El domingo 26 de septiembre, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la residencia del hermano Ronaldo Diego, en donde se celebraría la divina liturgia para servidores de la parroquia San Miguel Arcángel de California.

Se contó con representantes de casi todas las comunidades y durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, hizo énfasis en que el Señor es quien dirige su Iglesia, por lo que los medios humanos que se utilizan son relativos y están totalmente subordinados a reconocer la acción eficaz de Dios en la vida de los creyentes.

Después de la liturgia, durante el tiempo que se dedica a la formación, dada la coyuntura especial que vive la parroquia, el arzobispo hizo una presentación del proceso que se está siguiendo para la adquisición del templo parroquial.

El arzobispo subrayó el hecho de que se tiene que constituir en un principio de unidad para toda la parroquia y que la organización y decisiones que se tomen serán resultado del discernimiento y de los consensos que se alcancen entre todos.

Después de la presentación que hizo el arzobispo se plantearon algunas preguntas concretas sobre la forma en que se prevé que se haga la organización parroquial.

El arzobispo hizo énfasis en que las puertas estarán abiertas para todos pero que, en cada uno de los ámbitos habrá pequeños consejos que serán los que, con el consenso de todos, vayan tomando las decisiones que se consideren pertinentes.

Después del mediodía, se celebró la reunión del consejo pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Los representantes de todas las comunidades que participaron expusieron brevemente cuál ha sido la marcha de las comunidades y cuáles son las perspectivas que tienen planificadas para el futuro.

Al final del encuentro, dado que el día 26 de septiembre, el hermano Ramón Sebastián, coordinador de la comunidad El Pescador, estaba cumpliendo cincuenta años, se pidió que se orara por él.

El arzobispo invitó a todos a unirse en la oración, para dar gracias por la vida del hermano Ramon y de su esposa María y para pedir que el Señor le conceda seguir perseverando en la vida de la fe y en el desempeño de los encargos que le han sido confiados, por el mismo Señor Jesucristo.

El domingo 26 de septiembre, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside, California.

La visita del arzobispo comenzó con un tiempo de formación sobre el sentido de la fe apostólica, de acuerdo a los escritos de san Juan. El arzobispo hizo énfasis en que, lo que permite conocer a Dios y recibir la vida eterna es el ser ungidos por el Espíritu Santo, de tal forma que se experimente una transformación radical.

A la siete de la noche del domingo 26 de septiembre, el aarzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que las instituciones religiosas son simplemente facilitadoras a través de las cuales el Señor comunic la salvación y, por la acción del Espíritu Santo, establece una relación personal con cada creyente. Esta se alimenta a través de la vida sacramental de la Iglesia, sin embargo, permete que, entre el creyente y el Señor se establezca un vínculo directo de comunicación, que va haciendo que se tenga el don del discernimiento, la libertad interior y la capacidad de amar con el mismo amor con el que el Señor nos ama.

Al final de la celebración de la liturgia, el arzobispo oró por los hermanos que estaban participando en la liturgia, implorando del Señor la gracia de ser fieles y de perseverar en la fe.

Después de la oración, se roció con agua bendita, como signo de la gracia del Señor que se derrama, para transformar la vida de cada creyente.

El miércoles 29 de septiembre, solemnidad de San Miguel Arcángel, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo.

En esa ocasión, el arzobispo celebraba también los 47 años de su ordenación presbiteral.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en que, entre el ministerio del orden sagrado y la continuidad del misterio de la encarnación en el tiempo existe un profundo ligamen. Pues es, a través del ministerio sacramental, como el Señor se hace presente ininterrumpidamente en su Iglesia y continúa la obra de la salvación.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se celebró la ordenación al sub-diaconado del reverendo Juan José Lucero, quien forma parte del equipo de formación del seminario.

El arzobispo recordó cuáles son las actitudes que deben animar a quien se consagra al Señor, para incorporarse oportunamente dentro del ministerio ordenado y exhortó al candidato a vivir con fidelidad la fe y la respuesta a la llamada que el Señor le ha hecho.

Después de la celebración de la divina liturgia, se había preparado en el seminario un ágape fraterno para conmemorar la solemnidad de San Miguel Arcángel, el aniversario de la ordenación presbiteral del arzobispo y la ordenación sub-diaconal de Juan José.

La celebración transcurrió en un ambiente de sincera fraternidad.

El jueves 30 de septiembre, el arzobispo llegó hasta la sede parroquial de la parroquia San Miguel Arcángel de Tzabuxban, Totonicapán, para visitar la parroquia y celebrar la divina liturgia.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que, el tener a San Miguel como Patrono implica el asumir las mismas actitudes que él asumió, es decir, el dejarse mover por el Espíritu Santo, para derrotar todas las fuerzas del mal y ser capaces de dar testimonio del Evangelio en una forma íntegra.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a catorce jóvenes, miembros de la parroquia.

El arzobispo les explicó cuáles son los dones y los compromisos que se asumen al ser confirmados y ellos expresaron su disponibilidad a hacer fructificar los dones y a ser fieles en cumplir la misión que les es confiada.

También dentro de la celebración de la divina liturgia, se acercaron los fieles que estaban participando en la ceremonia, para recibir la bendición del arzobispo.

Junto a la bendición que recibieron, los hermanos aprovecharon también para presentar su dones, ofrendas y primicias.

El jueves 30 de septiembre, por la noche, después de un largo recorrido, el arzobispo llegó hasta la población de Jacaltenango, ubicada en el occidente del departamento de Huehuetenango.

El mismo día, poco después de haber llegado, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual fue recordado el hermano Prudencia Camposeco, fundador de la primera comunidad en Jacaltenango y quien, recientemente ha fallecido.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se oró y se bendijo a los hermanos que estaban participando de la celebración.

Se oró especialmente para que, en coherencia con la fe, profundicen más en el sentido de la acción del Espíritu Santo en sus vidas y den testimonio ante el mundo.