El sábado 27, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la Parroquia Jesús Buen Pastor, ubicada en El Amparo Agua Tinta, Chiapas, México.

Le recibió el párroco local padre José Alfredo Hernández, junto a un grupo de fieles, para que, a una cierta distancia de la sede parroquial, se hiciera la bendición de los Ramos y se encaminaran en procesión, hacia el templo parroquial.

El arzobispo hizo la bendición, se leyó la lectura del Evangelio de Juan, en donde se narra la entrada a Jerusalén y se procedió a caminar hacia la iglesia.

Apenas se llegó a la iglesia, inició la celebración de la Divina Liturgia, presidida por Mor Santiago Eduargo y concelebrada por los padres José Alfredo, Francisco Pastrana y Antonio Castro.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo el Señor había prometido, a través del Profeta Ezequiel hacer una nueva alianza; sin embargo, la cerrazón de los líderes judíos, escudados en la interpretación de los textos de la Escritura, no les permitió llegar a discernir sobre el sentido del cumplimiento de las promesas en Jesucristo.

Invitó a los hermanos a tratar de vivir con espíritu de humildad y discernimiento, para ser capaces de reconocer los signos que el Señor realiza actualmente y, de esa forma, ser auténticos discípulos del Señor.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo celebró la ordenación como diácono, del sub-diácono Francisco Diego Bernabé.

Francisco es originario de la parroquia, habiendo nacido en la comunidad de Poza Rica. Desde el año pasado, hastado haciendo el ejercicio pastoral supervisado en la parroquia.

El seguirá trabajando en el mismo lugar y, con la ayuda de Dios, cuando sea el momento adecuado, será ordenado presbítero, también para servicio en la Vicaría del Sur de México.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, también se realizó la renovación de la bendición de los ministros del sector central de la parroquia Jesús el Buen Pastor.

El arzobispo recordó cuáles son los compromisos de un ministro de distribución de la comunión y los hermanos estuvieron dispuestos a renovar el compromiso de cumplirlos fielmente.

Seguidamente, el arzobispo oró y bendijo a los ministros, siendo apoyado por la oración de todo el pueblo de Dios.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración del Decanato de Chiapas, en la sede parroquial Jesús el Buen Pastor de El Amparo Agua Tinta.

Durante más de una hora, impartió formación a los hermanos, explicando el sentido e implicaciones de la fe apostólica, como unción continua del Espíritu Santo.

Además, recordó a los hermanos que se tiene el compromiso de trabajar para que la fe de cada miembro de la iglesia, pueda corresponder plenamente con la misma fe apostólica.

Para finalizar la actividad pastoral en la sede central de la parroquia Jesús el Buen Pastor, el arzobispo tuvo una breve reunión con los miembros del Consejo Pastoral.

Después de escuchar algunas opiniones acerca de la marcha del Consejo, el arzobispo recordó que la meta fundamental del Consejo tiene que ser el cumplir y ayudar a que todos participen en el cumplimiento de la misión apostólica que el Señor nos ha confiado, como parte de la Iglesia Madre de Todas las Iglesias.

El sábado 27, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la ciudad de Comitán de Domínguez, para realizar la primera visita pastoral a la recién incorporada comunidad que se ha formado en ese lugar.

La comunidad cuenta con más de cien miembros y está ubicada temporalmente en la casa del hermanos Marcos, líder fundador de la comunidad.

Los hermanos salieron a recibir al arzobispo, pidiéndole que la visita comenzara con la bendición de ramos, para conmemorar la entrada del Señor en Jerusalén.

El arzobispo bendijo los ramos y, luego de que el padre José leyera el evangelio de Juan en el el pasaje de la entrada del Señor a Jerusalén, se inició la procesión, para llegar a lugar en donde se celebraría la misa.

Terminada la procesión de ramos, inició la celebración de la Divina Liturgia, con la participación de numerosos hermanos, miembros de la comunidad, así como de otros que habían llegado desde Comalapa y Amatenango, en donde se cuenta también con otras comunidades.

Durante la homilía, el arzobispo explicó algunos aspectos sobre la fe y la identidad de la iglesia apostólica y animó a los hermanos a tratar de profundizar en los aspectos referentes a la identidad espiritual de nuestra Santa Iglesia.

Los hermanos participaron con mucha devoción e interés, animados a asumir con seriedad y responsabilidad la misión que el Señor nos ha confiado, de vivir plenamente la fe apostólica y de dar testimonio del evangelio, como los hicieron los apóstoles.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia en Comitán de Domínguez, se administró la confirmación y el envío misionero a dieciocho hermanos, de diferentes edades.

El arzobispo recordó a las confirmandos que la finalidad directa de la Confirmación de la Crismación, consiste en asumir con seriedad el encargo y la misión de ser testigos explícitos del Evangelio en todas partes y a todas las personas.

Los hermanos confirmados participaron con gran devoción, dando muestras de ser consciente de los compromisos inherentes al encargo que se les confió con esta ceremonia.

También dentro del marco de la Divina Liturgia, se celebró la renovación de la bendición de los ministros de la comunión del área occidental de la parroquia Jesús El Buen Pastor.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son sus responsabilidades y los hermanos expresaron su disponibilidad a asumirlas y cumplirlas con fidelidad.

Se oró sobre los hermanos y luego se les animó a cumplir con radical fidelidad la misión que se les confió

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se oró y se bendijo a los nuevos miembros del primer consejo pastoral que se organiza en el área de Comitán de Domínguez.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los alcances de la misión que se les confiaba y el animó a asumirla con toda la seriedad y profundad debida.

El domingo de ramos, el arzobispo inició la actividad pastoral haciendo la bendición de los ramos en la sede parroquia de Guaxacaná, con participación de delegados de diferentes comunidades de la parroquia, así como del Centro Pastoral de Tzisbaj.

Los hermanos participaron con gran devoción y alegría, dado que el año pasado, fue imposible hacer tal celebración, por la situación en la que se encontraba Guatemala.

Después del ingreso de la procesión, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia del Domingo de Ramos.

A la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó que para poder participar de la gloria del Señor, es necesario estar dispuestos a pasar también por la muerte a sí mismo, como el Señor nos enseñó.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se realizó la renovación de los ministros de la comunión de la parroquia de Nentón y del Centro Pastoral de Tzisbaj.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son sus compromisos. Ellos mostraron su prontitud a renovarlos y cumplirlos con fidelidad y, el arzobispo, con la ayuda de los presbíteros, oró por ellos.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nor occidente de Huehuetenango, con la participación de numerosos hermanos de la parroquia y el centro pastoral.

El arzobispo animó a los hermanos a entrar con todo el corazón en el sentido de lo que implica el vivir la apostolicidad de la Iglesia y a tratar de renovar la vida y el estilo de testimonio misionero.

Después de la formación impartida en el decanato y de un breve diálogo, líderes de las comunidades y presbíteros rindieron un breve informe de la marcha de las comunidades.

En general, el balance es muy positivo, pues se nota un sostenido crecimiento, tanto en el número de fieles como en la identificación con la identidad de la Iglesia.

Después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Chiaquial, en donde hace poco tiempo han logrado construir el templo de la pequeña comunidad.

La visita del arzobispo comenzó con la bendición de los ramos y luego con la bendición de cada uno de los hermanos, mientras se hacía el ingreso en la iglesia.

Por primera vez, el arzobispo celebró en el nuevo templo que han logrado construir los hermanos de la comunidad de Chaquial, después de muchos esfuerzos y dificultades.

El arzobispo felicitó a los hermanos por la construcción y les animó a renovar su compromiso de vida cristiana y de proyección misionera, como respuesta a las gracias que el Señor derrama en ellos.

El domingo al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Lupiná, de la parte baja de la parroquia de Jacaltenango. Se contó con la participación de hermanos de las diferentes comunidades de ese sector, así como del párroco, padre Santos.

La visita comenzó con la bendición de los ramos y, luego, con una pequeña procesión, desde el parque central hasta el salón municipal, en donde se celebró la divina liturgia.

En la celebración de la divina liturgia, se contó con la participación numerosa de hermanos, procedentes de las diferentes comunidades de la parte baja de la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, Huehuetenango.

Durante la homilía, el arzobispo felicitó a los hermanos por el crecimiento que han experimentado, así como por su compromiso de fe y les animó a ser cada vez más fieles en su entrega.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, fueron presentados siete jóvenes de la comunidad de Chejbal, para que el arzobispo les administrara la confirmación y el envío misionero.

Los jóvenes fueron instruidos acerca de los compromisos que asumían y todos, expresaron su disponibilidad a cumplirlos con fidelidad y a dar testimonio del Evangelio.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se hizo la renovación de la bendición de los ministros de la comunión del sector bajo de la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos que renovaban y ellos expresaron su disponibilidad a cumplirlos con entrega y fidelidad.