LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE ENERO 2016

 

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1 ENERO – VIERNES – LA CIRCUNCISIÓN – MARÍA, MADRE DE DIOS


Gen 17, 4-6.9-10.12-13 / Sal 66 /Gal 4,4-7/ Lc 2, 16-21 – Blanco

Maria Jesus Clip Art 15. Oración Colecta
Señor Dios, que por la fecunda entrega de santa María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos gozar de la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo.

6. Primera Lectura:Gen 17, 4-6.9-10.12-13
Lectura del libro del Génesis
Dios dijo a Abram:—Esta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones.
Además, Dios le dijo a Abraham:—Pero tú, cumple con mi alianza tú y todos tus descendientes. Esta es la alianza que hago con ustedes y que deberán cumplir también todos tus descendientes: todos los hombres entre ustedes deberán ser circuncidados.  De hoy en adelante, todo varón entre ustedes deberá ser circuncidado a los ocho días de nacido, lo mismo el niño que nazca en casa que el esclavo comprado por dinero a cualquier extranjero. Tanto el uno como el otro deberá ser circuncidado sin falta. Así mi alianza quedará señalada en la carne de ustedes como una alianza para toda la vida. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido!¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

8. Segunda Lectura: Gal 4,4-7
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: “¡Abbá! ¡Padre!” Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, los pastores fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho. A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, por la poderosa intercesión de la Madre de su Hijo, imploremos la misericordia de Dios por toda la humanidad, clamando: R. Escúchanos, Padre.
Para que todos, a imitación de María, conservemos en el corazón y anunciemos lo que hemos oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que los seres humanos de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, roguemos al Señor. R.
Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz. R.
Para que los que dedicamos al Señor el comienzo de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y veamos con alegría su fin, roguemos al Señor. R.

+ Señor, escucha nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos: que nuestro trabajo nos dé el pan de cada día, y que podamos avanzar en el camino del bien y del cumplimiento fiel de tu palabra. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en santa María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que estos sacramentos que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a santa María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 ENERO – SÁBADO – SANTOS BASILIO Y GREGORIO

1 Jn 2, 22-28 / Sal 97 / Jn 1, 19-28 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor y Dios nuestro, que concediste a tus obispos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, ser agregados al número de los santos pastores por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para participar de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 2, 22-28
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo. Cualquiera que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.
Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre. Esto es precisamente lo que nos ha prometido Jesucristo: la vida eterna.
Les estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañarlos. Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 19-28
† Lectura del Evangelio según san Juan
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.
Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías.
Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: —Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía en la que recordamos la memoria de los santos Basilio y Gregorio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana, para que seamos auténticos discípulos de tu Hijo Jesucristo, como lo fueron los santos padres Basilio y Gregorio. Por Jesucristo.


PERIPLOS D
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3 ENERO – DOMINGO – LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

Is 60, 1-6 / Sal 71 / Ef 3, 2-3. 5-6 / Mt 2, 1-12 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, contemplarte, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Is 60,1-6
Lectura del libro del profeta Isaías 
Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti. La oscuridad cubre la tierra, la noche envuelve a las naciones, pero el Señor brillará sobre ti y sobre ti aparecerá su gloria. Las naciones vendrán hacia tu luz, los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer.
Levanta los ojos, y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán desde lejos; tus hijas serán traídas en brazos.
Tú, al verlos, estarás radiante de alegría, tu corazón se llenará de gozo; te traerán los tesoros de los países del mar, te entregarán las riquezas de las naciones.
Te verás cubierta de caravanas de camellos que vienen de Madián y de Efá; vendrán todos los de Sabá, cargados de oro y de incienso, y proclamarán las acciones gloriosas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 71
R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! ¡Que los reyes se arrodillen ante él! ¡Que todas las naciones le sirvan! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

8. Segunda Lectura: Ef 3, 2-3. 5-6
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios 
Hermanos: Sin duda sabrán que Dios me ha encargado anunciar a ustedes lo que él, en su bondad, ha dispuesto. Por revelación he conocido el designio secreto de Dios, como ya les escribí brevemente. Que no se dio a conocer a nadie en otros tiempos, pero que ahora Dios ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por medio de su Espíritu. El designio secreto es este: que por el evangelio Dios llama a todas las naciones a participar, en Cristo Jesús, de la misma herencia, del mismo cuerpo y de la misma promesa que el pueblo de Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 2, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron:— ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron:—En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta: “En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo:–Vayan allá, y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho. Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos, nuestras oraciones al Señor, en este día santo en que Dios ha manifestado la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria. A cada petición respondemos: R. Te rogamos, Señor, ilumínanos.
Por la Iglesia: para que ilumine a los seres humanos con la luz de Cristo, y haga brillar la luz del Evangelio en todas las naciones, roguemos al Señor. R.
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos: para que su juventud y vigor sean levadura para todos, roguemos al Señor. R.
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que lo han abandonado el camino de la verdad: roguemos al Señor. R.
Por nosotros, que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo: para que sigamos con fidelidad el Evangelio, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha nuestras oraciones, oh Dios, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia, que no consisten en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, se ofrece en sacrificio y se nos da en alimento. Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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4 ENERO – LUNES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1Jn 3, 22-4,6 / Sal 2 / Mt 4, 12-17.23-25 – Blanco

5. Oración Colecta
Que el esplendor de tu gloria ilumine, Señor, nuestros corazones para que, podamos experimentar la grandeza de tu presencia entre nosotros. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1 Jn 3, 22-4, 6
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: el Señor nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. De esta manera pueden ustedes saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero, tiene el Espíritu de Dios. El que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Ustedes han oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido a esos mentirosos, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo, y los que son del mundo los escuchan. En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. Te daré en herencia las naciones.
Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 4, 12-17.23-25
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”
Recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba. Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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5 ENERO – MARTES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1Jn 4, 7-10 / Sal 71 / Mc 6, 34-44 – Blanco

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor que tu Hijo, que quiso hacerse semejante a nosotros para manifestarnos tu amor, nos vaya haciendo, cada día, más semejantes a él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: 1Jn 4, 7-10
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 34-44
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.
Pero Jesús les contestó: —Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?
Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.
Cuando lo averiguaron, le dijeron: —Cinco panes y dos pescados.
Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento divino. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos identifique más plenamente con tu Hijo Jesucristo, que vive y reina, por los siglos de los siglos.


PERIPLOS DEL O
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6 ENERO – MIÉRCOLES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1Jn 4,11-18 / Sal 71 / Mc 6, 45-52 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, luz del mundo, concede una paz estable a todos los pueblos de la tierra, y haz que aquella luz resplandeciente que condujo a los Magos al conocimiento de tu Hijo, ilumine también nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 4,11-18
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie;  pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él. Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. El amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 45-52
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar.
Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra, vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos. Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados,
porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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7 ENERO – JUEVES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1 Jn 4, 19-5, 4 / Sal 71 / Lc 4, 14-22a – Blanco

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, llegue a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:1 Jn 4, 19-21; 5, 1-4
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Los salvará de la opresión y la violencia, pues sus vidas le son de gran valor. ¡Viva el rey! ¡Que le den el oro de Sabá! ¡Que siempre se pida a Dios por él! ¡Que sea siempre bendecido! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 14-22a
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.” Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: —Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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8 ENERO – VIERNES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1 Jn 5, 5-13 / Sal 147 / Lc 5, 12-16 – Blanco

5. Oración Colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que el misterio del nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los Magos por medio de una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 5-13
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene. Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 12-16
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, estando Jesús en su pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús lo tocó con la mano, diciendo: —Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: —No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento divino. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos identifique más plenamente con tu Hijo Jesucristo, que vive y reina, por los siglos de los siglos.


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9  ENERO – SÁBADO – TIEMPO DE EPIFANÍA

1 Jn 5, 14-21 / Sal 149 / Jn 3, 22-30 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que, por medio de tu Hijo, nos has hecho renacer para ti, concédenos que tu gracia nos modele a imagen de Jesucristo en quien nuestra naturaleza humana está unida a la tuya. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 14-21
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano, si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte, y por ese pecado no digo que se deba orar. Toda maldad es pecado; pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. Hijitos, cuídense de los dioses falsos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor es amigo de su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba y era bautizada. Esto sucedió antes que metieran a Juan a la cárcel.
Pero algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre el asunto de la purificación, y fueron a decirle a Juan: —Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, ahora está bautizando y todos lo siguen.
Juan les dijo: —Nadie puede tener nada, si Dios no se lo da. Ustedes mismos me oyeron decir claramente que yo no soy el Mesías, sino uno que ha sido enviado delante de él. En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oírlo hablar. Así también mi alegría es ahora completa. Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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10 ENERO – DOMINGO – EL BAUTISMO DEL SEÑOR

Is 42,1-4.6-7/ Sal 28 / Hch 10, 34-38 / Lc 3,15-16. 21-22   – Blanco

ev2vi23.gif5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Is 42, 1-4.6-7
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones. No gritará, no levantará la voz, no hará oír su voz en las calles, no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.”
Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: “Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo luz de las naciones. Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 28
R. Señor, bendice a tu pueblo con la paz.
Alaben al Señor, seres celestiales: alaben el poder y la gloria del Señor, alaben el glorioso nombre del Señor, adoren al Señor en su hermoso santuario. R.
El Dios glorioso hace tronar: y deja sin árboles los bosques. En su templo, todos le rinden honor. El Señor gobierna las lluvias; ¡el Señor gobierna cual rey eterno! R.

8. Segunda Lectura: Hch 10, 34-38
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
En aquellos días, Pedro comenzó a hablar, y dijo: —Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 3,15-16. 21-22
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo la gente estaba en gran expectativa, y se preguntaba si tal vez Juan sería el Mesías; pero Juan les dijo a todos: “Yo, en verdad, los bautizo con agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.”
Sucedió que cuando Juan los estaba bautizando a todos, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Salvador, que fue bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar por él a la humanidad caída, respondiendo: R. Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a quienes se preparan para recibir el bautismo o la confirmación, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Elegido de Dios para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que le buscan con sinceridad de corazón, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada, conceda la salud a los que viven oprimidos por el mal, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, que quiso ser bautizado en el Jordán dé fuerza a nuestro bautismo y nos haga descubrir y amar su grandeza, roguemos al Señor. R.
+ Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la crismación, escucha nuestras oraciones y concédenos ser testigos valientes de la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el Bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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11 ENERO – LUNES – 1ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Sm 1, 1-8 / Sal 115 / Mc 1,14-20 – Verde

5. Oración Colecta
Oremos: Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo. 

6. Primera Lectura: 1Sm 1, 1-8
Lectura del primer libro de Samuel
En un lugar de los montes de Efraín, llamado Ramá, vivía un hombre de la familia de Suf, cuyo nombre era Elcaná. Era hijo de Jeroham y nieto de Elihú. Su bisabuelo fue Tohu, hijo de Suf, que pertenecía a la tribu de Efraín. Elcaná tenía dos esposas. Una se llamaba Ana, y la otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero Ana no los tenía. Todos los años salía Elcaná de su pueblo para rendir culto y ofrecer sacrificios en Siló al Señor todopoderoso. Allí había dos hijos del sacerdote Elí, llamados Hofní y Finees, que también eran sacerdotes del Señor.
Cuando Elcaná ofrecía el sacrificio, daba su ración correspondiente a Peniná y a todos los hijos e hijas de ella, pero a Ana le daba una ración especial, porque la amaba mucho, a pesar de que el Señor le había impedido tener hijos. Por esto Peniná, que era su rival, la molestaba y se burlaba de ella, humillándola porque el Señor la había hecho estéril.
Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía. Entonces le decía Elcaná, su marido: “Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué estás triste y no comes? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas.
¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, en los atrios del templo del Señor, ¡en medio de ti, Jerusalén! ¡Aleluya! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,14-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.”
Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús:—Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago  y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo.


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12 ENERO - MARTES – 1ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 1, 9-20 / 1 Sam 2 / Mc 1, 21-28 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 1, 9-20
Lectura del primer libro de Samuel
En cierta ocasión, estando en Siló, Ana se levantó después de la comida. El sacerdote Elí estaba sentado en un sillón, cerca de la puerta de entrada del templo del Señor. Y Ana, llorando y con el alma llena de amargura, se puso a orar al Señor y le hizo esta promesa: “Señor todopoderoso: Si te dignas contemplar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me concedes un hijo, yo lo dedicaré toda su vida a tu servicio, y en señal de esa dedicación no se le cortará el pelo.”
Como Ana estuvo orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca; pero ella oraba mentalmente. No se escuchaba su voz; solo se movían sus labios. Elí creyó entonces que estaba borracha, y le dijo:—¿Hasta cuándo vas a estar borracha? ¡Deja ya el vino!
—No es eso, señor —contestó Ana—. No es que haya bebido vino ni ninguna bebida fuerte, sino que me siento angustiada y estoy desahogando mi pena delante del Señor. No piense usted que soy una mala mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
—Vete en paz —le contestó Elí—, y que el Señor te conceda lo que le pediste.
—Muchísimas gracias —contestó ella.
Luego Ana regresó por donde había venido, y fue a comer, y nunca más volvió a estar triste. A la mañana siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, regresaron a su casa en Ramá. Después Elcaná se unió con su esposa Ana, y el Señor tuvo presente la petición que ella le había hecho. Así Ana quedó embarazada, y cuando se cumplió el tiempo dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, porque se lo había pedido al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De 1 Sm 2
R. Señor, yo me alegro en ti de corazón.
Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre! R.
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. R.
El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. R.
Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegaron a Cafarnaúm, y en el sábado Jesús entró en la sinagoga y comenzó a
enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. En la sinagoga del pueblo había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó:—¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?  Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.
Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole:—¡Cállate y deja a este hombre!
El espíritu impuro hizo que al hombre le diera un ataque, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron, y se preguntaban unos a otros:—¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, y con plena autoridad! ¡Incluso a los espíritus impuros da órdenes, y lo obedecen! Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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13 ENERO – MIÉRCOLES – SAN HILARIO DE POITIERS, OBISPO

2 Tim 2, 8-10.3,10-12 / Sal 112, 1-3 / Mt 10,26-32 / Blanco

Nació en Poitiers, Francia en el año 315. En el año 350, durante los fuertes problemas con los arrianos, es nombrado Obispo de su ciudad y desterrado en el 356. Durante su exilio escribe nueve de los doce libros que componen su "De Trinitate". Desde el exilio continuó pastoreando su obispado, para regresar a los cuatro años a Poitiers. Su obra revela la unión del pensamiento teológico occidental con el oriental.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has puesto a san Hilario de Poitiers al frente de tu pueblo, te rogamos que la eficacia de su intercesión ayude a que tu pueblo alcance tu amor y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Tim 2, 8-10.3,10-12
Lectura de la segunda Carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermano: Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey
David, según el evangelio que yo anuncio. Por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.
Tú has seguido bien mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor y mi fortaleza para soportar, y has compartido mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que tuve que soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Pero el Señor me libró de todo ello. Es cierto que todos los que quieren llevar una vida piadosa en unión con Cristo Jesús sufrirán persecución. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112,1-3
R. Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos.
Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10,26-32
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no haynada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.
“¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos. Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, acepta las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Hilario de Poitiers; que ellas nos alcancen tu perdón y te glorifiquen. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Hilario de Poitiers, nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas. Por Jesucristo.


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14 – JUEVES – 1ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 4, 1-11 / Sal 43 / Mc 1, 40-45 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 4, 1-11
Lectura del primer libro de Samuel
Por aquel entonces se juntaron los filisteos para luchar contra Israel. Los filisteos establecieron su campamento en Afec, desplegándose para atacar a los israelitas, y al entablarse la lucha, los filisteos vencieron a los israelitas y mataron a cuatro mil de sus hombres en el campo de batalla. Cuando el ejército israelita volvió al campamento, los ancianos de Israel  dijeron: “¿Por qué permitió hoy el Señor que nos derrotaran los filisteos? ¡Vamos a traernos de Siló el arca de la alianza del Señor,  para que él marche en medio de nosotros y nos libre de nuestros enemigos!”
Por consiguiente, los israelitas enviaron un destacamento a Siló, y trajeron de allá el arca de la alianza del Señor todopoderoso, que tiene su trono sobre los querubines. Hofní y Finees, los dos hijos de Elí, acompañaban también al arca de la alianza de Dios. Y ocurrió que al llegar al campamento el arca de la alianza del Señor, los israelitas gritaron con tanta alegría que hasta retumbó la tierra.
Cuando los filisteos escucharon aquel griterío, preguntaron: “¿Por qué hay tanto alboroto en el campamento de los hebreos?” Pero al saber que el arca del Señor había llegado al campamento, tuvieron miedo y dijeron: “¡Dios ha llegado al campamento! ¡Ay de nosotros, porque hasta ahora no había sido así! ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de caer en las manos de este Dios tan poderoso? ¡Él es quien destruyó a los egipcios en el desierto con toda clase de plagas! ¡Ármense, pues, de valor, soldados filisteos, y luchen con ardor para que no lleguen a ser esclavos de los hebreos, como ellos lo han sido de ustedes!”
Entonces los filisteos atacaron y derrotaron a los israelitas, los cuales huyeron a su campamento. La matanza que hicieron fue tremenda, pues de la infantería israelita cayeron treinta mil hombres. También capturaron el arca de Dios, y mataron a Hofní y Finees, los dos hijos de Elí. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 43
R. ¡Levántate, ven a ayudarnos y sálvanos por tu gran amor!
Nos has rechazado; nos has cubierto de vergüenza. Ya no sales con nuestros ejércitos. Los que nos odian nos roban y se llevan lo que quieren. R.
Nos has convertido en objeto de insultos; nuestros vecinos nos ofenden. Has hecho que los paganos se burlen de nosotros; al vernos, mueven burlones la cabeza. R.
¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta, despierta! ¡No nos rechaces para siempre! ¿Por qué te escondes? ¿Por qué te olvidas de nosotros, que sufrimos tanto, tanto? R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 40-45
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:—Si quieres, puedes limpiarme  de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él;  lo tocó con la mano y dijo:–Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho:—Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu purificación, la ofrenda que ordenó Moisés,  para que conste ante los sacerdotes.
El hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 ENERO – VIERNES – SANTO CRISTO DE ESQUIPULAS

Fil 2, 6-11 / Sal 77 / Jn 19, 25-27 – Rojo

En el año 1594 los habitantes de Esquipulas mandaron a esculpir una imagen de Jesús Crucificado de quién tanto les habían hablado sus evangelizadores. El Provisor del Obispado de Guatemala hizo un contrato con el escultor de origen portugués Quirio Cataño, y la imagen fue entregada el 4 de octubre del mismo año. Su color moreno se debe a la madera en la que está tallado.

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los humanos por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido este misterio, participar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Fil 2, 6-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz.
Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.
Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; ¡inclínate a escuchar lo que te digo! Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, R.
Dios estableció una ley para Jacob; puso una norma de conducta en Israel, para que la conocieran las generaciones futuras, y para que tuvieran confianza en Dios. R.
Dios hizo maravillas delante de sus padres: partió en dos el mar, y los hizo pasar por él, deteniendo el agua como un muro. De día los guió con una nube, y de noche con luz de fuego. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos limpie de toda culpa este sacrificio, el mismo que, ofrecido en el altar de la cruz, ha quitado el pecado del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Fortalecidos con esta Eucaristía, te pedimos, Señor Jesucristo, que hagas partícipes de la gloria de la resurrección a los que has redimido en el madero salvador de la Cruz. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.


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16 ENERO – SÁBADO – 1ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 9, 1-4. 10-17.19; 10, 1a / Sal 20 / Mc 2, 13-17 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 9, 1-4. 10-17.19; 10,1a
Lectura del primer libro de Samuel
En la tribu de Benjamín había un hombre llamado Quis, que era hijo de Abiel y nieto de Seror; su bisabuelo había sido Becorat, hijo de Afíah. Quis, hombre muy respetado, tenía un hijo, joven y bien parecido, que se llamaba Saúl. No había otro israelita tan bien parecido como él, pues en estatura ninguno le pasaba del hombro. Un día, a Quis se le perdieron sus asnas. Entonces le dijo a su hijo Saúl:—Prepárate y ve a buscar las asnas. Llévate a uno de los criados.
Saúl se fue, atravesó la región montañosa de Efraín y pasó por la región de Salisá; pero no encontró las asnas. Al llegar a la región de Suf, dijo Saúl al criado que lo acompañaba:—Vamos a regresar, pues mi padre debe de estar ya más preocupado por nosotros que por las asnas.
El criado le contestó:—En esta ciudad hay un profeta a quien todos respetan, porque todo lo que anuncia sucede sin falta. Vamos allá, y quizá él nos indique el camino que debemos seguir. —De acuerdo —dijo Saúl—. Vamos allá.
Los dos se dirigieron a la ciudad donde vivía el profeta, y cuando iban subiendo la cuesta, en dirección a la ciudad, se encontraron con unas muchachas que iban a sacar agua y les preguntaron:—¿Es aquí dónde podemos encontrar al vidente?
Ellas les respondieron:—Sí, pero se encuentra más adelante. Dense prisa, pues ha venido a la ciudad porque hoy se celebra el sacrificio en el santuario. En cuanto lleguen ustedes allí, búsquenlo, antes de que se vaya al santuario para la comida.  La gente no comerá hasta que él llegue, pues él tiene que bendecir el sacrificio, después de lo cual comerán los invitados. Por eso, vayan ahora, porque en este momento lo encontrarán.
Ellos continuaron subiendo, rumbo a la ciudad. Y precisamente cuando iban llegando a ella, Samuel salía en dirección contraria, para ir al santuario.
El día anterior a la llegada de Saúl, el Señor había hecho la siguiente revelación a Samuel: “Mañana, a esta misma hora, te mandaré un hombre de la región de Benjamín, a quien deberás consagrar como gobernante de mi pueblo Israel. Él lo librará del dominio de los filisteos, porque me he compadecido de mi pueblo cuando sus quejas han llegado hasta mí.”
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: “Ahí tienes al hombre de quien te hablé. Este gobernará a mi pueblo.”
—Yo soy el vidente —respondió Samuel—. Sube delante de mí al santuario, y come hoy conmigo allí. Mañana temprano te contestaré todo lo que me quieras preguntar, y luego te dejaré marchar.
Entonces Samuel  tomó un recipiente con aceite y, derramándolo sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo:—El Señor te consagra  hoy gobernante de Israel, su pueblo. Tú lo gobernarás y lo librarás de los enemigos que lo rodean. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 20
R. Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas.
Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas; ¡está muy alegre porque le has dado la victoria! Has cumplido sus deseos; no le has negado sus peticiones. R.
Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2, 13-17
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la gente se acercaba a él, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:—Sígueme.
Leví se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían. Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos:—¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó, y les dijo:—Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 ENERO – DOMINGO – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 62, 1-5 / Sal 95 / 1 Cor 12, 4-11 / Jn 2, 1-12 – Verde

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios.

6. Primera Lectura:Is 62, 1-5
Lectura del libro del profeta Isaías 
Por amor a ti, Sión, no me quedaré callado; por amor a ti, Jerusalén, no descansaré hasta que tu victoria brille como el amanecer y tu salvación como una antorcha encendida. Las naciones verán tu salvación, todos los reyes verán tu gloria. Entonces tendrás un nombre nuevo que el Señor mismo te dará. Tú serás una hermosa corona real en la mano del Señor tu Dios. No volverán a llamarte “Abandonada”, ni a tu tierra le dirán “Destruida”, sino que tu nombre será “Mi predilecta”, y el de tu tierra, “Esposa mía”. Porque tú eres la predilecta del Señor, y él será como un esposo para tu tierra. Porque así como un joven se casa con su novia, así Dios te tomará por esposa, te reconstruirá y será feliz contigo, como es feliz el marido con su esposa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Canten al Señor, bendigan su nombre.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
Den al Señor, familias de los pueblos, den al Señor el poder y la gloria; den al Señor la honra que merece. R.
Adoren al Señor en su santuario. ¡Que todo el mundo tiemble delante de él! Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” Él afirmó el mundo; él gobierna a todos los pueblos. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 12, 4-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. Pero todas estas cosas las hace con su poder el único y mismo Espíritu, dando a cada persona lo que a él mejor le parece. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 2, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Juan
Hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:—Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:–Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.
Ella dijo a los que estaban sirviendo:—Hagan todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes:—Llenen de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo:—Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo:—Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, oremos al Señor y pidámosle que escuche nuestras plegarias. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios nuestro Señor le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor. R.
Por los gobernantes, para que Dios nuestro Señor dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor. R.
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para tengan parte en la vida nueva de Cristo, roguemos al Señor. R.
Por los que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios nuestro Señor escuche sus oraciones y lleve a realidad sus deseos, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, escucha nuestras oraciones y haz que la Iglesia experimente en la celebración de este domingo, la fuerza de su amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, actualiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan espiritual, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo.


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18 ENERO – LUNES – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 15, 16-23 / Sal 49 / Mc 2, 18-22 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 15, 16-23
Lectura del primer libro de Samuel
Samuel dijo a Saúl:—¡Te  voy a comunicar lo que el Señor me dijo anoche!
—Habla —respondió Saúl.
Y Samuel le dijo:—¿No te considerabas tú de poca importancia? Sin embargo, has llegado a ser el jefe de las tribus israelitas, y el Señor te ha consagrado como rey de Israel. Ahora bien, si el Señor te envió con la orden estricta de destruir a esos pecadores amalecitas, y de atacarlos hasta acabar con ellos, ¿por qué desobedeciste sus órdenes y te lanzaste sobre lo que se le quitó al enemigo, actuando mal a los ojos del Señor?
Saúl contestó: –Yo obedecí las órdenes del Señor, y cumplí la misión que él me encomendó: he traído prisionero a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. Pero la tropa se quedó con ovejas y toros, lo mejor de lo que estaba destinado a la destrucción, para sacrificarlos en honor del Señor tu Dios en Guilgal.
Entonces Samuel dijo:“Más le agrada al Señor que se le obedezca, y no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos; vale más obedecerlo y prestarle atención que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.
Tanto peca el que se rebela contra él como el que practica la adivinación; semejante a quien adora a los ídolos es aquel que lo desobedece. Y como tú has rechazado sus mandatos, ahora él te rechaza como rey.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 49
R. ¡Yo salvo al que permanece en mi camino!
No te censuro por los sacrificios y holocaustos que siempre me ofreces. No te pido becerros de tu ganado ni machos cabríos de tus corrales. R.
“¿Qué derecho tienes de citar mis leyes o de mencionar mi alianza, si no te agrada que yo te corrija ni das importancia a mis palabras? R.
Todo esto has hecho, y me he callado; pensaste que yo era igual que tú. Voy a acusarte. El que me obedece, me honra. ¡Yo salvo al que permanece en mi camino! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2, 18-22
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Una vez estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautista  y los fariseos, y algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:—Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?
Jesús les contestó:—¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda,  mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán.
“Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y se pierden tanto el vino como los cueros. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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19 ENERO – MARTES – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 16, 1-13 / Sal 88 / Mc 2, 23-28 – Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 16, 1-13
Lectura del primer libro de Samuel
El Señor dijo a Samuel:—¿Hasta cuándo vas a estar triste por causa de Saúl? Ya no quiero que él siga siendo rey de Israel. Anda, llena de aceite tu cuerno, que quiero que vayas a la casa de Jesé, el de Belén, porque ya escogí como rey a uno de sus hijos.
—¿Y cómo haré para ir? —respondió Samuel—. ¡Si Saúl lo sabe, me matará!
El Señor le contestó:—Toma una ternera y di que vas a ofrecérmela en sacrificio. Después invita a Jesé al sacrificio, y yo te diré lo que debes hacer. Consagra como rey a quien yo te diga.
Samuel hizo lo que el Señor le mandó. Y cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con cierto temor, y le preguntaron:—¿Vienes en son de paz?
—Así es —respondió Samuel—. Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y acompáñenme a participar en el sacrificio.
Luego Samuel purificó a Jesé y a sus hijos, y los invitó al sacrificio. Cuando ellos llegaron, Samuel vio a Eliab y pensó: “Con toda seguridad este es el hombre que el Señor ha escogido como rey.” Pero el Señor le dijo: “No te fijes en su apariencia ni en su elevada estatura, pues yo lo he rechazado. No se trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.” Entonces Jesé llamó a Abinadab, y se lo presentó a Samuel; pero Samuel comentó:—Tampoco a este ha escogido el Señor.
Luego le presentó Jesé a Samá; pero Samuel dijo:—Tampoco ha escogido a este. Jesé presentó a Samuel siete de sus hijos, pero Samuel tuvo que decirle que a ninguno de ellos lo había elegido el Señor. Finalmente le preguntó:—¿No tienes más hijos?
—Falta el más pequeño, que es el que cuida el rebaño —respondió Jesé.
—Manda a buscarlo —dijo Samuel—, porque no comenzaremos la ceremonia hasta que él llegue.
Jesé lo mandó llamar. Y el chico era de piel sonrosada, agradable y bien parecido.
Entonces el Señor dijo a Samuel:—Este es. Así que levántate y conságralo como rey. En seguida Samuel tomó el recipiente con aceite, y en presencia de sus hermanos consagró como rey al joven, que se llamaba David. A partir de aquel momento, el espíritu del Señor se apoderó de él. Después Samuel se despidió y se fue a Ramá. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. ¡He encontrado a mi siervo David!
En otro tiempo hablaste en una visión, y dijiste a tus siervos fieles: “He escogido a un valiente de mi pueblo, lo he puesto en alto y lo he ayudado. R.
¡He encontrado a mi siervo David! Con mi aceite sagrado lo he designado rey, y nunca le faltará mi ayuda. Con mi poder lo fortaleceré. R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ Y yo le daré los derechos de hijo mayor, por encima de los reyes del mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2, 23-28
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, al pasar, comenzaron a arrancar espigas de trigo. Los fariseos le preguntaron:—Oye, ¿por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?
Pero él les dijo:—¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron necesidad y sintieron hambre? Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer; y dio también a la gente que iba con él.
Jesús añadió:—El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 ENERO – MIÉRCOLES – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Sam 17,32-51 / Sal 143 / Mc 3,1-6 – Verde

6. Primera Lectura: 1Sam 17,32-51
Lectura del primer libro de Samuel
En aquel entonces, David le dijo a Saúl:—Nadie debe desanimarse por culpa de ese filisteo, porque yo, un servidor de Su Majestad, iré a pelear contra él.
—No puedes ir tú solo a luchar contra ese filisteo —contestó Saúl—, porque aún eres muy joven; en cambio, él ha sido hombre de guerra desde su juventud. David contestó:—Cuando yo, el servidor de Su Majestad, cuidaba las ovejas de mi padre, si un león o un oso venía y se llevaba una oveja del rebaño, iba detrás de él y se la quitaba del hocico; y si se volvía para atacarme, lo agarraba por la quijada y le daba de golpes hasta matarlo. Y a este filisteo pagano le va a pasar lo mismo, porque ha desafiado al ejército del Dios viviente. El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de las manos de este filisteo. Entonces Saúl le dijo: –Anda, y que el Señor te acompañe.
Luego hizo Saúl que vistieran a David con la misma ropa que él usaba, y que le pusieran un casco de bronce en la cabeza y lo cubrieran con una coraza. Finalmente, David se colgó la espada al cinto, sobre su ropa, y trató de andar así, porque no estaba acostumbrado a todo aquello. Pero en seguida le dijo a Saúl:—No puedo andar con esto encima, porque no estoy acostumbrado a ello.
Entonces se quitó todo aquello, tomó su bastón, escogió cinco piedras lisas del arroyo, las metió en la bolsa que traía consigo y, con su honda en la mano, se enfrentó con el filisteo. El filisteo, a su vez, se acercaba poco a poco a David. Delante de él iba su ayudante. Cuando el filisteo miró a David, y vio que era joven, de piel sonrosada y bien parecido, no lo tomó en serio, sino que le dijo:
—¿Acaso soy un perro, para que vengas a atacarme con palos?
Y en seguida maldijo a David en nombre de su dios. Además le dijo:—¡Ven aquí, que voy a dar tu carne como alimento a las aves del cielo y a las fieras!
David le contestó:—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que tú has desafiado. Ahora el Señor te entregará en mis manos, y hoy mismo te mataré y te cortaré la cabeza, y los cadáveres del ejército filisteo se los daré a las aves del cielo y a las fieras. Así todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel; todos los aquí reunidos sabrán que el Señor no salva con espada ni con lanza. Esta batalla es del Señor, y él nos los entregará a ustedes. El filisteo se levantó y salió al encuentro de David, quien, a su vez, rápidamente se dispuso a hacer frente al filisteo: metió su mano en la bolsa, sacó una piedra y, arrojándola con la honda contra el filisteo, lo hirió en la frente. Con la piedra clavada en la frente, el filisteo cayó de cara al suelo. Así fue como David venció al filisteo. Con solo una honda y una piedra, David lo hirió de muerte. Y como no llevaba espada, corrió a ponerse al lado del filisteo y, apoderándose de su espada, la desenvainó y con ella lo remató. Luego, le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron muerto a su mejor guerrero, salieron huyendo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 143
R. ¡Bendito sea el Señor, mi protector!
¡Bendito sea el Señor, mi protector! Él es quien me entrena y me prepara para combatir en la batalla R.
El es mi amigo fiel, mi lugar de protección, mi más alto escondite, mi libertador; él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder. R.
Señor, voy a cantarte una canción; voy a cantarte himnos con el salterio. Tú, que das la victoria a los reyes; tú, que libraste a tu siervo David, líbrame de la espada mortal. R.
9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3,1-6
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús entró otra vez en la sinagoga; y había en ella un hombre que tenía una mano tullida. Y espiaban a Jesús para ver si lo sanaría en sábado, y así tener de qué acusarlo.
Jesús le dijo al hombre que tenía la mano tullida: –Levántate y ponte ahí en medio.
Luego preguntó a los otros:—¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?
Ellos se quedaron callados. Jesús miró con enojo a los que le rodeaban, y entristecido por la dureza de su corazón le dijo a aquel hombre: –Extiende la mano.
El hombre la extendió, y su mano quedó sana. En cuanto los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 ENERO – JUEVES – SANTA INÉS, MÁRTIR

Ecclo 51,1-8.12 / Sal 45 / Mt 25,1-13 / Rojo

Santa Inés, virgen y mártir. Cristina en Roma de la primera mitad del siglo IV. A la temprana edad de 12 años fue mártir, por su virtud de castidad y por su fe en Cristo. Los testimonios antiguos no logran coincidir sobre la forma de su muerte, sobre si murió quemada o degollada.

5. Oración Colecta
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a santa Inés para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ecclo 51,1-8.12
Lectura del libro del Eclesiástico
Yo te alabo, oh Dios, mi salvador, te doy gracias, Dios y Padre mío. Voy a proclamar tu nombre, refugio de mi vida, porque me salvaste de la muerte, porque libraste mi cuerpo de la tumba, porque no dejaste que cayera en el reino de la muerte. Me salvaste de las malas lenguas, de las calumnias de los mentirosos. Por tu gran amor me ayudaste, te pusiste a mi lado contra mis enemigos, contra los que querían quitarme la vida. Me salvaste de grandes aflicciones, de angustias que me cercaban como fuego, de una hoguera que no podía apagarse, del fondo del abismo, de labios pérfidos y llenos de mentira, de las flechas de lenguas traicioneras. Ya estaba yo cerca de la muerte, y mi vida casi en lo más hondo del abismo; miré alrededor, y no había quien me ayudara, busqué un apoyo, pero no lo había. Entonces me acordé de la misericordia del Señor y de su amor, que es eterno. El Señor salva a quienes a él se acogen, y los libra de todo mal. Por eso le doy gracias, y alabo y bendigo el nombre del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. ¡Voy a recitar mi poesía ante el rey!
¡Eres el más hermoso de los hombres! ¡El encanto brota de tus labios! Por eso Dios te bendijo para siempre. R.
Tu gloria consiste en avanzar triunfante, luchando en favor de la verdad y haciendo justicia a los humildes. ¡Tu mano derecha realiza grandes proezas! R.
Los pueblos caen a tus pies, oh rey; tus flechas son agudas y se clavan en el corazón de tus enemigos. Tu reinado es eterno, y es un reinado de justicia. R.
Amas el bien y odias el mal. Por eso te ha escogido Dios, tu Dios, y te ha colmado de alegría más que a tus compañeros. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo esta parábola: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza a la mártir santa Inés para soportar los tormentos. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que santa Inés se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedora en el tormento. Por Jesucristo.


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22 ENERO – VIERNES – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 24, 3-21 / Sal 56 / Mc 3, 13-19 – Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 24, 3-21
Lectura del primer libro de Samuel
Saúl escogió a tres mil hombres de todo Israel y fue a buscar a David y sus hombres por las peñas más escarpadas. En su camino llegó a unos rediles de ovejas, cerca de los cuales había una cueva en la que estaban escondidos David y sus hombres. Saúl se metió en ella para hacer sus necesidades, y los hombres de David le dijeron a este: –Hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor de que pondría en tus manos a tu enemigo. Haz con él lo que mejor te parezca.
Entonces David se levantó, y con mucha precaución cortó un pedazo de la capa de Saúl; pero después de hacerlo le remordió la conciencia, y les dijo a sus hombres:—¡El Señor me libre de alzar mi mano contra mi señor el rey! ¡Si él es rey, es porque el Señor lo ha escogido!
En seguida David salió de la cueva tras él, y le gritó: –¡Majestad, Majestad!
Saúl miró hacia atrás, y David, inclinándose hasta el suelo en señal de reverencia, le dijo:—¿Por qué hace caso Su Majestad a quienes le dicen que yo busco su mal? Su Majestad ha podido comprobar que, aunque el Señor puso hoy a Su Majestad en mis manos allá en la cueva, yo no quise matar a Su Majestad, sino que le perdoné la vida, pues me dije que si Su Majestad es rey, es porque el Señor lo ha escogido. Mire bien Su Majestad lo que tengo en la mano: es un pedazo de la capa de Su Majestad, a quien bien podría haber matado. Con eso puede darse cuenta Su Majestad de que yo no he pensado en hacerle daño. Sin embargo, Su Majestad me persigue para quitarme la vida. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos, y me vengue de Su Majestad! Por lo que a mí toca, jamás levantaré mi mano contra Su Majestad. Además, ¿tras de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién está persiguiendo? ¡A mí, que soy como un perro muerto, o como una pulga! Que el Señor decida y juzgue entre nosotros dos; ¡que sea él quien examine mi causa y me defienda de Su Majestad!”
Cuando David terminó de hablar, Saúl exclamó:—¡Pero si eres tú, David, hijo mío, quien me habla!
Y echándose a llorar, le dijo:—Hoy me has demostrado que tú buscas mi bien, pues habiéndome puesto el Señor en tus manos, no me mataste. En realidad, no hay nadie que, al encontrar a su enemigo, lo deje ir sano y salvo. Por lo tanto, ¡que el Señor te pague con bien lo que hoy has hecho conmigo! Ahora me doy perfecta cuenta de que tú serás el rey, y de que bajo tu dirección el reino de Israel habrá de prosperar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 56
R. Ten compasión de mí, Dios mío.
Ten compasión de mí, Dios mío, ten compasión de mí, pues en ti busco protección. Quiero protegerme debajo de tus alas hasta que el peligro haya pasado. R.
Voy a clamar al Dios altísimo, al Dios que en todo me ayuda. Él enviará desde el cielo su amor y su verdad, y me salvará de quienes con rabia me persiguen. R.
Dios mío, tú estás por encima del cielo. ¡Tu gloria llena toda la tierra! Pues tu amor es grande hasta los cielos; tu lealtad alcanza al cielo azul. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 13-19
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después Jesús subió a un cerro, y llamó a los que le pareció bien.
Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A estos les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los doce que escogió: Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges (es decir, “Hijos del Trueno”); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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23 ENERO – SÁBADO – 2ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 1, 1-27 / Sal 79 / Mc 3, 20-21 – Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 1, 1-27
Lectura del segundo libro de Samuel
Después de la muerte de Saúl, David volvió a Siclag  tras haber derrotado a los amalecitas,  y allí se quedó dos días. Pero al tercer día llegó del campamento de Saúl un hombre que traía la ropa rasgada y la cabeza cubierta de tierra en señal de dolor. Cuando llegó ante David, se inclinó hasta el suelo en señal de reverencia. David le preguntó:—¿De dónde vienes?
—He logrado escapar del campamento israelita —respondió aquel hombre.
—¿Pues qué ha ocurrido? ¡Dímelo, por favor! —exigió David.
—Pues que el ejército huyó del combate, y que muchos de ellos murieron –contestó aquel hombre—. ¡Y también murieron Saúl y su hijo Jonatán!
—¿Y cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto? —preguntó David al criado que le había traído la noticia. Este respondió:—Pues de pura casualidad estaba yo en el monte Guilboa, y vi a Saúl apoyándose en su lanza y a los carros de combate y la caballería enemiga a punto de alcanzarlo. En ese momento él miró hacia atrás, y al verme me llamó. Yo me puse a sus órdenes. Luego me preguntó quién era yo, y yo le respondí que era amalecita. Entonces me pidió que me acercara a él y lo matara de una vez, porque ya había entrado en agonía y, sin embargo, todavía estaba vivo. Así que me acerqué a él y lo maté, porque me di cuenta de que no podría vivir después de su caída. Luego le quité la corona de su cabeza y el brazalete que tenía en el brazo, para traérselos a usted, mi señor.
Entonces David y los que lo acompañaban se rasgaron la ropa en señal de dolor, y lloraron y lamentaron la muerte de Saúl y de su hijo Jonatán, lo mismo que la derrota que habían sufrido los israelitas, el ejército del Señor, y ayunaron hasta el atardecer. Después David le preguntó al joven que le había traído la noticia:—¿Tú de dónde eres? —Soy extranjero, un amalecita —contestó él.
—¿Y cómo es que te atreviste a levantar tu mano contra el rey escogido por el Señor? –exclamó David, y llamando a uno de sus hombres, le ordenó:–¡Anda, mátalo!
Y él hirió mortalmente al amalecita y lo mató, mientras David decía:—Tú eres responsable de tu propia muerte, pues tú mismo te declaraste culpable al confesar que habías matado al rey escogido por el Señor.
David entonó este lamento por la muerte de Saúl y de su hijo Jonatán, y ordenó que se le enseñara a la gente de Judá. Este lamento se halla escrito en el Libro del Justo: “¡Oh, Israel, herida fue tu gloria en tus montañas! ¡Cómo han caído los valientes! No lo anuncien en Gat ni lo cuenten en las calles de Ascalón, para que no se alegren las mujeres filisteas, para que no salten de gozo esas paganas. “¡Que no caiga más sobre ustedes lluvia ni rocío, montes de Guilboa, pues son campos de muerte! Allí fueron pisoteados los escudos de los héroes. Allí perdió su brillo el escudo de Saúl. Jamás Saúl y Jonatán volvieron sin haber empapado espada y flechas en la sangre y la grasa de los guerreros más valientes. Saúl y Jonatán, amados y queridos, ni en su vida ni en su muerte estuvieron separados. ¡Más veloces eran que las águilas! ¡Más fuertes que los leones! ¡Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura y lino fino, que las adornaba con brocados de oro! ¡Cómo han caído los valientes en el campo de batalla! ¡Angustiado estoy por ti, Jonatán, hermano mío! ¡Con cuánta dulzura me trataste! Para mí tu cariño superó al amor de las mujeres. ¡Cómo han caído los valientes! ¡Las armas han sido destruidas!” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 79
R. ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!
Pastor de Israel, que guías a José como a un rebaño, ¡escucha! ¡Mira con buenos ojos a Efraín, Benjamín y Manasés! ¡Despierta y ven a salvarnos con tu poder! R.
Dios todopoderoso, ¿hasta cuándo estarás enojado con la oración de tu pueblo? R.
Nos has dado lágrimas por comida; por bebida, lágrimas en abundancia. Nos has convertido en la burla de nuestros vecinos, y nuestros enemigos se ríen de nosotros. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 20-21
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús entró en una casa, y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. Cuando lo supieron los parientes de Jesús, fueron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.


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24 ENERO – DOMINGO – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Neh 8, 2-4a.5-6.8-10 /Sal 18/1 Cor 12, 12-30 / Lc 1, 1-4; 4, 14-21 – Verde

5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo, podamos producir frutos de amor y fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad.

6. Primera Lectura:Neh 8, 2-4a.5-6.8-10
Lectura del libro de Nehemías
El día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la reunión compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón; y desde la mañana hasta el mediodía lo leyó en presencia de todos ellos, delante de la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley. El maestro Esdras estaba de pie sobre una tribuna de madera construida para ese fin. Entonces Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo, ya que se le podía ver por encima de todos; y al abrirlo, todo el mundo se puso de pie. Entonces Esdras alabó al Señor, el Dios todopoderoso, y el pueblo, con los brazos en alto, respondió: “Amén, amén.” Luego se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron al Señor.
Ellos leían en voz alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se entendiera claramente la lectura. Y como todo el pueblo lloraba al oír los términos de la ley, tanto el gobernador Nehemías como el maestro y sacerdote Esdras, y los levitas que explicaban la ley al pueblo, dijeron a todos que no se pusieran tristes ni lloraran, porque aquel día estaba dedicado al Señor, su Dios. Además les dijo Esdras: “Vayan y coman de lo mejor, beban vino dulce e inviten a quienes no tengan nada preparado, porque hoy es un día dedicado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría del Señor es nuestro refugio.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. La enseñanza del Señor da nueva vida.
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 12, 12-30
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: “Como no soy mano, no soy del cuerpo”, no por eso dejaría de ser del cuerpo. Y si la oreja dijera: “Como no soy ojo, no soy del cuerpo”, no por eso dejaría de ser del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler. Pero Dios ha puesto cada miembro del cuerpo en el sitio que mejor le pareció. Si todo fuera un solo miembro, no habría cuerpo. Lo cierto es que, aunque son muchos los miembros, el cuerpo solo es uno. El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”; ni la cabeza puede decirles a los pies: “No los necesito.” Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los que más se necesitan; y los miembros del cuerpo que menos estimamos, son los que vestimos con más cuidado. Y los miembros que consideramos menos presentables, son los que tratamos con más modestia, lo cual no es necesario hacer con los miembros más presentables. Dios arregló el cuerpo de tal manera que los miembros menos estimados reciban más honor, para que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada miembro del cuerpo se preocupe por los otros. Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también; y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría. Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular. Dios ha querido que en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros, y otras que curan enfermos, o que ayudan, o que dirigen, o que hablan en lenguas. No todos son apóstoles, ni todos son profetas. No todos son maestros, ni todos hacen milagros, ni todos tienen poder para curar enfermos. Tampoco todos hablan en lenguas, ni todos saben interpretarlas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 1-4; 4, 14-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos que Dios ha llevado a cabo entre nosotros, según nos los transmitieron quienes desde el comienzo fueron testigos presenciales y después recibieron el encargo de anunciar el mensaje. Yo también, excelentísimo Teófilo, lo he investigado todo con cuidado desde el principio, y me ha parecido conveniente escribirte estas cosas ordenadamente, para que conozcas la verdad de lo que te han enseñado.
Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto, volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo:—Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle que escuche las oraciones de su pueblo. Respondemos: R. Escúchanos, Señor.
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor. R.
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen por la paz y el bienestar, a fin de que reine la justicia y la paz, roguemos al Señor. R.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en su auxilio, roguemos al Señor. R.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el amor, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo, para anunciar el Evangelio a los pobres, escucha nuestras súplicas y haz que tu palabra nos transforme en instrumentos de libertad y salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente de vida. Por Jesucristo.


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25 ENERO – LUNES – CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Hch 22, 3-16 / Sal 116 / Mc 16, 15-18 / Blanco

Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo. Es martirizado en el año 67 en Roma.

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro: Tú que has instruido a todos los pueblos  con la predicación del apóstol Pablo, concede a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti, siguiendo  su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 22, 3-16
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo al pueblo: “Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me crié aquí en Jerusalén y estudié bajo la dirección de Gamaliel, muy de acuerdo con la ley de nuestros antepasados. Siempre he procurado servir a Dios con todo mi corazón, tal como todos ustedes lo hacen hoy día. Antes perseguí a muerte a quienes seguían este Nuevo Camino,  y los arresté y metí en la cárcel, ya fueran hombres o mujeres. El jefe de los sacerdotes y todos los ancianos son testigos de esto. Ellos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá en busca de creyentes, para traerlos aquí a Jerusalén y castigarlos. Pero mientras iba yo de camino, y estando ya cerca de Damasco, a eso del mediodía, una fuerte luz del cielo brilló de repente a mi alrededor, y caí al suelo. Y oí una voz, que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ Pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’ Y la voz me contestó: ‘Yo soy Jesús de Nazaret, el mismo a quien tú estás persiguiendo.’ Los que iban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’ Y el Señor me dijo: ‘Levántate y sigue tu viaje a Damasco. Allí se te dirá todo lo que debes hacer.’ Como el brillo de la luz me dejó ciego, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Allí había un hombre llamado Ananías, que era muy piadoso y obediente a la ley de Moisés; todos los judíos que vivían en Damasco hablaban muy bien de él. Ananías vino a verme, y al llegar me dijo: ‘Hermano Saulo, recibe de nuevo la vista.’ En aquel mismo momento recobré la vista, y pude verlo. Luego añadió: ‘El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y para que veas al que es justo y oigas su voz de sus propios labios. Pues tú vas a ser testigo suyo ante todo el mundo, y vas a contar lo que has visto y oído. Y ahora, no esperes más. Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando el nombre del Señor.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande;¡la fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 16, 15-18
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús les dijo a los apóstoles: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.” Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Al celebrar, Señor, este santo sacrificio, haz que nos ilumine el Espíritu Santo con la luz de la fe que impulsó siempre al apóstol san Pablo a la propagación de tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Te pedimos, Señor,  Dios nuestro, que los sacramentos que hemos recibido nos enciendan  en el fuego de amor que abrasaba el corazón de san Pablo  y le impulsaba al servicio de todas las iglesias. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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26 ENERO – MARTES – SANTOS TIMOTEO Y TITO, OBISPOS

2 Tim 1,1-8 / Sal 132 / Lc 10, 1-9 – Blanco

Los santos Timoteo y Tito, fueron obispos y discípulos del apóstol san Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Les fueron dirigidas cartas por su maestro que contienen sabias advertencias para los pastores, en vista de la formación de los fieles.

5. Oración Colecta
¡Oh Dios!, que  hiciste brillar con virtudes apostólicas a los santos Timoteo y Tito; concédenos por su intercesión que, viviendo en justicia y santidad, seamos testigos de la presencia del Reino entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Tim 1,1-8
Comienzo de la segunda carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que se obtiene por medio de Cristo Jesús, saluda al querido hijo Timoteo. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti. Al recordarte siempre en mis oraciones de día y de noche, doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia, como sirvieron también mis antepasados. Me acuerdo siempre de tus lágrimas, y quisiera verte para llenarme de alegría. Porque me acuerdo de la fe sincera que tienes. Primero la tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y estoy seguro de que también tú la tienes. Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor; ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya. Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos que vienen por causa del evangelio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 132
R. ¡Vean qué bueno es que los hermanos vivan unidos!
Es como el buen perfume que corre por la cabeza de los sacerdotes y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje. R.
Es como el rocío del monte Hermón, que cae sobre los montes de Sión. R.
Allí es donde el Señor envía la bendición de una larga vida. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, el Señor escogió a setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Les dijo: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: ‘Paz a esta casa.’ Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán. Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y, por intercesión de los santos Timoteo y Tito, que hoy conmemoramos, consérvanos unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Dios nuestro, que nos has concedido celebrar la Eucaristía en la fiesta de tus santos Timoteo y Tito, haz que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento, sean prendas de nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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27 ENERO – MIÉRCOLES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 7, 4-17 / Sal 88 / Mc 4, 1-20 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 7, 4-17
Lectura del segundo libro de Samuel
El Señor se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con mi siervo David, y comunícale
que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Desde el día en que saqué de Egipto a los israelitas, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he andado en simples tiendas de campaña. Jamás le pedí a ninguno de quienes puse para que gobernaran a mi pueblo Israel, que me construyera un templo de madera de cedro.’ Por lo tanto, dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: ‘Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado gran fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo haré que te veas libre de todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, y que cuando mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Él me construirá un templo, y yo afirmaré su reino para siempre. Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Y cuando cometa una falta, yo lo castigaré y lo azotaré como todo padre lo hace con su hijo, pero no le retiraré mi bondad como se la retiré a Saúl, al cual quité para ponerte a ti en su lugar. Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.’” Natán le contó todo esto a David, exactamente como lo había visto y oído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Mi amor y mi alianza con él serán firmes.
Hiciste una alianza con David; prometiste a tu siervo escogido: “Haré que tus descendientes reinen siempre en tu lugar. R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ Y yo le daré los derechos de hijo mayor, por encima de los reyes del mundo. R.
Mi amor por él será constante, y mi alianza con él será firme. Sus descendientes reinarán en su lugar siempre, mientras el cielo exista. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 1-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús comenzó a enseñar a la orilla del lago. Como se reunió una gran multitud, Jesús subió a una barca que había en el lago, y se sentó, mientras la gente se quedaba en la orilla. Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas. En su enseñanza les decía: “Oigan esto: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, de modo que la semilla no dio grano. Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció, dando una buena cosecha; algunas espigas dieron treinta granos por semilla, otras sesenta granos, y otras cien.” Y añadió Jesús: “Los que tienen oídos, oigan.”
Después, cuando Jesús se quedó solo, los que estaban cerca de él junto con los doce discípulos le preguntaron qué quería decir aquella parábola. Les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer el secreto de su reino; pero a los que están afuera se les dice todo por medio de parábolas, para que por más que miren, no vean, y por más que oigan, no entiendan, para que no se vuelvan a Dios, y él no los perdone.”
Les dijo: “¿No entienden ustedes esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderán todas las demás? El que siembra la semilla representa al que anuncia el mensaje. Hay quienes son como la semilla que cayó en el camino: oyen el mensaje, pero después de oírlo viene Satanás y les quita el mensaje sembrado en su corazón. Otros son como la semilla sembrada entre las piedras: oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; por eso, cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, pierden la fe. Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. Pero hay otros que oyen el mensaje y lo aceptan, y dan una buena cosecha, como la semilla sembrada en buena tierra. De esos, algunos rinden treinta, otros sesenta, y otros ciento por uno.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 ENERO – JUEVES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 7, 18-19.24-29 / Sal 131 / Mc 4, 21-25 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 7, 18-19.24-29
Lectura del segundo libro de Samuel
El rey David entró para hablar delante del Señor, y dijo: “Señor, ¿quién soy yo y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y tan poca cosa te ha parecido esto, Señor, que hasta has hablado del porvenir de la dinastía de tu siervo! ¡Ningún hombre actúa como tú, Señor! Porque tú has determinado que Israel sea tu pueblo para siempre, y que tú, Señor, serás su Dios. Así pues, Señor y Dios, mantén para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su dinastía, y cumple lo que has dicho. ¡Que tu nombre sea siempre engrandecido, y se diga que el Señor todopoderoso es el Dios de Israel! ¡Que la dinastía de David, tu siervo, se mantenga firme con tu protección! Tú, Señor todopoderoso, me has hecho saber que vas a establecer mi dinastía; por eso yo, aunque soy tu siervo, me atrevo a hacerte esta súplica. Tú, Señor, eres Dios, y tus palabras son verdaderas, y has prometido a tu siervo tanta bondad; dígnate, pues, bendecir la dinastía de tu siervo para que permanezca siempre bajo tu protección. Tú, Señor Dios, lo has prometido, y con tu bendición la dinastía de tu siervo será bendita para siempre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 131
R. “Pondré en tu trono a uno de tus descendientes para siempre.”.
Acuérdate, Señor, de David y de todas sus aflicciones; acuérdate del firme juramento, que te hizo a ti, el Poderoso de Jacob. R.
“No me pondré bajo techo ni me acostaré a descansar, no cerraré los ojos ni dormiré un solo instante, mientras no encuentre casa para el Señor, el Poderoso de Jacob.” R.
El Señor hizo a David un firme juramento, juramento del que no va a desdecirse:
“Pondré en tu trono a uno de tus descendientes. Si tus hijos cumplen con mi alianza y con mis mandatos, también los hijos de ellos ocuparán tu trono para siempre.” R.
¡El Señor ha escogido el monte Sión! ¡Lo ha elegido para vivir allí! “Este es el monte donde siempre quiero estar; en él viviré, porque así me agradó. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 21-25
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús comenzó a enseñar y le dijo a la muchedumbre: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla bajo un cajón o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tienen oídos, oigan.” También les dijo: “Fíjense en lo que oyen. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes; y les dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 ENERO – VIERNES – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 11, 1-4a.5-10a.13-17 / Sal 50 / Mc 4, 26-34 / Verde

6. Primera Lectura:2 Sm 11, 1-4a.5-10a.13-17
Lectura del segundo libro de Samuel
En cierta ocasión, durante la primavera, que es cuando los reyes acostumbran salir a campaña, David envió a Joab y a sus oficiales, con todo el ejército israelita, y destruyeron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá.  David, sin embargo, se quedó en Jerusalén. Una tarde, al levantarse David de su cama y pasearse por la azotea del palacio real, vio desde allí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Esta mujer estaba apenas purificándose de su periodo de menstruación. David mandó que averiguaran quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías  el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
La mujer quedó embarazada, y así se lo hizo saber a David. Entonces David ordenó a Joab que mandara traer a Urías el hitita, y así lo hizo Joab. Y cuando Urías se presentó ante David, este le preguntó cómo estaban Joab y el ejército, y qué noticias había de la guerra. Después le ordenó que se fuera a su casa y se lavara los pies. En cuanto Urías salió del palacio real, el rey le envió comida especial como regalo; pero Urías, en lugar de ir a su casa, pasó la noche a las puertas del palacio, con los soldados de la guardia real. Cuando le contaron a David que Urías no había ido a su casa, David lo invitó a comer y beber con él, y lo emborrachó. Ya por la noche, Urías salió y se fue a dormir con los soldados de la guardia real, pero no fue a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab, y la envió por medio de Urías. En la carta decía: “Pongan a Urías en las primeras líneas, donde sea más dura la batalla, y luego déjenlo solo para que caiga herido y muera.”
Así, cuando Joab rodeó la ciudad para atacarla, puso a Urías en el lugar donde él sabía que estaban los soldados más valientes, y en un momento en que los que defendían la ciudad salieron para luchar contra Joab, cayeron en combate algunos de los oficiales de David, entre los cuales se encontraba Urías. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí.
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. R.
Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio. En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre. R.
Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado. Aleja de tu vista mis pecados y borra todas mis maldades. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 26-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo también: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.” También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.” De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas, según podían entender. Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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30 ENERO – SÁBADO – 3ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 12, 1-7a.10-17/ Sal 50 / Mc 4, 35-41 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 12, 1-7a.10-17
Lectura del segundo libro de Samuel
El Señor envió al profeta Natán a ver a David. Cuando Natán se presentó ante él, le dijo:—En una ciudad había dos hombres. Uno era rico y el otro pobre. El rico tenía gran cantidad de ovejas y vacas, pero el pobre no tenía más que una ovejita que había comprado. Y él mismo la crió, y la ovejita creció en compañía suya y de sus hijos; comía de su misma comida, bebía en su mismo vaso y dormía en su pecho. ¡Aquel hombre la quería como a una hija! Un día, un viajero llegó a visitar al hombre rico; pero este no quiso tomar ninguna de sus ovejas o vacas para preparar comida a su visitante, sino que le quitó al hombre pobre su ovejita y la preparó para dársela al que había llegado.
David se enfureció mucho contra aquel hombre, y le dijo a Natán:—¡Te juro por Dios que quien ha hecho tal cosa merece la muerte! ¡Y debe pagar cuatro veces el valor  de la ovejita, porque actuó sin mostrar ninguna compasión!
Entonces Natán le dijo:—¡Tú eres ese hombre! Y esto es lo que ha declarado el Señor, el Dios de Israel: ‘Yo te escogí como rey de Israel, y te libré del poder de Saúl. Puesto que me has menospreciado al apoderarte de la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu casa la violencia. Yo, el Señor, declaro: Voy a hacer que el mal contra ti surja de tu propia familia, y en tu propia cara tomaré a tus mujeres y se las entregaré a uno de tu familia, el cual se acostará con ellas a plena luz del sol. Si tú has actuado en secreto, yo voy a actuar en presencia de todo Israel y a plena luz del sol.’
David admitió ante Natán:—He pecado contra el Señor.
Y Natán le respondió: –El Señor no te va a castigar a ti por tu pecado, y no morirás. Pero como has ofendido gravemente al Señor, tu hijo recién nacido tendrá que morir.
Y cuando Natán volvió a su casa, el Señor hizo que el niño que David había tenido con la mujer de Urías se enfermara gravemente. Entonces David rogó a Dios por el niño, y ayunó y se pasó las noches acostado en el suelo. Los ancianos que vivían en su palacio iban a rogarle que se levantara del suelo, pero él se negaba a hacerlo, y tampoco comía con ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!
.Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti. R.
Líbrame de cometer homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, y anunciaré con cantos que tú eres justo. Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 35-41
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo a sus discípulos:—Vamos al otro lado del lago. Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:—¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?
Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: –¡Silencio! ¡Quédate quieto!
El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos:—¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?
Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros:—¿Quién será este, que hasta el viento y el mar lo obedecen? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 ENERO – DOMINGO – 4ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jr 1, 4-5.17-19 / Sal 70 / 1 Cor 12, 31; 13, 1-13 / Lc 4, 21-30 – Verde

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, Dios nuestro, amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar a nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

6. Primera Lectura:Jr 1, 4-5.17-19
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a ser profeta de las naciones. Tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque de otra manera yo te haré temblar delante de ellos. Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán porque yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho.
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Líbrame, ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme, y sálvame. R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti.¡Tú me hiciste nacer! R.
Todo el día anunciaré que tú nos has salvado y nos has hecho justicia. Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud, y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 12, 31; 13, 1-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Ustedes deben ambicionar los mejores dones. Yo voy a enseñarles un camino mucho mejor. Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve. Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto. Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí.
Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 21-30
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús comenzó a hablar en la sinogoga, diciendo:—Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Se preguntaban:—¿No es este el hijo de José?
Jesús les respondió:—Seguramente ustedes me dirán este refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo.’ Y además me dirán: ‘Lo que oímos que hiciste en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu propia tierra.’
Y siguió diciendo:—Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Verdaderamente, había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país; pero Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero no fue sanado ninguno de ellos, sino Naamán, que era de Siria.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enojaron mucho. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús, llevándolo a lo alto del monte sobre el cual el pueblo estaba construido, para arrojarlo abajo desde allí. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, con corazón unánime y plegaria ferviente a Dios Padre, fuente y origen de todo bien. Respondemos todos: R. Escúchanos, Señor.
Por la santa Iglesia, reunida aquí en el nombre del Señor y extendida por todo el mundo, roguemos al Señor. R.
Por nuestra comunidad, por su prosperidad y por todos los que en ella viven, roguemos al Señor. R.
Por los que están de viaje, por los enfermos y prisioneros, por los pobres y todos los que sufren, roguemos al Señor. R.
Por nuestros hermanos difuntos, para que Dios los reciba en su reino de luz y felicidad, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor: escucha nuestras oraciones y haznos fuertes en la confesión de la fe, para que proclamemos siempre tu palabra y demos testimonio de la felicidad, la esperanza y la paz que nos das. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de entrega a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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