El sábado trece, el arzobispo, acompañado por seminaristas y misioneros, emprendió una peregrinación hacia la cima del volcán Acatenango.

Se trataba de orar, dando gracias por los ejercicios espirituales del presbiterio y pidiendo para que cuanto fue abordado en los ejercicios y las instrucciones, pueda trasladarse en actitudes de vida y compromisos pastorales, capaces de permitir que cumplamos la misión que el Señor nos ha confiado.

A pesar del intenso frio que hubo, la vista era espléndida y la experiencia de la naturaleza y de la presencia de Dios muy profunda.

El domingo por la mañana, en la Ciudad de Antigua Guatemala, Mor Santiago Eduardo presidió la Divina Liturgia de acción de gracias por los ochenta años de Doma Emperatriz de Carías.

Ella, junto a su familia, no solamente son miembros fieles de la Iglesia sino con bienhechores, habiéndolo mostrado especialmente con el Padre Gildardo, a quien prácticamente adoptaron como familiar y apoyaron a lo largo de toda su enfermedad, hasta que el Señor lo llevó a la plenitud de su presencia.

El domingo catorce después del mediodía, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, el arzobispo presidió la Santa Misa de acción de gracias y sufragio, en memoria de los ochenta y nueve años que habría cumplido su madre.

Es tradición que, en el domingo más cercano al doce de enero, fecha del cumpleaños, la familia del arzobispo presente en Guatemala llega al seminario para la Liturgia y luego se tiene un convivio. Esta tradición comenzó en el año 2004 y se ha prolongado hasta el presente.

La celebración transcurrió en un ambiente de profunda espiritualidad y armonía.

El lunes 15 por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del Decanato de Petén, en la sede de la comunidad de Sayajché, Petén.

A pesar de las dificultades de transporte, participaron numerosos hermanos en la reunión.

El arzobispo impartió la formación preparada sobre el testimonio cristiano.

Al final, los representantes de las diferentes parroquias y centros pastorales hicieron el balance de la marcha de las comunidades durante los tres últimos meses, al igual que el padre Marco Antonio Xumux, encargado pastoral del área.

Se nota crecimiento en varias comunidades, aunque, como resaltó el arzobispo, es urgente acentuar más la organización de las comunidades y la proyección misionera.

El lunes 15 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la lejana comunidad de Manantialito, ubicada en dirección de El Naranjo, del municipio de La Libertad.

Los hermanos han estado consolidando la comunidad y la proyección misionera, habiendo logrado un sostenido crecimiento, con respecto a la primera visita que hiciera el arzobispo hace algún tiempo.

Con ocasión de la visita, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a varios niños y la confirmación a otro grupo de hermanos.

Hace algunos meses, dio inicio la comunidad de San Benito, Petén.

Se reúnen en casa del Hermano Mairo, responsable de la comunidad, sin embargo, están dando los pasos necesarios para adquirir un terreno y construir el templo.

El arzobispo felicitó a los hermanos por el esfuerzo y los avances que han tenido y les animó a seguir incansables en la organización de la comunidad y en la proyección misionera.

Con ocasión de la celebración de la Divina Liturgia, dos hermanos de la comunidad de Santa Ana, recibieron la confirmación y cuatro hermanas de la comunidad de San Benito hicieron la comunión solemne.

El martes 16, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia de Chisec, para presidir la celebración del Decanato del Norte de Alta Verapaz.

Por primera vez la reunión se celebró en el área del salón comunitario que está en proceso de construirse.

Participaron hermanos de las parroquias de Chisec y de la de Raxruhá-Fray Bartolomé de las Casas.

Los hermanos se mostraron muy interesados en la formación y se comprometieron a hacer los esfuerzos necesarios para que se organice mejor la vida interna de las comunidades y su proyección misionera.

Participaron los padres Gustavo Pineda y Óscar Carranza, párrocos en la región.

El martes por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Erial del Pilar de Fray Bartolomé de las Casas.

La razón principal de la presencia fue hacer la bendición del templo hermoso que ha logrado construir la comunidad.

Desde antes de la aldea, hermanos, con banda musical y danzas, dieron la bienvenida al arzobispo.

Una vez llegados al templo, el arzobispo hizo las oraciones de bendición, roció el templo con agua bendita y luego hizo la incensación.

El arzobispo felicitó a los hermanos por los esfuerzos que han hecho y les animó a seguir adelante con el mismo entusiasmo con que lo han hecho hasta el presente.

Después de la bendición del templo, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia de acción de gracias, por la construcción del templo.

Se oró especialmente por todos los bienhechores que ayudaron a la construcción del templo.

El arzobispo, además de felicitar a los hermanos por los esfuerzos que han hecho, les animó a seguir adelante, aún con mayor intensidad, en la proyección misionera, para poder promover la renovación y la llegada del Reino de Dios a todos los habitantes de la comunidad y también de las comunidades vecinas.

El martes por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en la sede de la parroquia de la Exaltación del Señor, de Yalicoc, Raxruhá.

Se dio gracias y se oró, especialmente por un hermano que estaba cumpliendo noventa años.

El Padre Gustavo, párroco local, acompañó al arzobispo en la celebración.

El arzobispo animó a los hermanos a tomar conciencia que el ser parroquia implica, no un privilegio sino una responsabilidad de cumplir con el anuncio del Evangelio a todos los que aún no han renovado su vida y, por lo mismo, les instó a que intensifiquen el compromiso y la proyección misionera.

El miércoles 17, por la mañana, en la sede del Centro Misionero de Veracruz, Ixcán, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración del Decanato de esa región.

Participaron los padres Rovinson Cumes y Jesús Silvestre, encargados parroquiales de la zona.

Los hermanos compartieron cuáles son los diferentes logros que han tenido y el arzobispo impartió la formación preparada.

Al final de la reunión, el arzobispo animó a los hermanos a tratar de poner en práctica lo enseñado, a través de la organización más sistemática e integral de toda la pastoral.

El 17 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Victoria Veinte de enero, para presidir la celebración de la liturgia de acción de gracias por cumplir veinticinco años de la fundación de la comunidad civil.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir intensamente dando gracias al Señor por todos los beneficios recibidos a lo largo de los años y les instó a que impulsen aún con mayor intensidad la proyección misionera.

La visita del arzobispo al área del Ixcán concluyó con la visita de la comunidad de El Triunfo que, aunque se encuentra en área de Cobán, pastoralmente hace parte de la zona de Ixcán.

Los hermanos, en su gran mayoría provienen de la zona de San Rafel La Independencia, aunque hay algunos originarios de Cobán y de diferentes zonas de Baja Verapaz.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir trabajando con entusiasmo en el testimonio del Evangelio y a tratar, también de dejar que el Reino de Dios, vaya creciendo en profundidad y en frutos dentro de cada uno de ellos.

El jueves 18, por la mañana, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración del decanato del Sur de Alta Verapaz, en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán.

Participaron en el decanato los Padre Fredy González, Gustavo Pineda y Alexander Mendoza y, en el último momento, el padre Óscar Carranza.

La participación de los hermanos fue muy numerosa, habiendo tenido que quedar algunos afuera de la capilla en la que se celebró.

El arzobispo impartió la formación, los hermanos hicieron diferentes preguntas, se hicieron traducciones al idioma k’ekchí y se mostró un profundo interés por la vida y crecimiento de la Iglesia

Al mediodía del jueves 18, con la participación de doce presbíteros, todos los de la Vicaría del Norte, menos uno y tres de la Vicaría de Huehuetenango, el arzobispo presidió la celebración de la ordenación presbiteral del diácono Alexander Mendoza, quien está destinado para ejercer el ministerio en esa área geográfica. El sub-diácono Julio César Carranza ha tenido que suspender temporalmente el proceso de ordenación, por razones de salud.

El arzobispo recordó cuáles son las actitudes y las virtudes fundamentales que deben caracterizar al presbítero.

La ceremonia se desarrolló con profunda sencillez, pero en un ambiente de mucha espiritualidad y de gran paz.

En el marco de la celebración, también se instituyó ministros de la comunión a 14 servidores procedentes del área de Senahú, en donde la presencia de la Iglesia se está consolidando fuertemente.

El jueves 18 al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Camcal, de Cobán Alta Verapaz, para presidir la Divina Liturgia y administrar la confirmación y el envío misionero a numerosos hermanos procedentes de esa comunidad y de la de Esmeraldas, ambas de la parroquia cuya sede se encuentra en Balbatzul.

El arzobispo felicitó a los hermanos por los progresos que han hecho en la vida de la comunidad y les animó a intensificar el compromiso misionero, para poder cumplir fielmente la misión que el Señor nos ha confiado.

El sábado 20, después del mediodía, el arzobispo impartió la formación en la Escuela de Teología Santiago Baradeo.

Con esta formación, se concluyó la primera unidad académica, de un programa que está destinado a tardar varios años. Los progresos que se pueden hacer son mínimos, dada la limitante de la formación y el tiempo de los alumnos.

Se acordó que, para iniciar la segunda unidad académica, durante tres meses, la formación se centrará en torno a cómo se debe presidir una comunidad, en ausencia del presbítero.

A pesar del pequeño número de estudiantes, se está suscitando interés de parte de otros hermanos. Se tiene la esperanza que eso ayude a la consolidación de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles.

El sábado veinte a media tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Nueva Vida, de la Parroquia de San Miguel.

Los hermanos aún, no han logrado estabilizarse plenamente pues, el nuevo local en el que se encuentran, no llena los requisitos mínimos para el funcionamiento de la comunidad.

Sin embargo, todos se encuentran con gran entusiasmo y están dispuestos a seguir perseverando y a buscar nuevas estrategias para el crecimiento de la comunidad y para el cumplimiento de la misión que se ha recibido.

El sábado por la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey, para presidir la celebración de la Divina Liturgia.

La comunidad se encuentra muy animada pues sigue experimentando un crecimiento sostenido.

El arzobispo animó a los hermanos a comprometerse en la vivencia del Evangelio con radicalidad, independientemente de los comentarios y ataques que se puedan recibir.

A la luz de las lecturas del día, el arzobispo subrayó los aspectos paradójicos y desafiantes que implica la fe y el seguimiento del Señor en el mundo.

El sábado 20, dentro del marco de una vigilia, Mor Santiago Eduardo llegó hasta el Ministerio de El Pescador, para presidir la celebración de la Divina Liturgia.

Dentro del marco de la celebración, fue renovado como Ministro para la Distribución de la Comunión, el hermano León Velásquez y se le impusieron las vestiduras propias de quien ayuda al servicio del altar.

El ministerio, a pesar de las dificultades que ha venido afrontando se encuentra muy animado y dispuesto a seguir trabajando con entusiasmo para consolidarse y configurarse efectivamente como parte integral de la Santa Iglesia.

El domingo 21 por la mañana, con una numerosa participación de servidores y líderes, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia para representantes de las tres comunidades que forman la parroquia de San Miguel Arcángel.

La celebración tuvo lugar en la sede de la Comunidad de Adoradores de Cristo Rey.

El arzobispo durante la homilía subrayó la importancia de que, para ser discípulo de Cristo, se escuche la llamada del Señor y se esté dispuestos a dejarlo todo, como hicieron los apóstoles.

También recordó que se tiene un compromiso misionero fuerte y que se tiene que estar dispuestos a cumplirlo con generosa radicalidad.

Hacia media mañana del domingo 21, el arzobispo impartió la formación mensual para los líderes y servidores de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

El tema que se trató en la ocasión fue el sentido apostólico y en la iglesia primitiva de la palabra Evangelio y del Reino de Dios. El arzobispo subrayó que, siendo Cristo mismo el Evangelio, cada cristiano está llamado a ser Evangelio vivo.

También manifestó que, solamente desde esa experiencia de conversión y de vida en el Espíritu, es que se tiene la capacidad de leer y descubrir la Sagrada Escritura como auténtica Palabra de Dios.

Hacia el mediodía del domingo 21, el arzobispo presidió la reunión del Consejo Pastoral de la Parroquia.

La comunidad de Adoradores de Cristo Rey invitó para la celebración de su aniversario que tendrá lugar el sábado 17 de febrero, dando inicio con la celebración de la Divina Liturgia.

La comunidad de Guadalupe manifestó que está dando los pasos para organizar la catequesis en la comunidad, de preparación para la recepción de los diferentes sacramentos.

La comunidad Nueva Vida expresó que están en proceso de reorganización y en búsqueda del espacio que llena las condiciones necesarias para poder tener la sede de la comunidad de una manera más estable.

El arzobispo recordó cuáles son los compromisos que se asumieron en la reunión que se celebró el 8 de diciembre y todos estuvieron de acuerdo de tratar de implementar de la mejor manera posible los acuerdos.

El domingo 21, al caer el día, el arzobispo tuvo un diálogo con los miembros de la comunidad de Guadalupe de Riverside y, seguidamente les impartió la formación preparada.

En el diálogo se expresó cuáles son las perspectivas que se tienen para lograr que la comunidad tenga estabilidad y, eventualmente, en el futuro, se pueda convertir en parroquia.

El arzobispo también habló de la urgencia de que entre todos los que participen se cree un ambiente de familiaridad y que se haga un esfuerzo por abrirse a personas de diversas culturas, para que la comunidad sea más inclusiva.

La visita pastoral del arzobispo a California concluyó con la celebración de la Divina Liturgia con los hermanos de la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe de Riverside.

A pesar de que varios hermanos han regresado a Guatemala y de que algunos no han podido participar por diferentes circunstancias, se nota un crecimiento de la comunidad.

Hay nuevas familias que se están acercando.

El arzobispo invitó a todos a identificarse más profundamente con la comunidad y a tratar de hacer radical el seguimiento del Señor, para poder alcanzar la realización en la propia vida y cumplir la misión para la que el Señor ha elegido a cada quien.