El lunes 11 de abril, por la mañana, acompañado por el Padre Santos Acosta Sol, el arzobispo llegó hasta la comunidad segunda de Concepción Huista, para celebrar el decanato del occidente de Huehuetenango.

El arzobispo impartió formación acerca de lo que implica el año de la conversión y de fortalecimiento de la comunión en el Espíritu Santo, que inicia el día de la Pascua.

Después de la formación, los hermanos fueron invitados a participar en el diálogo para plantear cuestiones y comentarios acerca de la formación recibida.

Se dialogó acerca de los símbolos que se utilizan en los sacramentos de la iniciación cristiana, especialmente del Santo Crisma, así como del sentido de la Palabra de Dios y de la conversión que se debe tener.

El arzobispo también presidió la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en el decanato del occidente de Huehuetenango.

Se invitó al arrepentimiento y a la confesión del ser pecador, para poder recibir del Señor, a través del ministerio de la Iglesia, la efusión del Espíritu Santo.

Se realizó también la renovación del encargo a los ministros de la comunión del decanato del occidente de Huehuetenango.

El arzobispo explicó el sentido del ministerio que se ejerce, la importancia de hacer la renovación del encargo y animó a los hermanos a que, para cada quien se trate de una auténtica renovación en la actitud con la que se ejerce el ministerio.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el Padre Santos Acosta, párroco local.

El arzobispo presentó la figura de María Magdalena como modelo de la entrega que se debe tener, para poder alcanzar los frutos que los divinos misterios producen en el creyente.

Finalmente, fue presentada la hermana Catarina, para que se le administrara la Confirmación y el Envío Misionero.

El arzobispo oró por ella y, seguidamente fue ungida y se imploró la confirmación del donde del Espíritu Santo, orientada específicamente para el testimonio misionero.

El martes santo, 12 de abril, por la mañana, en el centro de formación ministerial de Jumaj, zona 6, Huehuetenango, se celebró la reunión del presbiterio de la Vicaría de Huehuetenango.

Se contó con la participación de todo el presbiterio así como de hermanos de las parroquias del decanato del sur-oriente de Huehuetenango y de otras parroquias de Huehuetenango.

A las 10 de la mañana, del 12 de abril, dio inicio la solemne celebración litúrgica, con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los que lo necesitaron.

En la introducción, el arzobispo recordó cómo se tiene el compromiso de reflejar en la fe y en la forma de vivir y de dar testimonio del Evangelio, la integridad de lo que es la identidad de la Iglesia Apostólica.

Con ocasión de este encuentro, todos los presbíteros de la Vicaría de Huehuetenango, hicieron la renovación de los compromisos presbiterales, de acuerdo al ritual establecido.

Antes de proceder a la renovación, el arzobispo les exhortó a identificarse profundamente con el Señor y a vivir en actitud de continua conversión para poder responder con integridad a la elección del Señor.

Después de que se hizo la renovación de los compromisos presbiterales, el arzobispo, poniéndose de rodillas pidió a los presbíteros y a los hermanos presentes que oraran por él.

Todos se pusieron en actitud de oración, pidiendo para el arzobispo la fidelidad, la sabiduría y la capacidad para cumplir íntegramente el encargo apostólico que ha recibido.

Seguidamente, el arzobispo explicó cuál es el origen y el sentido del santo crisma que se entrega y que es utilizado para la comunicación del Espíritu Santo, al igual que de los otros óleos santos.

Luego, cada uno de los presbíteros recibió del arzobispo los óleos santos, junto a la Carta Pastoral que el arzobispo ha escrito con ocasión del Año de la Conversión y del Fortalecimiento de la Comunión en el Espíritu Santo.

Se contó con la presencia de los ministros de la comunión de las parroquias que participan en el decanato del sur-oriente de Huehuetenango y, en esta ocasión, se hizo la renovación del encargo como ministros por un año.

El arzobispo también les recordó la dignidad del ministerio que ejercen y les exhorto a que, en su estilo de vida, pero también en su fidelidad a la aceptación de los signos externos, cumplan con diligencia el ministerio que se les confía.

Con ocasión del encuentro del presbiterio, todos los presbíteros de la Vicaría de Huehuetenango, pasaron a entregar la boleta expresando sus opciones para la elección de obispo.

El arzobispo agradeció a los presbíteros su participación.

También los representantes de los consejos de varias parroquias y centros pastorales, se acercaron a presentar sus boletas con los nombres de los presbíteros que consideran idóneos para ser elegidos como obispos.

El arzobispo recordó el carácter consultivo que tiene la votación y la importancia de estar en oración para que todo el proceso de elección refleje íntegramente la voluntad de Dios.

A continuación, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por los diez y nueve presbíteros que ejercen el ministerio presbiteral en esta zona.

Se oró con profundidad e intensidad y se tuvo una auténtica experiencia de la presencia del Señor que, a través de la celebracíón, puso su trono en medio de su pueblo.

Al final de la celebración, el arzobispo invitó a todos los presbíteros concelebrantes a acercarse, para tomar una fotografía con ellos.

En la foto, están presentes todos los presbíteros que, por el momento, ejercen el ministerio presbiteral en la Vicaría de Huehuetenango.

Hacia el mediodía, mientras se compartía un ágape fraterno, se celebró una breve reunión del presbiterio de la Vicaría de Huehuetenango.

El arzobispo informó a los presbíteros acerca de algunos hechos que se han dado en la vida de la arquidiócesis y, a todos, les animó a emprender con compromiso personal y actitud humilde, el año de la conversión, en la cual es urgente que nos involucremos todos.