie de iniciativas de construcción que han emprendido los hermanos en el templo, para concluir su construcción.

La segunda temática que se abordó fue el tratar de buscar solución a algunas incomprensiones que han tenido entre los diferentes dirigentes de la comunidad. Después de escuchar a los miembros presentes, doce en total, todos estuvieron dispuestos a promover una reconciliación y a tratar de iniciar un período de trabajo unitario.

El arzobispo además de animarles a vivir en unidad, les exhortó para que, además de los trabajos materiales que han emprendido, se involucren activamente en todos los proyectos pastorales y misioneros que ha emprendido la arquidiócesis.

Los hermanos expresaron su total disponibilidad a acoger la invitación del arzobispo.

El miércoles 8, durante la solemne Liturgia que se celebra en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, el arzobispo hizo las oraciones para formalizar el envío de los epesistas a sus lugares de misión.

Ese mismo día el arzobispo les llevó, para presentarlos a las parroquias y centros pastorales en los que harán la pastoral y luego, con la ayuda de Dios, ejercerán el ministerio.

Durante la homilía Mor Santiago Eduardo hizo énfasis en los aspectos fundamentales que deben caracterizar la misión que el Señor nos ha confiado realizar, la cual tiene que estar modelada plenamente sobre el modelo que siguieron los apóstoles y los primeros cristianos.

Entre los grandes desafíos que tienen los enviados, dado que trabajarán en el área de los municipios de Cobán, San Pedro Carchá, Lanquín y Senahú-La Tinta, todos de Alta Verapaz, está la del aprender el idioma K'ekchí.

El jueves 9, con la participación de un numeroso grupo de hermanos y de los padres Fredy González, Gustavo Pineda y Óscar Carranza y de los epesistas Alexander Mendoza y Julio César Carranza, se celebró el Decanato del Sur de Alta Verapaz en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán.

El arzobispo impartió la formación, la cual fue seguida con gran atención por los hermanos y al final, estos tuvieron la oportunidad de hacer preguntas para clarificar dudas.

En la segunda parte, los representantes de los diferentes Centros Pastorales, Parroquias y Comunidades, tuvieron la oportunidad de hacer una breve presentación de la situación en que se encuentran, al igual que los presbíteros.

En general se notó un cierto crecimiento en la mayoría de las comunidades, Además, han ingresado o se han formado diferentes comunidades en varias de las regiones.

El arzobispo les animó a seguir trabajando con entusiasmo para poner las bases y ser realmente Iglesia Misionera, a semejanza de la Iglesia Apostólica Primitiva.

El jueves después del medio día, el arzobispo visitó por primera vez la comunidad de San Jorge, de San Pedro Carchá y que hace parte de la parroquia de Jesús El Buen Pastor.

Aunque la comunidad es de reciente fundación, ha tenido un fuerte crecimiento.

Aunque sea en forma provisional, los hermanos han logrado construir un templo, aunque aún les falta llegar a concluir algunos aspectos como el piso.

Con ocasión de la visita, el arzobispo también hizo la bendición del templo y animó a los hermanos a seguir trabajando con el mismo entusiasmo con el que lo han hecho hasta el presente.

También recomendó a los líderes de otras comunidades que estaban presentes, activar constantemente el compromiso misionero.

El mismo jueves 9 al caer el día, bajo una fuerte lluvia y después de caminar un buen trecho, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Yaxacté, en donde tiene su sede la parroquia del Espíritu Santo y es la sede de once comunidades.

Cuarenta y dos hermanos habían sido esmeradamente preparados para recibir la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo hizo énfasis en la urgencia de que el envío que se recibe se manifieste en un compromiso organizado para las misiones, lo cual requiere un esfuerzo especialmente de parte de los dirigentes.

Los hermanos expresaron su gratitud por la visita del arzobispo y manifestaron que esperan poder contar nuevamente con su presencia.

El viernes 10, con la presencia de delegados de todas las comunidades, el arzobispo presidió la celebración del Decanato de Ixcán, El Quiché.

Dado que las actividades de este día se realizaron en la cabecera municipal de Playa Grande y allí no tenemos una presencia física, aunque sí hay hermanos que están renovado, se pidió la ayuda de la municipalidad local.

El Decanato se realizó en el Centro Cultural del Municipio.

El Arzobispo impartió la formación y los hermanos hicieron numerosas preguntas y comentarios, expresando su disponibilidad de comprometerse más activamente en el trabajo misionero.

En la relación que hicieron los hermanos líderes, se pudo constatar que aunque hay un moderado crecimiento en muchas de las comunidades, hace falta un mayor compromiso en la misión y una mejor organización al interno de muchas de las comunidades.

El arzobispo les animó a superar las limitaciones y a lanzarse con entusiasmo a crear la organización interna que garantice una vida misionera.

Al final de la mañana del 10 de febrero, en el salón número uno de la Cabecera Municipal de Ixcán, El Quiché se celebró la solemne liturgia de ordenación presbiteral del diáconos Jesús Sulvestre.

Jesús es originario de Jacaltenango y ha estado haciendo el EPS en Ixcán desde hace un año.

Además de la presencia de nueve presbíteros, se contó una una multitudinaria presencia de hermanos que llegaron en representación de las diferentes comunidades de Ixcán.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que el ministerio ordenado, tanto del presbítero como del obispo tiene como centro y objetivo primordial la continuada efusión del Espíritu Santo en la Iglesia, especialmente a través de los Sacramentos.

Los hermanos, al igual que los presbíteros presentes, expresaron su alegría por este acontecimiento y con confianza asumieron el compromiso de trabajar con nuevo entusiasmo en la labor misionera.

El viernes 10 por la tarde, el arzobispo hizo una visita a la comunidad de Santiago Ixcán, que también es sede de un centro pastoral, con numerosas comunidades.

El arzobispo felicitó a los hermanos por haber concluido recientemente la construcción del templo en donde, con la ayuda de Dios tendrá su sede una parroquia, en un futuro próximo.

Dentro de la celebración se administró la confirmación y el envío misionero a 22 hermanos, que habían sido cuidadosamente preparados.

El arzobispo durante la homilía explicó la vocación misionera como un elemento fundamental de toda la Renovación Carismática y animó a los hermanos a asumir un compromiso activo para cumplir a cabalidad esta característica de la verdadera Iglesia que fundó el Señor.

El sábado 11 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede provisional de la parroquia de Cristo Rey de Chisec, Alta Verpaz, para presidir la celebración del Decanato del Norte de Alta Verapaz.

Además de miembros de la parroquia de Chisec hubo una pequeña delegación de la parroquia de Raxruhá-Fray Bartolomé de las Casas, que hace parte también de este decanato.

El Arzobispo enfatizó en la formación cuáles son las características de una Iglesia auténticamente misionera y animó a los hermanos a comprometerse activamente en lograr que, renovados por el Espíritu Santo, cada uno de los iembros de la Iglesia se convierta en un auténtico misionero.

Los hermanos hicieron también la presentación de la marcha de las parroquias.

En general no se ha notado un crecimiento fierte, pero las comunidades se han ido consolidando y también han tenido la conversión de varios miembros en las diferentes comunidades.

El arzobispo animó a los hermanos a redoblar el compromiso que han tenido con la misión.

Hacia el final de la mañana, el día once, Mor Santiago Eduardo presidió la solemne liturgia de ordenación presbiterial del diácono Óscar Carranza, para trabajar en la parroquia de Chisec.

El nuevo presbítero había hecho su ejercicio pastoral supervisado precisamente en esta comunidad, de la que ahora, con la ayuda de Dios servirá como párroco.

Para acompañar al nuevo presbítero vinieron desde Honduras sus papás, el párroco local, familiares y amigos, entre los que estaba un coro, que ejecutó algunas canciones.

El arzobispo en la homiía hizo énfasis en la humildad e integridad de vida que debe tener el ministro ordenado, para cumplir la misión que el Señor le confía, la cual consiste fundamentalmente en que, a través de su ministerio, especialmente por el estilo de vida y las celebraciones sacramentales, toda la iglesia pueda vivir en un continuado Pentecostés, por la efusión constante del Espíritu Santo en la vida de los fieles.

Numerosos presbíteros acompañaron al neo-presbítero en ese día tan especial para su vida y para la vida de toda la parroquia de Chisec.

Al caer del día 11, el arzobispo llegó hasta la lejana comunidad de Tamariz, en el Municipio de La Libertad, de El Petén.

En esa ocasión la comunidad estaba celebrando su aniversario, el cual adquirió especial realce por la presencia del Arzobispo, el cual estuvo acompañado por el Padre Marco Antonio Xumux, encargado pastoral de la zona.

Con ocasión de la visita, tres parejas de hermanos contrajeron matrimonio.

Además un grupo numeroso de hermanos hizo la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo felicitó a los hermanos por el entusiasmo con el que trabajan y les animó a redoblar su compromiso, especialmente en el campo de las misiones.

El domingo 12, en Sayajché, el Petén, se celebró el Decanato para los delegados de las comunidades de Petén.

Asistió un numeroso grupo de hermanos al Salon Municipal, lugar en donde se celebró la reunión.

Los hermanos expresaron su gratitud al arzobispo por el impulso que les da la formación que recibieron, para trabajar efectivamente en la renovación de cada uno de los miembros de las comunidades y por mantener la apertur y flexibilidad, para abrir espacios para que todos, de acuerdo a los dones recibidos, puedan crecer en la vida de fe y en el compromiso misionero.

Al final, además de hacer un reporte del estado de las comunidades, varios hermanos también expresaron su disponibilidad a reforzar el compromiso misionero en el futuro.

Para concluir la celebración del Decanato del Petén, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en el mismo salón municipal.

Durante la homilía el arzobispo agradeció a los hermanos toda la disponibilidad que muestran por trabajar con entusiasmo en la viña del Señor y les animó a seguir con el mismo entusiasmo.

La celebración transcurrió en un ambiente de profunda fe y entusiasmo.

El 12 por la tarde, el arzobispo visitó la comunidad de Sechaj dos que, aunque hace parte de la parroquia de Chisec, se encuentra en jurisdicción de Raxruhá.

Mor Santiago Eduardo animó a los hermanos a seguir trabajando con el entusiasmo que les ha caracterizado desde el principio y especialmente a comprometerse activamente en la misión.

Al final de la celebración, por invitación de los hermanos, el arzobispo visitó el lugar en donde han construido el nuevo templo, el cual ya tiene paredes y techo, aunque le faltan aún las terminaciones.

Se trata de un templo muy amplio, signo de la decisión que tienen los hermanos de seguir trabajando incansablemente en la misión y el testimonio cristiano.

El 12, al caer el día, el arzobispo visitó la comunidad de Santo Tomás Purahú, del municipio de Cobán y que hace parte de la parroquia de Balbatzul.

Con ocasión de la visita, se celebró la iniciación cristiana de una niña.

Además, seis hermanos recibieron la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse activamente especialmente en la pastoral con niños y jóvenes, así com a consolidar su proyección misionera.

Los hermanos expresaron su gratitud por la visita al arzobispo y le invitaron a visitarles de nuevo en un futuro próximo.

El martes 14, en Carmona, de Santa María de Jesús, Sacatepéquez, se celebró la reunión del presbiterio de la Vicaría del Centro de Guatemala.

Estuvieron presentes todos los presbíteros, con excepción del Padre Orlando, quien sufría de quebrantos de salud, por un golpe que se ha dado.

Cada uno de los presbíteros presentó cuales son los planes de proyección pastoral y misionera que tiene en su respectivo campo de acción misionera.

El arzobispo informó acerca de su viaje al Medio Oriente, así como de las dificultades que están afrontando la Iglesia a nivel de relaciones internas del Santo Sínodo, habiendo pedido que todos promuevan oraciones, para que las dificultades se puedan resolver cuanto antes.

Dado que la reunión fue el día de la amistad, también se hizo un intercambio de regalos.

El ambiente de la reunión y la comunicación entre todos fueron muy positivas.