Finalmente, hacia el final de la mañana del sábado 9 de marzo, el arzobispo concluyó la visita pastoral al área del Estado de Oaxaca, México.

Oró por los hermanos, les recomendó que traten de profundizar en los pasos que se han dado y en el sentido de identidad y conocimiento de la iglesia.

También hizo énfasis que ser parte de la Iglesia, no es solamente un nombre sino una identificación personal con la actitud y el modo de vida de los apòstoles y de los primeros cristianos.

Los hermanos también quisieron hacer un breve agasajo al arzobispo, por el aniversario de la Arquidiócesis y por su cumpleaños.

Finalmente el arzobispo bendijo a los hermanos y emprendió camino hacia el aeropuerto para dirigirse a la ciudad de México.

El sábado 9, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad de Santa María de Las Torres, ubicada en la Ciudad de Izcalli, Estado de México.

La reunión tenía como finalidad el impartir formación para los líderes de la comunidad.

La formación se centró en torno al sentido y la forma de realizar la oración del Oficio Divino. De hecho, el Padre Marío, había promovido que los hermanos adquirieran el Libro de Oración Común, para poder rezar el oficio divino.

En el contexto de la formación, también se explicaron aspectos sobre la historia de la iglesia, sobre la continuidad que tiene nuestra iglesia con el idioma e identidad de la iglesia apostólica y sobre otros aspectos de interés.

Estuvo participando también el Padre Dionisio, quien dialogó con el arzobispo algunos temas relacionados con su ministerio pastoral en el área del sur de la Ciudad de México.

Después de la formación, se tuvo, con los participantes, la oración de las Vísperas y las Completas.

Los hermanos participaron con gran devoción, expresando que se trataba de la primera vez en que lo hacían en forma más consciente y profunda.

El arzobispo fue presidiendo y guiando, para asegurar la participación de todos los hermanos en el proceso de la oración que se condujo.

La actividad que se celebró concluyó con con un breve convivio entre los hermanos que participaron, el arzobispo y los dos presbíteros.

Los hermanos expresaron su alegría y gratitud por la vida de la comunidad, que, en los próximos días, se acerca para celebrar su séptimo aniversario de existencia.

También expresaron la alegría que tuvieron al poder participar activamente en el rezo del Oficio Divino y en la recitación de los salmos que hacían parte del oficio.

El domingo 10, por la mañana, el arzobispo presidió la Divina Liturgia en la Comunidad de Santa María de Las Torres de Izcalli, Estado de México.

Concelebró el Padre Marío López, encargado de la comunidad y vicario para el centro de México.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál es el sentido de la Cuaresma y cómo, las tentaciones que Cristo sufrió, corresponden también con las que nos toca afrontar a nosotros.

El arzobispo también explicó cuál es la forma para que, ante la tentación, que es inevitable, se pueda tener la resistencia para no caer en la misma.

Después de la celebración de la Liturgia, el arzobispo tuvo la oportunidad de impartir la formación a los participantes, habiendo respondido a diferentes preguntas que le fueron plateadas.

Entre los temas que se abordaron estuvo el de la urgencia de conseguir los espacios físicos necesarios para que la presencia de la Iglesia pueda tener la estabilidad que es indispensable.

Los hermanos expresaron que han iniciado gestiones y diferentes iniciativas para tratar de encontrar la forma de dotar de la estabilidad necesaria a la comunidad.

El domingo 10, hacia el final de la mañana, los hermanos de la comunidad de Santa María de las Torres, tuvieron un breve encuentro fraterno con el arzobispo.

Ellos expresaron su gratitud y satisfacción por la visita del arzobispo.

También se dialogó sobre las formas a través de las cuales la comunidad puede alcanzar la estabilidad requerida y proyectarse con eficacia para cumplir plenamente la misión que el Señor le ha confiado.

El domingo diez, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la sede de la pequeña parroquia de Santa María de Los Lagos, ubicada en Coyotepec, Estado de México.

El arzobispo fue acompañado por el Padre Mario López.

Se pudo notar la estabilidad que está alcanzando la comunidad, al lograr que los miembros puedan ir profundizando en el sentido de pertenencia a la comunidad y en la identidad de la Iglesia.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir adelante y a tratar de vivir el tiempo de la cuaresma con un verdadero espíritu de conversión y de transformación interior.

Al final de la celebración de la santa misa, el arzobispo impartió durante algún tiempo, la formación a los participantes en la liturgia de Coyotepec.

Se habló acerca de las características e historia de la Iglesia de Antioquía, señalando cómo en esa sede es en donde se encuentra la legítima sucesión apostólica proveniente del apóstol Pedro.

El arzobispo también animó a los hermanos a seguir adelante, asumiendo los compromisos necesarios para poder formar una parroquia suficientemente grande, que encarne las características de la Iglesia Apostólica.

Su Santidad el Patriarca, ha publicado una Encíclica, con ocasión de la Cuaresma.

El contenido de la misma gira en torno a lo que contituye la misión de la Iglesia, como nuevo Pueblo de Dios.

Para cumplir la misión, el Patriarca recuerda que el Señor instituyó a los Apóstoles como continuadores de la misión que el Padre le confió y, éstos, son sucedidos a través de los Obispos y los Presbíteros.

Recuerda que, tanto obispos como presbíteros, para cumplir la misión de continuidad apostólica que le es confiada, deben identificarse profundamente con el Evangelio y con todas las enseñanzas del Señor.

Finalmente porpone dos modelos de auténticos apóstoles de la iglesia Siro-ortodoxa, que en el presente año cumplen el quincuagésimo aniversario de haber entrado en forma definitiva, en las moradas del Padre Celestial. Se trata de Filoxeno Juan Dolabani, arzobispo de Mardín, Turquía y Mor Gregorio Pablo Behnam, arzobispo de Bagdad, Irak. El primero fue un gran apóstol. El segundo un insigne maestro o doctor de la fe apostólica. Ambos murieron en el año 1969.

A continuación presentaremos el texto castellano de la Encíclica, así como los enlaces para leerla, ya sea en Castellano o en Inglés. En el portal del Patriarcado, también se puede encontrar la versión aramea y la árabe.

 

Impartimos nuestra bendición apostólica, ofrecemos nuestras oraciones y saludamos a nuestros hermanos, Su Beatitud Mor Basilio Tomás I, Católicos de la India y Sus Eminencias los Metropolitas; a nuestros hijos espirituales: los reverendísimos corepíscopos, los reverendos presbíteros, monjes, monjas y diáconos y a todo el bendito pueblo de Dios siro-ortodoxo, a través de todo el mundo. Que la divina providencia los acoja, por la intercesión de la Virgen María, Madre de Dios, de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, y de los demás Mártires y Santos. Amén.

 " El que obedece los mandatos de la ley, y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.” (Mat 5:19)

I- Introducción: la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios.

Amados hermanos en Cristo,
La Iglesia, cobijada a la sombra de la misericordia del Dios Todopoderoso, medita en el Sermón de la Montaña, esperando la llegada de su Esposo, que viene a sellar una alianza eterna, para desposarla consigo mismo. Recuerda a Moisés, que desciende del Monte Sinaí, llevando en sus manos, la Ley escrita en dos tablas de piedra, y que llama al pueblo hebreo a ser el pueblo elegido por Dios. Pero como es "un pueblo muy terco" (cf. Éxodo 32: 9), no espera el retorno de Moisés; y comienza a cantar y a bailar ante un becerro doro, hecho por ellos mismos, cual si fuera dios.
La Iglesia, por otra parte, se convierte en el nuevo pueblo de Dios y adora al Señor crucificado, para que la haga digna, por su gracia, de ser su esposa, “una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa y perfecta.” (Efe 5:27)
En el Monte de las Bienaventuranzas, la Iglesia recibe de su Novio las enseñanzas divinas en su forma más completa, porque Él no vino a destruir sino a dar cumplimiento (cf. Mateo 5: 17). Allí, también, el Señor le ordena que enseñe que: “el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.” (Mat 5:19) Por lo tanto, Él la elige para cumplir una misión celestial que tiene dos dimensiones, la de enseñar y la de servir.

II- A la Iglesia se le confía la transmisión de la Enseñanza Verdadera.

A la Iglesia, cuerpo de Cristo y templo de su Espíritu Santo, se le confía la misión de preservar la fe y de transmitirla a través de las generaciones; porque, el día de la Ascensión, cuando los once apóstoles adoraron al Señor resucitado en el monte, recibieron este mandato: “Vayan, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mat 28:19-20) Después de que el Hijo envió al Consolador, el Espíritu de verdad, (cf. Jua 15:26), los discípulos salieron a proclamar el Evangelio, la Buena Nueva, hasta los confines de la tierra, como dice el Salmo: “Su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo.” (Sal 19:4) La Santa Iglesia proclama esto en un himno litúrgico cantado antes de la lectura de los Hechos de los Apóstoles en la Divina Liturgia, que dice: "ܫܠܺܝ̈ܚܶܐ ܓܒܰܝ̈ܳܐ ܕܶܐܫܬܰܕܰܪܘ ܡܶܢ ܐܰܠܳܗܳܐ ܠܥܳܠܡܳܐ” ... ", lo cual se traduce así: "Los apóstoles elegidos, a los que Dios envió a todo el mundo, salieron a predicar las buenas nuevas del Hijo entre las naciones y llegaron hasta los confines de la tierra, predicando el reino de los cielos, y proclamando: bienaventurados los que crean".                         En realidad, la enseñanza verdadera se recibe exclusivamente a través de la Santa Iglesia. Esto es lo que San Pablo afirma claramente: “Si alguien les anuncia un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, que caiga sobre él la maldición de Dios, no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo. (Gál 1:8). Además, dado que Cristo aseguró a sus discípulos que no solo estaría con ellos, sino también con todos los que creyeran en su nombre a través de ellos, y después de ellos, hasta el fin de los tiempos (cf. Mat 28:20); era necesario asegurar la continuidad del ministerio apostólico en la Iglesia, para preservar la verdadera fe. Por eso, los Apóstoles eligieron obispos para sucederlos y cuidar de la Iglesia de Dios (cf. 1 Tim 3: 5), y eligieron también a los presbíteros: es decir, a los sacerdotes y a los diáconos, para colaborar con ellos.

III- El obispo: Maestro de la iglesia.

“Dondequiera que esté el obispo, allí está la Iglesia; así como, donde Cristo está, allí está la Iglesia universal”. Con esta expresión, en su carta a la iglesia de Esmirna (capítulo 8), San Ignacio de Antioquía, el segundo sucesor de San Pedro y el tercer patriarca de Antioquía, define el marco de la relación entre el obispo y la congregación.
Él exhorta al rebaño a que se reúna alrededor del obispo, junto con los presbíteros y a los diáconos. San Ignacio enfatiza la responsabilidad que es confiada al obispo, afirmando que: "nadie debe hacer nada relacionado con la Iglesia sin el obispo" (ibíd.).
El apóstol Pablo dice lo siguiente acerca del obispo: " el obispo debe llevar una vida irreprochable. No debe ser terco. Debe apegarse al verdadero mensaje que se le enseñó, para que también pueda animar a otros con la sana enseñanza y convencer a los que contradicen.” (Tit 1:7-9) De hecho, San Pablo es consciente que la enseñanza y la predicación del obispo no pueden ser efectivas si, él mismo, no se mantiene firme en la palabra de la verdad y la experimenta en su propia vida. Como maestro de la Iglesia, el obispo debe conocer a Cristo y experimentar el poder de su resurrección y la comunión en sus sufrimientos; debe predicar esto, llamando a su grey a aprender del mismo Maestro (cf. Fil 3:10). De hecho, el obispo, y el presbítero, solo pueden ser maestros y modelos para los fieles, a través de sus buenas obras y del buen ejemplo, porque "el hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón.” (Luc 6:45)
Nosotros, ministros ordenados, de todos los rangos, estamos llamados a ser guardianes de la fe ortodoxa, a enseñar al rebaño y a velar por su salvación, sirviendo a cada uno de los fieles con devoción y amor. También es necesario que prediquemos la palabra en todo momento, que convenzamos, que reprendamos y exhortemos, enseñando con toda paciencia. (cf. 2 Tim 4: 2). Sin embargo, no debemos olvidar que nuestra enseñanza, aunque provenga de nuestra fe, no nos sirve de nada ni ayuda a nuestra salvación, si no está unida a las buenas obras que glorifican el santo nombre de Dios. (cf. Sant 2: 14 y 17).

IV- Enseñanza y servicio.

El Señor Jesucristo llama a la Iglesia, –ministros ordenados y fieles por igual–, a enseñar y a servir, para expresar así, su amor al Señor y manifestar su fe en Él, que obra a través del amor (cf. Gal 5:6). De hecho, la Iglesia aprende de su Maestro y lo sigue, porque Él es el Maestro Bueno y Divino que “recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.” (Mat 9:35) A pesar de todas las tribulaciones, persecuciones y rechazos, Él dio una respuesta clara: " Mi Padre siempre ha trabajado, y yo también trabajo.” (Jua 5:17) Así, Iglesia está llamada a vivir el Reino de los Cielos en la tierra; todos y cada uno de los fieles están llamados a ser discípulos y testigos del Señor, y a cumplir sus mandamientos, porque "quien los cumpla y los enseñe, será llamado grande en el reino de los cielos" (Mateo 5: 19). Todo nuestro servicio en la iglesia, debe llevar al crecimiento de la Iglesia y a la realización del Reino de Dios entre su pueblo.
Amados hermanos, este año conmemoramos el quincuagésimo aniversario (1969 - 2019) de la partida de dos arzobispos de feliz memoria, que se encontraban entre los discípulos del Divino Maestro y que enseñaron y trabajaron en Su viña: Mor Philoxenus Youhanna Dolabani, Arzobispo de Mardin, y Mor Gregorius Boulos Behnam, Arzobispo De Bagdad.

V- Mor Philoxenus Youhanna Dolabani: Modelo de Apóstol

Mor Philoxenus Youhanna Dolabani nació en Mardin en 1885; optó por la vida monástica, y se mantenía en adoración al Señor, practicaba el ascetismo y vivía en pobreza. Se le encomendaron varios ministerios de enseñanza y administración en la Iglesia. Era conocido por cuidar a los huérfanos, a los pobres y a los necesitados. En 1933, el Patriarca Mor Ignacio Efrén I Barsón, de feliz memoria, lo nombró vicario patriarcal de la diócesis de Mardin, Deir al-Zafarán y sus alrededores. Más tarde, en 1947, lo consagró arzobispo de Mardin. El nuevo arzobispo desempeñó sus deberes episcopales y pastorales con fidelidad y diligencia, convirtiéndose así, en modelo de santidad y rectitud, en un momento en el que los fieles sufrían las atrocidades de las dos guerras mundiales. Escribió muchos libros, sin descuidar su vida ascética, a la cual se consagró, desde temprana edad. Falleció en 1969 dejando más de cincuenta libros en siríaco, árabe y turco.

VI- Mor Gregorius Boulos Behnam: Modelo de Maestro Apostólico

Mor Gregorius Boulos Behnam nació en Qaraqosh (Irak) en 1916. Estudió teología y filosofía; y fue nombrado Director de la Escuela Teológica de San Efrén, en Mosul, en 1945, en donde se graduaron varios futuros prelados y presbíteros de la iglesia. Se interesó por la educación y publicó dos revistas: Al-Mashriq y Lisan Al-Mashriq, en las que publicó varios artículos importantes sobre literatura, filosofía, teología e historia. En 1951, el patriarca Mor Ignacio Efrén I, de feliz memoria, le confirió el título "Malphono (Doctor)", al defender su tesis titulada: "La psicología en las obras del filósofo siríaco Mor Severius Moses bar Kefa (+ 903 DC)”.
Al año siguiente, el patriarca Efrén lo consagró arzobispo de Mosul. En 1959, recibió una beca del Union Theological Seminary en Nueva York, donde permaneció durante un año académico. En su camino de regreso a Irak, visitó varias bibliotecas, así como instituciones religiosas y académicas en diferentes países del occidente.
En 1960, fue nombrado arzobispo de Bagdad, convirtiéndose en el primer arzobispo de Bagdad, desde el colapso de la diócesis, en el siglo trece. Falleció en 1969, dejando tras de sí, una gran cantidad de publicaciones sobre historia, literatura siríaca, teología y filosofía.
Al recordar a estas dos prominentes figuras sirias del siglo veinte, les animamos a ofrecer oraciones y divinas liturgias en memoria de ellos. Recordamos que sus vidas y las circunstancias en las que vivieron, son muy similares a lo que nos toca vivir actualmente. Al recordar sus vidas y la buena batalla que combatieron, les animamos a seguir sus huellas. Le pedimos al Señor que nos conceda las virtudes y los dones espirituales que les otorgó a ellos, para que, estando revestidos con sabiduría y celo, nuestras iglesias y países puedan vivir en paz, especialmente en el Medio Oriente, en donde se sufre tanto. Además, mientras recordamos a los dos grandes arzobispos, Youhanna (Dolabani) y Boulos (Behnam), oramos por el retorno de los dos amados arzobispos de Alepo que están secuestrados: Youhanna (Ibrahim) y Boulos (Yaziji).

VII- Conclusión

Al comenzar la Gran Cuaresma, mientras meditamos en el llamado de la Iglesia, la servidora del Evangelio con palabras y obras, oramos al Señor con el Doctor de la Iglesia, San Efrén, el siro, diciendo: "ܗܰܒ ܠܰܐܝܢܐ ܕܪܳܚܶܡ ܝܽܘܠܦܳܢܐ܆ ܘܰܠܪܰܒܐ ܕܡܰܠܶܦ ܫܰܦܺܝܪ ܥܒܶܕܳܝܗ̱ܝ ܪܰܒܐ ܪܰܒܐ "Dale, oh Dios, el conocimiento a quien, anhela el conocimiento y, a quien lo transmite con fidelidad, hazlo grande en Tu Reino."
Que el Señor acepte su ayuno, su arrepentimiento, sus oraciones y su limosna. Que Él los haga dignos de regocijarse en la fiesta de Su Resurrección, gozando de buena salud de espíritu, cuerpo y mente. Que tenga misericordia de las almas de los fieles difuntos, por intercesión de la Virgen María, Madre de Dios, de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, y de todos los mártires y santos. ܘܐܒܘܢ ܕܒܫܡܝܐ ܘܫܪܟܐ

Dado en el Patriarcado, en Damasco, Siria, el 1º de marzo de 2019; que es el quinto año de nuestro Patriarcado.

El viernes 15 de marzo, en la madrugada, mor Santiado Eduardo llegó hast Los Angeles, California, para atender sacramentalmente a las comunidades que forman la parroquia de San Miguel Arcángel.

La primera actividad se tuvo el viernes 15 por la noche, y consistió en la celebración de la santa misa para los catequistas de las diferentes comunidades de la parroquia.

Durante la homilía, dentro del camino de preparación cuaresmal, el arzobispo animó a los hermanos a tener la experiencia de reconocerse débil y pecador, para poder alcanzar el perdón y la misericordia del Señor y, de esa manera, experimentar la cercanía del Señor en la vida de cada quien.

El quince de marzo por la noche, el arzobispo impartió la formación para los catequistas de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Angeles, California.

Se desarrolló la cuestión de cuáles son los criterios o requisitos para que el consentimiento matrimonial sea valido y, por lo mismo, se constituya el sacramentos.

El arzobispo hizo énfasis en que la formación tiene tres alcances: ante todo conocer lo que es realmente el concepto del sacramento del matrimonio en la iglesia, para poder dar una buena formación. En segundo lugar, tener criterios para ayudar a los fieles a afrontar los diferentes retos que se viven en la vida matrimonial. Finalmente, ayudar a encontrar una solución a quienes han fracasado en alguna experiencia matrimonial, la cual, con cierta probabilidad, puede identificarse como una realidad que no llegó a constituir sacramento, aunque se celebrara un rito.

El sábado 16, después del mediodía, el arzobispo impartió la formación a los cinco alumnos que actualmente están participando en la Escuela Santiago Baradeo.

Se dialogó acerca del sentido, mensaje, teología e implicaciones de las tres Cartas de San Juan y del libro del Apocalípsis.

Se habló acerca de los criterios que se tienen que emplear para hacer una interpretación adecuada de los escritos bíblicos, desde la mentalidad e identidad de loa Iglesia Apostólica.

Los estudiantes se mostraron muy interesados y se están comprometiendo progresivamente en cumplir sus tareas.

El sábaado por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Nueva Vida, de la Parroquia San Miguel Arcángel, ubicada en el oeste de Los Ángeles.

Se administró el sacramento de la reconciliación a quienes sintieron la necesidad de acudir a él.

Seguidamente el arzobispo celebró la Divina Liturgia.

En la homilía el arzobispo animó a los hermanos a emprender el camino de la cuaresma con espíritu de humildad, reconociéndose pecadores y dejando que la misericordia de Dios transforma la vida de cada quien.

El sábado 16, al entrar la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey, ubicada en el centro de los Ángeles, California.

Se administró el sacramento de la reconciliación a quienes estaban dispuestos a recibirlo.

Durante la celebración de la misa, el arzobispo explicó cómo el Señor es misericordioso y perdona, pero es necesario asumir una actitud de profunda humildad y estar dispuestos a dejar que el Espíritu del Señor, transforme los corazones y genere nuevas actitudes de vida.

El sábado 16, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la Eucaristía con los hermanos del ministerio El Pescador, Los Ángeles, California.

Los hermanos del ministerio están muy agradecidos con el Señor, pues Él ha hecho que, después de muchas dificultades, el ministerio entre en una etapa de crecimiento.

El arzobispo explicó a los hermanos cuál es el sentido de la Cuaresma y les animó a emprenderla con actitudes de humildad, reconocimiento del ser pecadores y espíritu de penitencia y conversión.

La activida del arzobispo el sábado 16 terminó al filo de la media noche, con la formación que impartió a los miembros del ministerio El Pescador.

Se desarrolló la primera parte del tema referente a la Eucaristía, según la perspectiva y la fe de la Iglesia Apostólica.

El arzobispo explicó cuáles son las implicaciones de la fe en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo y cuáles son algunos de los nombres con los que se conoce este divino misterio, algunos provenientes desde el tiempo de los apóstoles.

El domingo 17, por la mañana, la actividad pastoral del arzobispo inició en la Comunidad de Adoradores de Cristo Rey, en donde se celebró la Divina Liturgia para líderes y servidores de las comunidades que forman la parroquia.

En esta ocasión, la organización de la liturgia estuvo a cargo de los delegados de la comunidad Nueva Vida.

Durante la homilía, el arzobispo explicó en qué consiste el asumir la actitud de escuchar al Señor, a la luz de las lecturas bíblicas que se leyeron y que estaban centradas en torno a la Transfiguración.

También instó a los hermanos a tratar de prepararse a la Pascua, a través de la oración, el ayuno y la limosna.

Hacia media mañana, se tuvo la formación para servidores y líderes de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel, Los Ángeles, California.

Se habló de la primera formación, referente a la Eucaristía.

El arzobispo explicó cómo se trata de la celebración y comunión con el Cuerpo de Cristo, que tiene al Señor Resucitado como cabeza, pero incluye a toda la Iglesia, como parte del mismo Cuerpo de Cristo.

También explicó cómo en el caso de Jesucristo, Él mismo se presentó como la Casa del Pan Vivo bajado del cielo, que da la vida eterna.

Los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diferentes cuestiones referentes al Divino Misterio.

Hacia el mediodía, se celebró la reunión del Consejo Pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel, con la presencia de delegados de tres de las cuatro comunidades que forman la parroquia. Una comunidad se había excusado de no participar en la reunión.

El arzobispo, después de oír la ponencia de cada uno de los delegados y de la buena marcha que están siguiendo las comunidades, animó a los hermanos a dar los pasos necesario para que las comunidades se organicen mejor y sean capaces de ofrecer todos los servicios que se requieren para la vida y el crecimiento en la fe.

También recordó a los hermanos que el tiempo de la cuaresma es especialmente propicio para tratar de vivir con profundidad la fe, de dar testimonio de auténtico amor y de tratar de anunciar el Evangelio a los que están lejos.

El domingo 17, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santa María de Guadalupe, ubicada en la ciudad de Riverside, California.

La visita a la comunidad comenzó con la formación que fue impartida para los hermanos de la comunidad que estaban presentes.

Se trató de reflexionar acerca del sentido profundo que tiene la Eucaristía.

También se presentó cuáles son las características del sacerdocio del Nuevo Testamento, el cual, por el bautismo es comunidado a todo el pueblo de dios y por la eucaristía, se mantiene fuerte y listo para ser ejercido en la vida, convirtiendo a cada creyente en ofrenda viva y santa, agradable a Dios.

La actividad dominical del arzobispo concluyó con la celebración de la santa misa para los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe, de Riverside.

Por primera vez en esta comunidad, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a un niño.

La comunidad sigue creciendo y consolidándose en su identidad eclesial y en el número de fieles.

El arzobispo también animó a los hermanos a vivir el tiempo de la cuaresma con auténtico esíritu de conversión, para que se coseche a bundancia de frutos espirituales.

El viernes 22, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Nahualate, Chicacao, para participar en el final de una jornada de ayuno y oración de los líderes y servidores de la comunidad y celebrar la Divina Liturgia.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó en cómo los desafíos, fracasos e incluso sufrimientos, son el camino que Dios ha escogido para ir realizando su obra de salvación en nosotros.

También animó a los hermanos a vivir este tiempo de Cuaresma, como tiempo de retorno a Dios y de compromiso en dar testimonio del Evangelio

El viernes 22, por la tarde, durante más de media hora, el arzobispo fue entrevistado en vivo, a través de Intercable, Canal 20 de Mazatenango, Suchitepéquez.

La entrevista tenía como objetivo hacer una breve presentación de las raíces históricas y la identidad de la Santa Iglesia Siro-ortodoxa de Antioquía.

Al final pidieron al arzobispo que compartiera un mensaje con los seguidore del canal, a los cual, el arzobispo respondió haciendo una invitación al respeto, a la apertura y a la búsqueda de abrir el corazón, para que Dios vaya dirigiendo a cada creyente por el camino de la verdad. Hizo énfasis también en la importancia de que todos redescubramos el sentido de la fe apostólica y hagamos el compromiso de vivir de acuerdo con ella.

El sábado 23, por la mañana, el arzobispo llegó hasta el centro misionero ubicado en San Pablo Jocopilas, Suchitepéquez, para realizar el decanato de la Costa Sur y la Boca Costa.

Estaban presentes delegados de las diferentes comunidades de esta zona.

Se eligió el Consejo Pastoral del decanato, se hizo la presentación formal del Padre Tomás Canajay y se desarrolló la formación sobre la Divina Liturgia y la Oración.

Los hermanos expresaron su gran alegría por contar con la presencia permanente de un presbítero en la zona.

El sábado 23, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Yoxajá, en la Boca Costa de Nahualá, Sololá.

Se celebró la santa misa, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a un joven y tres hermanos hicieron la comunión solemne.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir dando testimonio de la fe y tratando de que la comunidad crezca.

El sábado 23, a media tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Xojolá, en la Boca Costa de Nahualá, Sololá.

Tuvo un breve encuentro con los líderes de la comunidad y seguidamente celebró la Divina Liturgia, junto con el Padre Tomás Canajay, encargado pastoral de la zona.

En la homilía, animó a los hermanos a vivir con intensidad el tiempo de gracia de la gran Cuaresma y a tratar de dar testimonio del Evangelio en medio de todos.

El sábado 23, en San Bernardino Suchitepéquez, el arzobispo celebró la santa misa, para hermanos amigos de la Arquidiócesis de Centro América.

Durante la homilía hizo énfasis en que el tiempo de cuaresma es tiempo para tener un encuentro personal con el Señor, de la misma manera que lo tuvo Moisés y para recibir la misión específica que el Señor ha confiado a cada quien, esforzándose por ser receptivos y por asumir el compromiso de dar testimonio del Evangelio con eficacia.

Los hermanos participaron con gran alegría y expresaron su deseo de seguir conociendo a la Santa Iglesia, para gozar de los frutos y bendiciones de la Iglesia Apostólica.

El sábado 23, igualmente en San Bernardino Suchitepéquez, el arzobispo tuvo un encuentro con hermanos interesados en conocer más a profundidad y con mayor apego a la Sagrada Escritura y a los hechos, la historia de la Iglesia.

También se mostró un especial interés por conocer cuál es la especificidad de la ortodoxia católica apostólica y cómo se la puede vivir de manera integral.

Durante más de dos horas, el arzobispo estuvo respondiendo a las diferentes inquietudes que fueron planteando los hermanos y les animó a seguir profundizando en los diferentes que se abordaron.

El domingo 24, por la mañana, el arzobispo visitó la nueva comunidad que se está formando en Cuyotenango, Suchitepéquez.

Con ocasión de la visita, además de tener un diálogo con los servidores, celebró, junto al Padre Tomás Canajay, la Divina Liturgia.

Los hermanos se encuentran muy animados.

Tienen la confianza de poder contar en breve plazo con un terreno en el cual se pueda construir un templo para que la comunidad tenga estabilidad y pueda seguir creciendo y consolidándose.