LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE MARZO 2015

 

Marzo 2015

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1 MARZO – DOMINGO  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA


Gn 22,1-2.9-13.15-18 / Sal 115 / Rom 8,31b-34 / Mc 9, 2-10 – MORADO
2_cua_b.jpg5. Oración Colecta
Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Gn 22,1-2.9-13.15-18
Lectura del libro del Génesis
Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre, y él contestó: —Aquí estoy.
Y Dios le dijo: –Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moria. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré.
Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abraham construyó un altar y preparó la leña; luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña; pero en el momento de tomar el cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham!
—Aquí estoy —contestó él.
El ángel le dijo: —No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo.
Abraham se fijó, y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos entre las ramas de un arbusto; entonces fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. El ángel del Señor llamó a Abraham desde el cielo por segunda vez, y le dijo:—El Señor ha dicho: ‘Puesto que has hecho esto y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo que te bendeciré mucho. Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. Además, ellos siempre vencerán a sus enemigos, y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de ellos, porque me has obedecido.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Caminaré en presencia del Señor.
Yo tenía fe, a pesar de que decía que era grande mi aflicción. Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. R.
¡Oh Señor, yo soy tu siervo! ¡Yo soy el hijo de tu sierva! Tú has roto los lazos que me ataban. En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, en los atrios del templo del Señor, ¡en medio de ti, Jerusalén! R.

8. Segunda Lectura: Rom 8,31b-34
Lectura de la carta del apóstol Pablo de los Romanos
Hermanos: ¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mc 9, 2-10
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarla por mucho que la lavara. Y vieron a Elías y a Moisés, que estaban conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Es que los discípulos estaban asustados, y Pedro no sabía qué decir. En esto, apareció una nube y se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado: escúchenlo.” Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre de la misericordia, y, con espíritu arrepentido pidámosle que nos escuche: Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que Dios conceda a sus fieles vivir la Cuaresma con espíritu de penitencia, y prepararse a celebrar el sacramento del perdón, roguemos al Señor. R.
Para que quienes se han apartado del camino del bien y han pecado, escuchen la voz del Hijo de Dios y vivan, roguemos al Señor. R.
Para que Dios inspire sentimientos de caridad a los que tienen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en bien de todos, roguemos al Señor. R.
Para que la penitencia cuaresmal aleje de nosotros el egoísmo y la avaricia y nos ayude a ser generosos, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, escucha nuestras oraciones, fortalece nuestra fe en el misterio de la cruz y concédenos un corazón dócil, para que, escuchemos siempre la voz de tu Hijo. Él que vive y reina, por lo siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos santifique en el cuerpo y en el espíritu para que podamos celebrar dignamente las festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el Cuerpo glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya, desde este mundo, de los bienes eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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2 MARZO – LUNES  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Dn 9, 4-10 / Sal 78 / Lc 6, 36-38 – MORADO

5. Oración Colecta
Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir de todo pecado y a entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dn 9, 4-10
Lectura del libro del profeta Daniel
Oré al Señor mi Dios, y le hice esta confesión: “Señor, Dios grande y poderoso, que siempre cumples tus promesas y das pruebas de tu amor a los que te aman y cumplen tus mandamientos: hemos pecado y cometido maldad; hemos hecho lo malo; hemos vivido sin tomarte en cuenta; hemos abandonado tus mandamientos y decretos. No hemos hecho caso a tus siervos los profetas, los cuales hablaron en tu nombre a nuestros reyes, jefes y antepasados, y a todo el pueblo de Israel. Tú, Señor, eres justo, pero nosotros los judíos nos sentimos hoy avergonzados; tanto los que viven en Jerusalén como los otros israelitas, los de cerca y los de lejos, que viven en los países adonde tú los arrojaste por haberse rebelado contra ti. Nosotros, Señor, lo mismo que nuestros reyes, jefes y antepasados, nos sentimos avergonzados porque hemos pecado contra ti. Pero de ti, Dios nuestro, es propio el ser compasivo y perdonar. Nosotros nos hemos rebelado contra ti y no te hemos escuchado, Señor y Dios nuestro, ni hemos obedecido las enseñanzas que nos diste por medio de tus siervos los profetas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 78
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
No nos hagas pagar a nosotros por la maldad de nuestros antepasados; ¡que venga tu ternura pronto a nuestro encuentro, porque estamos abatidos! R.
Oh Dios, Salvador nuestro, ¡ayúdanos, líbranos y perdónanos, por la gloria de tu nombre! R.
Atiende las quejas de los presos, y salva con tu gran poder a los sentenciados a muerte. Y nosotros, que somos tu pueblo, que somos ovejas de tus prados, gracias te daremos siempre, ¡cantaremos tus alabanzas por todos los siglos! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio:Lc 6, 36-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo. No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, favorablemente nuestras ofrendas, y tú que nos concedes participar en esta Eucaristía, líbranos de las seducciones del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que esta comunión nos purifique de toda culpa y nos haga partícipes de las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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3 MARZO – MARTES  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Is 1,10.16-20 / Sal 49 / Mt 23,1-12 – MORADO

5. Oración Colecta
Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia y ya que sin ti no puede sostenerse lo que se fundamenta en la debilidad humana, protégela en los peligros y guíala a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 1,10.16-20
Lectura del libro del profeta Isaías
Jefes de Sodoma, escuchen la palabra del Señor; pueblo de Gomorra, oye atentamente lo que nuestro Dios te va a enseñar.
“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus maldades! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien, esfuércense en hacer lo que es justo, ayuden al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan los derechos de la viuda!”
El Señor dice: “Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana. Si aceptan ser obedientes, comerán de lo mejor que produce la tierra; pero si insisten en ser rebeldes, morirán sin remedio en la guerra.” El Señor mismo lo ha dicho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 49
R. El que me ofrece su gratitud, me honra.
No te censuro por los sacrificios y holocaustos que siempre me ofreces. No te pido becerros de tu ganado ni machos cabríos de tus corrales. R.
“¿Qué derecho tienes de citar mis leyes o de mencionar mi alianza, si no te agrada que yo te corrija ni das importancia a mis palabras? R.
Todo esto has hecho, y me he callado; pensaste que yo era igual que tú. Pero voy a acusarte cara a cara, ¡voy a ajustarte las cuentas! el que me ofrece su gratitud, me honra. ¡Yo salvo al que permanece en mi camino!” R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 23,1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: “Los maestros de la ley y los fariseos enseñan con la autoridad que viene de Moisés. Por lo tanto, obedézcanlos ustedes y hagan todo lo que les digan; pero no sigan su ejemplo, porque ellos dicen una cosa y hacen otra. Atan cargas tan pesadas que es imposible soportarlas, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo. Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas tiras, y ponerse ropas con grandes borlas. Quieren tener los mejores lugares en las comidas y los asientos de honor en las sinagogas, y desean que la gente los salude con todo respeto en la calle y que los llame maestros.
“Pero ustedes no deben pretender que la gente los llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solamente un Maestro. Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. Ni deben pretender que los llamen guías, porque Cristo es su único Guía. El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte, Señor, nos santifique, nos sane de nuestro egoísmo y nos haga participes de los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que esta comunión nos ayude a vivir más cristianamente y nos obtenga el auxilio continuo de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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4 MARZO – MIÉRCOLES  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Jr 18,18-20 / Sal 30 / Mt 20, 17-28 – MORADO

5. Oración Colecta
Conserva, Señor, a tu pueblo en el camino del bien que tú le has señalado, y ayúdalo en sus necesidades para que, sin angustias, pueda entregarse plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jr 18,18-20
Lectura del libro del profeta Jeremías 
En aquellos días la gente dijo: “Vamos a preparar un plan para deshacernos de Jeremías. Jamás faltarán sacerdotes que nos instruyan, ni sabios que nos den consejos, ni profetas que nos comuniquen la palabra de Dios. Acusémoslo, para que lo maten. No hagamos caso a nada de lo que dice.”
¡Señor, préstame atención! ¡Oye lo que dicen mis enemigos! ¿Es con el mal como se paga el bien? ¡Ellos han cavado mi sepultura! Recuerda que me he enfrentado contigo para hablarte en favor de ellos, para pedirte que apartaras de ellos tu ira. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. ¡Señor, ponme a salvo, pues tú eres justo!
¡Sácame de la trampa que me han tendido, pues tú eres mi protector! En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! R.
Puedo oír que la gente cuchichea: “Hay terror por todas partes.” Como un solo hombre, hacen planes contra mí; ¡hacen planes para quitarme la vida! R.
Pero yo, Señor, confío en ti; yo he dicho: “¡Tú eres mi Dios!” Mi vida está en tus manos; ¡líbrame de mis enemigos, que me persiguen! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 20, 17-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús, yendo ya de camino a Jerusalén, llamó aparte a sus doce
discípulos y les dijo: —Como ustedes ven, ahora vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros para que se burlen de él, lo golpeen y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó: —¿Qué quieres?
Ella le dijo: —Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Jesús contestó: –Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo
que voy a beber yo? Ellos dijeron: —Podemos.
Jesús les respondió: —Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.
Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo: —Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir  y para dar su vida en rescate por una multitud. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos y por este sacrificio espiritual, líbranos de la esclavitud del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que este sacramento que nos has dado, Señor, para hacernos partícipes de tu misma vida, sea para nosotros una firme ayuda para que tu gracia nos transforme. Por Jesucristo nuestro Señor.


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5 MARZO – JUEVES  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Jr 17, 5-10 / Sal 1 / Lc 16, 19-31 – MORADO

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, orienta hacia ti nuestros corazones y enciéndelos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y operantes en el amor fraterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jr 17, 5-10
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor dice: “Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. Será como la zarza del desierto, que nunca recibe cuidados: que crece entre las piedras, en tierras de sal, donde nadie vive. Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto. Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo? Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos; que doy a cada cual lo que se merece, de acuerdo con sus acciones.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 1
R. Feliz quien ha puesto su confianza en el Señor.
Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. R.
Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien! R.
Con los malvados no pasa lo mismo, son como paja que se lleva el viento. Por eso los malvados caerán bajo el juicio de Dios y no tendrán parte en la comunidad de los justos. El Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malos lleva al desastre. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 16, 19-31
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a los fariseos: “Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.
“Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: ‘¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.’ Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.’
“El rico dijo: ‘Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento.’ Abraham dijo: ‘Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!’ El rico contestó: ‘Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán.’ Pero Abraham le dijo: ‘Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.’ ” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Por este sacrificio eucarístico, santifícanos, Señor, para que las prácticas cuaresmales sean signo de nuestra conversión interior. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la gracia que hemos recibido en este sacramento permanezca, Señor, en nosotros y nos dé la capacidad de actuar según tu voluntad. Por Jesucristo.


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6 MARZO – VIERNES  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Gn 37, 3-4.12-13a.17b-28 / Sal 104 / Mt 21, 33-43.45-46 – MORADO

5. Oración Colecta
Por tu misericordia, purifícanos, Señor, a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Gn 37, 3-4.12-13a.17b-28
Lectura del libro del Génesis
Israel quería a José más que a sus otros hijos, porque había nacido cuando él ya era viejo. Por eso le hizo una túnica muy elegante. Pero al darse cuenta sus hermanos de que su padre lo quería más que a todos ellos, llegaron a odiarlo y ni siquiera lo saludaban.
Un día los hermanos de José fueron a Siquem, buscando pastos para las ovejas de su padre. Entonces Israel le dijo a José: —Mira, tus hermanos están en Siquem cuidando las ovejas. Quiero que vayas a verlos.
José fue en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron venir a lo lejos, y antes de que se acercara hicieron planes para matarlo. Se dijeron unos a otros: —¡Miren, ahí viene el de los sueños! Vengan, vamos a matarlo; luego lo echaremos a un pozo y diremos que un animal salvaje se lo comió. ¡Y vamos a ver qué pasa con sus sueños!
Cuando Rubén oyó esto, quiso librarlo de sus hermanos, y dijo: —No lo matemos. No derramen sangre. Échenlo a este pozo que está en el desierto, pero no le pongan la mano encima.
Rubén dijo esto porque quería poner a salvo a José y devolvérselo a su padre; pero cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la túnica que llevaba puesta, lo agarraron y lo echaron al pozo, que estaba vacío y seco. Después se sentaron a comer.
En esto, vieron venir una caravana de ismaelitas que venían de Galaad y que traían en sus camellos perfumes, bálsamo y mirra, para llevarlos a Egipto. Entonces Judá les dijo a sus hermanos: —¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano, y después tratar de ocultar su muerte? Es mejor que lo vendamos a los ismaelitas y no que lo matemos, porque después de todo es nuestro hermano.
Sus hermanos estuvieron de acuerdo con él, y cuando los comerciantes madianitas pasaron por allí, los hermanos de José lo sacaron del pozo y lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas de plata. Así se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Recuerden las maravillas que hizo el Señor.
Hizo venir hambre a aquella tierra, y les quitó todo alimento. Pero envió delante de ellos a José, al que habían vendido como esclavo. R.
Le lastimaron los pies con cadenas; ¡lo aprisionaron con hierros! La palabra del Señor puso a prueba a José, hasta que se cumplió lo que José había anunciado. R.
El rey, el que gobernaba a mucha gente, ordenó que le dieran libertad; lo nombró amo y señor de su casa y de todo cuanto tenía. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 21, 33-43.45-46
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud esta parábola: “El dueño de una finca plantó un viñedo y le puso un cerco; preparó un lugar donde hacer el vino y levantó una torre para vigilarlo todo. Luego alquiló el terreno a unos labradores y se fue de viaje. Cuando llegó el tiempo de la cosecha, mandó unos criados a pedir a los labradores la parte que le correspondía. Pero los labradores echaron mano a los criados: golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a otro. El dueño volvió a mandar más criados que al principio; pero los labradores los trataron a todos de la misma manera. Por fin mandó a su propio hijo, pensando: ‘Sin duda, respetarán a mi hijo.’ Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron unos a otros: ‘Este es el que ha de recibir la herencia; matémoslo y nos quedaremos con su propiedad.’ Así que lo agarraron, lo sacaron del viñedo y lo mataron. Y ahora, cuando venga el dueño del viñedo, ¿qué creen ustedes que hará con esos labradores?” Le contestaron: —Matará sin compasión a esos malvados, y alquilará el viñedo a otros labradores que le entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha que le corresponde.
Jesús entonces les dijo: — ¿Nunca han leído ustedes las Escrituras? Dicen: ‘La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto lo hizo el Señor, y estamos maravillados.’ Por eso les digo que a ustedes se les quitará el reino, y se le dará a un pueblo que produzca la debida cosecha.
Los jefes de los sacerdotes y los fariseos, al oír las parábolas que Jesús contaba, se dieron cuenta de que hablaba de ellos. Quisieron entonces arrestarlo, pero tenían miedo, porque la gente creía que Jesús era un profeta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que tu misericordia, Señor, nos ayude a celebrar esta Eucaristía con fe y nos transforme por la fuerza de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que este sacramento que hemos recibido y nos hace participar de la salvación eterna, nos dé fuerzas, Señor, para vivir según tus mandamientos. Por Jesucristo.


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7 MARZO – SÁBADO  SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

Miq 7, 14-15.18-20 / Sal 102 / Lc 15, 1-3.11-32 – MORADO

5. Oración Colecta
Tú, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz donde habitas. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Miq 7, 14-15.18-20
Lectura del libro del profeta Miqueas
¡Cuida, Señor, de tu pueblo, de las ovejas de tu propiedad, que están solas en el bosque, rodeadas de fértiles tierras!
Llévalas, como en tiempos pasados, a los pastos de Basán y Galaad.
Hazles ver maravillas, como en los días en que los sacaste de Egipto.
No hay otro Dios como tú, porque tú perdonas la maldad y olvidas las rebeliones de este pequeño resto de tu pueblo. Tú nos muestras tu amor y no mantienes tu enojo para siempre. Ten otra vez compasión de nosotros y sepulta nuestras maldades. Arroja nuestros pecados a las profundidades del mar. ¡Mantén, Señor, la fidelidad y el amor que en tiempos antiguos prometiste a nuestros antepasados Abraham y Jacob! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno; no nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados. R.
Tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 15, 1-3.11-32
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo: —Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les dijo esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca.’ Entonces el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se fue lejos, a otro país, donde todo lo derrochó llevando una vida desenfrenada. Pero cuando ya se lo había gastado todo, hubo una gran escasez de comida en aquel país, y él comenzó a pasar hambre. Fue a pedir trabajo a un hombre del lugar, que lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y tenía ganas de llenarse con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a pensar: ‘¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores.’ Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre.
“Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y besos. El hijo le dijo: ‘Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo.’ Pero el padre ordenó a sus criados: ‘Saquen pronto la mejor ropa y vístanlo; pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Vamos a celebrar esto con un banquete! Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.’ Comenzaron la fiesta.
“Entre tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando regresó y llegó cerca de la casa, oyó la música y el baile. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. El criado le dijo: ‘Es que su hermano ha vuelto; y su padre ha mandado matar el becerro más gordo, porque lo recobró sano y salvo.’ Pero tanto se enojó el hermano mayor, que no quería entrar, así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciera. Le dijo a su padre: ‘Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un cabrito para tener una comida con mis amigos. En cambio, ahora llega este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, y matas para él el becerro más gordo.’
“El padre le contestó: ‘Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero había que celebrar esto con un banquete y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.’ ” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Por medio de este sacrificio que te ofrecemos, comunícanos, Señor, los frutos de la redención y haznos partícipes de la vida nueva de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que la gracia de este sacramento llegue a lo más íntimo de nuestro corazón y nos comunique su fuerza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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8 MARZO – DOMINGO  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Ex 20,1-17 / Sal 18 / 1Cor 1,22-25 / Jn 2,13-25 – MORADO

3_cua_b.jpg5. Oración Colecta
Dios misericordioso, mira con bondad a quienes nos confesamos pecadores y reconocemos nuestras miserias, y danos tu perdón y tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: Ex 20,1-17
Lectura del libro del Éxodo
Dios habló, y dijo todas estas palabras: “Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos. No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre. Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo. Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado. Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. No mates. No cometas adulterio. No robes. No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
¡Son de más valor que el oro fino!, ¡son más dulces que la miel del panal! R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 1,22-25
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 2,13-25
† Lectura del Evangelio según san Juan
Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas. A los vendedores de palomas les dijo: –¡Saquen esto de aquí! ¡No hagan un mercado de la casa de mi Padre!
Entonces sus discípulos se acordaron de la Escritura que dice: “Me consumirá el celo por tu casa.”
Los judíos le preguntaron: —¿Qué prueba nos das de tu autoridad para hacer esto?
Jesús les contestó: —Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo.
Los judíos le dijeron: —Cuarenta y seis años se ha trabajado en la construcción de este templo, ¿y tú en tres días lo vas a levantar?
Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de esto que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.
Mientras Jesús estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en él al ver las señales milagrosas que hacía. Pero Jesús no confiaba en ellos, porque los conocía a todos. No necesitaba que nadie le dijera nada acerca de la gente, pues él mismo conocía el corazón del hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos, al Padre, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo. Respondemos todos: R. Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, para que busque el rostro del Señor, y sus fieles se esfuercen por purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor. R.
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen por la paz y el bienestar, a fin de que reine la justicia y la paz, roguemos al Señor. R.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males, roguemos al Señor. R.
Por los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda preservar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, escucha nuestras súplicas y haz que tu palabra nos transforme en instrumentos eficaces de libertad y salvación. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Que esta Eucaristía, Señor, nos obtenga a quienes imploramos tu perdón, la gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú que nos has alimentado con el pan de la vida eterna, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el misterio de tu amor. Por Jesucristo.


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9 MARZO – LUNES  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

2 Re 5, 1-15a / Sal 41 y 42 / Lc 4, 24-30 – MORADO

5. Oración Colecta
Señor, que tu continua misericordia purifique a tu Iglesia y la proteja; y ya que sin ti no puede encontrar la salvación, dirígela siempre con tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Re 5, 1-15a
Lectura del segundo libro de los Reyes
Había un hombre llamado Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, muy estimado y favorecido por su rey, porque el Señor había dado la victoria a Siria por medio de él. Pero este hombre estaba enfermo de lepra.
En una de las correrías de los sirios contra los israelitas, una muchachita fue hecha cautiva, y se quedó al servicio de la mujer de Naamán. Esta muchachita dijo a su ama: —Si mi amo fuera a ver al profeta que está en Samaria, quedaría curado de su lepra.
Naamán fue y le contó a su rey lo que había dicho aquella muchacha. Y el rey de Siria le respondió: —Está bien, ve, que yo mandaré una carta al rey de Israel.
Entonces Naamán se fue. Tomó treinta mil monedas de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de ropa, y le llevó al rey de Israel la carta, que decía: “Cuando recibas esta carta, sabrás que envío a Naamán, uno de mis oficiales, para que lo sanes de su lepra.”
Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó la ropa en señal de aflicción y dijo: — ¿Acaso soy Dios, que da la vida y la quita, para que este me mande un hombre a que lo cure de su lepra? ¡Fíjense bien y verán que está buscando un pretexto contra mí!
Al enterarse el profeta Eliseo de que el rey se había rasgado la ropa por aquella carta, le mandó a decir: “¿Por qué te has rasgado la ropa? Que venga ese hombre a verme, y sabrá que hay un profeta en Israel.”
Naamán fue, con su carro y sus caballos, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Pero Eliseo envió un mensajero a que le dijera: “Ve y lávate siete veces en el río Jordán, y tu cuerpo quedará limpio de la lepra.”
Naamán se enfureció, y se fue diciendo: —Yo pensé que iba a salir a recibirme, y que de pie iba a invocar al Señor su Dios, y que luego iba a mover su mano sobre la parte enferma, y que así me quitaría la lepra. ¿No son los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, mejores que todos los ríos de Israel? ¿No podría yo haber ido a lavarme en ellos y quedar limpio?
Muy enojado se fue de allí. Pero sus criados se acercaron a él y le dijeron: —Señor, si el profeta le hubiera mandado hacer algo difícil, ¿no lo habría hecho usted? Pues con mayor razón si solo le ha dicho que se lave usted y quedará limpio.
Naamán fue y se sumergió siete veces en el Jordán, según se lo había ordenado el profeta, y su carne se volvió como la de un jovencito, y quedó limpio. Entonces él y todos sus acompañantes fueron a ver a Eliseo. Al llegar ante él, Naamán le dijo: — ¡Ahora estoy convencido de que en toda la tierra no hay Dios, sino solo en Israel! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 41 y 42
R. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti. R.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios? R.
Envía tu luz y tu verdad, para que ellas me enseñen el camino que lleva a tu santo monte, al lugar donde tú vives. R.
Llegaré entonces a tu altar, oh Dios, y allí te alabaré al son del arpa, pues tú, mi Dios, llenas mi vida de alegría. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 4, 24-30
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Vino Jesús a Nazaret y dijo: —Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Verdaderamente, había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país; pero Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero no fue sanado ninguno de ellos, sino Naamán, que era de Siria.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enojaron mucho. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús, llevándolo a lo alto del monte sobre el cual el pueblo estaba construido, para arrojarlo abajo desde allí. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, esta ofrenda que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti y conviértela en el sacramento que nos da la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el sacramento que hemos recibido nos purifique, Señor, y nos haga vivir en la comunión de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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10 MARZO – MARTES  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Dn 3, 25.34-43 / Sal 24 / Mt 18, 21-35 – MORADO

5. Oración Colecta
Que tu gracia, Señor, nos acompañe, para que nos impulse a entregarnos a tu servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dn 3, 25.34-43
Lectura del libro del profeta Daniel
Azarías, en medio del fuego, empezó a orar y dijo: “Por tu mismo honor, no nos abandones del todo, no deshagas tu alianza con nosotros, no retires de nosotros tu misericordia. Hazlo por Abraham tu amigo, por Isaac tu siervo y por Israel consagrado a ti. Tú les prometiste que harías su descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y como los granos de arena en la playa del mar. Pero, Señor, hemos venido a ser más pequeños que cualquier otra nación; por nuestros pecados estamos humillados en toda la tierra. Actualmente no tenemos ni rey ni profeta ni jefe, ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda, ni incienso ni lugar donde ofrecerte los primeros frutos y encontrar tu misericordia. Pero este sacrificio que te ofrecemos hoy, con corazón afligido y espíritu humillado, acéptalo tú como si fuera un holocausto de carneros y novillos, y de miles y miles de corderos gordos, para que te podamos seguir íntegramente, porque los que confían en ti no quedarán en ridículo. Ahora queremos seguirte de todo corazón, te reverenciamos, queremos agradarte; no nos hagas quedar en ridículo. Trátanos según tu bondad y tu gran misericordia. ¡Líbranos, Señor, por tu maravilloso poder; muestra qué glorioso es tu nombre!” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. Señor, recuerda tu misericordia.
Muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. R.
Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 18, 21-35
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Pedro fue y preguntó a Jesús: —Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó: —No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
“Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: ‘Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.’ Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad.
“Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: ‘¡Págame lo que me debes!’ El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’ Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: ‘¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tú también debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti.’ Y tanto se enojó el rey, que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía.”
Jesús añadió: —Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, de nuestros pecados y nos obtenga la ayuda de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que nuestra participación en este misterio, renueve, Señor, toda nuestra vida y nos alcance tu perdón y tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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11 MARZO – MIÉRCOLES  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Dt 4, 1.5-9 / Sal 147 / Mt 5,17-19 – MORADO

5. Oración Colecta
Te pedimos, Señor, que purificados por tu gracia y alimentados con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dt 4, 1.5-9
Lectura del libro del Deuteronomio
Habló Moisés al pueblo, diciendo: “Ahora pues, israelitas, escuchen las leyes y decretos que les he enseñado, y pónganlos en práctica, para que vivan y ocupen el país que el Señor y Dios de sus antepasados les va a dar. Yo les he enseñado las leyes y los decretos que el Señor mi Dios me ordenó, para que los pongan en práctica en el país que van a ocupar. Cúmplanlos y practíquenlos, porque de esta manera los pueblos reconocerán que en ustedes hay sabiduría y entendimiento, ya que cuando conozcan estas leyes no podrán menos que decir: ‘¡Qué sabia y entendida es esta gran nación!’ Porque, ¿qué nación hay tan grande que tenga los dioses tan cerca de ella, como tenemos nosotros al Señor nuestro Dios cada vez que lo invocamos? ¿Y qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta enseñanza que yo les presento hoy? Así pues, tengan mucho cuidado de no olvidar las cosas que han visto, ni de apartarlas jamás de su pensamiento; por el contrario, explíquenlas a sus hijos y a sus nietos. Palabra de Dios. Tealabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Jerusalén, alaba al Señor.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. Él produce la nieve como si fuera lana, y esparce la escarcha como si fuera polvo. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 5,17-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta Señor, las ofrendas y oraciones que te presentamos y protege de todo mal a quienes celebramos tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Santifícanos, Señor, con el pan de vida eterna que acabamos de recibir para que, libres de nuestras faltas, podamos participar de tu Reino. Por Jesucristo.


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12 MARZO – JUEVES  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Jr 7,23-28 / Sal 94 / Lc 11, 14-23 – MORADO

5. Oración Colecta
Te pedimos, Señor, humildemente, que conforme se acerca la fiesta de nuestra redención, crezca en nosotros el fervor para celebrar santamente la Pascua de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios.

6. Primera Lectura: Jer 7, 23-28
Lectura del libro del Profeta Jeremías
El Dios de Israel, dice a su pueblo: “Lo que les ordené fue que me obedecieran; pues así yo sería su Dios y ellos serían mi pueblo. Y les dije que se portaran como yo les había ordenado, para que les fuera bien. Pero no me obedecieron ni me hicieron caso, sino que tercamente se dejaron llevar por las malas inclinaciones de su corazón. En vez de volverse a mí, me volvieron la espalda. Desde que sus antepasados salieron de Egipto hasta ahora, yo les he enviado a ustedes, uno tras otro, a todos mis siervos los profetas. Pero ustedes no me obedecieron ni me hicieron caso, sino que se portaron aún más tercamente que sus antepasados. Tú, Jeremías, diles todas estas cosas, aunque no te hagan caso; grítales, aunque no te respondan. Diles: ‘Esta es la nación que no obedece al Señor su Dios ni quiere ser corregida. La sinceridad ha desaparecido por completo de sus labios.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 94
R. Escuchen lo que el Señor les dice.
Vengan, cantemos al Señor con alegría; cantemos a nuestro protector y Salvador. Entremos a su presencia con gratitud, y cantemos himnos en su honor. R.
Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de sus prados. Escuchen hoy lo que él les dice. R.
“No endurezcan su corazón, como en Meribá; como aquel día en Masá, en el desierto, cuando me pusieron a prueba sus antepasados, aunque habían visto mis obras. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 11, 14-23
† Lectura del Evangelio según san
Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre; y cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se admiró de esto, pero algunos dijeron: “Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.”
Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo.
Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: “Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo y todas sus casas se derrumban una sobre otra. Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Esto lo digo porque ustedes afirman que yo expulso los demonios por el poder de Beelzebú; pero si es así, ¿quién da a los seguidores de ustedes el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos los condenarán a ustedes. Porque si yo expulso los demonios por la mano de Dios, eso significa que el reino de Dios ya ha llegado a ustedes.
“Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está seguro. Pero si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y sus pertenencias, y dispone de ellas.
“El que no está a mi favor, está en contra mía, y el que conmigo no recoge, desparrama.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Preserva, Señor, a tu pueblo de toda maldad para que sus ofrendas te sean agradables; no permitas que nos entreguemos a los falsos placeres, para que podamos alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que la gracia, que hemos recibido en este sacramento, transforme, toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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13 MARZO – VIERNES  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Os 14,2-10 / Sal 80 / Mc12,28-34 – MORADO

5. Oración Colecta
Infunde Señor, en nosotros tu gracia para que podamos dominar nuestras pasiones y permanecer fieles a tu Palabra de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Os 14,2-10
Lectura del libro del profeta Oseas
Esto dice el Señor: ¡Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios, tú que caíste a causa de tu pecado! Vuélvanse al Señor llevando con ustedes esta oración: “Perdona toda nuestra maldad y recibe con benevolencia las alabanzas que te ofrecemos. Asiria no puede salvarnos, ni tampoco escaparemos a caballo. Ya no llamaremos ‘Dios nuestro’ a nada fabricado por nosotros mismos, porque solamente en ti, Señor, el huérfano encuentra compasión.”
Dice el Señor: “Voy a curarlos de su rebeldía; voy a amarlos aunque no lo merezcan, pues ya se ha apartado de ellos mi ira. Voy a ser para Israel como el rocío, y él dará flores, como los lirios. Sus raíces serán tan firmes como el monte Líbano; sus ramas se extenderán hermosas como las ramas del olivo, y será su aroma como el de los cedros del Líbano. Israel vivirá de nuevo bajo mi protección; entonces crecerán como el trigo, florecerán como la vid y serán famosos como el vino del Líbano.”
Efraín dirá: “‘¿Qué me importan ya los ídolos?’ ¡Yo soy quien atiendo y cuido a mi pueblo! Yo soy como un pino siempre verde, y en mí encontrará mi pueblo su fruto.”
Que los sabios y prudentes entiendan este mensaje: Los caminos del Señor son rectos, y los justos los siguen; pero los malvados tropiezan en ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
Oí una voz que yo no conocía: “Te he quitado la carga de los hombros, te he aliviado del trabajo duro. En tu angustia me llamaste, y te salvé. R.
Te contesté desde la nube que tronaba; te puse a prueba junto a las aguas de Meribá. Escucha, pueblo mío, mi advertencia; ¡ojalá me obedezcas, Israel! R.
No tengas dioses extranjeros; no adores dioses extraños. Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto. R.
¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos, Dios alimentaría a su pueblo con lo mejor del trigo, y con miel silvestre apagaría su sed. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mc 12,28-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, uno de los maestros de la ley, se acercó a Jesús y le preguntó: — ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
Jesús le contestó: –El primer mandamiento de todos es: ‘Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.’ Pero hay un segundo: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ Ningún mandamiento es más importante que estos.
El maestro de la ley le dijo: —Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar.
Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con benevolencia los dones que te presentamos; que te sean agradables y se conviertan para nosotros en fuente de salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la fuerza de tu Espíritu vigorice, Señor, todo nuestro ser para que podamos participar plenamente de la salvación, cuya prenda hemos recibido en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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14 MARZO – SÁBADO  TERCERA SEMANA DE CUARESMA

Os 6,1-6 / Sal 50 / Lc 18, 9-14 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, que celebrando con alegría esta Cuaresma, de tal modo penetremos en el significado del misterio pascual, que obtengamos la plenitud de sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Os 6,1-6
Lectura del libro del profeta Oseas
Esto dice el Señor: ¡En medio de su angustia, me buscarán! Y dirán: “Vengan todos y volvámonos al Señor. Él nos destrozó, pero también nos sanará; nos hirió, pero también nos curará. En un momento nos devolverá la salud, nos levantará para vivir delante de él. ¡Esforcémonos por conocer al Señor! El Señor vendrá a nosotros, tan cierto como que sale el sol, tan cierto como que la lluvia riega la tierra en otoño y primavera.” Dice el Señor: “¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, Judá? El amor que ustedes me tienen es como la niebla de la mañana, como el rocío de madrugada, que temprano desaparece. Por eso los he despedazado mediante los profetas; por medio de mi mensaje los he matado. Mi justicia brota como la luz. Lo que quiero de ustedes es que me amen, y no que me hagan sacrificios; que me reconozcan como Dios, y no que me ofrezcan holocaustos. Palabra de Dios.” Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Quiero misericordia y no sacrificios.
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.
Haz bien a Sión, por tu buena voluntad; vuelve a levantar los muros de Jerusalén. Entonces aceptarás los sacrificios requeridos, las ofrendas y los holocaustos. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 18, 9-14
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús contó esta parábola para algunos que, seguros de sí mismos por considerarse justos, despreciaban a los demás: “Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma. El fariseo, de pie, oraba así: ‘Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte  de todo lo que gano.’ Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: ‘¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!’ Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Tú que nos purificas con tu gracia para que nos acerquemos dignamente a tu Eucaristía, concédenos, Señor, celebrarla de tal modo, que podamos rendirte una alabanza agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Dios de misericordia, que no cesas de alimentarnos con tu santa Eucaristía, concédenos venerarla siempre con amor y recibirla con fe profunda. Por Jesucristo.


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15 MARZO – DOMINGO  CUARTA SEMANA DE CUARESMA

2Cr 36,14-16.19-23 / Sal 136 / Ef 2,4-10 / Jn 3,14-21 – MORADO
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5. Oración Colecta
Dios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por medio de tu Hijo, concede al pueblo cristiano prepararse con fe viva y entrega generosa a celebrar las fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: 2Cr 36,14-16.19-23
Lectura del segundo libro de las Crónicas
En aquellos días, todos los jefes de Judá, los sacerdotes y el pueblo extremaron su infidelidad, siguiendo las prácticas infames de las naciones paganas y profanando el templo del Señor que él había escogido como su santuario en Jerusalén. El Señor, Dios de sus antepasados, les envió constantes advertencias por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su lugar de residencia. Pero ellos se rieron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus avisos y se burlaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor estalló contra su pueblo de modo que ya no hubo remedio.
Además quemaron el templo de Dios,  derribaron la muralla de Jerusalén, prendieron fuego a sus palacios y destruyeron todo lo que había de valor.
Después desterró a Babilonia a los sobrevivientes de la matanza, donde se convirtieron en esclavos suyos y de sus hijos hasta que se estableció el imperio persa, para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del profeta Jeremías. Así el país debía disfrutar de su reposo; porque descansó todo el tiempo que estuvo en ruinas, hasta que pasaron setenta años.
En el primer año del reinado de Ciro, rey de Persia, y para que se cumpliera la palabra del Señor anunciada por Jeremías, el Señor impulsó a Ciro a que en todo su reino promulgara, de palabra y por escrito, este decreto: “Ciro, rey de Persia, declara lo siguiente: El Señor, Dios de los cielos, ha puesto en mis manos todos los reinos de la tierra, y me ha encargado que le construya un templo en Jerusalén, que está en la región de Judá. Así que a cualquiera de ustedes que pertenezca al pueblo del Señor, que el Señor su Dios lo ayude, y váyase allá.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 136
R. ¡Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti!
Sentados junto a los ríos de Babilonia, llorábamos al acordarnos de Sión. En los álamos que hay en la ciudad colgábamos nuestras arpas. R.
Allí, los que nos habían llevado cautivos, los que todo nos lo habían arrebatado, nos pedían que cantáramos con alegría; ¡que les cantáramos canciones de Sión! R.
¿Cantar nosotros canciones del Señor en tierra extraña? ¡Si llego a olvidarte, Jerusalén, que se me seque la mano derecha! R.
¡Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no te pongo, Jerusalén, por encima de mi propia alegría! R.

8. Segunda Lectura: Ef 2,4-10
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande, que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación. Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo. Hizo esto para demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada; pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 3,14-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera,  sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Señor, que no desea la muerte del pecador sino que se convierta y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo diciendo: R. Escúchanos, Padre.
Para que Dios aumente la fe y fortalezca la voluntad de todo el pueblo cristiano durante estos días cuaresmales, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos, de manera que lleguen a la fe, roguemos al Señor. R.
Para que Dios ayude a los enfermos, a los pobres, a los que se sienten tentados, y a todos aquellos que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que perseveremos en el esfuerzo cuaresmal y lleguemos, purificados e iluminados, a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, escucha nuestras oraciones, perdona nuestros pecados y haz que podamos participar en el banquete pascual. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Dios nuestro, luz que alumbra a cada ser humano, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que nuestros pensamientos te sean agradables y te amemos con toda sinceridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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16 MARZO – LUNES  – CUARTA SEMANA CUARESMA

Is 65, 17-21 / Sal 29 / Jn 4,43-54 / Morado

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que renuevas este mundo por medio de tus sacramentos, concede a tu Iglesia aprovechar estos signos misteriosos de tu presencia y asístela siempre en sus necesidades. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

6. Primera Lectura: Is 65, 17-21
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Miren, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva.
Lo pasado quedará olvidado, nadie se volverá a acordar de ello.
Llénense de gozo y alegría para siempre por lo que voy a crear, porque voy a crear una Jerusalén feliz y un pueblo contento que viva en ella. Yo mismo me alegraré por Jerusalén y sentiré gozo por mi pueblo. En ella no se volverá a oír llanto ni gritos de angustia. Allí no habrá niños que mueran a los pocos días, ni ancianos que no completen su vida. Morir a los cien años será morir joven, y no llegar a los cien años será una maldición. La gente construirá casas y vivirá en ellas, sembrará viñedos y comerá sus uvas. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 29
R. Señor, yo te alabo porque tú me libertaste.
Señor, yo te alabo porque tú me libertaste, porque no has permitido que mis enemigos se burlen de mí; tú, Señor, me salvaste de la muerte; me diste vida, me libraste de morir. R.
Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!, ¡alaben su santo nombre! Porque su enojo dura un momento, pero su buena voluntad, toda la vida. Si lloramos por la noche, por la mañana tendremos alegría. R.
Señor, óyeme y ten compasión de mí; Señor, ¡ayúdame! Has cambiado en danzas mis lamentos; ¡te cantaré himnos de alabanza y siempre te daré gracias! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 4,43-54
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús salió de Samaria y siguió su viaje a Galilea. Porque, como él mismo dijo, a un profeta no lo honran en su propia tierra. Cuando llegó a Galilea, los de aquella región lo recibieron bien, porque también habían ido a la fiesta de la Pascua a Jerusalén y habían visto todo lo que él hizo entonces.
Jesús regresó a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Y había un alto oficial del rey,  que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm. Cuando el oficial supo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a su casa y sanara a su hijo, que estaba a punto de morir. Jesús le contestó: —Ustedes no creen, si no ven señales y milagros.
Pero el oficial le dijo: —Señor, ven pronto, antes que mi hijo se muera.
Jesús le dijo entonces: —Vuelve a casa; tu hijo vive.
El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue. Mientras regresaba a su casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron: — ¡Su hijo vive!
Él les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron: —Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.
El padre cayó entonces en la cuenta de que era la misma hora en que Jesús le dijo: “Tu hijo vive”; y él y toda su familia creyeron en Jesús.
Esta fue la segunda señal milagrosa que hizo Jesús, cuando volvió de Judea a Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Como fruto de este sacrificio que vamos a ofrecerte, líbranos, Señor, de la esclavitud de nuestros vicios y danos fortaleza para vivir de acuerdo con tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que esta santa comunión, Señor, renueve y santifique nuestra vida y nos dé participación en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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17 MARZO – MARTES  CUARTA SEMANA DE CUARESMA

Ez 47, 1-9.12 / Sal 45 / Jn 5,1-3a.5-16 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, la gracia de perseverar en el fiel cumplimiento de tu voluntad, para que tu pueblo santo aumente en número y crezca en santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ez 47, 1-9.12
Lectura del libro del profeta Ezequiel
En aquellos días, el hombre me hizo volver después a la entrada del templo. Entonces vi que por debajo de la puerta brotaba agua, y que corría hacia el oriente, hacia donde estaba orientado el templo. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al lado sur del altar. Luego me hizo salir del terreno del templo por la puerta norte, y me hizo dar la vuelta por fuera hasta la entrada exterior que miraba al oriente. Un pequeño chorro de agua brotaba por el lado sur de la entrada. El hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo cruzar la corriente; el agua me llegaba a los tobillos. Luego midió otros quinientos metros y me hizo cruzar la corriente; el agua me llegaba entonces hasta las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo cruzar la corriente; el agua me llegaba ya a la cintura. Midió otros quinientos metros y la corriente era ya un río que no pude atravesar; se había convertido en un río tan hondo que solo se podía cruzar a nado. Entonces me dijo: “Fíjate bien en lo que has visto.”
Después me hizo volver por la orilla del río, y vi que en las dos orillas había muchos árboles. Entonces me dijo: “Esta agua corre hacia la región oriental y llega hasta la cuenca del Jordán, de donde desembocará en el Mar Muerto. Cuando llegue allá, el agua del mar se volverá dulce. En cualquier parte a donde llegue esta corriente, podrán vivir animales de todas clases y muchísimos peces. Porque el agua de este río convertirá el agua amarga en agua dulce, y habrá todo género de vida. En las dos orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas no se caerán nunca, ni dejarán de dar fruto jamás. Cada mes tendrán fruto, porque estarán regados con el agua que sale del templo. Los frutos servirán de alimento y las hojas de medicina. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. ¡El Señor es nuestro refugio!
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia.
Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar. R.
Un río alegra con sus brazos la ciudad de Dios, la más santa de las ciudades del Altísimo. Dios está en medio de ella, y la sostendrá; Dios la ayudará al comenzar el día. R.
¡El Señor todopoderoso está con nosotros! ¡El Dios de Jacob es nuestro refugio! Vengan a ver las cosas sorprendentes que el Señor ha hecho en la tierra. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 5,1-3a.5-16
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, los judíos celebraban una fiesta, y Jesús volvió a Jerusalén. En Jerusalén, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, hay un estanque que en hebreo se llama Betzatá. Tiene cinco pórticos, en los cuales se encontraban muchos enfermos, ciegos, cojos y tullidos echados en el suelo. Había entre ellos un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí acostado y se enteró del mucho tiempo que llevaba así, le preguntó: — ¿Quieres recobrar la salud?
El enfermo le contestó: —Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se remueve el agua. Cada vez que quiero meterme, otro lo hace primero.
Jesús le dijo: —Levántate, alza tu camilla y anda.
En aquel momento el hombre recobró la salud, alzó su camilla y comenzó a andar. Pero como era sábado, los judíos dijeron al que había sido sanado: —Hoy es sábado; no te está permitido llevar tu camilla. Aquel hombre les contestó: —El que me devolvió la salud, me dijo: ‘Alza tu camilla y anda.’
Ellos le preguntaron: — ¿Quién es el que te dijo: ‘Alza tu camilla y anda’?
Pero el hombre no sabía quién lo había sanado, porque Jesús había desaparecido entre la mucha gente que había allí. Después Jesús lo encontró en el templo, y le dijo: —Mira, ahora que ya estás sano, no vuelvas a pecar, para que no te pase algo peor.
El hombre se fue y comunicó a los judíos que Jesús era quien le había devuelto la salud. Por eso los judíos perseguían a Jesús, pues hacía estas cosas en sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte, perdona nuestros pecados y orienta hacia ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la frecuente participación en tus sacramentos nos acerque cada vez más a ti, que eres el único bien verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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18 MARZO – MIÉRCOLES  CUARTA SEMANA DE CUARESMA

Is 49, 8-15 / Sal 144 / Jn 5,17-30 – MORADO

5. Oración Colecta
Ilumina, Señor, el corazón de tus hijos, purificado por tu gracia y concédenos manifestar en nuestra vida el deseo de servirte que nos inspiras. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 49, 8-15
Lectura del libro del Profeta Isaías
El Señor dice: “Vino el momento de mostrar mi bondad, y te respondí; llegó el día de la salvación, y te ayudé. Yo te protegí para establecer por ti mi alianza con el pueblo, para reconstruir el país, para hacer que tomen posesión de las tierras arrasadas, para decir a los presos: ‘Queden libres’, y a los que están en la oscuridad: ‘Déjense ver.’ Junto a todos los caminos encontrarán pastos, y en cualquier monte desierto tendrán alimento para su ganado. “No tendrán hambre ni sed, ni los molestará el sol ni el calor, porque yo los amo y los guío, y los llevaré a manantiales de agua. Abriré un camino a través de las montañas y haré que se allanen los senderos.” ¡Miren! Vienen de muy lejos: unos del norte, otros de occidente, otros de la región de Asuán. ¡Cielo, grita de alegría! ¡Tierra, llénate de gozo! ¡Montañas, lancen gritos de felicidad! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha tenido compasión de él en su aflicción. “Sión decía: ‘El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí.’ Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R.El Señor es tierno y compasivo.
El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. El Señor sostiene a los que caen y levanta a los que desfallecen. R.
El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 5, 17-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: —Mi Padre siempre ha trabajado, y yo también trabajo.
Por esto, los judíos tenían aún más deseos de matarlo, porque no solamente no observaba el mandato sobre el sábado, sino que además se hacía igual a Dios al decir que Dios era su propio Padre.
Jesús les dijo: “Les aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solamente hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo. Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace; y le mostrará cosas todavía más grandes, que los dejarán a ustedes asombrados. Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela. Y el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado a su Hijo todo el poder de juzgar, para que todos den al Hijo la misma honra que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre, que lo ha enviado. Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida. Les aseguro que viene la hora, y es ahora mismo, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha hecho que el Hijo tenga vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar, por cuanto que es el Hijo del hombre. No se admiren de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien, resucitarán para tener vida; pero los que hicieron el mal, resucitarán para ser condenados. Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, pues no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que has querido que te ofrezcamos para alabanza tuya y salvación nuestra. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Señor, que este sacramento que hemos recibido, nos purifique y nos dé la fuerza para permanecer en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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19 MARZO – JUEVES – SAN JOSÉ, ESPOSO DE SANTA MARÍA

2Sm 7,4-5.12-14.16/ Sal 88/Rm 4,13.16-18.22/Mt 1,16.18-21.24 – BLANCO

San José, esposo de la Virgen María, nació de la estirpe de David, e hizo las veces de padre al Hijo de Dios. Jesús fue llamado hijo de José y le estuvo sujeto con docilidad. La Iglesia lo venera como su patrón.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:2Sm 7,4-5.12-14.16
Lectura del segundo libro de Samuel
El Señor se dirigió a Natán y le dijo: Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Él me construirá un templo, y yo afirmaré su reino para siempre. Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Y cuando cometa una falta, yo lo castigaré y lo azotaré como todo padre lo hace con su hijo. Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Su descendencia será perpetua.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. R.
Hiciste una alianza con David; prometiste a tu siervo escogido: “Haré que tus descendientes reinen siempre en tu lugar.” R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ R.
Mi amor por él será constante, y mi alianza con él será firme. R.

8. Segunda Lectura: Rm 4,13.16-18.22
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos         
Hermanos: Dios prometió a Abraham y a sus descendientes que como herencia recibirían el mundo; pero esta promesa no estaba condicionada al cumplimiento de la ley, sino a la justicia que se basa en la fe.
Por eso, para que la promesa hecha a Abraham conservara su valor para todos sus descendientes, fue un don gratuito, basado en la fe. Es decir, la promesa no es solamente para los que se basan en la ley, sino también para todos los que se basan en la fe, como Abraham. De esa manera, él viene a ser padre de todos nosotros, como dice la Escritura: “Te he hecho padre de muchas naciones.”Este es el Dios en quien Abraham creyó, el Dios que da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen.
Cuando ya no había esperanza, Abraham creyó y tuvo esperanza, y así vino a ser “padre de muchas naciones”, conforme a lo que Dios le había dicho: “Así será el número de tus descendientes.” Por eso, Dios le tuvo esto en cuenta y lo reconoció como justo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aclamación: Tu Palabra me da vida u otra.

10. Evangelio: Mt 1,16.18-21.24
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jacob fue padre de José, el marido de María, y ella fue madre de Jesús, al que llamamos el Mesías.
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.” Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Señor y por intercesión de San José, pidámosle que se acuerde de nosotros, obra de sus manos. Respondemos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor, que puso en manos de san José el cuidado de su Verbo hecho hombre, asista a los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, derrame el espíritu de oración, a fin de que surjan abundantes vocaciones para el servicio de la Iglesia, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, conceda a los trabajadores el sustento necesario y una vida digna y feliz, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, que permitió que san José tuviera que huir de su tierra, venga en auxilio de los emigrantes y los que sufen, roguemos al Señor. R.
+ Señor, por la intercesión de san José, haz que consigamos los bienes que, por nuestra debilidad, no podemos alcanzar. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, celebrar esta Eucaristía con el mismo amor y la pureza de corazón con que se entregó san José a servir a tu Hijo unigénito, nacido de santa María. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, protege sin cesar a esta familia tuya que se alegra hoy al celebrar la festividad de san José, y conserva en ella la vida de la gracia que le has comunicado por medio de la Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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20 MARZO – VIERNES  CUARTA SEMANA DE CUARESMA

Sab 2, 1a.12-22 / Sal 33 / Jn 7, 1-2.10.25-30 – MORADO

5. Oración Colecta
Perdona, Señor, nuestras culpas y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos somete nuestra debilidad. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Sab 2, 1a.12-22
Lectura del libro de la Sabiduría
Los necios, razonando equivocadamente se han dicho: “Pongamos trampas al bueno, pues nos es molesto; se opone a nuestras acciones, nos reprocha que no cumplamos la ley y nos echa en cara que no vivamos según la educación que recibimos. Dice que conoce a Dios, y se llama a sí mismo hijo del Señor. Es un reproche a nuestra manera de pensar; su sola presencia nos molesta. Su vida es distinta a la de los demás, y su proceder es diferente. Nos rechaza como a moneda falsa, y se aparta de nuestra compañía como si fuéramos impuros. Dice que los buenos, al morir, son dichosos, y se siente orgulloso de tener a Dios por padre. Veamos si es cierto lo que dice y comprobemos en qué va a parar su vida. Si el bueno es realmente hijo de Dios, Dios lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a insultos y torturas, para conocer su paciencia y comprobar su resistencia. Condenémoslo a una muerte deshonrosa, pues, según dice, tendrá quien lo defienda.”
Así piensan los malos, pero se equivocan; su propia maldad los ha vuelto ciegos.
No entienden los planes secretos de Dios, ni esperan que una vida santa tenga recompensa; no creen que los inocentes recibirán su premio. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. El Señor está cerca de los atribulados.
El Señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. R.
El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. El hombre honrado pasa por muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos. R.
Él le protege todos los huesos; ni uno solo le romperán. Pero el Señor salva la vida a sus siervos; ¡no serán castigados los que en él confían! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 7, 1-2.10.25-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús andaba por la región de Galilea. No quería estar en Judea, porque allí los judíos lo buscaban para matarlo.
Como se acercaba la fiesta de las Enramadas, una de las fiestas de los judíos, después de que se fueron sus hermanos, también Jesús fue a la fiesta, aunque no públicamente, sino casi en secreto.
Algunos de los que vivían en Jerusalén comenzaron entonces a preguntar: — ¿No es a este al que andan buscando para matarlo? Pues ahí está, hablando en público, y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades creen de veras que este hombre es el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde viene este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene.
Al oír esto, Jesús, que estaba enseñando en el templo, dijo con voz fuerte: —¡Así que ustedes me conocen y saben de dónde vengo! Pero no he venido por mi propia cuenta, sino que vengo enviado por uno que es digno de confianza y a quien ustedes no conocen. Yo lo conozco porque procedo de él, y me ha enviado.
Entonces quisieron arrestarlo, pero ninguno le echó mano porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que tu ayuda, Padre misericordioso, nos haga dignos de acercarnos a tu altar, a fin de que la frecuente participación en este sacrificio nos obtenga la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que la fuerza de este sacramento que nos une a ti, Señor, no nos abandone nunca y aleje siempre de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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21 MARZO – SÁBADO  CUARTA SEMANA DE CUARESMA

Jr 11, 18-20 / Sal 7 / Jn 7, 40-53 – MORADO

5. Oración Colecta
Señor, tú que nunca dejas de procurar nuestra salvación y en estos días de Cuaresma nos otorgas gracias más abundantes, mira con amor a esta familia tuya y concede tu auxilio protector a quienes se preparan para el bautismo y a quienes hemos renacido ya a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jr 11, 18-20
Lectura del libro del profeta Jeremías
Dijo Jeremías: El Señor me hizo saber que mis enemigos estaban tramando algo malo. Él me abrió los ojos, para que me diera cuenta. Yo estaba tranquilo, como un cordero que llevan al matadero, sin saber que estaban haciendo planes contra mí. Decían: “Cortemos el árbol ahora que está en todo su vigor; arranquémoslo de este mundo de los vivientes, para que nadie vuelva a acordarse de él.” Pero tú, Señor todopoderoso, eres un juez justo; tú conoces hasta lo más íntimo del hombre. Hazme ver cómo castigas a esa gente, pues he puesto mi causa en tus manos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 7
R. Señor, mi Dios, en ti busco protección.
Señor, mi Dios, en ti busco protección; ¡sálvame de todos los que me persiguen! ¡Líbrame, pues son como leones; no sea que me despedacen y no haya quien me salve! R.
Júzgame conforme a mi honradez; júzgame conforme a mi inocencia. Dios justo, que examinas los pensamientos y los sentimientos más profundos, ¡pon fin a la maldad de los malvados, pero al hombre honrado mantenlo firme! R.
Mi protección es el Dios altísimo, que salva a los de corazón sincero. Dios es un juez justo que condena la maldad en todo tiempo. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio:Jn 7, 40-53
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, había algunos entre la gente que, cuando oyeron las palabras que Jesús pronunciaba, dijeron: —Seguro que este hombre es el profeta.
Otros decían: —Este es el Mesías.
Pero otros decían: —No, porque el Mesías no puede proceder de Galilea. La Escritura dice que el Mesías tiene que ser descendiente del rey David, y que procederá de Belén, el mismo pueblo de donde era David.
Así que la gente se dividió por causa de Jesús. Algunos querían llevárselo preso, pero nadie lo hizo.
Los guardianes del templo volvieron a donde estaban los fariseos y los jefes de los sacerdotes, que les preguntaron: — ¿Por qué no lo trajeron?
Los guardianes contestaron: — ¡Jamás ningún hombre ha hablado así!
Entonces los fariseos les dijeron: — ¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes, o de los fariseos? Pero esta gente, que no conoce la ley, está maldita.
Nicodemo, el fariseo que en una ocasión había ido a ver a Jesús, les dijo: —Según nuestra ley, no podemos condenar a un hombre sin antes haberlo oído para saber qué es lo que ha hecho.
Ellos le contestaron: —¿También tú eres de Galilea? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea jamás procede un profeta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Dios eterno y todopoderoso, que por medio del sacramento del bautismo haces renacer a quienes confiesan tu nombre, acepta nuestros dones y plegarias para que, cuantos en ti esperan, puedan ver realizados sus deseos y perdonadas sus culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos participar también de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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22 MARZO – DOMINGO  QUINTA SEMANA DE CUARESMA

Jr 31,31-34 / Sal 50 / Heb 5, 7-9 / Jn 12,20-33 – MORADO

5. Oración Colecta
Ven, Padre, en nuestra ayuda, para que podamos vivir y actuar siempre con aquel amor que impulsó a tu Hijo a entregarse por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

5_cua_b.jpg6. Primera Lectura: Jr 31,31-34
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti. R.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.

8. Segunda Lectura: Heb 5, 7-9
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 12,20-33
† Lectura del Evangelio según san Juan
Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar durante la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron: —Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús. Jesús les dijo entonces: —Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
“¡Siento en este momento una angustia terrible! ¿Y qué voy a decir? ¿Diré: ‘Padre, líbrame de esta angustia’? ¡Pero precisamente para esto he venido! Padre, glorifica tu nombre.”
Entonces se oyó una voz del cielo, que decía: “Ya lo he glorificado, y lo voy a glorificar otra vez.”
La gente que estaba allí escuchando, decía que había sido un trueno; pero algunos afirmaban: —Un ángel le ha hablado.
Jesús les dijo: —No fue por mí por quien se oyó esta voz, sino por ustedes. Este es el momento en que el mundo va a ser juzgado, y ahora será expulsado el que manda en este mundo. Pero cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Con esto daba a entender de qué forma había de morir. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos la misericordia del Señor para que, compadecido, escuche nuestras plegarias. Respondemos: R. Por tu misericordia, Señor, escúchanos.
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor. R.
Para que el Redentor, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al Señor. R.
Para que el Redentor del mundo, que experimentó el sufrimiento, se compadezca de los que sufren y les dé fortaleza, roguemos al Señor. R.
Para que el Redentor del mundo nos consuele, pues nos disponemos a recordar su cruz y nos reconforte con su fuerza, roguemos al Señor. R.
+ Padre, que quieres renovar en Cristo el universo entero, escucha nuestras oraciones y perdona nuestros pecados. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Tú, que nos has iluminado con las enseñanzas de la fe, escucha, Señor, nuestra oración y purifícanos por medio de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, vivir siempre como miembros suyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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23 MARZO – LUNES – QUINTA SEMANA CUARESMA

Dn 13,41-62 / Sal 22 / Jn 8,12-20  / MORADO

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que con el don de tu amor nos colmas de bendiciones, transfórmanos en una nueva criatura, para que estemos preparados a la Pascua gloriosa de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dn 13,41-62
Lectura del libro del profeta Daniel
En aquel tiempo, dos ancianos dieron falso testimonio contra Susana. El pueblo que estaba reunido les creyó, pues eran ancianos del pueblo y además jueces. Así que la condenaron a muerte.
Entonces Susana gritó con todas sus fuerzas: “¡Dios eterno, que conoces las cosas ocultas, que sabes todo antes de que suceda, tú sabes que estos hombres han declarado falsamente contra mí! ¡Mira que voy a morir, a pesar de no haber hecho ninguna de las cosas que han inventado contra mí estos malvados!”
El Señor escuchó los gritos de Susana.  Y mientras la llevaban para matarla,
Dios despertó el espíritu santo en un joven que se llamaba Daniel, el cual gritó con todas sus fuerzas: –¡Yo no me hago responsable de la muerte de esta mujer!
Todos se volvieron hacia él, y le preguntaron: — ¿Qué significa eso que acabas de decir?
Él se puso en medio de ellos y les dijo: — ¿Son ustedes tan tontos, israelitas, que condenan a una mujer de nuestro pueblo sin averiguar ni examinar bien el asunto? Vuelvan al juzgado, porque lo que estos hombres han declarado contra ella es mentira.
Entonces todo el pueblo volvió rápidamente. Y los otros ancianos le dijeron a Daniel: —Ven, siéntate con nosotros e infórmanos, pues Dios te ha dado el mismo derecho que a los ancianos.
Daniel les dijo: —Separen a buena distancia a los dos viejos, y yo les haré un interrogatorio.
Y los separaron. Entonces mandó llamar a uno y le dijo: —Viejo en años y en maldad, ahora van a recaer sobre ti los pecados que cometiste en otro tiempo, cuando dictabas sentencias injustas condenando a los inocentes y absolviendo a los culpables, a pesar de que el Señor ha dicho: ‘No condenes a muerte al hombre inocente y sin culpa.’ Bueno, si de veras la viste pecar, dinos debajo de qué árbol los viste juntos.
Él respondió: —Debajo de un castaño.
Y Daniel dijo: — ¡Muy bien! Dijiste una mentira que va a ser tu perdición. ¿Conque debajo de un castaño? ¡Pues el ángel de Dios ya recibió de él la orden de castigarte partiéndote en dos!
Entonces mandó que se llevaran a este y trajeran al otro viejo. Y le dijo: — ¡Hombre de la raza de Canaán, y no de Judá; la belleza te sedujo y la pasión pervirtió tu corazón! Así es como estaban ustedes haciendo con las mujeres de Israel, y ellas, por miedo, se les entregaban. Pero esta mujer de la tribu de Judá no quiso consentir en la maldad de ustedes. Ahora dime, ¿debajo de qué árbol los sorprendiste juntos? —Debajo de una encina —respondió él.
Y Daniel dijo: — ¡Muy bien! Tú también dijiste una mentira que va a ser tu perdición. ¿Conque debajo de una encina? ¡Pues el ángel de Dios está esperando, con la espada lista, para dejártela caer encima y rajarte por la mitad! ¡Así va a matarlos a los dos!
Entonces todo el pueblo reunido levantó el grito y bendijo a Dios, que salva a los que confían en él. Y como Daniel hizo que los dos viejos mostraran por su propia boca que habían declarado falsamente, todos se volvieron contra ellos y les aplicaron el mismo castigo que ellos, en su maldad, pensaban aplicar a Susana: de acuerdo con la ley de Moisés, los mataron. Y así aquel día se salvó la vida de una persona inocente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor; nada me falta.
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 8,12-20
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente, diciendo: —Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.
Los fariseos le dijeron: —Tú estás dando testimonio a favor tuyo: ese testimonio no tiene valor.
Jesús les contestó: —Mi testimonio sí tiene valor, aunque lo dé yo mismo a mi favor. Pues yo sé de dónde vine y a dónde voy; en cambio, ustedes no lo saben. Ustedes juzgan según los criterios humanos. Yo no juzgo a nadie; pero si juzgo, mi juicio está de acuerdo con la verdad, porque no juzgo yo solo, sino que el Padre que me envió juzga conmigo. En la ley de ustedes está escrito que cuando dos testigos dicen lo mismo, su testimonio tiene valor. Pues bien, yo mismo soy un testigo a mi favor, y el Padre que me envió es el otro testigo.
Le preguntaron: — ¿Dónde está tu padre?
Jesús les contestó: —Ustedes no me conocen a mí, ni tampoco a mi Padre; si me conocieran a mí, también conocerían a mi Padre.
Jesús dijo estas cosas mientras enseñaba en el templo, en el lugar donde estaban los cofres de las ofrendas. Pero nadie lo arrestó, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Concede, Señor, a tus hijos, reunidos para celebrar esta Eucaristía, ofrecerte como fruto de su penitencia, una conciencia limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Que la fuerza de tus sacramentos nos libre, Señor, de nuestras malas inclinaciones y nos ayude a seguir a Cristo, para acercarnos cada vez más a ti. Por Jesucristo.


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24 MARZO – MARTES  QUINTA SEMANA DE CUARESMA

Nm 21,4-9 / Sal 101 / Jn 8, 21-30 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, la gracia de perseverar en el fiel cumplimiento de tu voluntad, para que tu pueblo santo aumente en número y crezca en santidad. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura:Nm 21,4-9
Lectura del libro de los Números
Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente perdió la paciencia y empezó a hablar contra Dios y contra Moisés. Decían: — ¿Para qué nos sacaron ustedes de Egipto? ¿Para hacernos morir en el desierto? No tenemos ni agua ni comida. ¡Ya estamos cansados de esta comida miserable!
El Señor les envió serpientes venenosas, que los mordieron, y muchos israelitas murieron. Entonces fueron a donde estaba Moisés y le dijeron: — ¡Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti! ¡Pídele al Señor que aleje de nosotros las serpientes!
Moisés pidió al Señor que perdonara a los israelitas, y el Señor le dijo:—Hazte una serpiente como esas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire hacia la serpiente del asta, y se salvará.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 101
R. Señor, escucha mi oración, ¡que mi grito llegue a ti!
Señor, escucha mi oración, ¡permite que mi grito llegue a ti! No escondas de mí tu rostro cuando me encuentre angustiado; ¡dígnate escucharme!, ¡respóndeme pronto cuando te llame! R.
Todas las naciones y reyes de la tierra honrarán el nombre glorioso del Señor cuando él reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, cuando atienda a la oración del desamparado y no desoiga sus ruegos. R.
Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 8, 21-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: —Yo me voy, y ustedes me van a buscar, pero morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden ir.
Los judíos dijeron: — ¿Acaso estará pensando en matarse, y por eso dice que no podemos ir a donde él va?
Jesús les dijo: —Ustedes son de aquí abajo, pero yo soy de arriba; ustedes son de este mundo, pero yo no soy de este mundo. Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados.
Entonces le preguntaron: — ¿Quién eres tú?
Jesús les respondió: —En primer lugar, ¿por qué he de hablar con ustedes? Tengo mucho que decir y que juzgar de ustedes, pero el que me ha enviado dice la verdad, y lo que yo le digo al mundo es lo mismo que le he oído decir a él.
Pero ellos no entendieron que les hablaba del Padre. Por eso les dijo: —Cuando ustedes levanten en alto al Hijo del hombre, reconocerán que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; solamente digo lo que el Padre me ha enseñado. Porque el que me ha enviado está conmigo; mi Padre no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que a él le agrada.
Cuando Jesús dijo esto, muchos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte, perdona nuestros pecados y orienta hacia ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la asidua participación en tus sacramentos nos acerque cada vez más a ti, que eres el único bien verdadero. Por Jesucristo.


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25 MARZO – MIÉRCOLES – LA ANUNCIACIÓN A LA B. VIRGEN MARÍA

Is 7, 10-14 / Sal 39 / Heb 10, 4-10 / Lc 1, 26-38 / Blanco

navid4En Nazaret, el ángel del Señor dijo a María: “Darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo”; ella respondió: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí como dices”. Así, llegó la plenitud de los tiempos, y el Verbo se encarnó, por obra del Espíritu Santo.

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la Virgen María, participara de toda nuestra condición humana, concede a quienes lo reconocemos como Dios y hombre verdadero, participar, de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Is 7, 10-14
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor dijo a Ahaz: “Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto.”
Ahaz contestó: “No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal.”
Entonces Isaías dijo: “Escuchen ustedes, los de la casa real de David. ¿Les parece poco molestar a los hombres, que quieren también molestar a mi Dios? Pues el Señor mismo les va a dar una señal: La joven está encinta y va a tener un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí. A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
No me he quedado callado acerca de tu justicia; he hablado de tu fidelidad y salvación. Jamás he ocultado tu amor y tu verdad ante tu pueblo numeroso. R.

8. Segunda Lectura: Heb 10, 4-10
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: La sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.
Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios: “No quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo. No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado. Entonces dije: ‘Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.’ ”
En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. Y después añade: “Aquí vengo para hacer tu voluntad. Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aclamación: Tu Palabra me da vida u otra.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: -¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Al celebrar hoy el inicio de la salvación del linaje humano, oremos, hermanos y hermanas, a Dios Padre todopoderoso. Respondemos: R. Escúchanos, Señor.
Para que el Hijo de Dios, que se hizo hombre en el seno de María, conceda a los fieles imitarla en su obediencia, roguemos al Señor. R.
Para que el Verbo de Dios, realice con su encarnación, las esperanzas de los pueblos que aún ignoran su presencia, roguemos al Señor. R.
Para que el que enaltece a los humildes y colma de bienes a los hambrientos dé fuerza a los decaídos y conceda su ayuda a los que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que el que miró la humillación de María, ponga también sus ojos en nuestra debilidad y haga obras grandes en nosotros, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Tú, que escogiste a la Virgen María como Madre del Salvador, escucha las oraciones de tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones de tu Iglesia, que reconoce haber tenido su origen en la encarnación de tu Hijo, y concédele celebrar llena de gozo este memorial de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Por medio de esta comunión, fortalece, Señor, nuestra fe y esperanza en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, concebido en el seno de santa María, y, por su gloriosa resurrección, haznos partícipes de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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26 MARZO – JUEVES  QUINTA SEMANA DE CUARESMA

Gn 17, 3-9 / Sal 104 / Jn 8,51-59 – MORADO

5. Oración Colecta
Asiste y protege siempre, Señor, a esta familia tuya, que ha puesto en ti toda su esperanza, a fin de que purificados de nuestros pecados, permanezcamos fieles a nuestro compromiso bautismal y obtengamos la herencia prometida. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Gn 17, 3-9
Lectura del libro el Génesis
En aquel tiempo, Abram se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, mientras Dios seguía diciéndole: —Esta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones. La alianza que hago contigo, y que haré con todos tus descendientes en el futuro, es que yo seré siempre tu Dios y el Dios de ellos. A ti y a ellos les daré toda la tierra de Canaán, donde ahora vives, como su herencia para siempre; y yo seré su Dios.
Además, Dios le dijo a Abraham: —Pero tú, cumple con mi alianza tú y todos tus descendientes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. Recuerden sus obras grandes y maravillosas, y los decretos que ha pronunciado. R.
Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.
Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 8,51-59
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos:—Les aseguro que quien hace caso de mi palabra, no morirá.
Los judíos le contestaron: —Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham y todos los profetas murieron, y tú dices: ‘El que hace caso de mi palabra, no morirá.’ ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham? Él murió, y los profetas también murieron. ¿Quién te has creído que eres?
Jesús les contestó: —Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no vale nada. Pero el que me glorifica es mi Padre, el mismo que ustedes dicen que es su Dios. Pero ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería yo tan mentiroso como ustedes. Pero ciertamente lo conozco, y hago caso de su palabra. Abraham, el antepasado de ustedes, se alegró porque iba a ver mi día; y lo vio, y se llenó de gozo.
Los judíos dijeron a Jesús: —Todavía no tienes cincuenta años, ¿y dices que has visto a Abraham?
Jesús les contestó:—Les aseguro que yo existo desde antes que existiera Abraham.
Entonces ellos tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con agrado el sacrificio que vamos a ofrecerte y concédenos por él la conversión de nuestra vida y la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Por medio de este sacramento que ya desde ahora nos comunica tu fuerza, concédenos, Padre misericordioso, participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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27 MARZO – VIERNES  QUINTA SEMANA DE CUARESMA

Jr 20, 10-13/ Sal 17 / Jn 10,31-42 – MORADO

5. Oración Colecta
Perdona, Señor, nuestras culpas y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos somete nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jr 20, 10-13
Lectura del libro del profeta Jeremías
Puedo oír que la gente cuchichea: “¡Hay terror por todas partes!”
Dicen: “¡Vengan, vamos a acusarlo!” Aun mis amigos esperan que yo dé un paso en falso. Dicen: “Quizá se deje engañar; entonces lo venceremos y nos vengaremos de él.” Pero tú, Señor, estás conmigo como un guerrero invencible; los que me persiguen caerán, y no podrán vencerme; fracasarán, quedarán avergonzados, cubiertos para siempre de deshonra inolvidable. Señor todopoderoso, tú que examinas con justicia, tú que ves hasta lo más íntimo del hombre, hazme ver cómo castigas a esa gente, pues he puesto mi causa en tus manos.¡Canten al Señor, alaben al Señor!, pues él salva al afligido del poder de los malvados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 17
R. En el peligro invoqué al Señor y me escuchó.
Tú, Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo! Eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador. R.
Mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite. Tú, Señor, eres digno de alabanza: cuando te llamo, me salvas de mis enemigos. R.
La muerte me enredó en sus lazos; sentí miedo ante el torrente destructor. La muerte me envolvió en sus lazos; ¡me encontré en trampas mortales! R.
En mi angustia llamé al Señor, pedí ayuda a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mis gritos llegaron a sus oídos! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 10,31-42
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, los judíos tomaron piedras para tirárselas a Jesús, pero él les dijo: —Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de ustedes; ¿por cuál de ellas me van a apedrear?
Los judíos le contestaron: —No te vamos a apedrear por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú no eres más que un hombre, pero te estás haciendo Dios a ti mismo.
Jesús les dijo: —En la ley de ustedes está escrito: ‘Yo dije que ustedes son dioses.’ Sabemos que lo que la Escritura dice, no se puede negar; y Dios llamó dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje. Y si Dios me consagró a mí y me envió al mundo, ¿cómo pueden ustedes decir que lo he ofendido porque dije que soy Hijo de Dios? Si yo no hago las obras que hace mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean en las obras que hago, para que sepan de una vez por todas que el Padre está en mí y que yo estoy en el Padre. Otra vez quisieron arrestarlo, pero Jesús se les escapó.
Regresó Jesús al otro lado del Jordán, y se quedó allí, en el lugar donde Juan había estado antes bautizando. Mucha gente fue a verlo, y decían: —De veras, aunque Juan no hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo de este hombre era verdad. Y muchos en aquel lugar creyeron en Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que tu ayuda, Padre misericordioso, nos haga dignos de acercarnos a tu altar, a fin de que la asidua participación en este sacrificio nos obtenga la salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la fuerza de este sacramento que nos une a ti, Señor, no nos abandone nunca y aleje siempre de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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28 MARZO – SÁBADO  QUINTA SEMANA DE CUARESMA

Ez 37,21-28 / Jer 31/ Jn 11,45-57 – MORADO

5. Oración Colecta
Señor, tú que nunca dejas de procurar nuestra salvación y en estos días de Cuaresma nos otorgas gracias más abundantes, concede tu auxilio a quienes se preparan para el bautismo y a quienes hemos renacido ya a una vida nueva. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ez 37,21-28
Lectura del libro del profeta Ezequiel
Esto dice el Señor: “Voy a sacar a los israelitas de entre las naciones a donde han ido a parar; los reuniré de todas partes y los haré volver a su tierra. Haré de ellos una sola nación en este país, en los montes de Israel, y tendrán un solo rey. No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos. Tampoco volverán a mancharse adorando ídolos repugnantes ni cometiendo toda clase de pecados. Yo los libraré de todas las infidelidades que han cometido, y los limpiaré de sus pecados. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será el rey y único pastor de todos ellos, y ellos me obedecerán y cumplirán mis leyes y decretos. Vivirán en el país que di a mi siervo Jacob, donde también vivieron sus antepasados. Allí vivirán siempre ellos y sus hijos y todos sus descendientes; y mi siervo David será siempre su jefe. Haré con ellos una alianza para asegurarles una vida tranquila. Será una alianza eterna. Haré que aumenten en número, y para siempre pondré mi santo templo en medio de ellos. Viviré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Cuando mi santo templo  esté para siempre en medio de ellos, las demás naciones reconocerán que yo he escogido a Israel como mi posesión sagrada.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Jer 31
R. El Señor nos guarda, como pastor a su rebaño.
“Naciones, escuchen la palabra del Señor y anuncien en las costas lejanas: ‘El Señor dispersó a Israel, pero lo reunirá y lo cuidará como cuida el pastor a sus ovejas.’” R.
Porque el Señor rescató al pueblo de Jacob, lo libró de una nación más poderosa. Vendrán y cantarán de alegría en lo alto de Sión, se deleitarán con los beneficios del Señor: el trigo, el vino y el aceite, las ovejas y las reses. R.
Las muchachas bailarán alegremente, lo mismo que los jóvenes y los viejos. Yo les daré consuelo: convertiré su llanto en alegría, y les daré una alegría mayor que su dolor. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 11,45-57
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, creyeron en Jesús muchos de los judíos que habían ido a acompañar a María y que vieron lo que él había hecho. Pero algunos fueron a ver a los fariseos, y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los fariseos y los jefes de los sacerdotes reunieron a la Junta Suprema,  y dijeron:
— ¿Qué haremos? Este hombre está haciendo muchas señales milagrosas. Si lo dejamos, todos van a creer en él, y las autoridades romanas vendrán y destruirán nuestro templo y nuestra nación.
Pero uno de ellos, llamado Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, les dijo: —Ustedes no saben nada, ni se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que toda la nación sea destruida.
Pero Caifás no dijo esto por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, dijo proféticamente que Jesús iba a morir por la nación judía; y no solamente por esta nación, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que estaban dispersos. Así que desde aquel día las autoridades judías tomaron la decisión de matar a Jesús.
Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que salió de la región de Judea y se fue a un lugar cerca del desierto, a un pueblo llamado Efraín.  Allí se quedó con sus discípulos.
Faltaba poco para la fiesta de la Pascua de los judíos, y mucha gente de los pueblos se dirigía a Jerusalén a celebrar los ritos de purificación antes de la Pascua. Andaban buscando a Jesús, y se preguntaban unos a otros en el templo: — ¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta o no? Los fariseos y los jefes de los sacerdotes habían dado orden de que, si alguien sabía dónde estaba Jesús, lo dijera, para poder arrestarlo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Dios eterno y todopoderoso, que por medio del sacramento del bautismo haces renacer a quienes confiesan tu nombre, acepta nuestros dones y plegarias para que, cuantos en ti esperan, puedan ver realizados sus deseos y perdonadas sus culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos participar también de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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29 MARZO – DOMINGO DE RAMOS

Is 50,4-7 / Sal 21 / Flp 2,6-11 / Mc 14,1-15.47 – ROJO
ramos3a.jpgProcesión con los Ramos
Se reúnen en un lugar conveniente, fuera del Templo.

Hermanos: Desde el principio de la Cuaresma nos venimos preparando con obras de penitencia y caridad.
Hoy, cercana ya la noche de Pascua, en comunión con toda la Iglesia, nos reunimos para iniciar la celebración de los misterios de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo. Acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada a la ciudad santa, para que participando ahora de su cruz, merezcamos un día tener parte en la Resurrección.

Se hace la siguiente oración sobre los Ramos:

Oremos: Dios todopoderoso y eterno, dígnate bendecir estos ramos y, a cuantos acompañamos jubilosos a Cristo, nuestro rey y Señor, concédenos vivir contigo en la Jerusalén del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En silencio, rocía con agua bendita los ramos
Luego se proclama el Evangelio de la entrada del Señor.

Lectura del Evangelio según san Juan. (Jn 12, 12-16)
En aquel tiempo la multitud supo que Jesús iba a llegar a Jerusalén. Entonces cortaron hojas de palmera y salieron a recibirlo, gritando: — ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Jesús encontró un burro y montó en él, como se dice en la Escritura:
“No tengas miedo, ciudad de Sión; mira, tu Rey viene montado en un burrito.
Al principio, sus discípulos no entendieron estas cosas; pero después, cuando Jesús fue glorificado, se acordaron de que todo esto que le habían hecho estaba en la Escritura y se refería a él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has querido entregarnos como ejemplo de humildad a Cristo, nuestro salvador, hecho hombre y clavado en una cruz, concédenos vivir según las enseñanzas de su pasión, para participar con él, de su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Is 50, 4-7
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor me ha instruido para que yo consuele a los cansados con palabras de aliento. Todas las mañanas me hace estar atento para que escuche dócilmente. El Señor me ha dado entendimiento, y yo no me he resistido ni le he vuelto las espaldas. Ofrecí mis espaldas para que me azotaran y dejé que me arrancaran la barba. No retiré la cara de los que me insultaban y escupían. El Señor es quien me ayuda: por eso no me hieren los insultos; por eso me mantengo firme como una roca, pues sé que no quedaré en ridículo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21
R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Los que me ven, se burlan de mí; me hacen muecas, mueven la cabeza y dicen: “Este confiaba en el Señor; pues que el Señor lo libre. Ya que tanto lo quiere, que lo salve.” R.
Como perros, una banda de malvados me ha rodeado por completo; me han desgarrado las manos y los pies. ¡Puedo contarme los huesos! R.
Se han repartido mi ropa entre sí, y sobre ella echan suertes. Pero tú, Señor, que eres mi fuerza, ¡no te alejes!, ¡ven pronto en mi ayuda! R.
Yo hablaré de ti a mis hermanos, te alabaré en sus reuniones. Ustedes, los que honran al Señor, ¡alábenlo! ¡Glorifíquenlo todos los descendientes de Jacob! ¡Adórenlo todos los descendientes de Israel! R.

8. Segunda Lectura: Flp 2, 6-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses 
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mc 14,1-15,47
† Lectura de la Pasión de Jesucristo según san Marcos
N. Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua, cuando se come el pan sin levadura. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban la manera de arrestar a Jesús por medio de algún engaño, y matarlo. Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, fue a ver a los jefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús. El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua, los discípulos le preguntaron:
P. — ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
N. Entonces envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:
—Vayan a la ciudad. Allí encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y donde entre, digan al dueño de la casa: ‘El Maestro pregunta: ¿Cuál es el cuarto donde voy a comer con mis discípulos la cena de Pascua?’ Él les mostrará en el piso alto un cuarto grande, arreglado y ya listo para la cena. Prepárennos allí lo necesario.
N. Los discípulos salieron y fueron a la ciudad. Lo encontraron todo como Jesús les había dicho, y prepararon la cena de Pascua.
Al anochecer llegó Jesús con los doce discípulos. Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús les dijo:
—Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.
N. Ellos se pusieron tristes, y comenzaron a preguntarle uno por uno:
P. — ¿Acaso seré yo?
N. Jesús les contestó:
—Es uno de los doce, que está mojando el pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen las Escrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera sido mejor para él no haber nacido.
N. Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo pronunciado la bendición, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo:
—Tomen, esto es mi cuerpo.
N. Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, y todos bebieron. Les dijo:
—Esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza,  sangre que es derramada en favor de muchos. Les aseguro que no volveré a beber del producto de la vid, hasta el día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.
N. Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos:
—Siéntense aquí, mientras yo voy a orar.
N. Y se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado, dijo:
—Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos.
N. En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de ser posible, no le llegara ese momento. En su oración decía:
—“Abbá,  Padre, para ti todo es posible: líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.”
N. Luego volvió a donde ellos estaban, y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro:
—Simón, ¿estás durmiendo? ¿Ni siquiera una hora pudiste mantenerte despierto? Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.
N. Se fue otra vez, y oró repitiendo las mismas palabras. Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. Y no sabían qué contestarle. Volvió por tercera vez, y les dijo:
— ¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ya basta, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona.
N. Todavía estaba hablando Jesús cuando Judas, uno de los doce discípulos, llegó acompañado de mucha gente armada con espadas y con palos. Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: “Al que yo bese, ese es; arréstenlo y llévenselo bien sujeto.” Así que se acercó a Jesús y le dijo:
P. — ¡Maestro!
N. Y lo besó. Entonces le echaron mano a Jesús y lo arrestaron.
Llevaron entonces a Jesús ante el sumo sacerdote, y se juntaron todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley.
Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba para condenar a muerte a Jesús; pero no la encontraban. Algunos se levantaron y lo acusaron falsamente, diciendo:
P. —Nosotros lo hemos oído decir: ‘Yo voy a destruir este templo que hicieron los hombres, y en tres días levantaré otro no hecho por los hombres.’
N. Pero ni aun así estaban de acuerdo en lo que decían.
Entonces el sumo sacerdote se levantó en medio de todos, y preguntó a Jesús:
P. — ¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están diciendo contra ti?
N. Pero Jesús se quedó callado, sin contestar nada. El sumo sacerdote volvió a preguntarle:
P. — ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios bendito?
N. Jesús le dijo:
—Sí, yo soy. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
N. Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo:
P. —¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ustedes lo han oído decir palabras ofensivas contra Dios. ¿Qué les parece?
N. Todos estuvieron de acuerdo en que era culpable y debía morir.
Algunos comenzaron a escupirlo, y a taparle los ojos y golpearlo.
Al amanecer, se reunieron los jefes de los sacerdotes: toda la Junta Suprema.  Y llevaron a Jesús atado, y se lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
P. — ¿Eres tú el Rey de los judíos?
N. Contestó Jesús.
—Tú lo has dicho 
N. Como los jefes de los sacerdotes lo acusaban de muchas cosas, Pilato volvió a preguntarle:
P. — ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te están acusando.
N. Pero Jesús no le contestó; de manera que Pilato se quedó muy extrañado. Durante la fiesta, Pilato dejaba libre un preso, el que la gente pidiera. Un hombre llamado Barrabás estaba entonces en la cárcel, junto con otros que habían cometido un asesinato en una rebelión. La gente llegó, pues, y empezó a pedirle a Pilato que hiciera como tenía por costumbre. Pilato les contestó:
P. — ¿Quieren ustedes que les ponga en libertad al Rey de los judíos?
N. Porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente, para que pidieran que les dejara libre a Barrabás. Pilato les preguntó:
P. — ¿Y qué quieren que haga con el que llaman el Rey de los judíos?
N. Ellos contestaron a gritos:
P. — ¡Crucifícalo!
N. Pilato les dijo:
P. —Pues ¿qué mal ha hecho?
N. Pero ellos volvieron a gritar:
P. — ¡Crucifícalo!
N. Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran. Le pusieron una capa de color rojo oscuro,  trenzaron una corona de espinas y se la pusieron. Luego comenzaron a gritar:
P. — ¡Viva el Rey de los judíos!
N. Llevaron a Jesús a un sitio llamado Gólgota  (que significa: “Lugar de la Calavera”); y le dieron vino mezclado con mirra, pero Jesús no lo aceptó. Entonces lo crucificaron. Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. Y pusieron un letrero en el que estaba escrita la causa de su condena: “El Rey de los judíos.” Con él crucificaron también a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo insultaban, meneando la cabeza y diciendo:
P. — ¡Eh, tú, que derribas el templo y en tres días lo vuelves a levantar, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz!
N. De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley. Decían:
P. —Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse. ¡Que baje de la cruz ese Mesías, Rey de Israel, para que veamos y creamos!
N. Y hasta los que estaban crucificados con él lo insultaban.
Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza:
—“Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?”
N. (que significa:)
—“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
N. Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:
P. —Oigan, está llamando al profeta Elías.
N. Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo:
P. —Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz.
N. Pero Jesús dio un fuerte grito, y murió. Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El capitán romano, que estaba frente a Jesús, al ver que este había muerto, dijo:
P. —Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
N. También había algunas mujeres mirando de lejos; entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé. Como ese era día de preparación, es decir, víspera del sábado, y ya era tarde, José, natural de Arimatea y miembro importante de la Junta Suprema, el cual también esperaba el reino de Dios, se dirigió con decisión a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato entregó el cuerpo a José. Luego lo puso en un sepulcro excavado en la roca, y tapó la entrada del sepulcro con una piedra. Pasión de nuestro Señor Jesucristo. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos, a Jesús, que en la cruz presentó, oraciones y súplicas al Padre, y oremos por toda la humanidad. Respondemos: R. Escúchanos, Señor.
Para que el Señor, tenga piedad de quienes han caído en el pecado, les dé la gracia de la conversión y les conceda el gozo del perdón, roguemos al Señor. R.
Para que la sangre de Jesús, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa de la ignorancia, la indiferencia, o el pecado, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y los conforte, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros y nos admita en su reino, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, tú enviaste a tu Hijo al mundo, para que destruyese el pecado y nos diese la vida, escucha nuestras súplicas. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Que la pasión de tu Hijo, actualizada en este santo sacrificio que vamos a ofrecerte, nos alcance, Señor, de tu misericordia, el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por la muerte de tu Hijo nos das la confianza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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30 MARZO – LUNES SEMANA SANTA

Is 42, 1-7 / Sal 26 / Jn 12, 1-11 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, nueva fuerza para no sucumbir a nuestras humanas debilidades, por los méritos de la pasión de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 42, 1-7
Lectura del profeta Isaías
“Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones.
No gritará, no levantará la voz, no hará oír su voz en las calles, no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.”
Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo:
“Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo, luz de las naciones. Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.” Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Los malvados, mis enemigos, se juntan para atacarme y destruirme; pero ellos son los que tropiezan y caen. R.
Aunque un ejército me rodee, mi corazón no tendrá miedo; aunque se preparen para atacarme, yo permaneceré tranquilo. R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 12, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde vivía Lázaro, a quien él había resucitado. Allí hicieron una cena en honor de Jesús; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa comiendo con él. María trajo unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, muy caro, y perfumó los pies de Jesús; luego se los secó con sus cabellos. Y toda la casa se llenó del aroma del perfume. Entonces Judas Iscariote, que era aquel de los discípulos que iba a traicionar a Jesús, dijo: —¿Por qué no se ha vendido este perfume por el equivalente al salario de trescientos días, para ayudar a los pobres?
Pero Judas no dijo esto porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba de lo que echaban en ella. Jesús le dijo: –Déjala, pues lo estaba guardando para el día de mi entierro. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.
Muchos de los judíos se enteraron de que Jesús estaba en Betania, y fueron allá, no solo para ver a Jesús sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Entonces los jefes de los sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque por causa suya muchos judíos se estaban separando de ellos para creer en Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con bondad, este sacrificio que tú instituiste misericordiosamente para hacernos partícipes de tu vida, y hazlo producir en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Quédate, Señor, con nosotros y protege con tu amor nuestros corazones santificados por esta Eucaristía, para que podamos conservar siempre las gracias que hemos recibido de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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31 MARZO – MARTES SEMANA SANTA

Is 49, 1-6 / Sal 70 / Jn 13, 21-33.36-38 – MORADO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a celebrar los misterios de la pasión del Señor con tal fe y arrepentimiento, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 49, 1-6
Lectura del libro del profeta Isaías
Óiganme, países del mar, préstenme atención, naciones lejanas: El Señor me llamó desde antes de que yo naciera; pronunció mi nombre cuando aún estaba yo en el seno de mi madre. Convirtió mi lengua en espada afilada, me escondió bajo el amparo de su mano, me convirtió en una flecha aguda y me guardó en su aljaba. Me dijo: “Israel, tú eres mi siervo, en ti me mostraré glorioso.” Y yo que había pensado: “He pasado trabajos en vano, he gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.” En realidad mi causa está en manos del Señor, mi recompensa está en poder de mi Dios. He recibido honor delante del Señor mi Dios, pues él ha sido mi fuerza. El Señor, que me formó desde el seno de mi madre para que fuera su siervo, para hacer que Israel, el pueblo de Jacob, se vuelva y se una a él, dice así: “No basta que seas mi siervo solo para restablecer las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo haré que seas la luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Mi boca contará tu auxilio.
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Líbrame, ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme, y sálvame. R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti. R.
Todo el día anunciaré con mis labios que tú nos has salvado y nos has hecho justicia. ¡Esto es algo que no alcanzo a comprender! Dios mío,  tú me has enseñado desde mi juventud, y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Jn 13, 21-33.36-38
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús se sintió profundamente conmovido, y, con toda claridad, dijo a los discípulos: —Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Los discípulos comenzaron entonces a mirarse unos a otros, sin saber de quién estaba hablando. Uno de ellos, a quién Jesús quería mucho, estaba junto a él, mientras cenaban, y Simón Pedro le dijo por señas que le preguntara de quién estaba hablando. Él, acercándose más a Jesús, le preguntó: —Señor, ¿quién es?
Jesús le contestó: —Voy a mojar un pedazo de pan, y a quien se lo dé, ese es.
En seguida mojó un pedazo de pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y tan pronto como Judas recibió el pan, Satanás entró en su corazón. Jesús le dijo: —Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
Pero ninguno de los que estaban cenando a la mesa entendió por qué le decía eso. Como Judas era el encargado de la bolsa del dinero, algunos pensaron que Jesús le quería decir que comprara algo para la fiesta, o que diera algo a los pobres. Una vez que Judas hubo recibido el pan, salió. Ya era de noche.
Después que Judas hubo salido, Jesús dijo: —Ahora se muestra la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se muestra en él. Y si el Hijo del hombre muestra la gloria de Dios, también Dios mostrará la gloria de él; y lo hará pronto. Hijitos míos, ya no estaré con ustedes mucho tiempo. Ustedes me buscarán, pero lo mismo que les dije a los judíos les digo ahora a ustedes: No podrán ir a donde yo voy.
Simón Pedro le preguntó a Jesús: —Señor, ¿a dónde vas? —A donde yo voy —le contestó Jesús—, no puedes seguirme ahora; pero me seguirás después.
Pedro le dijo: —Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? ¡Estoy dispuesto a dar mi vida por ti!
Jesús le respondió: —¿De veras estás dispuesto a dar tu vida por mí? Pues te aseguro que antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el pan y el vino que te presentamos, y concedenos, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, participar de la vida de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Por medio de este sacramento, que nos comunica tu fuerza, concédenos, Padre misericordioso, participar, desde ahora, de la vida eterna. Por Jesucristo.


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