El jueves 14 de julio, por la noche, el arzobispo llegó hasta el sur de la ciudad de Los Ángeles, para visitar la comunidad Ministerio El Pescador y celebrar con ellos los divinos misterios.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que estaban participando con fe y se reconocieron humildemente pecadores.

Durante la homilía, el arzobispo explicó, a la luz de las lecturas bíblicas que sin estar sometidos a la voluntad de Dios, todo lo que se hace está condenado al fracaso.

Por lo mismo, animó a los hermanos a ponerse en oración para reconocerse cansados y agobiados, es decir, pecadores e incapaces de alcanzar la propia realización y, de esa manera, hacerse partícipes de los dones divinos.

Finalmente, el arzobispo celebró la divina liturgia para los hermanos presentes de la comunidad Ministerio El Pescador, de Los Ángeles, California.

Animó a los hermanos a entregarse con generosidad en las manos del Señor y a alimentarse con los divinos dones, para ser hechos partícipes de la misma vida de Dios.

El viernes 15 de julio, por la noche, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación para los catequistas de las comunidades de la parroquia de San Miguel Arcángel.

El arzobispo animó a los hermanos a reconocer la propia pequeñez y el ser pecadores, para poder participar de los dones que el Señor otorga a quienes se confían totalmente en sus manos.

Después de la homilía, en la cual el arzobispo recordó a los hermanos que el Señor da la libertad y el perdón a quienes se entregan totalmente en sus manos y están dispuestos a cumplir su voluntad, les exhortó a la oración.

El arzobispo recordó a los hermanos cuál es la misión concreta que el Señor nos confía como parte de la Santa Iglesia, en el actual momento que se vive y les animó a clamar del Señor los dones para cumplir fielmente con la misión.

Seuidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos catequistas que estaban participando en las celebraciones del viernes por la noche.

Los hermanos participaron con gran devoción y, en su momento, se acercaron, en su casi totalidad, a comulgar con los sagrados misterios, para recibir el sacramento de la vida eterna.

El viernes 15 de julio, ya entrada la noche, el arzobispo impartió formación a los catequistas de la parroquia, habiéndose centrado específicamente en torno a la expectativa mesiánica como fue reconocida por los apóstoles, bajo la luz del Espíritu Santo.

Animó a los hermanos a tener la apertura necesaria, para que guiados por la acción del Espíritu Santo, se pueda alcanzar a percibir el verdadero sentido de la Sagrada Escritura.

Terminada la formación, inició un diálogo con los participantes en la formación, sobre diferentes cuestiones y puntos de vista referentes a la forma en que se debe entender la Sagrada Escritura.

El arzobispo, específicamente explicó que cuando San Jerónimo habla de que es necesario conocer la Sagrada Escritura para conocer a Jesucristo, se refiere no a un conocimiento humano, fruto del estudio sino al conocimiento que se da como don del Espíritu Santo.

Finalmente, se tuvo la reunión con miembros del consejo pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel, en la cual se abordaron diversos temas relacionados con la vida pastoral de la parroquia.

En general, a instancias del arzobispo, se llegó al acuerdo que la meta de todas las actividades que se tienen es propiciar el encuentro transformador con el Señor, a través de la efusión del Espíritu Santo.

El sábado 16 de julio, por la tarde, se celebró el encuentro en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Domínguez, Los Ángeles, de la Escuela de formación ministerial Santiago Baradeo.

La actividad comenzó con la presentación que hicieron los alumnos acerca del contenido de la última formación que se dio un mes antes de la actual formación.

Terminada la presentación de los alumnos, el arzobispo impartió la formación correspondiente al mes actual, continuando con la formación cristológica.

Específicamente se trató de presentar cuáles son las características que tiene la cristología de la Sagrada Escritura y de los padres apostólicos y cuál fue el contexto en el que la misma comenzó a desarrollarse.

Al final de la formación, se abrió la oportunidad a los participantes para plantear una serie de cuestiones relacionadas con temas referentes al desarrollo cristológico.

Especialmente, la atención se centró en torno a la cuestión hermenéutica y cuál ha sido el método empleado por los apóstoles y por los padres apostólicos, para interpretar, en su sentido verdadero las Escrituras.

Hacia media tarde, algunos de los acólitos, lectores y ministros de la comunión se reunieron con el arzobispo para tener una formación inicial del uso de ciertos elementos dentro de la celebración de la divina liturgia.

Específicamente, se centró la formación en torno a la utilización de los abanicos dentro de la liturgia, tanto cuando se celebra la divina liturgia como cuando se hace la celebración de la palabra.

El sábado 16 de julio, al caer el día, se celebró una breve asamblea de alabanza y oración en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Dominguez, Los Ángeles.

Los hermanos, después de hacer oración, se dedicaron a alabar al Señor, implorando bendiciones sobre sus vidas y sobre toda la parroquia, que, poco después sería bendecida.

Hacia las siete de la noche del sábado 16 de julio, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, se llevó a cabo la bendición inicial, para dar inicio de forma privada a las actividades del templo parroquial.

Se oró en el exterior, se hizo la invocación del Señor y luego se realizó la apertura de las puertas, invocando la efusión del Espíritu y entonando salmos y cánticos.

Después de completar las oraciones de ingreso al templo parroquial, se llevó a cabo un breve acto protocolario, para expresar el agradecimiento por la colaboración que se ha tenido.

Los hermanos Diego y Eladia, encargado del consejo pastoral de la parte organizativa, expresaron su gratitud. Seguidamente, el arzobispo hizo una breve reseña de los pasos que se han dado y, finalmente, la señora Fina, quien ayudó a tramitar la compra, expresó también su alegría por los pasos que se han dado.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia, habiéndose comenzado con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los que quisieron acercarse a recibirlo.

Se exhortó al arrepentimiento y al confesarse pecador, para poder ser alcanzados por la misericordia del Señor y gozar de su perdón, por medio de la efusión del Espíritu Santo.

Después de la homilía, en la que el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, explicó el sentido de la bendición que se hacía y de los compromisos que se generaban, se entró en un tiempo de oración.

Se oró al Señor, para pedir la gracia de reconocer específicamente cuál es la misión que ha sido confiada y cuáles son los medios necesarios para poder cumplirla en plenitud.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, con los hermanos que estaban participando en las ceremonias de bendición del templo.

Se oró intensamente, todos los que estaban preparados se acercaron a recibir la comunión, y se animó a hacer, precisamente de la celebración sacramental, el centro de la vida y de la espiritualidad de la comunidad.

Al final de las celebraciones litúrgicas, los fieles se fueron acercando, de uno en uno, para recibir la bendición de parte del arzobispo, como singo de su adhesión a la comunión apostólica.

Esta ceremonia simboliza que, después de haber sido alimentados con el Cuerpo y la Sangre del Señor y de estar ungidos con el poder del Espíritu Santo, se es enviados, bajo el signo de la cruz, a dar testimonio del Evangelio.

La señora Fina Encinas, quien fue el medio que el Señor utilizó para lograr encontrar los créditos necesarios para la compra del templo, compartió con los participantes los alimentos que se distribuyeron.

Se trató de un tiempo para compartir fraternalmente, la ocasión tan especial de haber podido entrar oficialmente a celebrar en el nuevo templo parroquial remodelado.

El domingo 17 de julio, por la mañana, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, East Rancho Dominguez, Los Ángeles, el arzobispo impartió nociones sobre la celebración para ministros de la comunión.

Recordó que quien preside y predica, no tiene, necesariamente que ser el ministro de la comunión, con tal que quien lo haga esté debidamente revestido con la túnica, propia del ministerio que ejerce. También explicó otra serie de cuestiones relacionadas con estas celebraciones.

Hacia la mitad de la mañana, el arzobispo impartió formación sobre la identidad de la iglesia Siro Ortodoxa de Antioquía y sobre algunos aspectos de su historia.

Igualmente, explicó cuál fue el proceso que se siguió, dentro del camino de respuesta a la llamada del Señor, para que llegáramos a ser constituidos en parte de la santa iglesia.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de los ritos tendientes a la administración del sacramento de la reconciliación.

También explicó, a la luz de las lecturas bíblicas, cuáles son los aspectos distintivos y esenciales de lo que significa el seguimiento del Señor y las actitudes que Él existe como respuesta a su llamada.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, se celebraron los ritos para que fuera elevado a sacramento el matrimonio entre Cristian y Susana, dos miembros muy activos de la parroquia.

El arzobispo recordó a los contrayentes cuál debe ser la actitud con la que vivan, para que la gracia recibida en el sacramento, pueda producir abundantes frutos de salvación.

Finalmente, hacia mediodía, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para fieles de la parroquia de San Miguel Arcángel de Los Ángeles, California.

El arzobispo invitó a los hermanos a participar con profunda devoción, confiados en que, por la comunión con los divinos misterios, se recibe la Palabra de Dios hecha carne y generadora de la vida eterna en el creyente.

El mismo domingo 17 de julio, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Santa María de Guadalupe de Riverside, California, para hacer la visita pastoral mensual.

Se comenzó con la formación para los fieles que estaban presentes. La misma versó en torno a los procesos de los que el Señor se valió para que fuéramos incorporados como parte de la Santa Sede Siro Ortodoxa de Antioquía.

Después de la formación, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación, para reconocerse pecadores y recibir del Señor el don del Espíritu Santo.

Todos los que se prepararon y se reconocieron pecadores, recibieron la absolución de sus pecados, por la efusión del Espíritu Santo, en la vida del creyente.

Finalmente, Mor Santiago Eduardo, presidió la celebración de la divina liturgia para fieles de la comunidad Santa María de Guadalupe, la cual está ubicada en Riverside, California.

El arzobispo recordó a los fieles el sentido único e irrepetible del sacrificio del Señor que, sin embargo, se actualiza sacramentalmente y hace partícipes de la vida divina a quienes se disponen a recibirlo convenientemente.