El sábado catorce, después del medio día, comenzó la visita pastoral del arzobispo con las clases impartidas sobre el Evangelio de Mateo, como parte de la formación que se está dando en el Escuela Santiago Baradeo.

Se tiene como meta que, al finalizar el primer año de formación, dos de los alumnos puedan ser ordenados como lectores, para servcio de la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe, Riverside.

Aunque con dificultades, se ha ido avanzando en la formación y en la comprensión elemental de aspectos relacionados con la vida cristiana.

El sábado 14 por la tarde, el arzobispo visitó la comunidad Nueva Vida, de la parroquia San Miguel Arcángel, en Los Ángeles, California.

Los hermanos están participando en la vida de la parroquia con mucho entusiasmo.

Hay un grupo de siete niños que se está preparando para que, en el mes de mayo, pueda hacer la comunión solemne, después de la primera reconciliación.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo y a dar los pasos necesarios para la consolidación de la sede parroquial.

El sábado por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey.

La primera actividad que se realizó fue la convalidación y bendición de tres matrimonios que, por razones logísticas y culturales se había celebrado en otra iglesia de hermanos que, en realidad, se identifican como parte de la Iglesia.

Dentro de la celebración el arzobispo animó a los hermanos a profundizar en la experiencia de Cristo resucitado, como fuera transformadora en sus vidas.

La comunidad se encuentra en constante crecimiento y el arzobispo invitó a los hermanos a seguir profundizando en su identidad.

El sábado, bien entrada la noche, el arzobispo llegó hasta el Ministerio de el Pescador para celebrar la Divina Liturgia, en el contexto de una vigilia.

Los hermanos se encuentra muy animados, a pesar del pequeño número que forma la comunidad y de diferentes desafíos que les ha tocado afrontar.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir perseverando y profundizando en la fe, dejando que sea el Señor Resucitado quien guíe toda la vida de cada creyente.

Los hermanos de este ministerio, estarán celebrando su aniversario a finales del mes de abril.

El domingo 15, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, para hermanos miembros de las comunidades de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis, a la luz de las lecturas, de que, a través de la vida sacramental es como el Señor Resucitado sigue presente y actuante en su iglesia y da la capacidad para dar testimonio del Evangelio.

Exhortó a todos los hermanos a tratar de profundizar en la experiencia del Señor resucitado en sus vidas y a poner en Él toda su confianza, para poder cumplir la misión que nos es confiada.

El domingo quince, al final de la mañana, el arzobispo impartió la formación a los servidores de las comunidades que forman la parroquia de San Miguel Arcángel.

El tema específico giró en torno al nacimiento de la Iglesia y al desarrollo de las Iglesias apostólicas, específicamente de la de Antioquía y la de Roma.

Después de la formación durante largo tiempo se dialogó acerca de diferentes interrogantes que tenían los hermanos.

El arzobispo recordó que la formación tiene como finalidad el dejar claro a todos cuáles son las bases bíblicas e históricas de nuestra iglesia, con miras a poder dar un testimonio más eficaz del Evangelio y a llenarse de amor en la relación con los demás.

Hacia el medio día del domingo quince, se celebró la reunión del Consejo Pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Cada uno de los coordinadores presentó la situación de sus comunidades, después de la lectura del acta de la reunión anterior.

En general se notó que hay crecimiento en las comunidades y un ambiente de alegría y de fe en todos los miembros.

Se determinó que a partir del mes de mayo, los viernes antes de las visitas que hace el arzobispo a las comunidades, se tendrá la formación para los catequistas, en la casa en donde el arzobispo tiene su residencia durante las visitas a Los Ángeles.

El domingo 15, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santa María de Guadalupe, de Riverside California.

La visita comenzó con un tiempo de formación, al final del cual los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear al arzobispo algunas preguntas acerca de dudas que tenían.

La formación versó en torno al proceso de fundación de las Iglesias Apostólicas.

A través de esta formación se pretende que los miembros de la Iglesia profundicen en el sentido de la identidad de nuestra iglesia así como acerca de la relación que se puede mantener con fieles de otras iglesias.

La visita pastoral de arzobispo a California, como habitualmente, terminó con la celebración de la Divina Liturgia para los miembros de la comunidad de Santa María de Guadalupe, Riverside.

La comunidad se está consolidando y siempre hay nuevos miembros que se van agregando.

Durante la homilía el arzobispo subrayó que la celebración de los sacramentos y, particularmente de la eucaristía, es lo que permite que se tenga una auténtica experiencia de la resurrección de Cristo y de su actualidad en la vida de los creyentes.

También recordó a los hermanos que la misión que el Señor confió a los apóstoles es ahora la misma misión que nos es confiada y nosotros y, por lo mismo, tenemos que permitir que el Señor nos capacite como lo hizo con los apóstoles.

El jueves 19, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Pajomel, en el Municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá, para visitar la comunidad y celebrar la Santa Misa.

La visita dio inicio con la administración del Sacramento de la Reconciliación a quienes sintieron el deseo de acudir a él.

Durante la homilía el arzobispo recordó a los hermanos que una de las características fundamentales de la Iglesia Apostólica era el dejarse llevar íntegramente por la acción del Espíritu Santo, el cual era renovado a través de la comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Participando del mismo alimento, la misión que tenemos es similar a la que tuvieron los apóstoles, por lo que es urgente que se trate de dejar que el Espíritu Santo realmente realice su obra en el corazón de cada uno de los creyentes.

El jueves 19, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chuitzanchaj, del Municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá.

El arzobispo celebró la Divina Liturgia con los hermanos, los cuales participaron con mucha devoción.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a profundizar en la experiencia del don del Espíritu Santo, que se recibe a través de la participación eucarística, para poder vivir y actuar apostólicamente de la misma manera que lo hicieron los apóstoles y los primeros cristianos.

Los hermanos, siempre están planificando las actividades futuras. En esta ocasión los hermanos invitaron al arzobispo a visitarlos el día de San Miguel Arcángel, ocasión en la que celebran el aniversario de la llegada del Santísimo Sacramento.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo y a tratar de profundizar en los diferentes aspectos acerca de la identidad de la Santa Iglesia.

El viernes 20 por la mañana, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Camjá Alto, del municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango.

Le esperaban representantes de las comunidades que forman el centro pastoral de Santa Bárbara, para tener la formación prevista y evaluar la marcha de las diferentes actividades. Entre los participantes estaba el diácono José Luís, quien hace el EPS en ese Centro Pastoral.

Durante la formación el arzobispo habla a cerca de la indentidad y misión de la Iglesia Apostólica. Los hermanos participaron con mucho interés y, al final de la formación, tuvieron la oportunidad de plantear diversar preguntas.

En el informe, los hermanos expresaron que, por lo menos en alguna comunidad, se ha experimentado crecimiento, lento pero sostenido.

El viernes 20, al final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, con los hermanos de la comunidad de Camjá Alto, del centro pastoral de Santa Bárbara.

Durante la homilía, el arzobispo hizo notar cómo, en el Antiguo Testamento se llegó al punto de que la misma Biblia se había puesto en contra de la palabra viva de Dios.

El arzobispo animó a los hermanos a renovar su compromiso de vida, para cumplir plenamente la misión apostólica que el Señor confió a los apóstoles y que ahora nos ha sido confiada a nosotros.

Al final de la celebración, el arzobispo compartió durante algunos momentos con los hermanos.

El viernes 20 por la tarde, el arzobispo presidió la Divina Liturgia de acción de gracias, por el cuarto aniversario de la fundación de la comunidad de Chicol, Santa Bárbara, Huehuetenango.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a seis hermanos, incluyendo uno adulto.

También se celebraron dos matrimonios e hicieron la comunión solemne un grupo de hermanos, incluyuendo una hermana ya anciana.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su aniversario y les animó a tratar de vivir de acuerdo con la voluntad del Señor y a tratar de dar testimonio del Evangelio, por todos los medios posibles.

El sábado 21, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santiago Chimaltenango, Huehuetenango, acompañado del Padre Pedro Martínez, encargado pastoral de la zona, para visitar la comunidad y celebrar la Divina Liturgia.

Los hermanos le recibieron con gran alegría y después de la celebración, tuvieron tiempo para compartir por algún tiempo con el arzobispo.

Durante la homilía, el arzobispo recordó cómo, la vida cristiana tiene como centro el misterio de la Palabra ecarnada, que se mantiene viva y presente en la Iglesia, a través del sacramento de la Eucaristía.

Animó a los hermanos a profundizar en la fe y a tratar de dar testimonio como hicieron los apóstoles en la iglesia primitiva.

El sábado 21, al final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de buena Vista, del municipio de San Pedro Necta, Huehuetenango.

Esta comunidad es el centro del Centro Pastoral de Santiago Chimaltenango y abarca tres comunidades que, pastoralmente son atendidas por el Padre Pedro Martínez.

Los hermanos hicieron recientemente el remozamiento del templo, habien construido la fachada, ampliado algunos metros la iglesia y decorado algunos otros elementos.

Con ocasión de la visita del arzobispo que, además era la fiesta de aniversario de la comunidad, los hermanos pidieron al arzobispo que hiciera la bendición de los trabajos de remozamiento del templo.

El arzobispo agradeció a los hermanos los esfuerzos que hacen para responder con generosidad a la llamada del Señor.

El sábado 21, antes de mediodía, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos de la comunidad de Buena Vista, San Pedro Necta.

En esa ocasión celebraban el 18 aniversario de la comunidad, el décimo del ministerio de música y el quinto del inicio de la pastoral infantil.

Dentro de la celebración se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños, la confirmación y el envío misionero a cinco hermanas, un grupo de niños hizo la comunión solemne, dos parejas contrajeron matrimonio y se instituyó un ministro de la comunión.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su dedicación y entrega y les animó a seguir trabajando con el mismo entusiasmo en dar testimonio y promover el crecimiento de la comunidad y la fundación de nuevas comunidades.

La actividad pastoral del arzobispo concluyó en la comunidad de la Pinada, que hace también parte del centro pastoral de Santiago Chimaltenango, aunque está ubicada en el municipio de San Pedro Necta.

Los hermanos presentaron a cinco niños a quienes se les administraron los sacramentos de la iniciación cristiana.

Durante la homilía el arzobispo exhortó a los hermanos a fundamentarse en los rasgos que caracterizaron a la primera comunidad cristiana, cual es el sacramento de la Eucaristía, como la fuente que permite que la palabra viva de Dios se haga presente en la Iglesia y se comunique a todos los fieles, para promover su transformación y renovación.

También animó a los hermanos a intensificar el testimonio misionero, con vistas a asegurar el crecimiento de la comunidad, la fundación de nuevas comunidades y, sobre todo, a cumplir el mandato explícito que el Señor nos dejó.

El domingo 22 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la iglesia de la Capellanía, Chiantla, para celebrar la Divina Liturgia.

Con ocasión de la celebración se bendijo a un ministro de la comunión, el cual servirá en la comunidad de Chochal.

Durante la homilía el arzobispo recordó que el ejemplo de Cristo Buen Pastor es testimonio de su amor hacia nosotros, pero también de la actitud con la cual debemos vivir la fe.

Además, recordó la voluntad de Cristo de que todos seamos un solo rebaño bajo un solo pastor y del compromiso que eso implica para cada creyente.

El domingo hacia media mañana, el arzobispo, durante dos horas, se reunión con los representantes de las diferentes comunidades que forman la parroquia de Chiantla.

El tema central que se abordó fue la cuestión de encontrar un camino aceptable, para que las comunidades puedan garantizar los bienes de la iglesia, con vistas a tener un servicio más adecuado.

Después del largo diálogo, los hermanos pidieron al arzobispo que él sirva de mediador, para lograr una solución a la problemática que se afronta actualmente.

El domingo 22, por la tarde, el arzobispo visitó los trabajos que se están haciendo para la construcción del templo de la comunidad de Tojchiquel, Santa Bárbara.

La Hatune Foundation ha estado apoyando con cierta ayuda, que ha permitido que los hermanos estén realizando el proyecto que, sin esa ayuda habría sido imposible.

El arzobispo indicó que, con ocasión de la visita de representantes de la fundación, se coordinará una visita al templo y se tramitará que se dé otro aporte para proseguir con la construcción.

El domingo 22 por la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos de la comunidad de Tojchiquel, Santa Bárbara.

Dentro de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos inherentes al ser auténtico cristiano y sobre el compromiso que es apremiante asumir, para poder cumplir la misión que nos ha sido confiada.

El domingo, al caer el día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Cruz Grande, de Santa Bárbara.

Además de celebrar la Divina Liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cuatro niñas.

El arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse con mayor radicalidad en el vivir de acuerdo con el Evangelio y en tratar de dar un auténtico testimonio misionero a todos.

También hizo énfasis en el estrecho ligamen que existe entre la predicación del Evangelio y la renovación de la vida de cada uno de los que creen efectivamente.

El lunes 23, acompañado del Padre Santos Acosta, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Chuicacá, de Santa María Chiquimula, Totonicapán.

Esta comunidad se ha adherido a la santa Iglesia recientemente y se trató de la primera visita del Arzobispo.

En esa ocasión, se celebraban los 41 años del inicio de la comunidad y los 26 de servicio del coordinador de la comunidad.

Dentro del marco de la celebración se instituyó como ministro de la comunión a un hermanos que, previamente, había sido debidamente preparado.

El arzobispo subrayó cuáles son los fundamentos de la Iglesia y animó a los hermanos a responder con decisión y generosidad al privilegio que el Señor les ha dado, al incorporárlos a la Iglesia, Madre de todas las Iglesias.

Al final de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo hizo la bendición del Equipo Coordinador que dirigirá la comunidad de Chuicacá.

Se trata de la primera vez en la que se da una organización estable a la comunidad y también, de la elaboración de un plan de trabajo bien detallado que fue presentado al arzobispo por los dirigentes.

El arzobispo exhortó a los hermanos a trabajar con toda la generosidad posible y a tratar de organizarse para tener un espíritu de constante anuncio del Evangelio.

La visita del arzobispo a Chuicacá se concluyó con la bendición del nuevo templo que, recientemente han terminado.

Se trata de un hermoso templo en el que la comunidad se reunirá para alabar al Señor.

Después de la bendición, se instaló la presencia del Santisimo Sacramento en el templo.

El arzobispo animó a los hermanos a mostrar profundo respeto y actitud de constante oración, tanto en el templo como en toda la vida de los creyentes, para que, por el testimonio de vida, se dé auténtico testimonio del Evangelio.