El 13 de abril, Mor Santiago Eduardo llegó hasta el Centro Pastoral de Nebaj, en donde, en la comunidad de Salquilito, se llevó a cabo el decanato del sur del área ixil de El Quiche.

Se abarcan en este decanato las comunidades de los municipios de Nebaj y de San Juan Cotzal.

El Padre Paulino Bizarro, encargado pastoral del Centro, estuvo también participando en el decanato.

El arzobispo hizo la presentación de la formación que estaba preparado, habiendo animado a los hermanos a trabajar con mayor dedicación para lograr que cada comunidad refleje en su totalidad las características de las comunidades primitivas.

En el informa que se dio por comunidades, se pudo constar que muchas comunidades están teniendo un sostenido y rápido crecimiento. Otras se mantienen sin variaciones.

El Padre también compartió la satisfacción que tiene por la marcha del Centro Pastoral.

El 13 por la tarde el arzobispo llegó hasta la comunidad central de Salquil Grande, en el occidente de Nebaj, para administrar los sacramentos de la iniciación cristiana y celebrar la Liturgia.

Durante la homilía subrayó la necesidad de tratar de encarnar el espíritu de servicio y de compromiso misionero, a ejemplo de lo que el Señor hizo y nos mandó hacer.

Los hermanos expresaron su alegría y gratitud por la visita del arzobispo y se comprometieron a trabajar con mayor intensidad en dar testimonio de la fe.

Al caer del día 13, acompañado por el padre Paulino Bizarro, el arzobispo visitó la comunidad de Xepiún, Nebaj, el Quiché.

La celebración no fue en la casa de oración de la comunidad central de esa aldea, sino en unos locales comerciales que fueron bendecidos.

Actualmente la comunidad están concluyendo el proceso de colectar materiales, para iniciar, a la mayor brevedad, la construcción de su casa de oración definitiva.

El arzobispo animó a los hermanos a fortalecer su vida de fe y el testimonio misionero, como parte esencial de la misma vivencia de fe que se tiene.

El jeves 13, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Tumanzano en el centro del Municipio de Nebaj, el Quiché, para administrar los sacramentos de la iniciación cristiana a una niña y celebrar la Divina Liturgia de la Cena del Señor.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que la actitud de servicio que Cristo nor urgió a vivir, se trata, sobre todo, del compromiso en el testimonio del Evangelio que se está llamado a dar en todos los lugares y circunstancias en que cada cristiano se encuentre viviendo.

Los hermanos agradecieron la visita y asumieron nuevamente el compromiso de trabajar con intesidad en la predicación del evangelio y en la organización de la comunidad, de manera que pueda reflejar de la mejor manera posible, la identidad que vivió la iglesia en los tiempos primitivos.

El viernes 14, día en que conmemoramos este año la pasión y muerte del Señor, el arzobispo presidió la celeberación del decanato de la parte norte del área ixil, el cual se celebró en la comunidad de Chel, del Municipio de Chajul, El Quiché.

Dentro del marco de la formación, después de recibir la enseñanza preparada por el arzobispo, los hermanos tuvieron tiempo para plantear diversas cuestiones referentes a asuntos relacionados con la vida de fe, aunque no fuera necesariamente parte de la formación que se estaba dando.

Los hermanos seguidamente hicieron una breve presentación, por comunidades, de la manera en la que se vive, los retos que se afrontan y los logros que se han alcanzado.

El Padre Paulino hizo énfasis en que, mientras en algunas comunidades se verifica un fuerte crecimiento, en otras hay un cierto estancamiento.

El viernes, al final de la mañana, se conmemoró la pasión y muerte del Señor en la comunidad de Chel, Centro de la Parroquia de los Bienaventurados Mártires de Chajul.

Con ocasión de la ceremonia, un buen grupo de hermanos hicieron la comunión solemne, después de haber acudido a la primera reconciliación,

El arzobispo hizo énfasis en la homilía de que, a través de la comunión, nosotros no solo conmemoramos sino vivimos los frutos de la pasión y muerte del Señor.

El viernes por la tarde, el arzobispo llegó hasta la lejana comunidad de Sajsibán que, aunque territorialmente hace parte de Nebaj, por razones pastorales se encuentra unida a la parroquia de Chajul.

La visita del arzobispo tuvo inicio con la bendición de un hermoso salón que los hermanos han construido en la planta baja de la Iglesia.

Se trata de un salón de usos múltiples y de varios salones que podrán ser utilizados o para la catequesis o para otros fines que los hermanos vayan necesitando.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su compromiso y empeño de trabajo y les animó a seguir con el mismo entusiasmo en el trabajo pastoral y misionero.

Con ocasión de la visita del arzobispo y contando con la participación de una multitud de hermanos, se celebraron dos bodas y varias iniciaciones cristianas.

El arzobispo centro la homilía en subrayar la estrecha relación que existe entre el misterio de pasión, muerte y resurrección del Señor, la vida sacramental y la eficacia y actualidad de la Iglesia.

Los hermanos expresaron su gratitud y alegría por la visita del arzobispo y se mostraron muy animados a seguir adelante en el compromiso misionero que han emprendido desde los comienzos de la comunidad.

El viernes, al caer el día el arzobispo visitó la comunidad de la Perla de la parroquia de Los Bienaventurados Mártires de Chalul, de El Quiché.

Animó a los hermanos a mantenerse firmes en la fe y a hacer un verdadero esfuerzo por tratar de que el Evangelio se proclame en medio de todos aquellos que aún no han renovado su vida.

Los hermanos agradecieron la visita y expresaron su disponibilidad a intensificar su compromiso misionero.

El sábado quince por la mañana, con la participación de representantes de la mayoría de comunidades de Cunén y de las que existen en Sacapulas, se celebró el decanato del Centro de el Quiché, en el centro misionero de Cunén.

Los hermanos compartieron los diferentes logros que han tenido, entre los que destaca la construcción del templo, que está progresando y también la incorporación de algunas familias en unas de las comunidades.

El arzobispo impartió la formación y exhortó a los hermanos a trabajar intensamente en lograr que, efectivamente la acción misionera se desarrolle en forma sistemática.

También los hermanos hicieron preguntas sobre asuntos organizativos, a las que el arzobispo respondió, aclarando cuanto se le preguntó.

Los hermanos parecen estar contentos y el Padre Bernabé Mateo, encargado pastoral, les está apoyando en el caminar de la vida en el Espíritu Santo.

Después de la reunión del decanato de Cunén, el arzobispo visitó la comunidad de Cecilia, ubicada en la parte oriental del municipio, y en donde se encuentra un hermoso templo, que hace parte de la Iglesia.

El arzobispo animó a los hermanos a organizarse de una mejor manera, para lograr tener una presencia dinámica y un testimonio evangélico profundo.

Los hermanos se comprometieron a hacer lo posible por dar mayor impulso a su organización y una más profunda proyección misionera en las difentes acciones que van realizando.

El sábado 15, Mor Santiago Eduardo visitó la comunidad de Puente Chuatuj, del Municipio de Sacapulas, en la que se habían dado cita también hermanos de las comunidades de Tierra Caliente y de Suasité, del mismo municipio.

Con ocasión de la visita del arzobispo y en el marco de la liturgia de la Resurrección del Señor, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños.

Los padres de uno de los niños, también celebraron su matrimonio, para hacer eficaz el compromiso de educar en la fe con el testimonio a su hijo.

El arzobispo exhortó a los hermanos a prepararse interiormente para tener la experiencia viva de que el Señor resucite y se haga presente en sus vidas.

Los hermanos expresaron su gratitud por la visita y asumieron el compromiso de trabajar con mayor dedicación, especialmente en lo referente a la misión.

El domingo de resurrección, 16 de abril, Mor Santiago Eduardo presidió la solemne liturgia del día de la Resurrección dentro de cuya ceremonia, se administró el sacramento del orden presbiteral al diácono Julio Ortiz.

El arzobispo en la homilía recordó que el ministerio ordenado es lo que garantiza que la Iglesia viva no de recuerdos pasados o de testimonios escritos sino de la presencia viva del Señor Resucitado que, como hizo en los primeros tiempos, a través del Espíritu Santo, sigue dirigiendo la Iglesia y llenando con su poder a todos los creyentes.

También hizo énfasis en que la debilidad humana del ministro ordenado, solo puede ser suplida por la humildad y el reconocimiento del ser pecador, para que la gracia de Dios purifique y dé la capacidad de ser un sacramento vivo de la presencia del Reino en medio de la Iglesia.

El nuevo presbítero fue elegido por las comunidades de Uspantán, Chicamán, la Zona Reyna y Chamá Grande, para colaborar con el Padre Óscar Guardado en la administración pastoral de las diferentes parroquias y centros pastorales.

El neo-presbítero asumió el firme compromiso de identificarse existencialmente con el Señor, para que su ministerio sea realmente eficaz.

El domingo 16, después de la liturgia de ordenación presbiteral, el arzobispo administró la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de hermanos de la parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán.

Recordó a los hermanos que el sentido de esta ceremonia es el de confirmar en su fortaleza y en sus implicaciones la crismación que se recibió junto con el bautismo y que está destinada directamente al involucramiento en la misión que el Señor confió a los apóstoles y que se ha transmitido hasta nuestro tiempo.

Los jóvenes hicieron el compromiso de trabajar como auténticos misionero y de dar testimonio del Evangelio en todas partes y a todas las personas.

El domingo de la resurrección, al caer el día, el arzobispo presidió la celebración del decanato del occidente de El Quiché, en la parroquia de la Santísima Trinidad, Uspantán. Había delegados de las parroquias de Uspantán y de Chamá Grande y de los centros pastorales de Chicamán y la Zona Reyna.

Uno de los temas que se trató fue el horario en el que se celebrará en el futuro de Decanato, el cual tendrá lugar por horas de la mañana, para tener más tiempo y serenidad en su celebración.

Los hermanos presentaron los diferentes logros que han tenido en la vida de las comunidades, así como el Padre Óscar Guardado. También se presentaron los nuevos proyectos que se están desarrollando ante el hecho de que actualmente se contará con dos presbíteros en esa área pastoral.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar la renovación de las comunidades para que traten de ser fiel reflejo de las primeras comunidades cristianas.

El lunes 17 por la mañana, con una participación muy numerosa de hermanos, se celebró el decanato del sur de Alta Verapaz, en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán.

El arzobispo hizo la presentación de la formación, la cual fue traducida al idioma K'eqchí, para una mejor comprensión de los participantes.

Después los delegados hicieron numerosas preguntas al arzobispo, entre las que destacó el hecho de que los ministros de la comunión y quienes tienen cualquier ministerio dentro de la liturgia o celebraciones de la Palabra, deberían vestir la túnica blanca, como signo del sacerdocio bautismal, que es el que los capacita para la misión.

También se hizo énfasis en que los ministros de la comunión, al ser instituidos lo que reciben en la autorización para ejercer un ministerio que está ligado al sacerdocio bautismal y, por lo mismo están sujetos y al servicio de la comunidad que les elige. El cargo dura tanto cuanto se considera necesario y, aunque puede prolongarse durante varios años, la autorización para ejercerlo debe ser renovada periódicamente.

El lunes 17 por la tarde, en el templo Santa María de Nazareth de la aldea Tomtem, se celebró la Divina Liturgia de renovación de los compromisos presbiterales de los presbíteros de la Vicaría del Norte.

Todos los presbíteros participaron en la ceremonia.

Además, se realizó la renovación de la autorización para el ejercicio de ministros de la comunión y se instituyeron dos nuevos ministros para servicio de dos comunidades.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en el sentido del ministerio ordenado, así como en la urgencia de que, para ejercerlo con eficacia, se tenga una comunión constante con el Señor, de manera que en todas las actitudes se pueda reflejar al mismo Señor Resucitado, que elige para el ministerio.

El lunes 17 por el resto de la tarde y por la noche se celebró la reunión del presbiterio que ejerce el ministerio en la vicaría del Norte de Guatemala, así como de los Epesistas que están ejercitando el diaconado en la vicaría.

El ambiente de la reunión fue sumamente positivo y se vivió un auténtico espíritu de serenidad, de alegría y de profunda comunión entre todos.

Se expuso cuál es la situación de cada una de las zonas pastorales. En general no se mencionaron problemas especiales, con excepción de algunos problemas sobre la ubicación del presbítero de la parroquia Exaltación del Señor.

El arzobispo insistió en la urgencia de implementar en todos los lugares la pastoral infantil y juvenil, siguiendo las directrices que se han emanado.

La próxima reunión del presbiterio se celebrará el 10 de agosto, tomando en cuenta que el 4 de julio se tendrá la reunión general del presbiterio en el Seminario de San Lucas Sacatepéquez.

El martes 18 de abril, con una buena participación de hermanos, se tuvo el decanato del departamento de El Petén, en el Centro Cultural de Sayajché, Petén.

El arzobispo impartió la formación que estaba preparada y exhortó a los hermanos a hacer un esfuerzo activo en implementar las directrices que se dieron sobre la vida y organización de las comunidades, así como sobre la pastoral infantil y juvenil.

Los hermanos presentaron la situación de las parroquias y centros pastorales. Se recibió una nueva comunidad en un área colindante con el Departamento de Izabal. Además se hizo el compromiso de intensificar el trabajo de testimonio misionero.

El Padre Marco Antonio Xumux explicó cómo se está trabajando en el área y los proyectos de crecimiento que se tienen para el presente año.

El martes 18, hacia el medio día, el arzobispo visitó la sede parroquial de la Parroquia de San Fernando en Sayajché, El Petén.

Los hermanos han terminado la construcción de las paredes del templo parroquial, sin embargo, aún tienen pendiente la construcción del techo y los acabados del templo, por lo que se encuentran todavía en el templo provisional.

El arzobispo animó a los hermanos a profundizar en la experiencia de la presencia viva del Señor resucitado y en trabajar para que el don del Espíritu Santo que se ha recibido, sea operante en la vida de cada fiel y produzca abundantes frutos.

Los hermanos también expresaron su disponibilidad para trabajar con mayor entusiasmo en la organización de las comunidades y de la parroquia y en el testimonio misionero.

El martes 18 por la tarde, el arzobispo, junto al padre Marco Antonio Xumux visitó la comunidad de La Linterna Dos, la cual aunque es parte de Chisec, eclesialmente pertenece a la parroquia de San Fernado, Sayajché.

Los hermanos habían preparado la celebración de iniciaciones cristianas, así como de confirmaciones y envío misionero para un grupo de hermanos.

El arzobispo hizo énfasis en el carácter actual que tiene el hecho de la resurrección y exhortó a los hermanos a que teniendo la experiencia de la presencia viva del Señor resucitado en sus vidas, se lance a trabajar en el testimonio misionero, como hicieron los primeros cristianos.

Los hermanos expresaron su disponibilidad al compromiso. Estuvo presente en la celebración también el diácono Juan Arcado Cuc, miembro de esta comunidad y quien hace poco retornó de la formación en Damasco y entonces pasaba algunos días de vacaciones con sus padres.

El miércoles 19, en el Centro Misionero de Veracruz, Ixcán, se celebró el Decanato del Norte de El Quiché, que abarca el municipio de Ixcán.

Asistieron numerosos hermanos, procedentes de la mayoría de las comunidades que hay en el Ixcán.

El arzobispo presentó la formación y luego respondió ampliamente a diferentes interrogantes y cuestiones que fueron planteadas por los hermanos acerca de diferentes temas.

Los padre Robinson y Jesús, quienes trabajan pastoralmente en el área, explicaron la forma como se está trabajando y los representantes de las comunidades presentaron la situación de sus comunidades.

El arzobispo les animó a todos a seguir trabajando, cada vez con mayor entusiasmo en la misión, en la organización de las comunidades y en la vida en el Espíritu Santo.

El miércoles 19, después del medio día, a pesar de los contratiempos producidos por desperfectos en el vehículo del arzobispo, visitó la comunidad de Santa María de Candelaria en el Ixcán.

Esta comunidad, formada prevalentemente por hermanos venidos de Chiantla, cuenta con un pequeño templo y pocos miembros que, sin embargo, han comenzado a animarse y a crecer.

Durante la celebración el arzobispo animó a los hermanos a abrirse a tener una fuerte experiencia de la presencia viva del Señor resucitado, para dejar que transforme la vida y que se tenga la capacidad de ejercer una proyección misionera con abundantes frutos y crecimiento.

El 19 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Xalbal, de Ixcán.

Con ocasión de la visita se administró la confirmación y el envío misionero a una serie de hermanos, incluyendo algunos que tienen un papel de dirigencia en la comunidad. El arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse de forma más sistemática en el anuncio del Evangelio y a no quedarse contentos con esperar a que los hermanos se acerquen a la Iglesia por diferentes necesidades.

También se hizo la institución de tres ministros de la comunión, los cuales ejercerán el ministerio de tres comunidades diferentes de las parroquias de Ixcán.

El jueves 20, los desperfectos mecánicos que sufrió e vehículo del arzobispo hicieron que se tuviera que alterar la agenda que se tenía establecida.

De hecho, el arzobispo solo pudo tener un breve decanato en el Centro Parroquial de Chisec, habiendo impartido sumariamente la formación y escuchado reportes de las parroquias de Chisec y Raxruhá.

Las comunidades de Semuy I y de Río Palmera no pudieron ser visitadas por Mor Santiago Eduardo, el cual tuvo que ser representado por el párroco local, padre Óscar Carranza.

Con esta actividad terminaron los quince días de misión que había emprendido el arzobispo visitando la catedral de San Juan Comalapa, para la reunión con el presbiterio y la misa presbiteral y que le llevó a la mayor parte de decanatos de Guatemala.

El balance del viaje misionero es muy positivo.

En todas partes has sentido de pertenencia, hay humildad y entusiasmo y se mantiene un ssotenido crecimiento.