El miércoles 7 de diciembre, fiesta de San Ambrosio de Milán, el arzobispo visitó la comunidad Poder del Espíritu Santo, en el centro de Los Ángeles, California.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que acudieron para recibirlo, confesándose pecadores.

Durante la homilía, el arzobispo explicó que para el creyente Navidad es, específicamente, cada vez que se celebra la divina liturgia, por hacerse presente el mismo Señor, con su gloria.

Por eso, invitó a los hermanos a tratar de ponerse en oración profunda, para implorar del Señor las actitudes necesarias para dejar que se manifieste el Señor resucitado en la vida de cada quien.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los miembros de la comunidad Poder del Espíritu Santo, del Centro de Los Ángeles, California.

Exhortó a los hermanos a tratar de participar, especialmente en la comunión con los divinos misterios y a reconocer el mismo sacramento la presencia de la Palabra de Dios hecha carne.

El jueves 8 de diciembre, solemnidad de la Purísima Concepción de la Virgen María, el arzobispo visitó la comunidad de El Pescador, ubicada en el sur de la ciudad de Los Ángeles.

Después de saludar a los hermanos e intercambiar algunas palabras, comenzó la ceremonia litúrgica con la administración del sacramento de la reconciliación a los que lo quisieron.

Después de la homilía, en la que el arzobispo señaló la contraposición de actitud entre Adán y la Virgen María, los hermanos fueron invitados a ubicarse en actitud de profunda oración.

Se oró por las necesidades personales, por las que se conocen y las desconocidas; así como por toda la Iglesia que peregria en el mundo, a veces, en medio de críticas e incomprensiones.

El hermanos Pedro Chiroy, sub coordinador de la comunidad presentó al arzobispo a la hermana Eulalia, para que fuera instituida como ministra de la comunión.

Después de dialogar con la candidata, el arzobispo accedió a que, de acuerdo con ritual que está en vigencia, se procediera a a bendiceri a la nuevo matrimonio.

Por la noche del jueves 8 de diciembre, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia para los hermanos de la comunidad El Pescador, ubicada en Los Ángeles, California

Los hermanos participaron con mucha devoción durante toda la celebración y la gran mayoría de ellos, se acercó también a recibir los Divinos Misterios.

El viernes 10 de enero, al caer del día, dos presbíteros coptos, un monje y un párroco, llegaron hasta la parroquia de San Miguel Arcángel, para encontrarse con el arzobispo.

Después de un tiempo de diálogo, ellos expresaron su interés porque están iniciando un ministerio hispano y quieren conocer cómo se trabaja, ellos permanecieron para las celebraciones litúrgicas. El arzobispo les dio la bienvenida y explicó que nuestra Iglesia y la Iglesia copta, hacen parte de la misma familia.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración de la reconciliación a los catequistas y servidores de la comunidad que estaban participando.

El arzobispo exhortó al arrepentimiento y a la preparación espiritual para reconocer el nacimiento continuo del Señor y, después de la confesión se administró la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo habló de la vigilancia que es necesario tener, en forma continuada, para reconocer la llegada del Señor, y vivir en una continuada Navidad.

Ese fue el origen de la invitación a entrar en un tiempo de oración, pidiendo al Señor la gracia de poder despojarse de todo lo que impide reconocerlo llegando a la vida de cada fiel.

Después del intercambio del saludo de la paz y de la profesión de la fe, comenzó la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y con participación de numerosos fieles.

El arzobispo exhortó a los hermanos a prepararse interiormente, subrayando que, cada vez que se celebra la divina liturgia, se actualiza el misterio del nacimiento del Hijo de Dios, glorioso y resucitado en la Iglesia.

Al final de la celebración, el arzobispo invitó al pueblo de Dios a acercarse para recibir la bendición de parte del arzobispo.

Los padres Abraham y Marcos, trajeron un pan, como es la tradición en la Iglesia de oriente, para compartirlo y distribuirlo entre todos los fieles, después de que el arzobispo lo bendijo.

Seguidamente, durante un breve tiempo, el arzobispo impartió la formación prevista a los hermanos que estaban participando en la celebración y com continuación del curso sobre temas bíblicos que se está dando.

En esta ocasión, el tema concreto fue el significado que tiene Nazaret, tanto en sus raíces etimológicas e históricas, como en el hecho de que el Señor fuera reconocido como proveniente de allí.

Al final, especialmente, debido a la presencia de los padres coptos, el arzobispo se encontró brevemente con los diferentes grupos de hermanos que estaban participando.

Se tuvo una experiencia de profunda fraternidad en todo lo que se fue celebrando.

Los miembros del consejo pastoral, habían preparado que, se tuviera un ágape fraterno al terminar la actividad litúrgica, por lo que eso se realizó.

Se compartió en espíritu de fraternidad y con una gran alegría espiritual.

El sábado 10 de diciembre, después del mediodía, llegó hasta la sede parroquial el hermano Ronaldo, su esposa Graciela y su hija Marylena, con su recienacida hija Eliana, para dar gracias al Señor y hacer la presentación.

El arzobispo oró sobre la niña, sobre su madre y sobre toda la familia, implorando del Señor la gracia del crecimiento en la fe y la participación en la vida del Señor.

Hacia media tarde, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, se celebró la formación de la Escuela Santiago Baradeo, para formación en ministerios y teología.

Aunque no se contó con la presencia de todos los alumnos por los festejos de la comunidad de Riverside, el arzobispo impartió formación acerca del Nestorianismo y sus consecuencias.

Al final de la formación, los alumnos tuvieron la oportunidad de plantear algunas preguntas sobre diversos temas relacionado con la formación y otros tópicos.

Especialmente se centró la cuestión en torno a las implicaciones que tiene el Nestorianismo en lo referente a la concepción y alcances de la salvación y cómo el occidente cristiano ha participado de una visión e interpretación de tipo nestoriano.

El mismo 10, al caer el día, el arzobispo comenzó las celebraciones litúrgicas, administrando el sacramento de la reconciliación a quienes se sinteron necesitado de la absolución.

El arzobispo invitó a los hermanos al sincero arrepentimiento , así como a abrirse a tener un profundo cambio de corazón, que se refleje en la vida concreta.

Después de la homilía, en la que el arzobispo invitó a los hermanos a la vigilancia de vida para reconocer la presencia del Señor que viene, se invitó a los hermanos a sumergirse en la oración.

Los hermanos oraron con intensidad, clamando al Señor el poder prepararse dignamente al reconocimiento del Señor que, especialmente en la divina liturgia, nace en medio de la Iglesia.

Seguidamente, se continuó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con muche devoción y, en su casi totalidad, tuvieron la oportunidad de participar también en la comunión con los divinos misterios.

La celebración litúrgica concluyó con la bendición que el arzobispo impartió a los hermanos que habían participado en la santa misa que concluía, como señal del envío.

Los hermanos recibieron la bendición, conscientes de que estaban llamados a dar testimonio del Evangelio a todos y en todas partes.

El mismo sábado 10, poco antes de la media noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino que, en la ocasión estaba celebrando su 24 aniversario.

Después de la llegada y de saludar a los hermanos, comenzaron las celebraciones litúrgicas, la primera fue administrar el sacramento de la reconciliación a quienes estaban preparados y necesitados.

A la luz de las reflexiones de la homilía, sobre la preparación en el espíritu del Adviento y en el contexto del aniversario de la comunidad, el arzobispo invitó a los hermanos a la oración de súplica.

Los hermanos dieron gracias al Señor por los beneficios recibidos y se ofrecieron al Señor, para abrirse al don del Espíritu Santo, de la auténtica renovación interior y a la capacidad de dar testimonio del Evangelio.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, con la participación de los hermanos, miembros de la comunidad e invitados para la ocasión.

El arzobispo recordó a los hermanos que la divina liturgia es el medio por el cual el Señor ha querido renovar, hasta el fin de los tiempos el pacto que ha hecho con la humanidad.

El hermano Danilo, coordinador de la comunidad Pacto Divino, pidió al arzobispo que, al final de las celebraciones impartiera la bendición sobre el local que ha sido remozado y sobre los hermanos.

Después de bendecir el agua y de orar porque el Señor derramara su bendición aobre toda la comunidad, tanto la que participa actualmente, como la que lo ha hecho a lo largo de los años, se hizo la aspersión del agua sobre los fieles y el lugar.