El domingo 13, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los servidores y líderes de las comunidades de la parroquia San Miguel Arcángel, Los Angeles.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál es el sentido del crecimiento de Reino de Dios en la vida de cada creyente y cómo puede ser reconocido el mismo.

Además, animó a los hermanos a profundizar en el sentido que tiene la presencia del Reino de Dios en el corazón de cada fiel y en darle un mayor reconocimiento a esa presencia en la vid apersonal.

Después de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo impartió la formación sobre la situación actual de las religiones y las actitudes que se deben tomar en el mundo contemporaneo.

El arzobispo hizo énfasis en el hecho de que se trata de que todo el ministerio de la Iglesia logre poner en comunicación directa a cada fiel con el mismo Dios, para que Él se constituya en el principio de vida de cada creyente y, de esa manera se pueda ir creciendo en la fe y en el testimonio del Evangelio.

Al final de la reunión con servidores y líderes, se celebró la reunión mensual del Consejo Pastoral.

Por diversas situaciones contingentes, no pudieron estar presentes los representantes de dos de las comunidades.

Se acordó intensificar la oración para discernir mejor los planes de Dios, animar la participación en las formaciones, para tener un mejor conocimiento de la identidd de la Iglesia y tratar de hacer mas eficaz el testimonio misionero en todos los lugares y esferas de la vida del creyente.

El domingo 13, por la tarde, se presentaron hasta el lugar en donde reside el arzobispo cuando está en Los Angeles, los hermanos Samuel y Ana, para hacer la presentación y llenar el expediente matrimonial, pues contraerán matrimonio en el mes de julio.

También participaron en el evento, como testigos, los padrinos de matrimonio, Pedro Chiroy y Ana Velásquez.

Acompañaron a la novia sus padres, Ramón y María Sebastián.

El domingo 13, por la tarde, en Riverside, el arzobispo impartió formación a fieles, miembros de la comunidad Santa María de Guadalupe, que se reune en esa ciudad.

El arzobispo habló de la crisis religiosa que se ve y delineó parámetros, sobe los que hace falta basarse, para que la fe sea significativa, transformadora y genuina entre todos los hermanos.

Como sucede de habitud, la actividad pastoral del arzobispo concluyó con la divina liturgia, celebrada en la comunidad de Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside.

Durante la homilía el arzobispo enfatizó que la presencia del Reino de Dios en el fundamento básico de toda la vida cristiana y, por lo mismo es urgente comprometerse a descubrirla a animarla en la vida de queda creyente.

El miércoles 16, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Monrovia de San Juan Ostuincalco, del departamento de Quetzaltenango, para celebrar la divina liturgia con los hermanos.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos el sentido práctico que genera la actitud de tener espíritu de pobre, en cuanto a la conciencia que se tiene de sí mismo y en las relaciones con los demás.

Además, animó a los hermanos a tratar de profundizar con mayor dedicación en la fe y el compromiso cristiano.

Hace tres día, falleció, en la comunidad de Morovia, el Hermano Eliseo, miembro de la comunidad y esposo de una de la dirigentes y servidoras de la iglesia. Su muerte se dio después de largos padecimientos.

Ante la imposibilidad de hacer los ritos fúnebres el lunes, el arzobispo, ante todo, ofreció la misa por el eterno descanso del hermanos.

Seguidamente fue hasta el cementerio, que se encuentra muy cerca del templo, para bendecir el sepulcro y orar por el eterno descando del hermano.

El jueves 17 de junio, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia de Santa Eulalia de Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del Centro de Huehuetenango.

En el mismo participan las parroquias de San José Quixabaj, Santa Eulalia, Santos Arcángeles, San Miguel Acatán y Santa María de Guadalupe de Soloma. Participaron todos los presbíteros que atienden pastoralmente las parroquias, así como un buen número de servidores y líderes de las diferentes parroquias.

El arzobispo impartió como formación el tema de la fe apostólica, haciendo énfasis en la misión que el Señor confía a Pedro y a todos los apóstoles de derramar el Espíritu Santo, a través del ministerio sacramental.

Después de la formación se entabló un diálogo, en el que los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diferentes cuestiones sobre la temática que había sido desarrollada.

Fundamentalmente se trató de explicar cuál es la relación que existe entre la Iglesia verdadera, que es el mismo Cuerpo de Cristo y las iglesias apostólicas históricas, que tienen la misión de facilitar la incorporación a la Iglesia Una.

Seguidamente, los presidentes de los Consejos Pastorales de las diferentes parroquias o sus representantes, rindieron un breve informe acerca de la marcha de las parroquias.

En general se pudo constar que, gracias a Dios las dificultades planteadas por la pandemia han sido prácticamente superadas y se cuenta con un sostenido crecimiento en todas las parroquias y en la mayoría de las comunidades.

Terminadas la actividades del decanato del centro de Huehuetenango, el Padre Fredi Mux, pidió al arzobispo que se tuviera un breve reunión con el Consejo Pastoral de la parroquia de Santa Eulalia.

El tema central en torno al cual giró la reunión fue el escuchar el punto de vista del arzobispo respecto al proceso de titulación de las diferentes propiedades en donde están constuidos los templos, a favor de la Iglesia.

El jueves 17, por la tarde, acompañado por los padres Julio Tomas y Matías, el arzobispo llegó hasta la comunidd de Quixic, de la Parroquia de los Santos Arcángeles, San Rafael la Independencia, para presidir la celebración de la misa. Esta comunidad, aunque civilmente es parte del municipio de San Miguel Acatán, religiosamente hace parte de la parroquia arriba mencionada.

Se trató de la segunda visita que hace el arzobispo a esta comunidad.

En esta ocasión el arzobispo expresó sus condolencias a la comunidad porque hace unos meses falleció el hermano Gaspar, fundador y líder de la comunidad.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a los hermanos Marcos, Melchora, Eulalia y Magdalena.

El arzobispo explicó a los hermanos el sentido de la confirmación y el envío misionero y ellos expresaron su disponibilidad a asumir los compromisos inherentes a la recepción de la confirmación.

El viernes 18 de junio, el arzobispo llegó junto al Padre Marcos Caicedo, Encargado pastoral del área, a la sede de la Parroquia de San Mateo Apóstol, San Mateo Ixtatán, para presidir la celebración del decanato del norte de Huehuetenango.

Se contón con la participación de delegados de los tres sectores de San Mateo Ixtatán, así como con numerosos representantes de la Parroquia de la Epifanía de Nucá.

El arzobispo durante más de una hora, estuvo impartiendo formación sobre la cuestión de la fe apostólica y la fundación de la Iglesia, de acuerdo a la perspectiva del Nuevo Testamento.

Cuando terminó la formación del decanato, se entabló un diálogo bien participado, con los hermanos que estaban presentes en la reunión que se estaba celebrando.

Se dialogó sobre el sentido de la auténtica renovación en el Espíritu Santo. Igualmente surgieron preguntas referentes al sentido del decanato y los objetivos que se pretenden alcanzar. Se dialogó sobre los símbolos que se tienen y, epecíficamente sobre el signo de la cruz.

El arzobispo fue respondiendo a cada una de las cuestiones planteadas, con la finalidad de que se fuera profundizando en la identidad de nuestra fe y de nuestra iglesia.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad Nueva Jerusalén, ubicada en el centro del municipio de San Mateo Ixtatán, Huehuetenando.

Los hermanos recibieron con alegría al arzobispo y, después de saludar, presidió la celebración de la divina liturgia, en la que concelebró el Padre Marcos.

Durante la homilía el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, explicó qué es lo que permite tener la claridad de visión, para poder vivir de acuerdo con el Evangelio.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, fue instituido como ministro de la comunión para servicio de la comunidad Nueva Jerusalén, el hermano Gaspar.

Antes de la institución, el arzobispo preguntó el parecer de la comunidad, así como la disponibilidad del hermano Gaspar de asumir los compromisos inherentes al ministerio que se le confiaría.

Finalmente, se hizo la oración de institución y su presentación ante la comunidad.

También dentro del marco de la celebración de la liturgia, en la comunidad Nueva Jerusalén, fue presentado el hermano que había sido elegido por le hermanos de la comunidad de Ixcansán, para ser instituido como ministro de la comunión.

Después de haber recibido el testimonio del Padre Marcos Caicedo, párroco local de que había sido elegido por la comunidad y había recibido la formación correspondiente, el arzobispo procedió a la institución.

Después del mediodía, el arzobispo, después de una larga caminata, llegó hasta la nueva comunidad Jesús el Buen Pastor, en donde los hermanos le esperaban con mucha alegría.

Después de saludarles, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la que los hermanos participaron con gran atención y sincera devoción.

Durante la homilía, les felicitó por el camino que han hecho, les exhortó a seguir profundizando en la fe y a dejarse transformar por la gracia del Espíritu Santo, para ser auténticos testigos del Evangelio.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo dio la bendición al hermano Andrés Domingo, quien había sido presentado y preparado por el Padre Marcos Caicedo, para ejercer el ministerio de catequista en la comunidad.

El arzobispo recordó al hermanos cuál es su compromiso fundamental y cómo debe tener vigilancia para que cuanto enseñe, provenga realmente del testimonio del Espíritu Santo, que regala la sabiduría a quienes le son fieles.

El sábado 19 de junio, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia de la Glorificación de María de Santa Cruz Barillas, para presidir la celebración del decanato del nor-oriente de Huehuetenango.

Además de contar con pa participación de los padres Hugo Patzán y José Armando Hernández, se contó con la participación de numerosos hermanos, procedentes de las diferentes comunidades de la parroquia.

El arzobispo impartió la formación que tenía preparada, haciendo énfasis en la ugencia de que la misma, sea profundizada por los servidores y luego compartida a todos los hermanos.

Después de que concluyera la formación con los servidores en el decanato del nor-oriente de Huehuetenango, los delegados de los diferentes sectores pastorales, hicieron un breve informe de la marcha de los sectores.

En general, se puede notar que, a pesar de los desafíos, se está dando un auténtico crecimiento y profundización en la fe, así como en el número de fieles y de comunidades.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, en la que participaron muchísimo hermanos de la parroquia de la Glorificación de María.

Concelebraron con el arzobispo, los padres Hugo y José Armando.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que para poder vivir como auténticos renovados en el Espíritu Santo y miembros activos de la Iglesia, es indispensableque se esté dispuestos a poner la confianza totalmente en el Señor y a reconocer que la propia limitación y pequeñez, e lo que abre al amor misericordioso de Dios.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a ocho hermanos de la Parroquia de la Glorificación de María.

Antes de administrar la confirmación, el arzobispo explicó a los candidatos que, para cumplir la misión que reciben, es indispensable que estén dispuestos a ser auténticos discípulos del Señor y a poner, por encima de todo, la confianza en el Señor.

Los hermanos estuvieron dispuestos a asumir los compromisos inherentes a la confirmación y el arzobispo hizo las oraciones correspondientes y los ritos previstos.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, los presbíteros presentaron al arzobispo un buen número de candidatos para ser instituidos como ministros extraordinarios para la distribución de la comunión.

El arzobispo recordó a los hermanos sus compromsisos y estos estuvieron dispuestos a asumirlos y se compometieron a cumplirlos con fidelidad.

Luego, se hizo el rito de institución y la presentación ante el pueblo de Dios.

También, dentro de la celebración de la divina liturgia, fueron preentados al arzobispo, un buen número de candidatos que habían sido cuidadosamente preparados para actuar como catequistas.

El arzobispo dialogó con ellos para recordarles las actitudes y el estilo de vida que deben asumir.

Estos estuvieron dispuestos a asumir sus compromisos y el arzobispo procedió a bendecirlos.

Después de un largo viaje, desde Santa Cruz Barillas, hasta el seminario de San Lucas Sacatepéquez, el día 19 por la tarde y noche, el 20, en la madrugada, el arzobispo emprendió camino hacia el aeropuerto.

En esta ocasión, se trata de viajar hasta el Líbano, en donde, del 21 al 28 de junio, se celebrará el Santo Sínodo de la Iglesia.

El arzobispo pide las oraciones de los presbíteros, diáconos y fieles de la Arquidiócesis de Centroamérica, para que sea el Espíritu Santo el que guía todas las deliberaciones y se puedan tomar las decisiones que el Señor quiere para su santa iglesia.