El domingo 19 de diciembre, cuarto domingo de adviento, la celebración litúrgica comenzó con la bendición de la cuarta vela de la corona de adviento.

El padre Francis Silva, párroco de la Santisima Trinidad, Aguada, invitó a la familia que haría la oración y encendecría la vela y el arzobispo dio la bendición correspondiente, como recuerdo de que el camino del adviento es tiempo para descubrir la vocación que se tiene a ser luz del mundo, como reflejo de la luz de Cristo que ilumina la vida.

Después de encender la vela, dio inicio la primera parte de la celebración de la Divina Liturgia o Liturgia de la parte profética, en donde, después de reconocerse pecadores y recibir la absolución, se procedió a la lectura de la Sagrada Escritura.

El arzobispo, durante la homilía, recordó que el Señor nos ha elegido para ser el camino por el que Él cumple sus promesas en el mundo actual pero, para eso, es indipensable que se esté dispuestos a renunciar a sí mismos y a entregarse en sus manos para cumplir radicalmente su voluntad.

Terminada la primera parte de la divina liturgia, dio inicio la celebración de la segunda parte o Anáfora, con la incensación solemne que se hizo delante del altar.

En su momento, se hizo la invocación del Espíritu Santo, para que por su poder, las especial fueran convertidas en Cuerpo y Sangre del Señor, Palabra de Dios hecha carne sacramentalmente, que da la vida eterna.

Después de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo tomó un tiempo para dar formación catequética a los participantes en la divina liturgia.

La primera parte de la catequesis giró en torno al sentido básico de lo que implica el vivir la ortodoxia. El arzobispo hizo énfasis en que se trata de abrirse al misterio del Dios vivo que, por su presencia llega hasta la vida del creyente a iluminarle y hacerle partícipe de la gloria del Dios vivo, para constituirle en su hijo y heredero.

En la segunda parte de la catequesis, respondiendo a una cuestión del Padre Francis Silva, el arzobispo explicó que el verdadero ecumenismo, desde la perspectiva ortodoxa implica el redescubrir el sentido original de la misión que el Señor confió a los apóstoles y que consiste en la proclamación del Evangelio, como don del Espíritu que incorpora en forma existencial y activa al Cuerpo vivo de Cristo.

Por lo mismo, recordó, el trabajo misionero que se realiza es siempre una acción ecuménica pues, se trata de que por la aceptación del Evangelio vivo, es decir, del don del Espíritu Santo, se sea hecho partícipes del cuerpo del Señor y se alcance la unidad efectiva y real.

Terminada la formación, el arzobispo tuvo un breve encuentro con hermanos de otras Iglesias ortodoxas que habían participado en la celebración de la divina liturgia.

Estaba participando una familia que, durante su estadía en California, se unió a la iglesia ortodoxa etíope, hermana de nuestra iglesia, y que actualmente ha regresado a vivir en Puerto Rico. También se contó con la participación de un hermano ortodoxo ruso miembro de la parroquia de San Espiridión.

Hacia el final del encuentro, el padre Francis agradeció al arzobispo su visita y, junto a los miembros del coro, quisieron dedicarle una canción navideña propia de Puerto Rico.

Las canciones navideñas se les conoce en Puerto Rico como Aguinaldos y son muy populares. El arzobispo expresó su alegría por haber realizado la visita pastoral de la parroquia de la Santísima Trinidad.

Finalmente, los hermanos que estaban participando en la liturgia, se fueron acercando, para recibir la bendición del arzobispo, como preparación próxima para la celebración de la Navidad.

El arzobispo animó a los hermanos a tomar conciencia de la misión que se tiene de ser testigos activos del Evangelio hacia todas las personas, como dimensión inherente al ser parte de la Iglesia Ortodoxa.

El 22 de diciembre, el arzobispo recibió en audiencia a los miembros del Consejo Permanente de la Catedral de San Juan Bautista, Comalapa, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, de San Lucas Sacatepéquez.

La razón de la audiencia fue presentar al arzobispo un memorial pidiéndole que se aclarara cuál es el proyecto que se tiene hacia el futuro, con respecto a la Catedral de San Juan Bautista, así como acerca del proceso que se sigue para la elección de los obispos.

El arzobispo explicó que se tiene en proyecto la creación de tres diócesis, una de las cuales será llamada del centro de Guatemala y tendrá su sede en la Catedral de San Juan Comalapa. Explicó que, una vez que la diócesis sea creada, quien sea el obispo de la diócesis del centro de Guatemala será quien tenga su sede en Comalapa y su Catedral en el templo Catedralicio de San Juan Bautista.

Por otra parte, el arzobispo explicó a los hermanos cuáles son las normas que rigen la elección de obispos y cuál será el proceso que se tiene previsto seguir. Sin embargo, también expresó a los hermanos su compromiso de que, la creación de las diócesis no implique ningún cambio en el proyecto organizativo y pastoral fundamental que se tiene ni tampoco en cuanto a los presbíteros que trabajan en las diferentes parroquias y que, antes de que se haga esa creación, él hará todo lo que esté a su alcance para que los padres Rigoberto y Francisco, sean reconocidos por el abnegado trabajo pastoral que han hecho, con un título honorífico que tramitará ante Su Santidad el Patriarca, aparte de que se asegure su continuidad en el cuidado pastoral de la parroquia de la Catedral de San Juan Bautista.

Después del encuentro, que transcurrió en un ambiente de fraternidad y diálogo abierto y sincero, el arzobispo compartió con los hermanos, una refacción que ellos habían traído.

Los hermanos presentaron al arzobispo sus augurios para la Navidad y el Año Nuevo y, el arzobispo les expresó la intención que tiene de que, aparte de su visita a la Catedral con ocasión de la Navidad, el próximo decanato se tenga en la Catedral el cinco de marzo del año venidero, fecha en la que, si Dios lo permite, cumplirá setenta años de vida y la Arquidiócesis nueve, desde su fundación.

Con ocasión de la Navidad del presente año y del Año Nuevo 2022, Su Santidad el Patriarca, ha enviado un mensaje para todos los miembros de la Iglesia.

Hemos hecho la traducción al castellano del mensaje, con la confianza de que todos los presbíteros y los fieles podrán tener acceso al mismo. Especialmente exhortamos a que, de ser posible, en la Divina Liturgia de la Noche Buena o del Año Nuevo, el mensaje sea leído en un momento oportuno.

El viernes 24 de diciembre, Mor Santiago Eduardo recibió una carta de Su Santidad el Patriarca Ignacio Efrén II, con ocasión de la Navidad y del Año Nuevo.

En la misma, que transcribiremos en su traducción al castellano, presenta sus augurios de Navidad y Año Nuevo al arzobispo y a todos los miembros de la Arquidiócesis de Centroamérica y les envía su bendición apostólica.

El sábado 25 de diciembre, solemnidad de la Navidad, el arzobispo presidió la celebración de la Liturgia de la Palabra Profética en la Catedral de San Juan Bautista de Comalapa, Chimaltenango. Participaron numerosos hermanos y concelebró el Padre Maxi Eliseo Samol.

Después de las lecturas de la Sagrada Escritura, el arzobispo explicó cuál es el sentido que tiene la celebración de la Navidad, haciendo énfasis en que no se trata simplemente de recordar un hecho del pasado, sino de dejar que el Señor realice, en la vida de cada creyente, el misterio que manifestó durante el tiempo de su nacimiento, vida, muerte y resurrección.

Después de la celebración de la Liturgia de la Palabra Profética, se continuó con la celebración de la Anáfora. El arzobispo explicó a los hermanos que el sentido profundo del misterio que se celebra es la continuación del misterio de la Encarnación de la Palabra viva de Dios, que comunica la vida eterna.

También enfatizó el arzobispo que, esa presencia transforma la vida del ser humano, solamente cuando a nivel personal se está dispuestos a dejar que el Señor irrumpa en la vida de cada creyente y la transforme, como sucedió con la Virgen María y con los Apóstoles.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, se llevó a cabo la institución de nueve nuevos ministros de la comunión, para servicio de la Parroquia de la Catedral de San Juan Bautista.

Los hermanos fueron esmeradamente preparados, a lo largo de un año, por los ministros antiguos, de manera que estén capacidados para ejercer competentemente su misión.

El arzobispo les recordó la dignidad del ministerio que ejercerán y que ellos son los primeros que deben dar testimonio en su vida de la eficacia de este misterio.

También, con ocasión de la Navidad, se hizo la renovación del encargo de los ministros extraordinarios para la distribución de la comunión, que continuarán con el ejercicio del ministerio.

El arzobispo agradeció a los hermanos su disponibilidad para ejercer ese ministerio y les animó a que, dado que son numerosos, se organicen de tal manera, que todos los enfermos y ancianos puedan tener acceso al divino misterio, en sus hogares, con frecuencia.

El 26 de diciembre, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nor-occidente de Huehuetenango en la sede de la Parroquia Renovación Carismática de Antioquía, de Nentón, en Guaxacaná.

Participaron numerosos hermanos, representantes de la mayoría de las comunidades, así como el padre Francisco Pastrana. El arzobispo impartió la formación acerca del sentido profundo de la renovación en el Espíritu Santo y de las características que tiene el vivir genuinamente renovados.

Después de la formación, durante un largo tiempo se tuvo un útil intercambio de ideas y de puntos de vista de los hermanos que estaban participando en la formación.

Se afrontaron problemas específicos con respecto a los criterios para la participación de los hermanos en los diferentes ministerios que existen y la forma de organizar mejor las comunidades.

Al final del tiempo de formación y de diálogo, los coordinadores de las diferentes comunidades presentaron el informe pastoral de sus comunidades.

En general se ha notado un sostenido crecimiento de las comunidades, habiéndose uncorporado decenas de familias en el ámbito de toda la parroquia de Nentón.

Después de la formación, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la que concelebró el padre Francisco y participaron los líderes y servidores de las diferentes comunidades.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas que se centraban en torno a la Sagrada Familia, el arzobispo delineó cuáles son los criterios para que cada familia y comunidad eclesial pueda vivir con unidad y amor, como, de acuerdo al Evangelio se debe vivir.

Dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, el arzobispo invitó a los hermanos a que hicieran un acto de entrega y consagración al Señor, para poder cumplir la divina voluntad.

Los hermanos participaron con profunda devoción en el acto y expresaron su alegría por sentirse animados a entregarse con mayor radicalidad al servicio del Señor.

El domingo 26, depués del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Subajasún, en la parte alta del municipio de Nentón, para presidir la celebración de la divina liturgia.

Durante la homilía, el arzobispo exhortó a los hermanos a esforzarse por reconocer al Señor como el dueño de la vida, de los proyectos y de todo lo que se tiene, de manera que se pueda vivir con unidad y entega, como es la divina voluntad.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a ponerse en la presencia del Señor y hacer un acto de sometimiento al Señor.

Los hermanos participaron con gran alegría, situándose en un tiempo de profunda oración e implorando del Señor la gracia de renovar sus vidas, para poder ser genuinos testigos del Evangelio.

También dentro del marco de la celebración de la divina liturgia, fue presentado el hermano Diego para ser instituido como ministro extraordinario para la distribución de la comunión en la comunidad de Subajasún.

El actual ministro es el hermano Domingo. El seguirá ejerciendo el ministerio, sin embargo, el año entrante, ejercerá como alcalde auxiliar, lo que le impide dedicar el tiempo necesario para la distribución de la comunión, especialmente a los enfermos y a los ancianos y, esa fue la razón para que se instituyera el nuevo ministro.

El domingo 26, al caer el día, el arzobispo, acompañado por el Padre Francisco, llegó hasta la comunidad de Chanquejelbé, del municipio de Nentón, para presidir la celebración de la divina liturgia.

El arzobispo, durante la homilía y, con ocasión de la fiesta de la Sagrada Familia, explicó cuáles son las actitudes de vida que permiten que todas las familias puedan vivir como vivió la familia de Nazaret y cómo esa actitudes se tienen que prolongar a la vida de la comunidad, para vivir en amor y en unidad profunda.

Después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos, a la luz de lo que había sido explicado en la homilía, a que hicieran un tiempo de oración para entregarse radicalmente al Señor y a cumplir su voluntad.

El arzobispo oró junto a los hermanos, implorando al Señor que escuchara su súplica y luego bendijo a la comunidad, la cual estaba muy animada a responder con generosidad al Señor.

Al final de la celebración de la lditurgia, siguiendo una tradición existente en muchas comunidades, fue presentado un niño, para que el arzobispo orara por él y le pusiera en las manos del Señor.

El arzobispo agradeció al Señor por el don de la vida del niño, oró por él y por sus padres y abuelos y les animó a todos a vivir de acuerdo con la voluntad del Señor.