El martes 6 de abril, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Victoria Viente de Enero, acompañado por los padres encargados de la pastoral en Ixcán, Robinson y Jesús.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que el sentido de la fe en la resurrección se basa en que se participa en una experiencia similar a la que vivieron los apóstoles en los primeros tiempos, fruto del encontrarse con el Señor Resucitado, por medio de su Espíritu y del ser llamados por el propio nombre.

El martes 6 de abril, por la tarde, el arzobispo, junto a los padres Robinson y Jesús, administró la confirmación y el envío misionero a diez hermanos de la comunidad de Victoria Veinte de Enero.

Antes de administrar la confirmación, se explicó a los confirmandos cuál es el sentido de la unción que reciben y cuáles son los compromisos que se asumen, como parte del comprometerse a vivir como cristiano adulto, siendo responsables de dar testimonio del Evangelio a todos y en todas partes.

El miércoles 7 de abril, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia Cristo Rey de Chisec, en donde se celebró el decanato del norte de Alta Verapaz.

Participaron delegados de las parroquias Exaltación del Señor, Cristo Rey, Cristo Resucitado y del centro pastoral del Sagrado Corazón de Tomtziul Oculá y San Fernando, así como los presbíteros y el diácono que les atienden pastoralmente.

El arzobispo impartió la formación preparada sobre el sentido de la Apostolicidad y el compromiso que se espera que se asuma en cada una de las parroquias con respecto a lo que, pastoralmente implica esta dimensión de la iglesia

Después de la formación del arzobispo, los presidentes de los diferentes centros pastorales y parroquias, hicieron una presentación de la situación en la que se encontraban las diferentes entidades.

En general, se subrayó el desafío que constituyó la pandemia que suspendió algunos de los proyectos del año pasado, pero también se hizo énfasis en que, gracias a Dios, se ha restablecido ya totalmente la actividad pastoral.

El arzobispo animó a los hermanos a intensificar su compromiso en la fe y en el testimonio misionero.

Después de la presentación de los líderes parroquiales, correspondió a los presbíteros y al diácono que cuidan pastoralmente de la zona, hacer una breve relación de la marcha que se sigue pastoralmente.

Se puso en envidencia el esfuerzo continuado que se está haciendo por implementar todos los aspectos que se implican en cuanto a la vida litúrgica y al testimonio misionero.

Cuando terminó la actividad formativa, se inició con la celebración de la Divina Liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por todos los presbíteros presentes.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz del relato de la sanación del paralítico del pórtico del templo, hizo énfasis en que la misión que se nos confía es quitar la parálisis en la que viven los hermanos, para hacerles caminar en la libertad de los hijos de Dios.

También recordó que el camino establecido para que esto se haga realidad, es la vida sacramental y, particularmente la eucaristía.

En la celebración participó un nutrido número de ministros de la comunión, procedentes de las diferentes parroquias que hacen referencia al decanato.

Dentro del marco de la celebración, se hizo la renovación de la bendición de los ministros de la comunión, lo cual se hace una vez al año, más o menos, en torno a la Pascua.

El arzobispo recordó cuáles son los compromisos específicos que asumen los ministros, especialmente en lo que se refiere al estilo de vida y a la dispoibilidad para el ministerio.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el padre Óscar, párroco local, presentó a ocho hermanos, procedentes de varias comunidades, para que se les administrara la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos que se asumen y cuáles son los ferutos que, con la ayuda de Dios, se espera que produzcan.

Los hermanos expresaron su disponibilidad a responder con generosidad al llamado del Señor y a comprometerse activamente en la acción misionera.

El miércoles 7, por la noche, el presbiterio de la Vicaría del Norte comenzó la reunión pastoral con el arzobispo, en el Centro Misionero de Tomtem, Cobán.

Después de la oración, el arzobispo explicó algunos aspectos de lo que implica la implementación del tiempo de la Apostolicidad y cómo estamos refiriéndonos a la identidad misma de la iglesia y de la misión que se nos ha confiado.

Los presbíteros mostraron mucho interés en la explicación que dio el arzobispo.

Después de la presentación del arzobispo, seguió un diálogo en el que se habló de algunos de los condicionamientos pastorales que se tienen, para poder implementar lo que implica la dimensión apostólica integral de la iglesia.

Se acordó formar equipos de animación espiritual que, junto al presbítero, traten de ir profundizando en la identidad espiritual de la iglesia, para ser animadores en las parroquias, a todos los niveles.

El jueves 8, por la mañana, con la participación de numerosos hermanos, procedentes de las diferentes parroquias que existen en el Sur de Alta Verapaz, se celebró el decanato.

El arzobispo hizo una presentación de los rasgos de la fe, de acuerdo al testimonio de la Sagrada Escritura y de lo que constituyó la fe en los tiempos apostólicos.

También presentó cómo, en el occidente, con mucha frecuencia se ha tenido un concepto de fe que no corresponde ni con la fe apostólica ni con el testimonio de las Escrituras.

Después de la formación impartida por el arzobispo, los hermanos tuvieron la oportunidad de participar, expresando opiniones y dudas acerca de la formación.

En general se agradeció que se les animara y capacitara para tratar de vivir una auténtica renovación en la fe, de acuerdo con la dinámica apostólica.

El arzobispo hizo énfasis en que lo más importante no es captar la formación sino dejarse transformar por la acción del Espíritu Santo, para poder sintonizar con la fe de los apóstoles.

Los preseidentes de los consejos pastorales de las parroquias y centros pastorales del sur de Alta Verapaz, hicieron una breve presentación de la situación que se vive en sus lugares.

Se dio informe acerca de la parroquia de Cojaj, Carchá, de la de Yaxacté, Lanquín, de la de Chamá Grande, Cobán y de los centros pastorales de Cahabón, Senahú, Roch Pasacuc, Las Cruces Tomtem y sus alrededores y Chitaña, Carchá.

En general, el balance fue muy positivo, pues, además del entusiasmo, se vive un sostenido crecimiento.

Los presbíteros encargados del trabajo pastoral en el área del Sur De Alta Verapaz, también dieron un breve informe de la marcha de la pastoral.

Se trata de los padres Fredy González, Gustavo Pineda, Alexander Mendoza y Arturo Coc.

También ellos expresaron su satisfacción por el crecimiento que se da, al igual que su disponibilidad a comprometerse siempre con nuevas energías al trabajo pastoral.

Hacia media mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la que concelebraron los doce presbíteros que ejercen el ministerio en la vicaría del norte de Guatemala.

Durante la homilía el arzobispo, a la luz de las lecturas bíbilicas, recordó que lo que capacita, tanto al ministro como al discípulo a la vida de fe es el encuentro con el Señor Resucitado. Éste, de acuerdo a la dinámica apostólica, se da particularmente a través de la vida sacramental.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, se hizo la renovación de los compromisos presbiterales del presbiterio de la vicaría del norte de Guatemala.

Los presbíteros expresaron su disponibilidad a vivir y ejercer con fidelidad el ministerio y se oró tanto por el presbiterio como por el arzobispo.

Finalmente, el arzobispo hizo entrega, a cada uno de los presbíteros, del santo crisma y de los demás óleos santos.

También dentro del marco de la celebración litúrgica, se renovó la bendición de los ministros de la comunión del sur de Alta Verapaz.

Se contó con la participación de unos 75 ministros, que con entrega generosa expresaron la prontitud para seguir sirviendo en la distribución de la comunión.

El arzobispo recordó aspectos inherentes al ministerio, así como la dignidad que el mismo implica, por lo que se requiere también de la utilización de vestiduras idóneas.

Finalmente, la reunión del presbiterio concluyó con un ágape fraterno entre todos los presbíteros y el arzobispo.

Se determinó que la próxima reunión y encuentro con el arzobispo, se llevará a cabo el 7 y 8 de junio, también en el Centro Misionero de Tomtem.

Todos los presbíteros tuvieron la oportunidad de renovar su entrega al Señor y el entusiasmo en el seguimiento radical del Señor, para ser testigos fieles de Él.

El viernes 9, el arzobispo viajó hacia Auburn, Alabama, Estados Unidos, para hacer la primera visita pastoral a la comunidad que, desde hace varios años, ha estado en diálogo.

El viernes por la noche, se tuvo la primera reunión con el Consejo de la Comunidad, en la cual se definió la agenda que se seguirá durante el sábado y el domingo.

El sábado por la mañana, se hará una reunión de planificación con vistas a organizar la comunidad, en cuanto a lo que respecta a la preparación para la recepción de los sacramentos y otros temas relacionados con la organización pastoral. En la tarde se impartirá formación a los hermanos y, finalmente, por la noche, se celebrará la Divina Liturgia. El domingo, la visita concluirá con la celebración de la Divina Liturgia.

Entre el equipo coordinador, que fue el que se reunión con el arzobispo, hay hermanos de varias partes de Guatemala. El coordinador es el hermano Reynaldo, quien procede de La Vega, Colotenango. También están los hermanos Víctor y Elizabeth, quienes también son de la Vega, Colotenango. Sin embargo, hay otros hermanos procedentes de San Garpar Ixchil, específicamente los hermanos Herlindo y Romelia, así como Tamalé. Finalmente, son parte del equipo los hermanos Anastasio y Ronaldo, quienes son hijos del hermano Pedro, dirigente de la comunidad de San José de Cunén.

La reunión se desarrolló en un ambiente de mucha alegría y cordialidad, pues era desde hace muchos años que se venía preparando el momento en el que se pudiera hacer la primera visita.

El sábado 10 de abril, por la mañana, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la casa de oración de la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama, para iniciar con la primera visita pastora a la comunidad.

De acuerdo a lo programado el día anterior, el arzobispo comenzó encuchando brevemente algunas de las necesidades, expectativas y perspectivas que tienen los hermanos de la comunidad.

Seguidamente, el arzobispo les planteó cómo se puede trabajar, para que, organizando adecuadamente la comunidad, se pueda responder convenientemente a las necesidades y expectativas de los hermanos.

En la segunda parte de la reunión, se entabló un diálogo con los hermanos, para escuchar, de acuerdo a las necesidades que tienen y a lo que el arzobispo expuso, cuál sería el itinerario a seguir.

Después de dialogr brevemente, los hermanos decidieron pedir al arzobispo la visita a la comunidad cada tres meses, de manera que se pueda crecer, efectivamente, tanto en la organización como en la identificación con la iglesia.

Se determinó que la próxima visita se hará la tercera semana de julio que, también corresponde con la fecha en la que la comunidad celebra su aniversario.

Además se determinó que, en estos tres meses, lo prioritario será la formación de padres, padrinos y jóvenes, que recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana, así como de los ministros de la comunión.

El sábado 10, por la tarde, Mor Santiago Eduardo se reunión con servidores y con algunos fieles de la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama.

El arzobispo, por casi una hora hizo una presentación acerca de elementos relacionados con la historia y la identidad, tanto de la Iglesia Católica Apostólica Siro Ortodoxa de Antioquía, como de la Renovación Carismática.

En general, hizo énfasis en que nuestra misión es ayudar a que se viva bajo la inspiración del Espíritu Santo y sea renovados por Él, pero manteniendo la identidad y los macanismos propios de la iglesia apostólica.

Después de la formación, los hermanos tuvieron tiempo para plantear una serie de preguntas sobre temas relacionados con la identidad de la iglesia, así como otros temas relacionados con críticas que se reciben constantemente.

El arzobispo explicó, entre otros aspectos, cuál es el papel de la Bienaventurada Virgen María dentro de la Iglesia, cuál es el entido de hacer la señal de la cruz y cómo se hace, cuál es el sentido de la comunión de los santos, y otros temas de diversa índole.

Los hermanos agradecieron tener la oportunidad de aclarar una serie de cuestiones relacionadas con la fe que, debido a la falta de una correcta comprensión, muchas veces conducen a la confusión y al error.

El sábado 10, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la recién incorporada comunidad Nueva Jerusalén, de Auburn, Alabama.

Los hermanos participaron con gran júbilo y con mucha esperanza, pues el tener la oportunidad de tener acceso a los sacramentos, ha sido algo que les ha motivado desde el principio de que se organizara la comunidad.

El arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, animó a los hermanos a reafirmar la fe en la resurrección, a través de una experiencia viva de comunión con el Señor.

Dentro del marco de la celebración de la primera liturgia con los hermanos de Auburn, el arzobispo renovó la bendición como ministro de la comunión de la comunidad de Auburn, del hermano Pedro.

El hermano asumió ante la comunidad el comrpomiso de ayudarles a formar más ministros de la comunión, así como de organizar el proceso de formación catequética, para que se puedan administrar los diferentes sacramentos en las sucesivas visitas pastorales.

El domingo, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama.

En la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas, recordó algunos aspectos que caracterizaron el encuentro de los apóstoles con el Señor Resucitado y cómo fue este encuentro el que les cambió la vida y los capacitó para ejercitar el ministerio apostólico.

De la misma manera, el arzobispo animó a los hermanos a abrirse a tener un encuentro similar con el Resucitado para poder cumplir, como tstigos, la misión de anunciar el Evangelio, que el Señor confía a todos los que creen en Él.

Apenas terminó la divina liturgia, el arzobispo se despidió de los hermanos que estaban participando en la divina liturgia, para emprender el retorno al aeropuerto de Atlanta y, desde allí a Guatemala.

Los hermanos agradecieron profundamente la primera visita pastoral y expresaron su disponibilidad para que los acuerdo a los que se llegó, puedan cumplirse con fidelidad.

El arzobispo les animó a mantenerse fieles a la fe y a tratar de acelerar los procesos de organización de la comunidad, para que la misma pueda crecer y, eventualmente, multiplicarse.