El miércoles 20 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta el lugar que ha adquirido la comunidad de Sayajché Petén, para tener la sede de la comunidad local.

La visita del arzobispo se debió a la celebración del decanato de todo Petén, el cual se desarrolló, especialmente en torno a la cuestión del año de la conversión.

Después de la formación impartida por el arzobispo, algunos hermanos hicieron algunas reflexiones acerca de la marcha de la zona, respecto a cuestiones de fe.

Finalmente, el presbítero y el diácono asignados a ejercer el ministerio pastoral, rindieron un breve informe de la marcha que sigue el trabajo pastoral.

Cuando comenzó la actividad litúrgica, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación a quienes estaban preparados para recibirlo.

El arzobispo subrayó en que, la base de la experiencia pascual está constituida por el encuentro transformador con el Señor resucitado, el cual sólo se da a través de la dinámica sacramental.

Dentro del contexto de las celebraciones litúrgicas, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a tres niños: Angela Beatriz, Esmeralda y Christofer.

El arzobispo explicó apadre y padrinos cuáles eran sus compromisos y estos estuvieron anuentes a comprometerse a asumirlos con fidelidad y entrega.

También fue presentado un grupo de niños que, previamente había sido preparado para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo explicó el sentido maravilloso del misterio al cual accederían y les exhortó a concentrar su atención y su vida a dejar que el don divino prouzca frutos en ellos.

También se celebró la renovación en el encargo a la mayor parte de ministros de la comunión del departamento del Petén, que pudieron participar en la celebración.

El arzobispo expresó a los ministros cuáles son los compromisos que asumen, como ministros de distribución de la Palabra hecha carne sacramentalmente, que comunica la vida eterna.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia. Concelebró el padre Marco Antonio y participaron con devoción todos los hermanos.

El arzobispo recordó, a la luz de las lecturas bíblicas, que la participación de la divina liturgia era, en la Iglesia Apostólica, lo que permitía que el Señor resucitado se manifiestara y actuara en la vida de los creyentes y de toda la Iglesia.

Antes de terminar las actividades en SAyajché, tanto el Padre Marco Antonio como los representantes de las parroquias de La Libertad y de San Fernando, presentaron sus papeletas de votación para la elección de obispos.

El arzobispo explicó que el proceso que se sigue tiende a dejar que sea el mismo Señor, el que elegirá a quienes sean nombrados como obispos.

El miércoes 19, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la sede de la pequeña comunidad de San Benito, Petén, en donde presidió la administración del sacramento de la reconciliación.

El arzobispo recordó a los hermanos que la fe apostólica permite que, por la presencia viva del Señor resucitado, se viva en la libertad de los hijos de Dios.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana al niño Ismael, hijo del líder de la comunidad local, hermano Mayro.

El arzobispo explicó el sentido del administrar los tres sacramentos dentro de una misma ceremonia y los compromisos que asumen los adultos, cuando los sacramentos son administrados a un niños.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el padre Marco Antonio y participaron con devoción los hermanos miembros de la comunidad.

El arzobispo recordó que, a través de la divina liturgia, como refleja el relato de los discípulos de Emaús, era como, en la Iglesia Apostólica, se vivía la experiencia de la continuada presencia del Señor resucitado, lo cual se prolonga y da sentido a las celebraciones sacramentales, hasta nuestros días.

El jueves 21 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad de Las Cruces, Tontem, Cobán, Alta Verapaz, para presidir la celebración del decanato del Sur de Alta Verapaz.

Estuvieron presentes los padres Fredy López, quien se presentó y reicorporó, después de cinco meses de ausencia por el accidente que sufrió; tambiél los padres Alex y Gustavo, los epesistas que ejercen la pastoral en la zona y numerosos hermanos, especialmente ministros de la comunión de las diferentes comunidades.

El arzobispo impartió formación sobre el sentido de la conversión, en el marco del año que se está celebrando, así como sobre otros temas pastorales, como el del bautismo y la Palabra de Dios.

Los hermanos, al final, tuvieron la oportunidad de hacer preguntas, comentarios y planteamientos, enfatizando en la importancia de la formación impartida y de la urgencia de que la misma sea traducida para todos al idioma k'ekchí.

Después del decanato, se administró el sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que bien dispuestos, confesaron sus pecados y pidieron la misericordia del Señor.

El arzobispo enfatizó que, el sentido profundo del arrepentimiento está ligado a desembocar en la recepción del Espíritu Santo, que es comunicado a través del ministerio apostólico, confiado a los apóstoles y asus sucesores.

También, dentro del marco de la celebración se hizo la renovación de los ministros de la comunión de las diferentes comunidades incluidas en el decanato del sur de Alta Verapaz.

El arzobispo recordó que se trata de una auténtica renovación de la renuncia a sí mismos, para estar dispuestos a asumir íntegramente la llamada a ser discípulos del Señor y testigos del Evangelio.

Antes de continuar con la celebración de la divina liturgia, el arzobispo invitó a los representantes de los consejos pastorales de las parroquias y centros pastorales del decanato sur, a que presentaran la papeleta en la que expresaban sus opciones tendientes a la elección de obispos.

También recordó a los hermanos que la elección no es fruto de la consulta de los votos, sino estos tienen un valor consultivo y orientativo, para ver cuáles son las tendencias, tanto entre el presbiterio como entre el pueblo de Dios, para luego seguir los procedimientos tendientes a reconocer qu la elecciónes hecha por el mismo Espíritu Santo.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia. Concelebraron los padres Fredy González, Alexander Mendoza y Gustavo Pineda, quienes trabajan pastoralmente en el área cubierta por el decanato.

El arzobispo recordó que, a través de la divina liturgia es como, el misterio de la resurrección se hace presente en la vida de la Iglesia y los fieles reciben la fuerza transformadora del Señor resucitado.

El viernes 22 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Cancil, ubicada en el municipio de Sipacapa, San Marcos. Le acompañaba el Padre Pedro Martínez, encargado pastoral local.

La razón principal de la visita fue realizar la bendición del nuevo templo que ha logra construir la comunidad. Participaron hermanos invitados de Nebaj y Cunén, así como de otras comunidades vecinas.

Después de la bendición del templo, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a los hermanos que humildemente hicieron la confesión de sus pecados.

El arzobispo recordó a los hermanos que la resurrección del Señor, como un hecho significativo para el creyente, está mediada por la recepción del Espíritu Santo que otorga el perdón del pecado.

Dentro del marco de la visita, el arzobispo también celebró la renovación del encargo como ministro de la comunión del hermano Cecilio, líder de la comunidad.

Explicó el arzobispo el significado y las tareas del ministro de distribución de la comunión, haciendo énfasis en la importancia del testimonio y en las visitas frecuentes a ancianos y enfermos.

La visita del arzobispo a Cancil concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el Padre Pedro Martínez, encargado pastoral.

El arzobispo recordó que, a través de la divina liturgia es como el misterio de la resurrección se actualiza en la Iglesia y la salvación llega a los creyentes.

El mismo viernes 22 de abril, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Buena Vista, ubicada en el municipio de San Pedro Necta, de Huehuetenango.

La primera actividad que se realizó fue la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que, con corazón humilde, se reconcieron pecadores.

También con ocasión de la visita del arzobispo, fue preparada la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana a las niñas Ana Gabriela, Paola Nicaolle y Yesli Magalí.

El arzobispo explicó a padres y padrinos los compromisos que sumían y les exhortó a dejar que la vida en el Espíritu Santo guíe todas sus actividades.

También dentro del marco de la visita del arzobispo a la comunidad de Buena Vista, se administró la confirmación y el envío misionero a la hermana Juanita.

El arzobispo recordó a la confirmanda que asumía el compromiso de trabajar en el apostolado, especialmente a través del testimonio de su propia vida y del anuncio del Evangelio.

También, como parte de la visita del arzobispo a la comunidad de Buena Vista, fueron preparados los niños Nahomi, Juan Manasés y Kimberly, para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo oró por los niños, después de explicarles el sentido de la ceremonia que se celebraba y las consecuencias prácticas en la vida de ellos y de sus familias.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Buena Vista, San Pedro Necta, la cual fue concelebrada por el Padre Pedro Martínez.

El arzobispo animó a los hermanos a descubrir en el divino misterio el medio que el Señor dejó para quedarse presente y resucitado en la comunidad y comunicar la salvación a la Iglesia.

El sábado 23 de abril, por la mañana, llegó el arzobispo hasta la comunidad de Xenaxicul, acompañado del padre Pedro Martínez, encargado pastoral local.

Después de llegar y encontrarse con los hermanos, presidió la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que humildemente confesaron sus pecados.

Dentro del marco de la visita pastoral a la comunidad de Xenaxicul, se administraron los sacramentos de la iniciación a los niños Kevin Alonso, Wendy, Danny, Jairo, Yordi y Santa Lucrecia.

El arzobispo explicó a los hermanos el sentido del compromiso que asumían al presentar a los niños para el bautismo, así como la razón por la cual los tres sacramentos de la iniciación se administraban juntos,

Los hermanos también habían preparado a doce niños de la comunidad para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo oró sobre los niños, después de explicarles el sentido de cuanto se les administraba y los compromisos que asumían.

También se hizo la renovación en el encargo como ministros de la comunión de los dos ministros de la comunidad de Xenaxicul. Se trata de los hermanos Juan y Miguel.

El arzobispo explicó a los hermanos el compromiso en el estilo de vida que asumen, así como la importancia de que, al ejercer el ministerio se revistan con una túnica.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad de Xenaxicul, que estaban celebrando su vigésimo noveno aniversario de existencia.

Se les explicó a los hermanos que la renovación depende directamente de la actitud de continuada conversión con la que se viva, por lo que les exhortó a aprovechar del momento, para emprender un tiempo de auténtica conversión.

El sábado 23, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de la Capellanía de la parroquia Renovación Carismática de Chiantla, en donde se habí reunido un gran número de hermanos.

La actividad dio inicio con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en la celebración. Concelebró el Padre Santos Acosta, párroco local.

En el contexto de la visita a la parroquia Renovación Carismática de Chiantla, se preparó a un grupo de ciento doce hermanos, provenientes de las diferentes comunidades de la parroquia, para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

El arzobispo explicó a los hermanos cuáles son las expectativas de su compromiso como confirmados y cómo la asiduidad en la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor es lo que les hará posible cumplir con los mismos.

La visita a la parroquia de Chiantla concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Santos Acosta, párroco local.

El arzobispo recordó a los hermanos que es, a través del sacramento de la Eucaristía, como el misterio de la resurrección del Señor se mantiene siempre presente en la vida de la Iglesia.