El sábado 11, el arzobispo inició la visita pastoral a la parroquia de San Miguel Arcángel, impartiendo la formación a los hermanos que están participando en la Escuela de Teología y Ministerio Santiago Baradeo.

La formación impartida giró en torno a la Historia de la Salvación y específicamente, al Antiguo Testamento.

Los alumnos que participan, progresivamente están comenzando a profundizar en la temática que se imparte y, a pesar de las dificultades que afrontan, muestran mucho interés y dedicación.

El sábado, al caer el día, el arzobispo visitó un Salón Comunal ubicado entre las calles Vermont y 81, en donde la comunidad Vida Nueva, había organizado un evento especial de animaciónm y alabanza.

La celebración comenzó con la celebración de la divina Liturgia.

El arzobispo, durante la homilía hizo énfasis en la urgencia de morir a sí mismos, para ser auténticos discípulos de Cristo y para que todo lo se emprenda llegue a buen fin.

También recordó a los hermanos acerca de la urgencia de comprometerse a dar testimonio de vida, como punto de partida para cualquier otro trabajo misionero.

El sábado 11 por la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey, ubicada en la sexta calle, del centro de Los Ángeles.

Esta comunidad ha crecido sostenidamente durante el último período de tiempo, gracias a la apertura que ha mostrado hacia quienes se han incorporado, así como a la coordinación que es participativa.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo en vivir la fe y a tratar de dar testimonio del Evangelio, especialmente con la forma de vida.

El sábado once, dentro del marco de una vigilia, el arzobispo presidió la celebración de la Liturgia con el ministerio de El Pescador, de Los Ángeles.

A pesar de los desafíos que han afrontado, el coordinador del ministerio expresó al arzobispo que se encuentran muy animados y que están en proceso de consolidación.

El arzobispo animó a los hermanos a esforzarse por vivir en constante discernimiento, de manera que cumplan en todo lo que es la voluntad del Señor y no los propios proyectos, para asegurarse el éxito en todo lo que se planifica y la realización personal, familiar y comunitaria.

El domingo 12 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey, en donde se celebró la Divina Liturgia para delegados y servidores de las tres comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

El arzobispo señaló su satisfacción porque progresivamente, el número de participantes en esta Divina Liturgia se ha venido incrementando.

Durante la homilía animó a los hermanos a mantener la constante vigilancia, para estar listos a recibir al Señor, que vine a derramar su Espíritu Santo en el corazón de quienes están dispuestos y vigilantes para recibirlo.

Hacia media mañana, el arzobispo tuvo la formación para los servidores de las tres comunidades que forman la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles.

Se trató de la cuarta y última sesión sobre los fundamentos bíblicos del bautismo cristiana y la forma de administrarlo. A lo largo de la formación, el arzobispo señaló que el bautismo cristiano, más que relacionarlo con el que administró Juan Bautisma o incluso el que recibió Jesús, hay que relacionarlo con la circuncisión hecha por la mano de Dios, que se había prometido en el Antiguo Testamento y que, en Cristo se vino a cumplir, a través de la efusión del Espíritu Santo.

Los hermanos también tuvieron tiempo para plantear diferentes preguntas y la formación se desarrolló en un ambiente muy positivo y de gran interés.

Hacia el medio día, se celebró la reunión del Consejo Pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles.

Se comenzó con la presentación del informe de cada una de las comunidades.

Seguidamente se planificó que la próxima reunión se celebrará el viernes 8 de diciembre, en el lugar en donde reside el arzobispo cuando visita Los Ángeles, pues el domingo, la comunidad de Riverside, se encuentra de aniversario.

En esa reunión se tratará acerca de la conveniencia de celebrar anualmente una actividad pública, con la participación de las comunidades de la parroquia, así como de un retiro de profundización espiritual y de proyección pastoral.

Los hermanos se muestran dispuestos a tratar de encontrar formas más eficientes para vivir la fe y tratar de cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El domingo 12, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe de Riverside, California, para tener una reunión e impartir la formación.

En la reunión se afinaron los detalles de las actividades que se realizarán con ocasión del aniversario de la Comunidad el domingo 10 de Diciembre.

La formación coincidió con la que se impartió a los servidores de la parroquia ese mismo día por la mañana. Al final de la misma, los hermanos hicieron una serie de preguntas referentes a aspectos concretos sobre la administración del bautismo, así como a objeciones que otras denominaciones cristianas plantean reaspecto al bautismo.

El domingo 12 por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos de la Comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe de Riverside, California.

Durante la homilía el arzobispo explicó que la figura de la Sabiduría, como don de Dios, en el Antiguo Testamento, corresponde con lo que realiza el Espíritu Santo en la vida del cristiano.

Por eso, animó a los hermanos a estar vigilantes para que, iluminados por el Espíritu y estando dispuestos a recibirlo cuando se derrama en la vida del creyente, se puedan realizar las obras que el Señor espera de cada uno de sus discípulos.

También animó a los hermanos a fotalecer su compromiso y su proyección misionera.

El martes 14 de Noviembre, en el Centro de Formación de Altos de Jumaj, Huehuetenango, se celebró la reunión del presbiterio de la Vicaría Pastoral de Huehuetenango.

Todos los presbíteros participaron, aunque alguno llegara con retraso.

Durante la reunión se abordó el tema del inapreciable don que significa ser parte de la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía y de la fidelidad en la fe y en la liturgia que se debe mantener, así como la urgencia de fortalecer nuestra identidad como Arquidiócesis de Centro América, de rito occidental.

Cada uno de los presbíteros hizo la presentación de la forma en la que están marchando las diferentes parroquias y centros pastorales. En general, el balance fue muy positivo y se ha podido constatar que en manera progresiva, la comunidades van fortaleciéndose en número y en identidad.

Seguidamente se desarrolló la cuestión del futuro de la Arquidiócesis en general y de la vicaría en especial. Se habló de la orgencia de pasar de una organización estática a ser una iglesia que toma en serio su compromiso de generar compromiso, recursos y proyectos pastorales y misioneros.

Finalmente se estableció que la próxima reunión de Vicaría será en el mes de marzo, en el Centro de Formación y que la misa presbiteral se celebrará en la parroquia de San Mateo Apóstol, el martes santo del año entrante.

Toda la reunión se desarrolló en un espíritu muy fraterno y participativo.

Después de la reunión del presbiterio, todos los presbíteros permanecieron durante algún tiempo, junto al arzobispo, para compartir los alimentos y convivir.

En general, en toda la reunión se pudo respirar un ambiente de serenidad, de paz y de recíproca aceptación.

El arzobispo agradeció a los presbíteros su participación, su dedicación y la eficacia con la que desarrollan su ministerio y les animó a tratar de responder cada día con audacia, con sabiduría y con un renovado espíritu de fidelidad y de proyección misionera.

El miércoles 15 de noviembre. Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de la Vega, del Municipio de Colotenango, del Departamento de Huehuetenango.

Un número grande de fieles, representantes de las diferentes comunidades que forman el hasta entonces Centro Pastoral de San Ignacio de Antioquía, con sede en la Vega de Colotenango, se dieron cita delante de la casa en la que reside el presbítero, para emprender una caminata, acompañando al arzobispo hasta el templo de la comunidad.

La ocasión de la reunión, la participación entusiasta y toda la preparación respondía a que ese día se planificó la creación canónica de la parroquia de San Ignacio de Antioquía, al elevar a tal estatus al Centro Pastoral del mismo nombre.

Los hermanos emprendieron la marcha, animado por cánticos y otras expresiones de fervor y alegría, hasta el templo, en donde tendrá su sede la nueva parroquia.

El jueves 15, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en el templo de La Vega, Colotenango, Huehuetenango.

Durante la homilía el arzobispo explicó que la creación de una parroquia implica el reconocimiento de que una comunión de comunidades ha alcanzado una cierta madurez que le permite asumir los derechos y responsabilidades propias de la Iglesia, tanto en lo que se refiere a la vida sacramental como a la estabilidad y a la proyección misionera.

Después de la homilía el arzobispo leyó el decreto por el que se creó la parroquia de San Ignacio de Antioquía, abarcando los municipios de Colotenango, San Gaspar Ixchil y comunidades de Ixtahuacán y Concepción Tutuapa, San Marcos.

Entregó los decretos al presidente del Consejo y al secretario y los libros de Registro Sacramental al párroco, Padre José Raúl López Mazariegos. Además participaron en la celebración los Padre José Alfredo Hernández, José Manuel Castro y Francisco Pastrana.

Se contó con una numerosa participación de fieles que expresaron su disponibilidad y decisión de asumir todos los compromisos que conlleva el ser elevado a la figura canónica de parroquia.

El quince por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Racaná, del Centro Pastoral de Santa María Chiquimula, para la celebración de la Divina Liturgia y la administración de la confirmación y el envío misionero.

Estuvo presente para recibir al arzobispo el Padre Santo Acosta Sol, responsable pastoral del Centro Pastoral.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en la importancia de seguir con absoluta fidelidad al Señor y entregarse a su servicio como la Virgen María, para alcanzar la fecundidad de vida y la realización.

También exhortó a todos los hermanos a compartir con quienes aún no tienen el pan de la renovación este precioso don, que nos ha sido confiado.

Los hermanos estuvieron muy alegres y participaron con provecho y profunda piedad.

El jueves 16 de agosto, se celebró la reunión de planificación del proyecto de formación para el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, durante el año 2018.

La reunión fue presidida por el arzobispo y participaron los diáconos Maxi Samol y Juan Arcadio Cuc, así como el epesista José Ramón Espinal.

Se reafirmó como método de formación el fundamentado en los criterios de la responsabilidad y la libertad.

Se determinó que se formarán cuatro unidades formativas, siendo cada uno de los formadores el responsable de cada una de ellas. En estas unidades será en donde se planifique y se dé seguimiento a la formación espiritual, humana, académica y pastoral.

Además se determinó la manera en que se distribuirán las tutorías y otra serie de aspectos relacionados con el proyecto de formación.

Se espera que estas iniciativas ayuden a que el proceso de formación sea más serie y alcance mejores frutos en todos los aspectos de la formación.

El jueves 16, a las 22.40, después de una larga enfermedad, el Padre Gildardo Ramírez, entregó su espíritu en las manos del Señor y participó plenamente de la Resurrección del Señor.

El Padre Gildardo nació en Jutiapa el 20 de julio de 1951. Se ordenó de presbítero el 27 de octubre de 2009, en el Centro de Formación de Huehuetenango.

Durante algunos años estuvo ejerciendo el ministerio en la Parroquia de San Miguel Arcángel, Tzanixnam, Totonicapán, hasta que, debido a una enfermedad, tuvo que jubilarse y se retiró al Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, en donde pasó los últimos años de su vida terrenal, colaborando en la Dirección Espiritual.

El año pasado se le detectó una deficiencia cardíaca, lo que motivo una operación a corazón abierto el 3 de julio. Eso, a su vez generó una insuficiencia renal que fue lo que, finalmente le causo un paro cardíaco.

El Padre Gildardo en los últimos años se había dedicado a la oración y se había entregado en las manos del Señor, estando siempre disponible a colaborar en todo lo que estuviera a su alcance y expresando un sentido de profunda obediencia hacia el arzobispo.

Descanse en paz.

El sábado 18, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, se celebró la tercera asamblea de la Vicaría del Centro de Guatemala, con la participación de representantes delegados de las parroquias y centros pastorales del área que abarca esta Vicaría, incluyendo El Salvador.

El tema de la asamblea fue: El modelo catequético de Jesús.

Después de la bienvenida y de las oraciones respectivas, el arzobispo tuvo a su cargo la ponencia central de la Asamblea.

En la misma hizo énfasis en la estrecha relación que existe entre el Evangelio y toda la misión de la Iglesia, por lo que abarca también todo tipo de ministerio y de enseñanza.

También enfatizó que, a ejemplo de Jesús, el catequista debe partir de su experiencia de fe y de relación viva con el Señor, para que su enseñanza tenga validez y produzca los frutos esperados.

Después de la ponencia del arzobispo, los participantes, presididos por los presbíteros y diáconos, se reunieron en ocho grupos de discusión.

El tema central de discusión de los grupos fue el tratar de dialogar sobre el contenido de la ponencia, aplicarla a la realidad concreta y sacar una o dos preguntas que serían planteadas más tarde.

El ambiente en que se desarrolló esta etapa fue muy positivo, hasta el punto que, algunos de los métodos empleados, se utilizarán en la próxima reunión de Decanato.

A pesar del breve tiempo que duró la asamblea, también se dieron tiempos dentro de ella, para que compartieran los delegados de las diferentes parroquias

Esto facilitó, desde el inicio, la comunicación y también va ayudando para que se puedan establecer mayores vínculos de comunión y se desarrolle mejor el espíritu de pastoral de conjunto.

En horas de la tarde, cada uno de los ocho grupos hizo la presentación de una pregunta en la que se sintetizaban las inquietudes de cada uno de los círculos de discusión.

Después de hacer la presentación de las preguntas fundamentales, se desarrolló la segunda ponencia, como respuesta a las preguntas que fueron planteadas por los grupos.

El arzobispo fue respondiendo a cada una de las inquietudes.

Esta dinámica ayudó a que los participantes tuvieran mayor interés y, a lo que parece, se obtuvieron más frutos, que se esperan sirvan para animar la implementación de una catequesis más acorde con el modelo de Jesús.

La asamblea concluyó con la celebración de la Divina Liturgia presidida por el arzobispo.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los participantes que tuvieron necesidad de acercarse al sacramento.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en la urgencia de profundizar en la relación con el Señor, para capacitarse, de una mejor manera al cumplimiento de la misión de catequistas.

También subrayó el carácter básicamente vital que tiene la Buena Nueva del Señor e instó a todos a tratar de implementar en todos los niveles y en todos los ministerios de la Arquidiócesis, precisamente las actitudes fundamentales de Jesús, para tener fecundidad en todo el trabajo que se realice.

El domingo 19 por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del Decanato del Departamento de El Petén, en la cabecera municipal de Sayajché.

La reunión se realizó en una nueva construcción que ha hecho un hermano y en cuyo centro, tiene actualmente su sede la comunidad de esa población.

El arzobispo impartió la formación sobre el Bautismo y luego los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear las diferentes cuestiones que tenían sobre diversos temas.

Al final los hermanos hicieron la presentación de la marcha de las parroquias y centros pastorales.

En general en el área de Petén, cuya atención pastoral está a cargo del Padre Marco Antonio Xumux, se ha notado un sostenido crecimiento. Este se ha dado especialmente entre hermanos de lengua castellana.

Hacia el medio día del dominto 19, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos participantes en el decanato y algunos otros fieles de la comunidad local.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar su vivencia de comunión con el Señor y a darse cuenta de la responsabilidad que se tiene de dar testimonio del Evangelio a todos los que aún no han renovado su vida.

El ambiente de la celebración estuvo cargado de piedad y de una profunda experiencia de la presencia del Señor.

Los hermanos salieron muy animados a tratar de dar testimonio del Evangelio y a anunciar el Evangelio a todas las personas.

El domingo 19 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santo Domingo, del Municipio de Fray Bartolomé de las Casas y de la parroquia de San Fernando, Sayajché.

Se trató de la primera visita a la comunidad, que apenas se ha integrado a la Iglesia hace pocos meses.

Con ocasión de la visita se administró la confirmación y el envío misionero a un buen número de hermanos.

Los hermanos compartieron con el arzobispo acerca de la gran alegría que sienten por haber sido elegidos por el Señor a ser parte de la Santa Iglesia.

El arzobispo animó a los hermanos a perseverar firmes en la fe y a tratar de llevar el Evangelio a todos los que áun no han renovado su vida.

El lunes 20 por la mañana, en el centro misionero de Veracruz, Ixcán, El Quiché se celebró el decanato del norte de ese departamento, con la participación muy numerosa de hermanos, provenientes de la mayoría de comunidades de la zona.

El arzobispo hizo la presentación de la formación que estaba preparada, con gran provecho e interés de todos los hermanos, que agradecieron la formación.

Durante la presentación que hicieron las comunidades y centros pastorales y parroquiales, se pudo notar la alegría que se tiene, la profunda identificación con la Iglesia y el crecimiento que, aunque es pequeño es sostenido.

Los padres Robinson y Jesús, que trabajan pastoralmente en esta área, también hicieron la presentación, señalando logros y dificultades.

El lunes 20 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Pueblo nuevo, Ixcán, para presidir la celebración de la Divina Liturgia.

La celebración inició con la administración del sacramento de la reconciliación a quienes tuvieron necesidad de recibirlo.

Dentro del marco de la celebración, un número de hermanos de la comunidad recibió la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos inherentes al don que se les dio y los hermanos expresaron su disponibilidad sincera de cumplirlos con fidelidad.

Al caer del día lunes 20, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Edén, de Icán, El Quiché.

Los hermanos recibieron al arzobispo con gran alegría, esperando la renovación de su fe.

Durante la homilía el arzobispo recordó a los hermanos la obligación que se tiene de dar testimonio de la fe, como parte integral de la mismo llamada y espiritualidad que se ha recibido.

Después de la homilía el arzobispo oró por todos los servidores y líderes de la comunidad, para pedir al Señor que dé fortaleza para vivir en plenitud los rasgos de la Iglesia Primitiva, especialmente a través de un amor intenso e incondicional y del testimonio misionero.

El martes 21, el arzobispo llegó por la mañana hasta la sede provisional de la parroquia de Chisec, en donde se habían dado cita delegados de la parroquia local y de la parroquia Exaltación del Señor de Raxruha y Fray Bartolomé de las Casas.

Se dialogó de la importancia de la celebración del decanato y los líderes se comprometieron a animar la participación de más hermanos para que vayan formándose y profundizando en la vida e identidad de la Iglesia.

Durante la presentación por comunidades se habló del crecimiento que se ha experimentado en diferentes lugares y de algunos desafíos que se han logrado afrontar y se están resolviendo.

Participaron los Padre Oscar Carranza y Gustavo Pineda.

El martes 21 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Sehix, de la parroquia de Chisec, acompañado por el Padre Óscar Carranza.

Se trató de la primera visita a la comunidad.

Los hermanos recibieron gozos al arzobispo y durante la celebración de la liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de hermanos.

El arzobispo animó a todos a vivir con profunda radicalidad y generosidad la vocación cristiana y a tratar de dar testimonio del Evangelio a todos los que aún no han renovado su vida.