El viernes 31 de enero, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la Divina Liturgia en la que se hizo el envío de uno de los dos diáconos que este año iniciarán el Ejercicio Pastoral Supervisado.

Se trata del diácono Francisco Diego, quien ejercerá la pastoral en el área del Sur de México, en donde están creciendo rápidamente las comunidades y la presencia de la Iglesia.

Durante la homilía, el arzobispo dirigiéndose al diácono así como a todos los seminaristas hizo énfasis en la urgencia de optar por dejar que el Señor, con la presencia de su Espíritu, transforme constantemente la vida de cada quien.

Se espera que durante el presente año, el Seminario cuente con unos 33 seminaristas, de los cuales dos estarán en el Ejerciicio Pastoral supervisado.

Se espera que tres estarán en el año propedéutico.

Seis en el primer semestre.

Diez en el quinto semestre.

Nueve en el noveno semestre.

Tres en el décimo primero.

Y dos que estarán haciendo el Ejercicio Pastoral Supervisado.

El equipo de formación estará presidido por el arzobispo y, en el mismo, colaborarán los Padres José Ramón Espinal y Edwin González.

El viernes, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Nuevo Pentecostés, ubicada en el municipio de Santiago Atitlán, Sololá.

Se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a seis niños.

Además, se instituyó como ministros extraordinarios para la distribución de la comunión a dos hermanos.

Se pudo notar el entusiasmo que tienen los hermanos y el compromiso que han asumido para tratar de organizarse con mayor seriedad y dar mayores frutos misioneros.

El sábado 1 de febrero, el arzobispo llegó hasta la sede de la Parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en Tzanixnam, del municipio y departamento de Totonicapán.

La ocasión de la visita fue la bendición de la semilla, junto a la renovación de la institución de ministros de la comunión y bendición del presidente y del vice-presidente del nuevo consejo pastoral.

El arzobispo celebró la liturgia de Santa María de la Siembra y animó a los hermanos a descubrir la experiencia única de ser parte de la iglesia Madre de todas las Iglesias.

El sábado 1 de febrero, después del medio día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Pajomel, del municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá.

Se celebró la divina liturgia para servidores y líderes de la comunidad local.

Después de la homilía, en la que el arzobispo hizo énfasis en la importancia de ser íntegramente fieles al Señor y de aceptar los desafíos como una llamada divina a crecer en la fe, se oró por los servidores y líderes que estaban presentes, participando en la celebración de la liturgia.

El sábado 1 de febrero al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chuitzancha, del municipio de Santa Cruz la Laguna, de Sololá.

Se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños, cuyos padres hnan ingresado recientemente, para ser parte de la iglesia.

El arzobispo animó a los hermanos a vivir con generosa entrega su vocación eclesial y a tratar de dar testimonio activamente, en los diferentes lugares de la presencia del Reino.

El viernes 7 de febrero, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco, en donde presidió la celebración del Decanato del occidente de Huehuetenango.

Se contó con la participación del párroco local, padre Ángel Cáseres y de numerosos hermanos, servidores de las diferentes comunidades que cubre el decanato del occidente de Huehuetenango.

El arzobispo presentó la formación que tenía preparada, animando a los hermanos a tratar de redescubrir el sentido originario de la iglesia apostólica y a asumirlo en la vida, a todos los niveles posibles.

El arzobispo también hizo énfasis en la urgencia de organizarse para cumplir la misión que Cristo confió a los apóstoles.

El viernes 7, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de la Soledad, ubicada en la parte alta del municipio de Cuilco, Huehuetenango y perteneciente a la parroquia Inspiración del Espíritu Santo.

Los hermanos estaban esperando al arzobispo con mucho entusiasmo, pues hacia ya un poco de tiempo, desde que se había realizado la última visita a la comunidad.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos al compromiso para tratar de ser auténticos discípulos del Señor y de dar testimonio del evangelio, como lo hicieron los apóstoles.

Con ocasión de la visita del arzobispo a la comunidad de la Soledad, los hermanos prepararon a una serie de hermanos para que se administraran divedrsos sacramentos.

Ocho niños recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana.

Además siete hermanos recibieron la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Dirigiéndose a los padres, padrinos y, en el caso de quienes fueron confirmados, a ellos mismos, el arzobispo hizo énfasis en los compromisos que se asumen al acercarse a recibir los diferentes sacramentos. Pues el Señor da la gracia, pero espera que se produzcan frutos abundantes.

El sábado 8, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato asamblea del sur oriente de Huehuetenango, celebrado en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango.

Se contó con la participación de un nutrido grupo de hermanos, delegados de las diferentes comunidades, centros pastorales y parroquias, así como de la totalidad de presbíteros que participan en este decanato: Estuvieron los padres Santos, Pedro, Yaider, José Raul, José Manuel, José Luís y Roberto Carlos.

El arzobispo impartió la formación orientada a ayudar a profundizar en el sentido espiritual y las consecuencias de la Visita Apostólica de Su Santidad el Patriarca a la Arquidiócesis de Centroamérica.

Al final, los hermanos tuvieron buena participación, compartiendo experiencias, presentando informes y animando a la perseverancia y al compromiso.

Después de la Asamblea, los servidores del Centro Pastoral de Santa María Chiquimula, se acercaron al arzobispo, para pedirle plantearle dos cuestiones.

La primera se refería a la forma en la que los hermanos del centro pastoral pueden organizarse para hacer la pequeña colecta trimestral en favor el seminario.

La segunda estaba orientada a pedir recomendaciones para impulsar el crecimiento en el número de comunidades del Centro Pastoral. El arzobispo les felicitó por su preocupación misionera y les aseguró que estaba dispuesto a apoyales, para lo cual se coordinaría con el Padre Santo, encargado del Centro Pastoral.

El sábado 8, al caer el día, el arzobispo llegó hasta el sitio en el que se ha iniciado el proceso de trazo, para la construcción del templo de la comunidad de El Rodeo, Malacatancito.

Se hizo oración sobre el lugar, sobre el pueblo de Dios y sobre los materiales que se utilizarán en la construcción, así como sobre la primera piedra.

Los hermanos se encuentran muy animados y confiados en que, a pesar de no ser muchos, el Señor les extenderá la mano para conseguir lo necesario para la costrucción.

El sábado 8, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la comunidad de El Rodeo del municipio de Malacatancito, Huehuetenango.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los tres sacramentos de iniciacion cristiana a un niño que es hijo del presidente del Consejo Pastoral de la comunidad.

El arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse activamente, no solo en la construcción del templo material, sino, sobre todo, en vivir el evangelio y en realizar una labor misionera continuada.

El domingo 9, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad que se ubica en Todos Santos Cuchumatanes, en el departamento de Huehuetenango.

El arzobispo se llevó la feliz sorpresa de constatar un sostenido crecimiento en el número e identidad de fieles de la comunidad de Todos Santos.

Con ocasión de la visita de arzobispo, además de celebrar la misa, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños y tres hicieron la comunión solemne.

El domingo 9, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia San Ignacio de Antioquía, ubicada en La Vega de Colotenango.

Había representantes delas diferentes comunidades que forman la parroquia, los cuales siguieron la formación con interés y con mucha atención.

El arzobispo se refirió a la llamada que nos ha hecho el Señor, de tratar de vivir y encarnar plenamente los rasgos de vida, de fe y de testimonio evangélico, que tuvieron los apóstoles.

Después de la formación el arzobispo presidió la celebración de la santa misa con los hermanos de La Vega de Colotenango, Huehuetenango.

Además de la celebración de la divina liturgia, se administraron los tres sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños, y hubo otros tres que hicieron la comunión solemne.

El arzobispo recordó a los hermanos que tenemos la vocación a ser sal de la tierra y luz del mundo, para lo cual se implica el tener la presencia del Espíritu Santo en la vida de cada creyente.

La visita pastoral de arzobispo a la parroquia de San Ignacio de Antioquía, terminó con una visita a la comunidad de Chapil, del municipio de Concepción Tutuapa, San Marcos.

Se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niños, hijos de miembros de la comunidad.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la organización que han logrado ir implementando en su comunidad y les animó a comprometerse cada vez más activamente en la proyección misionera de la fe apostólica.

El lunes 10 de febrero, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chaaoj, del municipio de Sacapulas, del departamento de El Quiché, para visitar a los hermanos.

Con ocasión de la visita, además de la celebración de la santa misa, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cinco niños, tres hermanos recibieron la confirmación de la crismación y el envío misionero y cinco niños hicieron la comunión solemne.

El arzobispo animó a los hermanos a tratar de entregarse con mayor radicalidad al Señor, así como a dar testimonio del evangelio, para vivir con integridad la fe apostólica.

El viernes 14, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la santa misa, para los catequistas de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

En ese día, se celebró la memoria de los Santos Cirilo y Metodio, quienes fueron los evangelizadores de los pueblos eslavos, en el siglo noveno.

A la luz de las lecturas, el arzobispo insistió en que la base de toda la vida cristiana es el recibir el Espíritu Santo que viene a renovar la vida y a hacer arder el corazón en el amor a Dios y que, a partir de ese amor, se tiene la necesidad de dar testimonio del evangelio a todos.

Después de la celebración de la misa, durante casi dos horas, el arzobispo impartió la formación para numerosos catequistas y algunos fieles que participaron.

La formación presentó cómo debe entenderse la Palabra de Dios, como manifestación continuada de Dios en la vida del creyente. También se presentó cómo fue la escritura de los cuatro evangelios.

Al final, los hermanos estuvieron planteando durante casi una hora, una serie de preguntas sobre diferentes temas relacionados con la fe apostólica

El sábado 15 de febrero, en el lugar en donde el arzobispo reside durante su estadía en California, se celebró la reunión de conclusión del curso de liturgia para los alumnos de la Escuela Santiago Baradeo.

El arzobispo fue planteando las diferentes cuestiones que se estudiaron y varios de los alumnos fueron respondiendo con precisión a las diferentes preguntas que se formularon.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la dedicación que han tenido en la formación y ahora corresponderá planificar la ordenación como acólitos de quienes terminaron satisfactoriamente el curso.

El sábado quince de febrero, al caer el día, el arzobispo se encontró con los hermanos de la comunidad Vida Nueva, de Los Ángeles, California.

Después de haber quedado, durante un par de meses sin un local dónde reunirse, los hermanos han encontrado un local y, con la ayuda de Dios, a partir del próximo mes, allí se tendrán las reuniones de formación y las celebraciones de la comunidad.

El local se encuentra en la esquina de Olive Str y la Calle 14, un poco más cerca del centro de la ciudad, de donde actualmente se ha estado reuniendo temporalmente la comunidad.

El arzobispo presidió la celebración de la misa para los hermanos que estaban participando y se ungió a cuatro hermanos que ha estado sufriendo quebrantos de salud.

El arzobispo felicitó a los hermanos por su perseverancia y les animó a fortalecer su compromiso misionero.

El sábado 15, por la noche, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Ministerio El Pescador, en el Sur de la Ciudad de Los Ángeles.

La visita comenzó con la celebración de la santa misa para los miembros de la comunidad que pudieron participar.

Durante la homilía, el arzobispo presentó a los hermanos la urgencia de poner toda la confianza en Dios, para que, siendo fieles discípulos del Señor, se crezca en la fe y se den abundantes frutos.

Después de la celebración de la misa, el arzobispo impartió formación para servidores y líderes de la comunidad Ministerio El Pescador, de Los Ángeles.

En esta ocasión, la formación giró en torno al tema de la Palabra Viva de Dios, que nos está hablando constantemente, a través de todos los hechos que suceden en la vida.

Específicamente, el arzobispo se centró en tratar de descubrir cuál es el sentido que tiene la Visita Apostólica de Su Santidad el Patriarca, desde la perspectiva de la fe, es decir, como Palabra Viva de Dios, que nos interpela y nos invita a la renovación y a un compromiso radical.

El domingo 16 de febrero, reunidos en el lugar en donde el arzobispo pernocta cuando está en Los Ángeles, se celebró la santa misa para servidores y líderes de las comunidades de la parroquia San Miguel Arcángel, California.

Se contó con una buen participación de hermanos en la liturgia; especialmente, miembros de la comunidad Vida Nueva, que, debido a no contar aún con un local exclusivo para las celebraciones, les toca reunirse esporándicamente en el lugar en donde se celebraba la misa.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a tratar de pedir la Señor la sabiduría, para lograr comprender muchos aspectos de la Revelación y de la forma en que Dios va hablando a través de la vida.

Después de la celebración de la santa misa, el arzobispo impartió formación durante más de una hora, a servidores y líderes de las comunidades de la parroquia San Miguel Arcángel.

El tema sobre el que se profundizó fue la cuestión de la Palabra Viva de Dios, que sigue manifestándose al creyente y también se habló sobre la forma ade llegar a reconocer esa palabra en la vida cotidiana.

Al final, los hermanos pusieron una serie de cuestiones tendientes a clarificar los diferentes aspectos de la formación que se había impartido.

La actividad matutina terminó con la reunión del consejo pastoral de la parroquia, en el cual participaron líderes de las diferentes comunidades que forman la parroquia.

Una de las noticias importantes de la reunión es que, los hermanos de la comunidad Vida Nueva, han encontrado un local en el que harán sus asambleas y que, a su vez, fungirá como sede de las reuniones y formaciones que serán impartidas a nivel de parroquia.

En general, los hermanos compartieron una serie de inquietudies, así como la satisfacción de sentirse firmes en la fe.

Compartieron también que, en varias comunidades, ha habido cierto crecimiento, pues han ingresado nuevos fieles.

El domingo 16, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santa María de Guadalupe, ubicada en la ciudad de Riverside, del condado del mismo nombre.

La visita comenzó con el compartir una serie de reflexiones acerca de la forma en la que Dios habla a quienes confían y creen en Él y acerca de cuáles deben ser las actitudes para reconocer esa manifestación.

Los hermanos parecen estar contentos con la marcha de su comunidad y también están experimentando un cierto crecimiento en cuanto al número de fieles.

El domingo por la noche, en la sede de la comunidad de Santa María de Guadalupe, de la ciudad de Riverside, el arzobispo presidió la celebración de la santa misa.

Durante la homilía el arzobispo explicó cuál es el sentido de relación entre la Antigua y la Nueva Alianzas y cómo la primera está directamente orientada hacia la segunda.

El arzobispo también animó a los hermanos a mantenerse firmes en la participación activa en la vida de la comunidad y a tratar de vivir la Cuaresma ya próxima, con auténtico espíritu de conversión.