El sábado 20 de abril, el arzobispo presidió la celebración del decanato del centro de El Quiché, con líderes representantes de las comunidades de Cunén y Sacapulas.

También participó el padre Bernabé Mateo, encargado pastoral de Cunén.

El arzobispo presentó la formación y luego, durante un prolongado tiempo, los hermanos plantearon diferentes preguntas, para encontrar respuesta a sus dudas.

En general, es opinión de los hermanos, que se debería dedicar un poco más de tiempo para el diálogo, a lo cual el arzobispo respondió que eso dependerá más de la planificación de los responsables de los Centros Pastorales.

Después de la reunión de decanato, el arzobispo hizo una breve inspección de los trabajos de construcción del templo parroquial de Cunén, El Quiché.

Actualmente, están en proceso de la colocación del techo. Se han instalado las tijeras y está pendiente, actualmente, la colocación de la lámina y el seguimiento del repello y otros detalles, para terminar la obra.

El arzobispo felicitó a los hermanos por los avances de la obra y les animó a seguir adelante, tanto aportando materialmente, como dando testimonio del Evangelio.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Xemantzana del municipio de Cunén, El Quiché.

Allí, celebró la Divina Liturgia de la Resurrección, para servidores y líderes de la comunidad.

En la homilía hizo énfasis en la importancia de vivir la Resurrección del Señor, como un hecho personal, pues Cristo quiere resucitar en la vida de cada uno de sus discípulos.

El sábado 20, después del mediodía, el arzobispo hizo una visita a la comunidad central del casco urbano del municipio de Cunén, El Quiché.

Aunque no pudieron participar todos los miembros de la comunidad, el arzobispo celebró el Misterio de la Resurrección del Señor con ellos.

En la homilía, les animó a dejar que el Señor convierta la solemnidad de la Resurrección no en un mero recuerdo histórico sino en una experiencia de vida, por lo que Cristo resucita en el corazón de cada uno de los creyentes.

El sábado 20, al caer del día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de puente Chuatuj, del municipio de Sacapulas, El Quiché.

Se administró el bautismo y los demás sacramentos de la iniciación cristiana a un niño.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a tratar de vivir la experiencia de la resurrección del Señor, como un hecho personal y a dejar que Él, se convierta en el criterio para discernir las diferentes actividades y los valores que se tienen.

El domingo de Pascua, 21 de abril, el arzobispo visitó la comunidad de Las Anonas, sede del centro pastoral de Chicamán, ubicado en El Quiché.

Con ocasión de la visita, en la cual estuvo acompañado por el Padre Óscar Guardado, el arzobispo, administró los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en el carácter actual y presente que, especialmente por la acción sacramental, tiene la resurrección de Cristo para los cristianos.

Después de la celebración de la santa misa, en el Centro Pastoral de Las Anonas, Chicamán, el arzobispo sostuvo una breve reunión con el consejo pastoral del centro.

Los hermanos expresaron su satisfacción por la marcha pastoral que está teniendo la comunidad, especialmente porque se han sentido atendidos y acompañados.

El Padre Óscar manifestó que se está en diálogos con diferentes comunidades y familias, que están en proceso de incorporarse también al Centro Pastoral.

El domingo 21, por la tarde, el arzobispo sostuvo una sesión de formación con los hermanos de la parroquia de la Santísima Trinidad, Uspantán, El Quiché.

El templo estaba totalmente lleno, pues, además de la formación, seguidamente se tendría la celebración de la Santa Misa de la Pascua.

El arzobispo explicó acerca del Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, así como de la oración, en el pensamiento y praxis de la iglesia apostólica. Los hermanos siguieron la formación con mucha atención.

El domingo, al caer el día, el arzobispo tuvo una breve reunión con el consejo pastoral de la Parroquia de la Santísima Trinidad, así como con un delegado del Centro Pastoral de la Zona Reyna de Uspantán y Chicamán.

En general, los hermanos que se expresaron, manifestaron su satisfacción por el sostenido crecimiento que se está teniendo en las diferentes comunidades, así como por el tipo de acompañamiento pastoral que están recibiendo.

Por su parte, el Padre Óscar Guardado, párroco de Uspantán, expresó como cifras el crecimiento que se ha dado en las diferentes comunidades y la forma como se está llevando adelante el trabajo pastoral.

E lunes 22 de abril, en el Centro Pastoral de Chitani, San Pedro Carchá, Alta Verapaz, se celebró el decanato del Sur de Alta Verapaz, con la participación de numerosos delegados y servidores de las diferentes parroquias.

Participaron también los padres Fredy López, Alexander Mendoza, Gustavo Pineda y Eliseo Samol.

El arzobispo presentó la formación referente a la Eucaristía y la Oración en la iglesia primitiva y los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diferentes preguntas.

Hacia el final de la mañana del 22 de abril, en la sede del Centro Pastoral de Chitania, San Pedro Carchá, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia.

Dentro del marco de la celebración, se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de hermanos del centro pastoral local.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en la misión que tiene el cristiano, a partir de la experiencia de que ya ha sido resucitado con Cristo, por el don del Espíritu Santo.

Dentro del marco de la celebración de la Santa Misa, el 22 de abril, en el Centro Pastoral de Chitania, se celebró la renovación de la institución de ministros de un centenar de hermanos y, además fueron instituidos varios hermanos por primera vez, para servir en diferentes comunidades.

Durante la homilía, el arzobispo subrayó que el corazón de la renovación carismática apostólica, lo consstituye el sacramento del Cuerpo y de la Sangre del Señor, por ser la fuente ordinaria y permanente de la efusión del Espíritu Santo en la vida del creyente.

Animó a los hermanos a tomar conciencia de que el ministerio que reciben o renueva, no se agota con el ejercicio pastoral sino su base se tiene en el estilo de vida y el testimonio.

El lunes 22, al caer el día, el arzobispo presidió el retiro para el presbiterio y los diáconos que ejercen el ministerio pastoral en la Vicaría del Norte de Guatemala.

El tema central del retiro fue la urgencia de identificarse plenamente con el Señor, en el estilo de vida, porque la actitud personal, constituye uno de los elemntos esenciales para cumplir eficazmente, el ministerio ordenado.

Se contó con la participación de todos los presbíteros y diáconos que trabajan en la Vicaría, los cuales mostraron el interés por el retiro que se les impartió.

Después del retiro del presbiterio, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, la cual fue concelebrada por los presbíteros presentes.

Se administró el Sacramento de la Reconciliación para todos los que se sintieron llamados a acudir a él.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que el tiempo de Pascua es especialmente propicio para profundizar en la vitalidad que debe tener el ejercicio del ministerio ordenado, a partir de la experiencia de que Cristo resucitado está vivo y presente en cada uno de los presbíteros.

El lunes 22. por la noche, el arzobispo impartió durante poco más de una hora, formación permanente para los presbíteros y diáconos de la Vicaría del Norte.

La temática abordada correspondió con cuanto se encuentra en la primera parte de la introducción al Sacramentario Completo, que ha sido publicado recientemente.

Además, se asumió el compromiso de que, en el futuro, se seguirán profundizando diferentes aspectos relacionados con la liturgia, para poder celebrarla con mayor eficacia.

La reunión del presbiterio de la vicaría del Norte de Guatemala, concluyó bien entrada la noche, con la reunión para abordar diversas cuestiones de tipo pastoral.

Cada uno de los participantes hizo una breve actualización de la marcha que se sigue en las diferentes parroquias y centros pastorales.

Luego se habló de la importancia de dedicarle más tiempo a los encuentros del presbiterio, para que los mismas puedan dar todos los frutos que se esperan. También se habló de la reunión general del presbiterio que se celebrarán el área de Tomtem, Cobán, Alta Verapaz, el 2 de julio del presente año.

El martes 23, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del Decanato del Norte de Alta Verapaz., con la participación de varios centenares de delegados.

Estuvieron presentes también los padres Óscar Carranza, Gustavo Pineda y Jlio Ortiz.

El arzobispo hizo la presentación del material que tenía preparado y, seguidamente los hermanos plantearon diferentes preguntas que tenían sobre la temática expuesta. Seguidamente, algunos de los responsables, dieron un informe de cómo está marchando la vida en los diferentes centros paastorales y parroquias.

El balance de lo expuesta, en general, es muy positivo.

El martes 22, en la sede parroquial de Cristo Rey, Chisec, Alta Veparaz, se celebró la Divina Liturgia de renovación de los compromisos presbiterales de los presbíteros que trabajan en la Vicaría del Norte de Guatemala.

Se contó con la participación de la totalidad del presbiterio activo en la Vicaría.

El arzobispo hizo énfasis en el sentido del ministerio, como experiencia de la presencia activa del Señor Resucitado en medio de la Iglesia.

Al final de la homilía, se oró por loas presbíteros y por el arzobispo.

Dentro del marco de la celebración de la Divina Liturgia, un centenar de ministros de la comunión pertenencientes al Decanato Norte de Alta Veparz, hicieron la renovación de la institución ministerial.

Esta práxis se ha introducido en varios lugares y tiene como finalidad el acrecentar la fe y la fidelidad en el desempeño del ministerio de distribución de la comnión entre los hermanos, así como subrayar el carácter temporal que tiene dicho ministerio.

Además, se hizo la primera institución de un grupo de hermanos que trabajara en diferentes parroqquias que tenían necesidad del apoyo de los nuevos hermanos instituidos.

El martes 23, por la tarde, el arzobispo hizo la primera visita pastoral a la nueva comunidad de La Esperancita, ubicada en la frontera entre Sayajché, Petén y Chisec Alta Verapaz.

Los hermanos se mostraron muy contentoss y agradecidos por la visita.

Con ocasión de la presencia del arzobispo, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a un niño y se administró la confirmación y el envío misionero a quince jóvenes.

El miércoles 24, Mor Santiago Eduardo presidió el decanato de las comunidades de El Ixcán, del departamento de El Quiché.

La reunión se celebró en el salón comunal de la cabecera municipal, ubicado en Playa Grande. Se contó con la presencia de buen número de delegados y de los padres Robinson, Jesús y Eliseo.

Los hermanos participaron con gran atención y, al final, el arzobispo respondió a varias preguntas que le fueron planteadas. Además, los hermanos y los padres hicieron una breve presentación de la marcha que está siguiendo la pastoral, con un balance bastante positivo.

Después del decanato, en el mismo salón comunal, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la cual concelebraron los presbíteros que estaban participando en el decanato.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que la misión de la Iglesia es comunicar a todo el pueblo de Dios, la libertad que Cristo conquistó para toda la humanidad y que eso, sobre todo se realiza a través de la vida sacramental, vivida con conciencia y con buena preparación.

Los hermanos participaron con gran devoción y asumieron el compromiso de intensificar el compromiso misionero, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

Dentro del marco de las celebraciones de la Pascua, también se celebró la liturgia, centrados en torno al ministerio de los ministros de la comunión.

Se instituyeron dos nuevos ministros para la comunidad Nueva Esperanza y la mayor parte de los ministros de la comunión del ixcán, hicieron la renovación de sus compromisos.

El arzobispo hizo énfasis en que el ministerio de distribución de la comunión, no es simplemente una función sino requiere, para ejercerlo con provecho que a esta función, se una un auténtico testimonio de vida y el compromiso de vivir con radicalidad como discípulos del Señor.

El miércoles 24, por la tarde, el arzobispo, acompañado por los tres presbíteros, llegó hasta la más lejana de las comunidades del ixcán.

Se trata de la nueva comunidad de San Juan Chactelá, en donde, recientemente se han convertido ocho familias, que se encuentran llenas de entusiasmo.

Aunque aún no cuentan con un templo, se reúnen en una casa y han asumido el comrpomiso de trabajar con intensidad para cumplir la misión de anunciar el Evangelio a todas las personas y, de esa manera, identificarse plenamente con el estilo de vida y la identidad de la Iglesia Apostólica.

El jueves 25, por la mañana, el arzobispo presidió el decanato de El Petén, en el salón municipal del municipio de Sayajché, departamento de Petén.

Se contó con una buena participación de hermanos, especialmente de la mayoría de los ministros de la comunión, que sirven en las diferentes comunidades.

El arzobispo en la presentación hizo énfasis en que, a través de la Eucaristía, es como la Palabra viva se hace presente en la iglesia y como se viven en un continuo Pentecostés.

Después de la reunión, se celebró la Divina Liturgia para todos los hermanos que estaban participando en la reunión. El padre Marco Antonio, encargado pastoral de la zona, concelebró la Eucaristía.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo es urgente que, a través de la fe y de la vida sacramental, se tenga la experienciaa de que Jesucristo resucitado está vivo y presente en la vida de cada creyente y en medio de toda la comunidad.

A partir de la experiencia de la presencia de Jesucristo resucitado, es como es posible que se pueda cumplir con eficacia la misión de predicar el Evangelio y de hacer discípulos a todos los pueblos.

En el marco de la celebración de la santa misa, se celebró también la institución de unos 10 ministros de la comunión y la renovación de otros 25 ministros, que sirven en las diferentes comunidades del área de El Petén.

Antes de la ceremonia de institución y de renovación el arzobispo explicó que el testimonio de vida y la dedicación generosa a anunciar el Evangelio, es una condición indispensable para que el mismo ministerio de distribución de la comunión, pueda tener la eficacia que se requiere.

Además recordó acerca del cuidado que deben tener en cuanto al orden y a todo lo que se relacione con la comunión, dado que es el mismo Cuerpo y Sangre del Señor y la Palabra Viva de Dios, que se entrega a los fieles, para mantenerlos como templos vivos del Espíritu Santo.