El jueves santo, 1 de abril, el arzobispo llegó hasta la sede del templo de Salquilito, en el municipio de Nebaj, El Quiché, para presidir la celebración del decanato del sur del áre Ixil.

Se contó con numerosa participación de fieles, representantes de buena parte de las comunidades que conforman el Centro Pastoral de Nebaj.

El arzobispo impartió la formación haciendo énfasis en que para vivir la fe apostólica es indispensable dejar que la unción del Espíritu Santo, esté fluyendo en la vida de cada creyente

Después de la formación que impartió el arzobispo, en el marco del decanato del sur del área Ixil, se entabló un diálogo, con una serie de preguntas y propuestas.

El arzobispo escuchó atentamente a cada una de ellas y las fue respondiendo, con el intento de que, lo que se ha dado como formación de el decanato, se traduzca en nuevas actitudes de vida.

Seguidamente, varios de los coordinadores de las diferentes comunidades de Nebaj y Cotzal, pasaron a rendir informe acerca de la marcha de sus comunidades.

En general, el balance ha sido muy positivo, pues se ha sentido la llamada y asumido el compromiso a incrementar la profundización en la identidad de la iglesia, así como en la proyección misionero y esto está comenzando a dar frutos.

Dentro del marco de la celebración en Xolacul, se administró la confirmación y el envío misionero a siete jóves de la comunidad Nuevo Pentecostés.

El arzobispo recordó a los confirmando cuáles son los compromisos que estaban asumiendo, específicamente en lo referente al testimoio del evangelio. Ellos se comprometieron a asumirles con diligencia y responsabilidad.

También dentro del marco de la celebración litúrgica con los hermanos de la comunidad Nuevo Pentecostés de Xolacul, Nebaj, se celebró la boda de dos parejas.

Se trata de los hermanos Miguel y Catariana y Antonio y Cecilia.

Se trató de una ceremonia revestida de especial interés y devoción, pues os contrayentes estaban particularmente conmovidos por lo que implicaba constituir su unión en sacramento y en signo visible del amor del Señor hacia su Iglesia.

El jueves santo, al caer el día, el arzobispo llegó, acompañado de los padre Norvin y Bailiner, a la comunidad central de San Juan Cotzal, para celebrar la Divina Liturgia.

La misma estuvo dedicada especialmente para servidores y líderes de la comunidad.

El arzobispo dialogó con los responsables de la comunidad cuáles son los compromisos que normalmente les corresponde asumir, en cuanto a la organización de la comunidad y a la preparación pre-sacramental, para que la misma se consolide y crezca.

El viernes santo, 2 de abril, el arzobispo presidió la celebración del decanato del sector norte del área ixil, en el templo de Chel, del municipio de Chajul, El Quiché.

Se contó con la participación de numerosos delegados de todas las comunidades que conforman la parroquia Mártires de Chajul, del mismo municipio. También estuvieron el padre José Bailiner, párroco local y el padre Norvin.

El arzobispo impartió la formación, haciendo énfasis en la importancia de vivir de la forma más autética posible la fe apostólica, que es el patrimonio sobre el que está fundada la Santa Iglesia y de la cual es Madre nuestr Iglesia Siro Ortodoxa de Antioquía

Después de la formación varios hermanos tomaron la palabra para plantear una serie de cuestiones referentes, especialmente a temas de la fe y de la formación que se había impartido.

Todos los participantes, así como el arzobispo, hicieron énfasis en lo esencial que es que se viva el sentido auténtico de la identidad de la fe apostólica. Esto, se subrayó nos tiene que poner en actitud de libertad, sin estar tratando ni de imitar ni de depender de lo que caracterice la fe y la vida de otras denominaciones.

La parte de reunión concluyó con el informe que presentaron varios líderes de las comunidades, así como el párroco y el presidente del consejo pastoral.

Se coincidió en subrayar el sostenido crecimiento que se está experimentando en las comunidades, así como el esfuerzo que se está haciendo por reflejar en el estilo de vida y de organización la identidad de la iglesia, aún a costa de que, en algunos casos, se haya perdido algún líder que era considerado en la comunidad como lobo con piel de oveja.

Después de la celebración de reuniones, Mor Santiago Eduardo presidió con os hermanos presentes, la liturgia del viernes santo, Concelebraron los padres José Bailiner y Norvin.

Se contó con una numerosa participación de hermanos procedentes de diferentes comunidades. Esto, a pesar de la fuerte lluvia que azotó toda la región y que, en ese día no había transporte público.

El arzobispo, en la homilia, recordó que el único camino para participar de la salvación es el de optar por el camino del ser discípulo y de cargar cada día con la propia cruz.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, se hizo la renovación de la bendición para los ministros de la comunión que pudieron llegar, de la parroquia Mártires de Chajul.

El arzobispo exhortó a los ministros a tomar conciencia de la radicalidad de vida y de la disponibilidad total de servicio que debe caracterizar a los ministros para la distribución de la comunión.

También dentro del marco de la celebración litúrgica del viernes santo, fueron presentdos varios lectores procedentes del sector occidental de la parroquia de los Mártires de Chajul, para que fueran bendecidos.

El arzobispo, después de exhortarlos acerca de los compromisos que asumían en cuanto a su estilo de vida, procedió a hacer la bendición, auxiliado por los padres José Bailiner y Norvin.

También dentro del marco de la celebración litúrgica del viernes santo, fueron presentados algunos niños, para servidr como monaguillos en la comunidad de Las Pilas.

El arzobispo animó a los niños a vivir de acuerdo al Evangelio y de tratar de acercarse al servicio del altar con verdadera devoción y, luego, procedió a su bendición

El viernes santo, después del mediodía, el arzobispo, después de una serie de peripecias, que implicaron el tener que caminar, en un camino difícil y bajo las inclemencias del tiempo, llegó a la comunidad de Satzibán.

Allí, presidió la celebración de la liturgia del viernes santo y exhortó a los hermanos a renovar el compromiso de ser auténticos discípulos del Señor, para que, muriendo con Él se pueda participar de su resurrección.

Los hermanos presentaron a la niña Isabel Adriana Raymundo, para que le fueran administrados los sacramentos de la iniciación cristiana, es decir, el bautismo, la crismación y la comunión.

Dadas las circunstancias pastorales, el arzobispo procedió a la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana, recordando a padres y padrinos cuáles son los compromisos que asumían al presentar a su hija para tal ceremonia.

El viernes santo, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Perla, del municipio de Chajul, en donde presidió la celebración de la liturgia del día.

En la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a comprometerse radicalmente en el seguimiento del Señor, para que, muriendo con Él tengan también parte en la vida eterna y gloriosa de la que Él está gozando.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, el padre José Bailiner presentó un numeroso grupo de candidatos a lector, para servicio en ese sector, para ser bendecido.

Después de exhortar a los hermanos acerca de los compromisos que asumen y el estilo de vida que les debe caracterizar, el arzobispo procedió a hacer la bendición.

También, en el marco de la celebración litúrgica fue presentado un grupo de niños para recibir la bendición y poder servir como monaguillos, al servicio del altar.

El arzobispo les recordó cuáles son sus compromisos, cuál es el estilo de vida que deben conducir y cuáles son las vestiduras con las que deben ejercer su ministerio y, seguidamente, procedió a bendecirlos.

El Padre José Bailiner presentó al arzobispo a los nuevos miembros del Consejo Pastoral de la Parroquia Mártires de Chajul, del municipio de Chajul, El Quiché.

Después de ser presentados, el arzobispo procedió a orar por ellos, implorando al Señor que sean capaces de ejercer el ministerio que se les confía con fidelidad, entrega y dentro de lo que es la voluntad de Dios y la identidad de la Iglesia.

El sábado 3 de abril, el arzobispo comenzó la actividad pastoral en el Centro Pastoral de Cunén, presidiendo el decanato del centro de El Quiché, que abarca las comunidades de Cunén y de Sacapulas.

Se contó con una numerosa participación de hermanos servidores y líderes de la mayor parte de comunidades de los dos municipios, así como con la presencia del padre Wilfredo.

El arzobispo explicó detalladamente en qué consiste la fe apostólica, haciendo la invitación a todos los hermanos a que, renunciando a muchos esquemas y prejuicios, se abran al testimonio que da el Dios vivo a cada creyente.

Después dela formación, se entabló un tiempo de diálogo, en el que los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear algunas preguntas y expresar diferentes opiniones.

Uno de los temas que fueron abordados, es el papel que juega la Sagrada Escritura en el camino de preparación para la escucha de la Palabra de Dios.

También se hizo énfasis en la importancia de estar abiertos al testimonio del Espíritu Santo, para llegar a una comprensión adecuada de las enseñanzas que se reciben.

Al final de la formación y del diálogo, algunos de los líderes presentes presentaron un breve informe de la marcha de las comunidades y de los proyectos que se tienen.

Entre los aportes que se dieron, sobresalieron los informes referentes a los nuevos templos que se están construyendo en las comunidades en donde aún no se tenía un templo.

Entre las comunidades en las que se ha construido o se está construyendo un templo están: La Barranca, Agua Escondida, Sansibán, la comunidad dos del Centro de Cunén y San José.

Después del mediodía, el arzobispo hizo la primera visita a la comunidad de La Barranca, la cual después de una serie de dificultades, ha logrados reorganizarse con dinamismo.

Los hermanos han terminado la construcción de la parte gris del templo y ahora, según sus posibilidades, continuarán con el proceso de terminación del mismo.

El arzobispo hizo la primera visita a la comunidad, celebrando la divina liturgia de la resurrección y animando a los hermanos a profundizar en su fe, para tener la experiencia del encuentro con el Señor resucitados.

Dentro del marco de la celebración litúrgica en la comunidad de la Barranca, se administró la confirmación y el envío misionero a ocho jóvenes, miembros de la comunidad.

El arzobispo recordó a los confirmandos cómo la recepción de la confirmación implica la disponibilidad radical a constituirse en testigos del Evangelio de todo lugar y a todas las personas.

Los confirmandos expresaron su disponibilidad a asumir los compromisos pertinentes y se comprometieron a trabajar con generosidad y entrega en el anuncio del Evangelio.

Los hermanos de la comunidad de San José, han avanzado consistentemente en el proceso de terminación del templo de la comunidad que habían comenzado hace algún tiempo, como lo muestra la primera de las fotos que presentamos.

Din embargo, mientras se termina la construcción, las reuniones de la comunidad y la celebración de la liturgia tiene lugar en la casa que se ha estado utilizando con tal propósito desde hace largo tiempo.

En esta ocasión, la liturgia fue ofrecida por los padres y abuelos del hermanos Pedro, lider de la comunidad, quienes fueron quienes compraron el terreno en el cual se ha construido el templo.