El viernes 25 de marzo por la noche, el arzobispo llegó hasta la ciudad de Columbus, Georgia, en donde le esperaban hermanos de la comunidad de Auburn, Alabama, para comenzar la visita pastoral.

El sábado hacia media mañana, comenzó la visita, encontrándose el arzobispo, en el centro de eventos en el que se harían las celebraciones, con dirigentes de la comunidad de Auburn y representantes de la comunidad de Dalton, Georgia, que provenientes de Cuilco, Huehuetenango, están organizando una comunidad.

Después del encuentro, el arzobispo se encontró con los servidores y líderes de las comunidades de Auburn, Alabama y de lanueva comunidad de Dalton, Georgia.

Se dialogó acerca de la situación pastoral que se está viviendo y se planificó cómo será la próxima visita pastoral, la cual se programó para el final del mes de julio.

Después del mediodía, dio inicio la actividad litúrgica, con la celebración de la liturgia de la reconciliación, la cual fue administrada a quienes lo necesitaban.

El arzobispo, en el marco de las lecturas bíblicas y de la cuaresma, recordó que lo que el Señor espera es una actitud de reconocimiento de ser pecadores, para abrir la vida a cumplir su voluntad.

Como parte de la visita, se preparó a la hemana Deisie, para que pudiera recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana.

Ella es hija de una familia que se ha incorporado a la iglesia, procedente de una congregación evangélica. Los padres han comenzado el proceso de preparación para poder contraer matrimonio sacramental.

También se administró la confirmación y el envío misionero a un numeroso grupo de servidores de la comunidad de Auburn que, con ese gesto, quisieron mostrar la firmeza de su fe y el deseo de comprometerse firmemente en la acción misionera.

Fueron confirmados los hermanos Reynaldo, dirigente de la comunidad; Anastacio, ministro de la comunión; Ronaldo, Isaías y Antonio, quienes son lectores; Maurilio y Jesús, quienes son miembros del ministerio de música.

Algunos hermanos de la comunidad también manifestaron estar sufriendo quebrantos de salud, por lo que pidieron que, en el marco de la celebración, se les administrara el sacramento de la unción de los enfermos.

Después de orar por los hermanos, el arzobispo les ungió con el óleo santo y les animó a abrir toda su vida al Señor, para dejar que Él realice su obra de sanación en cada quien.

Los hermanos Reynaldo y Anastacio fueron instituidos como ministros para la distribución de la comunión desde hace casi un año. Sin embaergo, a lo largo de todo este tiempo, además de ejercer el ministerio, han continuado con el proceso de formación.

En esta ocasión, los dos hermanos han terminado la fase principal de formación y también lograron conseguir la túnica que utilizarán cuando ejerzan el ministerio. Por lo mismo, el arzobispo les renovó el encargo. Se solidarizaron con ellos tres ministros de otras comunidades.

Durante el tiempo para el intercambio del saludo de paz, muchos de los hermanos que estaban participando en la celebración, quisieron acercarse para encontrarse con el arzobispo.

Mor Santiago Eduardo les saludó afectuosamente y les bendijo.

El momento culminante de la celebración lo marcó la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y en la cual se llevó a plenitud todo lo que se había venido celebrando.

El arzobispo animó a los hermanos a participar con profunda fe y disponibilidad para dejar que el don de la Palabra hecha carne que se entregaba a cada hermano, pudiera producir los frutos que se esperan.

Al final de la celebración, los hermanos compartieron, en un ambiente de mucha armonía, un ágape fraterno.

Después del ágape fraterno, los hermanos comenzarían una Asamblea y una vigilia, que se prolongaría durante largo tiempo, implorando al Señor la conversión y la profundización en la fe.

El domingo 27 de marzo, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del sacramento de la reconciliación para los servidores y sus familias, de la comunidad de Auburn, Alabama.

El arzobispo exhortó a los hermanos a vivir la experiencia del perdón y la misericordia de Dios en todo momento y a tratar también de reflejar esa misericordia hacia los demás, como parte del camino de conversión al Señor.

Después de la reflexión sobre las lecturas bíblicas, el arzobispo invitó a los hermanos servidores y sus familias a hacer una oración de entrega al Señor, de sometimiento a Él y de consagración.

El arzobispo acompañó a los hermanos en su oración y les bendijo. Los hermanos se reconocen muy bendecidos y dispuestos a entregarse con todo el corazón y fuerzas a servir al Señor y a ser testigos del Evangelio.

Después de la oración de consagración, dentro del rito de intercambio de la paz, los hermanos se acercaron al arzobispo para encontrarse con él y recibir la bendición.

El arzobispo les animó a todos y les exhortó a profundizar en la experiencia de la infinita misericordia de Dios, para con cada quien, de manera que se sea capacer de perdonar y ser misericordiosos con los demás.

El día sábado 27, el hermano Isaías, quien llegó a Auburn hace pocos meses, proveniente de San José, Cunén e hijo del hermano Pedro Ordóñez, recibió la confirmación y el envío misionero.

El domingo 28, fue presentado por los líderes de la comunidad al arzobispo para bendecirlo como lector y, de esa manera institucionalizar, de una manera más concreta, su servicio en favor de la comunidad.

La actividad pastoral del arzobispo en la comunidad de Auburn concluyó con la celebración de la divina liturgia para servidores de la comunidad. Actualmente la comunidad se reúne en un área reservada de la residencia del hermano Víctor y la hermana Elizabeth.

Ahora le queda a los hermanos el desafío de seguir adelante en el camino de la conversión, así como en la búsqueda de un espacio estable y, de ser posible, permanente, en donde la comunidad pueda tener su sede y garantice su crecimiento armónico.

El miércoles 30 de marzo, en la madrugada, procedente de Guatemala, llegó el arzobispo para iniciar la visita pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel en California y dar seguimiento a los trabajos de remodelación de la sede parroquial.

El mismo día por la noche, llegó hasta la comunidad Pacto Divino, en donde, la primera actividad que se realizó fue la administración del sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaron.

A la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó la profundidad del amor que Dios tiene para cada uno, hasta el punto de haber entregado a su Hijo para nuestra salvación.

Sin embargo, hizo énfasis que para poder acceder a los dones del Señor, es indispensable entregarse en las manos del Señor como lo hizo el mismo Jesucristo, por lo que, en ambiente de oración, invitó a los hermanos a entregarse al Señor.

Para concluir la visita a la comunidad Pacto Divino, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, correspondiente al miércoles de la cuarta semana de cuaresma.

El arzobispo invitó a los hermanos a recibir los divinos misterios con una actitud de confianza, pureza y disponibilidad, para dejar que los mismos produjeran los frutos esperados en ellos.

El mismo día miércoles 30 de marzo, ya bien entrada la noche, el arzobispo se dirigió a la comunidad Poder del Espíritu Santo, ubicada también en el centro de Los Angeles, para visitarles y administrarles los divinos misterios.

La visita, después de saludar a los hermanos comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los que se acercarona recibirlo.

El arzobispo recordó el sentido de la cuaresma, como tiempo para abrirse a experimentar la misericordia de Dios y cómo, para ello, es necesario vaciarse de sí mismo.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a ponerse en actitud de oración para pedir al Señor la gracia de ser liberados de todos los condicionamientos que les impedían experimentar su amor y misericordia, para dejarse transformar por Él.

Finalmente, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad Poder del Espíritu Santo. Anteriormente la visita se realizaba el día sábado, sin embargo, a partir del presente, la misma ha sido trasladada a los miércoles.

La razón del traslado de fecha es que, por la distancia a la que se encuentra la parroquia y porque allí se celebrará los sábados la Asamblea Parroquial, se concentrará toda la atención en la celebración parroquial.

El jueves 31 de marzo, por la noche, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Ministerio el Pescador, para visitarles y administra, a quienes lo necesitaban, el sacramento de la reconciliación.

Durante la reflexión sobre las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó a los hermanos cuál es el sentido de la idolatría en la vida del creyente actualmente y les animó a vivir en actitud de conversión.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a orar al Señor para pedir la ruptura con todos los ídolos interiores y trabajar para lograr la unidad entre todos.

El arzobispo recordó que entre los ídolos que se hacen, está el orgullo, el apego a las propias ideas y criterios y otra serie de actitudes que, aunque no parecieran ser malas, sin embargo, se convierten en un impedimento para cumplir con radicalidad la voluntad de Dios.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual participaron los hermanos con actitud e apertura y de oración, para pedir del Señor, la gracia de ser auténticos discípulos.

El arzobispo exhortó a los hermanos a asumir una actitud de entre y disponibilidad totales, como la Virgen María, para que el misterio de la Palabra hecha Carne, que da la vida eterna, sea recibido por todos los creyentes y testimoniado entre los que aún no creen.