El primero de diciembre, el arzobispo llegó hasta la comunidad central de Tziminas, San Sebastián Huehuetenango, para visitar a los hermanos de las diferentes comunidades.

La visita comenzó con una reunión en la que la mayoría de miembros de la comunidad central de Tziminas pidió que se les autorizara iniciar una nueva comunidad en el área conocida como Nueva Esperanza, dado que ellos tenían que caminar más de una hora para poder llegar hasta la comunidad central.

A pesar de la oposición del líder de la comunidad central, dado que perdería la mayoría de sus miembros, se consideró que la solicitud hecha por los hermanos de la Nueva Esperanza era justa, por lo que se decidió acceder a su petición y, al mismo tiempo, se ofreció al lídere de la comunidad central que, si lo deseaba, se le daría todo el apoyo para que pueda fortalecer la comunidad, a través de programas de orientación misionera. Él manifestó que tomará en consideración el ofrecimiento y que dará una respuesta en el futuro próximo.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Misa con los hermanos de la nueva comunidad de la Nueva Esperanza y los de la comunidad central de Tziminas en el templo de Tziminas, de San Sebastián Huehuetenango.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que es urgente prepararse para la llegada del Señor que, a través de su Espíritu viene a renovar todo y nos ha elegido para ser testigos de la llegada de su Reino.

También se oró por los líderes que quedarán en la comunidad de Tziminas central, para pedir al Señor que les dé fortaleza y perseverancia en la misión que les confía.

El viernes primero diciembre, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la nueva comunidad de Tziminas, en donde presidió la celebración de la liturgia.

Se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños, cuyos padres y padrinos, habían sido preparados con antelación.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a comprometerse en vivir con mayor radicalidad la vida cristiana. Les urgió a que todos, de acuerdo a su edad y necesidades, traten de regularizar su situación espiritual, preparándose y recibiendo los sacramentos que les corresponde.

Los hermanos expresaron su alegría y gratitud por la visita y se comprometieron a tratar de trabajar con mayor organización, seriedad y perseverancia en el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado.

El primero de diciembre por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Mapa, del municipio de San Sebastián Huehuetenango, Huehuetenango.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la extrema unción de los enfermos a un anciano, padre de los líderes de la comunidad, que además de estar de avanzada edad, se encuentra enfermo.

Luego el arzobispo presidió la celebración de la Liturgia en la casa de oración provisional que tienen los hermanos.

De hecho, han concluido el levantado de las paredes y colocado el techo de un hermoso y amplio templo, pero aún no se han trasladado al nuevo local, porque le falta la colocación de puertas y ventanas.

El arzobispo animó a los hermanos a que, en el tiempo de preparación para la celebración de la Navidad, se trate de preparar el corazón de cada uno para que, por la acción del Espíritu Santo, el Señor esté vivo y presente en cada uno y, de esa manera, se pueda dar testimonio del Evangelio.

El sábado 2, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Quiajolá, en donde se habían dado cita la mayoría de servidores de las diferentes comunidades que conforman el centro pastoral de San Sebastián Huehuetenango.

Después de la oración inicial, los hermanos dialogaron acerca del futuro del centro pastoral y, específicamente de la presencia de un epesista el año venidero.

Después de dialogar, se llegó a la conclusión de que el mismo servirá a todas las comunidades que estén anuentes a contar con su apoyo y que las que consideren que no necesitan este apoyo, se limitarán simplemente a contar con los servicios sacramentales cuando sea necesario.

El arzobispo impartió la formación y los hermanos tuvieron tiempo para plantear una serie de preguntas referentes a los criterios para la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana.

El sábado, después del medio día, el arzobispo presidió la celebración en el templo de Quiajolá, San Sebastián Huehuetenango, dedicada especialmente a las servidoras de la comunidad local.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en la urgencia de estar vigilantes, para poder responder a la llamada del Señor y reconocer su presencia en medio de todos.

También animó a las hermanas a tratar de cumplir con diligencia y compromiso los diferentes ministerios que les son confiados, para que se consolide la comunidad y se cumpla la misión que hemos recibido.

El sábado 2, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Txejoj de San Sebastián Huehuetenango, ubicada en la cima de los Cuchumatanes.

Con ocasión de la visita, además de la celebración de la Divina Liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a una niña.

El arzobispo animó a los hermanos a emprender el camino del adviento con espíritu de fe y con auténtico compromiso, para poder celebrar el nacimiento del Señor, como un hecho real, en la vida de cada creyente.

El sábado 2 por la noche, el arzobispo llegó hasta la lejana comunidad de Tuisquisal, del Municipio de San Sebastián, Huehuetenango.

Durante la celebración de la liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cuatro niños, hijos de los miembros de la comunidad.

Al final de la celebración el arzobispo hizo la bendición del lugar en donde está ubicada la casa de oración que, el hermano Reynaldo, coordinador local, ha decidido de donar para que pueda quedar exclusivamente como templo.

Los hermanos también expresaron su deseo de remodelar la edificación, para que pueda cumplir de la mejor manera posible su nuevo rol.

El arzobispo animó a los hermanos a tratar de organizarse en una forma más adecuada y de consolidar su proyección misionera, para que puedan tener la proyección que se requiere.

El domingo 3, el arzobispo inició las actividades pastorales, visitando la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes, de Huehuetenango.

Con ocasión de la visita del arzobispo cuatro niños recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo hizo énfasis en la homilía, en la importancia de tomar en serio la preparación durante el tiempo del Adviento, para poder abrirse al reconocimiento de la llegada del Señor en la vida cotidiana.

También animó a los hermanos a tratar de consolidar su organización y el trabajo misionero, para poder llegar a todos los que se ha sido enviado.

El domingo, al final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de San Nicolás, del altiplano del municipio de Chiantla, Huehuetenango.

Esta comunidad, constituida en capellanía, es el centro de varias comunidades que, esperan, en breve tiempo, poder ser reconocidas formalmente como Centro Pastoral y, eventualmente, en el futuro, como parroquia.

Dentro de la celebración de la Liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a cuatro hermanos, a quienes el arzobispo recordó insistentemente la urgencia de comprometerse a vivir y a trabajar como los hicieron los primeros cristianos.

Dentro de la misa también se recordó al hermano Rigoberto García, uno de los fundadores de la comunidad y padre de varios de los dirigentes de la comunidad, y quien, en forma no esperada, había fallecido cinco días antes.

El domingo, al caer del día, el arzobispo llegó hasta la Costa Sur de Guatemala, para visitar la comunidad de Pajales, Anexo Dos, del Municipio de San Andrés Villa Seca, Retalhuleu.

Loss hermanos de esta comunidad, a pesar de ser muy pobres, han logrado construir un hermoso templo, del que han terminado las paredes y el techo.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar la vida de oración en este tiempo del Adviente y también a consolidar la proyección misionera.

Los hermanos agradecieron al arzobispo la visita y mostraron su disponibilidad por asumir seriamente las recomendaciones del arzobispo.

El domingo 3, por la noche, el arzobispo acabó su ministerio pastoral del día, visitando la comunidad del centro de Cuyotenango de Suchitepéquez.

Dentro de la celebración de la Divina Liturgia, cuatro niños hicieron la comunión solemne.

El arzobispo animó a los hermanos a aprovechar el tiempo del Adviento para profundizar en la fe y en el compromiso de oración y de proyección misionera, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El lunes 4, de mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Yoxajá, de la Boca Costa del municipio de Nahualá, Sololá.

Los hermanos habían preparado adecuadamente a un grupo de niños quienes hicieron su primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la organización que tienen y les animó a seguir adelante, dando testimonio del Evangelio y tratando de que nuevos hermanos y comunidades renueven su vida.

Los hermanos agradecieron la visita al arzobispo y se mostraron listos a cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El lunes 4, a media mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Xojolá, del Municipio de Nahualá, Sololá, ubicada en la Boca Costa, arriba de Suchitepéquez.

Los hermanos habían adornado esmeradamente el pequeño templo, que se encontraba totalmente abarrotado de fieles.

Con ocasión de la visita del arzobispo, se celebró una boda y tres comuniones solemnes.

Se trató del primer matrimonio celebrado en esta pequeña comunidad.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su compromiso y les animó a seguir constantemente tratando de asumir con toda seriedad la proyección misionera que es parte inherente de nuestra identidad.

El lunes 4, después del medio día, el arzobispo presidió una misa, para pedir por los enfermos y ungir con el óleo santo a quienes lo necesitaban, en la comunidad de Nahualate, Chicacao, Suchitepéquez.

Para los hermanos, con la celebración de la liturgia se concluía un ayuno que, como todos los lunes, celebran durante medio día, para pedir la conversión y, para mucho, para alcanzar la sanidad corporal y espiritual.

El arzobispo animó a los hermanos a tratar de que junto a la oración por la sanidad, unan también una actitud de apertura al Señor y de disponbilidad para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El lunes 4, el arzobispo se reunión con líderes de las cinco comunidades que existen en la Boca Costa y la Costa Sur de Guatemala, en Nahualate, Chicacao, Suchitepéquez.

Se dialogó sobre el calendario que se tendrá en el primer trimestre del año 2018.

También se habló sobre la próxima llegada de un epesista que, eventualmente, al ordenarse de presbítero, se hará cargo de la atención pastoral ordinaria de esta región.

También, dentro del programa de formación, se dialogó sobre el bautismo, sus fundamentos bíblicos, su administración y otros aspectos, referentes a la concepción que otros grupos religiosos tienen respecto a la administración de este sacramento.

El miércoles 6 de diciembre, Mor Santiago Eduardo llegó hasta un albergue de la Dirección General de Migración, para visitar a tres hermanos sirios, que están buscando refugio en Guatemala.

Dos de ellos pertenecen al Patriarcado Siro-católico y el tercero a nuestro Patriarcado Siro-ortodoxo.

Ellos llegaron a Guatemala tratando de huir de la dramática situación que se vive en Siria y actualmente, están tratando de buscar refugio en Guatemala.

Tanto nuestro arzobispo del Oeste de los Estados Unidos, Mor Clemis Kaplan, como el de Homs, Mor Silvano, han pedido la ayuda del arzobispo, para tratar de solventar esta difícil situación.

El miércoles 6, Mor Santiago Eduardo, por invitación de la Igúmena Inés Ayau, visitó a su Eminencia Amfilohije Radoci, Arzobispo de Montenegro y Administrador del Patriarcado Serbio para la América Latina.

El monasterio que preside la Madre Inés, ahora ha pasado a formar parte del Patriarcado Serbio y Su Eminencia ha venido a confirmar la aceptación.

Durante el intercambio de ideas se habló de cuestiones teológicas, como la Cristología y de ideas litúrgicas, como lo referente a la celebración de la Pascua.

Se trató de un intercambio muy positivo y su eminencia invitó a nuestro arzobispo a visitarle en Montenegro y a seguir con la comunicación fraterna.

El viernes 8, por la noche, en la sede provisional de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles, California, Mor Santiago Eduardo presidió la reunión del Consejo Pastoral de la Parroquia.

Se contó con la presencia de delegados de las tres comunidades que forman la parroquia.

Después de hacer una breve evaluación de lo que se hizo al año, se llegaron a tomar dos resoluciones de suma importancia para lo que se refiere a la actividad para el año venidero.

Ante todo, se determinó que cada una de las comunidades coordinará programas de formación para la Comunión Solemne y la Confirmación y el envío misionero, los cuales se desarrollarán entre febrero y septiembre del año 2018 y así sucesivamente, cada año.

Además se determinó que cada año se realizarán dos actividades en común, en las cuales las comunidades que forman la parroquia se coordinarán para coordinar y realizar, a mediados de año un Congreso y a finales de año un Retiro, con la participación de todos los miembros de las comunidades.

En toda la reunión se vivió un ambiente de sincera fraternidad y se notó el deseo de trabajar en unidad y armonía entre todos los miembros de la parroquia, en el respeto de la identidad de cada una de las comunidades.

El arzobispo retomó el programa "Creciendo en la Fe", el cual, por diversas circunstancias, había dejado de transmitirse a través de Siro-Radio que, también estuvo en cadena con Radio Carisma, la Voz del Espíritu Santo, de Santa Cruz Barillas, Huehuetenanto.

El hermano Tomás, ha vuelto a asumir el compromiso de reactivar el programa y esperamos que, el mismo, se convierta en medio de ayuda para la difusión del mensaje y de la enseñanza que el Señor nos ha encomendado transmitir.

Se oró por los fieles de la parroquia de la Renovación Carismática de la Glorificación de María que están en maratón de ofrendas para la construcción de la casa presbitreral.

También se abordaron diversas cuestiones referentes a la administración y significado del Bautismo, que eran inquietudes que tenían los fieles.

El arzobispo aprovecho para desarles a todos una Navidad Feliz y un Año Nuevo lleno de bendiciones.

El sábado, a la mitad del día de Los Angeles, California, el arzobispo llegó hasta radio Cristo Rey, que encabezaba una cadena radial con otras cinco estaciones de radio de Guatemala, especialmente del área de Totonicapán, para participar en el programa "Minuto de Dios" que se transmite los sábados, bajo la dirección del hermano Antonio Pastor y la hermana Alicia.

También en este programa, la inquietud central giró en torno a la administración del bautismo, especialmente referente a los niños. El arzobispo hizo énfasis en que el bautismo se relaciona bíblicamente con la promesa del Antiguo Testamento de que se hará, en los tiempo últimos una circunsición no hecha por mano de hombre sino por la mano de Dios, por la acción del Espíritu Santo.

También habló acerca de la urgencia de que los padres que traigan niños para bautizar, antes de hacerlo se encuentren firmes en la fe y comprometidos en la vida de la comunidad cristiana.

Entre los objativos de abordar este tema, se encuentra la preocupación para animar a que todos los que tienen hijos y hacen parte de la Iglesia, den el paso tendiente a bautizar a sus niños.

El sábado 9 por la tarde, el arzobispo impartió el séptimo tema, para concluir la primera unidad de formación en la Escuela de Teología y formación ministerial Santiago Baradeo en Los Ángeles, California.

La historia de la salvación referente al Antiguo Testamento concluyó con una descripción del ambiente social, político y religioso en el tiempo de la llegada de Jesús, así como del centro del mensaje que el Señor trajo y de cómo el mismo es continuado en la Iglesia y en los fieles.

En la próxima sesión de enero, se tiene previsto realizar la evaluación de la unidad con una metodología capaz de garantizar una comprensión mínima, de parte de los estudiantes de la temática estudiada.

El sábado 9, al caer del día, el arzobispo llegó hasta la comunidad Nueva Vida, de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles, California, para celebrar la Divina Liturgia.

Durante la homilía el arzobispo señaló a los hermanos que el tiempo de cuaresma es especialmente adecuado para profundizar en la comunión con el Señor y, de esa manera, estar capacitados para cumplir la misión que el Señor confía a cada uno de sus discípulos, de ser trabajador suyo y de buscar a las ovejas que andan sin pastor.

También aprovechó la ocasión, dado que se trata de la última visita del año, para desearles bendiciones en la Navidad y el Año que va a comenzar.

Los hermanos se están consolidando y algunos que se habían alejado, han emprendido el camino del retorno y del compromiso en la vida de la comunidad.

El sábado por la noche, el arzobispo visitó la comunidad de Adoradores de Cristo Rey.

Con ocasión de la visita, además de la celebración de la Divina Liturgia, se administraron los sacramentos de la Iniciación Cristiana a dos niños.

El arzobispo aprovechó la ocasión para recordar la enseñanza bíblica acerca del tiempo previsto para administrar la iniciación cristiana a los niños y animó a que quienes no lo han observado, traten de hacerlo.

También animó a los hermanos a abrirse a la experiencia de la presencia del Espíritu en la vida de cada quien, para poder responder a lo que el Señor quiere de cada quien.

La actividad pastoral del arzobispo el sábado 9, concluyó con la visita a la comunidad del Ministerio El Pescador.

Dentro del marco de una vigilia, el arzobispo animó a los hermanos a que, en el camino de preparación a la Navidad, se identifiquen reslamente las características que debe tener esta celebración desde la perspectiva genuinamente cristiana.

No se trata simplemente de recordar un evento del pasado sino de abrirse a dejar que el Señor, por la acción del Espíritu Santo, pueda gestarse en el corazón y la vida de cada quien y, de esa manera, ser capaces de dejarse transformar y de cumplir la misión específica que el Señor confía a cada persona.

El domingo 10 de diciembre, el arzobispo presidió la Divina Liturgia para servidores de la parroquia de San Miguel Arcángel, Los Ángeles, en la comunidad de Adoradores de Cristo Rey.

Dentro de la celebración, fueron administrados los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños, hijos del hermano Víctor, coordinador de la comunidad parroquial Nueva Vida.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en la urgencia de tratar de prepararse para la Navidad, abriéndose a la confianza de que el Señor está viniendo a salvarnos, a través del derramamiento del Espíritu Santo y reavivando el sentido de lo que implica el Evangelio del Señor.

Al final de la liturgia, la última del año que celebra con los servidores de la parroquia, el arzobispo les expresó su bendición y mejores augurios para la Navidad y el Año Nuevo.

El domingo 10, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe, de Riverside, California, para participar en lo referente a la celebración del tercer aniversario de la comunidad.

Se comenzó con una plática de formación.

Además de tratar de responder a cuestiones que tenían los hermanos participantes, el arzobispo desarrolló el tema referente al sentido de la celebración de la Navidad y de la forma de prepararse espiritualmente.

El arzobispo hizó énfasis en que, el centro de la celebración no es meramente recordar un acontecimiento del pasado sino, sobre todo, el preparase para que el Señor pueda nacer en el corazón de cada quien, a través de la acción del Espíritu Santo, que viene a renovar la vida del creyente.

También animó a los hermanos a que, dentro del proceso de preparación, se trate de revertir la tendencia generalizada que se orienta al derroche y que se trate de desarrollar una conciencia de compartir con los más necesitados, sobre todo lo referente a la fe y la forma de vida cristiana.

En el intervalo entre el final de la formación y el comienzo de la misa, se tuvo un breve tiempo de convivencia en el que, también se preparó un gesto simbólico de entrega de rosas, que sería incorporado dentro de la liturgia.

Antes de comenzar la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo posó por unos momentos con algunos de los niños que estaban presentes, así como con algunos de los adultos.

Las actividades del aniversario de la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe culminaron con la celebración de la Divina Liturgia, presidida por el arzobispo.

En el contexto de la liturgia del segundo domingo del adviento, el arzobispo hizo énfasis en que se trata de un tiempo para abrirse para que, a través de la fe, lo que está desordenado, sea ordenado, de manera que se tenga la posibilidad de experimentar el nacimiento de Cristo, por medio del Espíritu Santo, en la vida de cada uno de los creyentes.

Después de la homilía y, como signo de compromiso de tratar de vivir con la actitud de María Santísima, para poder, como ella, participar de las bendiciones del Señor y de la presencia del Espíritu Santo, se hizo una procesión en la que se colocaron rosas que simbolizaban las dificultades y problemas, así como los desafíos y fracasos, que se colocaban delante de la presencia del Señor.

Al final el arzobispo felicitó a los hermanos por su perseverancia y les animó a tratar de trabajar con el mayor entusiasmo posible en la renovación personal y en el testimonio de fe.