El sábado 9 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia Buen Pastor de El Amparo Agua Tinta, para presidir el decanato de Chiapas.

Participó un buen número de hermanos, así como los padres José Alfredo y Francisco. El arzobispo dialogó e impartió la formación impulsando el comienzo del Año de la Conversión.

Terminada la formación, los hermanos tuvieron la oportunidad de presentar algunas dudas y de hacer comentarios sobre diferentes puntos de los abordados.

Especialmente se dialogó sobre el sentido del bautismo, de la Palabra de Dios y de su relación con la Sagrada Escritura y de la organización que se debe tener en las comunidades.

Los presidentes de los diferentes centros pastorales y de las parroquias, así como los presbíteros que trabajan pastoralmente, presentaron el informe de la marcha pastoral.

En general, se trató de una valoración positiva, aunque se reconoció que es necesario impulsar de forma más sistemática el trabajo de conversión y de misiones.

También dentro de las actividades pastorales que se realizaron, los representantes de la comunidad Linda Vista, trajeron los ramos que utilizarán para la celebración del Domingo de Ramos en su comunidad.

El arzobispo oró sobre los ramos y los bendijo. Luego exhortó a los hermanos a comprometerse en glorificar al Señor, sobre todo, con el estilo de vida.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron específicamente con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos presentes que lo necesitaron.

El arzobispo animó a los hermanos a reconocerse como pecadores y a clamar del Señor la misericordia, para ser capaces de reconocer la presencia del Señor en la vida cotidiana.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, se celebró la renovación de la institución de los ministros extraordinarios para la distribución de la comunión de Chiapas.

El arzobispo, antes de renovar la institución les recordó la dignidad de los misterios que se celebran y del ministerio que ejercen y les animó a profundizar en la fe y a renovar constantemente el estilo de vida.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos que participaron en la celebración del decanato de Chiapas.

Concelebraron los padre José Alfredo y Francisco.

El arzobispo animó a los hermanos a asumir una actitud de humildad profunda y de reconcomiento del ser pecadores, para recibir con provecho los dones divinos que se derraman cuando se celebra la divina liturgia.

Al final de las celebraciones litúrgicas, los hermanos de los consejos pastorales de la parroquia Jesús, Buen Pastor y de los centros pastorales de Comitán y Amatenango, presentaron las papeletas con los nombres de los candidatos a obispo.

El arzobispo recordó que hablar de elección de obispo no se refiere al escritunio de las papeletas entregadas sino al final del proceso, pues se cree que, en última instancia, es el mismo Espíritu Santo el que elige.L

La actividad en la sede de la parroquia del Amparo Agua Tinta, concluyó con una breve reunión entre el arzobispo, los presbíteros y miembros de los tres consejos pastorales existentes.

En la reunión se clarificó la relación que existe entre los diferentes consejos de las parroquias, habiendo determinado que las comunidades afiliadas a los centros pastorales de Comitán de Domínguez y de Amatenango, responden a la organización que se hace en los centros pastorales y, por los mismo están excentos de participar en las reuniones de la parroquia Jesús Buen Pastor.

Al comienzo de la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Egipto, del municipio de Trinitaria, Chiapas, para hacer una visita y, especialmente, conocer el nuevo templo que ha sido construido.

El arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaban y exhortó a todos a asumir una actitud de tener espíritu de pobre y de reconocerse pecadores, para participar en los dones divinos.

Después de la liturgia de reconciliación y de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos de la comunidad de Egipto a hacer una oración de súplica, para implorar del Señor la capacidad de reconocer su presencia en la vida cotidiana.

Los hermanos oraron intensamente y el arzobispo oró junto a ellos y los bendijo.

Para concluir la visita en la comunidad de Egipto, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el Padre Francisco Diego.

Al acercarse para recibir la comunión, el arzobispo hizo énfasis en la preparación interior que se debe tener, para que los divinos misterios produzcan el fruto para los cuales fueron instituidos por el Señor.

Al final de la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de San Luís, también del municipio de Trinitaria de Chiapas.

La visita comenzó con la administración del sacramentos de la reconciliación a quienes lo necesitaron.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que el reconocimiento del Señor en la vida cotidiana está mediado por el reconocimiento del ser pecadores.

Por los mismo, instó a los hermanos a ponerse en la presencia del Señor, a reconocer sus limitaciones y a implorar del Señor su gracia y su misericordia.

El arzobispo terminó la visita pastoral al área de Chiapas, con la celebración de la divina liturgia que fue presidida por él y concelebrada por el padre Francisco Diego.

El arzobispo animó a los hermanos a hacer todo lo posible para estar preparados para participar en la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor, de manera que se reciba el don de la vida eterna.

El domingo 10 de abril, domingo de ramos, el arzobispo presidió la bendición de los ramos y la procesión hacia el templo en la comunidad de Guaxacaná, Nentón.

Se contó con participación de servidores de las comunidades de las parroquias Renovación Carismática de Antioquía de Nentón y de la de San Ignacio de Antioquía de Tzisbaj, Huehuetenango.

Después de ingresar al templo parroquial de Guaxacaná, Nentón, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a los hermanos que hicieron la confesión de sus pecados.

Antes de administrar el sacramento, se exhortó al arrepentimiento y al reconocimiento humilde del ser pecadores, para pode recibir con provecho el sacramento.

Dentro del marco de las celebraciones, se hizo la renovación del encargo a los ministros para distribución de la comunión de las parroquias Renovación Carismática de Antioquía de Nentón y la de San Ignacio de Antioquía de Tzisbaj.

El arzobispo recordó a los hermanos la dignidad del sacramento del que son ministros de distribución y les exhortó a tratar de ser los primero que se benefician de sus frutos, para dar testimonio auténtico.

También dentro del contexto de la celebración litúrgica, los representantes de los consejos pastorales presentaron las papeletas para la elección de los obispos.

El arzobispo exhortó a los hermanos a orar para que el Señor ilumine todo el proceso de elección.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos servidores de las parroquias de Nentón y de Tzisbaj y sus alrededores, en Guaxacaná.

Concelebraron con el arzobispo los padres Francisco Pastrana, párroco de Nentón y Paulino Bizarro, párroco de Tzisbaj.

Después de las celebraciones litúrgicas, se celebró el decanato del nor-occidente de Huehuetenango, en la sede de la parroquia Renovación Carismática de Antioquía.

El arzobispo impartió formación acerca del sentido de la sacramentalidad de la Iglesia y presentó el sentido y las implicaciones del Año de la Conversión y del Fortalecimiento de la Comunión en el Espíritu Santo.

Después de que el arzobispo impartió la formación, algunos hermanos participaron, presentando algunas preguntas y haciendo algunos comentarios.

El arzobispo fue respondiendo a los hermanos y se dialogó durante cierto tiempo.

Seguidamente, los coordinadores de los consejos pastorales y los presbíteros de las parroquias hicieron una breve relación de la situación pastoral de las parroquias.

Participaron los padres Francisco y Paulino y el diácono Catalino, así como los coordinadores pastorales Marcos y Diego.

El domingo 10, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Kanquintik, de la parroquia Renovación Carismática de Antioquía de Nentón, Huehuetenango.

Apenas llegó, se celebró la bendición de los ramos, correspondiente al domingo de ramos y se emprendió camino hacia el templo de la comunidad.

Una vez dentro del templo, la primera actividad que se realizó fue la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que confesaron sus pecados.

El arzobispo exhortó al arrepentimiento y a la conversión auténtica.

Después de la homilía, el arzobispo oró y bendijo por un buen grupo de niños que hicieron la primera reconciliación y recibieron la comunión solemne.

El arzobispo recordó a los niños cuál es el sentido de las ceremonias que se celebraban y les animó a vivir con actitud de fe activa y de compromiso en el seguimiento del Señor.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad de Kanquintik, de Nentón.

Concelebró con el arzobispo, el padre Francisco Pastrana, párroco local.

El domingo, al caer el día, el arzobispo llegó hasta el centro pastoral de Petatán, de Huehuetenango. Le recibieron el padre José Manuel Castro, encargado pastoral y el padre Antonio Castro.

La primera actividad realizada por el arzobispo, después de saludar a los hermanos, fue el impartir un breve tiempo de formación, en el cual se impartió formación sobre el sentido del Año de la Conversión y del Fortalecimiento de la Comunión en el Espíritu Santo.

Terminada la formación, el arzobispo dejó el tiempo necesario para que los hermanos que tenían comentarios y preguntas pudieran presentarlos, para impulsar el involucramiento de todo el pueblo de Dios.

Las cuestiones giraron, especialmente, en torno a la importancia que tiene el que se involucren todos los hermanos en los procesos de conversión, a partir de la familia.

Después de la formación y del diálogo, el arzobispo presidió la celebración en la que se administró la reconciliación a los hermanos que hicieron la confesión de sus pecados.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que para poder ser seguidores del Señor, es indispensable el entrar dentro del dinamismo de la conversión, pues, de lo contrario no se puede penetrar dentro del sentido de lo que el Señor espera de quien es discípulo suyo.

También dentro del proceso de celebración litúrgica, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a quince hermanos del centro pastoral de Petatán.

Antes de administrar los sacramentos, el arzobispo explicó cuál es el sentido que tienen los sacramentos y cuál es el compromisos que se espera, especialmente de los padres y de los padrinos de los niños.

También dentro del marco de la celebración litúrgica, se celebró la renovación del encargo a los ministros de distribución de la comunión de algunas comunidades del centro pastoral de Petatán.

El arzobispo les recordó cuáles son los compromisos que se tienen, especialmente relacionados con el estilo de vida y el testimonio que se debe dar, así como de la disponibilidad incondicional al servicio del pueblo de Dios.

La actividad pastoral en Petatán concluyó con la celebración de la divina liturgia, que fue presidida por el arzobispo y concelebrada por los Padres José Manuel y Antonio.

El arzobispo animó a los hermanos a vivir los días del triduo pascual con espíritu de conversión, para que se renueven en la vida de cada quien, los frutos de la pasión, muerte y resurrección del Señor.