El sábado 17 de diciembre, en el Centro de Formación de Jumaj, se celebró el decanato del sur oriente de Huehuetenango, con la participación de parroquias y centros pastorales numerosos.

Además de un número extraordinario de representantes de las comunidades, participaron también los padres Santos Acosta, Pedro Martínez, José Raúl López y Roberto Carlos Munguia.

Cuando concluyó la formación la cual explicó diversos temas relacionados con la identidad de la Iglesia, los hermanos y presbíteros plantearon algunas cuestiones.

Se abordó la cuestión del nacimiento de la Iglesia en Antioquía, cuando el Evangelio fue predicado a todos; también el don del Espíritu Santo a los Apóstoles y el nacimiento de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y la de la ablución practicada por los evangélicos y protestantes que, independientemente de la terminología que utilicen, no corresponde con el bautismo cristiano.

En esta ocasión, se pidió a cada uno de los cuatro presbíteros presentes que presentaran el informe pastoral sobre las diferentes parroquias o centros pastorales que ministran.

Cada uno de ellos explicó cómo se ha ido creciendo en las comunidades, en la identificación con el sentido de la fe y de la iglesia, así como en el número de fieles.

Aunque no ha sido la práxis ordinaria, en esta ocasión por tratarse del final del año, el arzobispo invitó a los hermanos participantes en el decanato a participar también en la liturgia.

Se comenzó con la celebración de la liturgia de la reconciliación, y la absolución fue administrada a quienes lo quisieron, después de hacer la confesión de los pecados.

Después de la homilía, en la que el arzobispo invitó a los hermanos a despojarse de sí mismos para ser capaces de recibir los dones que el Señor ofrece, les invitó a un tiempo de oración profunda.

Los hermanos junto a los presbíteros y al arzobispo pidieron al Señor el don de la humildad y de la entrega incondicional a su voluntad, para poder recibir el cumplimiento de las promesas que el Señor ha hecho.

La actividad que se celebró con los hermanos concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres Pedro, José Raúl y Roberto Carlos.

Los hermanos participaron con devoción, conscientes de que, es a través de la eucaristía como, por excelencia el Señor se hace presente en medio de su Iglesia.

Antes de partir a sus comunidades, el consejo pastoral de la pequeña comunidad Jesús Resucitado de Santa María Chiquimula, Totonicapán, pidió encontrarse con el arzobispo.

La cuestión que abordaron fue resultado del hecho de que, por estarse preparando la creación de los obispados, los cuales tendrán carácter territorial, será necesario que la comunidades ubicadas en un territorio, sean atendidas por presbíteros pertenecientes a ese obispado.

El sábado 17 por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Rodeo, en Malacatancito, Huehuetenango, para hacer la visita pastoral trimestral.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos, especialmente como preparación de Adviento, a la celebración de la Navidad.

Durante la homilía el arzobispo explicó a los hermanos que el cumplimiento de las promesas que el Señor había hecho, no se dió ni acorde a la letra ni a la sangre sino a la actitud de fe.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a pedir al Señor a asumir una actitud como la que asumió San José. Además se oró por las necesidades de los hermanos.

La visita pastoral a la comunidad de El Rodeo concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

Se recordó al hermano Juan Juventino y a su esposa Andrea, que fueron los fundadores de la comunidad y que el primero hace cuatro años y la segunda hace un año, han entrado en el descanso eterno.

El domingo 18 de diciembre, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes para hacer la visita pastoral trimestral.

Después de llegar y dialogar brevemente con los hermanos, comenzaron las celebraciones litúrgicas. Se dio inicio con la administración del sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo hizo la presentación de la figura de san José, como varón justo que, a través de su confianza y disponibilidad, abrió el camino para que el Señor cumpliera sus promesas.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a sumergirse en un tiempo de oración, pidiendo al Señor la gracia de tener un corazón dispuesto, para celebrar la Navidad como el verdadero nacimiento del Señor en la vida de cada quien.

La visita pastoral a la comunidad de Todos Santos Cuchumatanes concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

En el contexto del cuarto domingo del Adviento, el arzobispo invitó a los hermanos a considerar que, cada vez que se celebra la divina liturgia, la realidad de la Natividad del Señor se actualiza.

Después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Granadillo, en donde se habían hecho presentes servidores de las diferentes comunidades de la parroquia San Ignacio de Antioquía de Colotenango.

El arzobispo impartió formación para los hermanos, tratando de hacerles conciencia acerca de la realidad de la Iglesia que el Señor fundó y la forma de mantenerse activos como parte de ella.

Después de que el arzobispo concluyó la formación, representantes de las diferentes comunidades que estaban presentes, rindieron informe de la situación pastoral de cada una de ellas.

Como conclusión, el padre José Raúl López, párroco local, hizo una breve relación de los pasos que se están dando en los diferentes aspectos de la vida de la parroquia.

Cuando terminó la formación y el encuentro con servidores de la parroquia de San Ignacio de Antioquía de Colotenango, comenzaron las celebraciones litúrgicas.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que consideraron necesario confesar sus pecados y recibir la absolución de los mismos.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a asumir una profunda actitud de fe y de apertura para reconocer, aceptar y realizar la voluntad de Dios.

Seguidamente, les invitó a que entraran en un tiempo de oración para pedir la capacidad de realizar cuando se les había sugerido y también de orar por las necesidades de la parroquia.

La visita del arzobispo al Granadillo de Colotenango, concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre José Raúl.

El arzobispo animó a los hermanos a esforzarse por estar continuamente preparados espiritualmente, para poder participar sacramentalmente en la divina liturgia.

Al caer del día, el arzobispo llegó hasta la comunidad central de El Arenal, del municipio de San Gaspar Ixchil, de Huehuetenango.

La visita comenzó con la unción de los enfermos a la hermana Isabel, líder de la comunidad, quien está sufriendo quebrantos de saludos.

Seguidamente, el arzobispo invitó a los hermanos al arrepentimiento y a la confesión de los pecados y se les administró el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a prepararse a la celebración de la Navidad, asumiendo una actitud en sintonía con la respuesta que San José le dio al Señor.

Por los mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración para pedir el don de la disponibilidad y apertura a la voluntad divina. También les invitó a orar por los enfermos y los difuntos de la comunidad.

La actividad pastoral del arzobispo concluyó con la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad central de El Arenal, de San Gaspar Ixchil.

El arzobispo recordó a los hermanos cuál es el sentido de la participación en la divina liturgia y les animó a que, aunque sea solamente a través de la comunión, hagan de este misterio el centro de sus vidas.

El lunes 19, por la mañana, el arzobispo llegó a la sede de laparroquia Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco, Huehuetenango, para presidir la celebración del decanato del sur de Huehuetenango.

Se contó con la participación de delegados numerosos de todas las comunidades y sectores, sí como del padre José Raúl López, encargado parroquial y del padre Luis Uyoa, formador en el seminario.

Después de la formación y de algunas cuestiones que se dialogaron, especialmente sobre la identidad y organización de la parroquia, los delegados presentaron el informe pastoral.

Se pudo constatar que la parroquia se mantiene saludable, se cuenta con un crecimiento moderado y las comunidades están estables y profundizando en su identidad.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación para hermanos que habían participado en el decanato del sur de Huehuetenango.

Exhortó al arrepentimiento y a la confesión de los pecados, como etapa indispensable para prepararse a la celebración de la Navidad, con la actitud requerida para recibir el Espíritu Santo.

Después de la homilía en la cual el arzobispo subrayó la importancia que se da al reconcomiento de la esterilidad humana como medio para abrirse a la acción divina, el arzobispo invitó a la oración.

Los hermanos oraron en profundidad, pidiendo al Señor la gracia de reconocer las propias limitaciones y de estar dispuestos a acoger radicalmente la voluntad divina.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, fueron presentados cuatro hermanos, para tres comunidades diferentes, para ser instituidos como ministros extraordinarios para distribuir la comunión.

El arzobispo explicó el sentido del ministerio, la actitud con la que se debe vivir y ejercer y, seguidamente, procedió a impartir la bendición correspondiente.

Las actividades en la sede parroquial de Cuilco concluyeron con la celebración de la divina liturgia, en la que participaron los hermanos que habían asistido al decanato del sur de Huehuetenango, así como otros fieles.

Concelebraron con el arzobispo, los padre José Raúl y Luis Uyoa y se oró intensamente, al igual que se participó en la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor.

El lunes 19, por la trade, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos de la comunidad de Santo Domingo, Cuilco.

Los hermanos participaron en gran número y, con espíritu humilde y arrepentido, confesaron sus pecados, para recibir la gracia de la unción restauradora del Espíritu Santo.

En el contexto de la visita pastoral del arzobispo a la comunidad de Santo Domingo, se preparó la celebración del matrimonio entre Carlos y Suleyma, ambos miembros activos de la comunidad.

El arzobispo explicó cuál es el sentido del sacramento del matrimonio y, después de interrogar a la pareja, procedió a administral el sacramento a los esposos.

También, en el contexto de la visita a Santo Domingo, fueron presentados cuatro niños: Mileny, Abdiel, Denis y Camila, para que se les administraran los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo explicó a los padres y padrinos el sentido de la administración de los sacramentos y los compromisos que asumían y procedió a su administración.

Un grupo numeroso de hermanos, entre los que estaban varios servidores y líderes de la comunidad de Santo Domingo, se prepararon para recibir la confirmación y el envío misionero.

El arzobispo explicó a los confirmandos cuál era el sentido de la administración de la confirmación y les exhortó a asumir con seriedad el compromiso del ser enviados como misioneros.

La actividad pastoral del arzobispo en la zona de Cuilco, concluyó con la celebración de la divina liturgia en la comunidad de Santo Domingo, presidida por él y concelebrada por el padre José Raúl.

Los hermanos participaron con gran provecho y devoción en la celebración y acudieron de forma muy numerosa a recibir los divinos misterios que dan la vida eterna.