El lunes 14 el arzobispo comenzó las actividades pastorales en la comunidad de Victoria Veinte de Enero, de Ixcán, con la celebración del decanato.

El mismo se celebró en una escuela local, con la participación de numerosos delegados de la parroquia y el centro pastoral que funcionan en ese municipio.

El Arzobispo dio la formación, a lo cual siguieron numerosas preguntas para ampliar algunos aspectos de lo que se había impartido y para clarificar algunas dudas sobre otros tópicos.

Seguidamente los representantes de las comunidades dieron un breve informe de la marcha que está teniendo la iglesia en la zona.

Por lo que se expuso, se nota un pequeño pero estable crecimiento. Se han afrontado dificultades, pero se han logrado superar positivamente y existe un gran entusiasmo para seguir trabajando con el mismo dinamismo con que se ha hecho, especialmente en lo que se refiere al alcance pastoral a todos los miembros de las comunidades y a la proyección misionera.

El 14, al final de la mañana, en el templo de la comunidad de Vicatoria Veinte de Enero, del municipio de Ixcán, del departamento de El Quiché, se celebró la ordenación diaconal de Jesús Silvestre.

Participaron en la misma varios presbíteros, así como compañeros del ordenando y seminaristas.

Durante la homilía el Arzobispo señalo que el diaconado tiene que implicar un claro vaciamiento de sí mismo, para poder dejar que el Señor llene la vida y dirija todo el servicio que se realiza.

El Arzobispo también señaló la estrecha vinculación que se establece entre el ordenando y el área para la cual se ordena, de manera que se garantice una estabilidad en el ministerio.

La ceremonia transcurrio con profunda espiritualidad, orden y participación de todos.

El 14 por la tarde, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad de Pueblo Nuevo, sede de la parroquia del Espíritu Santo, del municipio de Ixcán.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, recordó a los hermanos el compromiso que se tiene de mantener el fervor y el fuego de los primeros tiempos. Los hermanos participaron dentro de la homilía, reconociendo que en ciertos aspectos han perdido el entusiasmo original y se han estancado. Ante esto, el arzobispo les animó a redescubrir sus raíces y a trabajar con nuevo fervor y entusiasmo.

Los hermanos, antes de ser bendecidos por el arzobispo se comprometieron a aceptar la invitación que se les hizo y a tratar de trabajar con nuevo fervor y empeño.

El marte 15 por la mañana, en Chisec, el Arzobispo presidió la reunión del consejo pastoral de la parroquia de Cristo Rey.

En esta ocasión el tema central era el conocer el estatuto jurídico de los terrenos en los que tiene su sede temporal la parroquia y llegar a tomar decisiones.

Después de que los hermanos conocieron que la propiedad se encuentra actualmente en proceso de finalizar su inscripción a favor de la Iglesia y de ser conscientes de las dimensiones reales de terreno, por unanimidad, después de consultar con cada uno de los representantes de las comunidades, llegaron a aprobar que ese lugar se constituya en la sede permanente de la parroquia y que en el futuro se trate de hacer los esfuerzos pertinentes para construir un templo y las instalaciones estables de la parroquia.

El ambiente que reinó en la reunión fue de unidad y de alegría.

A media mañana del día 15, el arzobispo presidió la celebración del decanato del norte de Alta Verapaz, en la sede parroquial de Chisesc.

En este decanato participan delegados de las parroquias de Cristo Rey, Chisec y de la Exaltación del Señor de Raxruhá y Fray Bartolomé de las Casas.

Después de la formación que, por los comentarios agradó mucho a los hermanos, los representantes de las parroquias presentaron la situación pastoral de las parroquias. Seguidamente los presbíteros y el diácono hicieron su presentación.

En general el balance fue positivo. Hay nuevas comunidades que se han incorporado, se ha crecido en el número de miembros de algunas comunidades, se han logrado resolver algunos de los problemas existentes en las comunidades y, en general, hay entusiasmo y deseo de seguir trabajando con entusiasmo.

Al medio día del 15, el Arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en el templo provisional de la parroquia de Cristo Rey de Chisec, dentro de la cual fue ordenado diácono el encargado pastoral de la parroquia, Rev. Óscar Carranza.

Se contó con una numerosa participación de hermanos, procedentes de las diferentes comunidades que componen la parroquia, así como con presbíteros, diáconos y seminaristas, de la Vicaría del Norte

El arzobispo, en el contexto de la celebración en honor de la Madre de Dios, hizo énfasis en que todo el trabajo que se realice, tiene que tener las mismas actitudes y características que identificaron a la Virgen María, para que pueda tener éxito y de frutos abundantes y que permanezcan.

También subrayó el ligamen permanente que se establece entre el ordenando y las comunidades para las que se ordena, subrayando también la relación sacramental que fundamenta este ligamen.

Los hermanos participaron con alegría y devoción y el diácono reiteró su disponibilidad a entregarse incondicionalmenrte a la atención pastoral de las comunidades.

La actividad pastoral del Arzobispo en la parroquia de Cristo Rey concluyó con la visita a la comunidad de Sesuchaj, que también hace parte de Chisec.

Los hermanos en esta comunidad han construido un amplio y hermoso templo que, sin embargo aún no está en uso, pues les falta terminarlo.

El arzobispo expresó su alegría por la visita y animó a los hermanos a seguir trabajando incansablemente en la vida espiritual y en el testimonio misionero.

El miércoles 16 por la mañana, en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán, se celebró el Decanato del Sur de Alta Verapaz, con la participación de numerosos delegados de las diferentes comunidades y centros pastorales.

Aquí convergen delegados de las parroquias de El Buen Pastor, Cojaj, El Señor Resucitado de Balbatzul, Espíritu Santo de Yaxacté y los centros pastorales de Senahú, Chitania, Rocah Pasacuc, Tomzuloculá, San Juan Chamelco y Tomtem-Tactic.

Uno de los puntos muy importantes que señalaron los hermanos, fue la urgencia de que los presbíteros y encargados pastorales hagan ele sfuerzo de aprender el idioma K'ekchí, para favorecer la eficacia del trabajo pastoral que se realiza, especialmente lo referente a las formaciones y predicaciones.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con empeño en el testimonio de fe, en la consolidación de la organización de las comunidades y en el impulso misionero.

El 16 al medio día, el Arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Cerro Alto Chiyó.

Participaron numerosos hermanos de la comunidad, aunque muchos no pudieron asistir por encontrarse ocupados en diversos trabajos de la estación.

El arzobispo exhortó a los hermanos a seguir trabajando como auténticos discípulos del Señor, lo que implica la renuncia a sí mismos y el seguimiento fiel e incondicional del Señor.

Los hermanos expresaron su alegría por la visita del arzobispo y su disponibilidad a seguir trabajando con todo el empeño y entusiasmo que les ha caracterizado.

Al caer del día 16, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Seraxkiché, acompañado del padre Fredy López, párroco de la parroquia Jesús Buen Pastor, para visitar la comunidad.

Como parte de la visita se administró el sacramento de la Reconciliación a quienes lo necesitaban.

También se celebró la Divina Liturgia y se administró la confirmación y el envío misionero a seis hermanos que previamente habían sido cuidadosamente preparados doctrinal y espiritualmente.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo y a ser capaces de resistir ante los continuos ataques de que son víctimas de parte de otras iglesias.

Los hermanos expresaron su profunda gratitud por la visita e invitaron al arzobispo a visitarles en un futuro próximo.

El 16 por la noche, el Arzobispo llegó hasta la comunidad de San Marcos Puráh, del municipio de San Juan Chamelco, Alta Veapaz, en donde tiene su sede una pequeña comunidad que, sin embargo, cuenta con un amplio templo.

El motivo especial de la visita fue reafirmar la pertenencia de la comunidad a la Santa Iglesia e instituir como Ministro de la Comunión al hermano Francisco, uno de los fundadores de la comunidad y de los constructores del templo.

El arzobispo subrayó la especial bendición que significa ser parte de la misma iglesia a la que pertenecieron la Virgen María y los doce apóstoles y animó a los hermanos a hacer cada vez más dinámica su vida de fe y el compromiso por dar testimonio e impulsar la misión en todo ese municipio.

El 17 en el centro misionero de Tomtem, se celebró la reunión del presbiterio y diáconos de la Vicaría del Norte.

Se comenzó haciendo una presentación de la marcha que tienen cada una de las comunidades y parroquias.

Los presbíteros señalaron algunas de las dificultades que afrontan, especialmente por la limitación extrema de recursos económicos en ciertas áreas.

El arzobispo subrayó la importancia esencial de aprender el idioma de los fieles para poderles servir con eficaciay ofreció el apoyo económico a quienes estén dispuestos a aprender institucionalmente los idiomas.

Además el arzobispo expresó que, en el futuro no se ordenará a ningún presbítero que trabaje en las zonas en donde es esencial el hablar el idioma local, sin que tengan un conocimiento suficiente del idioma local.

Se formalizó el anuncio de que el Padre Ángel Cáseres seguirá en la Vicaría del Norte únicamente hasta el3 de febrero del año 2017, cuando será trasladado como párroco a otra Vicaría. Se formalizó también el nombre de los Epesistas que irán a trabajar en el área que cubre el Padre Ángel y de los presbíteros que tendrán a su cargo la administración de los sacramentos en las diferentes áreas, mientras estos son ordenados presbíteros.

El espíritu y la fraternidad mostrados en la reunión fueron muy hermosos.

El sábado 19, el arzobispo llegó hasta la Catedral de San Juan Bautista en Comalapa, Chimaltenango, para presidir la celebración anual de las confirmaciones y el envío misionero.

En la celebración estuvo acompañado por los padres Rigoberto y Francisco, co-párrocos de la catedral.

160 jóvenes y señortias, después de haber terminado un año de formación catequética fueron confirmados y recibieron el envío misionero.

El arzobispo en la homilía hizo énfasis en cuáles son las implicaciones que tiene la administración de la confirmación y sobre las características que debe tener el aceptar a ser enviados como misioneros. También explicó cuál es el rol de los padrinos, como garantes y apoyo para el cumplimiento del compromiso misionero.

El espíritu de todos los participantes fue de profunda espiritualidad, alegría y clara conciencia de los compromisos que se asumieron y de sus implicaciones.

El arzobispo manifestó su agradecimiento y complacencia a los presbíteros, a los catequistas y a los confirmados, así como a sus padres y padrinos.

El domingo 20, al medio día, Mor Santiago Eduardo, junto al comité para la construcción del templo, hizo una visita a la construcción que se está realizando y que será, en el futuro la sede de la parroquia que funcione en esa área de San Juan Sacatepéquez, del departamento de Guatemala.

Los hermanos han estado trabajando con gran entusiasmo. La Hatune Foundation ha dado un cierto aporte para apoyar a los hermanos en el proceso de construcción.

Han terminado la construcción gris del área de sótanos, contando con un total de cinco salones que servirán de sacristía y temporalmente de casa presbiteral.

Ahora están en proceso de levantar las paredes del templo, que, al paso que van, con la ayuda de Dios serán terminadas en corto tiempo.

El Arzobispo agradeció a los hermanos su dedicación y les animó a seguir adelante con el mismo entusiasmo.

El 20, después del medio día, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Divina Liturgia con la participación de varios centenares de fieles de la comunidad Llamamiento del Espíritu Santo de Los Guates, San Juan Sacatepéquez.

Dentro del marco de la celebración se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a un niño y la confirmación y el envío misionero a una señorita.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en el sentido del Reino de Dios, e invitó a los hermanos a aceptar ser crucificados con Cristo y morir con Él, para poder vivir y reinar con Él.

El ambiente de la celebración fue de gran devoción y alegría. Fue un hecho especial el que, por primera vez se celebrara en el templo parroquial que están en construcción.

Al caer del día 20 de noviembre, el arzobispo visitó la comunidad de Las Palmas, de San Juan Sacatepéquez, para celebrar la Divina Liturgia.

Dentro del marco de la celebración, una familia que se convirtió recientemente, trajo a recibir los sacramentos de la iniciación cristiana a tres de sus hijitos.

El Arzobispo felicitó a los hermanos por los progresos que han hecho en ir finalizando la construcción del templo y les animó a seguir adelante, no solamente en la obra material sino sobre todo en el testimonio cristiano y en el impulso misionero.

Durante la homilía invitó a los hermanos a tomar cada día su cruz y a morir con Él, para poder tener parte, desde ahora, de su gloria y de su reinado.

Los hermanos expresaron su alegría y agradecimiento por la visita del arzobispo.

El martes 22, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad Derramamiento del Espíritu Santo de Santa María Chiquimula de Totonicapán.

Para recibirlo estaba el Padre Santos Acosta Sol, encargado pastoral de ese Centro.

Con ocasión de la visita del Arzobispo, además de la administración del sacramento de la Reconciliación para quienes lo necesitaban, se celebró la Divina Liturgia, se administro la confirmación y el envío misionero a siete jóvenes y se instituyó un ministro para la distribución de la Comunión.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfais en que la visa en el Espíritu tiene que producir abundancia de frutos, entre los cuales es esencial el testimonio misionero.

Además subrayó que la eficacia misionera cuando se da el testimonio es una dimensión que sirve para discernir la autenticidad de la misma experiencia que se tiene.

Los hermanos agradecieron al arzobispo la visita que les hizo y manifestaron su deseo de que se les visite en el futuro con mayor frecuencia.

El martes 22 por la tarde, cuando el arzobispo llegó al centro de formación de Jumaj, Huehuetenango, tuvo la sorpresiva visita de una delegación de hermanos de la comunidad de San Vicente Buenabaj, de Momostenango, Totonicapán.

Los hermanos, que representaban a una comunidad de más de dos cientos hermanos, estaban interesados en conocer más sobre la fe, el culto y la forma de ministerio que tiene nuestra Arquidiócesis de Centro América.

El diálogo se prolongó por más de dos horas y los hermanos terminaron la reunión llenos de esperanza y con el compromiso de informar a la asamblea que les envió acerca de todos los temas dialogados.

Ellos manifestaron su entusiasmo y alegría por acercarse a la Iglesia Apostólica primitiva.

El miércoles 23, acompañado del Padre Pedro Martínez, encargado pastoral del Centro Pastoral de Santiago Chimaltenango, el arzobispo hizo una visita pastoral a las comunidades de ese centro.

Se inició por la comunidad de Santiago Chimaltenango.

Este pueblo, ubicado en una de las cimas de los Cuchumatanes de Huehuehuetenango, cuenta con 8 aldeas y la Arquidiócesis, por el momento solo cuenta con una comunidad.

Con ocasión de la visita se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños y una hermana hizo la reconciliación y la comunión solemne.

Durante la homilía el arzobispo exhortó a los hermanos a profundizar en el compromiso de fe y en la proyección misionera, tratando de establecer comunidades en todas las aldeas del municipio.

Los hermanos estaban muy contentos y agradecieron de diferentes formas la visita.

Hacia el medio día, el Arzobispo visitó la comunidad de Buena Vista, San Pedro Necta, sede del Centro Pastoral de Santiago Chimaltenango.

Fue recibido por un grupo de niños, representantes del grupo infantil que están muy bien organizado y tiene diferentes iniciativas en la comunidad.

Dentro de la celebración litúrgica, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños y la confirmación y el envío misionero a nueve.

El Arzobispo felicitó a los hermanos por el trabajo que realizan y les animo a seguir trabajando por establecer nuevas comunidades en donde aún no las hay, para que en un futuro próximo puedan ser constituidos en Parroquia de Santiago Chimaltenango.

Los hermanos expresaron su profunda alegría por la visita y renovaron el compromiso de fe y de trabajar incansablemente en la proyección misionera.

El 23 por la tarde, el Arzobispo, siempre acompañado por el Padre Pedro Martínez, visitó la comunidad de La Pinada, que hace parte del Centro Pastoral de Santiago Chimaltenango.

Los hermanos recibieron al arzobispo con diferentes muestras de cordialidad y profunda alegría.

Se administró la reconciliación a quienes la necesitaron y se celebró la Divina Liturgia.

Además, dentro de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños y 24 jóvenes fueron confirmados y recibieron el envío misionero.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la organización que han alcanzado y por la fuerte participación que tuvieron en todos los momentos.

En la visita anterior que había hecho, cuando apenas se habían incorporado a la Santa Iglesia, el arzobispo había notado la falta de organización y escasa participación. Gracias a Dios, se nota una gran diferencia en la vida de fe, en los dos años que han transcurrido desde su incorporación.

El 24 por la mañana, Mor Santiago Eduardo tuvo una reunión con el Consejo Pastoral del Centro Pastoral de San Ignacio de Antioquía, que comprende los municipios de Colotenango, San Gaspar Ixchil y tiene comunidades en otros municipios vecinos. El Padre José Raúl López, encargado pastoral del Centro desde hace varios años, participó.

El tema central de la reunión fue aclarar cuestiones sobre el proceso a seguir para la constitución del Centro Pastoral como Parroquia.

Después de explicar los diferentes aspectos, los hermanos, a sugerencia del Padre José Raúl, determinaron seguir profundizando y, con la ayuda de Dios, en la próxima reunión presentarán la solicitud de creación de la parroquia, la cual deberán ser protocolizada notarialmente. Luego se piensa en la posibilidad de que la elevación canónica a parroquia, tenga lugar en el cuarto trimestre del año 2017.

En la mañana del jueves 24, contando con la participación de líderes y representantes de la mayoría de comunidades del Centro Pastoral de San Ignacio de Antioquía, el Arzobispo impartió la formación que tenía preparada.

La temática giró en torno al papel del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y las implicaciones que esta presencia tiene en la vida y organización de las comunidades.

Después de la formación el delegado de la Comunidad de Chapil, de Concepción Tutuapa, San Marcos, pero que hace parte de este centro pastoral, expresó su gratitud al arzobispo por la formación, compartió que todos se sienten muy alegres de las formaciones, pues les llenan de fortaleza para lanzarse a cumplir eficazmente la misión que el Señor ha encomendado a la Santa Iglesia, a pesar de las diferentes dificultades que se tienen que afrontar.

La visita pastoral al Centro San Ignacio de Antioquía del arzobispo, concluyó con la celebración de la Divina Liturgia en el templo de El Arenal, San Gaspar Ixchil, que es el lugar en donde se realizó la visita.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaron.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que el final del mundo debe asociarse con la experiencia de morir al pecado y al mundo, para entrar a participar de la vida en el Espíritu Santo e incorporarse dentro del Reino de Dios.

En ese contexto, subrayó, lo que para el mundo son situciones de dolor, de miedo y de desánimo, para los creyentes se convierten en oportunidades para confiar en el Señor y para entregarse totalmente a su servicio, pues precisamente los desafíos ofrecen la oportunidad de abrirse a experimentar la fuerza transformada de Dios en la vida de los creyentes y de toda la Iglesia.

Los hermanos agradecieron la visita del arzobispo y asumieron el compromiso unánime de fortalecer su trabajo para cumplir mejor la misión y también para dar los pasos necesarios para que la parroquia pueda ser creada canónicamente en el marco de referencia que se estableció.

El 25 por la mañana, en la comunidad de Buena Vista Michicoy, del Municipio de San Pedro Necta, Huehuetenango, se celebró una reunión entre el Consejo Pastoral del Centro Pastoral de San Pedro Necta y el Arzobispo.

El tema central fue el clarificar la situación de algunas comunidades de San Pedro Necta que hacen parte del Centro Pastoral de Santiago Chimaltenango. El Arzobispo explicó el sentido que tiene esta organización, tanto en sus raíces históricas como en sus consecuencias prácticas. Subrayó que esa situación debe ser vista como parte del crecimiento misionero de la Iglesia. Además hizo énfasis en que las comunidades pertenecientes a cada Centro Pastoral deben permanecer en el mismo.

Seguidamente se dialogó sobre las iniciativas pastorales del Centro Pastoral. El Arzobispo impulsó a los hermanos a fortalecer el compromiso misionero, así como la organización interna de las comunidades, para asegurar que pronto el centro pastoral pueda ser elevado a parroquia.

La atmósfera de la reunión fue muy positiva y se pudo ver cómo todos se sintieron animados a fortalecer el compromiso misionero y la espiritualidad de las comunidades.

El 25, a media mañana, el Arzobispo impartió formación para servidores, líderes y algunos fieles del Sector Norte del Centro Pastoral de San Pedro Necta, en la comunidad de Buena Vista Michicoy.

Dentro de la formación el arzobispo animó a los hermanos a vivir la renovación en el Espiritu Santo como una verdadera transformación de la propia vida que encuentra su fuente precisamente en la vida sacramental.

Además el arzobispo animó a los hermanos a organizar cada una de las comunidades de una manera más eficaz, tratando de alcanzar a cada uno de los niveles de miembros que se tienen en la comunidad.

También animó a los hermanos a redoblar los esfuerzos misioneros, para que el mandato que el Señor ha confiado, sea cumplido de manera clara y eficiente.

Hacia el medio día del 25, el Arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en la comunidad de Buena Vista Michicoy, de San Pedro Necta, Huehuetenango.

Dentro del marco de la celebración se administró la reconciliación a quienes lo quisieron y se administró la confirmación y el envío misionero a 16 jóvenes, procedentes de comunidades del sector norte de San Pedro Necta.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que el cielo nuevo y la tierra nueva, para el creyente renovado son realidades que ya han iniciado y que deben hacer parte de la experiencia cotidiana de todo fiel.

Además recalcó la importancia de que la fe cristiana desemboque en un auténtico compromiso misionero, en el que se lleva la Buena Nueva a todos aquellos que aún no han renovado sus vidas.

Al final de la celebración, los hermanos agradecieron al arzobispo su visita y se comprometieron a hacer esfuerzos para poner en práctica las recomendaciones pastorales que les dio el arzobispo, especialmente en lo referente a la proyección misionera y a la organización de nuevas comunidades.

El 26 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Quiajolá, del Municipio de San Sebastián, del departamento de Huehuetenango, para tener reunión con el nuevo consejo pastoral de ese Centro Pastoral.

Lo primero que se hizo fue presentar al nuevo consejo que fue elegido el 17 de septiembre y que durará en su cargo por dos años, a partir de su elección.

Seguidamente se habló de los planes futuros que se tienen para el Centro Pastoral, indicando el proyecto de consolidar la organización, con vistas a que en un futuro, cuando haya presbíteros que les atiendan, se pueda crear la parroquia para este Centro Pastoral.

Finalmente el Arzobispo insistió en el compromiso que deben asumir tanto al interno de las comunidades como en la proyección misionera.

A sugerencia de algunos de los miembros del consejo, se determinó que para identificar al templo de cada comunidad, así como a los sellos, cada quien estará en grado de dar un nombre propio a la comunidad, pero abajo de éste, siempre deberán constar las siglas ICASOAC, como identificación de la Arquidiócesis y de la Iglesia.

Hacia el final de la mañana, con los delegados y servidores presentes del Centro Pastoral de San Sebastián Huehuetenango, el arzobispo procedió a impartir la formación que se había planificado.

Habló específicamente sobre el rol del Espíritu Santo en cada comunidad Cristiana Católica Renovada de nuestra Santa Iglesia y luego explicó cuáles son las características y consecuencias que se deben generar en la vida de cada persona, en cada familia y en todas las comunidades.

Al final de la formación, los hermanos tuvieron la posibilidad de plantear diferentes cuestiones aclaratorias y expresaron su alegría, gratitud y prontitud a poner en acto cuanto se les enseñó.

El sábado 26 después del medio día, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con miembros de la comunidad de Quiajolá, San Sebastián Huehuetenango.

La celebración inició con la administración del sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitarion.

Durante la homilía el arzobispo explicó que nos encontramos en el final del año litúrgico, pues con el Adviento, comienza el nuevo ciclo litúrgico. Eso hacía que las lecturas tendieran a hablar del fin del mundo. Éste para el creyente, sin embargo, no es un hecho sombrío ni desconocido sino es el llamado a estar preparado y en oración para reconocer la venida gloriosa que se da constantemente en la vida del cristiano, por medio de la vida sacramental y del derramamiento del Espíritu Santo.

En este contexto, exhortó a los hermanos a vivir vigilantes y a esforzarse por dar testimonio de la fe en cada momento.

El sábado 26, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la cima de Los Cuchumatanes de San Sebastián Huehuetnango, para presidir la celebración de la Divina Liturgia con la comunidad de Txejoj.

Dado que la comunidad celebraba su aniversario, participaron en la celebración centenares de hermanos, procedentes también de otras comunidades.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cuatro niños, incluyendo unos gemelitos, hijos del hermano Rolando, líder de la comunidad.

Además una pareja de hermanos contrajo matrimonio y un niño hizo la comunión solemne.

Durante la homilía el arzobispo felicitó a los hermanos y les exhortó a tomar conciencia de que el aniversario no es simplemente un punto de llegada sino, sobre todo, de partida, para comprometerse más con el Señor y asumir con mayor responsabilidad los compromisios cristianos y misioneros.

El domingo 27, el arzobispo visitó la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes, ubicada en la cima de los Cuchumatanes, en Huehuetenango.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos el sentido del Adviento, invitándoles a prepararse personalmente para estar listos a reconocer la continua venida del Señor en la vida de cada persona, pero que solamente en reconocida por aquellos que están vigilantes y dispuestos a ser cambiados por la divina presencia.

Los hermanos se mostraron muy receptivos con la invitación del arzobispo y participaron con mucha devoción en toda la celebración, expresando su disponibilidad a intensificar su vida de fe en este tiempo de preparación a la celebración de la navidad.

Después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo tuvo una reunión con los hermanos de la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes, Huehuetenango, la cual concluyó con una formación sobre la temática que está siendo impartida en este tiempo, sobre el papel del Espíritu Santo en la comunidad cristiana.

En la reunión se abordaron varios puntos, entre los que se encuentran:

1. La urgencia de una mejor organización de la comunidad, para garantizar su funcionamiento.

2. La necesidad de un retiro para que los hermanos puedan tener una experiencia más fuerte del Señor y un compromiso más fuerte de vida cristiana.

3. La urgencia de que se trabaje con los diferentes grupos de hermanos que componen la comunidd y que se tenga una cierta proyección misionera.

Los servidores se comprometieron a dialogar entre ellos, para tratar de implementar los diferentes resultados a los que se llegó en la reunión.

El domingo 27 después del medio día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Tziminas, del Municipio de San Sebastián Huehuetenango.

Esta comunidad ha sufrido diferentes problemas organizativos, por haber tenido divisiones y adolecer de un liderazgo capaz de dar una organización dinámica a la comunidad.

El arzobispo, después de exhortar a los hermanos a trabajar con mayor orden y buscar una mejor organización, les ofreció hablar con los seminaristas que están acompañando el Centro Pastoral de San Sebastián, para que les acompañen más de cerca y les ayuden a profundizar en su organización pastoral y proyección misionera.

El domingo 27 por la tarde, el arzobispo llegó, por primera vez, a la comunidad de Txequequix, de San Sebastián Huehuetenango del departamento de Huehuetenango.

Esta comunidad se está apenas organizando, sin embargo ha logrado adquirir un predio para construir su templo, el cual fue bendecido por el arzobispo con ocasión de su visita.

Dentro de la celebración de la Liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cinco niños, varios de ellos hijos de familias que apenas se han convertido a la Iglesia.

Además algunos hermanos plantearon al arzobispo la urgencia de tener un mayor acompañamiento, para preparar a muchos niños y jóvenes que no han hecho la comunión solemne y a parejas que no han recibido el sacramento del matrimonio.

El arzobispo ofreció hablar con los seminaristas que están trabajando pastoralmente en el Centro de San Sebastián, para que les den el apoyo necesario.

El 27 por la noche, el arzobispo llegó a visitar la comunidad de Mapá, del Municipio de San Sebastián Huehuetenango.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños.

Durante la homilía el arzobispo explicó el sentido del tiempo litúrgico del Adviento y exhortó a los hermanos a prepararse a la continuada venida del Señor, al corazón y a la vida de todos los creyentes que con fe, están dispuestos a recibirlo y a dejar que su existencia sea tranformada por la presencia del Espíritu Santo.

Los hermanos agradecieron la visita del Arzobispo y expresaron su disponibilidad a trabajar con mayor intensidad en la vida de fe y en la proyección misionera.

El lunes 28 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Viga-Chicol, de Santa Bárbara, Huehuetenango, para tener reunión con los representantes de las comunidades e impartir la formación.

Estaban presentes delegados de las seis comunidades que tiene actualmente el Centro.

El seminarista Matías Francisco, encargado directo del acompañamiento pastoral de este centro, informó que en la reunión se ha determinado denominar a este centro pastoral con el nombre de "Verbo Divino".

Además se indicó el nombre específico que algunas de las comunidades han decidido dar a sus propias comunidades locales, como Cristo Rey e Inspiración del Espíritu Santo.

Se hizo también la presentación formal de la nueva comunidad de Rancho Viejo, de la Aldea Tojcail, la cual ha logrado adquirir un pequeño lote y construido un templo provisional.

La reunión transcurrió en un ambiente de entusiasmo y fuerte participación.

Hacia el medio día del 28, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia con miembros de la comunidad de Chicol, y también con la participación de los Delegados de las comunidades del Municipio de Santa Bárbara.

Dentro de la celebración se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a una niña, hija de una familia que recientemente se ha convertido e incorporado a la iglesia.

El Arzobispo exhortó a los hermanos a vivir con intensidad el tiempo del Adviento y a tratar de dar testimonio de su fe en todos los ambientes en que se encuentren.

Los hermanos agradecieron la visita al arzobispo y expresaron su disponibilidad de intensificar el compromiso en la vida de fe en este tiempo, así como su proyección misionera.

El 28 por la tarde, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad de Cruz Grande, de la Aldea Cruz Quemada, del Municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango.

Los hermanos acogieron con gran alegría al arzobispo.

Durante la homilía el arzobispo explicó a los hermanos el sentido del tiempo de Adviento, como tiempo de preparación a la celebración de la venida del Señor, la cual es recordada en Navidad, pero el creyente debe estar listo y dispuesto a recibirla en cada momento de su vida.

También animó a los hermanos a tratar de organizar mejor la comunidad, a pesar del desafío que tienen por la inestabilidad frecuente de los miembros que, para poder subsistir, necesitan emigrar a otros lugares de trabajo. También les animó a que, con el apoyo de los seminaristas que les acompañan pastoralmente, traten de mejorar su organización y la atención a cada grupo de personas de la comunidad.

El lunes 28 por la tarde, en el Centro de Formación de Jumaj, dio inicio la reunión del prebiterio de la Vicaría de Huehuetenango, con un retiro y la celebración de la Divina Liturgia.

En la Vicaría actualmente están trabajando pastoralmente trece presbíteros y un diácono que, con la ayuda de Dios será ordenado el Año Nuevo. Además se tiene previsto la incorporación de un nuevo presbítero al trabajo pastoral.

Debido a diversas situaciones personales, tres de las presbíteros no pudieron participar y un cuarto se incorporará hasta el día 29.

Dentro del Retiro, el arzobispo afrontó la cuestión de la realización personal del ministro ordenado.

Hizo énfasis en que las dos claves para que el ejercicio ministerial sea realizante para el ministro y eficaz para el servicio del Evangelio y de la comunidad, son la relación viva y personal con el Señor y la cercanía y capacidad de establecer una relación de valoración con el pueblo de Dios.

Durante la celebración de la Liturgia algunos de los presbíteros compartieron reflexiones iluminadoras, acerca de la reflexión hecha durante el retiro y de la experiencia personal.

El martes 29, se celebró la reunión del presbiterio de la Vicaría de Huehuetenango, en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango.

La reunión comenzó con la presentación de la situación pastoral de cada una de las parroquias y centros pastorales, hecha por los presbíteros párrocos o responsables pastorales de las mismas. En general se pudo constatar que en todas partes hay crecimiento, mucho entusiasmo, numerosas conversiones y progreso en la organización.

También se dialogo sobre el retiro presbiteral que se celebrará en enero del 2017 y sobre la elección del nuevo Consejo Presbiteral de la Vicaría.

Otro tema abordado fue la visita del Patriarca en el año 2018 y las posibilidades de que vaya a diferentes parroquias de la Vicaría, especialmente en el caso de la dedicación de los templos.

Finalmente se intercambiaron puntos de vista sobre la vida presbiteral y los desafíos que se viven en la vida del presbítero, ante diferentes circunstancias.

El ambiente del encuentro fue muy positivo y se profundizó en la comunión presbiteral.