El domingo 14, por la mañana, un grupo de ministros, lectores y monaguillos de la sede parroquial San Miguel Arcángel, recibió un breve tiempo de formación sobre la forma de ejercer los servicios en la celebración.

El arzobispo enfatizó aspectos prácticos, especialmente centrados en torno a la forma en la que se realiza la procesión de entrada, cómo se debe comportarse y las posturas que se deben asumir.

El domingo 14, a las 10.30 de la mañana, dieron inicio las actividades litúrgicas en la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos, con humildad se pusieron en presencia del Señor, reconociéndose pecadores y recibiendo la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos cómo el Señor no espera de nosotros que le demos lo que tenemos sino que le dejemos a Él, hacer en nuestra vida su voluntad.

A la luz de esas reflexiones, invitó a los hermanos a ponerse en oración, para suplicar al Señor la gracia de renunciar a sí mismos y de abrirse a su acción transformadora.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana al niño Adrián, quien es hijo de los hermanos Gilberto y Eulalia.

El arzobispo explicó cuáles son los compromisos que se asumen cuando se reciben los sacramentos de la iniciación cristiana, especialmente de parte de los padres y les animó a perseverar fielmente en la fe.

La actividad litúrgica de la mañana del domingo 14 concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y con la participación de hermanos de la parroquia.

El arzobispo animó a los hermanos a centrar su vida cristiana en torno a la experiencia del don inestimable del Cuerpo y la Sangre de Cristo, fuente de vida eterna.

Finalmente, el arzobispo impartió una breve formación a los fieles, explicando cuál es el sentido de la conversión a Dios y cómo esto es el fundamento de la verdadera renovación carismática.

Se hizo énfasis en lo fundamental de mantener una actitud dispuesta a comenzar la entrega al Señor cada día, para poder ir creciendo continuamente en la vida en el Señor.

El domingo 14 de agosto, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside, California, para hacer la visita pastoral mensual.

Se comenzó con impartir formación a los fieles de la comunidad. El arzobispo explicó el sentido del misterio de la Iglesia que el el Cuerpo Glorioso del Señor resucitado, por lo que es una e indivisible. También explicó el rol de las Iglesias Apostólicas.

Después de la formación, se comenzó con las celebraciones litúrgicas.

Se administró el sacramento de la reconciliación a quienes se prepararon y confesaron arrepentidos sus pecados y se animó a perseverar en la actitud de conversión.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside, habiendo animado a asumir la actitud de libertad en el Espíritu, ante el don recibido a través de los sacramentos.

Al final de la celebración, el arzobispo presentó a los hermanos a la Hermana Mary Fawe Hellmann quien, después de trabajar durente 32 años en Guatemala, actualmente se encuentra en una casa de reposo, a unos treinta minutos del lugar en donde se encuentra la comunidad de Riverside.

El lunes 15 de agosto, solenidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación para miembros del Consejo Pastoral de la Parroquia San Miguel Arcángel.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y a la confesión humilde del ser pecadores y, luego administró la absolución, por la invocación del Espíritu Santo.

Durante la homilía de la liturgia, el arzobispo explicó cuál es el sentido y la presencia de la Virgen María dentro de la Iglesia Apostólica e invitó a tratar de asumir una actitud de amor e imitación hacia Ella.

Luego, hizo énfasis en que en la celebración de la divina liturgia, al igual que en el seno de la Virgen María, la Palabra de Dios se hace carne, para traer la salvación.

Finalmente, se celebró la reunión del consejo pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel, en la sede de la parroquia. Se revisaron diversas cuestiones pastorales y se sacaron conclusiones.

Ante todo, se subrayó la urgencia de profundizar en el sentido de oración y comunión con el Señor, para poder mantener la unidad, hacer realmente lo que al Señor le agrada y dar testimonio del Evangelio.

El miércoles 17 de agosto, por la mañana, poco después de haber retornado de California, el arzobispo presidió la liturgia de la reconciliación y la oración del oficio divino en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo de San Lucas Sacatepéquez.

Estaban participando todos los seminaristas, así como un buen número de presbíteros, invitados para estar en las ordenaciones subdiaconales que serían conferidas

Después de la homilía, en la cual el arzobispo explicó cuál es el sentido del ministerio ordenado dentro de la Iglesia, se procedio a hacer la presentación y el interrogatorio de los tres seminaristas que serían ordenados subdiáconos.

Seguidamente, el arzobispo tonsuró a los tres candidatos a la ordenación, somo símbolo de su disposición a morir a sí mismos y al mundo, para vivir para Cristo.

Seguidamente, comenzó el rito de ordenación subdiaconal de Sergio, Damián y Mateo, quienes están ejerciendo el ejercicio pastoral supervisado en Senahú, Lanquín, de Alta Verapaz y en La libertad de El Petén.

El arzobispo exhortó a los ordenandos a radicalizar su entrega incondicional al Señor, para que los dones que se reciben, puedan dar los frutos de salvación que se esperan.

La ceremonia de ordenación subdiaconal, se desarrolló en un ambiente de profunda devoción, apertura al Señor y, también de orden y solmenidad.

En la ordenación participaron los padres Alexander, quien presentó a los candidatos, Edwin, quien les ha acompañado en la elaboración de sus trabajos de síntesis, Gustavo, José Raúl y Francisco, así como el padre Luís, formador en el seminario.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la cual concelebraron los presbíteros que estaban participando en la ordenación.

El arzobispo recordó que, a través de la vida sacramental es como el misterio de la encarnación del Señor, fuente de vida y transformación, se mantiene activo en la vida de la iglesia.

El miércoles 17, hacia media noche, llegó el arzobispo al centro misionero de Tomtem, Cobán, Alta Verapaz, para presidir la celebración del decanato del sur de Alta Verapaz el 18 por la mañana.

Se contó con la participación de los padres Fredy Orlando, Óscar Carranza, Gustavo Pineda y Alexander Mendoza, así como de los diáconos Damián Romero y Sergio Chamán y de numerosos delegados de las diferentes comunidades.

Después de la formación, en la que el arzobispo presentó el tema de la conversión en su sentido aspotólico y de la relación que esto tiene con el ser renovados en el Espíritu Santo, los hermanos intercambiaron ideas.

Se agradeció la formación impartida y los hermanos expresaron su disponibilidad a poner en práctica las diferentes enseñanzas que fueron compartidas.

Finalmente, los coordinadores y delegados de los diferentes centros pastorales y parroquias, hicieron una breve presentación de la marcha que se están teniendo en la vida pastoral.

También los presbíteros y diáconos que trabajan pastoralmente en el área, tuvieron participación, habiendo subrayado los diferentes logros que se han ido teniendo.

El jueves 18, después del mediodía, el arzobispo acompañado por el padre Alexander, encargado pastoral y del padre Gustavo y de los diáconos, hizo la primera visita a la comunidad de Chacalté, Tactic.

Los hermanos, son de cultura Achí y provienen de San Miguel Chicaj, pero se han asentado en Chaclaté y, ahora, se han incorporado a la santa iglesia, con el compromiso de seguir profundizando en su compromiso pastoral.

En el contexto de la primera visita del arzobispo a Chacalté, se administró la confirmación y el envío misionero a 18 hermanos que, previamente habían sido preparados esmeradamente.

El arzobispo subrayó tanto a los confirmados como a los responsables de la catequesis que tenían que hacer un programa de testimonio misionero, como parte de su compromiso esencial.

La primera visita pastoral a Chacalté concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres Alexander y Gustavo.

Los hermanos participaron con gran devoción en la celebración y, especialmente, se acercaron a recibir los divinos misterios, que dan la vida eterna.