El domingo 21 de marzo, por la mañana, en la parte posterior de la residencia del hermano Ronaldo Velásquez, Mor Santiago Eduardo presidió la misa para servidores de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Durante la homilía, del quinto domingo de cuaresma, el arzobispo explicó cómo el Señor promete una nueva alianza y cuáles son las actitudes que se deben asumir para participar en ella.

También animó a los hermanos a intensificar el compromiso de conversión en lo que falta de la cuaresma.

Después de la celebración de la misa, el hermano Ronaldo y otros hermanos, habían organizado un agasajo, para celebrar dos acontecimientos que hemos vivido recientemente.

En primer lugar, los hermanos quisieron celebrar el octavo aniversario de nuestra incorporación a la Santa Sede de Antioquía, así como de la creación de la Arquidiócesis, lo cual aconteció el cinco de marzo.

En segundo lugar, se celebró el cumpleaños del arzobispo, que tanbien tuvo lugar el mismo día en el que fuimos incorporados a la Iglesia de Antioquía.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo impartió formación a servidores y líderes de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel de California.

El tema que se abordó fue cómo, por la confesión de fe, fruto de la acción del Espíritu Santo, el apóstol fue convertido e piedra sobre la que se fundamenta la Iglesia.

El arzobispo, sin embargo, hizo énfasis en que esta dimensión no es privilegio para los apóstoles, sino a ellos se les encarga la misión de que todos sean constituidos por la foma de vida y la presencia del Espíritu Santo, en roca sobre la que se fundamenta la iglesia.

Después del mediodía, se celebró la reunión mensual del Consejo Pastoral de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Cada uno de los representantes presentó cómo va la marcha de las diferentes comunidades.

También se organizó cómo se va a apoyar a las comunidades que ha ingresado recientemente y que áun no cuenta con una organización referente a la liturgia y a la preparación a los sacramentos.

Al caer del día domingo 21, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, en donde la visita comenzó con impartir formación a los hermanos.

Se desarrollaron aspectos relacionados con la fe y cómo es urgente que, cada fiel se comprometa a tratar de cultivar una experiencia viva del Señor.

La actividad pastoral del arzobispo concluyó con la celebración de la santa misa, con los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside.

Durante la homilía, el arzobispo explicó, de acuerdo a lo escrito en el libro del Profeta Jeremías, cuáles son las características que tendría la nueva alianza que el Señor prometió.

Luego, a la luz del evangelio, recordó que, para que todo esto se convierta en realidad, es indispensable, al igual que enseño el Señor, renunciar a sí mismo, para poder irradirar la presencia del Reino de Dios y dar abundante cosecha.

El martes 23, por la tarde, en la Casa Presbiterial de la Catedral de San Juan Bautista, Comalapa, Chimaltenango, se celebró una reunión del aarzobispo con el presbiterio de la Vicaría del Centro de Guatemala.

Se contó la participación de los diez presbíteros que forman parte de la Vicaría, siendo Vicario el Padre Orlando López.

La reunión giró en torno a la organización específica del Año de la Apostolicidad. Se aprobó la propuesta del arzobispo de que, en cada parroquia se organice un equipo piloto para experimentar, en primer lugar y, luego, organizar todo lo referente a la vida de fe al estilo de relación y de testimonio de la Iglesia Apostólica Primitiva.

Después de la celebración de la reunión, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en honor de los presbiteros, en general y, específicamente de los de la vicaría del Centro. Concelebraron los diez presbíteros.

Se contó con una buena participación de fieles de la parroquia de la Catedral de San Juan Bautista.

En la homilía el arzobispo explicó, a la luz de las lecturas bíblicas, cómo a través del ministerio sacramental es como la salvación se hace una posibilidad real a todo el pueblo de Dios.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se realizó la renovación de los compromisos presbiterales del presbiterio de la Vicaría del Centro de Guatemala.

El arzobispo recordó cuáles son las características que deben distinguir al presbítero que se identifica realmente con el sentido sacramental del ministerio que ejerce.

Seguidamente se oró por los presbíteros, por el arzobispo y por todo el pueblo de Dios.

Finalmente, junto al saludo de la paz, el arzobispo entregó a los presbíteros el Santo Crisma y los óleos de los catecúmenos y de los enfermos, para el ejercicio del ministerio que les ha sido confiado.

Finalmente, durante un breve tiempo, en la Casa Presbiteral, se tuvo un breve ágape fraterno, con el cual se cerró el encuentro del presbiterio de la Vicaría del Centro.

En todo el tiempo de compartir, prevaleció el espíritu de cordialidad, de comunión y de disponibilidad sincera a consolidar el sentido de la fraternidad presbiteral y del ejercicio ministerial.

El miércoles 24, el arzobispo visitó, después de largo tiempo, la comunidad de Monrovia, que se ubica en el municipio de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango.

La ocasión especial de la visita, fue el dar gracias a Dios por las cosechas que se recibieron, el presentar las primicias y hacer la bendición de la comunidad.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos, a la luz de las lecturas bíblicas, cómo para conocer la verdad que es Dios mismo, es necesario asumir una actitud de profunda humildad y disponibilidad al Señor, para alcanzar la libertad en todas sus dimensiones.

Al final de la celebración de la Santa Misa, los hermanos hicieron la presentación de las primicias correspondientes a la cosecha que se acabó de recoger hace no mucho tiempo.

Además, se hizo la bendición de las semillas, las cuales comenzarán a ser sembradas en los primeros días de abril.

El arzobispo pidió al Señor que concediera buen tiempo, lluvias suficientes y que se alejara toda plaga, para que el pueblo de Dios, pueda tener el sustento necesario.

El jueves 25 de marzo, el arzobispo llegó por la mañana a la sede de la parroquia la Glorificación de María, de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del nor-oriente de Huehuetenango.

Se contó con la participación muy numerosa de líderes, ministros, servidores y catequistas, así como de los padre Hugo Patzán y José Armando, encargado pastorales del área.

El arzobispo explicó cuáles son las características de la fe apostólica e indicó cuál es la incidencia y compromisos que nos toca asumir a tal respecto.

Después de que concluyó la formación del decanato, a la cual siguió un diálogo para responder preguntas, siguió la presentación de informe de los líderes de los sectores.

En general se puso de manifiesto que la vida de los diferentes sectores y de las diversas comunidades que los componen, en general, ha vuelto a la normalidad y se está trabajando con entusiasmo.

Los padres también presentaron cuáles son los proyectos e iniciativas que se tienen con respecto al Año de la Apostolicidad y se asumieron algunos compromisos con vistas al crecimiento espiritual.

Hacia el final de la mañana, preisida por el arzobispo y concelebrando los padres Hugo y José Armando, se celebró la Divina Liturgia en honor a la Encarnación del Hijo de Dios.

Durante la homilía, el arzobispo recordó cómo el ejemplo de la Virgen María, encarna la actitud necesaria, para permitir que, de acuerdo a la Voluntad de Dios, se vaya cumpliendo su proyecto de salvación.

También el arzobispo recordó la analogía que existe entre lo que la Virgen María realizó y lo que nos corresponde realizar y animó a los hermanos a asumir una actitud de total disponibilidad a Dios.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a tres hermanos, provenientes de la comunidad de Bahí.

El arzobispo recordó cuáles son las actitudes y los compromisos que se deben asumir, para cumplir con fidelidad la respensabilidad que se asume al ser enviado como misionero.

Los hermanos expresaron ser conscientes de sus compromisos y estar dispuestos a cumplirlos.

También dentro del marco de la celebración de la Divina Liturgia, se hizo la renovación de la bendición de los ministros para la distribución de la comunión y los catequistas.

Los hermanos renovaron el compromiso de cumplir con fidelidad, por los proximos doce meses, el encargo confiado y el arzobispo, auxiliado por los presbíteros hizo la bendición correspondiente.

Al final, los hermanos fueron presentados al pueblo de Dios.

Hace pocos días, en la parroquia de la Glorificación de María, se llevó a cabo la elección del nuevo consejo pastoral y del consejo económico, los cuales ejercerán sus cargos durante dos años.

En el contexto de la celebración litúrgica, se oró por los hermanos que conformarán los consejos y, finalmente, fueron presentados ante la asamblea de fieles.

El jueves 25, por la tarde, Mor Santiago Eduardo, llegó hasta la comunidad de El Quetzal, de la Parroquia de la Glorificación de María de Santa Cruz Barillas.

Los hermanos habían preparado una serie de arcos y de flores, para dar la bienvenida al arzobispo, desde la carretera principal, hasta el templo de la comunidad.

El arzobispo agradeció a los hermanos la iniciativa y caminó, junto a ellos, hasta llegar al templo.

El jueves 25, por la tarde, con la participación de numerosos fieles, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en honor a la Anunciación del Ángel a la Virgen María.

Durante la homilía, el arzobispo explicó como tal misterio implicó el comienzo del cumplimiento de todas las promesas que el Señor había hecho en el pasado.

También recordó que el misterio que comenzó ese día, debe continuarse ininterrumpidamente en la vida de la Iglesia y, eso, requiere de cada quien, tener una actitud y disponibilidad similares a la de la Virgen María.

Para concluir la visita del arzobispo a la comunidad de El Quetzal, los hermanos prepararon un agasajo para celebrar el octavo aniversario de la creación de la Arquidiócesis, así como el cumpleaños del arzobispo.

Además de canciones, los diferentes grupos y algunos de los hermanos, presentaron algunos obsequios al arzobispo.

El arzobispo agradeció el agasajo y animó a los hermanos a asumir siempre con mucha responsabilidad el cumpliento de la misión que el Señor nos ha confiado.

El viernes de dolores, 27 de marzo, el arzobispo presidió la celebración del Decanato del Norte de Huehuetenango, en la sede de la parroquia San Mateo Apóstol de San Mateo Ixtatán.

Participaron el padre Marcos Caicedo y una numerosa representación de líderes, servidores, ministros y catequistas de las diferentes comunidades de la Parroquia.

El arzobispo explicó, a la luz del testimonio del Nuevo Testamento, cuál es el sentido y las características de la fe apostólica y exhortó a los hermanos a emprender el camino necesario, para hacer que esta misma fe anime a cada uno de los miembros de la iglesia.

Después de la formación impartida en el decanato, bajo la coordinación del Padre Marcos, comenzó un diálogo en el que se hicieron varias preguntas y el arzobispo fue respondiendo.

Entre las cuestiones planteadas se presentó la interrogante de cuál es el contenido de la fe, así como se pidió una ampliación en la explicación del tesxto de Mateo referente a la confesión de Pedro.

El arzobispo explicó que, en base al mismo texto, no se puede fundamentar ningún sistema organizativo eclesiástico, pues se trata de la misión que el Señor confió a Pedro y a los Apóstoles, para, a través del ministerio sacramental, que consistd en la comunicación del Espíritu Santo, se abra el Reino de Dios y, cada quien, quede constituido en Roca, que hace parte de la Iglesia viva que el Señor ha fundado.

Después de la terminación del decanato y el diálogo, se celebró la Divina Liturgia, correspondiente al quinto viernes de cuaresma, presidida por el arzobispo y concelebrada por el Padre Marcos.

Durante el homilía, el arzobispo explicó cómo el texto bíblico, interpretado fuera de la iluminación del Espíritu Santo, en lugar de conducir a Dios, se convierte en un obstáculo para llegar a Él, como sucedió en el contexto del judaísmo contemporaneo a Jesucristo.

También animó a los hermanos a que, descubriendo el sentido de la sacramentalidad eucarística como encuentro y recepción de la Palabra de Dios hecha carne, se trate de dejarse transformar por la acción del Espíritu Santo.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, también se hizo la renovación de los compromisos y de la bendición de los ministros de la comunión de la parroquia.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos que se tienen y ellos, unánimente, se comprometieron a asumirlos con fidelidad, especialmente en lo referente al estilo de vida.

Luego consultados los hermanos que estaban presentes, dieron el aval para la renovación de la bendición y el arzobispo, auxiliado por el padre Marcos, procedió a la misma.