El viernes 30 de julio, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Perla, de la parroquia del norte de Chajul, para presidir la celebración del decanato del área norte ixil.

Participaron los padres José Bailiner y Norvin un un numeroso grupo de hermanos, provenientes de la mayoría de las comunidades de la parroquia de Chajul.

El arzobispo impartió la formación acerca del sentido de la fe apostólica y, ante la situación que vive actualmente Guatemala, presentó cuáles son los criterios con los que se debe dirigir el compromiso que los fieles asuman en la sociedad, haciendo énfasis que, aunque se está en el mundo, ya no se es del mundo y, por lo mismo, en todo compromiso tienen que prevalecer los principios que nos da el Evangelio.

Después de la formación que impartió el obispo, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear diferentes cuestines acerca de la formación y de otros temas de interés.

Entre los temas que se plantearon fue el del sentido de los símbolos religiosos que se utilizan.

El arzobispo hizo énfasis en que el sentido genuino de ser católico, va mucho más allá de tradiciones, creencias o cuestiones externas y se relaciona directamente con la participación en la vida del mismo Señor, a través de la unción del Espíritu Santo.

Para concluir con la parte formativa e informativa, el párroco, padre José Bailiner y los coordinadores de los sectores rindieron un informe de la marcha de la parroquia.

En general, se constató que, a pesar de afrontar algunos desafíos, se está experimentando crecimiento y consolidación en el sentido de identidad de la Iglesia.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con hermanos de la comunidad de La Perla y algunos de los hermanos que habían participado en el decanato.

Durante la homilía, haciendo referencia a Santiago Baradeo y a la misión que nos ha sido confiada, el arzobispo señaló cuál es la importancia de vivir la auténtica fe apostólica y de dar testimonio de ella.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a cuatro hermanos de la comunidad de La Perla.

Se trata de Henry, Angelina, Jenniffer y Sergio.

El arzobispo les explicó cuáles son los compromisos propios que se asumen al ser confirmado y enviado a dar testimonio del Evangelio y animó a los hermanos a cumplir con fidelidad el encargo que se les daba, para hacer fructificar la gracia que el Señor les concede.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia en La Perla, fueron presentados dos hermanos de la comunidad de Estrella Polar, para ser bendecidos como lectores.

El que los presentó fue el hermano Domingo, líder de la comunidad y los hermanos bendecidos fueron Cristian y Eulalia.

El arzobispo les recordó cuáles son sus compromisos y les animó a cumplirlos con fidelidad.

El viernes 30, por la tarde, el arzobispo visitó la comunidad de Sotzil.

Fue la primera vez en la que el arzobispo celebró en el nuevo templ que los hermanos han logrado construir.

Les felicitó por los logros que han tenido y les animó a seguir trabajando incansablemente por dar testimonio del Evangelio a todos los que aún no comparten en plenitud la fe católica apostólica.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo oró y bendijo a los hermanos de la comunidad de Sotzil, implorando al Señor que, llenos del Espíritu Santo puedan vivir y dar testimonio de la fe.

Los hermanos agradecieron la visita y reiteraron su prontitud a perseverar en la fe y dar testimonio del Evangelio.

El sábado 31 de julio, el arzobispo llegó hasta la sede del centro pastoral de Cunén, para presidir la celebración del decanato del centro de El Quiché, en el cual participan las comunidades de Cunén y de Sacapulas.

Participò un gran número de hermanos, así como los padres Wilfredo, encargado pastoral del área y Edwin, del seminario.

El arzobispo comenzó la formación presentando los criterios acerca del compromiso que se debe asumir ante los desafíos sociales que se viven y luego, continuó la formación acerca de los aspectos de la fe, tanto en el evangelio de Mateo como de Juan.

Después de la formación que se impartió los hermanos tuvieron la posibilidad de plantear las preguntas que consideraron oportunas.

Varios hermanos hicieron reflexiones acerca de la formación que se había dado, apoyando la importancia de que se tome en serio, tanto la participación en las formaciones como el compartir las mismas con los hermanos de las comunidades.

Seguidamente, el padre Wilfredo hizo la presentación de algunos de los hermanos que forman la nueva comunidad que se ha incorporado recientemente y que es la de Las Canoas.

El arzobispo saludó a los hermanos y, luego, algunos hermanos presentaron el informe de la marcha de sus comunidades y el padre Wilfredo de la marcha del centro pastoral.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual concelebraron los padres Wilfredo y Edwin.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó cómo en el Antiguo Testamento se vivía el año de gracia, para reconocer la propiedad que tenía el Señor sobre el territorio de Israel y, en el Nuevo Testamento, se vive constantemente la actitud de conversión y la vida sacramentalm, para reconocer la propiedad que tiene el Señor sobre cada uno de los fieles.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a 19 hermanos, provenientes de diferentes comunidades del centro pastoral de Cunén.

El arzobispo les recordó a los candidatos que se les confiaría, con la gracia de Dios, una misión específica, que se debían comprometer a cumplir con la ayuda del Señor, pero también con su entrega constante y generosa.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se impartió la bendición a un nutrido grupo de jóvenes y señoritas, para que ejerzan como lectores en las comunidades del centro de Cunén.

El arzobispo recordó cómo es fundamental que, para poder ejercer el ministerio confiado adecuadamentte, es muy importante que vivan en la experiencia de la continuada presencia de la Palabra viva de Dios hecha carne, que se entrega a cada creyente, por medio de los sacramentos, especialmente de la eucaristía.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se oró y se bendijo a los miembros de la nueva comunidad de Las Canoas, que estaban participando en la liturgia.

El arzobispo les dirigió algunas palabras de bienvenida y también de exhotación acerca de lo que implica ser parte de la iglesia madre de todas las Iglesias, tanto a nivel personal, como del testimonio que se viva.

El sábado 31, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Sagrada Familia del centro de la población de Cunén, para celebrar la divina lturgia.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a reconocer que toda su vida pertenece a Dios, para poder vivir con la integridad y con la libertad de auténticos hijos de Dios.

Después de la homilía, el arzobispo, junto a los presbíteros concelebrantes, oró y bendijo a los miembros de la comunidad Sagrada Familia que estaban participando en la celebración de la liturgia.

También aprovechó la ocasión para exhortarles a entregarse cada día con mayor radicalidad y a dar testimonio del don precioso del Evangelio a todas las personas.