El jueves 1 de marzo, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Tzununá, en la orilla del lago de Atitlán y parte del municipio de Santa Cruz la Laguna.

Se celebró la iniciación cristiana de un niño.

El arzobispo animó a los hermanos a fortalecer el camino de la conversión durante este tiempo de la Cuaresma, para llegar a la Pascua, renovados en el Espíritu Santo.

Los hermanos están animados en emprender una serie de trabajos, tendientes a la conclusión del templo de la comunidad.

El jueves 1, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Unción del Espíritu Santo de Santiago Atitlán.

Varios niños recibieron el bautismo y los demás sacramentos inherentes a la iniciación cristiana.

El arzobispo animó a los hermanos a fortalecer las actitudes de conversión, para poder intensificar la renovación en el Espíritu Santo.

El jueves 1 por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia con la comunidad Nuevo Pentecostés, ubicada en el centro de Santiago Atitlán.

Se celebró el matrimonio de una pareja. El novio es miembro de la Iglesia desde hace tiempo. La novia, en cambio, apenas ahora se ha incorporado a la iglesia, para la celebración del matrimonio.

El arzobispo animó a los hermanos a vivir en la fidelidad a la Palabra Viva del Señor y a tratar de profundizar en la experiencia de conversión, especialmente durante este tiempo de la cuaresma.

El viernes 2 de marzo, el ministerio pastoral del arzobispo comenzó en la Ciudad de Sololá, con la celebración del decanato para la parroquia de Sololá y la de Totonicapán.

Participó un nutrido número de hermanos y el padre Julio Tomás, párroco de San Miguel, Tzanixnam, Totonicapán.

El arzobispo explicó cuál es la identidad y el desarrollo histórico de la iglesia apostólica, así como cuáles deben ser las características que la distingan.

Animó a los hermanos a tratar de compartir la formación con todos los miembros de la Iglesia y a tratar de vivir de acuerdo a la forma de vida de los apóstoles.

El viernes 2 por la tarde, el arzobispo visitó la comunidad de Chuitzanchaj, de Santa Cruz la Laguna, Sololá.

Con ocasión de la visita, el arzobispo dio la bendición a dos niñas que han iniciado el proceso de preparación para la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar el espíritu de penitencia y de oración durante este tiempo de la cuaresma. Los hermanos, de hecho, han organizado diferentes actividades durante este tiempo, para prepararse convenientemente a la celebración de la Pascua.

Después de la celebración de la Misa, el arzobispo realizó la bendición de los trabajos de construcción que han iniciado los hermanos de la comunidad de Chuitzanchaj.

Se trata de un pequeño salón y de una cocina, lo cual ayudará a que se pueda realizar en forma más adecuada la catequesis y otra serie de proyectos que se tienen en la comunidad.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la iniciativa y les animó a seguir con el mismo impulso que les ha distinguido siempre en el proceso misionero.

El viernes 2, al caer del día, el arzobispo visitó la comunidad de Pajomel, Santa Cruz la Laguna, Sololá.

Los hermanos se encuentran muy animados, pues en los últimos tiempos se han unido a la comunidad dos familias.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir profundizando en la experiencia de fe y de conversión, así como en el testimonio misionero.

El sábado 3 de marzo, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la Catedral de San Juan Comalapa, para presidir la celebración del decanato de Chimaltenango y el centro de la Ciudad de Guatemala.

Se contó con la participación de delegados de la Catedral, Patzún, Santa Cruz Balanyá, San José Poaquil y del centro de Guatemala.

Estuvieron también participando los padres Rigoberto, Francisco, Herbert y Byron.

El arzobispo impartió la formación, la cual, a decir de los hermanos, les ayudó fuertemente a clarificar dudas y profundizar en la identidad y la conciencia de la Iglesia y de la misión que nos es confiada.

Después de la formación, durante largo tiempo, los hermanos tuvieron la oportunidad de presentar una serie de preguntas, las cuales fueron respondidas por el arzobispo.

El ambiente del decanato fue muy positivo y se espera que se puedan alcanzar abundantes frutos.

El sábado tres, al final del decanato, los participantes en la reunión y, posteriormente, la directiva de las Visitadoras de Enfermos de la Catedral de San Juan Bautista, quisieron agasajar al Arzobispo por su cumpleaños y celebrar el quinto aniversario de la creación de la Arquidiócesis de Centroamérica.

El padre Herbert tuvo a su cargo la oración especial por la ocasión.

El arzobispo agradeció el agasajo y recordó el precioso don que significa para todos nosotros, el hecho de que hayamos sido incorporados a la Santa Sede de Antioquía.

El sábado, poco después del mediodía, el arzobispo tuvo un encuentro con dirigentes de los Ministros de la Comunión participantes en el decanato.

La razón principal de la reunión fue presentar a los hermanos el manual de formación para ministros de la comunión que se ha elaborado.

En el manual, además de estudiar aspectos generales sobre el sentido de la Eucaristía, se estudia específicamente el proceso de desarrollo de la Divina Liturgia y el sentido de las vestiduras, y símbolos que se utilizan en nuestra liturgia.

El arzobispo exhortó para que todos los ministros y los que de cualquier forma sirven al altar, estudien estos manuales, para que la celebración sea más significativa.

El sábado tres, al comienzo de la tarde, el arzobispo se reunión con dos asesores y el equipo coordinador de la Pastoral Infantil de la Catedral de San Juan Bautista.

En el encuentro se dialogó acerca de la importancia de que la pastoral infantil se desarrolle de acuerdo a la metodología que se ha propuesto para toda la Arquidiócesis.

Los participantes se mostraron interesados y dispuestos a trabajar.
Será compromiso de los asesores darles el acompañamiento necesario, para que los proyectos puedan plasmarse efectivamente.

El sábado tres por la tarde, el arzobispo tuvo un encuentro con los miembros del grupo juvenil Juventud Misionera de María.

Con gran esfuerzo los jóvenes han logrado construir un pequeño salón en el que tendrá su sede el grupo y quisieron que fuera el arzobispo quien lo bendijera.

El arzobispo animó a los jóvenes a seguir trabajando con entusiasmo y a tratar de dar testimonio en sus vidas del Evangelio. También les animó a hacer honor al nombre del grupo, emprendiendo iniciativas misioneras en todas las dimensiones.

Hacia media tarde, el arzobispo tu una reunión con los dirigentes de la pastoral familiar de la catedral de San Juan Bautista, Comalapa.

Se hizo la evaluación del uso que han comenzado a hacer de la guía para preparación matrimonial que se utiliza en la Arquidiócesis.

De hecho, es hasta ahora que se comenzará a utilizar el manual que se ha elaborado para tal efecto.

Se dialogó también sobre la urgencia de preparar retiros para las parejas que ayuden a renovar la relación conyugal y a trabajar con mayor provecho en la preparación de las jóvenes parejas.

Al final de la tarde, Mor Santiago Eduardo fue invitado a compartir algunos momentos con el grupo de lectores de la Catedral de San Juan Bautista.

El arzobispo animó a los jóvenes, que no son solo encargados de hacer las lecturas en las misas sino también de la catequesis de comunión solemne, a que se adecúen en sus criterios y métodos a las directrices de la arquidiócesis, especialmente en lo referente a la edad en la que se debe dar esta catequesis. De acuerdo a los criterios que tenemos, la catequesis debería comenzar antes de cumplir los siete años, para que en el momento en que se cumplen los siete años, no se tenga que interrumpir la participación en la sagrada comunión que, regularmente, se practica desde el bautismo.

El domingo cuatro por la mañana, el arzobispo presidió el decanato de Sacatepéquez y Guatemala, en el seminario Santa María del Nuevo Éxodo de San Lucas Sacatepéquez.

Además de un numeroso grupo de líderes de todas las comunidades que participan en este decanato, participaron los padres Orlando, Maxi Eliseo y Juan Arcadio, así como algunos seminaristas.

La formación pareció interesar mucho a todos los hermanos y al final, éstos tuvieron la oportunidad de plantear diferentes preguntas.

Se pudo notar que, en general, se está dando un sólido crecimiento en las diferentes comunidades y se tienen proyectos para impulsar nuevos proyectos misioneros.

Después de la reunión del decanato, todos los participantes asistieron a la celebración de la Divina Liturgia presidida por el arzobispo y concelebrada por los presbíteros presentes.

La ocasión de la celebración fue dar gracias el Señor por el quinto aniversario de la Arquidiócesis así como por el cumpleaños del arzobispo.

Durante la homilía el arzobispo señaló lo especial que es la gracia que el Señor nos ha concedido al incorporarnos a la Santa Sede de Antioquía.

También señaló que esa gracia requiere de nuestra parte un sincero y decidido compromiso en vivir y trabajar como lo hicieron los apóstoles y los primeros cristianos.

El domingo cuatro por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Vuelta Grande, del municipio de Antigua Guatemala.
Allí celebró la Divina Liturgia con los miembros de la comunidad.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cinco niños.

El arzobispo animó a los hermanos a consolidar su participación en la vida de la iglesia y a que, por lo menos, mensualmente, se celebre la misa en esa comunidad.

El lunes 5 de marzo, se celebró el quinto aniversario de la creación de la Arquidiócesis, así como de nuestra incorporación a la Iglesia Católica Apostólica siro-ortodoxa de Antioquía y el sexagésimo sexto cumpleaños del arzobispo.

En tal ocasión, sea convertido en una tradición la administración de las órdenes menores a los seminaristas, dentro de la celebración de la Divina Liturgia.

En esta ocasión, se ordenaron cuatro lectores cinco acólitos.

La liturgia se celebró con mucha solemnidad y profunda espiritualidad.

El arzobispo hizo memoria de los ideales que le han animado desde el inicio, de cómo eso se encuentra en la base de la búsqueda que nos ha llevado hasta la Sede de Antioquía y de lo que esto implica en la vida y en el estilo con el que se está llamados a cumplir la misión.

El sábado 10, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del Decanato de la Boca Costa y la Costa Sur.

Por primera vez, la reunión se tuvo en el nuevo Centro Misionero de San Pablo Jocopilas.

El diácono Tomás Canajay, asignado para ejercer su ministerio en ese lugar, se encuentra entusiasmado y está animando a las comunidades a seguir adelante y a tratar de impulsar la misión.

El arzobispo impartió la formación y luego los hermanos compartieron acerca de la marcha de las diferentes comunidades.

A pesar de la buena voluntad y el entusiasmo de los hermanos, se puede constatar que el proceso de crecimiento ha sido muy lento, debido a diferentes factores.

Se tiene ahora el reto de buscar formas y estrategias para impulsar el compromiso misionero de una manera más eficaz.

El sábado 10, después del medio día, el arzobispo visitó la comunidad de Yoxajá, Nahualá, Sololá.

Los hermanos participaron con entusiasmo y disponibilidad y el arzobispo les animó a fortalecer el espíritu de penitencia y conversión en el marco de la Cuaresma.

Los hermanos también expresaron su alegría por el proceso de consolidación que se está dando en el área y ofrecieron comprometerse más decididamente en la proyección misionera.

A media tarde del sábado 10, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Xojolá, de Nahualá, Sololá.

Con ocasión de la visita, celebró la Divina Liturgia y animó a los hermanos a tratar de vivir de acuerdo con la fe y de emprender un camino constante de conversión.

También instó a los hermanos a tratar de organizarse para dar testimonio misionero ante todos los que aún no están renovados.

El sábado 10 por la noche, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Divina Liturgia con los líderes de la comunidad de Nahualate.

Se tuvo ocasión de compartir con los hermanos, hablando de la necesidad de dar los pasos necesarios para la consolidación de la comunidad y, dado que los miembros que participan vienen de varios lugares cercanos, se tratará de que, de ser posible, se organicen nuevas comunidades en los diferentes lugares de donde provienen los hermanos.

El hermano Francisco Aguilar, líder de la comunidad, agradeció la visita y se comprometió a esforzarse para que en el futuro la comunidad se vaya organizando mejor.

El domingo 11 por la mañana, el arzobispo llegó hasta Cuyotenango, para celebrar la liturgia con la pequeña comunidad local.

Los hermanos, a pesar de las dificultades que afrontan y ser pocos, están llenos de proyectos y tienen el compromiso de dedicarse con mayor entusiasmo al trabajo misionero.

El arzobispo los animó a seguir adelante con la misma generosidad y a intensificar la oración para que los proyectos misioneros que tienen, puedan concretizarse.

El domingo 11, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Monrovia en San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango.

Los hermanos en gran número participaron en la Divina Liturgia.

Se dio gracias por las cosechas, se bendijeron las primicias y se pidió por las nuevas siembras que serán hechas en poco tiempo.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar el compromiso misionero y a tratar de trabajar con fe, para la formación de nuevas comunidades y que, eventualmente, se pueda organizar una parroquia en esa área.

El lunes 12 por la mañana, llegó el presbiterio de la Vicaría de Huehuetenango hasta el Centro de Formación ubicado en Los Altos de Jumaj, zona 6 de Huehuetenango, para tener un breve retiro y, seguidamente la reunión pastoral.

El arzobispo animó el retiro, haciendo énfasis en la urgencia de que se tenga una experiencia viva de la presencia de Dios y a que se logre tener el entusiasmo y la pasión por el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado.

Para lograr esto, dijo el arzobispo, es necesario que se tenga el valor de dejar todo aquello que se interpone en la vida de cada quien, para tener un seguimiento radical del Señor.

Después del retiro, el presbiterio, bajo la presidencia del arzobispo, participó en la celebración de la Divina Liturgia.

Se administró el sacramento de la reconciliación para todos los que quisieron acudir al mismo.

Dentro de la reflexión el arzobispo, a la luz de las lecturas, hizo énfasis en el estilo de ministerio de Jesús, que se contrapone al estilo de las autoridades religiosas de su época.

El arzobispo hizo énfasis en que se trata de un ministerio en el que se genera la experiencia de ser hijo de Dios y eso produce una experiencia de libertad y creatividad.

Después de la liturgia, los padres celebraron el aniversario de la Arquidiócesis y el cumpleaños del arzobispo.

Mor Santiago Eduardo agradeció la celebración y, sobre todo, la dedicación de todos los presbíteros al servicio del Señor.

El martes trece por la mañana, se celebró la reunión pastoral del presbiterio de la vicaría de Huehuetenango.

Cada uno de los presbíteros y epesistas presentes compartieron acerca de los logros y desafíos que se viven en cada una de las parroquias o centros pastorales.

El arzobispo compartió con todos los participantes algunos puntos de vista:

• Ante todo, el hecho de que, para nosotros, ser siro-ortodoxos debe ser entendido, sobre todo, en el sentido de descubrir, asumir y encarnar, con la mayor radicalidad posible, el estilo de vida de los apóstoles y de los primeros cristianos, así como su estilo de acción misionera.
• Se abordó también la cuestión de los criterios que se deben seguir ante el desafío que presente el contraste entre la cultura de las comunidades que tiene como edad ordinaria para el matrimonio los 16 años y la normativa jurídica civil que la ha elevado a los 18, como mínimo. El arzobispo animó a que se busquen soluciones pastorales sin que se contravengan las normas legales.

La reunión transcurrió en un ambiente de profunda fraternidad.

El encuentro del presbiterio de la vicaría de Huehuetenango concluyó al mediodía del martes trece, con un compartir fraterno.

Se oró y luego se compartió el almuerzo. Los hermanos de la comunidad central de Huehuetenango colaboraron en la preparación del almuerzo, junto al personal que está en el Centro de Formación.

Después, cada uno partió para los diferentes lugares de misión.