El miércoles 10 de noviembre, en el centro misionero de Tomtem, Cobán, Alta Verapaz, se celebró una reunión del arzobispo con los miembros del consejo pastoral de Cahabón, Alta Verapaz.

Los hermanos informaron al arzobispo que han optado por consolidar en un solo centro pastoral los dos sectores existentes, aceptando que el Padre Gustavo Pineda, sea el presbítero que atiende pastoralmente el centro pastoral total.

El arzobispo manifestó su alegría por la reconciliación que han tenido y les alentó a seguir trabajando con más entusiasmo y proyección misiionera.

El miércoles 10, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del sur de Alta Verapaz, en el centro misionero de Tomtem, Cobán.

Se contó con la participación de delegados de las diferentes parroquias y centros pastorales y de los presbíteros que ejercen el ministerio pastoral en esta área.

Al raíz de la formación que impartió el arzobispo durante el decanato sobre el sentido de la vida eterna y de la salvación y sus consecuencias para la vida de la iglesia, se suscitaron una serie de reflexiones.

Los hermanos tuvieron la oportunidad de compartir diferentes puntos de vista y perspectivas, haciendo énfasis en la urgencia de que la formación que se recibe, se traduzca a la vida de los servidores y que la enseñanza se comparta con todos los miembros de las comunidades.

También se dio oportunidad para que los coordinadores de los consejos pastorales de las diferentes parroquias y centros pastorales, presentaran un breve informe acerca de la marcha pastoral.

En general, se coincidió en subrayar que, aunque existe diversidad de problemas y desafíos, se están afrontando y superando y, en la mayoría de lugares, hay un claro crecimiento.

Los presbíteros que trabajan pastoralment en el área cubierta por el decanato del sur de Alta Verapz, también tuvieron la oportunidad de compartir algunas reflexiones sobre la situación pastoral.

En general, hicieron énfasis en que se está creciendo en la identidad como iglesia y que se tienen perspectivas de consolidar la proyección misionera de las comunidades y de las parroquias.

Hacia el mediodía, comenzó la reunión del presbiterio de la vicaría del norte de Guatemala, con la participación de todos los presbíteros y diáconos que trabajan en el área.

Después de la oración, el arzobispo compartió una primera reflexión sobre la problemátic que se sucita en torno a la comprensión del Reino de Dios, tanto en tiempo de los apóstoles, como en el desarrollo del cristianismo en el occidente.

Poco después del mediodía, el arzobispo abordó brevemente la segunda parte de la reflexión formativa que había preparado para el presbiterio.

En la misma, explicó cuál es el sentido del Reino de Dios en la fe apostólica y cómo su implantación, a trravés del ministerio sacramental, constituye el eje de la misión confiada a los ministros ordenados.

Después del receso del mediodía, se reunió el presbiterio de la vicaría del norte de Guatemala, presidido por el arzobispo, para recibir de éste la información pertinente al proceso que se tiene previsto seguir en la elección de candidatos a obispo.

El arzobispo explicó la modalidad a seguir, los plazos que se han fijado y cómo será la participación, tanto de los presbítros como de los consejos pastorales en este proceso.

Finalmente, la reunión del presbiterio de la vicaría del norte de Guatemala, concluyó con la reunión en la que se abordaron una serie de cuestiones y desafíos pastorales.

Se habló acerca de la proyección de desarrollo pastoral que se tiene, así como de los criterios que existen y que tienen que ser aplicados en la marcha de las parroquias.

El jueves 11 de noviembre, por la mañana, el arzobispo, acompañado por el diácono Lorenzo, llegó hasta la comunidad de Las Anonas, de Chicamán, El Quiché, para celebrar la divina liturgia.

Concelebraron con el arzobispo los padres Óscar Guardado, Alexander, Wilfredo y José Bailiner. Durante la homilía, el arzobispo recordó el sentido de la entrega que se requiere, para poder ser testigos del Evangelio.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Las Anonas, se hizo la presentación del acólito Víctor Rodríguez, para ser ordenado como subdiácono, para servir en la Zona Reyna de El Quiché.

Después de la presentación, se procedió al rito de la tonsura, como paso que preparaba a la ceremonia de ordenación subdiaconal, como signo de la consagración total al Señor.

En el momento prevo de la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Las Anonas, Chicamán, El Quiché, se procedió a la ordenación subdiaconal del acólito Víctor Rodríguez.

El arzobispo recordó al candidato cuáles son los compromisos propios del subdiácono y luego se procedió a la invocación del Espíritu Santo y a la celebración de los ritos previstos, para que el candidato quedara ordenado como subdiácono.

Dentro de la celebración de ordenación subdiaconal, se contó con buena participación de hermanos de la Comunión Santa María del Nuevo Éxodo, a la cual quedaba incorporado en forma perpetua el nuevo subdiácono.

Participaron los padres Óscar Guardado, Alexander, José Bailiner y Wilfredo, y los seminaristas Lorenzo, Domingo y Sergio. Estos dos últimos, junto al Padre José Bailiner, tuvieron a su cargo el canto litúrgico.

También, dentro de la ceremonia de ordenación del subdiácono, se contó con la participación de numerosos hermanos procedentes de la Zona Reyna, en donde el nuevo sudiácono está ejerciendo el ministerio y para la cual se está preparando, con la esperanza de ser constituido, oportunamente en su primer párroco.

Además de los fieles, participó el hermano Samuel, presidente del consejo pastoral y los hermanos Hermelindo y Genera encargados de la comunidad de Lancetillo.

Después de la celebración de la divina liturgia, durante un breve tiempo, el arzobispo tuvo una breve reunión con el consejo pastoral del centro pastoral de Chicamán.

Los hermanos expresaron que han tenido un cierto crecimiento e, igualmente, que están dispuestos a seguir trabajando para que, en un futuro próximo, puedan ser constituidos como parroquia.

El juves, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Macalajau, de Uspantán, en donde, después de saludar y dialogar con los hermanos presidió la celebración de la divina liturgia.

La comunidad se caracteriza por la gran pobreze económica en la que vive pero, al mismo tiempo, se nota una profunda riqueza espiritual y un profundo amor.

Después de la homilía, dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo invitó a los hermanos de la comunidad de Macalajau a acercarse para orar por ellos y bendecirlos.

Los hermanos expresaron su gratitud y alegría por la visita del arzobispo e, igualmente, su disponibilidad a intensificar su compromiso en el testimonio misionero.

El jueves 11, ya entrada la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de San Lucas, ubicada en el área sur de la parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán.

Durante la homilía el arzobispo animó a los hermanos a tratar de reconocer la presencia del Reino de Dios en sus vidas y en el ambiente en el que se vive, para que, transformados por el Espíritu Santo, se sea auténticos testigos del Evangelio.

El arzobispo oró y bendijo a los hermanos de la comunidad de San Lucas, implorando del Señor que constituyera a cada uno de los hermanos en auténticos apóstoles del Evangelio.

Los hermanos expresaron su gratitud por la visita y su disponibilidad a dejarse transformar por el Señor, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El jueves 11, por la noche, en la sede de la Parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán, El Quiché, el arzobispo presidió la celebración del decanato del centro de El Quiché.

El arzobispo impartió la formación, trantando de ayudar a los hermanos a descubir el sentido y las implicaciones de la misión que el Señor nos ha confiado que realicemos.

Una vez que hubo terminado la formación, varios de los participantes expresaron su gratitud por la formación recibida y expresaron su disponbilidad a ponerla en práctica.

Otros hermanos también hicieron énfasis en que si cuanto se aprende no se traduce en auténticos proceso de conversión de vida y de compromiso, no tiene sentido lo que se está haciendo.

Al final de la reunión, el presidente del consejo, el párroco y los líderes de las diferentes comunidades se manifestaron, respecto a la marcha que se está siguiendo, desde el punto de vista pastoral.

Los hermanos expresaron que necesitan una mayor formación, para poder trabajar en forma más eficaz en el crecimiento y la manifestación de la identidad verdadera de la santa iglesia.

El viernes 12, por la mañana, el arzobispo, en la sede del centro pastoral de Cunén, presidió la celebración del decanato del sur de El Quiché, que abarca los municipios de Sacapulas y Cunén.

Se contó con una numerosa participación de hermanos en el decanato, los cuales participaron con gran interés y disponibilidad a asumir cambios auténticos en la vida pastoral de las comunidades.

Después de la celebración del decanato, el presbítero encargado pastoral, padre Wilfredo, así como el presidente del consejo pastoral y el vicepresidente del consejo económico, se dirigieron a la asamblea.

El padre recordó algunos aspectos urgentes como el hecho de que todos los templos sean titulados a nombre de la iglesia, para evitar cualquier tipo de apropiación o destino indebidos.

Los hermanos expresaron su disponibilidad a trabajar con generosidad en los cargos que tienen dentro de los consejos que recientemente se han formado en el centro pastoral.

Dentro del marco de la celebración del decanato, también se hizo el cambio del consejo pastoral y el nacimiento del consejo económico, de acuerdo a los estatutos.

El arzobispo agradeció al consejo saliente el compromiso que tuvo, especialmente en lo referente a la construcción del templo, que se encuentra ya avanzado en buena parte.

Además exhortó a los miembros de los nuevos consejos a ceñirse a lo que constituye su misión y a trabajar con diligencia de desinteresada entrega en todo momento.

El viernes 12, hacia el mediodía, el arzobispo tuvo una reunión con representantes de las comunidades de Sacapulas, con vistas a encontrar solución a algunos de sus problemas.

Se dialogó, se llegó a acuerdos bastante positivos y se asumió el compromiso de tratar de ir logrando la reconciliación y la unidad en todos los niveles posible.

El viernes 12 de noviembre, hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en el el templo del centro pastoral de Santa María de Cunén, El Quiché.

Participó un grupo numeroso de hermanos y el arzobispo les animó, a la luz de las lecturas bíblicas, a esforzarse por reconocer que toda la creación, comenzando con la propia vida le pertenece a Dios, por lo que no nos corresponde nada más que ser fieles administradores de sus múltiples dones.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de hermanos, en su mayoría jóvenes del centro de Cunén.

El arzobispo les exhortó a trabajar con todas sus fuerzas, bajo la guía del Espíritu Santo, para dar testimonio del Evangelio y cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

También, dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se realizó la renovación del encargo a los ministros extraordinarios para la distribución de la comunión.

El arzobispo les recordó que, en realidad son ministros de la distribución del misterio de la Palabra hecha carne que, sacramentalmente viene a comunicar la vida eterna y que, eso exige que los primeros en vivir ese misterio, deben ser los mismos ministros.

El viernes 12, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Agua Escondida, del municipio de Cunén, para encontrarse con los servidores y líderes de la comunidad y presidir la celebración de la divina liturgia.

El arzobispo recordó, durante la homilía, que se tiene la exigencia de dejarse transformar por la fuerza del Espíritu Santo, para poder ser auténticos testigos del Evangelio y miembros efectivos de la Iglesia una, santa, católica y apostólica, que el Señor fundó.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar del Señor, la gracia de cumplir con la misión que nos ha sido confiada.

Los hermanos orar con devoción y el arzobispo les bendijo.

Al caer del día 12 de noviembre, el arzobispo llegó hasta la comunidad de San José de Cunén, en donde, por primera vez tuvo la oportunidad de celebrar la divina liturgia en el nuevo templo que está en proceso de ser terminado por los hermanos.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a centrar su atención en el trabajo espiritual, primero a nivel personal y, seguidamente, dando testimonio del Evangelio a los demás hermanos.

Con ocasión de la visita de arzobispo a la comunidad de San José, le fueron presentadas dos hermanas para ser instituidas como ministros extraordinarios para la distribución de la comunión.

El arzobispo recordó a las hermanas los compromisos que asumían, exhortó a los servidores a comprometerse en hacer los arreglos pertinentes para poder tener la presencia del Santísimo Sacramento en la comunidad y les animó a intensificar el espíritu de oración