El sábado 28 de diciembre, el arzobispo llegó hasta el centro misionero de Cunén, ubicado en el municipio de Cunén, del departamento de El Quiché.

La primera actividad que se celebró fue la elección del nuevo consejo pastoral del centro pastoral. Se inició con la presentación de los delegados de las diferentes comunidades que componen el Centro Pastoral.

Seguidamente, se ratificó la elección del equipo coordinador del Consejo Pastoral, habiéndose decidido la reelección de buen parte del equipo coordinador.

A media mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del Centro Pastoral de Cunén.

Se comenzó con la presentación del nuévo encargado del Centro Pastoral, el Padre Wilfredo Hurtado, el cual tomará posesión después de retiro del presbiterio.

El arzobispo impartió la formación, enfatizando cuáles son los resultados para la Arquidiócesis de Centroamérica de la Visita Apostólica.

Seguidamente los hermanos propusieron una serie de cuestiones y dieron un breve informe de la manera en la que han realizado el trabajo pastoral en las diferentes comunidades.

Poco antes del medio día, el arzobispo presidió la celebración de la santa misa, para los delegados que habían participado en la celebración del decanato.

Con ocasión de la visita del arzobispo, también se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de 17 hermanos, la mayor parte procedentes de la comunidad central de Cunén.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en el compromiso misionero que nos ha sido confiado y animó a los hermanos a tener los procesos de conversión necesarios, para capacitarse a cumplir la misión.

El sábado 28, después de medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Agua Escondida, del municipio de Cunén, del departamento de El Quiché.

Por primera vez se celebró la divina liturgia en el nuevo templo que, con muchos esfuerzos han estado construyendo los hermanos y que han logrado llevar hasta el punto de techarlo y terminar de colocar el repello.

El arzobispo felicitó a los hermanos y los animó a trabajar cada vez con más entusiasmo, especialmente en el testimonio misionero y en el asumir plenamente la identidad de la iglesia.

El sábado 28, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Puente Chuatuj, del municipio de Sacapulas, del departamento de El Quiché.

Los hermanos habían preparado que, con ocasión de la visita, se administraran los sacramentos de la iniciación cristiana a seis niños de la comunidad.

El arzobispo celebró la santa misa y administro los sacramentos.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos los profundos compromisos que debemos asumir para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado y les exhortó a tratar de tomar, cada vez más en serio, esos mismos compromisos.

El domingo 29 de diciembre, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Las Anonas, en donde tiene su sede el Centro Pastoral en formación de Chicamán, El Quiché.

Se celebró la Divina Liturgia, dedicada especialmente para celebrar a las familias, al estar litúrgicamente celebrando la fiesta de la Sagrada Familia.

El arzobispo explicó que la gracia que viene del Espíritu Santo es lo que hizo que la familia de Nazaret, asumiera las dificultades como oportunidad para fortalecer su unidad y su fidelidad a Dios. Animó a los hermanos a hacer de la fe y de la presencia del Espíritu Santo en medio de ellos, el centro de la vida familiar.

Después de la celebración de la santa misa, el arzobispo tuvo una breve reunión con los miembros del consejo pastoral del centro pastoral en formación de Chicamán.

Se evaluaron diferentes aspectos de la forma en la que se está viviendo la misión, habiéndose expresado que, aunque no hay problemas activos, falta mayor intensidad en el compromiso.

El arzobispo animó a los hermanos a tratar de descubrir con toda la intensidad, la forma de cumplir la misión que el Señor nos ha confiado, como parte de la Iglesia Madre de todas las iglesias.

El domingo 29, después del mediodía, el arzobispo impartió un tiempo de formación a servidores, líderes y algunos fieles de la parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán.

El tema giró en torno a los signos que se deben reconocer como resultado de la visita apostólica de Su Santidad el Patriarca a nuestra Arquidiócesis.

El arzobispo animó a los hermanos a profundizar en el hecho de que somos parte de la misma iglesia a la que pertenecieron la virgen María y los apóstoles, por lo que nuestra misión corresponde con la que el Señor les confió a ellos.

El domingo 29, por la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia para servidores, líderes y fieles de la parroquia de la Santísima Trinidad, Uspantán.

Dado que se estaba celebrando la fiesta de la Sagrada Familia, el arzobispo invitó a todas las familias presentes a acercarse para orar por ellas ys bendecirlas.

También animó a los hermanos a hacer de la presencia de Dios, el centro de cada familia, pues esa es la finalidad que tenía el Señor al elevar al matrimonio a la dignidad de sacramentos.

La visita del Arzobispo al área centro-oriental de El Quiché, concluyó con la celebración del decanato para esa zona, que abarca los municipios de Uspantán, Chicamá y área de la Zona Reyna, de El Quiché.

El arzobispo escuchó el reporte de cada uno de los líderes de las diferentes comunidades, habiéndose tenido como común denominador, el hecho de pasar por un momento de serenidad y tranquilidad.

El arzobispo exhortó a los hermanos a ponerese en oración, para descubrir en profundidad la misión que se nos ha confiado, y tener el discernimiento y el valor para ponerla en práctica.

El lunes 30 de diciembre, el arzobispo llegó hasta la Parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, para celebrar el decanato de la parte occidental de Huehuetenango.

Se contó con la participación de numerosos hermanos, delegados de las diferentes comunidades que forman este decanato y que pertenecen a los municipios Huista de la región.

El arzobispo hizo la presentación de la formación. Luego los hermanos tuvieron la oportunidad de preguntar una serie de cuestiones de clarificación de cuanto se había expuesto.

El lunes 30, después del medio día, el arzobispo, acompañado del Padre Santos Acosta, llegó hasta la población de Concepción Huista, Huehuetenango.

Le esperaban miembros de la comunidad central se la cabecera municipal, para acompañarle a la bendición del predio y de los cimientos de lo que, deberá ser, en breve tiempo, el templo de la comunidad.

Los hermanos han logrado adquirir dos cuerdas de terreno y, actualmente han logrado ya hacer la cimentación y están en proceso de terminar el cimiento. Esperan poder terminar muy pronto.

El lunes 30, después de la bendición de los cimientos del nuevo templo de la comunidad central de Concepción Huista, el arzobispo llegó hasta el lugar en el que se tiene actualmente el templo de la comunidad.

Los hermanos habían preparado un grupo de 19 hermanos, para que recibieran la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en los que se confirmó y confirió el envío misionero los hermanos de la comunidad central de Concepción.

En la homilía, el arzobispo explicó cuáles son los compromisos que se deben asumir, especialmente en cuanto al estilo de vida y el trabajo misionero.

El lunes 30, a media tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad segunda de la cabecera municipal de Concepción Huista, para realizar la bendición del templo de la comunidad.

Aunque aún no está totalmente terminada la construcción, los hermanos logaron construir, en un segundo nivel, un nuevo templo, bastante más amplio que el primero.

El arzobispo invocó la presencia del Señor en el templo y luego bendijo a la comunidad, que hizó el ingreso al templo, mientras eran rociados con agua bendita.

Hacia el final de la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la segunda comunidad del centro de Concepción Huista.

Con ocasión de la celebración, se administró la confirmación y el envío misionero a seis hermanos, miembros de la comunidad, que habían sido previamente preparados acerca del sentido de la celebración y de los compromisos que les correspondía asumir.

El arzobispo animó a todos los hermanos a renovar su compromiso con el Señor, tratando de llevar una vida en el Espíritu Santo coherente y dando testimonio del Evangelio a todas las personas.

El lunes 30, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la santa misa en la sede central de la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, Huehuetenango.

Dentro del marco de la celebración de la liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a seis hermanos, miembros de la comunidad.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos que conlleva la administración de la confirmación y cuál es la gracia con la que Dios bendecía a los confirmados, para ser capaces de cumplir la misión que les era confiada.

El martes 31, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la Parroquia Renovación Carismática de Antioquía, de Guaxacaná, Nentón, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del nor-occidente de Huehuetenango.

Se contó con la participación de numerosos hermanos, procedentes de las diferentes comunidades, así como de los Padres Francisco y Luís Carlos.

El arzobispo hizo la presentación de la formación y luego, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear una serie de preguntas referentes a diferentes cuestiones de interés que tenían.

En general se nota mucho entusiasmso entre los hermanos, así como el deseo de comprometerse activamente en la misión.

El martes 31, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Fortuna, del Municipio de Nentón, del departamento de Huehuetenango.

Los hermanos se habían reunido para la celebración de la santa misa, que sería presidida por el arzobispo.

El arzobispo exhortó a los hermanos a dar gracias al Señor por todos los beneficios recibidos durante el año que termina, así como a pedir perdón por las fallas cometidas.

Igualmente animó a los hermanos a renovar el compromiso de perseverancia en la fe y de realizar el testimonio misionero en forma continua y eficaz.

El martes 31, por la tarde, los servidores y líderes de la comunidad de Chaquial, del municipio de Nentón, Huehuetenango, pidieron al arzobispo que visitara el lugar en el que han comenzado la construcción del templo de la comunidad.

Se trata de un templo relativamente pequeño, de seis metros por diez, que, sin embargo, los hermanos están construyendo con mucha fe y entusiasmo.

El arzobispo oró por la pequeña comunidad y al igual por los trabajos que se están realizando y les animó a seguir perseverando en el camino del Señor y del testimonio misionero.