El lunes 10 de enero, por la mañana, se celebró la primera reunión anual del Consejo Arzobispal, en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango, previo a la celebración de los Ejercicios Espirituales del Presbiterio.

En la primera reunión, se revisó el programa que se tiene para los ejercicios espirituales, se hicieron comentarios y algunos ajustes y, finalmente, se aprobó el programa en líneas generales.

Después de la primera reunión del Consejo Arzobispal, procedión inmediatamente, la segunda reunión, cuya temática fue revisar el material que se tiene preparado, previo al comienzo de la consulta tendiente a la elección de los obispos.

Se revisó el listado de presbíteros que ejercen el ministerio en Guatemala, así como la lista de parroquias y centros pastorales que tendrán derecho de voto en la consulta que se hace con vistas a la elección de obispos.

Finalmente, se abordaron algunos problemas de tipo pastorales, que tenían alguna relación con las diferentes vicarías, cuyos vicarios y pro-vicarios se encontraban participando en la reunión.

El lunes 10 de enero, por la tarde, con umos momentos de adoración y de oración, dio inicio el retiro espiritual anual del Presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

El arzobispo invitó a los presbíteros que habían podido llegar hasta ese momento, a que, entregaran su vida y su tiempo en manos del Señor, para que Él les fuera guiando a lo largo de los días de ejercicios.

Terminado el tiempo de oración inicial, el arzobispo hizo una presentación, indicando cuál es el objetivo y las actitutes fundamentales que se esperan del retiro.

Subrayó que la temática del retiro girará en torno a lo que significa la auténtica Tradición Apostólica e invitó a romper con esquemas mentales y de actitudes personales, para abrirse a la acción del Espíritu, que quiere llenar y transformar la vida de cada quien.

Seguidamente, se dio inicio a la celebración de la liturgia de la reconciliación y de la palabra profética. El arzobispo invitó a todos al reconocimiento de ser pecadores e invitó a acudir al sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo analogó la experiencia de esterilidad de Ana en el Antiguo Testamento con la actitud que con frecuencia se vive y cómo, lo que abre las puertas a la fecundidas apostólica es el responder al Señor, como lo hicieron los apóstoles, dejándolo todo.

Finalmente, se dio inicio a la solemne celebración de la Anáfora, con la incensación mayor, de acuerdo al ritual establecido.

Se oró intensamente y se pidió la efusión del Espíritu Santo, para que las especies se conviriteran en presencia de la Palabra de Dios hecha carne que, al comulgarla, da la vida eterna.

El martes 11 de enero, por la mañana, la actividad de los Ejercicios Espirituales del presbiterio dio inicio con el canto de las dos primeras partes del oficio divino.

Después del canto de los salmos, es arzobispo explicó el sentido y la forma de algunas de las oraciones comunes que se recitan dentro de las diferentes oraciones que se hacen.

El martes 11, al principio de la mañana, en el centro de formación de Jumaj, Huehuetenango, el arzobispo tuvo la primera meditación como parte de los ejercicios espirituales del presbiterio.

El tema abordado en esta meditación, fue el del sentido que tiene la Tradición Apostólica en el contexto de la iglesia primitiva y de la experiencia de la ortodoxia.

Hacia el final de la mañana del 11 de enero, el arzobispo dirigió al presbiterio la segunda meditación de los ejercicios espirituales, en torno al tema de la resurrección del Señor y la manifestación del Reino.

El arzobispo explicó que, a través del don del Espíritu Santo, que se comunica por el ministerio sacramental de la Iglesia, en forma particular, es como se nos da el Reino de Dios y como la presencia del Señor resucitado se hace efectiva en la vida de la Iglesia.

Después del mediodía del 11 de enero, el arzobispo dirigió la tercera meditación a los miembros del presbiterio de la Arquidiócesis, que ejercen el ministerio en Guatemala.

El tema en torno al cual giró la meditación fue el del ser discípulos del Señor. El arzobispo subrayó que no se trata meramente de una opción momentanea sino del asumir una actitud de vida continuada, por la que se está dispuestos a dejarlo todo, a cargar con la cruz y a estar en donde el Señor está.

Al final de la trade del martes 11 de enero, se tuvo la cuarta meditación de los ejercicios espirituales del presbiterio de la Arquidiócesis, sobre el tema de la revelación que hace el Señor a los que creen en Él.

En torno al texto del evangelio de Juan: "ya no los llamo siervos sino los llamo amigos", el arzobispo subrayó que es, a través del don del Espíritu Santo, como se da el conocimiento interior, que permite ser amigo del Señor.

El martes 11 de enero, por la noche, el arzobispo presidió la celebración solemne de las víspera y de la liturgia de la palabra profética, con el presbiterio de la Arquidiócesis.

Durante la homilía, el arzobispo señaló que lo que capacita a ejercer el ministerio ordenado con eficacia, es que, como el Señor, se tenga el conocimiento interior, para poder dar testimonio con autoridad y libertad como lo hizo el mismo Señor y, de esa manera, responder a la esterilidad que vive la humanidad.

Terminada la liturgia de la palabra profética, el once de enero por la noche, inició la solemne oración de la Anáfora, de la divina liturgia, implorando la efusión del Espíritu Santo.

Con espíritu de sincera oración y recogimiento, el arzobispo y el presbiterio cantaron la Anáfora, implorando del Señor la gracia de hacerse presente, para que los divinos misterios se convirtieran en fuente de vida eterna.

El martes 11 de enero, después de la cena, se tuvo una breve reunión del presbiterio en la que cada uno de los vicarios de las vicarías pastorales, rindió informe de la forma en la que están marchando las respectivas vicarías.

Al final de la presentación, quedó abierto el espacio para que los presbíteros pudieran expresarse, y, si las habían, plantear sus dudas.

Finalmente, el Padre Francisco Simón hizo la oración de conclusión.

El miércoles 12 de enero, por la mañana, en el tiempo de reflexión, después del canto del Oficio Divino, el arzobispo abordó algunas cuestiones relacionadas con aspectos inherentes a la vida espiritual.

Anteo todo, recordó al presbiterio, el compromiso vinculante que se tiene de hacer diariamente el rezo del Oficio Divino. También instó a los presbíteros a animar a los fieles a participar, en forma organizada y permanente, en este rezo, en las diferentes parroquias y comunidades.

También reflexionó sobre el sentido de la Adoración al Santísimo, en el marco del concepto de sacramentalidad, que debe prevalecer.

El miércoes 12, por la mañana, el arzobispo dirigió a los presbíteros la quinta meditación de los ejercicios espirituales, la cual giró en torno a las consecuencias pastorales del redescubrimiento de la Tradición Apostólica.

El arzobispo subrayó, en primer lugar el carácter integral, escatológico y actual que tiene la salvación que el Señor ha traído para quienes creen en Él. Como consecuencia, la dinámica sacramental se convierte en el vehículo para que esta salvación se comunique y sus consecuencias se tienen que reflejar en la vida personal, pero también en la vida y organización de las comunidades y parroquias.

El miércoles 12, al final de la mañana, el arzobispo dirigió la primera instrucción al presbiterio, en el marco de los ejercicios espirituales que se estaban realizando.

La primera instrucción afrontó la cuestión de la relación que existe entre Sagrada Escritura y la Palabra viva de Dios que, encarnada, se comunica en la Iglesia, a través de los sacramentos. También hizo una explicación histórica de cómo se fue dando el proceso por el que, distanciándose de la concepción apostólica, se llegó hasta la errónea identificación de la Escritura con la Palabra de Dios.

El miércoles 12, después del mediodía, se tuvo la segunda isntrucción para el presbiterio. Esta giró en torno a cuáles eran las características del cristianismo apostólico y cuál fue el proceso que, especialmente en occidente, llevó a la ruptura progresiva con la Tradición Apostólica.

Entre los puntos destacados se encuentra el señalar cómo san Agustín, adoptando criterios propios del neoplatonismo, dentro del cual había sido formado y desconociendo el sentido genuino del sentido del cristianismo apostólico, puso las bases, que posteriormente se fueron desarrollando, hasta llevar a la ruptura con la Tradición Apostólica.

El miércoles 12, al caer del día, el arzobispo hizo una presentación acerca de cuáles fueron las etapas y los procesos que se siguieron para el desarrollo del cristianismo medieval en el occidente y cómo éste, se fue progresivamente distanciando del sentido original del pensamiento cristiano.

Especialmente se hizo énfasis en el papel que tuvo la perspectiva de los Francos, que llevó al desarrollo del cristianismo en occidente con un tinte franco-latino, incapaz de percibir el carácter original del cristianismo apostólico, especialmente por el recurso que se hace al dualismo agustiniano y el concepto que se tiene de la naturaleza.

El miércoles 12 de enero, por la noche, se celebró la tercera divina liturgia en el marco de los ejercicios espirituales del presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo recordó que, la experiencia de esterilidad que, con frecuencia, se vive en el ministerio, solo puede ser superada cuando, poniéndose totalmente en las manos de Dios, se está dispuestos a entregarle a él la totalidad de la vida.

Después de la cena del miércoles 12 de enero, se llevó a cabo una sesión especial en la que, el arzobispo hizo la presentación de los lineamientos que se seguirán a propósito de la consulta para la elección de los obispos.

Entre los puntos en los que algunos presbíteros insistieron estuvo el que, los resultados de la consulta sean hechos públicos y del conocimiento de todos. El arzobispo explicó que, a él eso no le parece conveniente porque interferiría en la capacidad de discernimiento que corresponde al Santo Sínodo y a Su Santidad el Patriarco; porque, si algún candidato tuviera más votos pero, tiene problemas de idoneidad personal o ministerial que no le hacen apto para ser obispo y, por lo mismo, no se le nombra, crearía situaciones de resentimiento y división y, porque quienes no recibieran votos, podrían bien sentirse desanimados, por la falta de reconocimiento de su ministerio. No obstante, el arzobispo expresó su disponibilidad a consultar con Su Santidad el Patriarca, para proceder, en este asunto, de acuerdo a los criterios que él manifieste.

Después del diálogo y de ecuchar las diferentes opiniones y posturas, el arzobispo comenzó la distribución de las papeletas en las que se hará la consulta, habiéndose distribuido 45 para los presbíteros y 48 para las parroquias y centros pastorales.

Las papeletas, en las cuales se consignarán los nombres de los tres candidatos a obispo, seleccionados de entre los 28 nombres que están en la lista, deberá ser entregada, por vicarías, en la misa de renovación de los compromisos presbiterales, en el mes de abril.

El jueves 13 de enero, la última jornada de los ejercicios espirituales del presbiterio comenzó con la celebración del Oficio Divino, presidida por el arzobispo.

Durante el tiempo de reflexión, el arzobispo aprovechó para hacer algunas recomendaciones y recordar aspectos que se establecen sobre las celebraciones litúrgicas. Especialmente, recordó que la celebración de la divina liturgia requiere de la utilización de todos los ornamentos previstos por nuestra santa iglesia, independientemente del clima o situaciones especiales que se puedan dar.

El jueves 13, por la mañana, el arzobispo dirigió la cuarta instrucción a los presbíteros de la Arquidiócesis que ejercen el ministerio en el área de Guatemala.

La temática en torno a la cual giró la instrucción fue una explicación del dinamismo histórico que ha llevado el desarrollo del cristianismo desde el signo XVI hasta nuestro tiempo, en el occidente del mundo y cuáles son los desafíos con los cuales nosotros, como parte de la Iglesia Madre de todas las Iglesias, debemos afrontar.

Después de la instrucción, se determinaron algunas cuestiones específicas, especialmente referentes al lugar y fecha de la reunión del presbiterio de medio año, la cual será en Huehuetenango y, se tiene previsto el 5 de julio y los próximos ejercicios espirituales, los cuales se desarrollarán del 9 al 12 de enero, también en el Centro de Formación de Jumaj.

Finalmente, se celebró la divina liturgia, presidida por el arzobispo. Durante la homilia, el arzobispo recordó cuáles son las actitudes fundamentales que deben animar la renovación espiritual y la actitud de conversión que se está llamados a vivir y animó a poner en práctica, cuanto se ha conocido.

Todo el tiempo de los ejercicios espirituales, privó un ambiente de fraternidad, de diálogo, armonía y de sentido de comunión, aún reconociendo las diferencias que, con frecuencia se tienen.

En todas las comidas, se tuvo un ambiente de compartir fraterno y, con la ayuda de Dios, este tiempo de ejercicios, no sólo servirá para la profundización en els entido del ministerio de cada quien, sino también de la comunión presbiteral.

Después de la última instrucción y de la sesión en la que se dialogaron cuestiones de planificación, el presbiterio tomó una fotografia delante del salón de reuniones que tambiés es capilla.

Al final de la divina liturgia, se tomaron otras fotos con la presencia de la mayoría de los presbíteros presentes, que compartimos a continuación. Algunos presbíteros, por razones pastorales habían tenido que salir antes de que las fotos fueran tomadas y dos, uno por razones personales y el otro de salud, no pudieron participar en el encuentro.