El miércoles hacia el mediodía, el arzobispo llegó a la ciudad de Los Angeles, para iniciar la visita pastoral de las comunidades que forman la parroquia San Miguel Arcángel de California.

La primera actividad la tuvo el mismo miércoles por la noche, celebrando la Divina Liturgia en la Comunidad Pacto Divino.

Durante la homilía, animó a los hermanos a tratar de vivir una fe auténtica, guiados por el Espíritu Santo, para evitar cualquier tipo de hipocresía y ambigûedad.

Con ocasión de la visita del arzobispo a la comunidad Pacto Divino, también se celebró el primer aniversario del Minister Ungidos de Cristo, que es el ministerio de la comunidad.

El arzobispo exhortó a los hermanos a vivir una auténtica renovación en el Espìritu Santo, que les lleve a cambiar continuamente de vida, para ser genuinamente ungidos por el Espíritu de Cristo Resucitado. Luego oró por ellos.

También, dentro del contexto de la celebración de la divina liturgia, cinco hermanos, miembros de la comunidad, hicieron la primera reconciliación y la comunión solemne.

Los hermanos Mateo y María Pérez fueron los catequistas que prepararon al grupo y, al final, los hermanos asumieron los compromisos propios de quien, por el sacramento de la Palabra hecha carne, vive de acuerdo a quien ya participa de la vida eterna.

El jueves 26, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad Ministerio El Pescador, para presidir la celebración de la divina liturgia y dialogar con los hermanos.

Durante la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a profundizar en la conciencia de los dones que el Señor ha dad a cada creyente, no para quedarse con elos sino para que, como buen administrador, los comparta con los demás.

Al final de la celebración, el arzobispo tuvo una breve reunión con algunos de los dirigentes de la comunidad, para tratar asuntos relacionados con el crecimiento de la misma.

El viernes 27, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la Arquidiócesis del oeste de los Estados Unidos, para visitar a Su Eminencia Mor Clemis Eugene Kaplan.

Durante la visita, los arzobispo dialogaron acerca de diferentes cuestiones referentes a sus respectivas Arquidiócesis, así como de otros temas relacionados con la situación religiosa mundial y sobre algunos aspectos concernientes a la Fe y la Teología Apostólicas.

Después del diálogo, Mor Clemis invitó a Mor Santiago Eduardo a visitar el edificio de la catedral de San Efrén, que está siendo totalmente remodelado y que esperan sea concluido aproximadamente en un mes.

Las fotos que siguen, pueden dejar entrever la forma en la que la Catedral está siendo remodelada.

El viernes 27 de agosto, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los catequistas de la parroquia San Miguel Arcángel, de Los Ángeles, California.

Con ocasión de la celebración de Santa Mónica, el arzobispo subrayó, durante la homilía, el papel que juega la madre en la formación de los hijos y en la armonía del hogar.

A la luz del evangelio que se leyó recordó que para poder participar de las bendiciones divinas, es indispensable el asumir una actitud de profunda sencillez y humildad.

Después de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo impartió formación para los catequistas de la parroquia.

Ante todo, les actualizó acercade los pasos que se están dando, en búsqueda del espacio en el que la parroquia podrá tener su sede.

Seguidamente, inició la conclusión del curso de Introducción a la Biblia y la Palabra de Dios, abordando la cuestión de la relación que se establece entre Sagrada Escritura y la manifestación de la Palabra de Dios.

El sábado 28 de agosto, por la tarde, en la sede de la comunidad Ministerio El Pescador, el arzobispo participó en la presentación que hicieron los alumnos de la Escuela de Formación Ministerial Santiago Baradeo.

Los alumnos presentaron las respuestas referentes a la formación precedente, exponiendo aspectos relacionados con el sentido del Reino de Dios en los Evangelios.

El arzobispo, en la formación, siguió con la formación sobre el Reino de Dios.

Inicialmente, presentó cuáles fueron las causas por las cuales en el occidente cristiano se pha tendido a perder el sentido del reino de Dios y se ha secularizado el sentido de la misión de la Iglesia.

Seguidamente, presentó cuál es el sentido del Reino como proceso que se va realizando en la vida del cristiano, a la luz de las Parábolas del Evangeliod e Mateo.

El sábado 28, al caer el día, en el ministerio El Pescador, de Los Ángeles, California, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los miembros de la comunidad.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas explicó el sentido de lo que significa ser luz de la tierra y sal del mundo y cómo eso se alcanza como don del Espíritu Santo.

Después de la celebración de la divina liturgia, se impartió formación a los hermanos que pudieron permanecer para la misma, en la comunidad El Pescador.

El arzobispo explicó el sentido de las bienaventuranzas en el Evangelio de Mateo y cómo allí se nos presenta el hecho de que la presencia del Reino de Dios es una realidad actual y sus efectos son inmediatos, al menos en sus gérmenes, para quienes tienen espíritu de pobre.

El sábado 28, como parte de una vigilia de oración el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad Poder del Espíritu Santo.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir comprometiéndose en la vida de testimonio y en tratar de ser misioneros en los diferentes ambientes en los que viven.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, el arzobispo oró y bendijo a los fieles de la comunidad Poder del Espíritu Santo, que estaban participando en la misa.

Específicamente se hizo una súplica para pedir al Señor que, a cada uno de los miembros de la comunidad les conceda el don del Espíritu Santo, para poder sal de la tierra y luz del mundo.

El domingo 29 de agosto, en el área libre de la residencia del hermano Ronaldo Diego, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para servidores de las comunidades de la Parroquia San Miguel Arcángel, de California.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que, en la nueva alianza, la tierra prometida es el Reino de Dios que llega al creyente, haciéndolo partícipe de la vida y del reinado de Dios y que, la presencia del Reino tiene que generar una actitud de compromiso en dar testimonio del Evangelio a todos aquellos que aún no lo han recibido.

Después de la celebración de la liturgia, el arzobispo impartió formación a los servidores y líderes de la parroquia.

El tema en torno al cual se centro, fue cómo debería idealmente organizarse toda la parroquia y cada una de las comunidades que la conforman.

El arzobispo hizo énfasis en la urgencia de la coordinación, de forma participativa y transparente y de la organización que garantice la participación de todos y el seguir procesos de formación y crecimiento para todos los hermanos.

Después del mediodía, el domingo 29 de agosto, se celebró la reunión mensual del Consejo Pastoral.

Cada uno de los participantes presentó algunos de los proyectos que se tienen en la comunidad y del esfuerzo que se está haciendo para cumplir en ellas la misión que el Señor confió a los Apóstoles.

El domingo 29 de agosto, al caer el día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside, par visitar a los hermanos-

La visita comenzó con un tiempo de formación a los hermanos acerca del carácter actual y presente de la salvación cristiana, a partir de una explicación del sentido que tienen las bienaventuranzas, en el evangelio de san Mateo.

Después de la formación el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside.

Los hermanos participaron con mucho fervor y en buen número.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a asumir las actitudes necesarias para que la presencia del Reino de Dios se manifieste en sus vidas, pues, es así, como entran en la tierra prometida y como se es capaces de cumplir la misión de ser testigos del Evangelio ante todo el mundo.

Dentro del marco dela celebración de la divina liturgia, después de la homilía y como respuesta a la llamada que había sido hecha durante ésta, el arzobispo oró sobre los hermanos y los bendijo.

Se trataba de pedir al Señor que el corazón de cada uno de los fieles, estuviera abierto a dejar que el Señor le transformara, para que la presencia del Reino de Dios creciera y produjera frutos abundantes en la vida de cada quien.