El domingo 6 de noviembre, a media mañana, después de que los hermanos estuvieran en alabanza y oración durante un buen tiempo, el arzobispo comenzó las celebraciones litúrgica en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel.

Se inició invitando a reconocerse pecadores y a confesar los pecados, especialmente en relación con el cumplimiento de las actitudes básicas que son requeridas del auténtico discípulo.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo la fe en la resurrección implica desde ya una experiencia de vida nueva y de la presencia actuante del Espíritu Santo en la vida del creyente.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a ponerse en oración para implorar del Señor la gracia de estar dispuestas a dejarlo todo, para poder recibir el don de la resurrección y de la vida eterna desde el presente.

El domingo hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para hermanos de la parroquia de San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez.

Especialmente, el arzobispo hizo énfasis en la importancia de recibir el sacramento con la debida actitud, para permitir que dé los frutos de salvación en la vida del creyente.

Al finalizar las actividadess litúrgicas, el arzobispo impartió formación a los hermanos que estaban participando en la liturgia.

El tema abordado giró en torno a la diferencia entre los que es la fe y las creecias y lo que son los ritos y la vivencia de la genuina sacramentalidad.

El domingo 6 de noviembre, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside. La visita comenzó con impartir formación para los hermanos.

Específicamente, el arzobispo invitó a los hermanos a la reflexión para tomar conciencia de si se vive la fe de manera auténtica, así como la vida sacramental, o si solamente se tienen creencias.

Después de impartir la formación, el arzobispo dio inicio a las actividade litúrgicas en la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside. La primera actividad celebrada fue la administración del sacramento de la reconciliación.

El arzobispo recordó a los hermanos cómo el Señor ha regalado multiplicidad de dones y asignado diferentes misiones y, el no cumplirlas con provecho, implica el reconocerse como pecador, para poder enmendar la vida.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos el carácter actual que tiene la fe, la vivencia de la vida eterna y de la resurrección, para quien mantiene la auténtica fe apostólica.

Por lo mismo, animó a los hermanos a clamar del Señor, la gracia de dejarse renovar interiromente, a través de la renuncia a sí mismo y del ponerse radicalmente en las manos del Señor.

La actividad parroquial del domingo, concluyó con la celebración de la divina liturgia en la comunidad Santa María de Guadalupe de la ciudad de Riverside.

El arzobispo, junto a la exhortación a participar en los divinos misterios integralmente, animó a los hermanos que no pueden hacerlo, a que regularicen su situación.

El lunes 7, después de un día de muchas actividades relacionadas con la vida de la parroquia y de la Arquidiócesis, el arzobispo se encontró con miembros del consejo pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel.

El encuentro comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos, habiendo el arzobispo invitado a la humildad y al arrepentimiento.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo hizo énfasis en la importancia de vivir cada uno de los aspectos de la vida cristiana, para poder servir correcta y auténticamente.

Por lo, mismo el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, implorando la gracia de ser fieles discípulos y también de lograr la consolidación de la parroquia.

Las actividades litúrgicas con los miembros del consejo pastoral culminaron con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y con la participación de los miembros del consejo.

El arzobispo recordó cómo la vivencia de la divina liturgia constituye el centro, el culmen y el manantial de la auténtica vida cristiana, católica y apostólica.

Finalmente, el arzobispo presidió la reunión del consejo pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, ubicada en East Rancho Domínguez, California.

Los hermanos presentaron brevemente cómo han estado viviendo sus respectivos ministerios y se dialogó acerca de las formas como se puede impulsar el crecimiento de la parroquia.

El martes 8 de noviembre, dado que el arzobispo ha permanecido en Los Ángeles, esperando un viaje para la comunidad de Ottumwa, celebró la divina liturgia con fieles de la parroquia de San Miguel.

El arzobispo agradeció a los hermanos su fidelidad en participar en los divinos misterios y les administró el sacramento de la reconciliación, para el perdón de los pecados.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo, desde la fe se recibe una nueva forma de ver la vida y las relaciones con las demás personas, para no esperar recompensa ni desanimarse por las dificultades.

En este contexto, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en profunda oración, implorando del Señor la gracia de responder con confianza a los desafíos que se viven cada día.

El culmen del encuentro con los fieles lo constituyó la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y en la cual los fieles que estaban participando, lo hicieron con gran devoción.

El arzobispo recordó cuáles son los frutos que se esperan en el creyente como resultado de una vida centrada en torno al cumplimiento de la voluntad del Señor.

Finalmente, antes de despedirse, los fieles se acercaron al altar, para recibir la bendición del arzobispo, como señal del envío con el que se concluye la celebración de la divina liturgia.

El arzobispo invitó para la liturgia del miércoles, en la cual, además de la misa, se tendrá tiempo de adoración y de oración y alabanza, en el marco de la exposición del Santísimo Sacramento.

A raíz de la consagración del templo parroquial, en el mes de octubre, el arzobispo entró en contacto con el Consulado de Guatemala en Los Ángeles. Resultó ser que el Cónsul primero, conocía al arzobispo desde su infancia, por ser oriundo de Panajachel.

A raíz de esa providencial coincidencia, el arzobispo visitó el Consulado General el 9 de noviembre, y además de encontrarse con el Cónsul Primero, Don Ángel Salazar Anleu, se encontró con el Consul General, Don José Arturo Rodríguez Días. Además, visitó las diferentes instalaciones del Consulado en donde cada día son atendidos varios centenares de conciudadanos. Se planificó que, para darle seguimiento a la relación y al apoyo a los fieles, con la ayuda de Dios, en diciembre se tendrá una reunión con los hermanos de Riverside.

El miércoles 9 de noviembre, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación con un grupo de hermanos de la parroquia San Miguel Arcángel.

El arzobispo recordó que la fuente de la libertad la constituye el don del Espíritu que, al liberar del pecado, hace capaces de participar de la vida divina.

El mismo 9 de noviembre, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Domínguez, Los Ángeles.

El arzobispo recordó que, a través de la eucaristía es como la efusión del Espíritu Santo se mantiene ininterrumpida en la vida de la Iglesia y de cada fiel.

Finalmente, se celebró la Adoración al Santísimo Sacramento y la bendición solemne, en el marco de oración, alabanza y contemplación silenciosa.

Después de la exposición se tuvo un tiempo prolongado de silencio de adoración. Luego se cantó y se alabó al Señor. Seguidamente se tuvo la oración de intercesión comunitaria y, seguidamente, intervinieron quienes se sintieron animados a hacerlo. Al final se tuvo la bendición solemne.

El viernes 11 de noviembre, en la madrugada, el arzobispo llegó hasta el aeropuerto de Des Moins, para hacer la visita pastoral a la comunidad San Pedro Apóstol de Ottumwa, Iowa.

En esta ocasión la visita significó algo muy especial: se firmaron los documentos de la compra del templo para la comunidad, el cual será inscrito a nombre de la Iglesia en los Estados Unidos. Por eso, el 11 por la tarde, acompañado por el hermano Francisco Tojin, coordinador de la comunidad, el arzobispo llegó hasta la oficina notarial, en donde se firmaron los documentos y se recibieron las llaves del templo.

Inmediatamente despues de haber concluido el proceso de compra del templo, tanto los vendedores como representantes de la iglesia, se dirigieron al lugar en donde se encuentra el templo, para tomar posesión del mismo.

Se trata de una estructura en donde se pueden acomodar unas 80 personas en el área del templo y en la parte baja, tiene cocina, salón parroquial, sanitarios y otros servicios.

Dado que las celebraciones del sábado y domingo se llevarán a cabo en el nuevo templo, los hermanos, incluso unos momentos antes de que se tomara posesión formal del templo, habían comenzado los trabajos de remodelación.

Se trata de una remodelación provisional, pues más adelante se harán trabajos un poco más formales para darle una pequeña renovación a las instalaciones.