El miércoles 24, el arzobispo presidió la divina liturgia en la que fue ordenado como diácono completo, el sub-diácono José Ramón Espinal.

José Ramón está ejerciendo el ministerio, colaborando en la formación del seminario.

Durante la homilía el arzobispo explicó cómo el sentido del servicio se constituye en el criterio básico del ministerio que se recibe y de todo ministerio ordenado. También insistió en que esa actitud es posible solamente cuando se está profundamente arraigado en la comunión y vivencia con el Señor.

Después de la ordenación, el diácono compartió con los seminarista un almuerzo.

La celebración transcurrió en un ambiente de gran alegría y fraternidad.

Con esta actividad, prácticamente se estaba cerrando el programa de actividades que se desarrolló durante el año 2018 en el seminario.

El jueves 25, el arzobispo dirigió un pequeño retiro para formadores y seminaristas del seminario Santa María del Nuevo Éxodo, de San Lucas Sacatepéquez.

La temática del retiro giró en torno al misterio de la vocación, como llamada a la vida de intimidad y de continua comunión con Jesucristo.

También se abordó la cuestión del compromiso misionero, como testimonio y expresión de la vivencia y de la relación que se establece con el Señor.

La actividades académicas y formativas espirituales, concluyeron con la celebración de la Divina Liturgia, presidida por el arzobispo, en la capilla del Seminario de San Lucas.

Durante la homilía el arzobispo delineó cuáles son las características que deben distinguir al seminarista durante toda la vida pero, especialmente, en el tiempo de la pastoral de fin de año y de las vacaciones de conclusión del ciclo.

Con la celebración de la liturgia, concluyó toda la actividad en el Seminario.

Ese mismo día, los seminaristas salieron para hacer pastoral en las diferentes parroquias.

La pastoral se prolongará hasta el luens 12 de noviembre.

El viernes 26, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del occidente de Huehuetenango.

En este decanato participan los delegados de la parroquia local, así como del centro pastoral de Petatán, el cual está bajo la atención del Padre José Manuel Castro.

El arzobispo hizo una presentación de los fundamentos de la presencia de María en la iglesia apostólica, según las Sagradas Escrituras.

Los hermanos agradecieron la formación, pues ayuda a tener mayor fundamento para todo lo que se cree.

Hacia el mediodía del viernes 26, el arzobispo tuvo una breve reunión con el Consejo Pastoral de la Parroquia Cristo Rey de Jacaltenango.

La temática fundamental que se abordó fue la cuestión del uso que se le dará al terreno que ha adquirido la parroquia en el área de Coronado de Jacaltenango.

El arzobispo reafirmó que el terreno está al servicio de la parroquia de Cristo Rey y que, de acuerdo a las posibilidades, se puede proceder a la construcción de las instalaciones que vayan siendo necesarias.

El viernes 26 por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Lupinaj, de la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, Huehuetenango.

Se había preparado la administración de confirmaciones y el envío misionero a un grupo de hermanos de las comunidades de Lupinah y la de Buxup.

El arzobispo exhortó a los confirmandos a asumir un compromiso serio en su estilo de vida y en el esfuerzo por vivir como auténticos misioneros.

El viernes 26, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la eucaristía en la sede parroquial Cristo Rey, de Jacaltenango, Huehuetenango.

Con ocasión de la celebración, se administró también la confirmación de la crismación y el envío misionero a algunos hermanos de la comunidad local.

El arzobispo animó no solo a los confirmandos sino a toda la comunidad, a asumir un compromiso misionero activo y permanente y a tratar de identificarse plena e íntegramente, en su estilo de vida, como auténticos discípulos del Señor.

El sábado 27, día en que el arzobispo celebró el décimo primer aniversario de haber sido consagrado como obispo, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede parroquial Buen Pastor, de El Amparo Agua Tinta, Margaritas Chiapas. México.

La visita comenzó con la celebración del decanato para el área de Chiapas.

Se contó con una buen participación de hermanos, procedentes de las diferentes comunidades que conforman la parroquia.

El arzobispo desarrolló la formación preparada y, seguidamente, respondió a las diferentes preguntas que plantearon los hermanos. Se puede notar que se está dando un lento pero sólido crecimiento en el área.

Con los hermanos participantes en el decanato de Chiapas, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, para dar gracias por el décimo primer aniversario de la ordenación episcopal.

El padre José Alfredo Hernández, párroco local, concelebró.

Durante la homilía el arzobispo explicó cuál es el sentido de todo ministerio dentro de la Iglesia, enfatizando que se trata de facilitar, a través de todo lo que se hace, especialmente las celebraciones sacramentales, el encuentro personal de cada uno de los fieles, con el mismo Jesucristo.

La actividad en la sede parroquial concluyó con una reunión con el consejo pastoral de la parroquia.

Los hermanos presentaron un informe de las actividades realizadas, así com de algunos proyectos que tienen planificado realizar en el futuro.

El arzobispo habló de que procede, a la mayor brevedad, el tratar de poner los balcones a las ventanas y una puerta lateral que aún está pendiente.

También les animó a trabajar con mayor intensidad en la proyección misionera.

El sábado 27 por la tarde, el aarzobispo llegó hasta la comunidad de Santo Domingo las Palmas, del municipio de Maravillas Tenejapa de Chiapas.

Con ocasión de la visita, se celebró la santa misa y se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a algunos niños.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar el compromiso organizativo en la comunidad, así como la proyección misionera.

El sábado 27, a media tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Poza Rica, de la parroquia Buen Pastor, de Chiapas, México.

Después de dialogar con los hermanos que estaban presentes, presidió la celebración de la Divina Liturgia.

Algunos de los hermanos dirigentes se encontraban ausentes, porque estaban visitando otras comunidades, con vistas a conseguir los fondos, para la construcción del templo de la comunidad.

La actividad pastoral del arzobispo en Chiapas concluyó con una breve visita a la comunidad de El Pacayal.

La pequeña comunidad está tratando de encontrar los mecanismos para consolidarse y para poder construir su templo.

El arzobispo les exhortó a comprometerse con empeño en la realización de la llamada que el Señor les ha hecho y de los proyectos que tienen en proceso.

El domingo 28, en la sede de la parroquia de Nentón, en Guaxacaná, el arzobispo inició la actividad teniendo una reunión con el consejo y líderes del recién creado Centro Pastoral de Tzisbaj, de Jacaltenango.

El arzobispo les dio diferentes lineamientos pastorales para el trabajo, incluído que su misión la desarrollen exclusivamente entre miembros que no hacen parte de la parroquia Cristo Rey, la parroquia existente en Jacaltenango, hasta el momento.

Los hermanos se mostraron con mucho entusiasmo por el camino que han emprendido y el arzobispo les animó a organizarse adecuadamente y tratar de ceñirse a lo que el estatuto establece en todos los aspectos.

El domingo 28, por la mañana, el arzobispo presidió el decanato del nor-occidente de Huehuetenango en la sede parroquial de Guaxacaná.

Se contó con una numerosa presencia de servidores y líderes, tanto de la parroquia local, como del nuevo centro pastoral de Tzisbaj, Jacaltenango.

Al final de la formación, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diversas preguntas y los presidentes de los consejos pastorales así como los presbíteros, presentaron una breve relación a cerca de la marcha pastoral.

El balance fue bastante positivo.

Hacia el mediodía del domingo 28, el aarzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en la sede parroquial de Guaxacaná, Nentón.

Dentro de la celebración se administró la confirmación y el envío misionero a un buen número de jóvenes de la parroquia que habían sido preparados por el padre Francisco Pastrana.

El arzobispo exhortó a los hermanos a intensificar la vida de oración, de comunión con el Señor y el compromiso misionero, en todas sus dimensiones.

La actividad pastoral del arzobispo en el nor-occidente de Huehuetenango, concluyó con la visita a la comunidad de Chaculá, de la parroquia de Nentón.

El arzobispo exhortó a los hermanos a tratar de buscar los medios para que la pequeña comunidad pueda establecer procesos misioneros eficaces, que le permitan su crecimiento y garanticen la oportunidad de que los habitantes de esa zona, puedan descubir la iglesia apostólica.

Los hermanos agradecieron la visita y expresaron su disponibilidad a asumir un compromiso más consistente.

El lunes 29, por la mañana, el arzobispo presidió el Decanato del nor-oriente de Huehuetenango, en la sede parroquial de la Glorificación de María, de Santa Cruz Barillas.

Participaron los presbíteros que atienden pastoralmente el área, Hugo Patzán y José Armando Hernández, así como un grupo numeroso de líderes y servidores.

Después de la formación sobre la Virgen María, los hermanos tuvieron la oportunidad de compartir experiencias, así como de hacer algunas preguntas de clarificación y profundización.

El lunes, después del medio día, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la sede parroquial de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.

Con ocasión de la visita, se administró la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de hermanos del área central de la parroquia.

También se instituyó a un buen grupo de nuevos ministros de la comunión, los cuales servirán en diferentes comunidades del sector uno de la parroquia local.

El arzobispo aprovechó la ocasión para exhortar a vivir una vida de auténticos discípulos del Señor y de misionero activos, ante todas las personas.

La actividad pastoral del arzobispo en el nor-oriente de Huehuetenango, concluyó con una visita a la comunidad de San Agustín, de Santa Cruz Barillas.

Los hermanos habían preparado a un grupo de confirmantes, a los cuales el arzobispo administró la confirmación y el envío misionero.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en la importancia de que cada comunidad se organice, de tal manera que se pueda atender a cada categoría de hermanos y se tenga una proyección dinámica y sistemática hacia las misioneros.

El martes 30, Mor Santiago Eduardo, junto al padre Marcos Caicedo, párroco local, llegó hasta la parroquia de San Mateo Apóstol, San Mateo Ixtatán.

La primera actividad que se tuvo fue la celebración del Decanato.

Se impartió la formación acerca de la Virgen María. Los hermanos plantearon diferentes preguntas, especialmente sobre el tema de la intercesión de los santos, a lo cual el arzobispo fue respondiendo.

La parroquia parece estar consolidándose en su organización y en el crecimiento de la identidad eclesial.

El martes 30, después de medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Patalcal, de San Mateo Ixtatán.

Después de compartir con los hermanos durante unos momentos, se inició la celebración de la santa misa.

El arzobispo animó a los hermanos a hacer esfuerzos por vivir realmente comprometidos en ser fieles en el seguimiento del Señor y a mostrar esta fidelidad, llevando una vida de amor, de compromiso, de orden y de testimonio.

La actividad pastoral del arzobispo en el norte de Huehuetenango, concluyó con una visita a la comunidad de Ocanté, de San Mateo Ixtatán.

El lídere había preparado esmeradamente la llegada del arzobispo, invitando al ministerio musical de Hiulatizú a participar y animar la celebración.

Se administró la confirmación de la crismación y el envío misionero a un grupo de hermanos que habían sido preparados catequéticamente con anterioridad.

El arzobispo explicó cuáles son los aspectos que implica la misión del cristiana, tanto a través del estilo de vida, como del testimoniio explícito de la fe.

El miércoles 31, por la mañana, en la sede provisional de la parroquia de Santa Eulalia, se celebró el Decanto del centro de Huehuetenango.

Participaron los padres Fredi Mux, Bernabé Mateo y Pedro González, los diáconos Jarlin y Matías y un buen número de delegados a las parroquias que participan en este decanato.

El arzobispo presentó la formación y luego los hermanos hicieron varios comentarios, plantearon preguntas y agradecieron el contenido de la formación.

El arzobispo agradeció la seriedad con la que este decanato ha asumido el apoyo en favor del seminario.

El miércos 31, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad central de San Miguel Acatán, Huehuetenango, acompañado del padre Pedro González.

En la celebración se habían dado cita delegados de las diferentes comunidades que conforman este sector de la parroquia de Los Arcángeles.

Con ocasión de la visita, se instituyó como ministros de la comunión a dos hermanos y otros dos hicieron la renovación de la institución.

El arzobispo exhortó a los hermanos acentrar su vida en torno a la sacramentalidad de la iglesia y a tratar de intensificar el compromiso misionero.

La actividad misionero del mes de octubre, concluyó en la sede parroquial de Santa María de Guadalupe, Soloma, Huehuetenango.

En el marco de la celebración, se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de hermanos que, previamente, había sido esmeradamente preparado.

El arzobispo explicó cuáles son las características del compromiso misionero que se debe asumir y exhortó a los hermanos, tanto confirmantes como a los demás fieles, a intensificar ese compromiso, para dar acceso a todos a conocer y experimentar la vida de la iglesia apostólica primitiva, que estamos llamados y vivir y testimoniar.