El jueves 9 de enero, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la comunidad que se congrega en Sayajché, Petén, para presidir la celebración del decanato de El Petén.

Se contó con la gran mayoría de representantes de las comunidades que están presentes en el departamento de el Petén.

El arzobispo impartió la formación, recordando cuál es la identidad de la iglesia apostólica y cómo nosotros compartimos la misma misión que Jesús confió a los apóstoles.

Los hermanos tuvieron, al final, todo el tiempo necesario para plantear una serie de preguntas sobre diferentes temas de índole pastoral.

El jueves 9, después del mediodía, ela rzobispo, acompañado del Padre Marco Antonio Xumux, llegó hasta la sede en donde se reúne la comunidad de San Benitó, Petén.

En el lugar se habían dado cita hermanos servidores de las diferentes comunidades del Centro de Petén: es decir, la de San Benito, la de Porusilá (Santa Ana) y la de Nuevo San José.

El arzobispo presidió la celebración de la misa para los participantes, en la homilía les recordó cuáles son algunas de las características de la misión que nos ha confiado en el Señor y cómo debe ser cumplida la misma.

Después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo, junto a todos los hermanos que habían participado en la liturgia, se trasladaron al lugar en donde se construye el nuevo templo para la comunidad de San Benito, Petén.

El arzobispo bendijo por grupos a los servidores y líderes de cada una de las tres comunidades que se habían dado cita en la celebración y luego renovo la bendición del lugar en el que se construye el templo.

Todos los hermanos están muy contentos por los pasos que se han dado, tratando de renovar el compromiso que han hecho con el Señor y dar testimonio del Evangelio con eficacia.

La actividad pastoral del arzobispo en el Petén terminó con una visita a la sede de la parroquia de San Fernando de Sayajché, Petén.

Con ocasión de la visita el arzobispo presidió la celebración de la liturgia, habiendo anticipado la celebración de la solemnidad del Bautismo del Señor, para ese día.

En la homilía el arzobispo animó a cada uno de los hermanos a escuchar el testimonio del Espíritu Santo en el carazón y a tratar de interesarse por participar plenamente en las diferentes liturgias y en el testimonio del evangelio, a todos y en todas partes, como el Señor nos los ordenó.

El viernes 10 de enero, el arzobispo llegóa hasta la sede de la parroquia Cristo Rey, del municipio de Chisec, Alta Verapaz, para presidir la celebración del decanato del Norte de Alta Verapaz.

Además de un buen grupo de delegados y servidores de las diferentes comunidades y parroquias, se contó con la presencia de los padres Óscar Carranza y Marco Antonio Xumux.

El arzobispo, después de animar a los hermanos, impartió la formación que estaba prevista y que está orientada a profundizar en la misión que tiene la arquidiócesis.

En la formación, el arzobispo animó a los hermanos a tratar de fortalecer la vida apostólica y la proyección misionera, en todas sus dimensiones.

El viernes 10, por la tarde, el arzobispo, acompañado por el Padre Óscar Carranza, párroco local, llegó hacia la sede de la parroquia de Balbatzul, ubicada en el municipio de Cobán, Alta Verapaz.

Allí 27 hermanos habían sido esmeradamente preparados para recibir la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo explicó a los hermanos cuáles eran los compromisos que asumían y ellos expresaron, de diferentes maneras, la disponibilidad para asumir el compromisos misionero.

Finalmente, el arzobispo exhortó a todos los presentes, a comprometerse activamente en todo lo que refiera al testimonio del evangelio y a la acción misionera.

El sábado 11, el arzobispo terminó la gira misionera que comenzó el 25 de diciembre, en el sur de Alta Verapaz.

La primera actividad que se realizó fue la celebración del decanato del Sur de Alta Verapaz, en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán, Alta Verapaz.

Se contó con la participación numerosa de delegados de las comunidades, así como de los Padres que trabajan pastoralmente en la zona: Padres Freddy, Alexander, Gustavo, Óscar Carranza y Arturo Coc.

El arzobispo impartió la formación prevista, respondió a las preguntas que le plantearon e informó acerca de algunos criterios pastorales que rigen las parroquias y centros pastorales de la Arquidiócesis.

Después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Cojaj, San Pedro Carchá, que hace parte del Centro Pastoral de Chitaña, en donde se celebró la Divina Liturgia.

Con ocasión de la visita,a también se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de hermanos provenientes de la comunidad local.

El arzobispo explicó el sentido del compromiso misionero que se asume e invitó a todos los hermanos a intensificar su proyección misionera de todas las formas posibles.

El sábado 11, por la tarde, el arzobispo llegó hast el lugar en donde ha sido construido el nuevo templo parroquial de la Parroquia del Buen Pastor, en Cojaj, San Pedro Carchá.

La visita inició con la apertura y bendición del templo.

Los hermanos, delegados de las diferentes comunidades que forman la parroquia, así como algunos invitados, participaron en grandes cantidades.

El arzobispo hizo las oraciones de apertura y luego la bendición e incensación del templo.

Después de la bendición del templo, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia. Participaron el padre párroco, Padre Freddy González, así como los Padres Marco Antonio, Gustavo, Alexander y Arturo.

Los hermanos participaron en grandes cantidades. Tanto adentro como fuera del templo eran multitudes las que abarrotaban todas las áreas.

Con ocasión de la celebración, también se instituyó a dos ministros extraordinarios para la distribución de la comunión.

El arzobispo animó a los hermanos a profundizar más en la fe apostólica y a tratar de vivir con la identidad propia de la iglesia apostólica, a la que el Señor nos ha querido misericordiosamente incorporar.

Con ocasión de la presencia del arzobispo en la parroquia del Buen Pastor, también se prepararon y se celebraron las confirmaciones y el envío misionero.

En total, fueron más de 120 hermanos, procedentes de las diferentes comunidades de la parroquia, quienes recibieron la confirmación y el envío misionero.

En la homilía el arzobispo explicó que la confirmación de la crismación es un rito en el cual, los confirmandos asumen el compromiso que, en el bautismo fue asumido por los padres y padrinos, de vivir la vida en el Espíritu Santo y de comprometerse activamente en el anuncio del Evangelio, de acuerdo al mandato de Cristo.

El lunes 13 de enero, en el seminario Santa María del Nuevo Éxodo, dio inicio el retiro espiritual anual del presbiterio de la Arquidiócesis de Centroamérica.

El arzobispo, quien es el encargado de moderar las meditaciones y formaciones, introdujo el retiro, haciendo una invitación a reflexionar sobre la Palabra Viva de Dios, que se pronuncia a cada uno de nosotros en la vida ordinaria.

Especialmente invitó a reflexionar acerca de lo que el Señor nos está diciendo a través de la visita apostólica de Su Santidad el Patriarca a nuestra Arquidiócesis.

Después de la introducción, se administró el sacramento de la reconciliación y se celebró la Divina Liturgia.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que se tiene la llamda a vivir en constante comunión con el Señor y que esto, inevitablemente, genera rechazo y persecuciones.

El martes 14 de enero, se tuvieron cuatro meditaciones, como parte del retiro espiritual de presbiterio de la Arquidiócesis, que ejerce el ministerio en Guatemala.

Las meditaciones giraron en torno a los temas siguientes:

1. Los signos de los tiempos: qué es lo que el Señor nos está pidiendo en el presente momento de nuestra vida.

2. La fe apostólica: una realidad dinámica, que proviene constante e incesantemente de Dios.

3. La sacramentalidad de la Iglesia.

4. El sentido del ministerio ordenado.

Se vivió un ambiente de diálogo, de escucha del Señor y de un llamado a la conversión en todas las dimensiones de la vida del presbítero.

En tres momentos del día, el presbiterio, presidido por el arzobispo, se reunión para cantar el oficio divino.

En general, esta oración se constituye en el eje de la oración comunitaria, a lo largo del día.

La oración fue heca con devoción y con gran provecho espiritual.

El martes por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, que giró en torno al ministerio ordenado.

A la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo hizo énfasis en que se está llamados a vivir y ejercer el ministerio con el mismo estilo con que lo hizo Jesucristo, es decir con la autoridad que vivene de lo alto.

El arzobispo también hizo énfasis en que la forma para recibir este don, es el reconocimiento de la propia pequeñez, para que Dios pueda manifestar su poder a través de nuestro ministerio.

El martes, por la noche, como es habitual, se tuvo una reunión en la cual se dialogó sobre la marcha y las perspectivas de las diferentes Vicarías.

Se hizo énfasis en la necesidad de asumir un compromiso y una presencia más activos en el ámbito social y en todos los niveles de las comunidades.

Se habló de la necesidad de publicar un directorio en el que se especifiqquen cuáles deben ser los objetivos de esta proyección y la forma de alcanzarlos.

El miércoles 15 por la mañana, el arzobispo impartió la quinta meditación de los ejercicios espirituales para el presbiterio, sobre las actitudes que se deben asumir para responder a la llamada que nos ha hecho el Señor.

Seguidamente, hacia el final de la mañana, se tuvo la primera instrucción, la cual giró en torno a aspectos prácticos, litúrgicos y pastorales sobre la administración de la iniciación cristiana.

En la instrucción hubo un intercambio muy positivo, acerca de diferentes aspectos de la celebración.

El miércoles 15, por la tarde, se tuvieron dos instrucciondes para el presbiterio, dentro del marco del retiro espiritual anual que se celebra en el Seminario de San Lucas Sacatepéquez.

En la primera se dialogó acerca de la administración e implicaciones de la confirmación y el envío misionero, así como acerca de aspectos prácticos sobre el ejercicio del ministerio ordenado.

En la segunda se dialogó acerca de una serie de aspectos litúrgicos y pastorales sobre la celebración de la Divina Liturgia, haciendo énfasis en temas como el altar.

El miércos 15, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, para el presbiterio de la Arquidiócesis de Centroamérica que ejerce el ministerio en Guatemala.

Durante la homilía, el arzobispo recordó cuál es el ejemplo de humildad de Cristo, lo cual abre a su exaltación e invitó a todo el presbiterio a que, asumiendo una actitud de humildad y entrega como la de Cristo, se adquiera la sabiduría necesaria y la santidad, para ejercer el ministerio con eficacia y compromiso

Después de la cena, se realizó la reunión del presbiterio por Vicarías.

En cada una de las reuniones, se abordaron algunos temas de interés común, tanto para la proyección misionera como para la organización pastoral de la vicaría.

Especialmente en la Vicaría del Norte, se constató que existe un problema en una parroquia y se trató de buscar alternativas válidad para resolverlo de la mejor manera posible.

El jueves 16, por la mañana, se celebró la última y conclusiva instrucción del retiro espiritual del presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

Los presbíteros expresaron sus perspectivas sobre las implicaciones eclesiales y pastorales de la visita apostólica de Su Santidad el Patriarca.

El arzobispo presentó diversas consideraciones sobre lo que será el "Año de la Apostolicidad", que será lanzado, para toda la Arquidiócesis en la liturgia de renovación de los compromisos presbiterales, en torno a la pascua.

También se fijó el 7 de julio como la fecha para la celebración de la Reunión General del Presbiterio, en el área central de Guatemala y la fecha de los próximos ejercicios espirituales, que se celebrarán del 11 al 14 de enero del 2021, en el seminario.

Al final de la mañana, se celebró la Divina Liturgia de conclusión de los ejercicios espirituales del presbiterio, presidida por el arzobispo, en el seminario Santa María del Nuevo Éxodo, de San Lucas Sacatepéquez.

En la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que el secreto para poder ejercer con fecundidad el ministerio que nos ha sido confiado, es la humildad con la que nos reconozcamos limitados y nos entreguemos incondicionalmente al Señor, para hacer todo el trabajo ministerial con la fuerza que viene de Dios.

Los presbíteros expresaron, de diferentes maneras, su gratitud por la celebración del retiro y el compromiso por permitir que dé abundantes frutos en la vida y ministerio de cada quien.

El retiro se centra, específicamente en el presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

Guatemala está organizada en tres Vicarías: la Huehuetenango, la del norte y la del centro.

Afuera de Guatemala, existen las Vicarías del Centro de México y está en proyecto de formación una en el Sur. La de Colombia y las misiones de El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, Venezuela, Bolivia y Perú.

Aunque, por razones personales algunos de los presbíteros no pudieron participar, se contó con la participación de 42 presbíteros, aunque algunos no pudieran estar en todos los momentos del retiro.