El sábado 25 de junio, después de la bendición del templo de la comunidad, el Arzobispo presidió la solemne celebración de la Divina Liturgia en la comunidad de Tzisbaj, Jacaltenango, Huehuetenango.

En el contexto de la celebración, se dio la bendición institucional a un grupo de acólitos y otro de lectores.

Durante la homilía el arzobispo felicitó a los hermanos por el aumento que ha tenido la comunidad y también por los progresos logísticos que han logrado alcanzar. Sin embargo, les exhortó a profundizar aún más en el sentido de la vida cristiana y a comprometerse activamente en todo lo que está implicado en el proyecto del año del impulso misionero.

Después de la celebración de la liturgia, el arzobispo tuvo la oportunidad de compartir durante algún tiempo con los hermanos de la comunidad.

El 25 por la noche, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Santa Misa con los hermanos de la comunidad central de Jacaltenango, Huehuetenango, le acompañó el párroco local, Padre Santo Acosta.

Durante la homilía, animó a los hermanos a interiorizar cada vez más en la fe, para lograr que la vida espiritual esté en constante crecimiento. También les animó a emprender un compromiso más sistemático en la proyección misionera, como parte del proyecto de impulso misionero que vive la Arquidiócesis.

Los hermanos agradecieron la visita del arzobispo y también expresaron su disponibilidad a trabajar con mayor entusiasmo en todo lo que se está planificando a nivel parroquial.

Al final de la mañana, se celebró la Divina Liturgia con los hermanos que habían participado en el decanato de Nentón, así como con miembros de la comunidad local.

Durante la homilía el Arzobispo hizo énfasis en la importancia de asumir con mayor firmeza todos los compromisos que conlleva la fe cristiana, para poder encarnar de la mejor manera posible, las características de la primera comunidad cristiana, que es la meta que tiene todo el esfuerzo misionero que se está realizando.

Los hermanos participaron con gran devoción y provecho y, de diferentes maneras, expresaron su disponibilidad a poner en práctica las recomendaciones que se les dieron.

El domingo 26, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chaculá, del Muncipio de Nentón, para hacer la bendición de la casa de oración que después de años de esfuerzo, han logrado construir los hermanos.

Esta comunidad, de origen poptí, ha ido creciendo con lentitud, pero con constancia.

Ahora que cuentan con un predio y con una sencilla casa de oración, los hermanos están empeñados en tratar de que se organice mejor toda la proyección misionera, para animar a la conversión de más hermanos.

Después de la bendición de la casa de oración, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Misa, habiendo participado el Padre José Alfredo y el diácono Francisco.

El domingo 26 por la tarde, en medio de la sencillez, el arzobispo se reunión con el consejo de la comunidad de Chanquejelbé, de Nentón.

Los hermanos presentaron con alegría al Arzobispo el logro que han alcanzado de contar con media cuerda de terreno, para iniciar la construcción de la casa de oración.

Además le pidieron sugerencias acerca del proceso que les corresponde seguir actualmente, para lograr que en un corto plazo, puedan contar con una casa de oración.

El Arzobispo les dio sus perspectivas y les animó a emprender cuánto antes, iniciativa que les lleven a concretizar el proyecto que tanto anhelan llevar a cabo.

La visita pastoral a la Parroquia Renovación Carismática de Antioquía del arzobispo concluyó con la celebración de la Misa con hermanos de la comunidad de Chanquejelbé, en la que una pareja recibió la confirmación y el envío misionero y varios hermanos hicieron la comunión solemne.

El arzobispo felicitó a todos los hermanos por el empeño y entusiasmo con el que han estado trabajando y se están organizando para la realización de sus proyectos y les animó a no desmayar, sino a comprometerese aún con más energía en la visita a hogares, el ayuno y la oración, para acelerar el crecimiento de la comunidad.

Los hermanos agradecieron la visita y expresaron su disponibilidad a seguir las directrices que se les han indicado, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El 29 de junio, llegaron 9 misioneros de la Arquidiócesis Malankara de los Estados Unidos, para realizar una misión médica en tres parroquias de la Arquidiócesis.

Un equipo trabajará en San Juan Comalapa, otro en Jacaltenango y el tercero en Cuilco.

Cada equipo está formado por un médico y dos asistentes. Con el apoyo de las comunidades de las que provienes, adquirieron medicina para los enfermos.

Se espera que en el futuro se puedan establecer clínicas estables, para atención a los necesitados.

La experiencia se perfila como algo muy positivo y una forma de estrechar los lazos de comunión entre la Arquidiócesis Malankara de los Estados Unidos y nuestra Arquidiócesis.

El jueves 30, el Arzobispo visitó la comunidad de Chuitzanchaj, en la parte alta del Municipio de Santa Cruz la Laguna, del departamento de Sololá.

Después de administrar el sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaban, celebró la divina liturgia.

Durante la homilía, recordó a los hermanos que los dones que cada quien ha recibido están dados para beneficio de toda la comunidad y eso exige una proyección misionero bien clara y definida.

Los hermanos agradecieron el constante cuidado que el arzobispo les brinda.

El jueves 30, al caer el día, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad de Pajomel, de Santa Cruz la Laguna.

Con ellos celebró la santa misa, después de administrar el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía animó a los hermanos a proyectarse con más intensidad hacia los que aún no hacen parte de la Iglesia, para compartir con ellos los dones que el Señor nos ha regalado.