El domingo 24 de julio, por la mañana, en la sede de la parroquia Renovación Carismática de Antioquía de Guaxacaná, Nentón, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nor occidente de Huehuetenango.

Se contó con la participación de delegados de la parroquia local, así como de la parroquia San Ignacio de Antioquía de Tzisbaj y de los padres Francisco Pastrana y Paulino Bizarro.

Después de la formación impartida por el arzobispo, centrada en torno al tema de la conversión y del redescubrimiento de las raíces de la identidad de la iglesia, los hermanos tuvieron la oportunidad de expresar puntos de vista y preguntas.

Se comentó acerca de la urgencia de reanimar el impulso misionero así como la vida en el Espíritu Santo y se plantearon cuestiones, especialmente acerca de la administración de los sacramentos y del reconocimiento de los sacramentos administrados en iglesias no apostólicas.

Los presidentes de los consejos pastorales de las parroquias participantes, así como los presbíteros hicieron una presentación de la marcha pastoral de las parroquias.

En general, se mencionó que se está haciendo el esfuerzo de ordenar la vida pastoral, de implementar progresivamente procesos de formación y de impulsar la misión.

Al final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación, con los participantes en el decanato del nor occidente de Huehuetenango, en la sede parroquial de Guaxacaná.

El arzobispo exhortó a los hermanos a reconocerse como pequeños y pecadores y, luego a hacer la confesión, para emprender el camino de la conversión.

Finalmente, la actividad pastoral en la sede parroquial de Guaxacaná, se concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los párrocos presentes.

El arzobispo animó a los hermanos a prepararse adecuadamente para participar en la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor, para ser capaces de vivir como auténticos discípulos del Señor.

El domingo 24 de julio, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Trinidad, en donde los hermanos le esperaban con gran alegría.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los que, humildemente, se confesaron pecadores y quisieron beneficiarse con el don de la misericordia del Señor.

Después de la homilía, en la que el arzobispo animó a los hermanos a asumir la responsabilidad de ser signo de bendición para todas las personas, por el don del Espíritu Santo, invitó a los hermanos a ponerse en oración, para cumplir fielemente la misión.

Los hermanos oraron por largo tiempo, el arzobispo les acompañó en la oración, les bendijo y les animó a ser auténticos misioneros y testigos del Evangelio.

Antes de seguir con las celebraciones litúrgicas, el hermano Mateo pidió hacer la reconciliación pública, tanto con su familia como con toda la comunidad.

Reconoció su ser pecador y oró, junto con su familia. Finalmente, el arzobispo le bendijo y le dio la bienvenida en la comunión eclesial, para poder participar plenamente en la vida sacramental.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad de la Trinidad, habiendo concelebrado el padre Francisco Pastrana, párroco local.

Los hermanos participaron con gran devoción y fueron numerosos los que se acercaron también a recibir el sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor.

El viernes 29, al caer el día, después de una largo viaje, el arzobispo llegó hasta Auburn, Alabama, para comenzar la visita pastoral de la comunidad local. Le recogió el hermano Ismael en el aeropuerto de Atlanta.

La primera actividad, por la noche, fue una reunión con los dirigentes de la comunidad, para planificar las actividades que se realizarán en la visita. El hermano Reynaldo, coordinador de la comunidad, explicó cómo se encuentran en un momento de crecimiento, compromiso y alegría.

Terminada la planificación, el arzobispo se encontró con algunos de los grupos de ministerios y servidores que están comprometidos en la comunidad.

Se encontró, antes de un tiempo para compartir fraterno, con los ministros de la comunión, con los lectores, con los miembros del ministerio de música y con los niños.

El sábado 30 de julio, fiesta de Santiago Baradeo, patrono de la Arquidiócesis de Centroamérica, el arzobispo se encontró con fieles de la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama.

Se comenzó el encuentro con un tiempo en el que el arzobispo impartió formación a los hermanos, centrándose, especialmente, en torno a la cuestión de la conversión y la renovación en el Espíritu Santo.

Después de la formación, los hermanos tuvieron tiempo para plantear una serie de cuestiones. Estas versaron en torno a temas relacionados, especialmente, con la liturgia y con la fe.

Se dialogó acerca de cómo enfocar algunos aspectos de la celebración litúrgica, así como sobre los fundamentos bíblicos e históricos que tiene la iglesia de Antioquía.

Seguidamente, se dio inicio a las celebraciones litúrgicas. Una serie de contratiempos laborales, impidieron que muchos de los hermanos pudieran participar en toda la celebración.

El arzobispo recordó a los hermanos cómo se debe asumir con radicalidad el compromiso de dar testimonio del Evangelio, como lo hizo Santiago Baradeo, siguiendo el ejemplo de los apóstoles.

Depués de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos presentes a entrar en un tiempo de acción de gracias, de oración y de súplica al Señor, por el aniversario que se estaban celebrando.

Especialmente se clamó al Señor para que Él dé la fuerza del Espíritu Santo a los dirigentes y miembros de la comunidad local, para cumplir con radicalidad fidelidad la misión que el Señor nos ha confiado.

Después de la oración de todo el pueblo de Dios, se comenzó con la renovación del encargo a los diferentes ministerios que operan en la comunidad local.

Se hizo la renovación del encargo a los ministros de la comunión, habiendo explicado cuál es el sentido del mismo ministerio y por qué se hace la renovación con carácter anual.

También fueron invitados los cuatro hermanos de la comunidad local, que ejercen el ministerio de lectores de hacer la renovación correspondiente, especialmente para subrayar el aspecto de comunión pastoral.

Los hermanos lectores se sumergieron en profunda oración y, a su tiempo, el arzobispo les impartió la bendición, animándoles a que ejerzan el ministerio con devoción y profunda dedicación.

El arzobispo también invitó a los acólitos o monaguillos a que se acercaran para renovar la bendición, de manera que ejerzan su encargo, con auténtico espíritu de comunión eclesial.

Se acercaron los hermanos que ya está ejerciendo activamente el ministerio, sin embargo, también se dio la bendición a otros niños que aún tienen que profundizar en la formación para ejercer el ministerio,

Finalmente, se hizo la bendición de todos los miembros del ministerio de música de la comunidad. Éste, dirigido por el hermano Víctor, está formado por su familia.

El arzobispo les exhortó a prepararse y a tratar de dar testimonio al cantar, recordando que es la forma específica por la cual han side elegidos para dar testimonio del Evangelio a los demás.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama y con algunos invitados.

Mor Santiago Eduardo explicó la importancia de estar preparados a recibir la sagrada comunión, por los efectos necesario que produce, para participar de la salvación.

La niña Beverly, hija del hermano Raúl de La Vega Colotenango, se presentó para recibir la bendición por el camino de preparación para recibir la comunión solemne y la primera reconciliación, que emprenderá.

El arzobispo la exhortóa hacer la preparación haciendo énfasis, especialmente en la actitud de humilde conversión que se debe mantener a los largo de toda la fase de preparación y, luego, durante toda la vida.

La participación del arzobispo con la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, el sábado concluyó con un ágape fraterno en el que los hermanos compartieron.

Los hermanos, después del descanso, comenzarían una vigilia que se prolongaría hasta bien entrada la noche, para alabar y dar gracias al Señor por todas sus bendiciones.

El domingo 31 de julio, por la mañana, en el lugar en donde se reúne de ordinario la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a servidores y líderes de la comunidad local.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, recordó cuál es el sentido de la prosperidad desde la perspectiva cristiana y cómo, tiene que ser vivida como algo que le pertenece al mismo Señor y, por lo mismo, se tiene que administrar acorde a este principio.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar del Señor la gracia de reconocer cuál es la misión específica y que el Señor confía a la comunidad y cómo se le puede cumplir.

Los hermanos, orientados por el arzobispo, se pusieron en oración profunda de sometimiento al Señor y, al final, se hizo el saludo de la paz, como preparación para la divina liturgia.

La visita del arzobispo a la comunidad Nueva Jerusalén de Auburn, Alabama, concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

El arzobispo hizo énfasis en la importancia de hacer lo necesario para que todos los que puedan hacerlo, participen en la comunión sacramental, para poder crecer en la vida en el Espíritu Santo.

El domingo 31, por la tarde, después de varias horas de viaje, conducido por el hermano Ismael, el arzobispo llegó por primera vez a la comunidad Inspiración del Espíritu Santo de Dalton, Georgia.

La primera actividad que se realizó, después del saludo, fue delinear la forma de atención pastoral que tendrá la comunidad y se eligió al consejo pastoral, ante el vacío que diversas circunstancias fortuitas han dejado en la comunidad. Se elegió al hermano Miguel como primer coordinador, al hermano Ismael como segundo coordinador, al hermano Ismael de Huispache como tesorero y al hermano Marceliano de Chilpal, como secretario.

Después de la formación del consejo pastoral, el arzobispo impartió formación, especialmente centrada en torno a aspectos sobre la identidad de la iglesia y su historia.

También se abordó la cuestión de la misión específica que se tiene en la región y cómo se puede cumplir con fidelidad y a cabalidad, la misión que ha sido confiada.

Seguidamente, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear algunas preguntas sobre temas relacionados con la organización de la iglesia y de la vida litúrgica.

El arzobispo animó a los hermanos a comprometerse con radicalidad en cumplir la misión específica que el Señor nos ha confiado, a pesar de las dificultades que son invitables.

La fase de preparación a las celebraciones litúrgicas, concluyó con un tiempo en el que el arzobispo saludó a las diferentes familias y fieles que forman la comunidad actualmente.

Se notó que los hermanos se encuentran muy contentos de poder formar la comunidad y de que están dispuestos a asumir el compromiso de la perseverancia y el testimonio.

La fase de celebraciones litúrgicas comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que quisieron participar, al inicio de la celebración litúrgica.

El arzobispo recordó cómo era la praxis de administrar la reconciliación en la iglesia apostólica, de acuerdo al testimonio de la carta de Santiago e invitó a los hermanos a participar con devoción y fidelidad.

Después de la homilía, en la que, el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, recordó cuál es el sentido de los bienes materiales para el creyente, les invitó a entrar en oración de súplica.

Los hermanos oraron con profundidad, pidiendo al Señor la gracia de reconocer que Él es el dueño de la vida y de todo lo que se tiene, para ser auténticos discípulos del Señor.

Los hermanos Ismael y Miguel, quienes en Guatemala fungieron como ministros para la distribución de la comunión de las comunidades de Sosí y de Huispache de Cuilco y Concepción Tutuapa, respectivamente, fueron elegidos para actuar como ministros para la distribución de la comunión de la comunidad de Dalton.

Después de recordar cuál es els entido del ministerio, el arzobispo procedió a la oración de súplica y a la institución de los dos candidatos como ministros para la distribución de la comunión de la comunidad Inspiración del Espíritu Santo.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad Inspiración del Espíritu Santo, de Dalton, Georgia.

Dado que después de la liturgia fue colocada en forma oficial la presencia del Santísimo Sacramento en la comunidad local, el arzobispo exhortó alos hermanos a frecuentar con asiduidad la comunión.

La primera visita del arzobispo a la comunidad Inspiración del Espíritu Santo de Dalton concluyó con un breve ágape fraterno, en el que los hermanos también participaron.

Se compartió, se dialogó y se asumió el compromiso de trabajar asiduamente para la consolidación de la comunidad y para dar testimonio del Evangelio a todos y en todas partes.