El domingo primero por la mañana, el arzobispo visitó la comunidad de Chico, el Centro Pastoral del Verbo Encarnado de Santa Bárbara, Huehuetenango.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a esforzarse por dar testimonio de la vida nueva que llevan, a través de las acciones específicas, entre las que tiene que sobresalir la humildad, el amor, la misericordia y el testimonio del Evangelio hacia los que aún no han renovado la vida. También hizo énfasis en que, es importante no confiarse simplemente de las apariencias, pues pueden engañar y llevar al error.

Animó a los hermanos a intensificar el compromiso y proyección misionera.

Debido a las circunstancias climáticas, el arzobispo no pudo cumplir la visita que se tenía programada para la comunidad de El Carbonero, también del mismo municipio, pues el camino de acceso ordinario se encuentra colapsado.

Mor Santiago Eduardo realizó la visita pastoral de la Vicaría de San Pedro y San Pablo de Colombia, del 5 al 9 de octubre.

La visita inició en la Parroquia de la Sagrada Familia de Bogotá, poco tiempo después de su llegada a Colombia.

El padre Javier Montaña es el encargado de la parroquia y llevó al arzobispo hasta la parroquia, después de recibirle en el aeropuerto.

Durante los dos últimos años, la parroquia se ha consolidado en su identidad y ha crecido en el número de fieles.

Dentro de la ceremonia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres personas y ocho recibieron la confirmación y el envío misionero.

El 5 por la noche, después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo tuvo durante largo tiempo, la oportunidad de encontrarse con servidores de la parroquia de la Sagrada Familia, de Santa Rita de Bogotá.

Entre las conclusiones que se sacaron del diálogo estuvieron:

1. La urgencia de organizar un consejo pastoral que apoye al padre Javier y que ayude a impulsar el crecimiento de la parroquia.

2. La importancia de ir organizando progresivamente la vida litúrgica y catequética, con la participación del mayor número de hermanos.

3. La importancia de tratar de implementar diversas instancias de pastoral, para poder cumplir la misión que el Señor nos ha confiado y que debe caracterizar cada parroquia.

El 6, hacia el medio día, el arzobispo tuvo la oportunidad de tener un encuentro con el Padre Jorge Bustamante, encargado de la conferencia episcopal de Colombia, para el Ecumenismo y la relación con las Iglesias.

El diálogo fue muy psoitivo y fructuoso, habiéndose tratado puntos referentes a la historia y el desarrollo de nuestra Iglesia, así como a la presencia de la Iglesia en Colombia.

El Padre Bustamante expresó su interés para que el Padre Javier, quien es el representante legal de la Iglesia y el único que, por el momento, reside en el área de Bogotá, participe en los diferentes encuentros que se tienen mensualmente, para promover el diálogo y comunicación entre las Iglesias.

El arzobispo mostró su beneplácito ante esta iniciativa.

Al final, presentó al padre un calendario y la agenda para 2018, de la Arquidiócesis de Centro América.

El viernes 6, después del medio día, y luego de haber participado en un encuentro entre las autoridades de la Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior de Colombia y los representantes de las diferentes Iglesias presentes en Colombia, Mor Santiago Eduardo tuvo un breve encuentro con la Doctora Lorena Ríos, Directora de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior.

El tema central que se abordó fue el reconocimiento de la Personería Jurídica de la Iglesia en Colombia, para lo cual se estipularon ciertos pasos que se deberán dar a la mayor brevedad, para alcanzar la meta deseada.

El viernes por la noche, el arzobispo llegó hasta el aeropuerto que sirve a la ciudad de Medellín, para luego ser trasladado hasta la sede provisional de la parroquia de Itagüi, Antioquia, Colombia.

A recibirlo estuvieron el Padre Rafael Castillo, Vicario para Colombia y el Padre Mario Calderón, junto a un fiel de la parroquia.

Al llegar a Itagüi los presbíteros y diáconos de la Vicaría y aquellos que están en proceso de admisión, recibieron al arzobispo de una forma muy cordial.

El arzobispo les hizo entrega de algunas de las cosas que había llevado desde Guatemala, y de allí se trasladaron hacia una finca en el área de Santa Fe de Antioquia, Colombia.

El sábado 7 por la mañana, el arzobispo presidió un encuentro de oración y de formación litúrgica con los presbíteros y diáconos de la Vicaría de San Pedro y San Pablo, de Colombia, en una finca en el área de Santa Fe de Antioquia.

El arzobispo explicó el sentido de diferentes símbolos y usos litúrgicos y también respondió a numerosas cuestiones que le fueron planteadas.

Se oraron los laudes en forma comunitaria y se tuvo también un breve momento de intercambio espiritual.

Desde la noche del 6 y luego durante la primera parte de la mañana del 7, cada uno de los presbíteros, de los candidatos a ser admitidos, de los diáconos y seminaristas de la Vicaría de San Pedro y San Pablo de Colombia, tuvo un encuentro personal con el arzobispo.

Se trató de un encuentro de conocimiento, en el que el arzobispo escuchó a cada uno de los hermanos y trató de responder a sus inquietudes, de la forma más adecuada, dentro de la situación personal de ellos y los requerimientos eclesiásticos de la Arquidiócesis y de la Vicaría de Colombia.

Se trató de un tiempo de intercambio franco y muy fructuoso.

Al final del mismo se tuvo la impresión de que cada quien se encontraba satisfecho y con el entusiasmo de seguir adelante con mayor fidelidad y compromiso.

Hacia media mañana, el Padre Rafael y el Padre Mario, coordinaron la presentación de un informe muy interesante acerca de la marcha de cada una de las 16 comunidades y parroquias, formadas o en proceso de formación con las que cuenta la Vicaría.

Se pudo notar la dedicación con la que se está trabajando, así como el entusiasmo que se tiene en consolidar la identidad de la Iglesia y tener una proyección misionera consistente.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su trabajo y les animó a seguir adelante con todo lo que se ha emprendido, especialmente haciendo énfasis en la identidad de la Iglesia y en la formación de comunidades que efectivamente respondan a la identidad y misión que tenemos.

Hacia el medio día, el arzobispo tuvo una formación pastoral con los presbíteros, diáconos y aspirantes de la Vicaría de Colombia, centrada en torno a la pastoral.

Respondió a diferentes preguntas e hizo énfasis en ciertos aspectos que se pueden resumir de la siguiente manera:

1. Urgencia de organizar consejos pastorales en cada una de las comunidades, con vistas a estructurarlas y darles consistencia desde todo punto de vista.

2. Urgencia de impulsar la ministerialización y la participación en todas las dimensiones, particularmente en todo lo que se refiera a la vida litúrgica y catequética.

3. Impulsar y organizar procesos espirituales y misioneros que tiendan a incrementar el número de integrantes y a consolidar la identidad y el sentido de pertenencia de todos los miembros.

4. Hacer énfasis en todo lo referente a la pastoral infantil y juvenil, como mecanismo para garantizar el crecimiento y el futuro de la presencia de la Iglesia.

Todos los participantes respondieron muy positivamente a la presentación del arzobispo y asumieron el compromiso de implementar cuanto les fue compartido.

El sábado por la tarde, el arzobispo, acompañado por los padres y diáconos, visitó la comunidad de San Jerónimo de Antioquia, Colombia.

Debido que los miembros de la comunidad se encuentran ocupados en multitud de acividades relacionadas con sus compromisos laborales, el encuentro se limitó únicamente a los servidores y representantes de la comunidad.

Durante la celebración el arzobispo animó a los hermanos a tratar de consolidar la fe, la identidad y el sentido de pertenencia de cada uno de los miembros de la comunidad, así como a emprender procesos de evangelización y misiones que puedan dar a conocer la realidad de la iglesia y animen a la conversión a más personas.

El domingo 8 por la mañana, el arzobispo tuvo una breve reunión conclusiva con los Padre y diáconos de la Vicaría de Colombia, en la parte posterior del lugar en donde temporalmente tiene su sede la parroquia de Itagüi.

Ante todo, el arzobispo les agradeció su participación en las actividades de ese día, pues, a pesar de la distancia y de que algunos tuvieran que viajar hasta dos días, todos estaban presentes y con mucho entusiasmo.ç

Les animó a hacer un énfasis particular en la profundización de la identidad de la fe y de todos los aspectos relacionados con la Iglesia Siro-Ortodoxa y a formar comunidades que estuvieran totalmente definidas y claras en su identidad.

También les reafirmó el hecho de que en Colombia y en Venezuela son los únicos lugares en los que la Arquidiócesis de Centro América tiene misiones y que, en el presente quedaron suspendidos cualquier tipo de diálogos o de comunión espiritual con cualquier organización eclesial, fuera de lo que se esté haciendo directamente a través de las Vicarías de Colombia y Venezuela. Esto para consolidar lo que existe, para profundizar en la identidad y para evitar que comunicaciones informales den lugar a la usurpación de calidad o de identidad que, desgraciadamente se ha tenido en ciertos casos.

El arzobispo también animó a los hermanos a implementar con radicalidad y celeridad todas las instrucciones que fueron dadas en la formación pastoral que se impartió.

También hizo énfasis en la necesidad de la consolidación e implementación del sacramentario Siro-Ortodoxo de Rito Occidental, debidamente aprobado para nuestra Arquidiócesis.

El domingo, al final de la mañana, el arzobispo, presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la sede provisional de la Parroquia de Itagüi.

Se contó con una numerosa participación de fieles, que ocupó todos los espacios posibles e incluso tuvo que permanecer, parte de ellos en la calle.

Durante la homilía el arzobispo recordó el privilegio especial que significa el haber recibido la elección del Señor de convertirnos en retoño de la Iglesia primitiva, más cercana al Señor y los apóstoles.

Sin embargo, también insistió en lo fundamental que es el esforzarse por producir todos los frutos que el Señor espera de nosotros, pues, para eso, precisamente nos ha elegido.

Agradeción al Padre Rafael, párroco local y Vicario en Colombia, todo el trabajo que está realizando y le animó, junto con los fieles, a esforzarse por organizar, cada vez de una forma mejor, toda la vida de la parroquia y su proyección misionera.

Después de la celebración de la liturgia, el arzobispo tuvo un encuentro de diálogo y formación con numerosos miemberos de la parroquia de Itagüi.

Durante el encuentro, explicó aspectos fundamentales de la historia, organización y vida de la Santa Iglesia y también respondió a numerosas preguntas que le fueron propuestas, sobre diferentes tópicos.

El encuentro transcurrió en un ambiente de alegría, sinceridad y participación.

El domingo 8 por la tarde, el arzobispo llegó hasta las intalaciones de la nueva parroquia, que está en proceso de construcción, dedicada a San Andrés, en el barrio de Iquía, del Municipio Bello, de la zona metropolitana de Medellín.

La comunidad ha sido fundada y organizada por el Padre Mario Calderón que, igualmente ha logrado organizar otra serie de comunidades y está trabajando con gran entusiasmo en el crecimiento de la Iglesia.

Dentro del marco de la celebración se confirió el órden menor de Lector a los diáconos: Felipe Herrera Pupiales, para ejercer en la zona cercana a Bogotá; al diácono Óscar Stecen Tavera, para Cali; Walter y Weimar, para el área de Itagüi.

Durante la homilía el arzobispo felicitó a todos por los avances que han tenido en la obra que están realizando y les animó a seguir trabajando con el mismo entusiasmo y dando frutos abundantes.

Después de la celebración de la Liturgia, el arzobispo tuvo la oportunidad de encontrarse con muchos de los hermanos de la comunidad.

Algunos se acercaron con necesidad de oraciones y bendiciones por diferentes causas. Otros vinieron para pedir consejos y otros simplemente para saludar.

Al final de los encuentros independientes, el padre Mario Calderón presentó al arzobispo a los hermanos que han estado colaborando intensamente en el proceso de construcción y de organización pastoral y catequética, así como a quienes donaron el terreno, en donde se está construyendo el templo.

El arzobispo agradeción al padre y a los hermanos el trabajo eficaz y generoso que han hecho y les animó a seguir adelante con el mismo empeño con el que ha venido respondiendo.

El viernes 13 de octubre, Mor Santiago llegó hasta Valencia, Venezuela, procedente de Guatemala y le recibieron en el aeropuerto los padres José Raoberto Aguirre y Franklin.

Inmediatamente emprendieron camino hacia Socopó, del Estado de Barinas, en donde el arzobispo comenzó las actividades pastorales el sábado 14, con un encuentro de diálogo y formación con fieles de la parroquia de Santa María del Monte Carmelo, de Socopó, Barinas, Venezuelas.

Durante el diálogo los hermanos propusieron diferentes interrogantes sobre la historia y la identidad de la Iglesia, a las cuales el arzobispo fue respondiendo ampliamente.

Los hermanos se mostraron muy complacidos del encuentra y de las aclaraciones y explicaciones que les diera el arzobispo, durante más de una hora.

Hacia el final de la mañana, Mor Santiago Eduardo celebró, junto a los padres José Roberto y Franklin, la Divina Liturgia en el templo en construcción de la parroquia de Santa María del Monte Carmelo, de Socopó, Barinas.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en la dicha de ser parte de la Iglesia Primitiva Apostólica y de lo esencial que a ese privilegio, se corresponda tratando de responder con la misma entrega y fidelidad con la que los hizo la Virgen María y los mismos apóstoles.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho en la celebración.

Al final el Padre Franklin, en nombre de toda la comunidad, agradeció la visita del arzobispo.

Después del medio día, el arzobispo presidió una reunión con los miembros del Consejo Pastoral de la Parroquia de Santa María del Monte Carmelo de Socopó.

Los hermanos se presentaron en sus diferentes cargos e hicieron una evaluación del proceso que ha seguido la parroquia, hasta el momento de incorporarse en la Santa Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía.

El arzobispo hizo también énfasis en una serie de elementos en los que se espera que se trabaje con entusiasmo, para ir profundizando en la identidad de la Iglesia y cumpliendo la misión que el Señor nos ha confiado.

Entre los elementos que mencionó, están la urgencia de organizar adecuadamente los diferentes tipos de pastoral dentro de la parroquia, así como la catequesis y los diferentes aspectos de la Liturgia y la proyección misionera.

La parroquia está compuesta por cuatro comunidades, reconociendo como central la de Santa María del Monte Carmelo. Entre las otras comunidades está la del Divino Niño, la de Nula y otra en un área cercana.

La visita pastoral del arzobispo al Estado Barinas concluyó con un breve convivio fraternal con algunos servidores y miembros de la parroquia de Santa María del Monte Carmelo.

Los hermanos tuvieron la oportunidad de compartir con el arzobispo y de agradecer la visita que hizo, manifestando su confianza de que pronto se pueda hacer otra visita.

El arzobispo, por su parte, agradeción la acogida que le dieron, les impartió la bendición y les animó a seguir con entusiasmo renovado, tratando de cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El sábado 14 por la noche, llegó el arzobispo al Estado Postuguesa, para hacer visita de las comunidades de San Rafael de Onoto, Agua Blanca y Acarigua.

El recibiento del arzobispo se realizó en la comunidad de El Hijito, en donde hay una sólida comunidad y en la que, desgraciadamente no se podrá celebrar el domingo la liturgia, debido a la celebración de Elecciones Gobernatoriales en Venezuela.

El arzobispo agradeció la acogida que le dieron y les animó a seguir adelante en el proceso que ha iniciado, tratando de vivir como auténticos misioneros, renovados internamente por la acción del Espíritu Santo.

El domingo 15 de octubre, como parte de la visita pastoral a la Vicaría de Venezuela, Mor Santiago Eduardo, llegó hasta la parroquia de San José, en San Rafael de Onoto, Estado Portuguesa, Venezuela.

Al ingreso de la población, un grupo de fieles le dio la bienvenida al arzobispo, con diferentes muestras de aprecio.

Desde el lugar en que se hizo el recibimiento, se tuvo una caminata hasta el luegar en el que se celebró la Divina Liturgia, en medio de cantos.

A la llegada al lugar de la celebración de la Liturgia, el arzobispo fue saludado por otros fieles y se hizo un acto de bienvenida por tres niñas, vestidas con trajes típicos de la región.

El domingo quince de junio, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, con representantes de las diferentes comunidades que forman la parroquia de San José, San Rafael de Onoto.

Debido a que en ese día se celebraron elecciones, muchos de los hermanos no pudieron participar, pues tenían diversos encargos ciudadanos.

Sin embargo, la participación fue numerosa y lleva de alegría de piedad.

Dentro del marco de la celebración, el arzobispo administró la confirmación y el envío misionero a un niño y una niña hizo la comunión solemne y la primera reconciliación.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en la importancia de aceptar de corazón la invitación que hace el Señor a participar en su Reino y de la disponibilidad que se debe tener a llamar a todos aquellos que el Señor está invitando a su Reino.

Los padre José Roberto Aguirre Lima y Dorángel, concelebraron con el arzobispo, siendo ellos, encargados pastorales de la parroquia y toda la región pastoral de Portuguesa.

La ceremonia transcurrió en un ambiente festivo y de profunda espiritualidad.

Después de la celebración de la Liturgia, el arzobispo tuvo un encuentro de formación con representantes de la parroquia y feligreses.

Los hermanos tuvieron la oportunidad de hacer diversas preguntas, que fueron respondidas por el arzobispo.

El arzobispo recordó a los hermanos las raíces e identidad de la Iglesia y les exhortó a orientar su compromiso de fe y de participación eclesial, tratando de impulsar la organización de las comunidades y parroquias y tratando de desarrollar la pastoral infantil, juvenil, misionera, catequética y litúrgica.

Los hermanos expresaron su disponibilidad a acoger la invitación.

Ahora corresponderá a los Padre José Roberto Aguirre Lima Y Dorángel, tratar de coordinar todos los esfuerzos, pues ellos son los responsables pastorales del área.

Después del medio día, en un ambiente de alegría y profunda fraternidad, se tuvo un sencillo convivio con los participantes a la Liturgia y la formación, de la parroquia de San José.

Los hermanos aprovecharon para saludar personalmente al arzobispo y pedirle la bendición.

También todos expresaron su alegría por la visita y agradecieron al arzobispo.

El domingo 15 por la tarde, en el centro de eventos La Carreta, se reunión la comunidad de Acarigua, para participar en la celebración de la Divina Liturgia.

La situación particular que se vivía en esa jornada, impidió que todos los hermanos pudieran participar en la celebración, sin embargo se contó con una buena presencia.

El arzobispo animó a los hermanos a comprometerse con mayor radical en el testimonio misionero y en la organización de la comunidad.

Antes de la celebración, el arzobispo tuvo la oportunidad de encontrarse con la hermana y los sobrinos del diácono Luís Carlos Linares, quien realiza sus estudios en el Seminario de Guatemala.

Después de la celebración de la Divina Liturgia, el arzobispo tuvo un encuentro con los fieles, para responder a diversas preguntas que se tenían.

Los hermanos participaron muy activamente y se estableción un diálogo muy positivo.

También los hermanos agradecieron al arzobispo por su visita y manifestaron su disponibilidad a comprometerse con mayor radicalidad en el impulso y organización de la misión.

El lunes 16, al final de la visita pastoral del arzobispo a la Vicaría de Venezuela, tuvo una reunión con el Vicario y el Secretario de la Vicaría, para evaluar los diferentes aspectos de la visita y puntualizar las recomendaciones que resultaron de la visita.

En general, se concluyó que la visita fue muy positiva y puede considerarse exitosa, a pesar de los condicionamientos impuestos por el momento especial en el que la misma se realizó.

Se llegó a establecer que los presbíteros y diáconos que estén adscritos y con facultades ministeriales dentro de la vicaría, tendrán reuniones trimestrales para implementar las recomendaciones emanadas por el arzobispo, hacer una evaluación de la marcha de los procesos que se han establecido y proyectar el desarrollo de la misión.

Actualmente, en la Vicaría se cuenta con el Padre Roberto, incardinado a la arquidiócesis y Vicario de la Vicaría y con los padres Dorángel, secretario de la Vicaría y responsable de comunidades en el área de Portuguesa y Barlovento, así como el Padre Franklyn, responsable de la parroquia de Santa María del Monte Carmelo, Socopó, Barinas. Estos presbíteros, miembros de la Iglesia, gozan de las facultades ministeriales para la atención de las comunidades que atienden. Se tienen diálogos también con otros diáconos, tendientes a que puedan ejercer el ministerio dentro de la Vicaría.

La mayor presencia de la Arquidiócesis está en el Estado Portuguesa, con decenas de comunidades y miles de fieles. En Barinas se cuenta con cuatro comunidades y algún centenar de fieles. En el área de Barlovento, con unas decenas de fieles.

Se asumió como prioridades de la Vicaría la organización y estructuración de las comunidades y parroquias, así como la implementación de las pastorales infantil, juvenil, misionera, catequética y litúrgica.