El viernes 17 de agosto por la noche, el arzobispo comenzó la visita pastoral mensual a la parroquia de San Miguel Arcángel, Los Ángeles, California, con la formación para catequistas.

Desde hace tres meses, se inició la formación de catequistas, dos por cada una de las comunidades que conforman la parroquia de San Miguel.

En esta ocasión se explicó el sentido de la Crismación y de la Confirmación y envío misionero, así como de la primera comunión que se administra junto con el bautismo y de la comunión solemne que se hace junto a la primera reconciliación.

La formación fue provechosa y los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear numerosas preguntas, sobre diferentes temas relacionados con la catequesis.

El sábado 18, por la mañana, Mor Santiago Eduardo hizo una visita a Su Eminencia Mor Clemis Eugene Kaplan, Arzobispo del Oeste de los Estados Unidos.

La visita giró, ante todo, en torno a los lazos fraternos que unen a la Arquidiócesis de Centro América, con la Arquidiócesis del Oeste de los Estados Unidos y al sentido de comunión que debe existir entre todos los miembros del Santo Sínodo.

Se dialogó también sobre otros temas referentes a las misiones de la Arquidiócesis de Centro América, especialmente las que se encuentran en el territorio del oeste de los Estados Unidos.

Se trató, como siempre, de un encuentro muy fraterno y amigable.

El sábado 18, por la tarde, el arzobispo inició la formación de la tercera unidad de la Escuela Santiago Baradeo, en Los Ángeles, California.

El curso que será estudiado será el de los Escritos de San Pablo.

En esta ocasión, se estudió la introducción al estudio del apóstol.

Los alumnos participaron con interés y, al final, hicieron diferentes preguntas, sobre temas que no tenían suficientemente claros y sobre otras cuestiones relacionadas con la Sagrada Escritura.

También se asumió el compromiso de invitar a otros participantes, para que se unan al proceso de formación, de manera que se pueda realizar una ministerio con mayor fundamento, en las diferentes comunidades.

El sábado 18 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Nueva Vida, de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles, California.

Administró el sacramento de la reconciliación y celebró la divina liturgia.

Los hermanos se mostraron muy animados y perseverantes, a pesar de los diferentes desafíos que les ha tocado afrontar recientemente.

Durante la homilía el arzobispo explicó el sentido que tiene la responsabilidad personal y las opciones de cada quien, en el destino que se tiene.

El sábado, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Adoradores de Cristo Rey.

Los hermanos estaban reunidos, en buen número, terminando las oraciones de avivamiento, que acostumbrar hacer antes de la celebración de la misa.

El arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a quienes lo consideraron necesario, y celebró la santa misa.

Durante la homilía explicó a los hermanos en qué consiste la actitud de niño, requerida para entrar en el Reino de los Cieles, explicando, especialmente, que se trata de asumir una actitud de confianza, abandono y total disponibilidad en las manos de Dios.

El sábado 18, bien entrada la noche, el arzobispo llegó hasta el ministerio de El Pescador, para celebrar la Divina Liturgia.

Para los hermanos se trataba de la conclusión de una jornada de albanza y oración.

Se comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo explicó aspectos de la responsabilidad que tienen los padres y, en general todos los adultos, en la correcta educación de los niños y jóvenes. Luego animó a todos los hermanos a tratar de ser auténticos y coherentes en la vida cristiana, para poder cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

Después de la misa y, hasta muy entrada la noche, el arzobispo tuvo un encuentro de formación con los miembros presentes del Ministerio El Pescador.

Fueron planteadas varias preguntas, entre las que están: La distribución de la comunión a los niños, la relación entre nuestra iglesia y la iglesia de Roma, la administración de los diferentes sacramentos y los requisitos para hacerlo.

En general, se pudo notar el gran interés que tienen los hermanos, en aprender más y en poder tener una fe, suficientemente fundamentada para dar testimonio, en medio de los diverentes desafíos y del pluralismo que caracteriza nuestro tiempo.

El domingo 19, por la mañana, en la sede de la comunidad Adoradores de Cristo Rey, el arzobispo presidió la liturgia para servidores y líderes de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que, a través de la Eucaristía, la Palabra viva de Dios, se encarna sacramentalmente y se hace fuente de vida y salvación para los que la reciben.

También animó a los hermanos a que, a partir de la vivencia de la Eucaristía y el don del Espíritu Santo, se trate de intensificar el testimonio misionero.

El domingo 19, hacia media mañana, el arzobispo impartió la formación preparada, para servidores y líderes de las diferentes comunidades de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Se concluyó la formación a cerca de la Palabra de Dios, en la Iglesia Apostólica, haciendo énfasis en que, la Palabra Encarnada sigue presente, especialmente a través del sacramento de la Eucaristía.

Los hermanos tuvieron el tiempo necesario para plantear diversas preguntas y expresaron su gratitud y satisfacción por la formación que se les ha impartido.

Hacia el mediodía del domingo 19, el arzobispo presidió la reunión del consejo pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Después de informar acerca del calendario de visitas pastorales para el resto del año y enero del año próximo, los hermanos plantearon diferentes cuestiones.

La comunidad de Adoradores ratificó su sentido de pertenencia a la Iglesia y su deseo de que se trabaje en mayor unidad y colaboración.

El arzobispo apoyó plenamente esta iniciativa y exhortó a los hermanos a tratar de colaborar unos con otros y aceptar las invitaciones especiales que se hagan entre las diferentes comunidades.

El 19 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó a hacer la visita pastoral mensual a la comunidad de Santa María de Guadalupe, Riverside, California.

Como de costumbre, la visita comenzó con la formación sobre un tema específico.

En esta ocasión, se concluyó el tema acerca de la Palabra de Dios en la Iglesia Apostólica.

El arzobispo hizo énfasis en que la Palabra de Dios es siempre una realidad viva, que baja del cielo y que, específicamente en el Nuevo Testamento, se nos da a través del Pan Vivo bajado del cielo, es decir la Eucaristía.

La visita pastoral del arzobispo a California, concluyó con la celebración de la Divina Liturgia en la comunidad de Santa María de Guadalupe, Riverside, California.

En esta ocasión, dos niñas, miembros de la comunidad, hicieron la primera reconciliación y la comunión solemne.

Se contó con una nutrida participación de hermanos.

En la homilía, el arzobispo hizo énfasis, a la luz de las lecturas bíblicas, de que por la Eucaristía que, por la acción del Espíritu Santo, se convierte en el pan vivo bajado del cielo, se recibe la vida eterna y la Palabra viva de Dios. Esto requiere, sin embargo, para que dé frutos, que se esté preparados interiormente y disponibles a que Dios realice su acción transformadora en la vida del creyente, por la presencia del Espíritu Santo.

El jueves 23 de agosto, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chaaoj, Sacapulas, El Quiché. Se trató de la segunda visita a esta comunidad, que está formada por más de tres cientos miembros y que ha ingresado a la iglesia hace apenas unos tres meses.

Los hermanos en este tiempo, han ido consolidando su sentido de fe y de pertenencia a la iglesia, así como su identificación con la vida y espiritualidad apostólicas.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos acerca de la voluntad del Señor de darles a todos un corazón nuevo, a través de la efusión del Espíritu Santo.

Animó a los hermanos a tratar de organizarse para dar un mayor testimonio misionero en medio de todas las personas y comunidades.

Con ocasión de la visita del arzobispo a Chaaoj, se preparó la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana, es decir, el bautismo, la crismación y la comunión.

Dado que, desde hacía largo tiempo, los hermanos no tenían la oportunidad de recibir estos sacramentos, fueron 23 los niños que habían sido preparados para recibir la Iniciación Cristiana.

Todos se notaban muy contentos y, los padres y padrimos, expresaron su compromiso de vivir como auténticos cristianos y de tratar de educar en la fe a sus hijos.

También en la comunidad de Chaaoj, con ocasión de la visita del arzobispo, los hermanos prepararon a tres parejas para que contrajeran el matrimonio sacramental.

Los hermanos habían sido preparados adecuadamente.

El arzobispo explicó que, por el sacramento del matrimonio, se es configurado en Cristo, para convertirse en signo vivo del amor que Cristo tiene por su Iglesia.

El arzobispo también animó a los hermanos a tratar de que sus familias sean como templos vivos del Espiritu Santo.

En Chaaoj, los hermanos habían preparado a dieciocho niños para que recibieran la primera reconciliación de la comunión solemne.

El arzobispo subrayó que por la comunión, se recibe la participación en la vida eterna, al recibir la misma Palabra Viva de Dios, que se ha hecho carne.

También exhortó a los niños a tratar de que este acontecimiento marque una diferencia en sus vidas y a que traten de ser fieles al Señor y a la misión que tiene confiada a cada uno de sus hijos.

El viernes 24, el arzobispo llegó hasta la parroquia de la Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco, Huehuetenango.

Allí se celebró el Decanato del sur-occidente de Huehuetenango que abarca comunidades de Cuilco, Concepción Tutuapa y Tacaná.

Se contó con la presencia del párroco local, Padre Ángel Cáseres y de un numeroso grupo de hermanos, procedientes de las diferentes comunidades y sectores.

El arzobispo explicó acerca del Sentido de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras y en la Iglesia Apostólica.

Al final, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diversas preguntas de clarificación.

Los hermanos agradecieron al arzobispo por la formación, que les ayudará a profundizar en su fe y en su identidad eclesial.

El viernes 24 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Injertal, Cuilco, Huehuetenango.

Con ocasión de la visita del arzobispo, se administró la confirmación y el envío misionero a cuatro hermanos.

Durante la homilía, el arzobispo recordó acerca del carácter apostólico que tiene la Iglesia y de la importancia de tratar de vivir como parte firme y viva de la Iglesia, dando testimonio del Evangelio.

También se dio la institución como ministro de la distribución de la comunión al hermano Adán, de la comunidad de Chamol, Concepción Tutuapa, para ejercer el ministerio en su comunidad.

La visita pastorald el arzobispo al sur-occidente de Huehuetenango, concluyó en la comunidad de El Chilcal, Cuilco.

Se administró la confirmación y el envío misionero a nueve hermanos, miembros de la comunidad.

El arzobispo recordó a los confirmandos que al fortalecer la presencia del Espíritu Santo en sus vidas, tienen el compromiso de vivir realmente como cristianos activos y de lleva el Evangelio a todos los que aún no han sido renovados por la acción eficaz del Espíritu Santo.

El sábado 25, por la mañana, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Asamblea-Decanato del Sur de Huehuetenango, en el centro de formación de Jumaj, Huehuetenango.

Se contó con la participación de unos 150 hermanos y de los padres Pedro Martínez, Yaider Jiménez, José Raúl López, José Manuel Castro y de los diáconos Roberto Carlos y José Luís.

El arzobispo impartió la formación sobre el sentido de la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la Iglesia Apostólica y luego respondió a numerosas preguntas de los hermanos.

Finalmente los líderes de las comunidades y los presbíteros y diáconos, hicieron un breve informe de la marcha de la actividad pastoral. Se puede notar el entusiasmo, el sentido de pertenencia y un sostenido crecimiento.

El sábado 25, hacia el mediodía, el arzobispo participó en la reunión de líderes del Centro Pastoral de San Sebastián, que se celebró en el Centro de Formación de Jumaj.

Los hermanos presentaron al arzobispo la solicitud formal de ordenación para el diaconado y el presbíterado del sub-diácono Roberto Carlos.

Después de fijó la fecha en la que se tendrá la próxima visita pastoral al Centro Pastoral, se hizo la planificación, incluyendo la posible fecha de la ordenación diaconal.

El sábado 25, por la noche, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de El Rodeo, Malacatancito, Huehuetenango, para visitar a los hermanos y celebrar la Divina Liturgia.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que para cumplir la voluntad de Dios, es indispensable asumir las actitudes fundamentales de las que Jesús habla, es decir, el reconocernos todos como hermanos y el tratar de hacerse el último y el servidor de todos.

La comunidad se encuentra animada y tiene, entre sus proyectos, la construcción de un templo, para poder cumplir de forma más adecuada su misión.

El domingo 26, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la parroquia de San Ignacio de Antioquía, ubicada en La Vega, Colotenango, Huehuetenango, para encontrarse con el párroco y con los hermanos de la comunidad.

El arzobispo impartió la formación y los hermanos hicieron una serie de preguntas para clarificar los diferentes temas qu fueron abordados.

Al final de la presentación, los líderes de las diferentes comunidades y el padre José Raúl, hicieron una presentación de los logros y desafíos que se viven en los diferentes lugares de la parroquia.

En general, el balance es positivo y, en varias comunidades, se ha dado un sostenido crecimiento, a pesar de diferentes problemas que se han afrontado.

Antes del medio día, el arzobispo presidió la celebración de laDivina Liturgia para los hermanos de la comunidad de La Vega y algunos servidores de otras comunidades.

Con ocasión de la misa, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cuatro hermanos. Tres de ellos, incluyendo una madre, venían de iglesias protestantes.

Además dos niñas hicieron la comunión solemne.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que el centro de la vida de la Iglesia es la Palabra Viva de Dios, la cual se nos da en alimento a través de la eucaristía. Además recordó los compromisos de vida que se tienen, al ser parte viva de la Iglesia.

La visita pastoral del arzobispo al sur de Huehuetenango terminó con la celebración de la Divina Liturgia en la comunidad de Ical, de Colotenango.

El arzobispo pudo constatar que en la comunidad ha habido un crecimiento, no solo en el número de miembros, sino también en la organización de la comunidad y en su identidad.

Durante la homilía, el arzobispo exhortó a los hermanos a intensificar el trabajo misionero, ante los fuertes problemas y desafíos que se afrontan en la comunidad externa.