El viernes 16, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad central de Concepción Huista, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del occidente de Huehuetenango.

Estuvieron presentes los presbíteros que ejercen el ministerio en la zona, padres Santos, José Manuel y Antonio, así como numerosos servidores de la parroquia Cristo Rey y el centro pastoral de Petatán.

El arzobispo impartió la formación acerca del setido de la fe, de la roca y de la misma iglesia en el evangelio de Mateo y el sentido de la fe en el evangelio de Juan.

Después de la formación del decanato, se entabló un interesante diálogo con varios de los hermanos, que tuvieron la oportunidad de plantear observaciones y dudas.

Del diálogo se pudo concluir cómo se va creciendo en el sentido de la identidad, como parte de la Iglesia Apostólica, Madre de todas las Iglesias, así como de una mayor correspondencia con el sentido de la Tradición Apostólica.

Al final del encuentro, los presedentes de los consejos pastorales de la parroquia y el centro pastoral, así como los presbíteros Santos y José Manuel, presentaron un informe acerca de la marcha de las comunidades.

En general, se coincidió en que, a pesar de los desafíos, se ha dado un continuado crecimiento en las comunidades y en el sentido de pertenencia a la Iglesia.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual concelebró el Padre Santos.

Los servidores de la comunidad central de Concepción Huista, tuvieron a su cargo los diferentes ministerios dentro de la liturgia, tanto en lo que se refiere a la música como a los otros aspectos de la celebración.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que la base del cristianismo se constituye por la participación en la misma vida del Señor, que se actualiza en la celebración de los sacramentos.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo oró y bendijo a los hermanos que estaban participando en la divina liturgia que se celebraba.

Como respuesta a la formación que se dió en el decanato, los hermanos se comprometieron a tratar de vivir realmente bajo la guía del Espíritu Santo, para vivir como rocas vivas.

El sábado 17 de julio el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquias Jesús, Buen Pastor, de Amparo Agua Tinta, Margaritas, Chiapas, México, para presidir la celebración del decanato de Chiapas.

Se contó con la presencia del Padre José Alfredo y de los diáconos Francisco y Alonso, así como de representantes de la mayoría de las comunidades que forman el decanato.

El arzobispo explicó a los hermanos cuál es la identidad de la fe apostólica, tanto en el evangelio de Mateo, como en los escritos del apóstol san Juan.

Dos de los dirigentes del consejo pastoral presentaron un informe acerca de la marcha de las diferentes comunidades, el cual fue bastante positivo.

Seguidamente el presbítero y los diáconos hicieron una presentación de los logros y las dificultades que se están viviendo dentro de las comunidades, así como de las proyecciones que se tienen.

Después de la celebración del decanato, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la que participaron los servidores que habían asistido al decanato.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo la justicia en el Nuevo Testamento consiste en recibir el Espíritu Santo, para poder vivir en el amor y en la libertad de los hijos de Dios.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a 27 hermanos, la mayoría jóvenes, procedentes de las diferentes comunidades de la parroquia.

Los candidatos fueron preparado por los diáconos Francisco y Alonso y el arzobispo les recordó cuál es el sentido de lo que se les estaba otorgando y cuáles los compromisos que asumían.

Después del mediodía, el arzobispo presidió la celebración de la reunión del Consejo Pastoral de la Parroquia Jesús el Buen Pastor de Chiapas, México.

Entre las cuestiones que se abordaron estuvo la de la sectorización de las comunidades y la de la posible creación de dos centros pastorales, para hacer más eficiente la organización y el crecimiento.

Además el arzobispo recordó que la prioridad primordial de todas las comunidades es el testimonio misionero, por lo que las dinámicas de construcción deben limitarse a lo indispensable.

El sábado 17, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santod Domingo las Palmas, acompañado por el padre José Alfredo y por el diácono Francisco.

La primera actividad que se realizó fue la bendición de las mejoras que, con mucho esfuerzo, los hermanos han logrado hacer al templo de la comunidad.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Santo Domingo las Palmas, del municipio de Maravillas Tenejapa de Chiapas.

Durante la homilía, el arzobispo recordó, a la luz de las lecturas bíblicas, cuál es el sentido de la justicia que el Señor nos ha traído y como se tiene acceso y crecimiento en la misma.

Dentro del marco de la celebración de la misa con los hermanos de Santo Domingo las Palmas, el arzobispo oró por cada uno de los hermanos, para pedir la bendición del Señor.

Sobre todo se oró para pedir que cada hermano pueda asumir con seriedad el compromiso de ser discípulo del Señor, por medio de la unición del Espíritu Santo, que es lo que justifica al ser humano.

El sábado 17, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de San Luis, del municipio de Trinitaria, Chiapas, para encontrarse con los hermanos de la comunidad y celebrar la divina liturgia.

Durante la homilía el arzobispo recordó cuál es la misión para la que el Señor ha llamado a cada uno de sus discípulos cuáles son las características y las actitudes que se deben asumir.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia en la comunidad de San Luis, Trinitaria, Chiapas, el arzobispo oró por los hermanos, para implorar al Señor el poderse mantener con fidelidad total en el seguimiento desde la actitud de renuncia.

Los hermanos, a su vez, se comprometieron a hacer el esfuerzo por dejar que toda su vida, sea dirigida por la acción del Espíritu Santo del Señor Resucitado.

El domingo 18 de julio, el arzobispo llegó hasta la sede parroquial de la parroquia Renovación Carismática de Antioquía, Guaxacaná, Nentón, Huehuetenango.

En el decanato participó la mayoría de delegados de las diferentes comunidades de la parroquia de Nentón y del centro pastoral Huista, cuya sede está en Tzisbaj, Jacaltenango, así como los presbíteros que atienden pastoral incluida en el decanato.

El arzobispo explicó a los hermanos cuál es el sentido de la fe apostólica, de acuerdo a los escritos de Mateo y Juan y respondió a las diferentes cuestiones que plantearon a la formación.

Después de la formación, algunos hermanos expresaron sus puntos de vista sobre lo que se había enseñado y los presidentes de los consejos pastorales y los presbíteros explicaron acerca del rumbo de las parroquias.

En general, la marcha de ambos centro ha sido positivo, aunque se señalaron algunos desafíos, ante los cuales se expresó la disponibilidad de superar las dificultades.

Después de la formación y los diálogos, el arzobispo dio inicio a la celebración de la divina liturgia, la cual presidió y en la cual concelebraron los padres José Alfredo, Francisco y Luis Carlos.

Durante la homilía, el arzobispo presentó a los hermanos, a la luz de las lecturas, algunas perspectivas de lo que implica participar en la actividad de pastoreo de Cristo dentro de la iglesia y la familia.

Después de la homilía, fueron presentados al arzobispo varios candidatos provenientes de comunidades de la parroquia del municipio de Nentón.

El arzobispo les bendijo, para que inicien el proceso de formación como lectores, catequistas o ministros de la comunión.

El domingo 18, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Nueva Catarina de Jacaltenango, la cual hace parte de la parroquia de Nentón.

Participó un número bueno de hermanos en la celebración de la divina liturgia.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a tomar conciencia que la presencia del buen pastor, es algo que implica a la totalidad del pueblo de Dios, cada uno, de acuerdo a los dones y ministerios que le corresponde ejercer.

Dentro del marco de la celebración, se administró la iniciación cristiana, es decir, los sacramentos del bautismo, crismación y comunión a tres niñas de la comunidad.

El arzobispo explicó a los hermanos cuál es el sentido de bautizar a los niños y cuáles son los compromisos que asumen, tanto los padres como los padrinos sobre la educación en la fe de los bautizados.

Después, se procedió a la celebración de los sacramentos.

También, dentro del marco de la celebración de la liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a la hermana Guadalupe, miembro de la comunidad.

El arzobispo explicó cuál es el sentido de la confirmación y el envío misionero y cuáles son los cormpromisos que se asumen al estar dispuestos a recibirlo.

También dentro de la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Catarina, se administró la primera reconciliación y la comunión solemne al niño Ricardo.

El arzobispo le explicó cuáles son las características de la celebración, cuáles son los dones que se reciben y cuáles son los compromisos que se asumen.

El viernes 23, al caer el día, llegaron hasta el aeropuerto de Montgomery, Alabama, los hermanos Reynado, coordinador, Víctor, sub-coordinador y Pedro, asesor, de la comunidad de Auburn, Alabama, para recibir a Mor Santiago Eduardo, que llegaba para hacer la segunda visita pastoral a la comunidad naciente.

El encuentro fue muy emotivo, pues los hermanos mostraron su profunda alegría porque la presencia del arzobispo, están seguro, servirá para consolidar la identidad de la comunidad que está naciendo.

El viernes 23, por la noche, apenas llegados a Auburn, el arzobispo se reunión con el equipo de coordinación pastoral de la comunidad de Auburn, Alabama.

El motivo de la reunión fue el planificar los detalles referentes a las celebraciones y eventos que se tendrán los días sábado y domingo, como parte de la visita pastoral arzobispal.