El sábado 13 de noviembre, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la asamblea-decanato del sur oriente de Huehuetenango, en el Centro de Formación de Jumaj, zona 6, Huehuetenango.

Se contó con la participación de los padres Pedro, José Raúl, José Luis y Roberto Carlos y con delegados de la mayoría de parroquias y centros pastorales del sur oriente de Huehuetenango.

El arzobispo impartió la formación y los hermanos expresaron su gratitud por la animación que se les dio.

Después de la formación, los hermanos y los presbíteros tuvieron la oportunidad de presentar sus dudas y comentarios, tanto referentes a la formación impartida como a otros temas.

Entre las cuestiones planteadas se pidió al arzobispo que subrayara la importancia fundamental de que se insista en que el don del Espíritu Santo, de acuerdo a la voluntad del Señor, está mediada por la administración de los sacramentos, lo cual implica el recurso a una serie de símbolos.

También se pidieron criterios para anima la conversión de los hermanos que se encuentran en situaciones no adecuadas a lo que implica el estar llenos del Espíritu Santo.

Los representantes de las diferentes parroquias y centros pastorales, así como de algunas comunidades y capellanías, también tuvieron la oportunidd de presentar un informe de la marcha de sus comunidades.

En general se enfatizó el esfuerzo que se está haciendo por mantenerse fieles a la voluntad del Señor y por anunciar el Evangelio de la manera más adecuada.

Al final de la mañana, el arzobispo tuvo una breve reunión con el presbítero y delegados del consejo pastoral de San Sebastián Huehuetenango.

Se abordó la cuestión de la agenda que se seguirá durante la próxima visita al centro pastoral, la importancia de la celebración de la liturgia y el respeto de los símbolos y otras cuestiones prácticas, referente al vehículo que será adquirido en el Centro Pastoral.

El sábado 13, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Rodeo, Malacatancito, Huehuetenango, para celebrar la divina liturgia y compartir con los hermanos.

Durante la homilía, animó a los hermanos a dejar que la gracia del Señor renuevo constantemente sus corazones, para que, de esa manera, se pueda ser auténticos testigos del evangelio, con la misma actitud con la que vivieron los apóstoles y los primeros cristianos.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, para pedir al Señor la gracia de responder a la llamada que el Señor nos hace y a reconocer su presencia en medio de nosotros.

Los hermanos imploraron al Señor su gracia y el don del Espíritu Santo, para vivir realmente en la libertad, la alegría y el amor propios de quien es hijo de Dios

Cuando el arzobispo llegó a la comunidad de El Rodeo, Malacatancito, se encontró con que muchos de los hermanos se acercaron a él, para pedir oración, pues han sufrido diversas dolencias en los últimos tiempos.

Para responder a esta necesidad, dentro del marco de la celebración de la liturgia, se administro la unción de los enfermos a nueve hermanos que se encontraban con quebrantos de salud o en proceso de recuperación.

El domingo 14, el arzobispo llegó hasta Todos Santos Cuchumatanes, para realizar la visita trimestral qiue hace a la comunidad, de la cual es encargado pastoral.

Los hermanos estaban reunidos con gran alegría y el arzobispo, a pesar de haber tenido innumerables dificultades para llegar, debido a accidentes de tránsito que encontró en el camino, les animó a comprometerse con mayor radicalidad en la organización y el testimonio misionero.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administraron los sacramentos del bautismo, de la crismación y la primera comunión a un niño.

El arzobispo animó, tanto a los padres como a los padrinos a comprometerse a vivir intensa y fielmente su fe, para poder ayudar al crecimiento del iniciado en la vida cristiana.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administró la confirmación de la crismación y el envío misionero a una anciana, miembro de la comunidad.

El arzobispo aprovechó la ocasión para animar a todos los hermanos a comprometerse más activamente en la vida de la comunidad de fe y en dar testimonio del evangelio.

Al final de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo oró por todos los hermanos presentes, para implorar del Señor la capacidad de ser auténticos discípulos del Señor.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas biblicas, había recordado a los hermanos que en la vida sacramental de la iglesia se celebra la venida gloriosa del Señor, de forma constante, pero es necesario estar preparados interiormente para reconocerla.

El domingo 14, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Granadillo, de la Parroquia de Colotenango, para encontrarse con los hermanos e impartir un tiempo de formación.

En el encuentro estaba también presente el padre José Raúl López, párroco local, así como delegados de varias de las comunidades de la parroquia.

Después de la formación y de un breve tiempo de diálogo para responder preguntas, los hermanos, al igual que el párroco, rindieron un breve informe pastoral.

En general, se expresó la alegría de mantenerse firmes en la fe, en aglunas comunidades se experimenta un leve crecimiento y se está buscando la manera de profundizar en la identificación con la fe apostólica.

Después de la formación, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, con los hermanos que estaban presentes en la reunión que se estaba celebrando.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a mantenerse vigilantes, es decir, en actitud de humildad y de reconocimiento de ser pecadores, así como de disponibilidad para hacer la volunta de Dios, para poder reconocer la presencia gloriosa del Señor en la vida diaria.

Dentro del marco de la celebración,se realizó la bendición sobre el pueblo de Dios y se oró para que, manteniéndoles vigilantes, sean capaces de reconocer la presencia del Señor.

Antes de comenzar la oración y la bendición, el arzobispo recordó a los hermanos que la vida de fe, requiere de una actitud de constante conversión y de ininterrumpida apertura al Señor.

También, dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se hizo la institución de tres ministros para la distribución de la comunión y para visitar a los enfermos.

Dos de los ministros fueron instituidos para servir en la comunidad de Chapil, la cual hace parte Concepción Tutuapa, San Marcos, y el otro para servir en la comunidad local.

Al final de la celebración de la divina liturgia, se hizo una bendición especial y una oración de acción de gracias sobre el párroco, padre José Raúl López y sobre los servidores de las comunidades.

Esto se debió a que en esos días se estaba celebrando el cuarto aniversario de la creación de la parroquia de San Ignacio de Antioquía, que abarca el municipio de Colotenango y sus alrededores.

El domingo 14, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad central de El Arenal, San Gaspar Ixchil, la cual, por razones pastorales hace parte de la parroquia de Cuilco.

De común acuerdo, con el consejo pastoral de Colotenango y con el párroco, se ha pedido al arzobispo que sea él, quien, en el contexto de la celebración del decanato del área, sea quien atienda esta comunidad.

Con ocasión de la celebración de la divina liturgia en la comunidad de El Arenal, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a algunos niños.

Antes de ser administrados, el arzobispo recordó a los padres y a los padrinos, la urgencia de perseverar activos en la vida de la iglesia, para poder cumplir los compromisos inherentes a la iniciación cristiana de los niños.

También dentr del contexto de la visita a la comunidad central de El Arenal, se administró la confirmación de la crismación y el envío misionero a una hermana de la comunidad.

El arzobispo recordó a la hermana cómo tiene que asumir un papel activo en la vida pastoral y en el testimonio evangélico dentro de la comunidad.

También en el contexto de la celebración de la divina liturgia en la comunidad central de El Arenal, hicieron la primera reconciliación y la comunión solemne dos niños.

El arzobispo explicó a los niños cuál es el sentido de que, a pesar de haber estado comulgando desde que fueron bautizados, se solemnice ese momento, como signo del compromiso personal que ellos asumen en el vivir activamente la fe.

El lunes 15 de noviembre, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del sur occidente de Huehuetenango, en la sede de la parroquia Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco. Se contó con la presencia de numerosos delegados de las comunidades, así como del padre José Raúl.

El arzobispo impartió formación sobre una serie de temas relacionados con los signos y oraciones que se hacen, así como la formación acerca de la identidad de la Iglesia.

Después de la formación, se contó con la intervención de varios hermanos, que expresaron sus opiniones acerca de diferentes cuestiones que habían sido abordadas.

Especialmente, se hizo énfasis en la importancia de mantener los signos propios de la iglesia apostólica, así como las oraciones que tienen fundamento en la misma Sagrada Escritura.

Al final del diálogo, los representantes de los diferentes sectores, así como del consejo pastoral y el presbítero, expresaron su punto de vista sobre la marcha pastoral de las comunidades.

En general, se nota un renacer espiritual, aunque se hizo énfasis en la urgencia de fomentar con mayor intensidad, el sentido de la misión y de todos los aspectos de la identidad de la iglesia.

Al final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, para hermanos de las diferentes comunidades que se habían congregado para la celebración.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que la fe requiere radicalidad en la respuesta y no acepta ningún tipo de concertaciones o adaptaciones a los propios gustos o intereses.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a la niña Arlet Sofía, hija de miembros de la iglesia.

El arzobispo recordó a padres y padrinos su compromiso en vivir el Evangelio de forma activa y comprometida, para ayudar a que la iniciada en la fe, pueda crecer como hija de Dios.

También dentro del marco de la celebración, tres jóvenes de diferentes comunidades de la parroquia, recibieron la confirmación de la crismación y el envío misionero.

El arzobispo pidió a los jóvenes que expresaran su compromiso de dejar que sea el Espíritu Santo el que les guíe y a trabajar activamente en cumplir la misión de la iglesia.

También, dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, hizo su primera reconciliación y la comunión solemne, el niño Javier, quien recientemente, se ha incorporado a la iglesia.

El arzobispo recordó cómo, este acontecimiento quiere subrayar que la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor, es lo que permite el crecimiento en la vida nueva y en la participación en los dones divinos.

También se celebró la institución de cuatro ministros extraordinarios de distribución de la comunión, para ayudar en las comunidades de Santa Rosa, el Injertal y Papal.

El arzobispo animó a los hermanos a asumir con seriedad el compromiso de ser ministros, especialmente viviendo conscientemente el misterio de la eucaristía y dando testimonio de ellos en sus vidas.