El sábado 30 de octubre, por la mañana, el arzobispo acompañado por el padre Hugo, párroco local y el diácono Lorenzo, llegó hasta la sede de la Parroquia Glorificación de María de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato.

Después de una introducción acerca de los proyectos de desarrollo para la Arquidiócesis que se tienen, el arzobispo se extendió explicando aspectos relacionados con la fe, la vida eterna y la salvación.

Después de la formación que impartió el arzobispo, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear una serie de cuestiones, relacionadas con el tema del decanato, pero también sobre otros aspectos pastorales.

Se plantearon diferentes preguntas y se hicieron varios comentarios sobre cuestiones relacionadas con el futuro de la vida y organización de la Arquidiócesis.

Al final de la reunión que se estaba celebrando, los coordinadores de sectores de la parroquia de la Glorificación de María, así como de los consejos y los presbíteros presentaron un breve informe sobre los desafíos que se viven y cómo se les está afrontando.

En general, hubo consenso en que se está dando un crecimiento sostenido y se está consolidando en todo lo referente a la identidad y al compromiso.

El sábado por la tarde, acompañado del padre José Armando Hernández, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santo Domingo Chiblac, de Santa Cruz Barillas.

Los hermanos salieronvarias cuadras antes del templo a saludar al arzobispo y, desde allí se hizo una caravana que concluyó cuando se llegó al templo.

Desde hace cinco años, los hermanos de Santo Domingo Chiblac, de Santa Cruz Barillas, comenzaron la construcción del templo para la comunidad local.

Ahora, que han concluido la construcción, con ocasión de la visita del arzobispo, ellos quisieron que se hiciera la bendición del templo.

Se inició haciendo una serie de ritos y oraciones, antes de ingresar al templo y, luego se rociaron con agua bendita las esquinas del templo y sus alrededores.

El sábado 30 de octubre, por la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad de Santo Domingo Chiblac, Santa Cruz Barillas.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo, para reconocer la presencia del Señor vivo en medio de la comunidad, es indispensable que cada quien asuma una actitude de profunda humildad, reconociéndose pecadores.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administraron confirmaciones y envío misionero a varios hermanos de la comunidad de Santo Domingo Chiblac.

El arzobispo animó a los confirmandos a asumir con responsabilidad la misión que el Señor confía a cada creyente, al ser enviados a dar testimonio del Evangelio.

El sábado 30 de octubre, hacia el caer del día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Unión Las Palmas, del municipio de Santa Cruz Barillas, para celebrar la divina liturgia.

Los hermanos recibieron al arzobispo con alegría y gratitud y participaron en la divina liturgia con gran entrega y devoción al Señor.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de miembros de la comunidad.

El arzobispo les exhortó a vivir con radicalidad el evangelio, del cual son llamados a ser testigos y les explicó cuál es la gracia que el Señor les confía y cómo deben cumplir la misión.

El domingo 31, por la mañana, el arzobispo, acompañad por el diácono Lorenzo, llegó hasta la comunidad de Nuevo Sija, de la parte cálida de Santa Cruz Barillas.

Los hermanos de la comunidad local y de sus alrededores, salieron para dar la bienvenida al arzobispo al ingreso de la aldea, para realizar una caminata hasta el lugar en el que se celebrarían los actos litúrgicos.

Después de saludar a los hermanos, dio inicio la celebración de la divina liturgia, con la participación de numerosos hermanos provenientes de algunas comunidades vecinas e incluso de México.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas subrayó que lo propio de la nueva alianza es el don del Espíritu Santo, comunicado a través de Cristo, Sumo y Eterno sacerdote.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a veintiseis hermanos, procedentes 12 de Nuevo Sija y 14 de Nuevo Maravilla.

El arzobispo recordó cómo se debe vivir el compromiso misionero, tratando de amar a los hermanos a través del testimonio del Evangelio a todos y en todas partes.

Al final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Peña Blanca, también en el Ixcán de Santa Cruz Barillas, para encontrarse con los hermanos y celebrar la divina liturgia.

El arzobispo animó a los hermanos a comprometerse a vivir el mandamiento del amor a Dios y al prójimo, de acuerdo al sentido que tiene en el Nuevo Testamento, es decir, como resultado del haber sido renovados por la acción del Espíritu Santo y de no ser unos mismos con los propios egoísmos quienes tratan de hacer esto.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se presentaron las niñas Jazmin y Roxana, para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo explicó a padres y padrinos los compromisos que asumían en cuanto al estilo de vida y al testimonio, así como el apoyo, para poder crecer en la vida en el espíritu.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a dos grupos de hermanos, provenientes de la comunidd local y de San Pedro Montenegro.

El arzobispo animó a los confirmandos a asumir con seriedad y prontitud el compromiso de ir a trabajar en la renovación de todos y en todas partes, como el Señor ordenó a los apostólicas a que hicieran.

El domingo 31 de octubre, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad Sagrado Corazón de Chancolín, en el Ixcán del municipio de Santa Cruz Barillas.

Un numeroso grupo de hermanos, coordinado por las catequistas encargadas de la pastoral litúrgica, salieron a recibir al arzobispo a un punto cercano al lugar en donde se encuentra el templo, para subrayar la importancia que reconocen a la visita arzobispal.

Después de haber saludado y dialogado con los hermanos de la comunidad de Chancolín, el arzobispo dio inicio a la celebración de la divina liturgia.

Los hermanos participaron con gran devoción en la celebración de la liturgia y manifestron su disponibilidades a comprometerse más activamente en las iniciativas misioneras.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, se administró la confirmación y el envío misionero a nueve hermanos pertenecientes a la comunidad local y a sus alrededores.

El arzobispo recordó a los confirmandos cuál es la gacia que recibirían y cómo debían responder al don de Dios que gratuitamente se entregaba. Además les recordó que el momento más sublime para cumplir el mandamiento del amor al prójimo, es precisamente cuando se recibe el don de la Palabra hecha Carne, a través de los sacramentos de la Iglesia.