LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE JULIO 2015

 

Julio 2015

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1 JULIO – MIÉRCOLES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO


Gn 21, 5.8-20 / Sal 33 / Mt 8, 28-34 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 21, 5.8-20
Lectura del libro del Génesis
Abraham tenía cien años cuando Isaac nació.
El niño Isaac creció y lo destetaron. El día en que fue destetado, Abraham hizo una gran fiesta. Pero Sara vio que el hijo que Agar la egipcia le había dado a Abraham, se burlaba de Isaac. Entonces fue a decirle a Abraham: “¡Que se vayan esa esclava y su hijo! Mi hijo Isaac no tiene por qué compartir su herencia con el hijo de esa esclava.”
Esto le dolió mucho a Abraham, porque se trataba de un hijo suyo. Pero Dios le dijo: “No te preocupes por el muchacho ni por tu esclava. Haz todo lo que Sara te pida, porque tu descendencia vendrá por medio de Isaac. En cuanto al hijo de la esclava, yo haré que también de él salga una gran nación, porque es hijo tuyo.”
Al día siguiente, muy temprano, Abraham le dio a Agar pan y un cuero con agua; se lo puso todo sobre la espalda, le entregó al niño Ismael y la despidió. Ella se fue, y estuvo caminando sin rumbo por el desierto de Beerseba. Cuando se acabó el agua que había en el cuero, dejó al niño debajo de un arbusto y fue a sentarse a cierta distancia de allí, pues no quería verlo morir. Cuando ella se sentó, el niño comenzó a llorar.
Dios oyó que el muchacho lloraba; y desde el cielo el ángel de Dios llamó a Agar y le dijo: “¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, porque Dios ha oído el llanto del muchacho ahí donde está. Anda, ve a buscar al niño, y no lo sueltes de la mano, pues yo haré que de él salga una gran nación.”
Entonces Dios hizo que Agar viera un pozo de agua. Ella fue y llenó de agua el cuero, y dio de beber a Ismael. Dios ayudó al muchacho, el cual creció y vivió en el desierto de Parán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. El Señor escucha el clamor de los pobres.
- Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. R.
- Honren al Señor, los consagrados a él, pues nada faltará a los que lo honran. Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre, pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien. R.
- Vengan, hijos míos, y escúchenme: voy a enseñarles a honrar al Señor. ¿Quieres vivir mucho tiempo? ¿Quieres gozar de la vida? R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 28-34
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó al otro lado del lago, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre las tumbas y se acercaron a él. Eran tan feroces que nadie podía pasar por aquel camino; y se pusieron a gritar: — ¡No te metas con nosotros, Hijo de Dios! ¿Viniste acá para atormentarnos antes de tiempo?
A cierta distancia de allí había muchos cerdos comiendo, y los demonios le rogaron a Jesús: —Si nos expulsas, déjanos entrar en esos cerdos.
Jesús les dijo: —Vayan.
Los demonios salieron de los hombres y entraron en los cerdos; y al momento todos los cerdos echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron.
Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y al llegar al pueblo comenzaron a contar lo sucedido, todo lo que había pasado con los endemoniados. Entonces todos los del pueblo salieron a donde estaba Jesús, y al verlo le rogaron que se fuera de aquellos lugares. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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2 JULIO  – JUEVES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 22, 1-19 / Sal 114 / Mt 9, 1-8 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 22, 1-19
Lectura del libro del Génesis
Después de algún tiempo, Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre, y él contestó: —Aquí estoy.
Y Dios le dijo: —Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moria. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré.
Al día siguiente, muy temprano, Abraham se levantó y ensilló su asno; cortó leña para el holocausto y se fue al lugar que Dios le había dicho, junto con su hijo Isaac y dos de sus siervos. Al tercer día, Abraham alcanzó a ver el lugar desde lejos. Entonces les dijo a sus siervos: —Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante, adoraremos a Dios, y luego regresaremos.
Abraham tomó la leña para el holocausto y la puso sobre los hombros de Isaac; luego tomó el cuchillo y el fuego, y se fueron los dos juntos. Poco después Isaac le dijo a Abraham: —¡Padre!
—¿Qué quieres, hijo? —le contestó Abraham.
—Mira —dijo Isaac—, tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
—Dios se encargará de que haya un cordero para el holocausto, hijito —respondió su padre.
Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abraham construyó un altar y preparó la leña; luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña; pero en el momento de tomar el cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham!
—Aquí estoy —contestó él.
El ángel le dijo: —No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo.
Abraham se fijó, y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos entre las ramas de un arbusto; entonces fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. Después Abraham le puso este nombre a aquel lugar: “El Señor da lo necesario.” Por eso todavía se dice: “En el cerro, el Señor da lo necesario.”
El ángel del Señor llamó a Abraham desde el cielo por segunda vez, y le dijo: — El Señor ha dicho: ‘Puesto que has hecho esto y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo que te bendeciré mucho. Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. Además, ellos siempre vencerán a sus enemigos, y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de ellos, porque me has obedecido.’
Abraham regresó al lugar donde se habían quedado sus siervos. Después todos juntos se fueron a Beerseba, donde Abraham se quedó a vivir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 114
R. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
- Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas, porque me ha prestado atención. ¡Toda mi vida lo invocaré! R.
- La muerte me enredó en sus lazos, la angustia del sepulcro me alcanzó y me hallé preso del miedo y del dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor y le rogué que me salvara la vida. R.
- El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo ternura. El Señor cuida de los sencillos. Cuando yo estaba sin fuerzas, me salvó. R.
- Porque me ha librado de la muerte, porque me ha librado de llorar y de caer. Seré obediente al Señor en el mundo de los que viven. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un día, Jesús subió a una barca, pasó al otro lado del lago y llegó a su propio pueblo. Allí le llevaron un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: —Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley pensaron: “Lo que este ha dicho es una ofensa contra Dios.” Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: —¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El paralítico se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente tuvo miedo y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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3 JULIO – VIERNES – SANTO TOMÁS, APÓSTOL

Ef 2, 19-22 / Sal 116 / Jn 20, 24-29 – ROJO

Cuando los otros discípulos anunciaron a Tomás que Jesús había resucitado, no lo creyó, pero cuando Jesús le mostró su costado traspasado por la lanza, exclamó: «Señor mío y Dios mío». Es tradición que evangelizó los pueblos de la India, transmitiéndoles la fe que él había recibido.

 

5. Oración Colecta
Padre todopoderoso, tu que concediste a santo Tomas reconocer a Cristo como su Señor y su Dios; por intercesión de este apóstol, haz que crezcamos en la fe, para que creyendo firmemente en tu Hijo Jesucristo, podamos participar de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ef 2, 19-22
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que
ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal. En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio
- Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
- Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna!. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 24-29
† Lectura del Evangelio según san Juan
Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor.
Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: — ¡Paz a ustedes!
Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Tomás entonces exclamó: — ¡Mi Señor y mi Dios!
Jesús le dijo: — ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en esta festividad de santo Tomás, apóstol, y conserva en nosotros los dones de tu redención. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Padre misericordioso, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, haz que, junto con el apóstol Tomas, reconozcamos en Cristo a nuestro Señor y a nuestro Dios y demos testimonio con la vida de lo que creemos. Por Jesucristo.


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4 JULIO – SÁBADO DÉCIMA TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 27, 1-5.15-19 / Sal 134 / Mt 9, 14-17 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 27, 1-5.15-19
Lectura del libro del Génesis
Cuando Isaac estaba ya muy viejo, y se había quedado ciego. Un día llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: —¡Hijo mío! Esaú contestó —Dime, padre.
—Ya ves que estoy muy viejo —dijo Isaac—, y un día de estos me puedo morir. Por eso quiero que vayas al monte con tu arco y tus flechas para cazar algún animal. Prepara luego un guisado sabroso, como a mí me gusta, y tráelo para que yo lo coma. Entonces te daré mi bendición antes de morir.
Pero Rebeca estaba oyendo lo que Isaac le decía a Esaú. Por eso, en cuanto este se fue al monte a cazar algo para su padre, sacó la mejor ropa de Esaú, su hijo mayor, que estaba guardada en la casa, y se la puso a Jacob, su hijo menor. Luego, con la piel de los cabritos, le cubrió a Jacob los brazos y la parte del cuello donde no tenía pelo, y le dio el guisado y el pan que había preparado.
Entonces Jacob entró donde estaba su padre, y le dijo: —¡Padre!
—Aquí estoy. ¿Cuál de mis hijos eres tú? —preguntó Isaac.
—Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Ya hice lo que me dijiste. Levántate, por favor; siéntate y come del animal que he cazado, y dame tu bendición. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 134
R. Te alabamos, Señor, porque eres bueno.
- Alaben el nombre del Señor; alábenlo ustedes, siervos suyos, que están en el templo del Señor, en los atrios del templo del Dios nuestro. R.
- Alaben al Señor, porque él es bueno; canten himnos a su nombre, porque él es bondadoso. Pues escogió a Jacob, a Israel, para que fuera su tesoro propio. R.
- Yo sé muy bien que el Señor nuestro Dios es más grande que todos los dioses. El Señor hace todo lo que quiere, lo mismo en el cielo que en la tierra, lo mismo en el mar que en sus profundidades. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 14-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: —Nosotros y los fariseos ayunamos mucho, ¿por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó: — ¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; entonces sí ayunarán.
“Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo se encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque los cueros se revientan, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos, para que así se conserven las dos cosas.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 JULIO – DOMINGO DÉCIMA CUARTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ez 2,2-5 / Sal 122 / 2 Cor 12,7b-10 / Mc 6,1-6 – VERDE

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría y, alcanzar la plenitud de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: Ez 2,2-5
Lectura del libro del profeta Ezequiel
Mientras una voz me hablaba, entró en mí el poder de Dios y me hizo ponerme de pie. Entonces oí que la voz que me hablaba seguía diciendo: “A ti, hombre, te voy a enviar a los israelitas, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han levantado contra mí hasta este mismo día. También sus hijos son tercos y de cabeza dura. Pues te voy a enviar a ellos, para que les digas: ‘Esto dice el Señor.’ Y ya sea que te hagan caso o no, pues son gente rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 122
R. Esperamos la misericordia del Señor.
- Hacia ti, Señor, miro suplicante; hacia ti, que reinas en el cielo. Suplicantes miramos al Señor nuestro Dios. R.
- Como mira el criado la mano de su amo, como mira la criada la mano de su ama, esperando que él nos tenga compasión. R.
- Ten compasión de nosotros, Señor; ten compasión de nosotros, pues ya no soportamos sus insultos. ¡Demasiado hemos sufrido la burla de los ricos y el desprecio de los orgullosos! R.

8. Segunda Lectura: 2 Cor 12,7b-10
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Para que yo no me crea más de lo que soy, he tenido un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás vino a maltratarme. Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; pero el Señor me ha dicho: “Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.” Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6,1-6
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús se fue a su propia tierra, y sus discípulos fueron con él. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. Y muchos oyeron a Jesús, y se preguntaron admirados: —¿Dónde aprendió este tantas cosas? ¿De dónde ha sacado esa sabiduría y los milagros que hace? ¿No es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también aquí, entre nosotros? Y no tenían fe en él.
Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra, entre sus parientes y en su propia casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, aparte de poner las manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos. Y estaba asombrado porque aquella gente no creía en él. Jesús recorría las aldeas cercanas, enseñando. Palabra del Señor.GloriaatiSeñorJesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones, respondiendo: Escucha, Señor a tu pueblo.
- Oremos a Dios Padre por todos aquellos que sirven al pueblo de Dios, para que el Señor les dé fuerza y sabiduría para cumplir su misión. Oremos. R.
- Para que Dios nos conceda la paz; transmitiendo la paz del cielo a la tierra, tanto la paz espiritual como la paz social. Oremos. R.
- Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los mantenga en este santo propósito. Oremos. R.
- Oremos también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse y purificarse por medio de los sacramentos. Oremos. R.
- Oremos, finalmente, por los fieles difuntos, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, los tenga entre los santos. Oremos. R.
+ Escucha, Padre, nuestras oraciones y haz que reconociéndonos pobres y débiles, experimentemos la fuerza de Cristo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina.

21. Oración después de la Comunión
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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6 JULIO – LUNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 28, 10-22 / Sal 90 / Mt 9, 18-26 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 28, 10-22
Lectura del libro del Génesis
Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir. Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes. Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido.”
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: “En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.” Tuvo mucho miedo, y pensó: “Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!”
Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel. Allí Jacob hizo esta promesa: “Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 90
R. Señor, en ti confío.
- El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: “Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!” R.
- Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! R.
- “Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 18-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Mientras Jesús estaba hablando, un jefe de los judíos llegó, se arrodilló ante él y le dijo: —Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida.
Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él. Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: —Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada.
Y desde aquel mismo momento quedó sana.
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio que los músicos estaban preparados ya para el entierro y que la gente lloraba a gritos, les dijo: —Sálganse de aquí, pues la muchacha no está muerta, sino dormida. La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró y tomó de la mano a la muchacha, y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo que había pasado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 JULIO – MARTES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 32, 22-32 / Sal 16 / Mt 9, 32-38 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 32, 22-32
Lectura del libro del Génesis
En aquellos días, todavía de noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo lo que tenía. Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo: —Suéltame, porque ya está amaneciendo.
—Si no me bendices, no te soltaré —contestó Jacob.
—¿Cómo te llamas? —preguntó aquel hombre.
—Me llamo Jacob —respondió él.
Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
—Ahora dime cómo te llamas tú —preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó: —¿Para qué me preguntas mi nombre?
Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.” Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando. Por eso hasta el día de hoy los descendientes de Israel no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16
R. Señor, escucha nuestra súplica.
- Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
- ¡Que venga de ti mi sentencia, pues tú sabes lo que es justo! Tú has penetrado mis pensamientos; me has sometido a pruebas de fuego, y no has encontrado maldad en mí. R.
- He seguido firme en tus caminos; jamás me he apartado de ellos. Dame una muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. R.
- Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas. Yo, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 32-38
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía:–¡Nunca se ha visto en Israel una cosa igual! Pero los fariseos decían: –Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos. Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 JULIO – MIÉRCOLES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a / Sal 32 / Mt 10, 1-7 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a
Lectura del libro del Génesis
Cuando los habitantes de Egipto comenzaron a tener hambre, fueron a pedirle trigo al faraón. Entonces el faraón les dijo a todos los egipcios: “Vayan a ver a José, y hagan lo que él les diga.”
Cuando el hambre se extendió por todo el país, José abrió todos los graneros donde había trigo, para venderlo a los egipcios; pues el hambre era cada vez peor. Y venían de todos los países a Egipto, a comprarle trigo a José. Los hijos de Israel fueron entre otros que también iban a comprar, porque en toda la tierra de Canaán había hambre.
José era el gobernador del país, y el que vendía trigo a la gente que llegaba de todas partes. Cuando sus hermanos se presentaron ante él, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y les preguntó en forma brusca: ¡Ustedes!, ¿de dónde vienen? —Venimos de Canaán, a comprar trigo —contestaron ellos.
José los tuvo presos a todos ellos durante tres días, pero al tercer día les dijo: —Yo tengo temor de Dios. Hagan esto y se les perdonará la vida: si son de veras honrados, dejen en la cárcel a uno de sus hermanos, y los demás vayan y lleven trigo para que coman sus familias. Tráiganme luego a su hermano menor, y veremos si han dicho la verdad. Si no, morirán.
Ellos aceptaron, pero se decían el uno al otro: —Verdaderamente nos portamos muy mal con nuestro hermano, pues no le hicimos caso cuando nos rogaba que le tuviéramos compasión, aunque veíamos que estaba afligido. Por eso ahora nos ha venido esta aflicción.
Y Rubén les contestó: —Yo les dije que no le hicieran daño al muchacho; pero no me hicieron caso, y ahora tenemos que responder por su muerte.
Ellos no sabían que José les entendía, porque él había estado hablándoles por medio de un intérprete. José se apartó de ellos y se puso a llorar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
- Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio, cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! R.
- El Señor hace fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los
proyectos del Señor permanecen firmes para siempre. R.
- Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 1-7
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: “No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 JULIO – JUEVES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5 / Sal 104 / Mt 10, 7-15 – VERDE

6. Primera Lectura: Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5
Lectura del libro del Génesis
Judá se acercó a José y le dijo: —Yo le ruego a usted, señor, que me permita decirle algo en secreto. Por favor, no se enoje conmigo, pues usted es como si fuera el mismo faraón. Usted nos preguntó si teníamos padre o algún otro hermano, y nosotros le contestamos que teníamos un padre anciano y un hermano todavía muy joven, que nació cuando nuestro padre ya era anciano. También le dijimos que nuestro padre lo quiere mucho, pues es el único hijo que le queda de la misma madre, porque su otro hermano murió. Entonces usted nos pidió que lo trajéramos, porque quería conocerlo. Nos dijo que si él no venía con nosotros, no volvería a recibirnos.
“Cuando regresamos junto a mi padre, le contamos todo lo que usted nos dijo. Entonces nuestro padre nos ordenó: ‘Regresen a comprar un poco de trigo’; pero nosotros le dijimos: ‘No podemos ir, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros; porque si él no nos acompaña, no podremos ver a ese señor.’ Y mi padre nos dijo: ‘Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos; uno de ellos se fue de mi lado, y desde entonces no lo he visto. Estoy seguro de que un animal salvaje lo despedazó. Si se llevan también a mi otro hijo de mi lado, y le pasa algo malo, ustedes tendrán la culpa de que este viejo se muera de tristeza.’
José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: “¡Salgan todos de aquí!” Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.
Entonces se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón. José les dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía?
Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo: —Por favor, acérquense a mí.
Cuando ellos se acercaron, él les dijo: —Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto; pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Recordemos los prodigios del Señor.
- Hizo venir hambre a aquella tierra, y les quitó todo alimento. Pero envió delante de ellos a José, al que habían vendido como esclavo. R.
- Le lastimaron los pies con cadenas; ¡lo aprisionaron con hierros! La palabra del Señor puso a prueba a José, hasta que se cumplió lo que José había anunciado. R.
- El rey, el que gobernaba a mucha gente, ordenó que le dieran libertad; lo nombró amo y señor de su casa y de todo cuanto tenía. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 7-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
“No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento. “Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán. Y si no los reciben ni los quieren oír, salgan de la casa o del pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. Les aseguro que en el día del juicio el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de la región de Sodoma y Gomorra.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 JULIO – VIERNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 46, 1-7.28-30 / Sal 36 / Mt 10, 16-23 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 46, 1-7.28-30
Lectura del libro del Génesis
Israel se puso en camino con todo lo que tenía. Cuando llegó a Beerseba, ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Esa noche Dios habló con Israel en una visión, llamándolo por su nombre, Jacob. Y él contestó: —Aquí estoy.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación. Iré contigo a Egipto, y yo mismo sacaré de allí a tus descendientes. Además, cuando mueras, José estará a tu lado.
Después Jacob se fue de Beerseba. Los hijos de Israel pusieron a su padre, y a los hijos y mujeres de ellos, en las carretas que el faraón había enviado para llevarlos. Jacob y todos los suyos se fueron a Egipto, y se llevaron sus vacas y ovejas y todo lo que habían llegado a tener en Canaán. Todos sus hijos, hijas, nietos y nietas, se fueron con él.
Jacob envió antes a Judá a ver a José, para que viniera a recibirlo a la región de Gosen. Cuando llegaron a Gosen, José ordenó que prepararan su carro para ir a recibir a su padre. Cuando se presentó delante de su padre, lo abrazó y estuvo llorando largo rato sobre su hombro. Entonces Israel le dijo a José: Después de verte personalmente y encontrarte vivo todavía, ¡ya puedo morirme! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36
R. La salvación del justo es el Señor.
- Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
- El Señor cuida de los que viven sin tacha, y la herencia de ellos durará para siempre. En épocas malas, cuando haya hambre, no pasarán vergüenza, pues tendrán suficiente comida. R.
- Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia. R.
- La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los libra de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 16-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 JULIO – SÁBADO – SAN BENITO, ABAD

Ecclo 45,1-6 / Sal 21 Mt 19,27-29 BLANCO

Nació en Nursia, Italia, fue educado en Roma y abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, Italia, viéndose pronto rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó un célebre monasterio y compuso una Regla que se propagó de tal modo por todas partes, que ha merecido ser llamado “Patriarca de los monjes de Occidente”. Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo (547).

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que nos has dado en san Benito un maestro admirable de vida consagrada a ti, haz que, siguiendo su ejemplo, antepongamos tu amor a todas las cosas y procuremos el bien de los demás antes que el nuestro. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ecclo 45,1-6
Lectura del libro del Eclesiástico
Fue un hombre que tuvo el aprecio de todos y que fue amado de Dios y de los hombres. El Señor le concedió honores divinos y lo hizo poderoso entre los grandes. A petición suya, Dios apresuraba los prodigios, y lo sostuvo frente al rey. Dios le dio el mando de su pueblo y le dejó ver su majestad.  Por ser fiel y humilde, Dios lo escogió entre los demás hombres. Le hizo oír su voz y entrar en la espesa nube. Le entregó los mandamientos, la ley de la vida y de la sabiduría, para que enseñara a Israel, el pueblo de Jacob, sus órdenes, normas y decretos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21
R. ¡Celebraremos con himnos tus victorias, Señor!
Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. R.
Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Mt 19,27-29
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Pedro le dijo a Jesús:—Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir?
Jesús les respondió:—Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos en esta festividad de san Benito y haz que, a ejemplo suyo, te busquemos a ti únicamente a fin de que podamos alcanzar el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, haz que, a imitación de san Benito, te sirvamos fielmente y pongamos en práctica un sincero amor fraterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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12 JULIO – DOMINGO DÉCIMA QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO
Am 7,12-15 / Sal 84 / Ef 1,3-14 / Mc 6,7-13 – VERDE

5. Oración Colecta
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Am 7,12-15
Lectura del libro del profeta Amós
Amasías, sacerdote de Betel, le ordenó a Amós: -¡Largo de aquí, profeta! Si quieres ganarte la vida profetizando, vete a Judá; pero no profetices más en Betel, porque es santuario del rey y templo principal del reino.
Pero Amós le contestó: —Yo no soy profeta, ni pretendo serlo. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo higos silvestres, pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas, y me dijo: ‘Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
- Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles. Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran. R.
- El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
- El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

8. Segunda Lectura: Ef 1,3-14
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Efesios
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento, y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.
En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder. Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido. Este Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar, cuando haya completado nuestra liberación y haya hecho de nosotros el pueblo de su posesión, para que todos alabemos su glorioso poder. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6,7-13
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús llamó a los doce discípulos, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino solamente un bastón. No debían llevar pan ni provisiones ni dinero. Podían ponerse sandalias, pero no llevar ropa de repuesto. Les dijo: Cuando entren ustedes en una casa, quédense allí hasta que se vayan del lugar. Y si en algún lugar no los reciben ni los quieren oír, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia. Entonces salieron los discípulos a decirle a la gente que se volviera a Dios. También expulsaron muchos demonios, y curaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos confiadamente nuestras súplicas ante el Señor. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios para los que proclaman la palabra divina y para todos los ministros que sirven a la Iglesia, roguemos al Señor. R.
Por Israel, por todos los cristianos que no profesan la fe apostólica y por los que no conocen al Dios vivo, invoquemos al Señor, roguemos al Señor. R.
Por los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución, roguemos al Señor. R.
Invoquemos con fe al Señor para que conceda paz y felicidad de los que ahora estamos aquí en la casa del Señor, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Padre todopoderoso, nuestras oraciones y concédenos que, llenos del Espíritu Santo, anunciemos al mundo, de palabra y con las obras, el Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



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13 JULIO – LUNES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 1, 8-14.22 / Sal 123 / Mt 10, 34-42; 11, 1 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 1, 8-14.22
Lectura del libro del Éxodo
Después hubo un nuevo rey en Egipto, que no había conocido a José, y que le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; así que debemos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque puede ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vayan de este país.”
Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que los egipcios les tenían mucho miedo.
Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. Les amargaron la vida sometiéndolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad. El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: “Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 123
R. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
- Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo diga ahora Israel—, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres se levantaron para atacarnos, nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros. R.
- Entonces las aguas nos habrían arrastrado; ¡un río habría pasado sobre nosotros! ¡Entonces las aguas turbulentas habrían pasado sobre nosotros! ¡Bendito sea el Señor, que no dejó que nos despedazaran con sus dientes! R.
- Escapamos de la trampa como un ave que escapa del cazador; la trampa se rompió, y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, creador del cielo y de la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 34-42; 11, 1
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus apóstoles: “No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes. “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío; y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.
“El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá igual premio que el profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá el mismo premio que el justo. Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio.”
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de aquella región.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 JULIO – MARTES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 2, 1-15a / Sal 68 / Mt 11, 20-24 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 2, 1-15a
Lectura del libro del Éxodo
Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu, la cual quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver ella que el niño era hermoso, lo escondió durante tres meses; pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo; y le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él.
Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo: —Este es un niño hebreo.
Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón:—¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño?
—Ve por ella —contestó la hija del faraón.
Entonces la muchacha fue por la madre del niño, y la hija del faraón le dijo: —Toma a este niño y críamelo, y yo te pagaré por tu trabajo.
La madre del niño se lo llevó y lo crió, y ya grande se lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó Moisés, pues dijo: —Yo lo saqué del agua.
Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Entonces miró bien a todos lados y, al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente volvió a salir, y vio que dos hebreos se estaban peleando. Entonces preguntó al que maltrataba al otro: —¿Por qué golpeas a uno de tu propia raza?
Y aquel hebreo le contestó: —¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso piensas matarme, como mataste al egipcio?
Al oír esto, Moisés tuvo miedo, pues se dio cuenta de que ya se había descubierto la muerte del egipcio. En efecto, en cuanto el faraón supo que Moisés había dado muerte a un egipcio, lo mandó buscar para matarlo; pero Moisés huyó y se fue a vivir a la región de Madián. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. Busquen al Señor y vivirán.
- Me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente. R.
- Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! R.
- Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud. R.
- Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 20-24
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían vuelto a Dios. Decía Jesús: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y ceniza. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ti será peor que para la región de Sodoma.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 JULIO – MIÉRCOLES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 1-6.9-12 / Sal 102 / Mt 11, 25-27 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 1-6.9-12
Lectura del libro del Éxodo
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián, y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, que se llama Horeb. Allí el ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio cuenta de que la zarza ardía con el fuego, pero no se consumía. Entonces pensó: “¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.”
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés!  —Aquí estoy —contestó Moisés.
Entonces Dios le dijo: —No te acerques. Y descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.
Y añadió: —Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Mira, he escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los maltratan mucho. Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
Entonces Moisés le dijo a Dios: —¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?
Y Dios le contestó: —Yo estaré contigo, y esta es la señal de que yo mismo te envío: cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en este monte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
- Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
- El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 25-27        
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 JULIO – JUEVES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 13-20 / Sal 104 / Mt 11, 28-30 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 13-20
Lectura del libro del Éxodo
Moisés le respondió al Señor: —El problema es que si yo voy y les digo a los israelitas: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes,’ ellos me van a preguntar: ‘¿Cómo se llama?’ Y entonces, ¿qué les voy a decir?
Y Dios le contestó:–YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a los israelitas: ‘YO SOY me ha enviado a ustedes.’
Además, Dios le dijo a Moisés: —Di también a los israelitas: ‘El Señor, el Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes.’ Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todos los siglos. Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: ‘El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo que ha puesto su atención en ustedes, y que ha visto el trato que les dan en Egipto. También me dijo que los va a librar de los sufrimientos en Egipto, y que los va a llevar al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra donde la leche y la miel corren como el agua.’ Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al rey de Egipto, y le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Por lo tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.’ Sin embargo, yo sé muy bien que el rey de Egipto no los dejará salir, si no es por la fuerza. Por lo tanto, yo mostraré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las cosas asombrosas que haré en su país; después de eso el faraón los dejará salir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor nunca olvida su alianza.
- ¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Recuerden sus obras grandes y maravillosas, y los decretos que ha pronunciado R.
- Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.
- Dios hizo grande en número a su pueblo, y más fuerte que los egipcios. Pero hizo que los egipcios se pusieran en contra de su pueblo y engañaran a los siervos de Dios. R.
- Entonces Dios envió a su siervo Moisés, y a Aarón, a quien había escogido, y ellos realizaron señales de Dios en el desierto: ¡grandes maravillas en la tierra de Cam! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 28-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 JULIO – VIERNES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 11, 10; 12, 1-14 / Sal 115 / Mt 12, 1-8 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 11, 10; 12, 1-14
Lectura del libro del Éxodo
Moisés y Aarón hicieron muchas maravillas delante del faraón, pero como el Señor lo había hecho ponerse terco, el faraón no dejó salir de Egipto a los israelitas.
El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo: “Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: ‘El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor, lo he dicho. ‘La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Cumpliré mis promesas al Señor.
- ¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
- Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. ¡Oh Señor, yo soy tu siervo! ¡Yo soy el hijo de tu sierva! Tú has roto los lazos que me ataban. R.
- En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 1-8               
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel tiempo, Jesús caminaba un sábado entre los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas de trigo y a comer los granos. Los fariseos lo vieron, y dijeron a Jesús: —Mira, tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado.
Él les contestó: — ¿No han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Pues entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados a Dios, los cuales no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes. ¿O no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes en el templo no cometen pecado aunque no descansen el sábado? Pues les digo que aquí hay algo más importante que el templo. Ustedes no han entendido el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Si lo hubieran entendido, no condenarían a quienes no han cometido ninguna falta. Pues bien, el Hijo del hombre tiene autoridad sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 JULIO – SÁBADO – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 12, 37-42 / Sal 135 / Mt 12, 14-21 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 12, 37-42
Lectura del libro del Éxodo
Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar. Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 135
R. Demos gracias al Señor, porque él es bueno.
- Al que nos recuerda cuando estamos abatidos, porque su amor es eterno. Al que nos libra de nuestros enemigos, porque su amor es eterno. R.
- Al que hirió al primer hijo de toda familia egipcia, porque su amor es eterno. Extendiendo su brazo con gran poder, porque su amor es eterno. R.
- Al que partió en dos el Mar Rojo, porque su amor es eterno. Al que hundió en el Mar Rojo al Faraón y su ejército, porque su amor es eterno. R

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 14-21        
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los fariseos comenzaron a hacer planes para matar a Jesús. Jesús, al saberlo, se fue de allí, y mucha gente lo siguió. Jesús sanaba a todos los enfermos, y les ordenaba que no hablaran de él en público. Esto fue para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: “Aquí está mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien me deleito. Pondré sobre él mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones. No protestará ni gritará; nadie oirá su voz en las calles. No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que apenas humea, hasta que haga triunfar la justicia. Y las naciones pondrán su esperanza en él.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 JULIO – DOMINGO DÉCIMA SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jer 23,1-6 / Sal 2 / Ef 2, 13-18 / Mc 6,30-34 – VERDE

5. Oración Colecta
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jer 23,1-6
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor afirma: “¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!”
El Señor, el Dios de Israel, dice a los pastores que gobiernan a su pueblo: “Ustedes han dispersado mis ovejas, las han hecho huir y no las han cuidado. Pues bien, yo tendré buen cuidado de castigar sus malas acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Y yo mismo traeré el resto de mis ovejas de los países adonde las hice huir, las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías. Les pondré pastores que las cuiden, para que no tengan nada que temer ni falte ninguna de ellas. Yo, el Señor, lo afirmo.”
El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré que David tenga un descendiente legítimo, un rey que reine con sabiduría y que actúe con justicia y rectitud en el país. Durante su reinado, Judá estará a salvo, y también Israel vivirá seguro. Este es el nombre con que lo llamarán: ‘El Señor es nuestra victoria.’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
- El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
- Me lleva por caminos rectos. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
- Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
- Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

8. Segunda Lectura: Ef 2, 13-18
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, ustedes que antes estaban lejos están cerca. Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía. Puso fin a la ley que consistía en mandatos y reglamentos, y en sí mismo creó de las dos partes un solo hombre nuevo. Así hizo la paz. Él puso fin, en sí mismo, a la enemistad que existía entre los dos pueblos, y con su muerte en la cruz los reconcilió con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo. Cristo vino a traer buenas noticias de paz a todos, tanto a ustedes que estaban lejos de Dios como a los que estaban cerca.
Pues por medio de Cristo, los unos y los otros podemos acercarnos al Padre por un mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6,30-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo: —Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.
Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer.
Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.GloriaatiSeñorJesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Dios de misericordia que podamos invocar su nombre como él desea. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
Por la paz y concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por nuestra salvación, roguemos al Señor. R.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor. R.
– Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor. R.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, por los que hacen el bien a nuestra Comunión y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor. R.
+ Escúchanos, Señor, y haz que, alimentados con la palabra y con el cuerpo, de tu Hijo, le reconozcamos como nuestro salvador. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y fortalécenos, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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20 JULIO – LUNES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 14, 5-18 / Ex 15 / Mt 12, 38-42 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 14, 5-18
Lectura del libro del Éxodo
El rey de Egipto recibió aviso de que los israelitas se habían escapado. Entonces el rey y sus funcionarios cambiaron de parecer en cuanto a ellos, y se dijeron: “¿Pero cómo pudimos permitir que los israelitas se fueran y dejaran de trabajar para nosotros?” En seguida el faraón ordenó que prepararan su carro de combate, y se llevó a su ejército. Tomó seiscientos de los mejores carros, además de todos los carros de Egipto, que llevaban cada uno un oficial. El Señor hizo que el faraón se pusiera terco y persiguiera a los israelitas, aun cuando ellos habían salido ya con gran poder.
Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas, y los alcanzaron a la orilla del mar, junto a Pi-hahirot y frente a Baal-sefón, donde estaban acampados. Cuando los israelitas se dieron cuenta de que el faraón y los egipcios se acercaban, tuvieron mucho miedo y pidieron ayuda al Señor. Y a Moisés le dijeron: —¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué nos sacaste de Egipto? Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: ‘Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!’
Pero Moisés les contestó: —No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven. Ustedes no se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes.
Entonces el Señor le dijo a Moisés: —¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los israelitas que sigan adelante! Y tú, levanta tu bastón, extiende tu brazo y parte el mar en dos, para que los israelitas lo crucen en seco. Yo voy a hacer que los egipcios se pongan tercos y los persigan; entonces mostraré mi poder en el faraón y en todo su ejército, y en sus carros y caballería. Cuando haya mostrado mi poder en el faraón, y en sus carros y caballería, los egipcios sabrán que yo soy el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Éxodo 15.
R. Alabemos al Señor por su victoria.
- “Cantaré en honor del Señor, que tuvo un triunfo maravilloso al hundir en el mar caballos y jinetes. Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Él es mi Dios, y he de alabarlo; es el Dios de mi padre, y he de enaltecerlo. R.
- El Señor es un gran guerrero. El Señor, ¡ese es su nombre! El Señor hundió en el mar los carros y el ejército del faraón; ¡sus mejores oficiales se ahogaron en el Mar Rojo! R.
- Cayeron hasta el fondo, como piedras, y el mar profundo los cubrió. Oh, Señor, fue tu mano derecha, fuerte y poderosa, la que destrozó al enemigo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 38-42
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron a Jesús: —Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa.
Jesús les contestó: —Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra. Los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás. También la reina del Sur se levantará en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 JULIO – MARTES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 14, 21-31; 15, 1a / Ex 15 / Mt 12, 46-50 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 14, 21-31; 15, 1a
Lectura del libro Éxodo
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda. Toda la caballería y los carros del faraón entraron detrás de ellos, y los persiguieron hasta la mitad del mar; pero a la madrugada el Señor miró de tal manera al ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, que provocó un gran desorden entre ellos; descompuso además las ruedas de sus carros, de modo que apenas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: —Huyamos de los israelitas, pues el Señor pelea a favor de ellos y contra nosotros.
Pero el Señor le dijo a Moisés: —Extiende tu brazo sobre el mar, para que el agua regrese y caiga sobre los egipcios, y sobre sus carros y caballería.
Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al amanecer, el agua volvió a su cauce normal. Cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con el mar, y así el Señor los hundió en él. Al volver el agua a su cauce normal, cubrió los carros y la caballería, y todo el ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. Ni un solo soldado del faraón quedó vivo. Sin embargo, los israelitas cruzaron el mar por tierra seca, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda.
En aquel día el Señor salvó a los israelitas del poder de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. Al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado contra Egipto, mostraron reverencia ante el Señor y tuvieron confianza en él y en su siervo Moisés. Entonces Moisés y los israelitas entonaron un canto en honor del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Éxodo 15
R. Alabemos al Señor por su victoria.
- Soplaste con furia, y las olas se levantaron como un muro; ¡el centro del mar profundo se quedó inmóvil! El enemigo había pensado: ‘Los voy a perseguir hasta alcanzarlos, y voy a repartir lo que les quite hasta quedar satisfecho.’ R.
- Pero soplaste, y el mar se los tragó; se hundieron como plomo en el agua tempestuosa. Oh, Señor, ¡Nadie es santo ni grande como tú! ¡Haces cosas maravillosas y terribles! ¡Eres digno de alabanza! ¡Desplegaste tu poder y se los tragó la tierra! R.
- Oh, Señor, llévanos a vivir a tu santo monte, al lugar que escogiste para vivir, al santuario que afirmaste con tus manos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 46-50
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo. 
Pero él contestó al que le llevó el aviso: —¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Entonces, señalando a sus discípulos, dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 JULIO – MIÉRCOLES – SANTA MARÍA MAGDALENA

Cant 3, 1-4 / Sal 62 / Jn 20, 1.11-18 BLANCO

Liberada por el Señor y convertida en su discípula, le siguió hasta el monte Calvario y mereció ser la primera que vio al Señor resucitado en la mañana de Pascua y la que se lo comunicó a los demás discípulos. Algunos Padres le dan el título de apóstol de los apóstoles.

5. Oración Colecta
Señor, que quisiste que María Magdalena fuera la primera en recibir de tu Hijo el encargo de anunciar la resurrección, concédenos, que como ella, proclamemos que Cristo vive y nos acompaña por medio de su Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Cant 3, 1-4
Lectura del libro del Cantar de los Cantares
Así dice la esposa: “En mi cama, por las noches, busqué al amor de mi vida. Lo busqué y no lo encontré. Entonces me levanté y recorrí la ciudad buscando al amor de mi vida por las calles y las plazas. Lo busqué y no lo encontré.”
Pregunté a los guardias que hacen la ronda de la ciudad: “¿No han visto ustedes al amor de mi vida? Apenas me había alejado de ellos, cuando encontré al amor de mi vida. Lo tomé de la mano, y sin soltarlo lo llevé a las habitaciones de mi madre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré. R.
Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
Pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 1.11-18
† Lectura del Evangelio según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro, y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.  Los ángeles le preguntaron: —Mujer, ¿por qué lloras?
Ella les dijo: —Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él. Jesús le preguntó: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: —Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.
Jesús entonces le dijo: — ¡María!
Ella se volvió y le dijo en hebreo: — ¡Rabuni! (que quiere decir: “Maestro”).
Jesús le dijo: —No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, los dones que te presentamos y acéptalos con el mismo agrado con que tu Hijo Jesucristo aceptó el homenaje de amor de María Magdalena. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que el sacramento que hemos recibido encienda, Señor, en nosotros aquel mismo amor ardiente y fiel de santa María Magdalena a Cristo, su maestro, que vive y reina.


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23 JULIO – JUEVES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 19, 1-2.9-11.16-20b / Dn 3 / Mt 13, 10-17 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 19, 1-2.9-11.16-20b
Lectura del libro del Éxodo
Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí al tercer mes de haber salido de Egipto. Después de salir de Refidim, llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí mismo, frente al monte.
El Señor le dijo: —Mira, voy a presentarme ante ti en medio de una nube espesa, para que la gente me oiga hablar contigo y así tengan siempre confianza en ti.
Moisés le repitió al Señor la respuesta del pueblo, y el Señor le dijo: —Ve y prepara al pueblo hoy y mañana para que me rinda culto. Deben lavarse la ropa y prepararse para pasado mañana, porque pasado mañana bajaré yo, el Señor, al monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí echaba humo debido a que el Señor había bajado a él en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y todo el monte temblaba violentamente. El sonido de trompetas fue haciéndose cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le contestaba con voz de trueno.
El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí, y le pidió a Moisés que subiera a ese mismo lugar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Daniel 3
R. A ti gloria y alabanza por los siglos.
- Bendito tu nombre santo y glorioso, digno de honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de honor y de gloria por siempre. R.
- Bendito eres tú, que te sientas en trono de rey, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres tú, que estás sentado sobre querubines y con tu mirada penetras los abismos, digno de honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres en la bóveda del cielo, digno de alabanza y de gloria por siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 10-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: ‘Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán. Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane.’
“Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 JULIO – VIERNES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 20, 1-17 / Sal 18 / Mt 13, 18-23 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 20, 1-17
Lectura del libro del Éxodo
Dios habló, y dijo todas estas palabras:
“Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo.
“No tengas otros dioses aparte de mí.
“No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.
“No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre.
“Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo. Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado.
“Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. No mates. No cometas adulterio. No robes. No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
- La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
- Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
- El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
-¡Son de más valor que el oro fino!, ¡son más dulces que la miel del panal! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 18-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Escuchen lo que quiere decir la parábola del sembrador: Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 JULIO – SÁBADO – SANTIAGO EL MAYOR, APÓSTOL

Hch 4,33; 5,12a. 27-33; 12, 1b-2 / Sal 66 / Mt 20, 20-28 – ROJO

Santiago es hijo del Zebedeo y hermano de Juan. Con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor. Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió el martirio. Es patrono de España y de la evangelización en Latinoamérica

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 4, 33; 5,12ª.27-32; 12,1b-2
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los apóstoles daban un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. Por medio de los apóstoles se hacían muchas señales y milagros entre la gente.
Entonces, los llevaron ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo: – Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.
El rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga!
¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 20, 20-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó: — ¿Qué quieres?
Ella le dijo: —Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Jesús contestó: —Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo? Ellos dijeron: —Podemos.
Jesús les respondió: —Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.
Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo: —Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión del apóstol Santiago, purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

21. Oración después de la Comunión
Por intercesión del apóstol Santiago, en cuya festividad hemos recibido con alegría tus santos sacramentos, concédenos, Señor, tu protección y ayuda. Por Jesucristo.


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26 JULIO – DOMINGO DÉCIMA SÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Re 4,42-44 / Sal 144 / Ef 4,1-6 / Jn 6,1-15 – VERDE

5. Oración Colecta
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: 2 Re 4,42-44
Lectura del segundo libro de los Reyes
Llegó un hombre de Baal-salisá llevando a Eliseo veinte panes de cebada recién horneados, y trigo fresco en su morral. Eliseo ordenó entonces a su criado: —Dáselo a la gente para que coma.
Pero el criado respondió: —¿Cómo voy a dar esto a cien personas? Y Eliseo contestó: —Dáselo a la gente para que coma, porque el Señor ha dicho que comerán y habrá de sobra.
Así pues, el criado les sirvió, y ellos comieron y hubo de sobra, como el Señor lo había dicho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. El Señor está cerca de los que lo invocan.
- ¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
- Los ojos de todos esperan de ti que tú les des su comida a su tiempo. Abres tu mano, y con tu buena voluntad satisfaces a todos los seres vivos. R.
- El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.

8. Segunda Lectura: Ef 4,1-6
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que se porten como deben hacerlo los que han sido llamados por Dios, como lo fueron ustedes. Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor; procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,1-15
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe: ¿Dónde vamos
a comprar pan para toda esta gente?
Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer.
Felipe le respondió: —Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.
Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo: -Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente? Jesús respondió: -Díganles a todos que se sienten.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: —Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía: —De veras este es el profeta que había de venir al mundo.
Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo, diciendo: Te rogamos, Señor, óyenos.
Pidamos la gracia al Señor, por los que desean la  recibir el bautismo y por los que preparan el bautismo de sus hijos. Roguemos al Señor. R.
Por nuestro pueblo, por todos los que habitan en él, y por todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor la paz y la prosperidad. Roguemos al Señor. R.
Por los que persiguen a la Iglesia y por los pecadores que viven intranquilos, pidamos para ellos la luz del Espíritu y la conversión. Roguemos al Señor. R.
Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe. Roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestras oraciones y haz que, en Cristo, compartamos el pan y el amor con los necesitados. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que tu generosidad ha puesto en nuestras manos, y concédenos que este sacrificio santifique toda nuestra vida y nos conduzca a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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27 JULIO – LUNES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 32, 15-24.30-34 / Sal 105 / Mt 13, 31-35 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 32, 15-24.30-34
Lectura del libro del Éxodo
Moisés se dispuso a bajar del monte, trayendo en sus manos las dos tablas de la ley, las cuales estaban escritas por los dos lados. Dios mismo había hecho las tablas, y Dios mismo había grabado lo que estaba escrito en ellas.
Cuando Josué escuchó los gritos de la gente, le dijo a Moisés: —Se oyen gritos de guerra en el campamento.
Pero Moisés contestó: —No son cantos alegres de victoria, ni son cantos tristes de derrota; son otros cantos los que escucho.
En cuanto Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y los bailes, ardió de enojo y arrojó de sus manos las tablas, haciéndolas pedazos al pie del monte; en seguida agarró el becerro y lo arrojó al fuego, luego lo molió hasta hacerlo polvo, y el polvo lo roció sobre el agua; entonces hizo que los israelitas bebieran de aquella agua. Y le dijo a Aarón: —¿Qué te hizo este pueblo, que le has hecho cometer un pecado tan grande?
Y Aarón contestó: —Señor mío, no te enojes conmigo. Tú bien sabes que a esta gente le gusta hacer lo malo. Ellos me dijeron: ‘Haznos un dios que nos guíe, porque no sabemos qué pudo haberle pasado a este Moisés que nos sacó de Egipto.’ Yo les contesté: ‘El que tenga oro, que lo aparte.’ Ellos me dieron el oro, yo lo eché en el fuego, ¡y salió este becerro!
Al día siguiente, Moisés dijo a la gente: –Ustedes han cometido un gran pecado. Ahora voy a tener que subir a donde está el Señor, a ver si consigo que los perdone.
Y así Moisés volvió a donde estaba el Señor, y le dijo: —Realmente el pueblo cometió un gran pecado al hacerse un dios de oro. Yo te ruego que los perdones; pero si no los perdonas, ¡borra mi nombre del libro que has escrito!
Pero el Señor le contestó: —Solo borraré de mi libro al que peque contra mí. Así que, anda, lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi ángel te guiará. Y cuando llegue el día del castigo, yo los castigaré por su pecado. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Den gracias al Señor porque es bueno.
- En el monte Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro fundido, y lo adoraron: ¡cambiaron al Dios glorioso por la imagen de un buey que come hierba! R.
- Olvidaron a Dios, su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, que había hecho maravillas en el país de Cam y cosas sorprendentes en el Mar Rojo. R.
- Dios habló de destruirlos; pero Moisés, su escogido, se interpuso y calmó el furor de Dios, evitando que los destruyera. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 31-35        
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas.”
También les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa.”
Jesús habló de todo esto a la gente por medio de parábolas, y sin parábolas no les hablaba. Esto fue para que se cumpliera lo que había dicho el profeta: “Hablaré por medio de parábolas; diré cosas que han estado en secreto desde que Dios hizo el mundo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 JULIO – MARTES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28 / Sal 102 / Mt 13, 36-43 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28
Lectura del libro del Éxodo
Moisés tomó la tienda de campaña y la puso a cierta distancia fuera del campamento, y la llamó tienda del encuentro con Dios. Cuando alguien quería consultar al Señor, iba a la tienda, la cual estaba fuera del campamento. Y cuando Moisés iba a la tienda, toda la gente se levantaba y permanecía de pie a la entrada de su propia tienda de campaña, siguiendo a Moisés con la mirada hasta que este entraba en la tienda. En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la tienda, mientras el Señor hablaba a Moisés. Y cuando la gente veía que la columna de nube se detenía a la entrada de la tienda, cada uno se arrodillaba a la entrada de su propia tienda en actitud de adoración. Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo, y después Moisés regresaba al campamento. Pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, nunca se apartaba del interior de la tienda.
Entonces el Señor bajó en una nube y estuvo allí con Moisés, y pronunció su propio nombre. Pasó delante de Moisés, diciendo en voz alta: —¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios tierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad! Por mil generaciones se mantiene fiel en su amor y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado; pero no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, en los bisnietos y en los tataranietos.
Rápidamente Moisés se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y adoró al Señor diciendo: —¡Señor! ¡Señor! Si en verdad me he ganado tu favor, acompáñanos. Esta gente es realmente muy terca, pero perdónanos nuestros pecados y maldad, y acéptanos como tu pueblo.
Moisés se quedó allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Allí escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez mandamientos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.
- El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno. R.
- No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. R.
- Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 36-43
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús despidió a la gente y entró en la casa, donde sus discípulos se le acercaron y le pidieron que les explicara la parábola de la mala hierba en el campo. Jesús les respondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo,  y los que recogen la cosecha son los ángeles. Así como la mala hierba se recoge y se echa al fuego para quemarla, así sucederá también al fin del mundo. El Hijo del hombre mandará a sus ángeles a recoger de su reino a todos los que hacen pecar a otros, y a los que practican el mal. Los echarán en el horno encendido, y vendrán el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, oigan. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 JULIO – MIÉRCOLES – SANTA MARTA

1Jn 4, 7-16 / Sal 33 / Jn 11, 19-27 BLANCO

Era la hermana de Lázaro y de María. Disfrutó de una amistad especial con Jesucristo: lo recibió con frecuencia en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, y allí se desvivió por servirle. Pidió la resurrección de su hermano. El evangelio de Juan nos la presenta confesándole a Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo”

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que concediste a santa Marta el privilegio de hospedar y servir en su casa a tu Hijo, Jesucristo, concédenos, por su intercesión, no cerrar nunca nuestras puertas a los que nos necesitan, y ser recibidos por ti en tu Reino. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1 Jn 4, 7-16 
Lectura de la Primera carta del Apóstol Juan
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Bendigo al Señor en todo momento
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 11, 19-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Muchos judíos habían ido a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirlo; pero María se quedó en la casa. Marta le dijo a Jesús:–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas. Jesús le contestó:–Tu hermano volverá a vivir.
Marta le dijo: –Sí, sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último.
Jesús le dijo entonces: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Ella le dijo: —Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, al proclamar las maravillas que realizaste en santa Marta, te pedimos humildemente que, así como te fue grato el homenaje de su amor, también te sean agradables las ofrendas con que te manifestamos nuestra entrega. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la recepción del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo nos ayude, Señor, a comprender, por intercesión de santa Marta, que muchas cosas nos preocupan e inquietan, pero una sola es necesaria: amarte y servirte a Ti. Por Jesucristo.


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30 JULIO – JUEVES – SANTIAGO BARADEO

1Co 1:18-25 / Sal 116 / Mat 28:16-20 BLANCO

Fue uno de los más grandes luchadores por la causa de la fe verdadera. Nació en Tella, cerca de Mardin en el 500. Vivió durante uno de los períodos más duros de la Iglesia. Después de que la Iglesia rechazó la fórmula de Calcedonia, fue perseguida por los emperadores bizantinos. En 528, viajó a Constantinopla, y fue consagrado metropolita de Edesa, Siria y Asia, por la imposición de las manos de Teodosio, Patriarca de Alejandría, a petición del Emir de Ghassanid, que pertenecía a la Iglesia y de la emperatriz Teodora. Autorizado por el Patriarca, consagró veintisiete obispos y ordenó miles de diáconos y presbíteros. Realizó esta labor durante treinta y cinco años, hasta que murió en el Monasterio de Casiano (Egipto), el 30 de julio de 578. Fue por Santiago Baradeo que la Iglesia fue llamada "jacobita" por sus detractores.

5. Oración Colecta
Señor, Tu confiaste al obispo Santiago Baradeo la misión de instruir a tus ovejas con la palabra y el ejemplo y de fortalecer a tu Santa Iglesia Siro-Ortodoxa, concédenos, por su intercesión, ser fieles a la fe que enseñó con su palabra e imitar el ejemplo que nos dio con su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Co 1:18-25
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El mensaje de la muerte de Cristo en la cruz parece una tontería a los que van a la perdición; pero este mensaje es poder de Dios para los que vamos a la salvación. Como dice la Escritura: “Haré que los sabios pierdan su sabiduría y que desaparezca la inteligencia de los inteligentes.” ¿En qué pararon el sabio, y el maestro, y el que sabe discutir sobre cosas de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría de este mundo! Puesto que el mundo no usó su sabiduría para reconocer a Dios donde él ha mostrado su sabiduría, dispuso Dios en su bondad salvar por medio de su mensaje a los que tienen fe, aunque este mensaje parezca una tontería. Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y proclamen el evangelio a toda criatura.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mat 28:16-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado. Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo: –Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de Santiago Baradeo y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos hagan partícipes de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Fortalecidos con el pan de la vida, te pedimos, Señor, que a ejemplo de Santiago Baradeo te sirvamos con entrega absoluta y amemos a nuestros hermanos con amor incansable. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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31 JULIO – VIERNES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37 / Sal 80 / Mt 13, 54-58 – Verde

6. Primera Lectura: Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37
Lectura del libro del Levítico
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Estas son las fechas especiales para celebrar las reuniones santas en honor del Señor, y en las cuales deberán reunirse: El día catorce del mes primero, al atardecer, se celebrará la Pascua en honor del Señor. El día quince del mismo mes se celebrará la fiesta de los panes sin levadura en honor del Señor. Durante siete días se comerá pan sin levadura. El primer día se celebrará una reunión santa. No hagan ninguna clase de trabajo pesado. Durante siete días deberán ustedes quemar ofrendas al Señor, y el día séptimo celebrarán una reunión santa. No deberán realizar ninguna clase de trabajo.”
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Di a los israelitas lo siguiente: Cuando hayan entrado ustedes en la tierra que yo les voy a dar, y hayan cosechado su trigo, deberán presentar al sacerdote el primer manojo de su cosecha. Al día siguiente del día de reposo, el sacerdote lo presentará al Señor como ofrenda especial, para que les sea aceptado. A partir del día en que lleven ustedes el manojo de trigo como ofrenda especial, es decir, a partir del día siguiente al día de reposo, deben contar siete semanas completas. Y con el día siguiente al séptimo día de reposo, se completarán cincuenta días. Entonces presentarán al Señor su ofrenda de trigo nuevo.
“El día diez del mismo mes séptimo será el Día del perdón. Deberán celebrar una reunión santa, y dedicar ese día al ayuno, y quemar una ofrenda en honor del Señor. El día quince del mismo mes séptimo, y durante siete días, se celebrará la fiesta de las Enramadas en honor del Señor, con una reunión santa el primer día. No hagan ninguna clase de trabajo. Durante esos siete días quemarán ofrendas en honor del Señor, y el octavo día celebrarán también una reunión santa y quemarán una ofrenda al Señor. Es un día de fiesta, y no deben hacer ninguna clase de trabajo pesado.
“Estas son las fechas especialmente dedicadas al Señor, a las que ustedes deben declarar reuniones santas y en las que presentarán al Señor ofrendas quemadas, holocaustos, ofrendas de cereales, sacrificios y ofrendas de vino, según el día que corresponda.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Aclamemos al Señor, nuestro Dios.
- Canten al son del pandero, de la dulce arpa y del salterio. Toquen la trompeta al llegar la luna nueva, y también al llegar la luna llena, que es el día de nuestra gran fiesta. R.
- Porque este es el mandamiento que el Dios de Jacob dio a Israel; es el mandato dado a José cuando Dios salió contra Egipto. R.
- No tengas dioses extranjeros; no adores dioses extraños. Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 54-58
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía: — ¿Dónde aprendió este todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? ¿No es este el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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