El sábado 11 de diciembre, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad El Pescador, la cual está siendo remodelada, por lo que la actividad de la Escuela Santiago Baradeo tuvo que llevarse a cabo en la parte superior del templo.

La actividad comenzó con la presentación que hicieron los estudiantes acerca de la formación impartida durante el mes de noviembre. Se explicó cuál es el sentido en el que se exige ser discípulo, tanto en los evangelios sinópticos como en los escritos joánicos.

Después de la presentación, el arzobispo hizo la presentación correspondiente al mesi de diciembre, la cual giró en torno al proceso que se siguió en el occidente y que llevó a la pérdida del sentido genuino de la Tradición Apostólica.

Se explicó cómo a partir de una interpretación parafraseada de un texto sobre la Transfiguración en la segunda carta de Pedro, se tergiversó el sentido de la relación entre la manifestación viva de Dios y la Sagrada Escritura.

El sábado 11, por la noche, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad El Pescador, en donde presidió la celebración de la divina liturgia para la asamblea.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo debe ser la actitud con la que se vaya preparando el camino para la celebración de la Navidad e invitó a los hermanos a asumir una actitud de cambio de mentalidad y de retorno al Señor.

Al terminar la celebración de la divina liturgia, el arzobispo invitó a los hermanos a que se acercaran para orar por ellos e implorar del Señor sus bendiciones.

Los hermanos estuvieron durante un tiempo en oración y, al final, el arzobispo les impartió la bendición. Dado que está previsto que sea la última visita que les hace en el año, aprovecho la ocasión para expresarles sus saludos de Navidad y Año Nuevo.

El mismo sábado 11 de diciembre, bien entrada la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Poder del Espíritu Santo, ubicada en el centro de Los Angeles.

Allí, después de saudar y compartir con los hermanos, presidió la celebraciónd e la divina liturgia, animándoles a intensificae la actitud de oración, para ser capaces de reconocer la presencia eficaz del Señor en medio de sus vidas.

Al terminar la celebración litúrgica, los hermanos, presididos por el arzobispo, se pusieron en oración e imploraron del Señor la gracia de la conversión y del sintonizar con su voluntad.

Después de un tiempo de oración, el arzobispo bendijo a la asamblea y le presentó sus saludos con ocasión de la Navidad que se acerca y del año nuevo que, pronto comenzará.

El sábado 11, al terminar las actividades en la comunidad Poder de Espíritu Santo, se pidió al arzobispo que hiciera la bendición de las bocinas que han sido adquiridas recientemente para el ministerio.

El arzobispo invitó a todos los miembros del ministerio de música a acercarse, para orar por ellos y bendecirlos y, sucesivamente hizo la bendición de las bocinas.

El domingo 12 de diciembre, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la residencia del hermanos Ronaldo Diego, en cuyo patio posterior se celebró la divina liturgia para servidores y líderes de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel,

Durante la homilía, el arzobispo explicó que, para que las promesas que el Señor ha hecho a su pueblo se cumplan en la vida de cada día, es indispensable que se asuman las actitudes requeridas y reflejadas en la predicación de Juan el Bautista.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración profunda, clamando al Señor la gracia y prepararse con sinceridad a recibir la presencia del Reino de Dios en ellos.

La hermana Eladia fue invitada a animar la oración y todo el pueblo se sumergió en súplicas y alabanzas al Señor.

Después de la actividad litúrgia, el arzobispo presentó la formación que había preparado, referente a la concepción del ser humano en la perspectiva bíblica y en la que tuvo San Agustín.

En la presentación, el arzobispo hizo énfasis en que, la salvación se dirige, como fruto de la encarnación a la totalidad del ser humano y que, para percibirla requiere que se asuman las actitudes necesarias.

Después de la presentación hecha por el arzobispo, algunos hermanos plantearon cuestiones referentes a diferentes tópicos de interés:

Se preguntó cómo se puede explicar que Jesucristo es plena e íntegramente Dios y, al mismo tiempo, hombre. El arzobispo respondió dando las explicaciones que padres de la Iglesia como san Severo, han dado a lo largo del tiempo.

Terminado el diálogo los coordinadores o representantes de las diferentes comunidades hicieron una breve presentación de lo que se está viviendo en cada una de las comunidades.

El arzobispo hizo énfasis en la urgencia de garantizar que quienes hacen parte de la iglesia, lo hagan con sinceridad de corazón y, nunca, con intereses creados, aún cuando esto suponga la persecución y el rechazo.

El encuentro con servidores y líderes de la parroquia concluyó con una reunión del consejo pastoral, en el que estuvieron presentes representantes de las diferentes comunidades de la parroquia.

En general, se señaló que no se tienen aún los planes elaborados para el año venidero y que, por el momento, se está tratando de concluir todo lo que se tenía programado.

El arzobispo recordó la urgencia que se tiene de encontrar el lugar en el que la parroquia tendrá su sede y, para ello, instó a los hermanos a emprender jornadas de oración.

El domingo 12 de diciembre, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe en Riverside que, estaba celebrando su fiesta patronal.

La visita del arzobispo dio inicio con la breve formación en la que hizo énfasis en el carácter integral que tiene la salvación que el Señor nos trajo y cómo es urgente superar todos los reduccionismos y dualismo que se tienen.

Después de la formación, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia del tercer domingo de adviento, pero hizo mención también a la fiesta de Santa María de Guadalupe.

Recordó a los hermanos que la devoción a la Virgen María debe ser, en realidad un gesto del compromiso y la disponibilidad que se tiene a asumir en la vida cotidiana, las mismas actitudes que ella asumió, tanto en relación con el Señor, como con los demás.

La visita del arzobispo concluyó con un tiempo de oración sobre todo el pueblo de Dios, implorando del Señor, la gracia de prepararse diligentemente a la navidad.

Finalmente, dado que la próxima visita del arzobispo será hasta el mes de enero, presentó sus saludos de Navidad y Año Nuevo a todos los participantes.

El 16 de diciembre, a media noche, procedente de Guatemala, llegó el arzobispo hasta el aeropuerto de San Juan, Puerto Rico, para realizar la visita pastoral de la Parroquia Santísima Trinidad de Aguada, Puerto Rico.

A recibirle en el aeropuerto estaban el Padre Francis Silva, párroco local y el diácono José.

Después de viajar por más de dos horas, el arzobispo llegó hasta Aguada, en donde, la primera actividad que se tuvo fue una entrevista en vivo, a través de Radio Waba la Grande.

Se trata de la radio más antigua y con mayor audición del nor-oeste de Puerto Rico. Con ocasión de la entrevista, el arzobispo explicó cuál es el origen histórico de nuestra Santa Iglesia, de su liturgia y de su lugar en el cristianismo.

El viernes 17, por la tarde, el arzobispo tuvo una prolongada reunión con el Padre Francisco Silva Cordero, para dialogar acerca de la marcha de la misión en Puerto Rico y sus proyecciones.

Se fueron abordando diversas cuestiones, dialogando acerca de los desafíos que se afrontan y de las perspectivas de desarrollo que se tienen para el futuro.

El viernes 17, al caer el día, el arzobispo tuvo un encuentro con los lectores José y Julián, para dialogar acerca de lo que implica el ser ordenados como acólitos, de los compromisos que se asumen y del testimonio que están llamados a dar.

Después de haber dialogado, cerciorarse de la disponibilidad y capacidad de los candidatos y de haber escuchado el parecer del Padre Franscis Silva, encargado-párroco de la misión, el arzobispo acepto a que se proceda a la ordenación como acólitos de los candidatos, la cual está previsto que tenga lugar el día 18.

El sábado 18 de diciembre, por la mañana, en la sede de la parroquia Santísima Trinidad de Aguada, Puerto Rico, el arzobispo tuvo una sesión de formación con líderes y servidores de la comunidad.

El arzobispo fue explicando, desde el punto de vista lingüistico, bíblico e histórico cuál es el sentido e identidad de nuestra Iglesia, a partir de cada uno de los términos que componen su nombre.

Después de la formación, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear una serie de dudas y cuestiones sobre el tema que se había impartido, a las cuales fue respondiendo el arzobispo.

Entre las cuestiones planteadas estuvo una acerca de cómo es que se establación la transmisión del ministerio apostólico y, por lo mismo que se institucionalizó el sacramento del orden y cuál es el sentido de la Tradición Apostólica.

Después de un tiempo de intervalo, se tuvo una segunda sesión de formación, la cual, a petición del párroco, Padre Francis Silva, giró en torno a la relación entre Sagrada Escritura y Palabra de Dios.

El arzobispo explicó, desde el punto de vista del desarrollo histórico cómo es que, en el occidente cristiano, en forma totalmente errónea y anómala, se llego a identificar la Sagrada Escritura con la Palabra de Dios e indicó cuál es la relación y la perspectiva para mantenerse acorde a la Tradición Apostólica

Después de terminar la formación segunda, se entabló un diálogo abierto, en el que los participantes tuvieron la oportunidad de plantear preguntas abiertas, sobre diferentes temas relacionado con la fe y la praxis de la Iglesia.

Entre las preguntas que se plantearon estuvieron cuestiones relacionadas con la praxis del Sacramento de la Reconciliación; con la forma de conocer y cumplir la Voluntad de Dios y cómo hacer para reconocer si, verdaderamente se está viviendo incorporados en el misterio de la vida nueva que Dios da a quienes creen en Él.

Finalmente, después del mediodía, se tuvo un tiempo de formación y preparación litúrgica, en el cual participaron el párroco, los diáconos de la parroquia y representantes del coro parroquial.

El arzobispo señaló algunos aspectos que se deben tener en cuenta, para garantizar que la liturgia mantenga el decoro y la armonía que le son requeridas y animó a los participantes a tener cuidado en que lo dialogado se cumpla fielemente en la vida de la parroquia.

El sábado 18 de diciembre, por la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con fieles de la Parroquia Santísima Trinidad de Aguada, Puerto Rico. Concelebró el Padre Francis Silva, párroco local.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas, en las que se hacía la promesa mesiánica y, luego, se presentaba a José como uno de los elementos elegidos por el Señor para cumplir la promesa, el arzobispo señaló que, actualmente, el Señor quiere cumplir su promesa también de una forma análoga a la que lo hizo en ese tiempo y, para eso, necesita que se tenga la disponibilidad de confiar en el Señor y entregarse a su servicio como lo hizo San José y la Virgen María.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se tonsuró a los lectores José y Julián, como acto de preparación para luego ordenarlos como acólitos.

El arzobispo explicó cuál era el sentido de la tonsura, enfatizando que se trataba de hacer un gesto externo por el cual se expresa la disponibilidad a morir al mundo, para vivir para Cristo y dar testimonio del Evangelio.

Los lectores José y Julián, desde hace largo tiempo están comprometidos en la vida de la parroquia de la Santísima Trinidad de Aguada, Puerto Rico. Por esta razón, el Padre Francis, a lo largo de los años les ha estado formando y preparando para que, a través de las órdenes menores, se unan más estrechamente a su ministerio pastoral.

Por esta razón, el Padre Francis presentó a los dos lectores para que fueran ordenados como acólitos. El arzobispo recordó a los hermanos que, recibir esta orden no es simplemente cumplir una función dentro de la iglesia sino, sobre todo, identificarse íntimamente con el Señor, para poder ser su testigo.

Después de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo tomó el tiempo necesario para tener un breve encuentro con las diferentes familias y personas que estaban participando en la celebración.

El arzobispo agradeció a cada uno de los hermanos, especialmente a quienes ejercen un ministerio activo dentro de la Iglesia, su dedicación y compromiso. Les animó a seguir estando disponibles para el servicio del Señor y para dar testimonio de su amor.