El sábado 22, el arzobispo comenzó la visita pastoral a California, visitando la comunidad de El Pescador.

El arzobispo animó a los hermanos a abrirse a tener una experiencia del Señor resucitado y a trabajar con entusiasmo en el testimonio del Evangelio.

La comunidad Nueva Vida ha tenido que encarnar su actitud y espiritualidad de Éxodo.

Debido a una serie de dificultades administrativas, los hermanos tuvieron que dejar el local en el que habían funcionado por más de tres años.

Ante esta dificultad, con la fe firme y el ánimo en alto, se han trasladado temporalmente al mismo lugar en el que se encuentra el apartamento en el que el arzobispo se hospeda cuando visita California.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando aún con mayor entusiasmo y a tratar de anunciar la presencia del Señor resucitado con la fuerza que les da la fe y la experiencia de la misteriosa presencia del Señor en sus vidas.

Se puede notar el entusiasmo con el que los hermanos están tratando de reorganizarse, así como la fe que les anima y la decisión que tiene de mantenerse firmes en su identidad.

El 22 por la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey, en donde los hermanos estaban reunido en una vigilia de oración.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a recibir como propio el mandato de anunciar el Evangelio que el Señor dio a los apóstoles y a organizarse de tal manera que lleven el anuncio con autenticidad y eficacia.

La nimación musical la hicieron los hermanos de la Comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe de Riverside.

Los hermanos, al final, decidieron, inspirados por el Señor, hacer una oración especial por el arzobispo, pidiendo al Señor salud, paz y éxito en el ministerio que le ha sido confiado.

El arzobispo agradeció a los hermanos su espíritu de fe y su decisión a perseverar en la misión que el Señor nos ha confiado a todos, de dar testimonio del Evangelio.

Debido a que el local en donde se reunía la Comunidad Nueva Vida ha sido desocupado y que en donde se ubican actualmente es insuficiente en el espacio, los hermanos de la Comunidad de Adoradores de Cristo Rey ofrecieron las instalaciones de su comunidad para que se celebren las liturgias para servidores y se tengan las formaciones de líderes y las reuniones del consejo pastoral de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Durante la homilía en la liturgia del segundo domingo de Pascua, el arzobispo subrayó que el Señor quiere tener con cada uno de los fieles un encuentro semejante al que tuvo con los apóstoles, para fortalecer la presencia del Espíritu Santo y reafirmar la misión que cada uno tiene.

Explicó cómo esta experiencia de la presencia del Señor es la que transforma la vida y hace que, a pesar de las limitaciones, se pueda tener una transformación, conocimiento y la capacidad de dar testimonio eficaz del Evangelio.

Los hermanos participaron con entusiasmo y alegría.

El domingo 23, a media mañana, comenzó el arzobispo la formación para los líderes, servidores y algunos fieles de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Participó un buen número de servidores de las tres comunidades que están activas en la parroquia.

Se vivió un espíritu de alegría, de profunda fe, así como de interés.

El tema específico que se desarrollo fue el referente a las consecuencias e implicaciones de mantener la fidelidad a la enseñanza de los apóstoles.

El arzobispo resumió estos aspectos en tres dimensiones: una fe viva, fundada en el testimonio del Espíritu Santo en el corazón de cada fiel; una vida centrada y alimentada en torno a los sacramentos, especialmente la Eucaristía; un amor operante y eficaz, que va más allá de todas las limitaciones y es capaz de preservar la unidad en la comunión profunda y en la fidelidad al Evangelio.

El domingo 23, al medio día, se celebró la reunión de Consejo de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Los hermanos representantes de las tres comunidades que pertenecen activamente a la parroquia, presentaron la situación de cada una de las comunidades.

En síntesis se nota que, a pesar de los desafíos, se tiene una experiencia de unidad, de comunión, de pertrenencia a la Iglesia y a la parroquia, así como la disponibilidad de perseverar y tratar de dar testimonio con fidelidad.

El arzobispo exhortó a seguir trabajando con mayor interés, fe y entusiasmo, a lo cual los hermanos respondieron con total disponibilidad.

El domingo 23 por la tarde, en la sede temporal de la comunidad, el arzobispo se reunión con miembros del consejo de la Comunidad Nueva Vida.

La primera cuestión abordada fue informar al arzobispo del proceso que se siguió durante el mes y que llevó, desde entregar el antiguo local enq ue se ubicaba la comunidad, hasta su ubicación en la actual sede, junto al apartamento en el que se hospeda el arzobispo en California.

También presentaron al arzobispo el proyecto que tienen para el futuro.

A nivel espiritual y pastoral está el de perseverar incondicionalmente y el de tratar de consolidarse, identificarse más profundamente y dar testimonio del Señor.

Desde el punto de vista del local, está el de tocar puertas y realizar gestiones que les permita llegar a conseguir un local que se propiedad de la parroquia y en el cual se pueda tener la estabilidad que todos desean.

El arzobispo bendijo las iniciaciativas de los hermanos y les animó a perseverar en sus propósitos y a tratar de vivir con especial intensidad el misterio de la Pascua del Señor.

El 23 por la tarde, en la sede de la Comunidad Nuestra Señora de Guadalupe de Riverside, el arzobispo tuvo una reunión con un buen grupo de hermanos de la comunidad, para dialogar, responder a sus inquietudes y orientarles en diferentes cuestiones.

Ante todo, se ha determinado que en futuro se seguirá teniendo esta reunión durante todas las visitas, antes del comienzo de la Divina Liturgia.

Los hermanos comentaron acerca de la forma en la que celebraron la Gran Cauresma y la pasión, muerte y resurrección del Señor.

A propósito de esto, surgieron algunas preguntas acerca de las competencias que tienen los ministros ante la ausencia de presbítero. El arzobispo explicó que siempre que no se trate de la celebración de sacramentos que es competencia exclusiva del obispo y de los presbíteros, los fieles, en base al sacerdocio bautismal, pueden ejercer la mayoría de funciones y ceremonias de animación de la comunidad.

También abordó algunas cuestiones canónicas respecto a la comunión y a la celebración de matrimonios.

Los hermanos se notan muy animados y con gran disponibilidad a seguir trabajando con entusiasmo en la vida y crecimiento de la comunidad.

La actividad de la visita pastoral del arzobispo a California culminó con la celebración de la Divina Liturgia con la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe en Riverside.

Durante la homilía, el arzobispo explicó en qué consiste la fe y cómo se conoce por el establecimiento de una relación de comunión activa con el Señor, capaz de transformar totalmente la vida y de generar un comrpomiso misionero eficaz.

Los hermanos reiteraron su compromiso de seguimiento y entrega al Señor.

Al final uno de los hermanos hizo una oración de intercesión fuerte y el arzobispo bendijo el agua y roció a los hermanos, recordando la gracia del bautismo.

El jueves 27, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad Unción del Espíritu Santo, de Santiago Atitlán, Sololá.

Los hermanos, con ocasión de la visita del arzobispo, habían preparado dos matrimonios: Diego y María y Nicolás y Juana.

La primera pareja se trata de hermanos que se convirtieron a la Iglesia al comienzo del año. En la visita anterior, se bautizaron sus hijos adultos y ahora trajeron la gracia del sacramento del matrimonio a su familia.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a renovar sus vidas dentro del marco de la experiencia de pascua que se está viviendo y animó a los esposos a dar testimonio de su fe.

La comunidad sigue creciendo y tiene diferentes programas para tratar de servir a sus miembros y animar a quienes aún no lo son.

El viernes 28 por la mañana, el arzobispo visitó la sede parroquial de Cuilco, en donde se celebró el decanato del occidente de Hueheutenango.

Debido a diferentes problemas de actividades laborales, la participación de los hermanos no fue muy numerosa, sin embargo, quienes participaron expresaron su alegría, satisfacción y deseo de seguir trabajando intensamente en la Iglesia.

Especialmente el consejo pastoral, así como el Padre Ángel, se muestran muy entusiasmado en dar testimonio misionero y lograr que todas las comunidades tengan ese mismo perfil.

El arzobispo en la formación y ulteriores preguntas, animó a los hermanos a emprender un auténtico camino de profundización espiritual y de una mejor organización y proyección misionera de las comunidades.

El viernes 28 por la tarde, acompañado por los miembros del consejo parroquial de Cuilco, el arzobispo visitó la comunidad de Chuitún, del Municipio de Concepción Tutuapa, San Marcos.

La visita dio inicio con un largo tiempo de formación, orientado especialmente a responder a una serie de preguntas que tenían varios de los hermanos.

Fuertemente influenciados por una mentalidad protestante, algunos de los hermanos tenían dudas sobre algunos de los signos de la Iglesia, así como de cuestiones relacionadas con la praxis sacramental.

El arzobispo, con fudamento en las Sagradas Escrituras, fue respondiendo cada una de las preguntas que le plantearon, hasta que los hermanos expresaron su satisfacción por las clarificaciones que habían recibido.

Los hermanos agradecieron la formación y asumieron el compromiso de dedicarse con mayor empeño a la organización de la comunidad y al testimonio misionero.

Terminada la formación, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, con la que los hermanos quisieron dar gracias al Señor por llegar a un aniversario más de la joven comunidad.

Llegaron delegados de las comunidades de Pozunicapa Grande y de Pozunicapa Chiquito, también de la parroquia Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco.

El ministerio que animó la celebración fue el de el Injertal, de Cuilco.

Después de la Liturgia los hermanos iniciaron una vigilia que se prolongó a lo largo de la noche, en la que dieron gracias al Señor y pidieron su gracia y fortaleza.

El arzobispo exhortó a los hermanos a dejar atrás sus vacilaciones, que son lo que les ha impedido crecer con dinamismo y a lanzarse realmente a vivir su fe y a dar testimonio de ella a los demás.

El sábado 29 de abril, con la presencia de más de un centenar de hermanos, se celebró el decanato-asamblea del sur de Huehuetenango.

Estuvieron participando en el Decanato los padres Pedro Martínez, Yaider Jiménez y José Manuel Castro, así como los seminaristas José Luís y Matías.

El arzobispo impartió la formación con claridad y al final numerosos hermanos expresaron no solo su agradecimiento, sino también el entusiasmo que sienten a ponerla en práctica.

Durante la presentación que se hizo de la forma en que se está viviendo en las direrentes parroquias, centros pastorales y capellanías, se pudo notar que, a pesar de los retos y dificultades que no faltan, se está experimentando un sostenido crecimiento en casi todos los lugares.

En el futuro próximo los esfuerzos se están centrando en torno a la pastoral infantil y juvenil, que se quiere implementar en todas las comunidades progresivamente,

El sábado 29 por la noche, el arzobispo visitó la comunidad de El Rodeo, Malacatancito, Huehuetenango.

Con la misa, dio inicio una vigilia de oración, que se prolongaría hasta media noche.

Dentro de la celebración litúrgica, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a Rosendo Estuardo, hijo del coordinador del ministerio de música de la comunidad.

El arzobispo animó a los hermanos a adentrarse en la experiencia de la resurrección del Señor en sus vidas, para experimentar una transformación personal similar a la que vivieron los apóstoles y, de esa manera, cumplir con eficacia la misión que el Señor nos ha confiado.

Los hermanos agradecieron la visita, por medio del coordinador de la comunidad, hermano Juan Juventino y aseguraron al arzobispo que le acompañarán con sus oraciones.

El tercer domingo de pascua, 30 de abril, el arzobispo comenzó su actividad pastoral en la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes.

La hijita de una familia de hermanos recibió los sacramentos de la iniciación cristiana.

Durante la homilía, a la luz de la narración de los discípulos de Emaús, el arzobispo hizo énfasis en que, a través de la Eucaristía, es como la presencia de Cristo Resucitado sigue actuando en la Iglesia, pues es a través de este sacramento, que el Espíritu Santo se derrama incesantemente en la comunidad cristiana.

Animó a los hermanos a superar las dificultades que han estado afrontando y a profundizar en la experiencia de presencia del Señor, para poder responder con eficacia a la llamada que el Señor hace y a la misión que nos ha confiado.

Después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo tuvo una reunión de formación y de reorganización con los hermanos que estaban presentes.

El primer punto que se trató, fue el de organizar a la comunidad: Se determinó que el hermano Segundo y su esposa serán los asesores de la comunidad. El hermano Venancia será el Coordinador; el hermano Hugo el encargado del Ministerio de Música y del trabajo con los niños y jóvenes; la hermana María será Secretaria y la hermana Vicenta vocal.

Ellos se comprometieron a elaborar un plan de trabajo a la mayor brevedad, para poder responder a las inquietudes de los hermanos y para asegurar la estabilidad y cerecimiento de la comunidad.

El arzobispo exhortó a los hermanos a trabajar con todo el entusiasmo e intensidad y a esforzarse por darle a la comunidad el perfil misionero que debe caracterizar a todas nuestras comunidades.